AÑO 4: Andrómeda Tonks
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"¿Weasley? No puedo creerlo." Los ojos de Draco estaban desorbitados. "Ron," le corrigió su tía, "no te refieras a las personas por su apellido. Más aún si son tantos hermanos..." Tonks miró con reproche a su primo, por haberla interrumpido. "Sí, Ron Weasley. Ha estado trabajando en su libro y al fin lo ha publicado. Es una biografía de Harry, le tomó bastante tiempo e incómodas entrevistas con sus tíos... pero al fin está listo. Está muy emocionado, Hermione llamó para pedirme que asista a la presentación del libro en tres semanas, como guardia especial. También invitó a Harry." Draco tragó saliva. Tonks, Hermione, Ron y el mismísimo Potter estaría presentes. El plan de Bellatrix traía variables que tal vez ella no había previsto.
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Draco tuvo la ocasión de salir de viaje esa semana. Gringotts creía perder una cuenta en Groenlandia y asumió que su agente estrella mantendría el control de la situación. Como siempre, no los defraudó. Últimamente encontraba gran placer en su trabajo. ¿Por qué? Porque los años habían pasado y cumpliría 21 en dos semanas, días antes de la presentación de Weasley. No quería hacer un alboroto con ello, pero le complacía saber que recuperaría su dinero. Tía Andrómeda lo miraba con preocupación, pero él se mantenía hermético. No quería dar a conocer lo que haría... él mismo no lo sabía. No quería dejar su trabajo... y a la tía Andrómeda... pero sabía que esa paz no era para él, y que tendría que abandonarla tarde o temprano.
Regresó de su viaje sin avisar a nadie, y al entrar se sorprendió de escuchar la voz de Hermione en la sala. Ella no se había aparecido en la casa desde la boda de Bill Weasley. Oyó también la voz de Ginny. "¿No es magnífico?" Draco miró de reojo a Tonks y las dos visitantes desde la escalera. No había perdido su habilidad de espiar. "¿Cuándo sucedió?" "Ayer," dijo Ginny emocionada, pero Hermione la calló con la mirada. "Déjame que lo cuente yo, Ginny. Fue ayer, Dora, y no me lo esperaba... Es decir, hacía ya tiempo que hablaba de tener una familia y de que yo había cogido el ramo de la boda, pero creí que bromeaba. No pensé que sería tan pronto. Bueno, estábamos en su sala, él hablando de que ahora sentía que su futuro iba tomando forma y que quería tener más y... me pidió matrimonio." Draco se quedó sin aire unos momentos. ÉL no se lo esperaba. "¿Y cuando será la boda?" "Bueno... Ron y yo lo discutimos, y creo que tendremos un compromiso un poco largo. Ron está muy entusiasmado, pero su libro aún no está a la venta. Yo ya tengo planes para mi futuro y la boda tendrá que esperar a que pueda concretarlos." Tonks sonreía cuando sonó el teléfono. "Debe ser para papá... ¿A quién más llaman por teléfono?" Tonks salió de la sala, y Ginny aprovechó para ir al baño.
Draco se acercó sigilosamente y vio a Hermione contemplando su anillo de compromiso. "La futura Sra. Weasley." Hermione alzó sus ojos hacia él, con frialdad. "Creí que estabas de viaje." "Acabo de volver." Señaló con la mirada el anillo. "Así que lo aceptaste..." Se sentó frente a ella. "Sí, y fue la mejor decisión de mi vida." Draco bajó la vista. No lloraría, eso era seguro, pero igual le dolía. "Yo podría darte un mejor anillo. Recuperaré mis bienes en unos días." "Pero no podrías darme ni la mitad de felicidad que Ron me dará." Draco la miró emocionado y supo que era cierto. Hermione se ruborizó. "Tengo que desempacar." Salió de la sala, abatido, y entró en su habitación. Ya lo había decidido. Todo terminaría ese día, cuando Weasley estuviera ante el mundo.
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Draco siguió asistiendo a las reuniones de Bellatrix y prestaba gran atención a todo lo que decía. El hechizo Hecatombe provenía de un Grimore (libro oscuro) de Alemania, que había estado resguardado en el Departamento de Misterios (eran ellos los que habían asesinado a Hanna). Aparentemente, había sido diseñado para destruir a los no-arios en el Tercer Reich. Bellatrix lo había transformado para que los sangre limpia fueran los únicos inmunes. Sobre los mestizos, era probable que muchos murieran, de acuerdo a su grado de mestizaje. Los Muggles y sangre sucia sí estaban condenados. Draco además había tenido una genial idea. Después de que el pulso saliera, en la frente de cada uno de los miembros del grupo surgiría la Marca Tenebrosa. Todos los demás sabrían que eran ellos los que habían librado al mundo. Flint se opuso inicialmente. "Nos arrestarán, Malfoy." Draco rió. "Tal vez les cueste aceptarlo, pero seremos pocos en el mundo. No nos castigarán, querrán que todos permanezcamos unidos... así son los débiles." La voz hechizante del heredero de Lucius hizo que todos aceptaran su propuesta. Se acercaba el final de los Muggles.
