BUSHIDO
GI (Honestidad y justicia)
Esmérate en ser honesto en tus asuntos con la gente. Cree en la justicia, la tuya, no la de otras personas. Para el verdadero samurai no hay tonos grises en cuanto a honestidad y justicia.
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La misma moribunda chica que había quedado en coma aquel día, ahora se encontraba de pie, cuatro años después, observando una, que parecía ser, común casa de un suburbio perdido de Londres. Era un soleado día de marzo a media tarde y todo parecía encontrarse en relativa calma, con la rutina normal de todos los días, madres que llevaban las compras, niños jugando alegremente por la banqueta, hombres paseando a sus perros... nada anormal, un típico suburbio muggle. Ella observo de un lado a otro, pero no observo nada que la alertara. Avanzo decididamente hacia la casa, ahí estaba a quien venía a buscar...
Ahora, totalmente recuperada, parecía otra persona, muy distinta a la que se encontró aquella vez en esa situación de vida o muerte. Su largo cabello, refulgía con la luz del sol, arrancándole destellos. Venía vestida muy muglemente, con una chamarra de piel negra entreabierta, una blusa blanca fina muy justa al cuerpo y unos jeans azules a la cadera. En su piel apenas había señales de las torturas sufridas, pero en sus ojos castaño oscuro se observaba una furia incontenible, de alguien que había tenido que esperar largo tiempo por su venganza. Ya había acabado con la primera y ahora le tocaba el turno a ella.
Avanzo sigilosamente hacia la casa. Al parecer no se encontraba nadie. Al llegar ante la puerta susurro suavemente 'Alohomora' consiguiendo abrir la cerradura. Avanzo unos pocos pasos más con todos sus sentidos bien alertas. En eso un pequeño ruido, casi imperceptible para el oído humano la alerto, agachándose en ese instante para esquivar por poco un rayo verde mortal, que dio en unos de los jarrones del recibidor. Al instante se levanto y mirando hacia al frente, encontró a su agresora, una joven mujer, casi de su edad, no muy alta, delgada y con una larga y esponjada melena castaño claro. Era Hermione Granger. La reconoció al instante, recordándola de un pasado que le parecía muy lejano, en el que incluso habían sido amigas. Pero eso había quedado muy atrás, era un pasado al cual nunca volverían.
- Nos volvemos a ver 'amiga' – dijo sarcásticamente y con una sonrisa torcida la joven enfurecida, aunque aparentaba no estarlo, mientras observaba fijamente a su contrincante, la castaña, esperando el menor descuido para irse sobre ella y acabarla ahí mismo.
- Vaya, veo que por fin has regresado... pero no por mucho tiempo – le contesto bastante arrogante, aunque se notaba una levísima nota de terror en su voz, que la hizo pronunciar aún más la sonrisa de la novia. - ¿Cómo conseguiste encontrar la casa? – pregunto algo molesta la castaña.
- Ya ves, tengo mis contactos aún, y tú sabes lo persuasiva que puedo ser a veces... - dijo tranquilamente.
Entendiendo al instante a lo que se refería, Hermione le espeto- ¿Qué le hiciste a Viktor? ¿Dónde esta? ¡¡Dímelo maldita o te juro que...!! – estaba dispuesta a todo.
- Tú aquí no estás en posición de amenazarme – replico con furia la chica – pero ya que lo preguntas, él se encuentra bien físicamente, realmente no me resulto muy difícil sacarle la información, además de que imagine que él sería tu guardián secreto. Eres tan predecible... - dijo con sorna – Pero... mentalmente creo que no se encuentra muy bien, porque, como comprenderás, no podía permitir que siguiera pensando cosas equivocadas de ti. Vaya, debiste haber visto la cara que puso cuando lo puse al tanto de quien eres en realidad, una mortífaga que aún sigue trabajando para el Dark Lord como espía en el ministerio, haciéndose pasar por una mojigata empleada en el departamento de regulación de criaturas mágicas y que además es gran amiga de el-estúpido-niño-que-vivió. Y le dije la verdad sobre lo que paso el tiempo durante el cual todos creyeron que eras prisionera de Tom, en el cual en realidad te encontrabas entrenándote y trabajando para él como una asesina.
- No importa, Viktor no te creerá, el confía mucho en mí y sabe que yo nunca sería así. – dijo satisfecha Hermione.
- No lo subestimes tanto... - dijo en un tono de voz como si reprendiera a un niño pequeño - ¿Acaso crees que es tan idiota como para no darse cuenta de con quien vive? Él ya sospechaba de ti y con la información que le di empezó a entender todo... las salidas nocturnas, las extrañas cosas que sucedían sin causa aparente, todos los planes fallidos de la orden, todos los intentos de asesinato de Potter, el porque accediste a casarte con él... Como verás, él ya no vive en el engaño y así fue como conseguí que me diera la dirección. Y hasta incluso casi fue conmovedor, si es que aún tuviera sentimientos, el ver como con lágrimas me pedía que acabará contigo. Te aseguro, la haré con gusto.
