Shuichi´s Live Action 2.00

Con la boca completamente llena de guindas escarchadas, Ryuichi jugaba con su peluche en unos escalones del holl lejos del tumulto. Hizo varios sonidos, en emulación de motores de varios vehículos, girando la cabeza al parecerle ver algo rosado moverse por el rabillo de uno de sus ojos.

-¡¡SHUICHIIIIIIIII!!

Una amplia sonrisa se extendió en su cara al ver salir del cuarto de baño al joven cantante con una expresión desconcertada y rostro rubicundo.

Sakuma paso una pierna por encima del pasamanos, y utilizando este a modo de tobogán, consiguió velocidad suficiente para tras un par de metros de "vuelo" en el aire, caer en plancha sobre Shindou que no lo había visto, consiguiendo de paso casi matarle del susto.

¡Te vi cantar! ¡Fue divertido noda!

Sakuma sonrió aun más ampliamente poniéndose en pie, con el traje de chaqueta oscura completamente arrugado y la camisa blanca tan abierta que podría haberse considerado casi que no la tenia puesta, para a continuación ayudar a levantarse al joven de cabellos rosados que parecía un tanto desorientado.

Quise subir a cantar contigo, pero Thoma no me dejo! –puso un mohín furioso a la par que zarandeaba enérgicamente a Kumagoro sobre su cabeza, en una pataleta claramente infantil que borro el poco aire adulto que su torso desnudo junto con el collar de pinchos hubieran podido preservarle- ¡Y eso después de traerme aquí engañado, diciéndome que me invitaría a un "Banana Shirt"! ¡Thoma es malo!... ¿? Shuichi ¿me estas escuchando?

Ladeó la cabeza con curiosidad, pasando una mano por delante de los ojos de mirada perdida del cantante hasta que este reacciono. Pestañeando de forma confusa pareciendo verle por primera vez.

-Eh? Ah? Sakuma-san...

-¿Te encuentras bien? Antes estabas muy rojo nanoda...

-Ah? Eh! yo... es que en el baño yo... –volvió a ponerse nervioso.

-¿Estas estreñido? –pregunto con ojitos pequeños y mueca preocupada el cantante de NG. Shindou volvió a ruborizarse.

-¡NO!

-Entonces es que tienes diarrea

-¡¡TAMPOCO!!-

-¿Almorranas nanoda?

-¡¡QUE NO LE PASA NADA A MI CULO!!- tras gritar esto, Shuichi se tapo la boca con cara de espanto y las mejillas inflamadas casi tan oscuras como el propio color granate de su camisa.

-Eso es bueno. Kumagoro estaba preocupado noda- ante la sonrisa sincera y despreocupada del otro cantante el tic nervioso de su ojo cedió, y suspirando un tanto más tranquilo, recordó súbitamente cual era su objetivo en el momento previo de haberse encontrado con el otro cantante.

-¡El jardín! ¿Sabes donde esta?

-¿Bardin? –Sakuma extrañado adopto pose de juglar con instrumento de cuerda- ¿quieres seguir cantando?

-¡Jardín!- insistió el joven de cabellos rosados.

El cantante de NG le dio una pintura de cera color verde.

-¡¡Jardín!! ¡No verdín!! ¡¡Jardín! ¡¿Qué donde esta el jardín?!- Shuichi utilizó la pintura para ponerse a dibujar en la pared que tenia en frente, figuras como palmeras esquemáticas, árboles raquíticos, fuentes desniveladas e incluso un león deforme apenas reconocible o el kanji que significaba "jardín" varias veces subrayado por debajo- ¡¡El jardín!!

-Ahhhh siiii...- Sakuma entrechoco las palmas de las manos y quitándole la pintura a Shindou empezó a dibujarle un mapa justo al lado del león- ... y subes por el ascensor de servicio desde la cocina. Llegas a este pasillo, hasta la esquina de la estatua de bigote raro, donde tienes que entrar por la habitación trescientos cincuenta y seis, allí una señora mayor muy agradable te dejara una cuerda si no esta dormida.... Saltas por el balcón y llegas a la piscina, ahí tiras recto y en el seto con forma de elefante, tuerces a la izquierda. Ahí esta el jardín.

Shuichi miró el esquema confundido pensando si de verdad no habría otra forma más fácil de llegar al patio.

