Ya había amanecido y todos los vampiros enviados por Ternith y Rostrandd habían cesado sus peleas y sus búsquedas.

Tomoyo habría lentamente los ojos cuando Harry entró al cuarto.

H: Buenos días prima, ¿cómo amaneciste?

T: Bien, ¿a qué hora llegaste?

H: Un poco después de que te durmieras.

T: Entonces fue por eso que no te sentí.

H: Aja.

T: ¿Y donde estuviste?

H: Estaba con unos amigos que tenía tiempo sin verlos.

T: Me hubiese dicho, me tenías preocupada.

H: Discúlpame, no era mi intención.

T: Ya no te preocupes, lo importante es que estas bien.

H: Si. ¿Qué te parece si después de desayunar salimos a pasear por la ciudad y así aprovechamos y visitamos a Madame Kinomoto y a Sir Lee?

T: Magnifica idea, ya quiero verlos.

H: Entonces levántate ya sino se nos hará tarde n.n

T: Si, ya no tardo.

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Harry y Tomoyo estaban paseando por la ciudad, cuando a Tomoyo le pareció haber visto caminando a Eriol hacia que salió corriendo en dirección en donde la pareció haberlo visto, fue entonces cuando se le calló su collar de color rojo y azul. Harry cuando se disponía a llamar a Tomoyo vio como caía el collar lentamente, lo que en su cara se produjo una mirada extraña, agachándose y tomándola, alzo la vista y salió corriendo hacia Tomoyo.

Tomoyo por fin llegó hacia donde estaba Eriol, lentamente le tocó el hombro por precaución a que no se tratase de él viendo todo lo contrario.

T: ¿Eriol?

E: ¿Tomoyo?

T: ¿Qué se supone que haces por aquí de día si eres un vampiro y debes andar de noche? –Lo dijo en un susurro-

E: Tampoco lo entiendo, lo único que puedo decirte es que lo puedo hacer desde que mi madre me dio este collar –toma de su cuello un collar de color rojo y azul-

T: Yo tengo uno así –busca su collar pero no lo halla-

H: Tomoyo!!!!.......hasta que te alcance........toma, se te calló esto......

Harry y Eriol se miran y comienzan a sentir energías extrañas alrededor de cada uno de ellos, provocando que de sus ojos salieran chispas...

T: Primo, vamonos.

H: Si claro. ¬¬

T: Eriol, nos vemos esta noche en el Big Ben. Hasta esta noche.

E: Ok, hasta entonces ¬¬

Luego de haberse alejado lo suficiente de Eriol, Harry le pregunta a Tomoyo de donde conoce a Eriol.

T: ¿Por qué la pregunta? ¿Estás celoso?

H: No es eso, es que no me da buena espina, ese tipo es raro.

T: -hay no, ¿se habrá dado cuenta?- Pues es solo un amigo que conocí cuando llegue aquí, y no es nada extraño.

H: Entonces ¿por qué dijiste que se verían esta noche? ¬¬

T: Por nada en especial, es que pienso salir a cenar con él, es todo. n.nU

H: Quiero que te cuides, te repito que no me da muy buena espina ese tipo.

T: Esta bien.

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En la noche......

Tomoyo se despide de Harry y se dirige hacia el Big Ben, cuando ya está bastante lejos, Harry también sale de la casa.

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Cartrind se reúne con Rostrandd en su guarida.

R: ¿Encontraste algo?

C: Si, encontré el collar, pero hay algo inusual, el collar la llevan dos personas y por lo que tengo entendido solo existe un elegido.

R: ¿Cómo que hay dos personas que poseen el collar? ¿Los dos son iguales al que te di?

C: Así es, los dos son exactamente iguales al que poseo ahora, y son del color que me dijiste, rojo y azul.

R: No comprendo que sucede aquí, lo mejor que podemos hacer es mantener esto sólo entre nosotros dos, nadie de aquí puede enterarse y muchos menos los de la secta de Ternith, eso sería mortal para nosotros.

C: Comprendo, se aprovecharían de la situación al saber que supuestamente existen dos elegidos, les daría a ellos más anchas para sus objetivos.

R: Sí.

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Ternith estaba buscando junto con los demás al elegido, cuando ve al Eriol.