- Te matamos una vez... no será muy difícil hacerlo de nuevo.
- Y como un fénix, surgiré otra vez de mis cenizas.... Pensé que ya te habías convencido que yo soy muy difícil de matar... - dijo con aire despectivo Black Mamba (su nombre clave) – Aún no entiendo porque Tom te unió a nosotras, si eres una sangre sucia.
- Porque soy la mejor. Nadie puede superarme, incluso tú no estás a mi nivel. Ya ahora te lo demostrare aquí mismo – dijo en tono de satisfacción la castaña.
- Eso era antes, y solo porque siempre has sido una sabelotodo insufrible que no soporta el fracaso. Pero yo soy diferente. Yo he caído muchas veces y siempre me levanto, más fuerte que antes. Y esta no es la excepción. Te puedo decir sin lugar a dudas que yo te supero en cualquier tipo de magia. Tengo un poder con el cual tú solo podrías soñar, y que te voy a demostrar matándote. Tú eres una de las personas con las que disfrutaré más hacerlo, aunque mereces mil veces más, simplemente matándote no pagas todo lo que me hiciste - dijo suavemente, pero después replico con furia - Yo confiaba en ti, pude incluso haber dado hasta mi vida por ti, pero así me pagaste, con una traición imperdonable. Ahora te demostrare como me cobro yo las traiciones... Sabes puede sonar patético pero... aún no entiendo porque me hiciste eso por órdenes de Tom, con todo lo que él te desprecia, con la mirada de asco que siempre te dirigía. ¿Por qué preferiste serle fiel a él?
- Tú porque crees... - dijo la castaña con sarcasmo y luego le replico con odio – Harry... Nunca debiste de habérmelo quitado. Yo lo amaba, siempre lo ame... Pero tenías que llegar tú, a arruinarlo todo... Se enamoró de ti, lo volviste loco y yo... otra vez tuve que aguantarme siendo solo su amiga, la que siempre estaba ahí para él, la que nunca se quejaba, la que nunca podría ser nada más que su amiga. Cuantas veces me tuve que aguantar el verlos juntos y no irme sobre ustedes con toda clase de maldiciones... incluso llegue a desear que se murieran... así ya no estarían restregándome en la cara todo lo que se amaban... o es decir lo que él te amaba, porque tú ni siquiera sabes lo que es eso...
- Tienes razón y a la vez te equivocas. Hubo una época, cuando todavía me dejaba llevar por mis emociones, en que sí, lo amé. Solía desear desesperada y patéticamente que algún día me hiciera caso. Pero como bien sabes, en ese tiempo jamás lo hizo. No sabes lo que sufrí por eso, tanto que hasta desee morir... así fue como me convencí que los sentimientos no sirven para nada, solo te atan a personas que no lo merecen y fue por venganza que acepte andar con él, lo envolví y luego lo abandone, para que viera que fue lo que sentí... porque a mi nadie me desprecia y luego puede venir a que lo ame otra vez.... Pero si ya sabías que ya no lo amaba, ¿por que insistes en que yo te lo quite? Por mi te lo podías haber quedado.
- Porque no fue suficiente para él que lo dejaras. Él seguía y creo que sigue amándote. Yo intente hacerlo olvidarte, con mi amor y le di todo, pero él simplemente no quiso dejar de amarte. Aún sigue sin querer creer quien eres realmente. Lo peor fue soportar esas horas de pasión y oírlo gritar tu nombre, dormido, despierto... no pude soportarlo más... así supe que él nunca me ha pertenecido y que nunca lo hará. Por eso me uní a mi señor, él es el único que me podría dar el poder suficiente para acabar contigo. Sin ti en medio de nosotros, él se daría cuenta de que la única que lo ha amado y siempre lo hará soy yo. Aunque después me di cuenta de que ni aún matándote, te olvidó, y ahora sé que nunca lo hará. Y lo odio por eso, no descansare hasta verlo muerto, maldito imbécil... - pero con un tono melancólico añadió – Pero, aunque no lo creas, aún añoro nuestra amistad... lo bien que solíamos llevarnos. Tantas cosas que compartimos... Fue algo idiota de mi parte cambiar eso por alguien que no lo valía. Créeme, si pudiera regresar el tiempo, lo haría. Pero ya no podemos volver atrás.