La brisa en el espacio verde era clara y fresca, pero Eiri sentía como su agitación interior crecía por momentos. De haber tenido corbata, en ese momento se estaría aflojando el nudo.

Miro la luna creciente en aquella noche brillante, y empezó a sentirse nervioso, impaciente, aunque no supiera exactamente hacia que. El escritor volvió a mover los hombros con irritación, mirando de reojo la piscina, cuyas aguas reflejaban el astro blanquecino a bastantes metros de donde él se encontraba.

-Que noche más pegajosa –murmuro a disgusto sintiendo como su cuerpo transpiraba levemente bajo sus prendas oscuras.

Se descubrió a si mismo, observando el agua con ojos anhelantes.

Definitivamente habría echo mejor quedándome en casa

Parecía bastante desolado debido a la mucha búsqueda con poco resultado. Tatsuha no entendía como el cantante de NG había desaparecido tan rápido.

-My honey Ryuichi ..... ¿dónde estas? –lloriqueó Tatsuha abandonando la gran ala reservada para la gala. Se aparto el cabello de la frente con sensación de calor. Ello desembocó en la búsqueda de un lavabo, para tratar de refrescarse el rostro.

Siguiendo las varias explicaciones que le facilitaron de donde se encontraba, se encontró en los pasillos a un hombre tirado en el suelo con una pequeña plaquita en el pecho que le revelaba como gerente. Estaba boca arriba, con los ojos en blanco y casi echando espumarajos por la boca mientras sufría un ligero tic. Aquel comportamiento podría haber llegado a asustarlo sino lo hubiera visto previamente en alguna que otra ocasión, al manager de Bad Luck, dotando al desconocido de un gran parecido con Sakano por razones obvias.

De igual forma, el motivo de tan singular reacción lo tuvo en conocimiento rápidamente, cuando al girar la cabeza hacia el lado donde la mano del hombre estaba extendida retorciéndose, descubrió a los dos cantantes, aparentemente discutiendo sobre un mapa dibujado en lo que por el aspecto, era un costoso y antiguo papel de pared.

Tatsuha sonrió ampliamente, empujando al hombre a un rincón para que quedase bien oculto tras las cortinas de uno de los ventanales (no fuera a recuperarse de la conmoción y le estropease los planes queriendo retener a los vocalistas), y acto seguido estirarse el esmoquin con una de sus galantes sonrisas, ignorando los zapatos temblorosos que pese a todo se asomaban por debajo de los doseles.

-¡¿A si que estabais aquí?!- se acercó rápidamente a los cantantes tomándolos a ambos por los hombros con la mayor de las confianzas- ¡¿Sobre que estabais hablando?!

Con aparente sumo interés, el menor de los Uesugi miró los dibujos deformes de la pared, pareciendo ubicarse mejor en el tema gracias al kanji. Alzo una ceja un tanto desconcertado antes de preguntar:

-¿El jardín?- sus ojos se entrecerraron con malicia- ¿quién lo busca?

-Ah, yo... creo que Yuki esta ahí... pero ya no estoy muy seguro...

Con la sonrisa iluminándose nuevamente en su cara, Tatsuha tomo con ambas manos los hombros de Shindou para alejarlo de Sakuma.

-Ah! ¿ya hiciste las paces con mi hermano?¡¡Haberlo dicho antes!!- lo condujo unos cuantos pasos, casi demasiado deprisa para parecer natural, separándolo de Ryuichi que miraba con curiosidad silenciosa, los intentos de Shindou por hablar que el moreno no obstante tan bien estaba sabiendo truncar.

el jardín esta al final de este pasillo- indico una dirección con la cabeza- a la izquierda y luego en la siguiente esquina a la derecha –pasó a clavarle las uñas en el hombro a la par que se inclinaba hacia su oreja y le murmuraba en un tono bajo y amenazante- y mas te vale que lo encuentres y no vengas a incordiar luego por aquí a no ser que quieras ser parte "activa" de lo que quiera que consiga hacer con él con un poco de suerte...

Dándole un ultimo empujón a modo de lárgate ya o "fus", dejo a Shuichi con cara estúpida en mitad del pasillo antes de que con una sonrisa exageradamente servicial, el menor de los Uesugi regresa a su posición anterior con el cantante de NG, que aun con su esmoquin serio y su camisa blanca entreabierta mostrando un torso adulto casi perfecto, ofreció un aspecto dispar al llevarse la oreja de su conejo de peluche a la boca y empezara mordisquearla con expresión llorosa de abandono.

