AÑO 3: Bellatrix Lestrange
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Su oportunidad llegó poco después del cumpleaños de Potter. Tonks había hablado sobre eso por casi cinco semanas. La tía Andrómeda se sentó a la mesa, radiante. "Ha llegado una invitación de matrimonio." Draco temió lo peor. "¿De Weasley?" preguntó en un tono neutro. "Sí," contestó encantada Andrómeda, "¿Ya lo sabías, Draco?" Malfoy estaba por retirarse cuando Tonks le quitó la invitación a su madre. "Billy y Fleur," dijo feliz. "Ah... Ése es el mayor de los Comadreja, ¿no?" Andrómeda lo miró con reproche. Draco estaba aliviado. "Sí, sí... Vaya, nos han invitado a los cuatro." "¿No irás a ir, no?" preguntó Tonks molesta. "Estoy invitado, Ninfadora.
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La boda fue más aburrida de lo que Draco hubiese esperado. El chirriante inglés mal hablado de Fleur, durante sus votos, casi lo hace estallar. Se sonrió con malicia al ver a Hermione flaqueada por Ron y Harry. Al lado de Harry estaba esa chiquilla conocida, su novia. A unos metros de ellos, un alto joven los observaba también. A Draco le costó un poco reconocerlo. Viktor Krum había crecido aún más y su serio rostro ahora tenía barba. Ron le dio una mirada de soslayo y pasó su brazo por la cintura de Hermione. Draco supo que la diversión acababa de empezar.
Después de la ceremonia siguió una fiesta. Tonks se perdió en la pista de baile con su novio, un joven asistente del ministerio. Draco se sentó en uno de los bordes de la sala y siguió la escena de Ron y Hermione con atención. Krum se había acercado a Hermione y luego la había sacado a bailar. Ron había ido a traer unos tragos y cuando vio donde estaba Hermione, enrojeció. Harry, como mediador, trató de calmarlo. Hermione, en la pista de baile, notó que Ron y Harry discutían así que se excusó con Krum y se acercó a ellos. Ron, con las orejas color escarlata, le dijo algo a Hermione (que Draco no pudo escuchar) y se fue hacia donde los gemelos conversaban con los novios. Harry miró a Hermione un momento, hasta que ella volteó con lágrimas en los ojos y salió de la sala. Draco decidió que era momento de participar.
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Hermione estaba sentada cuando él llegó al jardín. Ella lo miró con indiferencia. Draco se sintió conmovido por un momento, pero recobró la compostura y se sentó cerca de ella, mirando el cielo. "¿Qué te dijo Weasley?" Hermione dudó un momento, preguntándose si debía confiar en él. Pero en ese momento necesitaba hablar con alguien. "Dijo que podía irme a Rumania a bailar, pero no que lo engañara en la boda su hermano." Draco rió. "¿Es bastante ridículo, sabes?" Hermione sonrió llorosa. "Lo sé, pero es el hecho... Ron se comporta como un niño cuando está celoso. Y eso me hace preguntarme si en realidad somos eL uno para el otro..." Draco vio su entrada en esas palabras. "Siempre he creído que él es demasiado tonto para ti." Hermione miró el horizonte, ignorando sus palabras. "Krum es un amigo muy querido para mí. Nuestras conversaciones son siempre tan interesantes... Harry es mi mejor amigo, con él puedo ser honesta. Pero con Ron..." Hermione miró a Draco, llena de melancolía. "Él y yo siempre peleamos, pero nunca dejamos de querer estar juntos. Cuando él está cerca, me siento feliz." Draco se acercó a ella. "¡Qué afortunado...!"
Hermione retrocedió a tiempo, antes de que Draco consiguiera robarle un beso. "¿Qué haces?" "Vamos, tienes que admitir que yo soy mucho mejor que Weasley o el estúpido de Krum." Hermione tardó unos segundos en entender el asunto, y de pronto se asqueó. Creyó que hacía tiempo Draco había tratado de incomodarla. Pero ahora parecía que en verdad estaba interesado en ella... ¡Y Dios, que asco! Siempre había despreciado a Draco. Había intentado ser amable, por Tonks y su madre, pero no era para tanto. "No te me acerques," dijo disgustada y se alejó corriendo.
Draco se quedó allí sentado, divertido por el asunto. Por un lado, había sido un chasco. Por otro, su espíritu de sangre limpia estaba satisfecho. Hermione nunca le correspondería y eso era lo mejor. No mancharía su nombre... pero tendría una persona en quien pensar.
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"¿Qué haces aquí?" Le había sorprendido encontrar a Marcus Flint en la boda. "Son sangre limpia, Malfoy," murmuró él, "debemos estar unidos. Incluso si son simpatizantes Muggle." Draco alzó las cejas. "Sigues fiel a esas creencias, ¿no?" Marcus sonrió. "Ya no ando con Pansy, ¿sabes? Un tipejo la enamoró con poesías y se ha ido a vivir con él. Longbotton, ¿lo ubicas?" La cara de Draco no pudo aguantar la risa. "No lo creo... ¿Pansy vive con Longbotton? ¿Un miembro de la Orden del Fénix? ¿Un absoluto torpe?" "Me decepcionó..." murmuró Marcus. Le dio una mirada suspicaz a Draco. "¿Puedo confiar en ti, verdad?" Draco asintió. Marcus le dio una tarjeta. "No se la muestres a nadie... Y sé puntual." Flint se alejó, dejando a Draco intrigado.
