NOTA INTRODUCTORIA: Este epílogo se conecta con el epílogo Dos, no se extrañen.
Capítulo 41: "Recuerdos: Un Futuro Diferente" – Epílogo Uno
Sheila estaba sumamente nerviosa, viendo a todos con cierta aprehensión.
- ¿Y? ¿Qué piensan?
- Pues… - Hermione frunció el entrecejo.
- ¡Lo sabía! ¡Apesta! ¿Verdad?
Todos se vieron entre si, y sonrieron.
- ¡Es excelente, Sheila! ¡Es un regalo precioso!
- ¿¿De verdad, tío??
- Ni yo pude decirlo mejor… - interrumpe Hermione – estas memorias son… preciosas…
- Ciertamente nos enteramos de cosas interesantes – Ginny ve a James con una sonrisa picara.
- ¡Oye! ¿Y por qué a ellos memorias, y a nosotros un video? – se queja Alix.
- Mamá, es el aniversario de los tíos, les toca un regalo así.
- No puedo esperar a ver que nos darás en nuestro aniversario – sonríe Harry.
- Sheila, tienes dotes de escritora, ¿Lo sabías?
- '… ¿Tu crees, tía? Yo solo escribí tonterías, los que me narraban las cosas eran los que hacían las maravillas.
- Soy escritora, Sheila, y creo que puedo distinguir el talento de alguien cuando sobresale. Además la originalidad… deberías renunciar a ser auror y dedicarte a esto.
- Ay, tía ¬¬… ya no te burles.
- ¡No es burla! ¿Tu que piensas, Ron?
- Creo que pudiste omitir lo de la maquina de fax ¬¬… pero fuera de eso… es uno de los mejores regalos que me han dado en toda mi vida…
- No es solo mío, es de todos los primos, pero no quisieron firmar cada memoria ¬¬
- ¿Para qué? Tu recibe los tomatazos – Chris guiña un ojo – tu lo planeaste todo, te mereces crédito total… y también regaños
- Hablando de regaños, ¿Hacías todo eso en Hogwarts, jovencito? – Angelina ve a Chris con el ceño fruncido.
- ¡Ay, mamá! Ya ves como es Sheila… tiende a exagerar '
- ¡Fred, di algo!
- ¡Bien hecho, hijo! ¡Es bueno que se siga la reputación Weasley!
- ¡FRED! ¬¬
- ¿Qué? El muchacho es como su padre, ¿Qué le vamos a hacer?
- Vamos, mamá, somos adorables – Chris abraza a Fred y sonríe inocentemente.
- Iré por mas galletas – señala Sheila.
- Te acompaño – James la sigue.
-
En la cocina, Sheila acomodaba cuidadosamente las galletas en una bandeja.
- Creo que a todos les gustaron tus memorias… - James la ve fijamente.
- Nuestras memorias, Jamie, recuerda que todos ustedes me ayudaron a hacerlas…
- "Recuerdos…"… ¿Cómo se te ocurrió ese nombre para las memorias?
- No es gran ciencia, James, de hecho quedo un poco simple.
- ¿Bromeas? A mi me gusto mucho.
- Ya somos dos…
Sheila no levantaba la vista mientras charlaba con James, lo que desesperaba un poco al chico.
- Sheila… - James puso su mano sobre la de la chica.
- ¿Qué pasa? – Sheila retiro inmediatamente su mano.
- Quiero hablarte del otro día…
- ¿Te refieres a cuando llegaste como un loco a gritarnos, y además a avergonzarnos?
- Si…
Sheila parece perder la paciencia, y suelta la charola que sostenía con cuidado, recargándose en uno de los estantes con mirada furiosa.
- ¿Sabes que? ¡No te entiendo, James! Me pides tiempo, te lo doy. Me pides que seamos amigos, y lo somos, ¿Y que haces? ¡Me avergüenzas y gritas delante de todos! ¿¿Qué es lo que quieres de mi??
- Tienes derecho a estar molesta…
- ¡Ay, gracias por darme permiso! – dice Sheila sarcástica.
- Sé que fui muy estupido al dejarte ir, de verdad… pero pensé… yo cre
- ¿Creíste que?
- Pues… pensé… un tiempo fuera…
- James, querías estar con otras personas, lo entiendo. Lo que no entiendo es porque cuando yo lo intento, me haces esas cosas. ¿Qué acaso quieres ser feliz, pero que yo no lo sea? ¡Tu ya tienes a esa chica! ¡Entonces…!