Junto a la ponchera, Hiroshi estaba sirviéndose una copa con aire ausente. Tanta gente para darse cuanta al final que estaba más aburrido que la vez que estando sólo en su casa, tuvo la fantástica idea de ponerse a colocar cosas viejas y llevado por el tedio, finalmente había terminado haciendo payasadas varias, hallándole en una cuestiónale postura con una muñeca hinchable de peluca rosa y un juego de twister, por Shindou en compañía de Sakuma, en una visita sorpresa de ambos para invitarle a cenar. Sobraría decir quien de ellos recibió la sorpresa de forma mas impactante.

Suprimiendo el vergonzoso recuerdo de su mente mediante un escalofrió, se llevo el liquido a los labios con una mueca cansada antes de ver pasar, casi corriendo, a Suguru perseguido por casi una docena de ancianas que murmuraban cosas de carácter comprometido entre ellas, dejando escapar risitas sospechosas a su paso.

Suspiró, tomando un trago más de su copa antes de sentir como la presencia de su imponente manager se hacia un sitio junto a la mesa, a su lado.

-JAJAJJAA, Realmente da gusto ver cuando en una promoción, obtienes casi el cien por cien de los resultados esperados. It´s great!

Con una sonrisa prepotente, rubio americano le quito la copa de las manos al guitarrista para tomar un sorbo de ella con completa confianza. Nakano sorprendido, le miro con una ceja alzada.

-Por cierto para haber estado estos dos últimos días con un brote tan peligroso y contagioso como puede ser una cepa de malaria africana tienes muy buen aspecto...

Hiroshi sonrió forzado, empezando rascarse la mejilla con nerviosismo.

-Si bueno, en realidad...

-¿Te imaginas que pasaría no estuvieses curados? La malaria es una enfermedad que se propaga sumamente deprisa... – el manager sonrió con malicia antes de estornudar de una forma un tanto teatral encima de otros dos visitantes que habían estado lo suficientemente cerca como para estar escuchando toda la seudo conversación y además, casualmente, parecían haberse puesto un tanto nerviosos ante las ultimas palabras del manager.

Oh!, excúseme! Creo que estoy un poco.... enfermo

-No... no pasa nada –repuso formalmente uno de los dos desconocido con una sonrisa forzada. No obstante, por la expresión de pánico que adopto a continuación hacia su acompañante, cualquiera hubiera jurado que si que pasaba...

"Jardín" esa era la palabra que ardía con fuego en su mente. Las fosas nasales se le habían dilatado completamente ante la fogosidad nerviosa con la que respiraba a cada paso que daba. Yuki estaba sólo, y estaba en el jardín. En los jardines solía haber grandes extensiones apartadas de vegetación en la que uno podía pararse a hacerse arrumacos sin llamar por ello la atención de otros visitantes.

Resopló.

Donde nadie le impediría que en cuanto el novelista se descuidara, pudiera mordisquearle la oreja para arrancarle uno de esos sensuales suspiros que luego tanto se avergonzaba en revelar.

Volvió a resoplar.

Donde quizá el rubio estaría un tanto más "anhelante" de lo habitual si se había tomado mucho de aquella mala mezcla que Tatsuha había preparado inicialmente para ofrecérsela Ryuichi.

La imagen de un Eiri atractivamente ruborizado, con la camisa abierta resbalando sensualmente por sus hombros, a la par que dejaba escapar un excitante gemidito le provoco a Shuichi un súbito mareo que le hizo trastabillar hacia un lado, teniendo que buscar apoyo un una pared contigua. Encontrándose con una hemorragia nasal al llevarse inconscientemente la mano a la nariz.

-Yuukiiiii...- jadeo nervioso, arañando la pared con determinación y algún resto de sangre húmeda sobre el labio- hoy serás mío jejeje, me da igual aprovecharme de las circunstancias, hoy no vas a tener ningún libro con el que defenderte jajajajaaa. ¡¡SOY SHINDOU SHUICHI Y NO LE TEMO A NADA! JAJJAJAJJAJAAA

Empezó a carcajearse él sólo en mitad del pasillo, asustando a unas damas que se cruzaron con él, acelerando de forma poco discreta el paso para dejarle atrás cuanto antes.

El cantante se puso resueltamente en pie, con una mueca de perseverancia y auto confianza que le dignificaron, en un aire serio y maduro a la par con su indumentaria regia oscura.

