Capítulo 3: "Visitando a los Potter"

Ron ofrece un poco de polvos a Hermione, la cual lo observa con duda.

- ¿No sería mejor que tu fueras primero?
- ¿Por qué?
- Para que me saques, imagínate si llego yo primero, y Ginny o Harry piensan que soy un intruso... o algo así.

Ron sonríe ampliamente.

- Tienes razón, desventajas de caer de sorpresa... Observa lo que voy a hacer, y después repites el procedimiento, ¿De acuerdo?

Hermione asiente temerosa.

- No te preocupes tanto, si caes en la chimenea de otro mago, te disculpas y le dices a donde quieres ir... es muy fácil...
- Fácil para ti, que estas acostumbrado...
- Te acostumbraras también... aquí voy...

Ron echa un poco de polvo a la chimenea, y dice "A casa de Harry". Las llamas crecen de manera considerable, y Ron entra en ellas como si nada. Hermione no encuentra que hacer... ¿Y si aparece en algún otro lado? Ella ya no recordaba mucho de los hechizos y eso...

- Al mal paso hay que darle prisa - se dice a si misma la chica para darse valor.

Hermione lanza un poco de polvos flú que Ron había dejado con ella, y dice "A casa de Harry". Las llamas crecen igual que con Ron, y ella se adentra sin saber exactamente que va a pasar.

Hermione sintió como si un agujero negro se la había tragado. No tenía noción del tiempo que estaba pasando, o si iba a durar mucho la sensación de vacío. De repente sintió como alguien la tomaba de la mano... ¿Quien sería? ¿¿Y si era alguien desconocido?? ¿Qué iba a hacer?

Sin saber exactamente como reaccionar, la mano la jalo para sacarla de la chimenea, y para la fortuna de Hermione, era Ron.

- Vaya, te llevas el record, nunca vi a alguien que llegara con tanto hollín - celebra Ron.
- Gracias, me siento honrada - contesta Hermione sarcástica.
- ¿¿Quien esta ahí?? - pregunto una voz de mujer, que provenía de la cocina.
- ¡Soy yo, Ginny! - grito Ron, anunciándose.
- Vaya, parece que siempre tienen visitas así, ¿No? - pregunta Hermione sorprendida.
- Me gusta venir y sorprenderlos de vez en cuando...

Hermione se dispone a observar la casa detenidamente. Era muy parecida a la madriguera, pero se veía un poco mas espaciosa.

Hermione y Ron voltean al escuchar pasos provenientes de la cocina. Una joven pelirroja y con muchas pecas se aproxima a Ron. Era de estatura media y ojos marrones, pero tenía una cara risueña y con cierto toque de inocencia.

- ¡Hasta que te apareces! - le recrimina la pelirroja a Ron - ¡Ni siquiera avisas a donde te vas! ¡Mamá ha estado muy preocupada por ti!
- Ginny, ¿Qué no ves que traigo compañía? - le contesta en tono molesto Ron.

Hasta ese entonces Ginny noto que Ron traía a una chica con él.

- Ya veo - dice despectivamente Ginny.
-¿Y Harry?
- Arriba, déjame hablarle... ¡¡¡HARRY!!! - grita a todo pulmón Ginny - ¡¡RON ESTA AQUI... Y CON UNA DE SUS 'AMIGUITAS'!!
- ¡Ginny! - le dice Ron molesto.

Hermione sonríe tímidamente. parecía que a Ginny no le daba gusto ver a la chica, quizá porque no sabía quien era... Quizá porque Ron siempre llevaba a una novia diferente cada semana.

Pasos se escucharon aproximarse. Un hombre de ojos verdes y gafas aparece en la habitación. Tenía el cabello alborotado, y estaba muy delgado.

- ¡Ron! ¡Creí que ya te habías desaparecido! - le dice el hombre de gafas al pelirrojo.
- Ya me conoces, me gusta sorprender de vez en cuando - sonríe Ron - ¿Y donde esta el demonio?
- ¡No le digas así! - le dice Ginny molesta.
- Arriba, dormido - contesta Harry para evitar la discusión de los hermanos.
- Que lastima, quería que ella lo conociera...

Harry observo a la acompañante de Ron de arriba a abajo. Hermione se sintió temblar, a ella le había gustado Harry cuando estudiaban en Hogwarts... o al menos eso es lo que ella pensaba. Pero ahora ya estaba casado, ya tenía su vida hecha... y en cierta forma a la chica eso le daba felicidad, siempre había querido lo mejor para Harry, y ahora lo tenía.