- No… ella y yo… no funciono…
- ¡Pero si me terminaste por ella! ¿Qué paso?
- No eras tu…
Sheila se sorprende de momento, pero después vuelve a su gesto serio.
- ¿Y crees que eso es suficiente? ¡James, no puedes venir a decirme que me amas, y que quieres tiempo porque quizás no me amas tanto, y después que me amas de nuevo! ¿Qué crees que soy? ¿Tu juguete? ¡No puedes venir y…!
James se acerca a Sheila, besándola suavemente, acallando sus protestas.
- Solo te pido otra oportunidad, Sheila. De verdad te amo…
El chico desaparece por la puerta de la cocina, dejando a Sheila en un estado de confusión total.
- ¿Todo bien? – Draco entra poco después.
- Si… - Sheila trata de recuperar la compostura.
- ¿Necesitas ayuda?
- No, justo iba a llevarlas…
- Todos nos equivocamos…
Sheila ve a Draco con duda.
- ¿Qué?
- Si… tomamos las decisiones pero en ocasiones no son las correctas…
- Pero tampoco puedo estar a disposición de cualquiera para que me lastime, ¿Verdad?
- ¿Recuerdas a Kyle?
- ¿El hombre que pretendía a mamá?
- Si lo recuerdas entonces ¬¬Xxx… ¿Cómo puede ser? ¡Fue hace años! ¿Y tu lo recuerdas? ¡Si era solo un idi…!
- Papá – Sheila lo interrumpe - ¿Ibas a algún punto con eso, o solo querías sacar tu amargura?
- Ah, si – Draco recupera la compostura – por un error, tu mamá casi se queda con él. Pero me dio una segunda oportunidad… y míranos…
- Tu no lastimaste a mamá como James lo hizo…
- Me gustaría decirte que es cierto, pero no. Quizás no igual, pero si lastime a tu mamá… pero me acepto, porque sabe que todos nos merecemos una segunda oportunidad. ¿No crees que James, con quien creciste, y a quien amas, lo merece también?
- Ay, papá ¬¬
- Yo solo te lo sugiero… la decisión es tuya…
Draco se acerca a Sheila, besándola en la frente.
- Pero ya no seas tan berrinchuda, mi niña, y piénsalo detenidamente, ¿De acuerdo?
- De acuerdo – suspira Sheila.
- Ahora vamos con esas galletas…
Cuando llegan a la sala, todos están comentando sobre el reciente regalo de los chicos a Ron y Hermione.
- Ya no recordaba todas esas cosas – Hermione sonríe.
- Definitivamente fue un regale excelente.
- Me sigo quejando de que yo solo recibí un video – Alix se molesta.
- Ya cariño, supéralo – Draco la abraza.
- ¿Y que hay de mis anécdotas? – Alan se levanta – les puse un tono humorístico.
- Lo nerd nunca se te quitara – se queja Eli.
- ¬¬… tú cállate…
- Niños, niños, no empiecen…
- Ni tan niños – observa Angelina.
- Crecen tan rápido – se lamenta Ginny.
- Pero son nuestro mundo… - Harry sonríe – y estamos haciendo un buen trabajo.
- Al menos la mayoría ¬¬ - Angelina mira desaprobatoriamente a Fred.
- ¡Hey! ¿Qué sería la vida sin diversión?
- ¡Sheila! – la llama Hermione - ¿Qué tanto ves?
- La nieve… me gusta venir aquí en invierno, es muy bonito.
- Si… tan mágico…
- ¡Nieve! – Sammy se levanta rápidamente - ¡Mamá, mamá! ¿Podemos ir a jugar con la nieve?
- ¿Estas loco? ¡Te vas a resfriar!
- ¡Por favor! ::
- No sé… ¿Tu que opinas, Hermione?
- Resfriado… encerrarlos aquí diciendo "por favor, por favor" cada 5 minutos…. Creo que escojo resfriado.
- Si… yo también – Alix sonríe – pueden ir.
- ¡SIIII!
- Pero iremos con ustedes… - Alix toma de la mano a Draco para levantarlo.
- ¿Iremos? – Draco se extraña.
- Hay que vigilarlos… y podemos hacer un muñeco de nieve.
Entre sonrisas, todos los ven salir.
- ¡Ay, mira la hora! ¡Debo empezar a cocinar! – Angelina se dirige a la cocina.
- Te ayudare – se ofrece Ginny.