Tras unos segundos de autovanagloriación interior, esbozo una gran sonrisa.

-Yuukiiii espérame que voy a burcarteeeee!!!!

Las mejillas se le evidenciaron ligeramente ovaladas y carmesíes, de un modo bastante cómico, tras lo cual empezó a pegar ridículos saltitos de una forma un tanto denigrante lo que le faltaba de pasillo.

-Ya me han vuelto a dejar tirada – se lamento Noriko con cara de aburrimiento, pegando un pellizco a la mano que "accidentalmente" la estaba sobando el trasero- si lo llego a saber me traigo a la renacuaja así al menos me hubiera reído un rato...

Camino un poco sin mucho interés entre la gente, descubriendo entre ellos por causalidad a Fuyisaki, cabeza gacha a paso acelerado, intentando despistar a la caravana que traída detrás que ya no eran una docena sino dos, de señoras que lo seguían "sutilmente" y que en conjunto empezaban a parecer que estaban bailando la "conga", solo que mucho mas rápido y sin música.

La mujer, con una sonrisa malvada, puso un pie en el camino del joven justo en el momento en que este sin verla, pasaba a su lado.

-K-san... no es por incordiar, pero ya vas por la quinta copa y el ponche esta bastante cargadito... –murmuro Nakano, contemplando nervioso la sonrisa satisfecha con la que el rubio termino la bebida- ... quizá deberías dejarlo, o al menos esperar un par de minutos entre copa y copa.

El americano suspiró de forma aletargada, dejando caer sus párpados en una expresión somnolienta con el rostro ligeramente rojizo, primeros síntomas de ebriedad en algunas personas.

¿K-san? ... – el mentado se puso en pie con expresión somnolienta, haciendo amago de retirarse- ¿Qué pretendes?- indagó el guitarrista asustado al verlo regresar a los pocos minutos con un rifle de mira telescópica, para depositarlo tranquilamente sobre una mesa pequeña junto a una ventana apartada para empezar a calibrarlo.

-Mi pequeñín se estropea si no se pone a punto de vez en cuando – el americano con las mejillas marcadamente sonrojadas acarició el arma negra provocando un escalofrió en Hiroshi, que nunca había sentido tanta atmósfera de intimidad entre un hombre y su arma.

-¿Pero a qué vas a disparar? –echo un vistazo al jardín que bajo la pobre iluminación, a penas se podían distinguir sombras y contornos mal definidos.

-Tórtolos –murmuró con una sonrisa malvada, ajustando el enfoque a través de la mira- y por favor...

Con confianza soltó el arma y le dio una sonora cachetada a Nakano en el trasero, como si de una camarera de bar de "strip tease" se tratase.

...Tráeme otra copa, que a esta fiesta hay que darle algo de vidilla....

Una brisa nocturna le acaricio el rostro al doblar la última esquina. Unos cuantos árboles de aspecto saludable, le anunciaron su llegada tras la puertas abiertas de color nacarado que tenia a pocos metros. El cuerpo le tembló.

"Tranquilo" "Recuerda lo que dijo Tatsuha, nada de payasadas... no quiero estropearlo"

Camino hacia las puertas con aire exteriormente sereno y al salir plenamente al jardín lo encontró habitado tan sólo por algunos y pequeños grupos de gente que conversaban quedamente.

-¿Yuki?

Con una mirada azorada, paseo lentamente por la explanada verde en busca de una cabellera rubia, de la que mirase por donde mirase no había ni rastro. Empezó a ponerse nuevamente nervioso. ¿y si no estaba ahí?, ¡¿Y si se había marchado sólo a casa?! O peor aun, ¡¡¿Y sino no se había marchado sólo?!!

No, no puede ser... Seguchi-san estaba con Mika....

A Shuichi le había empezado a convulsionar un ojo, dejando de igual forma escapar de forma inconsciente pequeños gruñidos a través de los dientes fuertemente cerrados. Llego al borde de la piscina en el mismo momento en que se escucho un chapuzón, y al girarse a mirar quien era el idiota que ya estaba haciendo la broma de tirarse o caerse por la borrachera a esas horas de la noche y además sólo, descubrió únicamente varias burbujitas saliendo un agua enturbiada.

-Será mejor que siga buscando a Yuki.... –murmuro con los párpados caídos, empezando a encorvarse hacia delante en un gesto desalentado y deprimido.

