SHINGETSU (Luna Nueva)
Capítulo 14 "Sin saber de ti"
Todo estaba oscuro, apenas podía ver sus propias manos. El único sonido que lograba captar era el de sus continuos sollozos y sólo lograba sentir un espeso líquido recorrer su rostro, además de un dolor agudo que crecía de a poco en su cuerpo.
Con dificultad se sentó en el suelo seco, no sabía dónde estaba ni cómo había llegado allí, pero no le importaba. Por alguna razón nada parecía importarle, en su interior había un gran vacío, se sentía extraña, incomprendida, lloraba sin saber la razón y el dolor punzante de su vientre aumentaba considerablemente.
Podía oír voces que la llamaban, una era la de un joven... se le hacía tan familiar, la hacía sentir mejor... protegida.
... Pero también lograba captar la de una mujer, le era conocida, sabía quién era... cada uno por su parte la llamaba continuamente, la mujer se oía asustada, en cambio la del joven era un tono tranquilizador, de súplica...
"Kagome... Kagome"
Conocía la voz del chico era...
-¡Kagome! ¡Despierta! ¡Kagome!
Podía sentir como alguien la tomaba entre sus brazos y la movía con insistencia.
La mujer estaba gritando... ¿Qué sucedía?
La voz del joven cada vez se oía más distante, lo estaba perdiendo... quería ir donde él, pero la mujer, ella también la estaba llamando. Cada vez la zarandeaban con más fuerza, ¿Quién era el que la molestaba?
-¡Kagome! ¿Qué sucede? ¿Despierta!
Despertó sobresaltada bañada en sudor y lágrimas. Kagome se hallaba en brazos de Sango quien la miraba asustada y preocupada arrodillada en el pasto en el bosque.
Kagome tocó su vientre, el dolor estaba disminuyendo, pero aún se mantenía presente. ¿Qué le había sucedido? Estaba en el bosque despidiéndose de Inuyasha y luego...
-Inuyasha –susurró en tono muy bajo.
-¿Kagome-chan, qué te ocurrió? ¿Dónde está Inuyasha?
La joven se reincorporó con ayuda de su amiga, limpió el sudor de su frente... había sido un sueño tan horrible... Extrañaba ya a Inuyasha, el vacío de su sueño no había sido mentira, en esos momentos sentía que su interior era invadido por una gran oscuridad.
Miró a Sango quien la observaba muy preocupada, trató de sonreírle sin éxito.
-No sé que sucedió, me desmayé repentinamente. No te preocupes... solo estoy algo cansada, regresaré a casa y dormiré un poco.- Le informó a la taijiya, esta pareció creerle ya que su semblante se tranquilizó un poco, pero al igual que el de ella... se mostraba distraído y decaído.
Sango no le preguntó más de Inuyasha, tal vez habían discutido y por eso se mostraba tan indiferente con ella. En todo caso, en esos momentos ella no estaba en posición de aconsejar respecto a los problemas amorosos de su mejor amiga. Miroku no la había seguido y eso era algo que su corazón agradecía infinitamente.
Observó como Kagome comenzaba a caminar rumbo al Suki Kui no Ido (El pozo) sin darle mayores explicaciones. Seguramente sí estaba cansada.
-Lo mejor es que duerma. –se dijo a sí misma la exterminadora.
Ahora que lo pensaba... no entendía como era que Inuyasha hubiera sido convencido con tanta facilidad. Ya no era que la hubiera hecho a un lado así nada más... solo que...
¿Qué pasaría con la recolección de los fragmentos y con... Naraku?
Pero... y qué pasaría ahora con ella. Esos fuertes pinchazos en su cuerpo no... eran normales.
Suspiró desanimada...
Siempre creyó que si Inuyasha se marchaba al lado de Kikyo, se sentiría desbastada...
Pero por el contrario... solo necesitaba reflexionar. Tal vez... el dolor vendría después.
-Lamento tener que dejarte Ayame, pero... –comenzó a decir Kouga a la pelirroja.
Los dos ya se encontraban vestidos y Ayame se encontraba arreglando su cabello con seriedad y la mirada perdida sin punto específico.
-Comprendo- dijo sin mirarlo- Ve, no hay problema...
Kouga sonrió y le dio un rápido beso en los labios antes de desaparecer. Ayame dejó de tocar su cabello sorprendida a la vez que un rubor se hacía notar poco a poco en sus mejillas ya de por si sonrosadas.
-¿Ahora... qué haremos con todo esto? –Kagura miraba de forma inquieta a Sesshomaru, quien, como siempre, se mantenía serio y parecía que no le prestaba ni la más remota atención.
-Ahora eres mi pareja, vendrás conmigo al castillo- A pesar de que lo decía en tono de orden, a Kagura le pareció más como una petición.
-...
Sesshomaru interpretó el silencio de la youkai como un "sí" y se puso de pie.
-Bien, ¿qué esperas?, andando.
Kagura también se levantó y comenzó a seguirlo en silencio, con un dejo de tristeza.
