El día que la conocí
Ya había pasado un año desde que se suspendió el torneo de shamanes; apenas volví a Japón retorne mi rutina de siempre. Aún me pregunto, ¿qué habrá pasado con Hao? ¿lo habré vencido en realidad? ¿o seguirá vivo?, siempre me pregunto lo mismo, nadie sabe la respuesta aún.
Hoy, luego de la cena y de lavar todos los platos, me dirigí a un enorme cerezo que se hallaba en el jardín de la pensión, subí a una de sus ramas y me recosté en ella. Desde hay se podía ver perfectamente las estrellas, y el viento que soplaba en ese momento jugaba con las flores del cerezo, haciéndolas caer desde la copa del árbol hasta el verde césped.
La caída de las flores del cerezo siempre me recuerdan el día en que la conocí, a ella, a mi Annita, mi fuerte itako, ¿cómo podría olvidar aquel día?, si ella era y es la dueña de todos mis pensamientos, y sobre todo, de mi corazón.
En ese tiempo tenía solo cinco años de edad, era un niño muy alegre y perezoso, como ahora jijiji. Yo me encontraba parado, junto a mi abuelo, en la entrada de la mansión de los Asakura, en Izumo. No sabía con exactitud que esperábamos, pero mi abuelo me obligaba a estar allí. Pasaron unos minutos, cuando mi abuela se presento al frete nuestro con un bolso en las mano.
-al fin llegas- le dijo mi abuelo.
-hola abuelita! –la salude; me sorprendió mucho verla, hace ya unos meses que se había ido a la montaña Ozore y desde entonces no sabía nada de ella.
-trajiste lo que me contaste? –pregunto mi abuelo, yo solo me dedique a escucharlos, no entendía a lo que se referían ni que planeaban.
-así es- dijo mi abuela Kino dando un paso a la derecha, dejando ver a sus espaldas a una niña de cabellos rubios y ojos penetrantes de color negro- ella es Anna Kyôyama.
-bienvenida a nuestra familia Anna –la recibió mi abuelo.
Yo no podía articular ninguna palabra, nunca había visto a una niña tan linda, si bien su semblante era frió, al ver sus ojos podía sentir una gran sensación de paz, no entendía el porque, nunca me había sentido de esa manera. De pronto, mis mejillas comenzaron a tomar un color carmín, acumulando toda mi sangre en ellas.
Recuerdo que me acerque a mi abuelo y tire de su kimono para llamar su atención, cuando lo hice, trate de comprobar si lo que yo creía que era esa niña era verdad.
-abuelito, ella es un Ángel? –le pregunte levantando mi dedo y señalando a Anna.
-pero que cosas dices muchacho! –me reprocho mi abuelo.
Luego, volteé la mirada a la niña y la seguí contemplando. No se por cuanto tiempo me quede mirándola, nunca había visto tanta belleza acumulada en una sola persona, no importaba que mi abuelo me allá dicho que no era un ángel, para mi si lo era, un hermoso ángel caído del cielo.
-ho...hola- logre decir luego de un rato, no sabía porque pero no podía hablar. Y cuando por fin lo logre, pude sentir que el color de mi mejillas iba en aumento.
-muérete- me respondió ella.
Esa respuesta me sorprendió mucho, ese no era el saludo que uno se esperaba de un ángel.
-Yoh, Anna desde hoy será tu prometida- dijo mi abuela.
-que es eso? –pregunte extrañado, nunca había escuchado esa palabra, y en mi diccionario personal no existía.
-Quiere decir que cuando sean grandes, ustedes dos se casaran- explico mi abuelo.
Recuerdo que en ese momento no lo entendía bien, pero cuando lo hice, la idea no me desagrado en lo absoluto, es más, me agrado bastante.
Al día siguiente me había escapado del entrenamiento con mi abuelo y había comenzado a recorrer los interminables pasillos de la mansión en busca de Anna, no sabía por que la buscaba, ni que haría cuando la encontrara, solo tenía deseos de verla.
Me pase toda la mañana y parte de la tarde buscándola pero no la encontraba, y ya comenzaba a rendirme. Cuando apareció Matanue.
-que haces Yoh?-
-Matanue! Que bueno que te encontré!, me puedes ayudar a encontrara a Anna?