Él leyó la tarjeta en un rincón. "Trom Edlov: para sangre limpia. Lugar: Tuétano. Fecha: El día en que no murió. Hora: 11 PM." Se preguntó que sería hasta que Harry lo interrumpió. "No sigas molestando a Hermione, Malfoy." Draco alzó los ojos. Potter era más alto que él y su entrenamiento lo había hecho temible. "¿Te mandó Weasley?" "No, me mandó ella. Hermione y Ron están conversando, no quiero que te acerques a ninguno. Aún estás en libertad condicional, así que no hagas que te denuncie por acosar a una hija de Muggles." "Súper Auror al rescate. Déjame en paz, no me acercaré, Potter." Harry se alejó molesto. "Al menos, no por ahora," susurró Malfoy.
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El día, que en un tiempo fue causa de gran júbilo, llegó. Hacían poco menos de 20 años, el mundo mágico había celebrado esa fecha como el día en que Voldemort había sido vencido y que Harry Potter había vivido. Pero desde la reaparición y posterior caída de Voldemort, los magos ya habían olvidado esa fecha... excepto los seguidores de Voldemort. Para ellos, esa fecha había terminado una etapa en la vida de su amo y una era gloriosa había empezado, hasta que Harry Potter les arruinó todo. Ellos llamaban a ese día "cuando no muri" refiriéndose a que Voldemort también había escapado con vida esa vez.
Draco entró en 'El Tuétano' sin problemas, tras presentar la tarjeta. Su nivel había decaído, y la élite ya no frecuentaba el lugar. O al menos, no trataban de que los vieran allí. Malfoy se sorprendió de ver que todos los que estaban dentro habían sido miembros de "Juventud Mortífaga", aunque ninguno había sido arrestado (por razones de poder, ciertamente.) Sólo él y otros cinco habían sido enjuiciados. El resto había salido limpio y al parecer estaban todos allí. "Cállense todos, va a hablar la dama." Draco no se quedó con la duda de quién era la dama por mucho tiempo. Una sombra oscura, cubierta con capucha caminó lentamente, mientras todos formaban un círculo alrededor de ella. Cuando dejó ver su rostro, Draco sintió que era tan terrible como la recordara. La más cruel de las tres hermanas: Bellatrix.
No pasó mucho tiempo hasta que ella lo notó entre la multitud, y su rostro se llenó de emoción. "¡Mi sobrino ha llegado a nuestra casa!" Todos los ojos se posaron en él. "Usted... ¿No había muerto con el Señor Oscuro?" Bellatrix sonrió y negó con la cabeza. "Ven acércate y te lo contaré todo." Draco caminó hacia ella y la sonrisa maléfica de Bellatrix se duplicó. "Se parece tanto a Lucius... Te lo contaré, entonces. Todos pensaron que había muerto, pero no. Tu padre me ayudó a huir, aunque eso le costó la vida. Ahora he vuelto para cumplir con creces el mayor anhelo del Señor Oscuro. Y estamos muy cerca de lograrlo." Uno se acercó a los dos. "¿Cómo podemos confiar en ése, dama? Vive con Muggles, no merece estar aquí." Bellatrix le dio una fulminante mirada y el joven sintió que le faltaba el aire. "Él es mi única familia, Elliot, así que nunca vuelvas a cuestionarme." Dejó de mirarlo, y el joven cayó de rodillas, jadeando.
Bellatrix tomó a Draco del brazo y lo llevó hacia una mesa, donde Marcus y otros más estaban sentados. "Hemos planeado esto por varios años ya y las piezas están encajadas al fin." Marcus se acercó y le presentó una botella verdosa a su dama. "Usaremos ésta poción, sobrino mío. Todos los Muggles y sus hijos (sean magos o no) morirán." "¿Cómo?" murmuró Draco. Ella rió malignamente. "Podemos confiar en ti, joven Malfoy, magnífico heredero de Lucius. Dentro de unos meses se presentarán varios libros auspiciados por el Ministerio (entre ellos una biografía autorizada del mugriento Potter), y todos los estarán viendo por espejos de comunicación a nivel mundial. Esta poción creará un pulso mágico que se distribuirá por ellos a todo el mundo... matando a nuestros enemigos."
Draco salió de 'El Tuétano' con mil ideas en su mente. Sin saber como, Bellatrix lo había asignado a la misión. Ésta consistía en inmovilizar a todos los asistentes a la ceremonia, abrir un torbellino por medio de un intricado hechizo y usar la poción para liberar del torbellino el pulso deseado. El sueño de Voldemort y su padre sería una realidad. Pero ese ya no era SU ideal.
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