Hola a todos mis lectores. De verdad les agradezco por seguir leyendo mi fanfic a pesar de demorarme tanto en actualizarlo y en especial por sus reviews, eso es lo que me ha hecho esforzarme esta vez por actualizar más rápido. Espero disfruten este capítulo tanto como yo he disfrutado escribiéndolo.
Antes de dejarlos con el capítulo, aquí estan las respuestas a los reviews que recibí:
Ginny-Shelene: muchas gracias por tu review, me alegró mucho saber que gente con más experiencia en esto de los fanfics me de tan buenas críticas. Respondiendo a tu pregunta, no, no es Ginny quien abraza a Harry, ya verás quien es. Te dejo, un besote.
Melwen of Eärendil: Hola, que bien que te haya gustado el capítulo, ya sabes que inicié este fanfic por ti. Espero que como siempre, sigas aportando ideas y que sigas siendo mi lectora # 1. Quisiera agradecerte una vez más por estar ahí cuando te he necesitado, en especial con lo de mi abuela, si no hubiesen estado acá Laura y tú me hubiese enloquecido. Te mando un besote, y ojalá te guste este cap.
pgranger: me alegra que te guste el fanfic, la verdad es que es el primero que escribo y me agrada saber que tiene buena acogida entre el público. Te mando un besote y espero que lo sigas leyendo.
Sandy0329: no sabes cuanto me agrada que te guste el fanfic, mis lectores son la razón por la cual aun no tiro la toalla con él. Espero que sigas leyendo. Besos.
Pipa-Radcliffe: gracias por comprender mi situación, espero que este capítulo te agrade.
Goi Izarra: muchísimas gracias por el apoyo que me transmitiste en tu review, me alegra mucho que te guste mi fanfic, como he dicho en ocasiones anteriores es el primero y me agrada saber que cuento con la aprobación de personas que tienen más experiencia en esto. Besos.
Flor de agua: muchas gracias por tus palabras de ánimo. Espero que sigas leyendo el fanfic. Besos.
Cristal-dono: hola, no sabes lo feliz que me hace que te guste mi fanfic a pesar de no ser aficionada a HP. Espero que sigas leyendo y gracias por tus deseos por lo de mi abuela.
Ster: gracias por leer mi fanfic, espero que te siga gustando.
Silver Card: hola aleja, gracias por todo el apoyo que me has dado con este fanfic. De verdad aprecio tus consejos. Muchos besos y actualiza tu fanfic pronto.
Espero no haber omitido ninguno de los reviews, y si fue así por favor discúlpenme.
Cuídense mucho y sigan leyendo el fanfic.
He aquí el capítulo
Capítulo 6
El baile había transcurrido con total normalidad mientras disfrutaban de la música. Se encontraron con todos sus antiguos compañeros incluyendo a Draco Malfoy, quien por muy increíble que pareciera no los insultó ni una vez, de hecho hasta los saludó decentemente.
Claro que no todos los encuentros fueron felices. Cho Chang, por ejemplo, no era ni la sombra de la chica de la que Harry había estado enamorado por tanto tiempo. La vieron en una esquina del Gran Comedor en una gran mesa con una botella de hidromiel y haciendole una escenita a el que parecía ser su pareja, pobre borracha, ya no sabía ni lo que decía.
Luego de un buen rato de observar atentamente a la gente reunida de nuevo en Hogwarts, Hermione sintió la necesidad de ir al baño. Se excusó con Harry y salió del Gran Comedor con paso acelerado, no quería tardar demasiado.
Habían pasado unos 15 minutos, cuando Harry sintió una presencia a sus espaldas.
- ¡Harry! - El joven sintió como lo abrazaban por detrás.
- Ah, eres tú - Dijo con aire decepcionado el ojiverde. El esperaba que fuera su novia quien ya debía haber vuelto del baño, pero sus ojos se encontraron con la persona la que menos deseaba ver en ese lugar.
- Y ¿a quién esperabas?¿a la madre Teresa? - Soltó con malicia la joven.
- ¡Parkinson! ¿Por qué no me dejas en paz? - Preguntó el joven con sorna.
- Porque necesito hablar contigo de algo importante, cielo - Su maliciosa sonrisa se amplió al ver la exasperación en el rostro del niño que vivió.
- ¡Habla y vete! - Esto último lo dijo perdiendo totalmente la paciencia.
- No tan rápido, querido, este no es el lugar adecuado. Encuéntrame el lunes a las 10:00 a.m. en Las Tres Escobas. No te atrevas a dejarme plantada, porque te aseguro que tu noviecita pagará las consecuencias - Dijo haciendo una mueca - Adios, cariño.
Craack, craack.