-Anna es la joven que trajo tu abuela de la montaña Ozore, no es así?
-si, así es
-entonces sígueme, yo la vi hace unos segundos
Matanue era mi mejor amigo cuando era niño, mejor dicho el único, él era un fantasma pero no de una persona, sino que de un gato de color naranja con rayas, que poseía seis colas, no era un gato normal, dado a que poseía un gran poder espiritual. Este gato habitaba la mansión desde siempre.
Matanue me condujo por los largos y oscuros pasillos, hasta que llegamos hasta una puerta.
-aquí esta? –le pregunte
-así es- dicho esto, Matanue desapareció.
Lentamente y cuidando de no hacer ningún ruido me acerque a la puerta. Iba a tocar, pero antes de que lo hiciera Anna la abrió.
-que deseas? –me pregunto ella de forma cortante
-yo... vine a verte –le dije
-pues ya lo hiciste, ahora no fastidies –dicho esto, ella cerro la puerta con fuerza.
No comprendía porque ella era tan fría?, porque era tan cortante con migo?, y tampoco comprendía por que sus ojos la mayoría de las veces se tornaban inexpresivos. A pesar de que ella mostraba esa actitud frente de mi, yo podía sentir que ella tenía una inmensa tristeza albergada en su corazón, y no quería que nadie la notara.
Decidí no molestarla, y di media vuelta para dirigirme al comedor. Al pasar por el cuarto de mis abuelos, escuche como ambos conversaban en su interior, así que decidí escuchar de que hablaban mis abuelos.
-crees que lo del compromiso es buena idea Kino?.
-porque lo dices?
- ellos son muy diferentes, ella es fría, y el es muy despistado y alegre.
-te equivocas Yohmei, no son diferentes, se parecen mas de lo que crees.
-en verdad?
-si, ambos, para no sufrir nuevamente, ocultan sus verdaderas personalidades bajo una falsa apariencia. Si bien Yoh aparenta ser distraído, es muy observador, y finge siempre estar alegre, cuando en verdad esta triste.
Al escuchar esto, sentí un vuelco en el estomago, no podía creer lo bien que me conocía mi abuela, pero aún así, una gran interrogante creció en mi, y no estaría en paz hasta que averiguara la respuesta. ¿qué le había ocurrido a Anna?, tal vez por eso tenía ese carácter. Sin dudarlo dos veces ingrese al cuarto.
-Yoh! –se sorprendió mi abuelo por la intromisión.
-que es lo que le sucedió a Anna para que sea así? –pregunte sin rodeos.
-con que escuchando conversaciones privadas niño!, además no creas que me olvide de que te escapaste del entrenamiento –me regaño mi abuelo acercándose lentamente a mi.
-respondan –les dije con mi semblante serio, no sabía por que, pero necesitaba saber porque Anna era así, y no me importaba que me castigaran para obtener la respuesta.
-déjalo Yohmei
-estas segura?
-si, esta muy decidido. –dicho esto, mi abuela se acerco a mi –escucha atentamente Yoh. Al poseer poderes, Anna fue abandonada por sus padres por el miedo que sentían estos hacía ella. Por eso, Anna decidió no volver a confiar en nadie.
No lo podía creer, que clase de persona sin corazón abandonaba a su hija a su merced?, no lo comprendía, como alguien podía dejar a una niña tan hermosa, solo porque era diferente a ellos. Eso nunca se los perdonaría, jamás les perdonaría que le hicieran daño a Anna.
Al día siguiente, muy temprano a la mañana, me dirigí al cuarto de Anna, lo mas rápido posible antes de que de comenzara mi entrenamiento. Con el mayor cuidado posible abrí la puerta de su cuarto, y en el vi a la niña que no abandono mis pensamientos en ningún segundo de la noche, Anna.
Ella se encontraba sentada en un futon, muy pensativa y concentrada; al principio me sorprendió, dado a que no entendía como ella podía estar tranquila y sin moverse por largo tiempo; cuando yo no resistía estar quieto ni por un segundo.
Me acerque tratando de no hacer ningún ruido, y me senté frente a ella, para esperar a que termine de meditar. Mientras esperaba, su belleza me volvió a hipnotizar, haciendo que no la pudiera dejar de ver ni por un segundo.
