Wola!! Vuelvo otra vez con retraso, pero he estado toda la semana fuera de casa así que mucho tiempo digamos que no he tenido y encima con los 'pequeños' problemillas del ff.net pues... T__T, pero bueno, os dejo con la historia, que es la de Koenma/Botan que pidió Danae, tenía uno planeado y lo había comenzado, pero lo dejé allí abandonado, pero ahora voy a aprovechar ese trozo para unirlo con este fic XD

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Variaciones

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Jugando

"¡George!" gritó Koenma por décima vez consecutiva.

Al cabo de poco tiempo después un monstruo de piel azul con cara asustada y cansada a la vez apareció abriendo las dos enormes puertas, para cerrarlas rápidamente y dirigirse donde estaba Koenma.

"¿Señor Koenma? ¿Hay algún problema?"

"¡Claro que lo hay! ¡Llevo mucho tiempo llamándote!" dijo casi gritando el chico del chupete.

"¿Y qué es lo que quiere?" preguntó casi con temor el ayudante.

"¡Quiero que le digas a mi padre que estoy harto de hacer todo esto!" al ver la mirada sorprendida de George sacudió la cabeza. "No, no digas eso. Trae a Botan."

Koenma siguió con la mirada a George hasta que este se fue. Cerró los ojos, haciendo que se calmara hasta que sintió una alegre voz casi gritándole a la cara.

"¡Buenos días Koenma!" dijo Botan al llegar frente su cara, haciendo que éste diera un pequeño salto del asiento por el susto. "¿En que puedo ayudarle?" preguntó la chica.

"Pues..." paró un momento. "¿Para que quieres que sea?" sin dejar pensar ni dejar hablar a la chica le comenzó a dar una lista de sitios donde tenía que ir para coger almas. Cuando finalizó volvió a mirar la chica. "¡Ya puedes ir!"

"¡Si!" dijo la chica sacando su remo y saliendo volando de la sala.

Dejó escapar un pequeño bufido al ver como la guía se iba a por más trabajo. Llevaban unos días agotadores, llenos de trabajo, nadie sin tiempo de tomar un pequeño descanso, excepto él. Él, siendo el que mandaba en esos momentos al no estar su padre, siempre podía hacer un pequeño respiro, aunque no solía pasar de media hora sin hacer nada, ya que después el trabajo se acumulaba.

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Botan volvió a mirar la lista bastante dudosa. Había estado mucho tiempo buscando una persona de la cual tenía que ocuparse de su alma, pero no la encontraba por ningún sitio.

"Que extraño..." murmuró la chica. Sacudió un momento la cabeza y levanto su mirada hacia el cielo con una gran sonrisa en su cara. "¡Ya lo se! ¡Voy a ir a su casa!"

Rápidamente se dirigió hacia la dirección que estaba escrita en el papel debajo del nombre de la persona y llego justo a un viejo edificio.

Salto del remo al entrar y dirigirse a la puerta que estaba buscando, aunque cuando llego delante de la puerta cerrada, dio marcha atrás para sacar su remo y entrar por la ventana que estaba abierta.

"Esta casa me suena..." dijo al ver todo el mobiliario del piso. "Tendría que ir rápido ya que aún no he cogido a ninguna alma y si Koenma se entera no quiero saber que es lo que puede llegar a hacerme."

Se dio cuenta de que solo había una persona en ese piso, una niña de seis años que yacía durmiendo profundamente en una cama de matrimonio.

"¡Ahora lo recuerdo!" murmuro débilmente con temor de levantar a la niña aunque estuviera en su cuerpo de espíritu. "Yo he venido aquí hace pocos días. Me lleve al padre de la niña..." intentó recordar esos momentos. "¡Si! Era el único hombre de la casa y... ¿en este papel hay el nombre de un hombre?" rápidamente miró hacia el papel, viendo con certeza de que era un nombre de hombre.

Comenzó a mirar los otros nombres de la lista, descubriendo que esos nombres ya los había leído antes y dándose cuenta de que esa lista había sido la del otro día.

Frunciendo el ceño y dejando escapar un bufido de indignación, volvió a sacar el remo para dirigirse hacia Koenma y decirle cuatro cosas.