Como por arte de magia (N/A: dah ¬¬), dos jóvenes irrumpieron súbitamente en un pequeño apartamento del centro de Birmingham. Aparecieron en la sala, un lugar bastante acogedor, o por lo menos eso parecía en la penumbra.
- Ron, gracias por acompañarme a casa, fue muy lindo de tu parte - Decía dulcemente una bella joven de cabello rubio y ojos color verde aceituna y delicada figura, mientras se dirigía a la chimenea para encenderla.
- No fue nada, simplemente no me parece bien que una mujer tan hermosa ande sola a estas horas de la noche - Acotó el joven con sus mejillas tan coloradas como su cabello. Para ese entonces, ya se podía ver como un tenue fuego crepitaba en la chimenea, permitiendo apreciar más claramente la estancia.
Ron permanecía inmóbil junto a un silla al estilo español, en madera tallada y tapizada con una fina tela en tonos tierra. Más a su izquierda se hallaba un gran ventanal con una espléndida vista de la ciudad y a su derecha se encontraba un sofá de cuero verde aceituna. En el centro de la sala había una bella mesa que hacía juego con la silla, y justo en la pared frente a la silla, se podía observar la delicada danza de las llamas en la chimenea.
Flash Back
- ¿Weasley? ¡Ron! - El aludido volteó anto los enérgicos gritos.
- ¡Adam! no puedo creerlo, estás... delgado...- Ron no salía de su asombro, se había hecho amigo de Adam Lafferty cuando iba a las reuniones del ejército de Dumbledore. Pero verlo de nuevo no era lo que lo sorprendía, sino que, de ser un muchacho bastante robusto (N/A: para ser más explícita, el tipo solía ser una graaan bola de grasa ) a todo un modelo digno de aparecer en un catálogo de Calvin Klein.
- Si, la verdad es que después de la graduación comencé a preocuparme por mi salud y me decidí a adelgazar - Comentó el muchacho algo incómodo por el gesto de su amigo - ¿Recuerdas a Annette, mi hermana menor?.
- ¡Claro! ... como olvidarla - esto último lo dijo para sí mismo sin poder despegar sus ojos de la joven frente a él.
- Hola Ron, que gusto volver a verte.
- Lo mismo digo... este...¿te gustaría bailar?- El joven auror se enrojeció hasta adquirir un tono escarlata en sus mejillas.
- Claro, adios hermanito.
End Flash Back
- Ron son las 4:00 de la mañana, a estas horas no es seguro viajar - La melodiosa voz de la joven lo sacó de sus recuerdos - Creo que mejor te quedas aquí.
- No, no es necesario...
- No, Ron, tú no te vas, déjame arreglar una cama para ti. - Con un movimiento de varita transformó el sofá en una confortable cama.
- Gra...cias, no te debiste molestar - Ron se acercó a Annette y depositó un tierno beso en la comisura de sus labios.
- Basta Harry, ya bájame - Hermione no podía parar de reír ante el repentino impulso de su novio de tomarla en brazos y llevarla hasta su alcoba.
- No quiero.
- ¿Y si te doy un beso? - La cara de su novio le dio a entender que no -Ya veo... entonces¿cómo vamos a solucionar esto?
En ese momento entraron en el cuarto de Hermione y Harry la puso delicadamente en la cama.
- Ni pienses que te vas a escapar de esta, Harry James Potter - Soltó entre risas la castaña.
- ¿Ah si?, y ¿qué me vas a hacer?
- Esto...
Ella, besó dulcemente a Harry. Podía notarse el deseo en sus ojos, ambos sabían que ese era el momento perfecto y no planeaban desaprovecharlo. Harry acarició lentamente su cuerpo apenas rozandolo, como tocando una porcelana que no quisiera romper. Esto arrancó unos leves gemidos por parte de la chica, mientras desabrochaba su túnica con sus manos temblorosas.
Pasados unos momentos, los besos se fueron haciendo más intensos, estaban sedientos de deseo y esa noche lo iban a saciar, sin importar que el mundo se cayera en mil pedazos. Para ese entonces, ambos cuerpos eran cubiertos únicamente pos su ropa interior. Ambos estaban maravillados por el espléndido físico de la persona que amaban. Caricias más bruscas no se hicieron esperar, el ambiente estaba colmado de calor y exitación, los invitaba a seguir, les pedía más.
Harry quitó de su camino los últmos vestigios de ropa que aún quedaban en sus cuerpos y con su lengua bajó por el cuerpo de Hermione, deteniendose unos momentos para juguetear con los pezones de su amante, y continuando su camino hacia el tesoro mejor guardado de su novia.