- Me eres familiar - dijo al fin Harry después de inspeccionar a Hermione detenidamente - ¿Acaso estudiaste en Hogwarts?

Hermione miro a Harry nerviosa, pero sonrió.

- Si... por un tiempo.
- No vas a creer quien es - dice Ron mordazmente.
- ¿Por qué? - pregunta Ginny - ¿Acaso es otra de tus enamoradas? ¿Es ella la que fundo tu club de fans, o solo es miembro honorario? Para que la hayas traído, debe ser influyente, es una pena que no te vayamos a ver de nuevo, linda, has de saber que mi hermano cambia de novia cada tercer día...

Ron fulmina con la mirada a Ginny, mientras Harry niega con la cabeza. A Ginny siempre le molestaba la actitud de Ron, y mas porque sus novias eran algo especial.

- Bueno... - habla al fin Hermione - no soy novia de ron, así que eso me da mas oportunidades, ¿No?

Ginny observa detenidamente a la chica.

- Si no eres novia de Ron... ¿Entonces quien eres?
- ¡Nunca lo van a creer! - exclama Ron, un poco mas feliz - ¡Se van a morir de la impresión!
- Yo estoy seguro de haberte visto antes - dice Harry meditando el asunto - ¿Acaso eras de Ravenclaw?
- Harry, no puedo creer que no la reconozcas - le reclama Ron como si eso fuera algo grave.
- Espera...- dice Ginny mirándola - ¡Ya sé quien eres! ¡Eres esa chica que fue novia de Ron! ¡Susan Bones!

Hermione sonríe un poco apenada, mientras Ron se sonroja en sobremanera.

- ¡NO ES SUSAN! - grita Ron molesto - ¡Y deja de publicar mis intimidades, Virginia!
- ¡Pues no sería tan difícil si no tuvieras tantas novias, Ronald!
- Si no eres Susan - interrumpe Harry - entonces, ¿Quien eres?
- ¡Es Hermione Granger, so tonto! - sigue gritando Ron, molesto porque ninguno reconoció a la chica. ¡¡Si a él le parecía la misma de siempre!!

Harry y Ginny intercambiaron miradas de incredulidad.

- ¡No hay manera de que sea Hermione!- dice Ginny - corta la broma, Ron, y ya dinos quien es.
- ¡ES HERMIONE!
- ¡Claro que no! ¡Esta broma es muy pesada, Ron!
- Hermione, ¿Quieres decirles que si eres la misma que estudio en Hogwarts con nosotros, por favor? - dice Ron, rindiéndose.
- P-pues si... - dice Hermione temerosa - soy yo... ¿Qué acaso estoy muy cambiada o algo así?

Harry y Ginny observan a Hermione totalmente sorprendidos.

- ¿¿Hermione?? - pregunta Harry, incrédulo.
- ¿En verdad eres tu?
- Si... ¡Sorpresa! - sonríe Hermione.

Harry y Ginny siguen sorprendidos, pero Ginny corre a abrazar a Hermione.

- ¡¡Cuanto tiempo, Hermione!!
- Me da gusto verte también, Ginny.
- ¡Pero estas muy cambiada! - observa Harry - tu cabello es mas corto, y estas... muy diferente a como te recuerdo...
-¿Qué querías? ¿Qué me quedara siempre como si tuviera 14 años? - responde Hermione en un tono sarcástico.

Harry la observa por unos momentos, y sonríe.

- ¡Si es Hermione! - dice al fin, después de escuchar el ultimo comentario de la chica - ¿¿Pero como...??
- Ni me preguntes, porque ni yo sé... Fue una coincidencia, Ron y yo nos encontramos en una fiesta muggle... y ahora estoy aquí, ¿No es sorprendente?
- ¡Vaya que si! - exclama Ginny - lamento haberte tratado así hace unos momentos, es que deberías ver que mujeres trae Ron... son todo un caso.
- ¡GINNY! - gritaba de nuevo Ron, sonrojado.
- ¡Hermione! ¡Tienes que contarnos todo lo que ha pasado en tu vida! Te extrañamos muchísimo... amiga...

Hermione sonríe a Harry.