- Yo también quisiera regresar... pero eso es imposible... - dijo con un dejo de tristeza. – Pero creo que ya fue suficiente parloteo. A empezar lo que vine a hacer – y antes de que la castaña pudiera reaccionar hizo un rápido movimiento hacia delante, teniendo cuidado de agacharse para esquivar la fuerte patada de la castaña y la tomo por el cuello, aventándola hacia la pared y estrangulándola con una mano, con una fuerza descomunal, mientras que con la otra mano trataba de controlarla, pero en un descuido Hermione musito un hechizo y lanzo un rayo rojo, por lo cual Black Mamba tuvo que soltarla y apenas pudo esquivarlo, aunque la hirió en el hombro.
Se incorporo rápidamente y lanzo un fuerte maleficio, el cual Hermione trato de detener creando un escudo mental ayudado con magia pero ante la consternación de esta, fue fácilmente atravesado por el hechizo, dándole de lleno en la cara, y al instante le brotaron espantosos furúnculos cerca de la frente, haciéndole que le ardieran los ojos y obstruyéndole la visión, lo cual la dejaba en desventaja frente a su contrincante. Esta sonrío satisfecha, y le lanzo un fatal rayo directo hacia el pecho pero la castaña en una demostración de gran habilidad, lo esquivo echándose hacia un lado. La novia hizo una mueca visiblemente disgustada, sabia que había conseguido saber de donde provenía el hechizo que le lanzaba gracias a que podía distinguir su aura, aunque no pudiera verla. Sin duda le estaba complicando las cosas, si tuviera algo de decencia se suicidaría pero ya sabía que ni idea tenía de lo que era la dignidad. "Alégrate, al fin y al cabo si esto no se pone difícil, no sería tan satisfactorio" pensó para si misma. En eso, la castaña se abalanzo contra ella en un ataque suicida y la lanzo hacia una mesilla de centro de cristal, rompiéndola al caer encima de ella, incrustándole numerosos pedazos de cristal en el cuerpo causándole un gran dolor, pero del cual no emitió ningún sonido de queja, ella ya había tenido que soportar dolores más grandes. En eso, en el momento en que la castaña (que se había aplicado ya la contramaldición de los furúnculos) se acercaba a darle un golpe fatal, ella estiro el brazo y tomo un trozo de cristal bastante grande que se le encajo en la mano, pero ni así dejo de sujetarlo fuertemente y con el otro brazo lanzo fuertemente a la castaña contra la pared de la cocina, la cual se golpeo la cabeza fuertemente y se quedo un poco atontada por el impacto. Se deslizo lentamente hacia al suelo y estaba dispuesta a atravesarle la garganta con el vidrio cuando escucho un ruido que la desconcertó... Eran ruidos de pasos que se acercaban como si bajarán de las escaleras y ella inmediatamente se puso en posición de defensa, esperando impaciente a la persona que se acercaba. "Acaso habría más personas en la casa" pensó un poco alarmada. Si así era habría sido un grave descuido de su parte que le podría costar muy caro...
Preparándose para lo que fuera que pasaría, oyó que los pasos se detenían y lo que vio la desconcertó. Era una pequeña niña que no sobrepasaría los cuatro años. Tenía el cabello de color castaño oscuro y muy alborotado, aunque en una forma diferente al de su madre, como si no se peinara nunca y unos ojos verde esmeralda que le resultaron muy conocidos... Ni siquiera se pregunto quien sería su padre, era muy obvio..."Así que ella tiene una hija, la muy perra" pensó.
La niña todavía se encontraba en el umbral de la puerta y al parecer todavía no había visto lo que pasaba ahí. Dulcemente dijo – Mami, ¿no te ha pasado nada? Escuche ruidos de cosas que rompían y pensé que se te habían caí... - no continuo diciendo nada más porque ya se había acercado lo suficiente para darse cuenta de lo que estaba pasando, y con gran susto se acerco a su madre, que ya había reaccionado y había conseguido ponerse de pie torpemente. La niña pregunto asustada – Mami, ¿qué esta pasando? ¿Por que tienes todas esas heridas? ¿Y quien es esa señora? – dijo mirando a la extraña con mucha desconfianza.
- Marianne, es solo una amiga de mamá que ha venido a visitarla... ¿Por qué no vas arriba a jugar mientras mamá trata asuntos muy importantes con su 'amiga' – dijo Hermione en un tono de voz maternal.
La novia la observo fijamente, no podía apartar sus ojos de ella y le dijo suavemente, dejando su voz impasible y fría - Si, solo estamos charlando... Mucho gusto en conocerte aunque... ¿sabes?... yo también tenía una hijita, que si viviera tendría tu misma edad – no pudo evitar que una pequeña lágrima saliera de su ojo... Ver a esa niña e imaginar que esa edad tendría su hija si viviera, era duro para ella, más que cualquier tipo de dolor físico, era el dolor de su alma, algo tan profundo que simplemente no olvidaría... recordaba que por ella (su hija) era que había empezado todo y que por eso era por lo que clamaba venganza.