Después de un buen rato de juegos y caricias previas al acto, finalmente estaban listos. Se miraron a los ojos y luego Harry la besó, colocándose entre sus piernas. Un gesto de dolor apareció en el rostro de la joven, Harry había dado su primera envestida, y ahora besaba el cuello de su novia con la intensión de que la exitación fuera mayor que el dolor. Culminaron el acto con un maravilloso orgasmo, ambos llegaron al clímax simultáneamente. Harry permaneció unido a Hermione unos momentos más, para, posteriormente, acomodarse a su lado y quedarse dormido.
A la mañana siguiente, Harry despertó con su novia en brazos. La visión era perfecta, ella desnuda junto a él, plácidamente dormida. Entonces recordó la magnífica noche que tuvo y una enorme sonrisa se dibujó en su rostro. Besó la frente de Hermione y se levantó de la cama.
Minutos más tarde, Hermione comenzó a despertar y se giró para abrazar a su compañero de cama, pero al voltear no lo encontró. Entonces, su cabeza le empezó a dar vueltas, ¿dónde estaba Harry?¿se habría ido después de obtener lo que quería? 'no, él no me haría esto...'
Los rayos de sol matutinos entraban por el ventanal de la sala, impactándose directamente con el rostro de un joven pelirrojo. El dulce olor a miel de maple y mermelade de fresa mezclado con el delicioso aroma de unos pancakes, terminaron la ardua labor de despertar al joven Weasley de su letargo.
- ¡Ron, despierta! el desayuno está listo - se oyó una suave voz desde la cocina.
- Mamá me siento mal, no quiero ir al colegio... - Fue la única respuesta que Annette recibió del joven que dormitaba en su sala.
- ¡Vamos Ron! ya son las 11:00 de la mañana, debes levantarte.
A regañadientes, Ronald Weasley se arrastro como pudo hasta la cocina. Lo que vio lo sacó de su adormecimiento, Annette llevaba puesto un delicado camisón de seda negro, de tirantes delgados que le llegaba a hasta 10 cm. por encima de las rodillas.
- ¿Te vas a quedar ahí parado? la comida se enfría - La melodiosa de la rubia lo sacó de sus pensamientos (N/A: debo decir que no estaba pensando precisamente en llevarla a comer helado al parque...). Al instante fue a sentarse a la mesa y comenzó a desayunar.
- Esto está delicioso, hace mucho no desayunaba tan bien - (N/A: como podrán notar, Ron perdió la horrible costumbre de hablar con la boca llena).
Annette se limitó a sonreírle tiernamente y a seguir en lo suyo, claro que de vez en cuando observaba al pelirrojo de reojo. Ron, por su parte, no era nada disimulado; no apartaba sus ojos de la muchacha, que cada vez que lo veía se tornaba de un rojo intenso.
- Buenos días, dormilona - Al ver a Harry entrar con una bandeja en sus manos, Hermione sintió como le volvía el alma al cuerpo. No podía creer que se había atrevido a pensar que su novio la abandonaría de una forma tan ruin.
- Buenos días, amor - Gateó por la cama para darle un tierno beso en los labios - Lo de anoche fue...
- Lo sé, no tienes que decirlo, yo también lo sentí - Dijo el muchacho mientras ponía la bandeja con el desayuno sobre la cama.
- Uhhmm, eso huele delicioso - alcanzó a decir la castaña mientras atacaba el suculento desayuno que su amante, si... Harry ya no sólo era su novio, era SU amante. Sonrió ante este pensamiento (N/A: sniff, sniff ¡yo quiero un amante lindo! TT
- Que bien que te guste, fue lo único bueno que pude aprender en casa de los Dursluey.
- No pensemos en esa gente, mejor disfrutemos lo que queda de la mañana y luego te invito a almorzar donde tu quieras.
- Te tengo una propuesta mejor..., nos quedamos un rato más en la cama, nos bañamos juntos y luego preparamos algo rápido, no me apetece salir. Prefiero estar aquí contigo.
- Esa, señor Potter, es una idea espléndida – Dijo la joven Granger justo antes de besar apasionadamente a su pareja.
El resto del día lo pasaron desnudos por la casa sin preocuparse por nada más que el placer de estar juntos y no tenerlo que ocultar.
Riiiiiiiiing...riiiiiiinng
- Ay que flojera contestar, ¿podrías hacerlo tu? – Preguntó una Hermione dormitante.
- Está bien, pero no te acostumbres.
El muchacho levantó el auricular y...
- ¿Hola?...¿cómo te atreves a llamarme?...
Continuará...
Hola, espero que les haya gustado el capítulo, se que es corto, pero lo hice lo mejor que pude.
Esperen la aparición de nuevos personajes y de algunos ya conocidos en los próximos capítulos.
Besos
Galadriel Malfoy