- Yo también los extrañe...
- Basta de eso - dice Ron - yo tengo hambre... ¿Qué tal si platicamos mientras comemos?
- Tu nada mas vienes a quitarnos la comida, Ron - le reclama Ginny.
- Por como me tratas, deberías agradecer que aun venga - sigue Ron con la discusión.

Hermione mira a Harry.

- ¿Así es siempre? - le pregunta la chica.
- Y deberías verlos cuando realmente están enfadados - le dice Harry - ¡Es escalofriante!

Hermione se siente totalmente feliz, hace mucho que no tenía motivos para ser alegre (desde su punto de vista, claro esta), y ahora realmente tenía una segunda oportunidad.

- Hermione... me da mucho gusto que estés aquí - le dice Harry, abrazándola.

Hermione se siente ligeramente ruborizada, pero sonríe ampliamente. Hacía tanto que no sentía el cariño de un amigo verdadero... A excepción de Alix, y a ella no podía decirle que era una bruja.

- Y dime Hermione - interrumpe Ginny su discusión con Ron - ¿Que ha sido de ti? Desde que decidiste, bueno... no regresar a Hogwarts...
- ¡Espera, Ginny! Primero que nos diga porque no quiso regresar a Hogwarts - recordó Ron.

Todos quedaron en un silencio incomodo.

- Ron, si Hermione no quiere... decirlo, no deberíamos preguntárselo - agrega sensatamente Harry.
- No... es que creo que ya no hay necesidad por la cual no deban saber lo que en realidad paso...
- ¡Ya cuenta! - dice impaciente Ron.
- Bueno... es una historia muy larga... no sé que haya pasado en el mundo mágico, pero por lo que me dice Ron... todo se cumplió...
- ¿Todo? - pregunta Harry.
- ¿A que te refieres? - agrega Ginny
- ¡Déjenla hablar! - exclama Ron molesto.
- Es obvio que tengan preguntas... pero yo también las tengo... Les diré lo que paso y porque decidí no regresar al quinto curso, y entonces quizá entiendan todo...
- Debió ser algo muy importante, porque el día que te despediste de nosotros pareció que no te dolió el hecho de no regresar...
- ¡Claro que me dolió! es lo que le he dicho a Ron, trate de ser fuerte frente a ustedes, pero diario lloraba en mi casa... mi vida no fue la mas feliz en estos años.
- ¿Y por qué decidiste olvidar que eras una bruja?
- Oigan, dejen que se explique - ahora salía a defenderla Ginny - para ustedes es muy fácil juzgarla, sin saber sus razones, por primera vez dejen de pensar en lo que ustedes sintieron, y escuchen lo que ella sintió...

Hermione miro agradecida a Ginny, la cual le sonrió. Entre ellas siempre se había dado ese lazo de comprensión, como si fueran hermanas.

- Bueno - dijo Ron impaciente - estamos esperando, ¿Como vamos a entenderla, si no nos dice nada?
- Si tuvieras la amabilidad de dejarla hablar - le contesto Ginny de mala gana.
- Si siguen discutiendo, entonces nunca nos dirá nada - los interrumpe Harry.

Las miradas se posan en Hermione, la cual toma sus manos, nerviosa, y da un suspiro.

- ¿Por donde comenzare? - pregunta la chica, acomodando sus ideas de manera adecuada.
- ¿Qué tal por el principio? - le sugirió Ron en un tono inocente, que a Hermione en lugar de molestarle, la hizo sonreír.
- Tienes razón, Ron - le sonrió Hermione - comenzare por ahí... en el verano recibí la visita de la profesora McGonagall...
- ¿La profesora McGonagall te visito? - pregunta Harry asombrado.
- ¿Pero para que? - Ginny lucia confundida.
- ¡Ya sabía yo que algo había pasado! - afirma triunfante Ron.
- Bueno... pues la profesora llego muy... extraña, tenía los ojos rojos, parecía que había llorado muchísimo, y mis padres se sorprendieron mucho de verla ahí, nunca habían conocido a algún maestro de Hogwarts... Les pareció extraño que me visitara personalmente...
- ¿Y? - Ron estaba muy impaciente.
- Pues me dijo que no estaba ahí para algo fácil... y que me pedía toda mi comprensión... fue cuando supe que algo andaba mal. La profesora me dijo que una predicción de la profesora Trelawney los había puesto en alerta...
- ¿Una predicción? - pregunta Harry, recordando que él escucho una predicción de la profesora en el tercer curso.
- Si, aunque me pareció absurdo, la profesora McGonagall nunca había hecho caso de una predicción, así que al principio estaba un poco escéptica...
- ¿Y quien no? - dice Ron en tono trágico - a la profesora Trelawney siempre le gustaba predecir muertes...
- Pero recuerda que cuando entramos al quinto curso cambio totalmente... no hacía muchos comentarios sobre el Grim...
- Y siempre que veía a la profesora McGonagall, sollozaba...
- ¿Sería por esa predicción?
- Sigue contando, Hermione...
- Bien, la profesora McGonagall me dijo que yo no debía regresar a Hogwarts... porque yo sería la derrota de Harry.