- Pero mami, no quiero dejarte, esa señora no me da confianza...
- No me repliques y vete a tu habitación – dijo la castaña en un tono de voz que no admitía réplica. Muy a su pesar, la niña se marcho, subiendo las escaleras, dejando a su madre, aunque tenía la horrible impresión de que si la dejaba, ya nunca la volvería a ver.
- ¿Quieres tomar el té? – pregunto con una extraña amabilidad la castaña.
- Está bien – acepto, viendo el extraño giro que daban las cosas, cuando hacia un instante se estaban enfrentando en un combate de vida o muerte.
- Mira – le dijo la castaña – sé que la que te hice fue muy duro, pero déjalo atrás, aunque sea solo por mi hija, ella necesita a su madre – continuo la castaña con un tono apremiante en la voz.
- Nada de lo que hayas hecho en estos tres años cambiara mi decisión de matarte, ni siquiera el que te hayas embarazado. – dijo retomando otra vez su tono frío de voz, carente de sentimientos. – Tú decides cuando quieres morir... ¿Hoy? ¿Mañana? ¿El próximo año? La fecha no importa... eso no cambiara que cumpla mi venganza.
- Entonces te pediré que al menos no nos enfrentemos delante de mi hija, si al menos conservas algo de racionalidad en tu desquiciada mente.
- Créeme que puedo estar ansiosa por llevar acabo mi venganza, pero no te mataré enfrente de tu hija – dijo un poco fastidiada.
- Bueno, gracias... eso es una sorpresa, es más de lo que esperaba de ti, de lo que Tom me hizo creer que eras capaz de hacer... Bueno acabemos de una vez con este asunto... A unas pocas cuadras de aquí se encuentra un campo de fútbol. Nos encontraremos ahí al la medianoche, vestidas únicamente con túnicas negras y nos batiremos en duelo a muerte. ¿Está bien? Pero ahora déjame prepararle el almuerzo a mi hija... - dijo con impaciencia Hermione al mismo tiempo que tomaba una caja de cereal y se disponía a servirlo en un plato.
- A mi me da igual... si así quieres morir que así sea... – dijo la novia todavía sin confiar mucho en su palabra.
Al final, decidió que lo mejor sería irse y prepararse para el duelo, cuando escucho un ruido metálico proveniente de donde estaba la castaña. Eso la alerto e hizo que tomara lo primero que encontró, mientras escuchaba que le decía la castaña:- Muérete perra – al mismo tiempo que lanzaba un disparo con un arma oculta detrás del cereal, en un intento desesperado de Hermione de tomarla por sorpresa, ya que sabía que su contrincante no conocía lo mortal que podía ser aquello con lo que la atacaba, y que no era solo una 'varita de metal'. Al mismo tiempo en que ella trataba de esquivarlo, le dio en el hombro, que empezó a sangrar profusamente. "¿Qué fue eso?" se pregunto y entonces ella empuño lo que tenía en la mano (que resulto ser el pedazo de cristal que tenía anteriormente) y con una puntería escalofriante, fue a dar en la vena yugular e incluso la atravesó, perforando todo lo que encontró a su paso, causándole la muerte instantánea.
Se acerco lentamente al cuerpo inerte y como última muestra de respeto, le cerró los ojos al tiempo que susurraba – Adiós... amiga... - e inmediatamente escucho un pequeño respingo. Al darse la vuelta, vio que la niña había observado todo y que tenía una expresión de horror en la cara sin decidirse sobre lo que haría.
Ella la observo con un poco de ternura, que incluso hasta un poco de pena por ella, por lo cual le dijo – Vaya... no quería hacer esto enfrente de ti, pero tu madre se lo busco. Si en el futuro, aún sigues sintiendo en carne viva este dolor, tienes derecho de ir a buscarme y cobrar tu venganza... Te esteré esperando, no importa cuanto tiempo pase, pero es mejor que te prepares porque yo no te la dejaré tan fácil... - y diciendo esto se alejo, dejando a la niña con una expresión de perplejidad y desconcierto, como si creyera que todo eso solo hubiera sido una pesadilla... una horrible pesadilla de la que quisiera despertar... Sonrió tristemente, era la segunda venganza que cumplía y eso la hacía sentirse un poco más en paz. Ahora estaba un poco más cerca de su verdadero objetivo: Tom.
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Gracias por los reviews que recibí, ellos me animaron a continuarla. Por favor manden otra vez y díganme si les gusto la continuación. Cambio y fuera.
Desire Black