Lo quería pero... Naraku ya tendría planes para esta vida. Prefería morir en manos de su padre que traicionar a Sesshomaru.
No se equivocaba, ya lo había imaginado, se sentiría sola.
Pero... no sólo se sentía, estaba sola. Sango respiró hondo y se llevó las manos a la cabeza al tiempo que se sentaba en una roca. Se preguntaba cómo estaría el monje. Sabía que no le importaría como se encontraba, pero quería creer que no.
-Aunque me estaría engañando...
Pero no podía llorar por siempre, aunque le dolía la forma en que todo había cambiado drásticamente, aunque le habían roto el corazón, se mantendría con la mirada en alto. Ahora por quién debía preocuparse sería por su amiga Kagome...
-Algo no está bien con ella e Inuyasha. Espero que Kikyo no tenga nada que ver...
Continuará...
Bueno, este capítulo me costó demasiado, en especial porque al principio tenía unas ganas enormes de escribir tragedy y angst (lo que por cierto nunca me sale) pero al final... como que las ganas se me fueron y le di un final muy soso, además de que el cap. está muy corto.
Por el momento no ando muy inspirada que digamos en esta historia... ni en lo que se refiere a Inuyasha. Bueno, siendo sinceros como que estoy perdiendo el interés en la escritura, pero no me lo voy a permitir. Ahora... creo que mis actualizaciones tardarán más, y por varias razones, la primera, no me eh sentido con ánimos de escribir y la trama va muy floja u.u y dos, mis entradas al internet serán menos, al igual que a la computadora ya que se puede decir que lo traigo medio "prohibido" ejem... pero trataré de que esa situación cambie. Y creo que la más importante ahora... es que mis ánimos están por los suelos. Demasiados problemas y cargas en mi vida diría yo, bueno... sólo les puedo decir que no estoy muy "Iyari" últimamente, parezco otra persona, ando algo triste, aunque creo que ya lo notaron.
Gracias a los que me dejaron review el capítulo anterior, espero sigan leyendo este fic. Perdonen que no lo haga como es debido, pero no ando de muy buen humor que digamos.
Yashi (mi chibi-onne!)
Yuna-Aoki
Ayame-Asakura (sango-chan, gracias)
Yami-Battousai (prometo acabar el tu fic! Solo espérame!)
Aiosami (okaa!)
Kala
Hikaru
KagInu
Creo que esos son todos... mm, sí. Me despido que espero no sea por mucho, pero como ya dije, no creo actualizar pronto (los que no leyeron las notas de autora háganlo) Cuídense todos, Kuruma Chidori
Capítulo 14 "Sin saber de ti"
Todo estaba oscuro, apenas podía ver sus propias manos. El único sonido que lograba captar era el de sus continuos sollozos y sólo lograba sentir un espeso líquido recorrer su rostro, además de un dolor agudo que crecía de a poco en su cuerpo.
Con dificultad se sentó en el suelo seco, no sabía dónde estaba ni cómo había llegado allí, pero no le importaba. Por alguna razón nada parecía importarle, en su interior había un gran vacío, se sentía extraña, incomprendida, lloraba sin saber la razón y el dolor punzante de su vientre aumentaba considerablemente.
Podía oír voces que la llamaban, una era la de un joven... se le hacía tan familiar, la hacía sentir mejor... protegida.
... Pero también lograba captar la de una mujer, le era conocida, sabía quién era... cada uno por su parte la llamaba continuamente, la mujer se oía asustada, en cambio la del joven era un tono tranquilizador, de súplica...
"Kagome... Kagome"
Conocía la voz del chico era...
-¡Kagome! ¡Despierta! ¡Kagome!
Podía sentir como alguien la tomaba entre sus brazos y la movía con insistencia.
La mujer estaba gritando... ¿Qué sucedía?
La voz del joven cada vez se oía más distante, lo estaba perdiendo... quería ir donde él, pero la mujer, ella también la estaba llamando. Cada vez la zarandeaban con más fuerza, ¿Quién era el que la molestaba?
-¡Kagome! ¿Qué sucede? ¿Despierta!
Despertó sobresaltada bañada en sudor y lágrimas. Kagome se hallaba en brazos de Sango quien la miraba asustada y preocupada arrodillada en el pasto en el bosque.
Kagome tocó su vientre, el dolor estaba disminuyendo, pero aún se mantenía presente. ¿Qué le había sucedido? Estaba en el bosque despidiéndose de Inuyasha y luego...
-Inuyasha –susurró en tono muy bajo.
-¿Kagome-chan, qué te ocurrió? ¿Dónde está Inuyasha?
La joven se reincorporó con ayuda de su amiga, limpió el sudor de su frente... había sido un sueño tan horrible... Extrañaba ya a Inuyasha, el vacío de su sueño no había sido mentira, en esos momentos sentía que su interior era invadido por una gran oscuridad.
Miró a Sango quien la observaba muy preocupada, trató de sonreírle sin éxito.