Estuve un rato largo así, hasta que vi que ella comenzaba a abrir los ojos, y rápidamente note como Anna se sorprendía.
-Hola! –salude con mi característica sonrisa.
-que haces aquí? –pregunto ella extrañada.
-sabes algo?, no deberías quedarte dormida sentada.
-baka, no estaba dormida, estaba meditando –me reprocho ella.
-jijiji, te puedo preguntar algo?
-ya lo estas haciendo.
-jijiji, es verdad -. Me preguntaba si... ¿quisieras ser mi amiga?
-porque tendría que serlo?
-por favor!!! Por favor!!! Por favor!!! Por favor!!! Por favor!!! Por favor!!! Por favor!!! Por favor!!! Por favor!!!
-esta bien!!- me grito ella fastidiada por mi insistencia.
-genial!!. Por cierto, eres itako, verdad? –le pregunte.
-si –dijo de forma cortante.
- Así que también puedes ver fantasmas como yo -
-y eso que tiene de interesante?
-es que yo jamás tuve una amiga que pudiera ver fantasma. Mejor dicho, yo nuca tuve ninguna amiga humana jijiji.
-y eso porque? –me pregunto extrañada.
-es que todas las personas aquí en Izumo me dicen "el hijo del diablo" por que puedo ver fantasmas –le explique tratando de disimular una sonrisa, no debía demostrar que estaba triste, ese no era yo.
-eso es injusto.
-lo se, pero ya me acostumbre. Estoy muy feliz de poder tener a una amiga tan linda –dije con una gran sonrisa que se extendía a lo largo de toda mi cara.
Ante mi respuesta, las mejillas de Anna se tornaron rojas, era la primera vez que la vi sonrojada, y créanme, se veía hermosa.
Los días pasaron rápidamente, y cada vez iba conociendo mas a Anna, era impresionante, me fascinaba estar con ella, auque algunas veces me trataba de forma fría o cortante. Ese día, en que las flores de los cerezos comenzaban a caer, luego de mi entrenamiento, comencé a buscar a Anna por toda la mansión con la ayuda de Matanue, pero luego de buscarla por un largo rato, no había rastro de ella. Esto comenzaba a preocuparme, así que le consulte a uno de los fantasmas que habitaban la mansión si es que la habían visto, y este me respondió que la había visto salir de la mansión después de que yo me marche a entrenar.
En ese momento, un mal presentimiento se apodero por completo de mi, y mi primer impulso fue salir corriendo en busca de Anna seguido de Matanue. Creo que me recorrí todo Izumo esa tarde en busca de Anna, pero en ninguna parte la encontré, hasta que llegue al parque de la ciudad, era el ultimo lugar en el que me faltaba buscarla, así que me adentre en su interior.
-Matanue! Adelántate!
-a la orden! –me respondió él.
-por favor grandes espíritus, que mi mal presentimiento sea solo una tontería, que Anna este bien.
Luego de unos minutos, Matanue volvió al lugar en donde nos habíamos separado.
-ya la encontré! Esta en peligro!
-Anna 0.0.... guíame de inmediato a donde esta ella!!
-sígueme Yoh –dijo al momento en que me conducía rápidamente entre los árboles.
Llegamos rápidamente a una laguna de aguas cristalinas, pero no había rastro de Anna, hasta que sentí su presencia y la de un oni; esto hizo que mi preocupación aumentara considerablemente, desesperado comencé a buscarla con la mirada, y por fin la encontré! Estaba sobre el puente que pasaba la laguna, pero no estaba sola, un gigantesco oni la asechaba. Sin dudarlo corría a su rescate, corría a todo lo que me daban mis piernas, no me importaba nada, solo quería que Anna estuviera bien.
-aléjate!!! –le grito Anna al oni quien le sostenía del brazo- suéltame de inmediato!!
-déjala en paz! –grite.
A pasos rápidos y decididos me acerque lentamente al oni, pude notar como Anna abría los ojos a mas no poder, sorprendida por mi intromisión. El oni soltó a Anna y se dirigió hacía mi, dispuesto a atacarme.