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Tonks se sorprendió de ver a Draco en la sala, mirando televisión en su eterno estado de apatía. "No creí verte aquí." Él le sonrió lánguidamente. "¿Por qué?" "Felices 21 años... ¿Ya te vas?" Draco no pareció ofenderse. "Me iré pronto, Tonks." Ella lo miró extrañada y se sentó a su lado. "Es la primera vez que no me llamas por mi nombre." "No te gusta que te llamen Ninfadora," dijo sin darle importancia. "Creí que te irías apenas salieras del trabajo." "Será pronto, Tonks. Pero no hoy." Draco apagó la televisión y se alejó.
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"Será mañana," silbó la aguda voz de Bellatrix. "Sí, tía. Pero debes recordar que Potter estará presente." "Yo me encargaré de él. Tú encárgate de mi sobrina y el resto de asistentes. Marcus se encargará del pulso." Draco asintió y siguió mirando los planos del Ministerio de Magia. "Dama Bellatrix, una vez que inicie el pulso, ¿podrá alguien detenerlo?" Draco escuchó con atención. "No, eso es lo bello. Sólo un sacrificio voluntario de un sangre limpia puede pararlo. Claro que el que haga eso morirá." Draco pensó al momento que Ron era un sangre limpia y que si lo usaba de tapón, al fin se desharía de él. Hermione lloraría... por él. Siguió estudiando los planos.
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El día de la presentación no había tantos invitados como se hubiera esperado. Ron era el más joven e inexperto de los autores, y el que más invitados había traído: su madre, Ginny y Hermione. Harry y Tonks, en ropas formales, estaban a cargo de la seguridad. Ron estaba demasiado nervioso, pero la sonrisa confiada de Hermione lo tranquilizó. Había un par de reporteros, dos invitados (en total) de los otros tres autores y espejos por doquier, transmitiendo en vivo la presentación para todos los magos del mundo. El primer autor inició la ceremonia, y presentó su libro. Cada autor debía hablar sobre su obra, leer un fragmento (de no más de cinc páginas) y darle la palabra al siguiente. Ron era el último. Claro que él era consiente que allí no terminaría todo. Después de esto, debía esperar que compararan el libro.
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Draco cerró un sobre y se levantó de su escritorio. Su cuarto estaba limpio y vacío. Había empacado todo en tres baúles. Le sorprendió pensar que en otro tiempo, su mansión no había bastado para guardar todas sus posesiones. Salió de su cuarto y bajó. En la puerta, tía Andrómeda leía El Profeta. "Voy a salir." Ella le sonrió. Draco ya salía, cuando algo le hizo volverse. "Tía..." "¿Sí?" "Gracias por todo," murmuró y le dio un beso en la mejilla. Andrómeda se quedó sorprendida y lo vio irse. De pronto, una idea cruzó por su mente. Corrió hacia arriba y vio el cuarto de Draco listo para una mudanza. "Se va..."
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Bellatrix, Marcus y Draco se encontraron cerca del Ministerio. Todos creían muerta a Bellatrix, así que nadie le prestaba atención. Los tres entraron al Ministerio por medio de polvos flu desde una chimenea cercana. Caminaron por el corredor rodeados de un aura de "imperceptibilidad" (diseñada por Draco). Llegaron a la puerta rotulada como "Conexión "ptica" y allí desvanecieron su aura. Un guardia los notó. "¿Disculpen, tienen permiso para entrar?" Los tres rieron. "¡Imperio!" chilló Bellatrix. El guardia fue forzado a abrir la puerta y unirse a los intrusos.
Ron acababa de empezar a hablar y se quedó estático al ver entrar a Malfoy, Flint y Bellatrix. Ella rió. Hermione se acercó a Ginny. "Llévate a tu madre de aquí..." Ginny asintió. Tonks le dio una mirada a Harry y ambos se acercaron. "Creí que estabas muerta, tía Bella." "Y yo desearía que tú lo estuvieras, querida, sangre de mi familia mezclada con sangre sucia... ¡Qué asco!" Bellatrix de inmediato encantó con Imperius a los reporteros y de pronto la sala se convirtió en una gran lucha. Ginny guió a su madre, los otros invitados y autores fuera y Hermione cerró la puerta para que nadie más pudiera entrar.
