Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling
Antes que todo gracias a todos los que leen este Fic.
La sangre que no une by Lars Black
El siguiente capítulo van a transcurrir en el mismo Lapso de tiempo que el anterior. Es porque ambas ideas me gustaban y no me parecía justo desechar una.
Capitulo #: HOGWARTS.
-Debes quedarte Harry, Sirius te necesita-
Harry miró a su padrino, el cual dormitaba sobre el sofá.
El ojiverde sujetó a Remus por los hombros. -El esta bien, esta a salvo, pero Oswall..... Mi tío me necesita, necesita saber que estoy bien, que no me pasó nada-
Remus sabía que Harry tenía razón, además ya no era un niño y debía tomar sus propias decisiones-
-Esta bien Harry, hay que aprovechar la confusión, todavía no sabes aparecerte así que tendrás que viajar por otros medios......... -
Y Remus sacó un balón desinflado de una de las gavetas de la sala.
-Dumbledore tiene este traslador para casos de emergencia. No sé como hace para enviarlo directo a Hogwarts, es uno de sus secretos, pero seguro te lleva a Hogsmeade, es lo más cerca que puede dejarte-
-Gracias Remus-
-No me des las gracias Harry, solo llega a salvo-
cuando apareció en Hogsmeade, cayó de bruces partiéndole levemente el labio inferior, no perdió tiempo y se levantó.
Menos de una hora había trascurrido desde que todo había comenzado, ahora su disfraz estaba manchado con sangre real.
Cuando llegó a los hasta las puertas del colegio, pudo ver, varias manchas de sangre sobre el césped, todas se dirigían al castillo, esa sangre era la de su tío.
Cuando entró de golpe a la enfermería todos los presentes callaron de golpe. El profesor Dumbledore no podía creer que Harry acabara de entrar así nada mas.
Pero el ojiverde no estaba ahí para dar explicaciones, estaba ahí para salvar a Oswall, Sin prestarle atención al director corrió hasta la cama en donde Snape y Madame Pomfrey desesperados hacían todo lo posible para detener la hemorragia.
-Aléjate Potter- gritó Snape.
Harry hizo caso omiso y se acercó aún más. -¡Oswall! Me escuchas, Soy Harry, ¡Estoy Bien! ¡Tienes que Luchar! ¡Tienes que sobreponerte!-
-¡Hazte a un lado Potter!- volvió a Gritar Snape. -Entiende hay que detener la hemorragia los muggles no se transforman-
Harry escuchó aquellas palabras, pero no entendía lo que significaban.
-Los Muggles no se transforman, si no lo salvamos puede........-
-¡NO!- Gritó Harry con todo su ser.
Y enseguida la sangre dejó de brotar de la herida, los presentes dudosos miraron a Harry.
Pero Dumbledore con una agilidad increíble sacó su varita y apuntó a donde yacía Oswall.
-¡TODOS HÁGANSE A UN LADO!-
Pero tanto Snape como Harry no reaccionaron a tiempo.
Oswall abrió los ojos de golpe, pero su mirada era distinta, era fantasmal y al ver la sangre que brotaba del labio de Harry se abalanzó sobre él.
-¡AGÁCHATE!- gritó Snape mientras empujaba a Harry hacia un lado y desenfundaba su varita. El resultado, un encuentro poco agradable en donde el profesor de pociones recibió una herida profunda sobre su pómulo derecho.
Dumbledore lanzó un hechizo paralizador hacia el recién convertido, pero Oswall, saltó pegándose al techo y luego hacia una de las ventanas rompiéndola por completo. Y huyendo del lugar.
-¡Oswall!- gritó Harry -Tenemos que ir por el, tenemos que buscarlo-
Harry estaba al borde de un colapso. Pero de pronto sintió en extrema calma y tranquilidad, y poco a poco fue cayendo en un profundo sueño.
En Grimmauld place las cosas estaban en extremo tranquilas, siquiera las continuas quejas de kreacher lograban romper el silencio que albergaba la vieja residencia de los Black.
Remus llevó a Sirius hasta sus habitaciones, lo vistió y lo acomodó en su cama, no podía negar que estaba muy feliz de haberlo recuperado, sin embargo varias cosas le incomodaban, las cosas habían cambiado desde que su amigo había atravesado el velo.
Todos eran distintos, Harry había cambiado mucho y la decisión que había tomado esa noche se lo confirmaba.
Harry había preferido correr el riesgo y llegar a Hogwarts.
Poco a poco el tiempo fue trascurriendo, y aunque no lo quisiera el sueño lo fue venciendo.
-Remus, Moony, ¡Amigo Despierta!-
Remus abrió y los ojos llevándose tremendo susto.
-¡Sirius que demonios haces de pie! Acuéstate-
-Va Moony he estado haciendo absolutamente nada, por mucho tiempo, quería hablar contigo, pero eres un tronco cuando duermes-
Y Remus no se contuvo. Le dio un gran abrazo a su amigo.