Nuevamente un sonido proveniente de la piscina. Al girarse a ver que pasaba retrocedió de un salto con una mueca espantada al ver una forma oscura y empapada abalanzarse sobre él.

-ARGGGGGGGGGGGG ¡¡YUUUKIIIIIIIII!!

-¿Qué quieres baka?

-¿Ah? ¿Yuki? –bajo los brazos incrédulo y descubrió que efectivamente se trataba del rubio, con la ropa pegada al cuerpo y el cabello completamente chorreante. Pestañeo confundido, ladeando el cuello para mirar a la espalda del escritor y comprobar que era efectivamente él, el que acaba de salir de la piscina.

Na Yuki!- levanto un dedo señalando el agua con aire acusador, junto con una ceja enarcada ligeramente por encima de la otra- ¡¿no me dirás que ya estas borrachín?!!

Cuando volvió centrar su atención en el rubio, este le devolvió una mirada ardiente. Todas sus futuras tretas y pensamientos evaporándose ante ese simple gesto, ruborizándose de forma delicada cuando el novelista levanto las manos y le tomo el rostro entre ellas en una suave caricia.

-Yuki....¿qué.... ¿qué ocurre?

-No había podido decirte que esta noche estas realmente adorable...

-Yuki.... –Shuichi cerró los ojos cuando los labios del escritor se posaron en los suyos, sintiendo la frescura y humedad del cabello y la piel del rubio contra sus mejillas acaloradas. Ninguna resistencia ofreció cuando tras el casto beso, la lengua de Eiri se abrió paso a hasta su boca.

....ummn- se sintió plenamente subyugado por las manos del rubio, que humedecidas, fueron entrado en calor al contacto con su ropa y posteriormente con su piel cuando desabrocharon un par de botones de la camisa burdeos e introdujo una mano por la abertura para acariciar el pecho del chico- ¡Ah! ¡¡Yuuukiiii!! ¡que manos más frías!!

-No seas quejita- el novelista lanzo un rápido vistazo a su alrededor, presionado posteriormente la espalda del cantante contra la corteza de un árbol para murmurarle de forma sensual- ¿o es que quieres que se enteren todos?

El rostro de Shuichi volvió a hervir en colores rojizos y ahogados, bajo el opaco reflejo de la mirada dorada que le recorrió con avidez, casi tanto como los dedos de la mano que el novelista había introducido indiscretamente por la camisa y tras hacer provocativas cosquillas en un costado ahora estaba acariciando y pellizcando un pezón, divertido con las respiraciones jadeantes que estaba obteniendo.

-¡¡Yuki!! ¡Nos pueden ver!

-Pues no hagas ruido

Un nuevo beso más exigente que el anterior, a la par que Eiri expertamente separaba las piernas de Shindou para acomodar entre ellas su propio muslo y refregarlo contra la entrepierna del joven de cabellos rosados, que jadeo sordamente, con las mejillas ardiendo en un rojo provocativo.

-Yuki no, para – se obligo a decir entre respiraciones rotas, cuando sintió como unas manos comenzaban a jugar con el cinturón de su pantalón- Yuki no!

- No ¿Qué? – Eiri se inclino para mordisquearle la clavícula, y dejando en paz los botones de su ropa, presiono su propia cadera contra la del cantante- ¿Acaso ya no quieres esto?

-Ah.... yo....

El rubor ya no fue sólo monopolio de las mejillas de Shindou, sino que encendió rápidamente otros puntos en su cara al notar la erección impaciente del rubio contra la suya, despertándola casi completamente con este rápido contacto, a pesar de la separación impuesta por los tejidos.

Suspiro necesitado. Él era el primero que quería estar con el rubio, y por ello casi se deja ganar dócilmente por las caricias y los besos. No obstante, su lado lujurioso le recalcó que si lo que llevaba ansiando las ultimas semanas no lo conseguía aquel mismo día, tras tanta insistencia y con un Yuki tan posiblemente "predispuesto" por las circunstancias que Tatsuha sin intención le había propiciado, posiblemente no lo conseguiría nunca.