-No sé que sucedió, me desmayé repentinamente. No te preocupes... solo estoy algo cansada, regresaré a casa y dormiré un poco.- Le informó a la taijiya, esta pareció creerle ya que su semblante se tranquilizó un poco, pero al igual que el de ella... se mostraba distraído y decaído.
Sango no le preguntó más de Inuyasha, tal vez habían discutido y por eso se mostraba tan indiferente con ella. En todo caso, en esos momentos ella no estaba en posición de aconsejar respecto a los problemas amorosos de su mejor amiga. Miroku no la había seguido y eso era algo que su corazón agradecía infinitamente.
Observó como Kagome comenzaba a caminar rumbo al Suki Kui no Ido (El pozo) sin darle mayores explicaciones. Seguramente sí estaba cansada.
-Lo mejor es que duerma. –se dijo a sí misma la exterminadora.
Ahora que lo pensaba... no entendía como era que Inuyasha hubiera sido convencido con tanta facilidad. Ya no era que la hubiera hecho a un lado así nada más... solo que...
¿Qué pasaría con la recolección de los fragmentos y con... Naraku?
Pero... y qué pasaría ahora con ella. Esos fuertes pinchazos en su cuerpo no... eran normales.
Suspiró desanimada...
Siempre creyó que si Inuyasha se marchaba al lado de Kikyo, se sentiría desbastada...
Pero por el contrario... solo necesitaba reflexionar. Tal vez... el dolor vendría después.
-Lamento tener que dejarte Ayame, pero... –comenzó a decir Kouga a la pelirroja.
Los dos ya se encontraban vestidos y Ayame se encontraba arreglando su cabello con seriedad y la mirada perdida sin punto específico.
-Comprendo- dijo sin mirarlo- Ve, no hay problema...
Kouga sonrió y le dio un rápido beso en los labios antes de desaparecer. Ayame dejó de tocar su cabello sorprendida a la vez que un rubor se hacía notar poco a poco en sus mejillas ya de por si sonrosadas.
-¿Ahora... qué haremos con todo esto? –Kagura miraba de forma inquieta a Sesshomaru, quien, como siempre, se mantenía serio y parecía que no le prestaba ni la más remota atención.
-Ahora eres mi pareja, vendrás conmigo al castillo- A pesar de que lo decía en tono de orden, a Kagura le pareció más como una petición.
-...
Sesshomaru interpretó el silencio de la youkai como un "sí" y se puso de pie.
-Bien, ¿qué esperas?, andando.
Kagura también se levantó y comenzó a seguirlo en silencio, con un dejo de tristeza.
Lo quería pero... Naraku ya tendría planes para esta vida. Prefería morir en manos de su padre que traicionar a Sesshomaru.
No se equivocaba, ya lo había imaginado, se sentiría sola.
Pero... no sólo se sentía, estaba sola. Sango respiró hondo y se llevó las manos a la cabeza al tiempo que se sentaba en una roca. Se preguntaba cómo estaría el monje. Sabía que no le importaría como se encontraba, pero quería creer que no.
-Aunque me estaría engañando...
Pero no podía llorar por siempre, aunque le dolía la forma en que todo había cambiado drásticamente, aunque le habían roto el corazón, se mantendría con la mirada en alto. Ahora por quién debía preocuparse sería por su amiga Kagome...
-Algo no está bien con ella e Inuyasha. Espero que Kikyo no tenga nada que ver...
Continuará...
Bueno, este capítulo me costó demasiado, en especial porque al principio tenía unas ganas enormes de escribir tragedy y angst (lo que por cierto nunca me sale) pero al final... como que las ganas se me fueron y le di un final muy soso, además de que el cap. está muy corto.
Por el momento no ando muy inspirada que digamos en esta historia... ni en lo que se refiere a Inuyasha. Bueno, siendo sinceros como que estoy perdiendo el interés en la escritura, pero no me lo voy a permitir. Ahora... creo que mis actualizaciones tardarán más, y por varias razones, la primera, no me eh sentido con ánimos de escribir y la trama va muy floja u.u y dos, mis entradas al internet serán menos, al igual que a la computadora ya que se puede decir que lo traigo medio "prohibido" ejem... pero trataré de que esa situación cambie. Y creo que la más importante ahora... es que mis ánimos están por los suelos. Demasiados problemas y cargas en mi vida diría yo, bueno... sólo les puedo decir que no estoy muy "Iyari" últimamente, parezco otra persona, ando algo triste, aunque creo que ya lo notaron.
Gracias a los que me dejaron review el capítulo anterior, espero sigan leyendo este fic. Perdonen que no lo haga como es debido, pero no ando de muy buen humor que digamos.
Yashi (mi chibi-onne!)
Yuna-Aoki
Ayame-Asakura (sango-chan, gracias)
Yami-Battousai (prometo acabar el tu fic! Solo espérame!)
Aiosami (okaa!)
Kala
Hikaru
KagInu
Creo que esos son todos... mm, sí. Me despido que espero no sea por mucho, pero como ya dije, no creo actualizar pronto (los que no leyeron las notas de autora háganlo) Cuídense todos, Kuruma Chidori