-Moony, ¿en donde esta el cachorro? Tengo que verlo, el me salvó, él me sacó de ese infierno-
Pero Remus desvió la mirada.
-Sirius, tengo que decirte algo, han pasado muchas cosas desde que te fuiste-
Sirius escuchó cada detalle cada palabra de lo que Remus le decía, estaba absorto, confundido pero sobre todo angustiado y poco convencido.
-Y están seguros? Eso es casi imposible, nosotros lo hubiéramos sabido, Lily lo hubiera sabido, ¿Cómo saben si no es magia negra avanzada, o alguna trampa del enemigo-
Remus rió un poco. -Aunque no lo creas Sirius, todos pensamos lo mismo cuando nos enteramos, Incluso yo, y no te miento. Cuando Harry lo trajo para presentarlo Snape casi lo mata.......... Pero es real Sirius, solo basta conocerlo para que des cuenta, no solo se parecen físicamente, también tienen la misma esencia-
-Vaya Remus, se ve que lo conoces muy bien- y la mirada de Sirius cambió radicalmente.
-No te pongas así Padfoot, nadie está tomando tu lugar, Harry te quiere, luchó con si vida para traerte de regreso-
Entonces la puerta de la habitación se abrió de golpe y Molly Weasley entró con un ejemplar del profeta en mano.
-¡Remus!, ¡Remus!, Kingsley me ha traído esto, ¿tienes que leerlo!.
Los dos estaban pasmados, no podían articular palabra alguna. Era increíble, Sirius por fin podría ser libre.
-Y por los ojos del ojiazul se derramaban lágrimas de Felicidad.
Incluso Molly que nunca se había llevado bien con Sirius se veía bastante feliz.
En eso la puerta volvió a abrirrse, todos voltearon se trataba ni más ni menos que de Dumbledore el cual entró con una sonrisa por demás peculiar.
Sim embargo Remus pudo ver que su mano derecha estaba dentro de su túnica posiblemente sujetando con firmeza su varita.
-Lamento importunarlos-
-No Dumbledore- dijo Molly. -Usted nunca-
-Gracias Molly, pero todas las reglas de etiqueta también se aplican a mi, Sin embargo me gustaría intercambiar algunas palabras con nuestro nuevo inquilino-
Remus y La señora Weasley se retiraron de la habitación. Dumbledore apareció una silla junto a la cama de Sirius, el cual estaba sentado en el borde de la misma, colocó la silla justo frente al ojiazul y tomó asiento. Ambos se miraron por varios segundos.
-Sirius- dijo Dumbledore con una gran sonrisa. -Me alegra que regresaras a nosotros-
Y el ojiazul le contestó con una leve sonrisa.
-Señor. ¿Qué sucedió?.- preguntó directamente.
Aquella pregunta no sorprendió a Dumbledore, sin embargo no tenía la respuesta para ella.
-Lo Siento, Sirius, no hay nada que te pueda garantizar como verdad-
-Pero hay algo ¿Verdad?-
Dumbledore asintió con algo de preocupación.
-Así es Sirius, temo que Voldemort esté detrás de tu asombroso regreso-
Ambos charlaron por bastante tiempo antes de que bajaran hacia el comedor de la residencia Black.
Todos estaban reunidos en ese momento, tenían que planear los pasos que darían de ahora en adelante.
Cuando Sirius preguntó en donde se encontraba Harry en esos momentos, Snape le contó muy contento que su adorado ahijado se había marchado hacia Hogwarts para ayudar a su queridísimo tio, ya que para Potter era mucho más importante.
Ese comentario no agradó para nada al ojiazul, pero Remus logró tranquilizarlo un poco.
-Será mejor que cierres tu bífida lengua Snape-
-¿O que Lupin?, llamaras a tu amigo el convertido para que venga y me de una lección-
Tanto Remus como Sirius alzaron las cejas.
-¿A que te refieres Snivellus?- preguntó Sirius.
Pero antes de que el profesor de pociones pudiera decir algo Dumbledore le interrumpió y tomó la palabra, Explicó con lujo de detalle todo lo que había ocurrido la noche anterior.
Todos los presentes miraban con asombro a Dumbledore.
Arthur Weasley negaba con la cabeza. -No lo entiendo Dumbledore, no se suponía que Evans era muggle, que yo sepa ellos no se pueden convertir-
-Ya lo sé Arthur- contestó con apacible voz.
-¿Y en donde esta?- preguntó Sirius.
Pero nadie dijo nada.
Dumbledore se puso de pie, dio las indicaciones que la Orden seguiría de ahora en adelante, un grupo se encargaría de la búsqueda de Oswall Remus iría con ellos, Tonks y Kingsley se encargarían de interrogar a Pettigrew para ver si podían sacarle algo más de información sobre los planes de Voldemort. Dumbledore miró directo a Snape y este le asintió. Al señor Weasley le encargaron investigar un poco en el departamento de Control y Regulación de criaturas mágicas.