Todos se miran sorprendidos.

- ¿A que te refieres con eso?
- ¿Mi derrota?
- ¿Qué acaso estas loca? ¿Como ibas a ser la derrota de Harry?
- ¡No me miren! Yo también me reí al principio, pero la profesora lucía muy segura de lo que decía...
- La única manera en la que podrías derrotar a Harry, es matándolo con uno de esos enormes libros que siempre llevabas contigo... - le dijo Ron entre risas.
- O quizá la maldición imperius - pensaba Ginny - quizá como Harry no se atrevería a atacar a Hermione...
- Ginny, ¿Qué acaso quieres hacer tu propia novela de suspenso? ¡Si Hermione no podría ni matar a una mosca! - Ron seguía incrédulo.
- Hay habitaciones en Hogwarts que tal vez los sorprenderían - interrumpió Hermione.
- ¿Como cuales? - pregunta Harry.
- Tu deberías saberlo, ¿Qué no eres el director de Hogwarts?
- ¿¿Como lo supiste??
- Ron me lo dijo...
- ¡Vaya! ¡No perdiste el tiempo de informarla! ¿Verdad?
- ¡Ella me pregunto! - se defiende Ron.
- Apuesto a que esperabas ese momento, Ron, porque...
- ¡¡Deja que siga contando!! - interrumpe Ron a Ginny, ruborizándose de nuevo.
- No, quiero saber porque Ginny dice eso...
- Hermione, has de saber que mi hermano te ha buscado por cielo, mar y tierra... hasta que te encontró...
- ¿En serio?

Hermione mira a Ron, el cual esta completamente rojo.

- S-solo quería saber como estabas...
- Si, claro...
- ¡Ginny!
- ¡Ay, Ron! ¡Admítelo! No había día que no hablaras de Hermione... '¿Qué estará haciendo Hermione?', '¿Regresara algún día Hermione?', 'Como lo estará pasando Hermione?', ¿Se acordara de nosotros?'...
- ¡YA ENTENDIO! - grito Ron igual de rojo que su cabello.
- Debió ser duro para ustedes... - dijo Hermione conmovida.
- Imagínalo, si ni siquiera nos diste una explicación, solo te despediste como si te fueras de vacaciones... mande a Hedwig con innumerables cartas, y siempre me las regresaba - recordaba Harry.
- Además estábamos preocupados, escuchábamos de ataques de mortífagos, y nosotros sin saber si estabas bien...
- Yo también la pase difícil, no tenía noticias de ustedes, y no sabía si lo que había hecho fue lo correcto, y el hecho de que hiciera magia en ocasiones nunca ayudo a la causa.
- ¿Ven? ¡Les dije que iba a demostrar magia! ¡La profesora McGonagall lo dijo! - Ron sonreía triunfante.
- Harry, ¿No se supone que deberías estar en Hogwarts? - le pregunto Hermione.
- Son vacaciones, recuérdalo...
- Pero... Si mal no recuerdo, Dumbledore siempre estaba en Hogwarts.
- No, no siempre... parece que todos los profesores se la pasan en la escuela, pero también tienen su vida privada, en verano por lo general es cuando todos visitan a sus familias... aunque en invierno y en algunas visitas d Hogsmeade se pueden dar una escapada.
- ¡Eso no lo sabía! - exclama sorprendida Hermione - con razón... Y dime, Harry, ¿No eres muy joven para ser director?
- Eso creí, pero el jefe del ministerio de magia me pidió que asumiera la responsabilidad... creyó que yo era el mas adecuado después de lo que paso con Voldemort...
- ¿Qué paso? ¿Como fue la batalla final?

El rostro de Harry se ensombrece.

