Wola! Pues en el capítulo de hoy... XDD Bueno, esta vez toca el Yukina/Shizuru que pidió Baalberi. ¡Mi primer yuri! XD Hace tiempo que tenía esta idea, y justo cuando vi que tenía que hacer sobre esta pareja me dije a mi misma que esa idea tenía que ir para ellas dos, así que aquí esta.

*  *  *  *  *

Variaciones

*  *  *  *  *

Nana

"¡Shizuru! ¡Hoy vendré un poco más tarde! He conseguido hacer que Yukina venga a cenar esta noche en casa y tengo que ir a buscarla..." Comentó alegremente Kuwabara, que se acababa de levantar de la cama y ya se había envuelto en su mundo de fantasías. "¡Ah! Vendré a las ocho y algo supongo, así que antes de que yo llegue con Yukina ¿podrías irte para dejarnos solos y así yo pueda declarar mi amor por ella?"

Su hermana dio una calada a su cigarro acabado de encender y miró a su hermano sin decir nada.

"Ya veremos..." respondió la chica y antes de que su hermano pudiera replicar, le tiró la bolsa donde llevaba los libros y lo tiró a la calle para que se callara y se diera prisa si no quería llegar tarde al instituto.

Después de cerrar la puerta con el cerrojo, se tiró al sofá y encendió la tele, dispuesta a pasar una mañana llena de aburrimiento.

···················

"Has dicho que vas a cenar a casa de Kuwabara?" preguntó Genkai para asegurarse de que había escuchado bien y que no era una broma que sus oídos podían estar gastándole.

"Si, Kazuma ha dicho que ya vendrá a buscarme y que me traerá."  Contestó dulcemente Yukina sonriendo.

"¿Y no sabes a qué hora te traerá?" preguntó otra vez la mujer más adulta.

"No, supongo que después de cenar." Volvió a responder la chica.

"Ya... pues que te diviertas." Comentó la mujer mientras recibía otra sonrisa de la chica.

"Gracias."

···················

"¿Si?" el sonido del teléfono la había despertado del sueño que le había entrado al estar tumbada al sofá y no tuvo más remedio que cogerlo ya que no paraba de sonar.

Miró un momento hacia la ventana para ver más o menos cuanto tiempo había estado durmiendo. Ya eran más de las cuatro y resulta que no tenía hambre.

"Suerte que no me has hecho caso cuando te he dicho que te fueras antes de que viniera, o por lo menos por ahora. Verás, resulta que tengo que ir a casa de Yusuke y de unos cuantos chicos más porque tenemos que entregar algo para mañana. Es algo fácil, vendré antes de cenar, lo que pasa es que no podré ir a recoger a Yukina." Kuwabara cogió aire, listo para pedir un pedido a su hermana, cosa que nunca solía hacer ya que ella siempre pasaba de él. "¿Podrías ir a buscar a Yukina por mi?" No se escucho nada de la otra línea del teléfono, tan solo la respiración tranquila que la chica iba manteniendo.

Volvió a mirar la ventana, no hacía un mal día, y de paso podría ir a comprar algo de comida.

"Si, ya la traeré."

Antes de que su hermano pudiera agradecerle el favor, ella ya había colgado el teléfono, preparándose para ir a comprar y después, sin ninguna prisa ya que tenía tiempo, ir a buscar a Yukina.

···················

"¿Shizuru?" preguntó una pequeña voz al ver a la chica y no a la persona que esperaba.

"Hola Yukina. Mira, Kuwabara ha tenido ciertos problemas y he tenido que venir yo a buscarte. Dice que vendrá antes de cenar, así que no te preocupes."

La chica más alta miró a la pequeña intentando ver en su rostro algo de pena, tristeza o algún sentimiento parecido, pero tan solo pudo ver como los ojos rojizos de la chica la miraban y le sonreía.

"Gracias por venir a buscarme."

Anduvieron por las calles de la ciudad, siendo la mirada de toda la gente. Nunca se solía encontrar, en estos años, a una chica con kimono, a parte de que ya de por si, la chica llamaba la atención. El cabello, sus ojos,... no parecía humana.

Shizuru, por su lado, intento mirar agresivamente a las personas que le ponían un ojo a la otra chica. Por miedo de que le pasara algo, de que no estuviera cómoda por todas esas miradas, y así lentamente, la gente fue apartando la vista de ellas.

La morena abrió la puerta de su casa, dejando a la vista de Yukina una casa bastante desordenada y un poco sucia.

"Perdona, sé que no es la impresión que te esperabas, pero ahora lo arreglo todo. Acomódate como si estuvieras en el templo, y si quieres puedes poner la tele o hacer lo que quieras." Dicho esto, Yukina ya se encontraba sentada al sofá por cortesía de Shizuru, la cual ya estaba recogiendo todas las cosas que estaban tiradas por el suelo.