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Las puertas de la sala de Koenma se abrieron en un intento de hacer ruido, pero que lo único que salio fue un pequeño crujido, consiguiendo toda la atención del chico que seguía lleno de papeles.

"¡Koenma-sama!" dijo decidida la chica. "Tengo que decirle cuatro cosas..." su voz cada vez fue haciéndose más débil, pero aún tenía encima la mirada del chico del chupete.

"¿Y que son esas cuatro cosas?" preguntó él. "Dilo rápido que tengo prisa."

"La primera es que esos encargos que me ha dado ya los hice el otro día. El segundo es que... hace un gran día..." dijo poniéndose un poco nerviosa. "La tercera cosa que quiero decirle es que... hoy esta mucho más joven que otros días... y la cuarta es que..." tragó saliva, lista para decirle lo que tenía que decirle. "¿Puedo tomar un descanso?" preguntó con un hilo de voz, mientras por dentro se iba maldiciendo ya que eso no era exactamente lo que se suponía que tenía que decirle.

Koenma se la quedó mirando extrañado para después levantarse del sillón y ponerse delante de ella.

"Primero ¿de verdad? No lo sabía..." dijo irónicamente. "Eso díselo a George que es el que trae los papeles. Segundo, me alegro de que haga un buen día, pero tengo trabajo. Tercero, cada vez que pasa estoy más joven, y no es para presumir, y cuarto... ¡no!" acabó, volviéndola a mirar y dirigiéndose otra vez hacia el sillón.

"Gracias y perdón por las molestias..." dijo Botan.

"¡Espera Botan!" ordenó Koenma al ver como la chica se iba. "He estado pensando en eso del descanso..." dijo haciendo que la chica se girara para mirarlo con los ojos llenos de felicidad. "¿Quieres descanso? Pues tráeme una taza de te y vuelve para que te de otra lista."

"¿Y el descanso? ¿Dónde esta?" preguntó ella.

"El descanso es el camino que haces para ir a buscar la taza de té y traérmela. Anda, ves." Dijo volviendo a poner su atención a los papeles de la mesa y escuchando como los pasos de la chica iban desvaneciéndose.

Al cabo de pocos minutos volvió a sentir la voz, esta vez casi gritando, de la guía espiritual diciéndole que le traía una taza de té bien caliente para que así se relajara más.

"Que amable..." dijo irónicamente sabiendo que la chica lo estaba haciendo solo para que le diera un pequeño descanso que él nunca le daría.

Botan se acercó hacia él para dejar la taza en la mesa, pero para desgracia suya, la taza se cayó en los pantalones de Koenma, el cual emitió un gran grito de dolor al sentir el té caliente por los pantalones y dio un pequeño salto a la vez.

"¡Lo siento, lo siento!" comenzó a disculparse la chica mientras tomaba el primer papel que se encontró y comenzó a limpiar, como pudo, el pantalón.

"¡Dame!" Koenma cogió el papel que tenía Botan y comenzó a limpiarse la parte donde ella no tocaba mientras, furioso, iba dejando pequeñas maldiciones en forma de murmuros. "Como mi padre se entere de que estoy perdiendo el tiempo así me mata..." dijo imaginándose la última escena vivida en su vida. "¡Y todo por tu culpa!"

"Pero así tendrás té durante todo el día..." dijo la chica para después darse cuenta de la frase sin sentido que había dicho.

"¿Quieres ayudarme?" dijo Koenma bastante estresado.

La chica rápidamente tomó otro papel y se dispuso a seguir limpiando los pantalones.

"Supongo que ahora solo falta lavarlos." Dijo la chica levantando el rostro para ver a Koenma. Siempre había querido de una forma especial a Koenma, ya que siempre estaba allí, dentro de lo que cabe cuidándola, aunque siempre dándole trabajo y más trabajo.

Koenma la miró al verla ahí parada sin hacer nada con todo el trabajo que tendrían. Hacía tiempo que en su mente solo había lugar para el trabajo y no para otras cosas y ahora, la verdad era que no tenía absolutamente ganas de trabajar.

Acercó sus labios a los de ella, convirtiéndose en un pequeño e inseguro beso que se fue haciendo más grande.

Se separaron lentamente para comenzar a jugar con sus manos, las cuales ambas recorrían por el cuerpo del otro, sin llegar a ningún sitio en concreto ni íntimo.