- Si puedes contármelo, claro esta - aclara Hermione.
- El recordarlo aun me da escalofríos, desde el quinto curso tuvimos problemas con mortífagos... ya no sabíamos quien estaba de que lado... La profesora McGonagall murió en el sexto curso, tratando de defender a unos alumnos de sangre muggle...
- Tal como me lo dijo... - afirmo Hermione.
- ¿Qué? ¿La profesora te lo dijo?
- Bueno...
- ¡Es que no la hemos dejado terminar! Vamos, Hermi, sigue con la historia - le pide Ron.
- Esta bien, aunque Elian también me dijo que...
- ¿Quien? - pregunta Ron.
- Ah... si... no te dije esto... en los veranos iba un chico a casa... enviado por la profesora McGonagall. Este chico era de la generación de Oliver Wood, ¿Se acuerdan de él?
- Entonces, en todo este tiempo, ¿Tuviste comunicación con un mago?
- En realidad solo me ayudo para controlar un poco mi magia y no se saliera de control... fue todo... pero me platicaba mucho de la profesora McGonagall y de Hogwarts.
- ¿Y que paso con ese? - vuelve a preguntar Ron, solo que ahora en tono molesto.
- No sé... no supe de él después de que me dijo que ya había aprendido lo necesario. Nunca se comunico conmigo, ni una carta... nada...
- Espera - interrumpe Harry - ¿Dices que ese chico se llama Elian?

Hermione asiente.

- Resulta que ese chico es el sobrino de McGonagall...
- ¿Como lo sabes?
- Porque cuando fue el velorio de la profesora, lo vi, y Dumbledore me dijo quien era, y que era como el hijo que la profesora nunca tuvo... muy triste.
- ¿Entonces, todo ese tiempo estuve conviviendo con el sobrino de la profesora? ¡Como no me di cuenta!
- ¿Nunca le preguntaste si tenía relación con la profesora?
- No, me decía que ella lo mandaba, y eso era suficiente, no tenía porque preguntarle nada mas...
- Si tu lo dices...
- Pero en Hogwarts nunca lo vi... realmente debió pasar desapercibido.
- Y de seguro McGonagall no alardeaba de que fuera su sobrino...
- Así nadie pensaría en favoritismos - reflexionaba Ginny.
- ¿Qué tal si era amigo de Oliver Wood? ¿Recuerdas haberlo visto con él, Harry?
- Mmmmmm, no, de hecho no...

Los chicos siguen discutiendo sobre el sobrino de McGonagall, mientras Hermione mira por una de las ventanas de la cocina. Sin que ella lo pudiera evitar, el recuerdo de aquel día en el que la profesora McGonagall le hizo revelaciones sobre el futuro le vino a la mente...

- ¿¿Profesora McGonagall?? - pregunta Hermione, sorprendida.
- Buenas tardes, señorita Granger... ¿Como ha estado? - la profesora McGonagall lucía bastante mal, pálida, con ojos hinchados, probablemente debió haber llorado mucho.
- B-bien - responde Hermione nerviosa - ¿Ocurre algo?

La profesora McGonagall le sonríe tiernamente.

- ¿Puedo pasar un momento?
- ¡Oh, si! - se sonroja Hermione - ¡Lo siento! ¡Disculpe mis modales! Es que realmente me sorprendió... Espero que su visita no sea por algo malo...
- Trataremos de que así sea - intenta sonreír McGonagall.

Hermione deja entrar a la profesora, la cual observa a su alrededor con una sonrisa. La chica la conduce a la pequeña sala, donde ambas toman asiento.

- Yo tuve una casa parecida cuando vivía como muggle... - sonrió.
- ¿Usted vivió como muggle? - se sorprende Hermione ante la repentina revelación.
- ¡Oh, si! Los muggles son fantásticos, aunque un poco intolerantes...
- Hermione, ¿Podrías ir a...?

La mamá de Hermione entra a la sala, viendo a la profesora.

- Lo siento, no sabía que tenías visita - dijo la madre de Hermione, con el ceño fruncido.
- ¡Ah, mamá! Ella es una de mis profesoras en Hogwarts - se apresura a aclarar Hermione.

La mamá de Hermione luce muy sorprendida, y esboza un sonrisa nerviosa.

- Disculpe - hablo por fin - es que no estamos acostumbrados a que Hermione tenga visitas del colegio... ¡Gusto en conocerla...!
- Mamá, ella es la profesora Minerva McGonagall... profesora, ella es mi madre, Henrietta Granger... - presento al fin Hermione.