-No! no le hagas ningún daño!!! –comenzó a gritar ella con desesperación.
-que no entiendes Anna?, si no lo destruyo él también te hará sufrir como todas las demás personas. –dijo el oni, yo no entendía nada de lo que sucedía, pero de lo que estaba seguro es que este monstruo solo quería dañar a mi Annita, y eso jamás se lo permitiría.
-te equivocas!! Él es muy diferente a los demás!!
-veo que estas muy interesada en este mocoso. Lo mejor será que lo mate. –el oni se acerco peligrosamente a mi.
Pero yo no iba a rendirme ni mucho menos a huir, mi corazón me decía que debía ayudar a Anna, y eso haría aunque no entendiera que sucedía. Rápidamente, Matanue se coloco a la par mía, dispuesto a protegerme. En ese momento, mi mente comenzó a trabajar en la manera de que podría vencer a ese horrible oni, y en un segundo encontré la solución. No lo pensé dos veces, pondría a prueba lo que mi abuelo me había estado enseñando desde pequeño. La fusión de almas.
-Matanue, estas dispuesto a ayudarme? –le pregunte sin quitar la vista de encima del oni.
-sabes que si Yoh –me dijo él.
-entonces me ayudaras con mi plan, veremos que tan buen alumno soy de mi abuelo.
-Yoh, no me digas que...
-así es Matanue. Estas listo?
-siempre lo estoy –dijo el muy emocionado por lo que iba a hacer.
-Matanue! Concédeme tu alma!! –sin dudarla, mi gran amigo me entrego su alma en mis manos; la cual yo me lleve al pecho uniéndola a la mía- fusión de almas!!!!
Era la primera vez que realizaba la fusión, y debía reconocer de que la sensación de estar compartiendo tu cuerpo con otra alma era algo difícil de explicar. De pronto, comencé a sentir como toda la habilidad de mi amigo recorría por las venas, así que me prepare para comenzar a batallar con el oni.
-jajajajaja!!, mira vos! Este mocoso quiere desafiarme!!jajaja. Te daré tu merecido chiquillo –dijo acercándose a mi dispuesto a pegarme un puñetazo.
Pero yo lo esquive rápidamente con un salto, y me pose sobre la baranda del puente, viendo a la bestia de forma desafiante mezclada con odio. Este muy enojado por haber fallado en su golpe, se acerco a mi, pero yo lo volví a esquivar, y me pose sobre su cabeza comenzándolo a rasguñar con unas garras que me habían salido de no se donde.
-mocoso del infierno!!! –grito enojado al momento que me tomaba de una pierna y me lanzaba con fuerza hacía el suelo.
-Yoh!!!!!! –grito Anna
Trate de ponerme de pie, pero la fuerza del impacto era muy fuerte y me sentía demasiado débil. Los párpados me pesaban como nunca, y intente abrir los ojos, pero solo pude apenas, mi cuerpo estaba cansado y adolorido. Al hacerlo, pude ver a Anna llorando desconsoladamente, mientras el oni se le acercaba nuevamente.
-Lo ves Anna! ve como quedo el ser que mas aprecias y que trato de protegerte!
-porque lo hiciste?, él es bueno con migo –sollozó ella.
-tu destino es estar sola, y eso lo sabes muy bien –le explico el oni.
-te equivocas... –dije poniéndome lentamente de pie, no se de donde saque la fuerza para levantarme, pero tampoco me importaba, solo me interesaba salvar a Anna.
-mocoso! Que no aprendiste tu lección!
-te equivocas, Anna no debe estar sola. –dije volviendo a ponerme en guardia.
-Yoh... –susurro muy bajo ella.
-estar solo es muy feo, yo lo se muy bien. Y ella no se merece eso!!! –grite al momento que me lanzaba a atacar al moustro.
El oni me detuvo antes de que yo pudiera tacarlo, y me tomo del cuello, comenzándolo a apretar con mucha fuerza. Pude sentir como el aire me abandonaba, no podía respirar, y el dolor que sentía al tener las manos del oni apretando con todas sus fuerzas mi cuellos hacía que me costara moverme.
-ya suéltalo!!
-ve Anna! lo que hago con tus seres queridos! Por eso vos debes permanecer sola siempre!