Media hora más tarde, la morena se tiró al sofá agotada y entrecerró los ojos. Pero no tardo mucho para abrirlos ya que le estaba comenzando a entrar hambre. Miró el reloj, se estaba haciendo tarde y su hermano aún no había regresado de casa de su amigo.

Su mirada volvió a la otra chica, sentada en el sofá, aún sin parecer completamente relajada y su mirada a la nada. Sentía lástima por la chica, al tenerse que fijar en el total desastre que era su hermano, de tener que estar allí porque él mismo había decidido quedar y resulta que no era capaz de venir pronto.

Encendió la tele, intentando que la otra chica pusiera atención a lo que salía en la televisión y olvidara, aunque sea unos momentos, a su hermano y en lo que habían quedado.

Nada.

Yukina seguía igual, absorbida en otro mundo, algún mundo seguramente de tristeza.

"Duerme, duerme y sueña a tener..." el murmuró que dejó escapar la chica morena hizo que la otra chica la mirara curiosa.

"Shizuru... ¿qué haces?" preguntó con temor al haber parado eso que parecía una canción.

"Canto una nana." Shizuru vio que su respuesta hizo que Yukina se quedará aún más curiosa. "Es lo que cantan los padres a sus bebes para ir a dormir."

"¿Podrías cantarme alguna?" Preguntó Yukina siguiendo con el tono débil con el que llevaban hablando desde que Shizuru había comenzado a cantar.

Shizuru sonrió, su hermano nunca le había pedido algo así cuando era pequeño. Era como tener una nueva hermana.

"Claro, pero primero será mejor que vayamos a comer algo."

Después de haber recogido todo de la mesa cuando acabaron de comer, Shizuru volvió a hablar.

"Mira, te dejo algo de ropa y te acuestas un ratito a mi cama, cuando venga mi hermano ya te levanto y así, por ahora, descansas un poco. ¿Qué te parece?"

"Pero..." Yukina le había dicho a Genkai que Kuwabara la traería después de cenar, no podía dejar que ella se quedará esperándola hasta vete a saber cuando.

"No te preocupes por Genkai, le dije que te quedarías a dormir a casa por que ya me imaginaba que esto iba a pasar." Contestó Shizuru sabiendo cual era el problema que tenía la otra chica.

Yukina no tardó mucho en ponerse un pijama que le había dejado la morena y tumbarse a la cama, siendo recibida por unas cálidas sabanas que taparon su cuerpo.

Sus ojos rojos se encontraron con los marrones de la morena, sin decir nada, tan solo pidiendo con la vista.

Shizuru se sentó al lado de ella y en susurros débiles comenzó a cantar.

"... Duerme, duerme y sueña con ser de tu mejor tesoro el guardián: el amor que yo en ti he volcado, de eso tienes mucho que dar... Duerme y duerme, aquí estaré, las nubes serán tu colchón, que ni el viento ni la brisa te dejen de acariciar, pues tú eres mi Don... Duerme, duerme y sueña a tener..." Su voz se apagó cuando vio como el rostro dormido de la chica estaba relajado.

Le besó la frente y comenzó a levantarse hasta que vio que la chica volvía tener los ojos abiertos.

"Kazuma..." murmuró la chica que yacía tumbada en la cama. "¿Por qué no viene?"

Shizuru agachó la cabeza, su hermano no se la merecía, no tenía derecho a hacer sufrir a alguien tan inocente como ella.

"Debe de tener mucho trabajo que hacer, dijo que era para mañana, así que..."

Y aún así ayudaba a su hermano, para que la chica no sufriera tanto.

"Seguramente prefiere estar con sus amigos que conmigo, y tiene toda la razón de hacerlo. No soy la chica perfecta para él, no soy capaz de decirle lo que realmente siento, quizá esto hace que..." sus palabras se cortaron, no sabía que pensar ni que decir, todo era demasiado confuso para ella, un ser que hace poco que había salido a la luz.

"¿Pero qué dices? Kuwabara se tiene que sentir orgulloso de tenerte a tu lado. Eres algo único, tienes un encanto especial y mi hermano tiene suerte."

Yukina sonrió, esa era la primera vez que alguien le decía eso, que alguien le daba elogios, y se sentía feliz.

"Gracias."

"De nada, aunque tan solo era la verdad. Somos personas y nos gustan que nos digan las cosas buenas que tenemos." Comentó Shizuru haciendo que Yukina la mirará sorprendida.

"Pero yo no soy..." Yukina volvió a callar, esta vez no por el hecho de que las palabras no salían, sino por el dedo que se había posado en sus labios en forma de silencio.