Ambas mujeres estrecharon sus manos, sonriendo.

- Siendo así, las dejare solas, deben tener asuntos... mágicos de que hablar - sonríe la mamá de Hermione - ¿Gusta tomar algo? ¿Un poco de té?
- Quizá mas tarde - contesta amable la profesora McGonagall.
- Hija, no olvides que tu padre necesita que lo ayudes... Gusto en conocerla, profesora, espero que esta niña no este en problemas - bromeo la mamá señora Granger.
- Sería por el ultimo motivo por el que visitaría a la señorita Granger - responde la profesora, sonriendo - y ha sido un gusto conocerla también.

La mamá de Hermione sale de la sala, sonriendo.

- De seguro sigue preguntándose que hago aquí, ¿Verdad, señorita Granger?
- P-pues si - se apeno Hermione - si se molesto en venir, es que realmente ocurre algo malo.
- Necesitare su ayuda para eso no suceda... además venir a su casa por medios muggles me trajo agradables recuerdos...
- Debió ser una experiencia muy interesante..
- Si... pero no estoy aquí por eso, le voy a pedir, señorita Granger...
- Profesora - interrumpe Hermione - ya que no estamos en curso, ¿No podría llamarme Hermione? Es muy raro que se dirija a mi como 'señorita Granger' cuando no estamos en el colegio - sonríe Hermione.

La profesora McGonagall también sonríe.

- Precisamente eso le iba a pedir, Hermione... bien, lamento decirle que usted no puede hacer lo mismo, aun debo conservar figura de autoridad...
- No importa, de cualquier modo sería incomodo llamarla por su primer nombre...
- Bien... verá, Hermione, quisiera que mantuviera su mente totalmente abierta a cualquier comentario, por mas ilógico e irracional que se escuche, ¿De acuerdo?
- Soy una bruja, profesora - observo agudamente Hermione - eso será muy fácil.

La profesora volvió a sonreír, pero sus ojos no mostraban alegría. Algo grave debía estar pasando.

- La profesora Trelawney... tuvo una predicción...

Hermione chasqueo la lengua.

- Lo sé, también soy una de las personas que no cree en predicciones... y menos de la profesora Trelawney, pero realmente se veía mal...
- ¿Y cual fue la predicción?
- La muerte de Harry Potter...

Hermione miro a la profesora con los ojos muy abiertos, pero después, para sorpresa de McGonagall, esbozo una leve sonrisa.

- Eso no es novedad... la profesora Trelawney ha visto la muerte de Harry desde que entramos al tercer curso... ha visto el Grim hasta en las paredes del colegio...

Como si comprendiera sus palabras, la profesora McGonagall asintió levemente.

- A mi también me costo trabajo creerlo... pero todos nos pusimos alerta, el regreso de quien-no-debe-ser-nombrado daba mas posibilidades de que eso pasara...
- ¿Harry esta bien? - pregunta Hermione, apresurando conclusiones.
- Por el señor Potter no se preocupe, esta muy bien... es usted la que me preocupa.
- ¿Yo? ¿Qué pasa conmigo?
- Hermione, hay habitaciones en Hogwarts que ni siquiera el mismo Albus Dumbledore conoce... habitaciones que solo los afortunados pueden llegar a visitar... yo fui una de las afortunadas...
- ¿Qué clase de habitaciones?

La profesora McGonagall suspiro, y después dio un largo respiro.

- Escuche mi historia completa, y después responderé sus dudas... y me dará su opinión sobre todo esto...

Hermione miro a la profesora fijamente. Definitivamente no era algo bueno, por lo que termino asintiendo, temerosa.

- ¡HERMIONE! - grita Ron.
- ¿Qué?
- ¿Qué ocurre? Parecía que tu mente estaba en otro lugar...
- Lo estaba... - responde Hermione con melancolía.
- Te pregunte que si has tenido contacto con el mundo mágico aparte de Krum y de Elian... - repite Harry.
- Ah... no... ¿Por qué?
- Porque discutiendo, y se nota que no nos ponías atención, por cierto - recrimino Ron - notamos que quizá había brujos cuidándote, para que no te pasara nada malo...
- ¿Lo creen? - sonríe Hermione.
- ¿Y por qué la felicidad?
- Por nada... solo me doy cuenta de que realmente le importaba...

Harry, Ginny y Ron se miran interrogantes, mientras Hermione vuelve a sus recuerdos