-si... esa es la verdad, yo debo estar sola. Y prometo que así lo haré, me alejare de Yoh y las demás personas si vos lo dejas vivir.
-no... Anna –logre decir –no debes estar sola.
-tu cállate mocoso!!! –musito fastidiado el oni comenzando a apretar mi cuello con mas fuerza.
-Yoh!!!
-no... debes estar sola Annita –logre decir con mucho esfuerzo- sos... una gran persona... y si estas sola... su...sufrirías mucho. –dije, pero el oni que antes me sostenía con una sola mano, le sumo la otra y comenzó a apretarme con mas fuerza que antes- no... podría soportar verte triste... An...na... eres...muy... importante para mi –concluí, con las ultimas fuerzas que me quedaba, ya no podía continuar hablando, ya no podía respirar y pronto el aire de mi cuerpo se esfumaría por completo, provocando mi muerte.
-ya muere mocoso!!! –grito el oni dispuesto a acabar por completo con migo.
-No permitiré que lo mates!!!!!!!! –grito Anna sacando un rosario que mi abuela le había obsequiado.
En ese instante, pude sentir como el inmenso poder espiritual de Anna salía de su cuerpo, provocando que el viento sople con mucha fuerza y empujando al oni lejos de mi, librando por fin mi cuello. Apenas me separe de esa bestia, el aire volvió a mi cuerpo permitiéndome respirar nuevamente.
-Yoh!!!!! –grito Anna acercándose a mi corriendo- te encuentras bien?
-si, gracias por ayudarme Annita –sonreí para luego voltear a verla directo a los ojos.
-No crean que con eso me vencerán! –musito el oni acercándose nuevamente a nosotros.
Rápidamente me coloque frente a Anna y me puse en guardia, no sería vencido por él, eso jamás. Me puse en guardia, estaba dispuesto a empeñar todo mi corazón en este ataque final, por ella.
El oni se burlo de mi y se acerco peligrosamente. Yo concentre todo mi poder espiritual y el del alma de mi mejor amigo, y me dirigí a toda velocidad al oni, empuñándolo con mis afiladas garras. Como ataque tan rápido en oni no tuvo tiempo a defenderse, por lo que recibió el ataque directamente; como resultado, el moustro calló pesadamente sobre el puente, anunciando su muerte.
-lo venciste –dijo Anna.
-bien echo Yoh –dijo Matanue saliendo de mi cuerpo- por fin te ayude, al fin obtendré el descanso eterno –dijo mi mejor amigo mientras una columna de luz proveniente del cielo aparecía y se lo llevaba.
-adiós mi gran amigo –dije en un susurro, contemplando como se marchaba al descanso eterno, el único amigo que tuve en la infancia –ahora... –pronuncie volteando a ver a Anna directo a los ojos- me podrías explica como te relacionaste con el oni?
-yo cree a ese oni.
Que ella lo había creado? Pero como algo tan puro, bello y sincero puede crear a algo tan malvado e impuro?, esas eran las preguntas que rondaban en mi cabeza esa vez, no podía creer lo que Anna me había dicho.
-yo lo cree hace mucho tiempo, con el odio que había en mi interior hacia mis padres, pero era muy poderoso y no lo pude controlar. Tampoco quise crearlo, no lo hice porque quisiera –me explico bajando la mirada.
Ahora todo tenía mas sentido, y no podía culpara a Anna por lo que le paso, ella había sufrido mas que cualquier persona a su corta edad. Claro que yo también sufrí como ella, pero Anna estaba sola, mientras que yo contaba con el apoyo de mis abuelos y Matanue.
-lo comprendo Annita, lo que hicieron tus padres estuvo muy mal, y no te culpo por odiarlos; no debían dejarte sola.
-Yoh... –susurro ella levantando la mirada.
-yo te voy a proteger, desde ahora en adelante yo te protegeré Annita, estaré siempre a tu lado y no te voy a dejar, jamás lo haré.
Cuando concluí, mire directamente a los ojos a Anna, acercándome lentamente a ella, y al hacerlo, pude notar como lagrimas caían desde los ojos de ella, deslizándose lentamente por su mejilla.