Varios papeles cayeron de la mesa por los movimientos que hacían ambos chicos para tener una posición cómoda para poder continuar con sus juegos, haciendo que la sala estuviera más desordenada que un principio.

"Koe..." dijo George que acababa de entrar y sorprendiéndose de lo que sus ojos estaban viendo.

Rápidamente Botan se apartó de Koenma, el cual miró asustado a George.

"¿Qué haces aquí?" preguntó Koenma cuando consiguió poder articular alguna palabra con sentido.

"Es que me equivoque y traje unos papeles del otro día y venía a cambiarlos..." dijo el de piel azul mirando hacia el suelo, sintiéndose culpable de no haber tocado la puerta.

"¿No has visto nada verdad?" preguntó el chico que seguía sentado en el sillón sorprendido y con temor a lo que su padre podría decir si lo hubiera visto. Al ver como George negó con la cabeza, dejo escapar un suspiro de alivio. "Esto... los papeles los tiene Botan, dale los que tiene que hacer y tu recoge lo que tiene ella. Y después iros los dos a trabajar, que no hay tiempo para juegos."

Los otros dos asintieron con la cabeza, haciendo un intercambio de papeles y saliendo por la puerta.

"No hay tiempo para juegos..." se volvió a decir a si mismo, levantándose y recogiendo todos los papeles que había por el suelo. Ya habría otro momento para divertirse, pero por ahora tenía trabajo, mucho trabajo que hacer.

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N/A: Sorprendente... a veces me preguntó donde tengo la cabeza cuando escribo pero por aquí no... ¬¬ No se como ha quedado, últimamente tengo bastantes problemas a la hora de escribirlos :S Cuantas más parejas diferentes hago, más difícil es hacer la siguiente :S o algo por el estilo... mejor dicho... tengo la mente muy oscura últimamente y se me hace difícil hacer fics sin nada oscuro de por el medio... debe de ser eso, creo. Da igual... pues ¡Espero que te haya gustado Danae!

Ceci – Tu pedido ya me lo pidieron y ya esta puesto, y es el capítulo cinco, así que cuando enviastes el email ya estaba puesto... (Me olvidé de decírtelo en el capítulo seis)

Yukii – Jajaja El remedio para eso es pasarte todos los días aunque sea un momento XD ¡Gracias! La verdad es que necesite mucho para poder hacerlo XD

Baalberi – Supongo que cada uno tiene su punto de vista. Yo de ti subiría el fic, no tienes nada que perder subiéndolo, así que... ¡yo te animo para que lo publiques! Pero como tú quieras, es tu fic y tú haces con él lo que quieras. Supongo que la respuesta de tu última pregunta sería vosotros seguirías leyendo y escribiendo fics XD

Inari-chan – Esto... al final del otro capítulo puse que cerraba las peticiones durante un tiempo y no puedo hacer ninguna excepción porque sería injusto, a parte de que después quizá más gente haría lo mismo y no es plan. Así que si eso, después de los otros pedidos que me quedan por hacer, cuando vuelva tu pedido será el primero que haga, pero ahora no puedo hacerlo. Lo siento L

Kikio-sama – XD Ya daba por imposible encontrar alguien que pidiera esa pareja XD Bueno, si quieres, lo dejo para cuando lo vuelva a reabrir, pero siempre cabe la posibilidad de que no lo vuelva a abrir o que tenga canas antes de hacerlo :S ¡Me alegro de que te haya gustado!

Sanasa – ¡Pequeñuela! XD Pues ya me dirás tú... la verdad es que al ser una pareja rara, tendría que quedar raro XD Oye! Gracias por ayudarme!! XD (maldito ff.net!! mira que hacer lo que le da la gana cuando le da la gana!!) XD Nuevo nombre, ¿lo has visto? XD

SoR@-IsHiDa – ¡Vaya sorpresa verte por aquí! ¡Me alegro de que te hayan gustado! La verdad es que si que has llegado tarde .__. Pero siempre puede quedar en la lista de que quizá algún día haga... pero tampoco te hagas muchas ilusiones, pero no te preocupes, quizá algún día te encuentras algo que te puede llegar a gustar XD

Ja Ne!!

Miembro del Lost Heaven