"Somos iguales." Contestó la morena tomando la mano de la otra chica. "¿Puedes sentir los latidos de tu corazón?" preguntó la morena al poner, con su mano, la pequeña mano de la otra chica en el pecho recibiendo un movimiento de cabeza afirmativo de Yukina. "¿Puedes diferenciarlo con este?" preguntó al llevar la mano de la chica hasta su propio pecho.

Yukina negó con la cabeza.

"Y tu rostro..." Shizuru soltó la mano de la chica para que sus propias yemas de sus dedos pudieran acariciar el rostro de la chica de enfrente de ella, con cuidado, con temor de romper ese rostro de cristal.

La de los ojos rojos imitó los movimientos de la morena, posando su pequeña mano en el rostro de la otra, acariciándolo lentamente.

"... es el mismo que el mío..." finalizó Yukina recibiendo una sonrisa de la morena, la cual después le beso la mejilla.

Yukina volvió a sonreír. Otra vez, Shizuru había sido la primera, sin contar a su madre, que le había dado un beso.

Era una muestra de cariño, algo que casi nunca podía recibir. Kuwabara le daba el cariño, pero tenía miedo al tocarla, así que nunca se permitía ese lujo.

Y ella quería cariño, sin que ningún temor se pusiera en medio.

Así que esta vez fue ella quien le devolvió esa muestra cariñosa, no en el mismo lugar, tan solo unos centímetros más de distancia, en un lujar más rosado, más cálido.

Y Shizuru se dejó llevar, sin el miedo que antes le podía haber entrado al ser capaz de dañar esa frágil joya de cristal, pero aún así vigilando todo, yendo con preocupación, dándole con el beso en los labios que Yukina había comenzado las palabras que esa joya necesitaba: cariño, cuidado, atención,...

Pero tuvo que parar, no quería aprovechar ese momento de debilidad, no quería meterse en el cariño que ella podía tener hacia su hermano, aunque para eso tuviera que sufrir toda sola, aunque tuviera que hacerse daño a si misma.

"Será mejor que te vayas a dormir." Ordenó mientras volvía a tapar a Yukina con las mantas para que no tuviera frío.

"¿Puedes dormir conmigo?" preguntó inocentemente y la mayor no tuvo la fuerza suficiente para negarse.

Se tumbó a su lado, tapándose y cerrando los ojos, para sentir como unos pequeños brazos la rodeaban en un tierno abrazo.

No necesitaba ver, el sentido del sentir le hacía entender que Yukina había apoyado la cabeza en su hombro, que la había abrazado y se había acercado a ella en busca de calor, un calor con doble significado y ambos llenos de inocencia, como ella.

Yukina sentía la respiración de Shizuru, podía afirmar que ya estaba dormida, de que ahora tan solo ella estaba despierta en esa casa, que en esos momentos, estaba oscura.

Y suspiró silenciosamente.

Podía sentir una canción...

No precisamente una nana, una canción de amor, una canción silenciosa, sobre un amor imposible y no venía de Shizuru, tan solo venía de dentro suyo, de los sentimientos que esa noche habían hecho acto de presencia.

Pero la voz, esa voz que tan solo podía escuchar ella, era la misma voz que la de la nana, una voz con un tono esperanzador, con un tono que pedía cariño y oportunidades para algo que nunca podría ser.

Cerró los ojos, esperando poder dormir sin escuchar ese canto que dañaba por dentro. Hundió su cabeza, todo lo que pudo, en la espalda de la morena y consiguió dormirse.

······················

Shizuru abrió los ojos al sentir el teléfono sonar.

Dejó escapar un gran bostezo y miro hacia todos los lados para ver como Yukina aún seguía durmiendo abrazándola. Lentamente apartó esos pequeños brazos y cogió el teléfono.

"¿Si?"

"¡Shizuru!"

La chica apartó el teléfono del oído al sentir como su hermano gritaba su nombre por el teléfono.

"¡He estado toda la noche haciendo el trabajo! ¡Ohh! ¡Dejé a Yukina cuando habíamos quedado!" la chica podía escuchar perfectamente como entre todos los lamentos que hacía el chico iba dejando escapar algún sollozo.

"No te preocupes, le dije que tenías que hacer un trabajo, pero que no tardarías mucho..." comentó la chica volviendo a mirar la cama.

"¡Dile que lo lamento muchísimo!" Suplicó Kuwabara recibiendo una respuesta afirmativa de su hermana, la cual después colgó el teléfono sin despedirse.

La chica volvió a la cama y sacudió suavemente a la chica que aún estaba dormida, haciendo que esta dejará escapar un pequeño gemido y abriera sus ojos para encontrarse con los de la morena.