-Te hice llorar? Lo siento Annita, perdóname por favor; sabes algo? –le dije mientras me acercaba lentamente hacía ella, quien negó con la cabeza como respuesta a mi pregunta.- una niña tan linda no debe llorar –le susurre al oído, mientras la rodeaba con mis brazos de forma protectora.
La sensación que sentí al tocar su piel fue maravillosa, nunca la había sentido antes, y me encantaba. Pude sentir como ella correspondía a mi abrazo, mientras que mis mejillas tomaban otro color y mi corazón latía mas rápido y con mas fuerza que antes.
Cuando tenía ocho años ya había comprendido que era lo que sentía por Anna, el tiempo que compartimos juntos nunca lo olvidare. Ella me apoyaba en los entrenamientos, claro que seguía con carácter frió, ese era su carácter, y a mi me encantaba tal y como era; pero su mirada había cambiado por completo, ya no demostraba tanta tristeza, es mas, yo podía sentir un gran amor en ella. Al pasar los años yo había aprendido a descifrar lo que ella sentía con solo verla fijamente a los ojos, era algo extraño, pero así era y es; cuando ambos estábamos juntos, las palabras sobraban en el ambiente, no las necesitábamos, ni aún ahora las necesitamos...
Una noche, ambos estábamos dando un paseo por el parque, era una hermosa noche de primavera, y nuevamente los pétalos de las flores de cerezo caían. Caminábamos juntos, vestíamos kimonos dado a que veníamos de un festival; llegamos al lugar en donde había batallado años atrás con el oni, y nos apoyamos en la baranda del puente contemplando las estrellas de aquella noche. La luz de la luna se posaba delicadamente sobre la piel de Anna, por lo que hacía que se viera mucho mas hermosa.
Luego de unos minutos, me acerque a ella dispuesto a decirle lo que siento, pero cuando abría la boca para comenzar a hablar, ella me cayo posando su delicado dedo sobre mis labios.
-no lo necesitas decir Yoh, yo se lo que sientes... lo veo en tus ojos –me susurro ella.
-en serio? –le pregunte sorprendido.
-así es, y tu también puedes ver lo que siento por ti en mis ojos, verdad? –pregunto Anna con una voz dulce que nunca había escuchado proveniente de ella, mientras fijaba sus ojos sobre los míos.
-si –le respondí con una gran sonrisa, la cual ella respondió levemente.
Nunca la había visto sonreír, aunque haya sido levemente, nunca lo había echo, y esa sonrisa siempre la llevo grabada en mi memoria; jamás la olvidare, era la sonrisa más bella que allá visto, y aún lo es. Cada momento que ella me dedica una sonrisa, auque sea leve, la llevo guardado en mi corazón.
Me acerque aún mas a ella, tomando su rostro entre mis manos, contemplando sus bellos ojos negros como nunca lo había echo antes, perdiéndome por completo en su mirada. Luego de unos segundos, contemple el rostro de mi Annita, sin perder ningún detalle; y mi mirada se detuvo en sus labios, esos hermosos labios rojos intensos; nunca había deseado tanto algo, como deseaba saborear los labios de Anna aquella noche.
-tienes... hermosos labios –le dije en un susurro casi inaudible, ya no podía resistir el deseo, debía probarlos, no me importaba morir en el intento, debía hacerlo.
Con sumo cuidado me acerque a ella, rozando al principio sus labios con los míos, para ver la reacción de Anna; al sentir como ella cerraba los ojos me impulsó a continuar, uniendo por primera vez, sus labios con los míos. Mi corazón comenzó latir fuertemente de dicha, mientras mis mejillas se tornaban carmín, y el calor en mi cuerpo aumentaba lentamente. Ese beso, en el puente rodeados de flores de cerezo, nunca lo olvido, y siempre lo llevo, como un tesoro, almacenado en mi corazón.
Mis recuerdos son interrumpidos por la melodiosa voz de la dueña de mi corazón, llamándome desde suelo. De inmediato, salto de la rama en donde había estado recordando, y la miro fijamente a los ojos.
-que sucede Annita?- le pregunto con una gran sonrisa en el rostro.
-ya es hora de dormir –me responde de forma cortante, dándose la vuelta para ingresar nuevamente a la pensión.