- Yo también…
- No, Hermione, es tu aniversario, tu tienes la comodidad de no hacer nada. Nos ayudara Harry – proclama Ginny.
- Y Fred – anexa Angelina.
Harry y Fred intercambian miradas de angustia, pero finalmente deciden acompañar a sus esposas en la cocina. Les iría peor si no acceden. "Mujeres".
- Es muy bonito – señala James, acercándose a Sheila.
- Si.
- Oigan – Eli y Chris se acercan - ¿Por qué no vamos a patinar en hielo mañana? Sheila ya debe ser una experta.
Eli había dicho este comentario sin intención, pero James y Sheila se sonrojan.
- ¿Y como van las cosas con Abby, Chris? – Eli se decide a cambiar el tema al ver esto.
- Mejor de lo que esperaba – sonríe Chris – aunque hemos tenido peleas muy continuas…
- Así son las relaciones – Sheila suspira – pero es bueno dar segundas oportunidades.
James y ella intercambian miradas, y sonrisas. Sheila no estaba dispuesta a sufrir, pero tampoco a dejar ir oportunidades. Y es cierto lo que su papá decía: Todos merecen una segunda oportunidad. Aunque Hermione ya se lo había dicho antes, cuando hicieron su asamblea contra los hombres.
Ron y Hermione seguían hojeando el libro que Sheila les había regalado. Repasando anécdotas, y sonriendo.
- Ni siquiera recordaba lo de la pulsera – se admira Hermione.
- Yo aun sigo insatisfecho con lo de la maquina de fax ¬¬… ¡Es difícil!
- Claro que si, cariño…
Ron abraza a Hermione, mientras siguen viendo el libro.
- Nuestra vida ha sido maravillosa, ¿Verdad? – Ron la besa suavemente.
- La mejor… no la cambiaría por nada.
- Ni yo…
- No tenía idea que Sheila me había pedido narrarle las historias para ponerlas en un libro. Pensé que solo era por alguna duda que tenía.
- Yo creí que ya iba a hacer alguno de sus experimentos extraños. Ese lado extraño lo saco de Alix.
- Ron, ¿Te preguntas que hubiera pasado si me hubiera quedado en Hogwarts? ¿Si no hubiera hecho caso de lo que dijo la profesora McGonagall?
- Tu dices que el hubiera no existe…
- Si, lo sé, pero por curiosidad…. ¿Crees que Harry y yo hubiéramos terminado juntos? ¿Y muerto, como sus padres?
Ron frunce el entrecejo levemente, pero después sonríe.
- Mucho me temo que no.
- ¿No? – Hermione levanta una ceja, dudosa.
- No.
- ¿Y entonces que hubiera pasado? ¿Por qué crees que la visión de la profesora estaba errada?
- Ah, no, yo no creo que estuviera errada.
- ¿Entonces?
- Simplemente que no te hubiera dejado jamás, no con Harry, no con otro… hubiera luchado por ti, hasta conquistarte… suelo ser encantador cuando me lo propongo, señorita Granger.
- ¿Oh, si, señor Weasley? – Hermione besa en la mejilla a Ron – quizás tienes razón, y eso hubiera pasado. Pero y si…
- No, no, no – Ron niega con la cabeza – no es necesario sacar conjeturas de algo que no paso. Simplemente es aceptar lo bueno y lo malo… y vivir con ello.
Hermione dirige su vista a Eli, que platica con singular alegría.
- Y nuestros hijos son perfectos…
- Si que lo son… y son felices, que es lo que deseamos mas que otra cosa en este mundo.
- Me gusta cuando nos reunimos todos… es tan acogedor.
- Somos una familia "casi" perfecta '… Hermione, ¿te he dicho lo mucho que te amo?
- Siempre… pero me encanta escucharlo. Yo te amo mas.
- No, yo te amo mas.
- ¿Vamos a empezar de nuevo? – suspira Hermione.
- No negaras que es divertido…
- ¡RON! – grita Harry desde la cocina - ¿Dónde tienes un extinguidor?
- ¿¿Para que necesitas un extinguidor?? – Ron se levanta rápidamente.
- Supongamos que hipotéticamente tus cortinas están incendiándose… ¿Dónde encontramos con que apagarlas?
- Discúlpame, cariño… ¡¡¡¡MAS LES VALE TENER UNA BUENA RAZ"N POR LA CUAL ESTAN QUEMANDO MI CASA!!!!