Como lo había planeado, Bellatrix se encargaba de Potter, y Tonks estaba frente a Malfoy. Ron y Hermione estaban luchando con los encantados reporteros y el guardia. "¿Esto es lo que planeabas?" La mirada de Draco turbó a Tonks. Era infinitamente triste. Su distracción fue aprovechada por Draco, que la dejó inconsciente. Marcus Flint estaba recitando el hechizo en el estrado de la sala, con un torbellino iniciándose frente a él. "¿Cómo vas, Flint?" "Será en unos segundos..."
Hermione se adelantó hacia Flint y Draco le cerró el paso. "No te metas, Hermione." "Su objetivo es ese torbellino... ¿Qué harán? ¿Hipnotizar a todos?" El rostro de Draco se suavizó. "¿Te aterroriza pensar en lo que te puedo obligar a hacer?" Hermione lo miró con furia y levantó su varita. "¡Stupefy!" gritó Draco con maestría y sin interés. Hermione perdió su varita. "¡Giren Voltereta!" La joven empezó a flotar dando vueltas hasta que cayó mareada al piso. "¡Hermione!" gritó Ron, incapaz de ir hacia ella. "Discúlpame," susurró Draco mirando a la chica.
Draco se volteó a ver a Flint. "¿Terminaste?" Marcus le dio una mirada triunfante, mientras el torbellino se hacía más fuerte. Lanzó la poción al centro y la botella reventó. "Está hecho." Tonks sintió un dolor agudo en el pecho y cayó adolorida. Harry se llevó la mano a un costado, le costaba respirar. Hermione empezó a gemir en el suelo, asfixiándose. Bellatrix gritó de júbilo y corrió hacia sus muchachos.
"Ha empezado." Los reporteros dominados por la maldición Imperius cayeron desmayados. Sólo quedaron de pie Harry y Ron, que miraron a los intrusos en estado de alerta. "¿Qué has hecho, Malfoy?" Draco miró a Ron con ojos fríos. Bellatrix rió. "Destruiremos a la sangre sucia de este país, y en unos minutos, del mundo. Pronto este planeta será sólo de magos sangre limpia." Ron miró con desprecio a Malfoy. Harry se apretó más el pecho. "Ese dolor es el pulso que manda nuestro torbellino. Afecta a todos los que tienen sangre sucia o Muggle," se burló Flint. Draco miró al suelo distraído. "La única forma de detenerlo es si un sangre limpia se sacrifica voluntariamente..." Miró a Ron con malicia. Hermione gimió con los ojos cerrados, palideciendo. Ron no lo pensó dos veces y corrió hacia el torbellino. Bellatrix le dio una rápida mirada de reproche a Draco y lanzó un hechizo de inconciencia. Ron quedó tirado en el piso, a pocos pasos del torbellino. "Sé más prudente, Draco," murmuró Bellatrix. Él no respondió. "En unos minutos todos morirán... La primera será esa sangre sucia sabelotodo... El pulso le da de lleno.," dijo Flint con una sonrisa de satisfacción maligna. Harry cayó de rodillas, por el dolor. Draco sonrió con tristeza en el semblante y Harry sintió que se le nublaba la vista.
Por un segundo, Harry quedó cegado por un destello proveniente del torbellino y creyó que era el fin. Pero de pronto, sintió que el dolor cedía un poco y que su respiración volvía a la normalidad. Alzó los ojos. En medio del torbellino, el cuerpo de Flint temblaba sin vida y finalmente cayó al piso. Al otro lado, Bellatrix y Draco se encontraban en una feroz batalla mágica. "¡Asesinaste a Flint!" "Sólo lo empujé al torbellino. No sabía que eso lo mataría." "¡Mientes! Lo vi en tus ojos, pero quería convencerme que nuestra sangre limpia triunfaría en ti. Amas a esa insignificante sangre sucia y has traicionado a los Mortífagos." Draco rió. "Bella, así somos los Malfoy. No tenemos lealtad por nada ni por nadie y hacemos lo que queremos." Con un brutal movimiento de varita, Bellatrix salió disparada y se golpeó contra la pared. Harry se levantó. "¿Ha pasado el peligro?" Draco negó, mirándolo con desprecio. "No. La sangre limpia de Flint retrasó el proceso, pero en instantes volverá a empezar y morirán todos. Debe haber un sacrificio." Miró a Ron, aún inconsciente. "Él quería sacrificarse... por ella." Harry se puso de pie frente a su amigo. "Ni se te ocurra..."
Draco miró al aire y sonrió. "Era lo que había planeado, pero cuando lo vi hacerlo... No, ella llorará por él. Nunca lo superaría." Le dio una rápida mirada a Hermione, con el rostro emocionado. Harry se compadeció de él, y de pronto, notó que en la frente de Bellatrix y Flint aparecía un signo. Draco lo vio también, "Todos los que participaron tendrán la marca tenebrosa en la frente cuando el torbellino se disipe, te sugiero que los arrestes." Harry notó que la voz de Malfoy era distinta... Era humana y tenía miedo. Su mirada se clavó en su memoria.