Th: Eriol, que sorpresa encontrarte!, ¿Qué haces por aquí?, según tengo entendido, a ti te gustan las presa con clase y por aquí no creo que encuentres alguna a tu gusto

E: Estoy buscando por mi propia cuenta al elegido.

Th: ¿Por qué no te unes a mi secta?, sería de gran ayuda.

E: No quiero nada que tenga que ver ni con tu secta ni con la de Rostrandd

Th: Eriol, hace 200 años eras prácticamente de mi secta, ¿cuál es la diferencia ahora?.

E: Como has dicho, hace 200 años, al igual que la de Rostrandd, todos formamos una secta.

Th: Pero sabes muy bien lo que sucedió.

E: No, no lo se, En cambio, tú si Ternith, tú eres, por lo que se, la única que sabe el cambio de Rostrandd.

Th: Solo te pido que formes parte de mi secta y busquemos juntos al elegido.

E: Lo siento, no quiero.

Eriol desapareció dejando a Ternith atrás, a lo que ella también desapareció continuando su búsqueda.

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Tomoyo continuaba su camino hacia el Big Ben, cuando delante de ella aparece Cartrind.

T: ¿quién eres?

C: yo soy Cartrind, mano derecha y más fiel servidor de Rostrandd.

T: ¿qué quieres?

C: quiero comprobar mis dudas, quiero saber si eres el elegido.

T: yo no creo...

E: Cartrind, aléjate de ella.

C: valla, valla, valla, pero mira a quien tenemos aquí, al vampiro más ingrato e infiel de la historia.

E: cállate y aléjate.

C: no puedo, hasta saber si ella es o no el elegido, no me iré.

E: no creo que Tomoyo lo sea, no he visto algo en ella que me de algún indicio de ello.

C: yo si lo he visto, solo me falta comprobar algo más y eso es su sangre.

E: pues lo siento por ti, pero no voy a dejar que te acerques a Tomoyo.

Eriol, en un abrir y cerrar de ojos, se colocó delante de Tomoyo de forma sobre protectora.

C: como quieras, pero eso no quiere decir que no dejare de vigilarla- desaparece-

E: ¿estas bien?

T: si... quiero preguntarte algo, ¿qué es eso del elegido?

E: entre los vampiros existe, por así decirlo, el rey vampiro, quien por supuesto, es quien dice si debemos continuar o debemos acabar. Hace 200 años, el rey vampiro o Rostrandd hizo algo que decepcionó a Ternith, su mujer, provocando gran revuelo entre los dos separándose y cada uno, creando una secta. Hace 100 años tanto Ternith como Rostrandd descubrieron que podía acabar con la vida de Rostrandd y el resto de los vampiros ser de nuevo mortales, eso es el elegido, quien solo su sangre puede lograr eso. Aunque yo no creo que devuelva la mortalidad a los vampiros, ya que todos llevamos la sangre de Rostrandd, y si él muere, creo que nosotros también.

T: entonces tú no quieres que encuentren al elegido.

E: no, quiero que lo encuentren, de esa forma terminaría todo este sufrimiento.

T: comprendo, pero ¿cómo saben quien es el elegido y como saben que existe?

E: de saber nadie sabe, todos piensan que el elegido es un mortal, pero puede que se trate de un vampiro. Y se sabe porque Ternith y Rostrandd son quienes sienten cada esencia tanto de los mortales como de los vampiros, y ellos dieron el anuncio.

T: ya veo, Eriol ¿perteneces a alguna secta?

E: no, ni quiero.

T: no preguntaré la razón. Ahora, quiero que hagas lo que dejaste incompleto.

Tomoyo apartó el cabello de su delicado cuello y Eriol se acercó suavemente y depositó sus colmillos tomando la sangre de Tomoyo, sintió un excite y suavemente soltó un gemido, provocando más deseo por parte de Eriol; su sangre sabía muy dulce, como un vino tinto, sin embargo, su sangre cambió de sabor tornando a ser agrio. Eriol no soportó el sabor y se separó bruscamente de Tomoyo.

Tomoyo comenzó a sentirse mal, vio los ojos de Eriol, que ahora parecían los de un gato de color amarillo, para luego caer pesadamente al suelo desmayada....