Todos asentían a sus obligaciones, pero el ojiazul sentía que otra vez lo dejaban fuera.
-¿Y yo que voy a hacer?-
Dumbledore se dirigió hacia el ojiazul. -Tu vendrás conmigo a Hogwarts, Harry te necesita más que nunca, pero antes pasaremos por el ministerio-
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Harry abrió los ojos, aquel lugar le era muy familiar: La enfermería.
Se colocó sus gafas y miró a su alrededor, no quedaba ningún indicio de lo que había ocurrido durante la noche, trató de moverse pero su cuerpo le dolía horrores.
Madame Pomfrey se acercó al recién despertado, le tomó la temperatura y le dio un sorbo de una poción que según Harry sabía horrible, Pero era muy efectiva porque poco a poco el dolor fue desaparenciendo.
Su cabeza daba vueltas, Su tio, Oswall se había ido, se había ido, y ahora era un monstruo y todo por su culpa, todas las personas que estaban a su alrededor tenían que sufrir.
A pesar de que ya se sentía bien Madame Pomfrey no le permitió salir de la enfermería. Pero estar encerrado ahí no hacía que su ánimo mejorara.
Estaba a punto de levantarse y echarse a correr cuando de pronto la puerta de la enfermería se abrió y Dumbledore entró.
-Harry- dijo.
Pero el ojiverde no estaba para perder tiempo. -¿Que le pasó a Oswall? ¿En donde está?-
-Calma Harry, Calma, no debes exaltarte, Voy a ser directo contigo........ No tenemos ni idea de donde pueda estar pero ya estamos buscándolo-
-¡Entonces Yo voy!- gritó.
-NO- dijo Dumbledore tajante. Y Harry se sorprendió. -Lo siento Harry, pero no debes arriesgarte más, debes dejar que esto lo arregle la orden,
En la tarde Ron y Hermione fueron a visitarlo.
La chica se echó a sus brazos cuando lo vio. -¡Harry!-
-Fue Horrible, Creímos que te había pasado algo, Y luego vimos como Dumbledore y Snape regresaban con Oswall-
-Pero tu no estabas- dijo Ron.
Aunque ellos fueran sus amigos no tenía animo para nada.
-¡Por que no se callan de una vez!- gritó. -O si lo que les interesa saber es ¡Que diantres ocurrió! Pregunten de una vez-
Hermione y Ron se inpactaron ante la actitud de su amigo.
-Nosotros no quisimos....... Harry, no...- Hermione trataba.
Harry dándose cuenta de lo que acababa de hacer recapacitó.
-Yo, yo lo siento, soy un idiota, ustedes solo se preocupan-
-No digas eso Harry- dijo Ron. -Tienes razón nos preocupamos pero no podemos negar que también nos gustaría saber que fue lo que ocurrió.-
Trataron y al final lograron que Madame Pomfrey dejara salir a Harry de la enfermería. Mientras caminaban hacia la sala común Harry les contó todo lo que había ocurrido, desde que salió a los terrenos del colegio hasta que se desmayó.
-¡Es increíble!- gritó Hermione. -Digo Terrible, ¿Cómo pudo Transformarse?, digo, es un muggle-
Harry negó, el no sabía mucho sobre los vampiros, pero Snape había dicho lo mismo, y si su tío era más que un muggle.
-Pues a mi lo que sorprende es que Sirius haya regresado- dijo Ron. -Toda la historia parece como si Vol....-
Harry y Hermione miraron al pelirrojo.
Y Ron como si lo que fuera a hacer le costara mucho trabajo suspiró.
-Voldemort, Como si Voldemort lo hubiera planeado todo-
Harry sabía el gran sacrificio que Ron hacía. Pero tenía toda la razón, y eso le preocupaba, estaba seguro que Voldemort había planeado llevarlo al departamento de misterios, y también estaba seguro de que él era el responsable de que Sirius hubiera regresado.
Ahora no sabía que sentir, alegria, tristeza, ira, duda,.
Era un hecho, estaba devastado, quería hacer algo pero no sabía que, nunca se había sentido tan débil e indefenso, y lo peor sabía que Voldemort estaba enterado.
Cuando llegaron a la sala común, El alboroto que había en ella se detuvo enseguida y todos los gryffindors voltearon sorprendidos hacia Harry.
-Supongo que todos creían que había muerto o algo por el estilo- Susurró Harry a sus amigos.
Ginny se acercó a ellos.
-Harry- dijo la pelirroja. Y le mostró una edición del Profeta.
Tanto Harry como Ron y Hermione leyeron el artículo cada vez más asombrados.
Miraron a su alrededor.
Ahora todos sabían la verdad, Sirius era inocente, eso definitivamente cambiaría todas las cosas.