El joven Draco sonrió con desprecio y miró al torbellino frente a él. "Díselo ¿sí, Potter? Me gustaría que ella al menos derramara unas lágrimas por mí." Harry se quedó mirando la escena impresionado, mientras Draco se perdía en el torbellino, y para su sorpresa, una lágrima rodó por su mejilla.
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Segundos después, el torbellino se disipó y el cuerpo inerte de Draco cayó con un golpe seco al suelo. Su rostro lucía lleno de paz y serenidad, que jamás había tenido en vida. Hermione despertó sobresaltada y vio a Ron tendido en el piso. "¡Ron!" Corrió hacia él y empezó a reanimarlo. Poco a poco, las personas empezaron a despertar, preguntándose por lo sucedido. Tonks se levantó con cautela y corrió donde Harry, quien miraba a Draco. "¿Qué pasó, Harry?" Ron abrió los ojos y le sonrió a Hermione. "Hola." Ella le sonrió y lo abrazó.
Harry volteó a verlos. "Draco nos salvó... a todos." Hermione volteó a verlo, sorprendida. "¿Qué?" "El sacrificio voluntario de un sangre limpia. Ron iba a hacerlo, pero no pudo. Al final, Draco tomó su lugar. No quería que tú lloraras. Lo hizo por ti, y quería que lo supieras." Los ojos de Hermione se llenaron de lágrimas y se encogió en el pecho de Ron. Lentamente, empezó a llorar de gratitud. Harry miró a Tonks. "Llama a tu madre, para que arreglen el servicio para Draco, hoy fue un héroe. Y arresta a Bellatrix, no queremos que cause más problemas." Tonks la miró molesta. "Sí. ¿Tú qué harás?" "Iré a arrestar a ciertos ex-Mortífagos, que planearon este atentado. Draco me dijo como reconocerlos." Y Harry salió, lleno de ímpetu, mientras Ron abrazaba a la emocionada Hermione.
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Andrómeda abrió el sobre que había encontrado encima de los baúles de Draco y empezó a leer el contenido. "No soy de escribir mis cosas, pero creo que es lo que debo hacer. Sea cual sea el resultado del día de hoy, ya no estaré aquí. Seré odiado, o estaré muerto, no lo sé. Sólo deseo que sepas que el tiempo que pasé contigo sentí por primera vez que tenía una familia. Tú fuiste más madre para mí de lo que nunca fue mi madre. Ted y yo conversábamos más de lo que nunca conversé con mi padre, y Tonks fue la hermana que nunca tuve. Tal vez lo más importante, es que me enamoré y perdí, y eso me enseñó mucho. Esta chica está destinada a ser muy feliz, y ya no debo interferir en su vida. Sin embargo, hasta el último momento, trataré de que piense en mí, aunque sea un segundo. Al margen de lo que suceda, mi corazón siempre estará puesto en ti, tía Andrómeda, tú me diste un hogar. Y yo quiero dártelo todo. En Gringotts he dejado instrucciones para que te cedan el control de mis bienes. He separado unas cantidades de dinero para algunos compañeros del banco, para Tonks y para Hermione, pero el resto es para ti. Espero que lo aceptes como una muestra de gratitud. Una vez más gracias... Y hasta pronto. Draco Malfoy." Andrómeda se secó los ojos, y en ese momento, Tonks llamó por teléfono para avisarle de la muerte de Draco.
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EPILOGO
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"Es un niño," anunció Ron lleno de nerviosismo, sosteniendo a su recién nacido primogénito. Harry, con su bella esposa, se acercaron a verlo. Tenía el característico cabello rojo de los Weasley y los cálidos ojos de Hermione. Harry lo miró con atención y sintió una extraña reminiscencia... Esa última mirada de Draco estaba presente en los ojos de la criatura. "¿Cómo lo llamarán?" preguntó la Sra. Potter. Ron hizo una mueca. "Hermy y yo lo discutimos pero es muy terca. Se llamará Arthur Malfoy Weasley." La esposa de Harry rió. "¿Malfoy como segundo nombre?" "Hermy quería Draco. Dice que le debemos mucho, que nos salvó la vida, que nos dio lo suficiente para empezar su escuela y esa nota. A tanto no acepté, así que nos quedamos con Malfoy como segundo nombre. Personalmente, siempre le diré Arthur y le enseñaré a firmar Arthur M. Weasley." Le sonrió a su hijo y éste le sonrió también. "Vamos con Hermione, chicos." Harry miró al niño una vez más y notó ese conocido brillo de orgullo. Por un momento, se quedó de pie abstraído, pensando si algunas personas realmente pueden tener una segunda oportunidad de nacer. "¿Vamos a verla, Harry?" Él miró los ojos brillantes de su esposa y sonrió. "Vamos."
FIN
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