-espera Annita –le digo mientras sostengo su brazo para que no se marche.
-que sucede? –pregunta ella extrañada viéndome a los ojos fijamente.
-sabes algo?... tienes hermosos labios –le dije sonriendo ampliamente.
Ante mi comentario, noto como Anna sonríe abiertamente al mismo tiempo que se sonroja. Sin dudarlo dos veces, me acerco a ella y uno mis labios con los de mi itako en un beso. Luego paso mis brazos alrededor de su cintura, sintiendo el calor de su cuerpo; y veo como ella posa sus brazos alrededor de mi cuello. Luego de unos minutos, Anna atrae mas mi cabeza hacía ella, profundizando mas el beso y demandando que habrá mi boca; gustoso accedo y comenzamos a recorrer cada rincón de nuestras bocas, sin perder el detalle de nada.
No puedo resistirlo, necesito decírselo, necesito decirle lo que siento; yo se que ella mejor que nadie sabe que es lo que siento por ella porque lo vio en mis ojos, pero nunca se le dije con palabras y en esta ocasión deseo hacerlo. Luego de cortar el beso, me acerco cuidadosamente al oído de Anna para susurrarle algo que quiero que solamente ella escuche.
-te amo – eso es todo lo que debía decirle, esas simples palabras abarcan los miles de sentimientos y sensaciones que siento hacia ella, solamente esa palabra, que no necesita lógica ni razón, "amor".
Luego de eso, veo como Anna sonríe como nunca lo hizo, mientras me toma de la mano y me conduce a mi cuarto. Se perfectamente lo que quiere, y no se lo voy a negar, es lo que yo también lo deseo. Lentamente ella vuelve a besarme, pero en esta ocasión con mucha mas pasión que con anterioridad; luego, suelta mis labios y se dirige hacía mi cuello, besándolo con mucha dulzura mientras me repite constantemente...
-ai shiteriu... -
Y sin dudarlo, repetimos aquella noche maravillosa que compartimos juntos el día anterior a que yo viajara a Norteamérica en la que quedo mas que claro lo que siento por ella.
Luego de que ambos nos entregamos mutuamente en cuerpo y alma, me quede recostado abrazado a ella, contemplando su frágil figura que estaba cubierta solamente por las sabanas, y que la luz de la luna la hacía mas bella. ¡Dios!... ¡Como amo a esta mujer! Soy afortunado, de tener a mi bella Anna a mi lado, a quien amo con todo el corazón. Siempre se lo agradezco a los grandes espíritus por haber cruzado mi camino con el de ella, por haber entrelazado nuestros destinos, por permitirme estar a su lado y demostrarle que la amo, pero mas que nada, les agradezco haberme enviado a este bello ángel que es mi razón de vivir, y mi alegría todos los días.
-te amo tanto Yoh... –me susurra ella con los ojos cerrados mientras yo le retiro unos mechones de cabellos que cayeron sobre su rostro.
-y yo a ti Annita... desde el día en que te conocí.
Fin-bueno! Este es mi segundo one-shot jijiji, espero que les haya agradado.
Len: porque no terminas de una vez –bufo molesto el chino-
-que te sucede Len? no sabes estar tan antipático –
Len: yo tengo mis razones –exclamo mientras volteaba a otro lado con los brazos cruzados.
-estas raro ¬¬, bueno en fin, les agradecería que dejen review, okis?. Muchos de saben el motivo de mi fic, pero a quienes no lo sabes hoy 11 de Octubre es mi aniversario de un año con mi novio Iván.
Iván: hola a todos! –saludo abrazando por la espalda a la autora-
Len: ¬¬
-así que espero que les haya gustado-
Iván: perdona por interrumpirte amor, pero debemos ir, tenemos que terminar de festejar lo que queda del día.
-Estoy de acuerdo. Nos veremos en otro de mis fic o si se me ocurre continuar este pero esta vez con la versión de Anna, bueno, me despido.
Iván: adiós!
-sayounara -pronuncio al momento que los celebrados en este día desaparecían detrás de la puerta.
Len: ¬¬ lo tendré bien vigilado, mas le vale que no se propasé con mi amiga.
Sayounara. Mata-ne
"la doncella del YohxAnna"
rocio-asakura