Hermione ve a Ron entrar como bólido a la cocina. Nunca cambiara. Y no quería que cambiara. Es el Ron del que se enamoro. Es su Ron. Aun cuando a los demás les parecía que ellos siempre discutían por tonterías, era su forma de comunicarse. Aun cuando pensaron que nunca harían una buena pareja, les demostraron lo contrario. Y lo seguirían demostrando.
Al ver a Eli de nuevo, le recordó tanto a cuando ella estaba en Hogwarts…. Había pasado tantas cosas… tantas…
Yo soy Hermione Granger, ¿Y ustedes?
Es L-EV-I-O-S-A… debes pronunciar mas larga la "o".
Fue mi culpa, profesora McGonagall… pensé que podría vencer al trol, porque he leído mucho sobre ellos.
La solución es hacer una poción multijugos
Bien… lo diré… no volveré a Hogwarts…
Y ustedes deberían hacer lo mismo, y olvidarse de mi…
¡Cuánto habían pasado!... pero ellos nunca la olvidaron. Ron nunca la olvidó. Así como ella tampoco los olvido. Así como ella tampoco lo olvidó.
Y ahora era tan feliz, que el hubiera dejo de ocupar su mente. Antes se preguntaba si había tomado la decisión correcta, ahora lo sabía por seguro.
Ginny siempre dice "el destino no se cambia, solo se adapta", y este es un claro ejemplo. Aun si se hubiera quedado en Hogwarts… Ron y ella estarían juntos. Aunque quizás no rodeados de tantas personas que los aman… pero juntos a final de cuentas.
Así que… ¡Que bueno que no se quedo! Porque quizás no hubiera conocido a Alix, no hubiera sido escritora, no hubiera… no hubiera…
- ¿En que tanto piensas? – se acerco Ron con ella.
- Cosas… ¿Apagaron el fuego?
- El idiota de Harry…
- ¡Hey! – grita Harry - ¡Escuche eso!
- ¡Esa era la intención! ¬¬… en fin, se le ocurrió hacer un experimento con Ginny sobre flamear un platillo.
- ¡Hubiera funcionado si tus estúpidas cortinas no se hubieran quemado! – defiende Ginny.
- ¡Aprende a cocinar! – le replica Ron.
- ¡Si no te gusta, cocina tu! – contesta Ginny, furiosa.
- ¿¿Es eso un reto?? – Ron se levanta de nuevo.
- ¡Eso si tu pecosa cara se atreve a regresar a la cocina! – desafía Ginny.
- ¡Ahora si sabrás lo que es bueno! – Ron sonríe a Hermione – cenaremos delicioso ¡PARA VARIAR!
- ¡Cállate y trae tu trasero a la cocina, a ver si eres tan bueno! – Ginny sigue gritando.
- ¡Ya verás!
Ron entra a la cocina, mientras Hermione suspira. Ese par no cambiara.
Ahora era feliz. Tenía una vida sensacional. Y solo deseaba que todos pudieran ser tan felices como ella. ¿Qué era lo que le esperaba en el futuro? No lo sabía, pero si estaba al lado de Ron, no importaba. Con él, era la mas valiente. Con él, podía enfrentar lo que sea. Con él… su mundo estaba completo.
Guardando el libro que Sheila les obsequió, decidió dejar de pensar en el "hubiera"… solo seguir disfrutando lo que tenía, y lo que llegaría en el futuro. Algo de lo que estaba segura es que Ron y ella estarían juntos siempre. Porque estaba destinado. Porque son almas gemelas. Porque se aman profundamente… porque le toco vivir un futuro diferente.
FIN
Ángel Danyliz
Viernes, 13 de Agosto del 2004
Notas de la autora:
¿Qué creen? Pus siempre salieron 4 finales .'… es que decidí conectar dos de los finales (que son los dos primeros epílogos), y pues bueno, me decidí a conectar el que sobró con otro mas.
Por ahora hay dos finales, para que escojan el que mas les guste, o si quieren tomarlos los dos, adelante. Y me faltan otros dos, por eso aun no pondré agradecimientos, sino hasta el último final (es decir, el cuarto epílogo)… pero lean el epílogo siguiente para mas notas extras y delirantes '.
No quiero ahondar mucho, pero solo quiero decir que aunque este fic ha tenido cada error (¿O debo decir horror?), pero fue hecho de forma especial. Oki, ya, porque sino me explayare y no debo hasta el último capítulo ¬¬' - - ignoren mis delirios.