"Buenos días Yukina."

"Buenos días."

Yukina se levantó de la cama y siguió a Shizuru hasta el comedor, donde la morena se dispuso a preparar algo con la ayuda de la otra chica.

Justo acabar el desayuno, alguien tocó el timbre de la puerta y Shizuru fue a abrir.

Yukina pudo ver que en la puerta estaba Kuwabara pidiendo disculpas y Shizuru golpeándolo y gritándole por el retraso y todo lo que había hecho.

Sonrío y suspiro.

"Quiero escuchar otra nana de Shizuru..." murmuró sin llegar a ser escuchada mientras Kuwabara llegaba hacía ella y se volvía a disculpar mientras Shizuru los contemplaba con una falsa sonrisa.

"Algún día, volveré a cantar otra nana." Comentó Shizuru mientras se iba a su habitación seguida por la mirada extrañada de Kuwabara y el rostro feliz de Yukina. "Algún día..."

························

N/A: ¡Aquí se acaba! Espero que os haya gustado. Desde mi punto de vista, creo que para ser mi primer yuri, tampoco ha quedado muy mal. Bueno, creo que la historia que tenía en mente me gustaba más, pero eso que siempre sale otra cosa... ¬¬

¡Nana! La idea vino del manga que se llama así, de Ai Yazawa, y también por las nanas de dormir. La nana que 'medio canta' Shizuru, es una que encontré por internet buscando, es de un grupo, creo que de Mago de Oz, pero bueno, las otras eran demasiado infantiles así que tuve que poner esa.

Kiri Miyamoto: ¡Me alegro que te haya parecido bien la idea! ¡Pues aquí esta el yuri! Pedir... hace unos capítulos (no preguntes cual) avisé de que por ahora no acepto más pedidos, quizá algún día volveré con este fic, quizá cuando acabe los que me quedan o quizá dentro de unos meses o quizá nunca. Así que no te puedo decir que lo voy hacer o no, dejémoslo en un 'quizá...' ¡Muchas gracias!

Sanasa: Siempre aparezco en el momento perfecto... XD ¿Te ha gustado? ¡Me alegra de sentirlo! La verdad es que cuando lo acabe me quedé en blanco, tan solo pensaba de que quizá era OOC, pero bueno... creo más en la opinión de la gente sobre mis fics que la mía propia XD ¡Mira! ¡Has leído tu primer yuri! XD

Iris: A ver, como antes, ya no acepto más parejas, aunque quizá algún día vuelva a 'abrir las peticiones'. Estoy haciendo un fic, 'Miedo a Perderte', que es sobre cada personaje, un capítulo habla sobre Shizuru y habla un poco sobre Sakyo, puedes pasarte y leerlo si quieres. ¡Me alegro de que te haya gustado el Kurama/Botan!

Yukii: No tiene nada de malo leer fics de parejas no tan típicas, tienen su encanto *-* Pues me alegro de que te lo leas, porque la verdad es que cuando vine al fanfiction.net, mi idea era hacer fics de parejas no muy convencionales para que la gente se los leyera, así que... XD Yo tampoco me leído ningún yuri y esta es la primera vez que escribo uno, pero la verdad es que no me ha desagradado al hacerlo con un amor 'inocente'.

SoR@-IsHiDa: XD Me alegro que te haya gustado aún por la pareja que era XD ¡Espero que para ser tu primer yuri te haya gustado!

Azusa Hino:  XD ¡De nada! Total, es una manera de comprobar mi capacidad para ver otras parejas que no tan solo son las que me salen a mí XD Pues... que te vaya bien este verano con todo lo que tienes que hacer :P

Y los dos capítulos que quedan:
1. Mokuro/Hiei (Danae)
2. Yusuke/Hiei (Sanasa)

Aviso: Hace unos días que el ordenador se me estropeo sin encenderse. Ahora ya se enciende, aunque cada dos por tres se apaga, así que aún esta estropeado. Y seguirá con sus manifestaciones de jubilación hasta que los seres que me crearon  tengan piedad de mí y me compren uno nuevo. Lo que quiero decir con esto es que no sé cuando podré volver a enviar los fics, ni leer, ni nada, tendré que hacerlos a mano (aunque eso es lo que hago desde que se me estropeo, pero al final acabo dibujando). Este ya lo tenía hecho de hace tiempo, aunque justo cuando tenía planeado de subirlo, pasó esto, así que no pude, y un poco más y pierdo el fic. Bueno, no me enrollo. No sé cuando podré volver a conectarme, si será hoy o quizá para navidad, así que hasta la próxima vez, sea cuando sea. (Los jueves, como voy a casa de mi prima, ya miraré de hacer algo, pero no prometo nada).

Ja Ne!