-Claro que quiero –confirmo adoptando una pose de chico frágil, candoroso e inocente necesitado de ayuda. De igual modo, una solitaria lagrimilla semejante a las que sólo conseguía verter por mediación del colirio resbalo por su mejilla- pero Yuki yo quería.... quería.... Yuki por favor déjame hacerte-

""SHIIIUUU""

Una bala silbó justo por encima de la cabeza de ambos, dejando a Eiri estático, con las manos paralizadas en el intento de entrar dentro del pantalón del despeinado cantante, cuya pantomima teatral quedo a la mitad, siendo sustituida con cara de desconcierto al ver que el rubio parecía haber perdido repentinamente el interés en él.

-¿Qué ha sido eso?- inquirió finalmente el novelista mirando hacia otros puntos del jardín.

-¿Eh?, ¿Qué cosa? ...¡¡YUUUKIII!!- rezongo el cantante enarcando las cejas molesto- ¡¡No me cambies de tema!!

-¿Es que no lo has oído baka? – El rubio fue a retroceder un poco antes de que Shuichi se lo impidiese, abrazándose desesperado a uno se sus muslos, con los ojos cerrados, sospechosamente ruborizado y ligeramente lloroso.

-¡¡YUKIIIIIIIIIIIIIIII!! ¡¡QUIERO ESTAR CONTIGOOOOOOOOOOO!! ¡¡SE MIOOOOOOOO!!

-¡¿QUÉ?!- El novelista lo miró confuso, sonrojándose al entender tardíamente sus palabras. Maldiciéndose internamente al comprobar que el cantante todavía seguía con la cancioncilla- ¡¡SUÉLTAME!! ¡¡No seas idiota!! ¡¡NI LOCO!!

""SHIIIUUU.....SHIIIUUU.....SHIIIUUU""

¡¡IDIOTA NOS ESTAN DISOPARANDO!! ¡¡SUELTA!!

-¡¡YUUUUKIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!! ¡SERE DELICADOOOOOO!

-¡¡NOOOO!!

El escritor histérico, zarandeo enérgicamente la pierna, desesperado al ver su movilidad diezmada por el peso muerto que suponía el cantante agarrado a ella.

Ante tanto aspaviento incontrolado, termino resbalando en el borde de la piscina por lo que los dos fueron al agua de cabeza.

-Noventa y siete... noventa y ocho....noventa y nueve... y cien!! Preparado o no ahí voy nanoda!!!!

Con una sonrisa jovial, Sakuma se quito al peluche rosado de los ojos volviéndose desde la pared, hacia el holl completamente vació en apariencia.

Kumagoro, ¿por donde empezamos a buscar? – con el conejo sobre su cabeza, se llevo una mano pensativa a la barbilla-.... ¿por cierto que hora es?

Levantándose un poco la manga del traje, una abeja de segundero revoloteó dentro de la esfera que le indicaba la hora. Los ojos del cantante se abrieron ampliamente dejando escapar un sonido nervioso.

-¡¡¿Kumagoro como no me dijiste que era tan tarde?!! ¡¡La película nanoda!! ¡¡Seguro que Thoma se ha olvidado de grabarla y nos la vamos a perder!!

Tomando al conejillo por una pata, se lo arranco de la cabeza mientras de forma apurada sacaba unas llaves con una placa de aspecto pesado con numero, y cogía carrerilla para subir los peldaños de la escalera de dos en dos.

En otra parte del salón más alejada de la escalera, ajeno a que el cantante se marchaba, Tatsuha esperaba pacientemente, muy mal escondido, a que Sakuma lo "encontrase" para tener una excusa para saltarle encima y toquetearle si se daba la oportunidad.

Shindou emergió del agua de la piscina jadeante, amarrándose de forma ahogada al borde, con el tipo de expresión maltrecha que tendría un animal empapado con poca afinidad al agua.

-Arf!! ¡¿Querías ahogarme?!

A su lado, el escritor emergió tosiendo, con cara sofocada, apartándose el pelo de forma enérgica de la cara.

-¡No seas idota! ¡¡Nos estaban disparando!!

-¡Lo que pasa es que no quieres escucharme!¡Yuki! – el rubio salió del agua, para abandonar la piscina con paso decidido dejando a Shuichi dentro- ¡¡Espera Yuki!! ¡¡Escúchame!!........... ¡¡YUUUKIIIIIIIIIII!!

Con un movimiento rápido, el joven de cabellos rosados volvió a ponerse de pie sobre la hierva, dejando una cortinilla de agua tras él a causa de su ropa chorreante al salir corriendo tras el novelista.

¡¡YUUUUKIII!!

-No quiero oír nada más por esta noche. Ya me has dicho lo que quieres y mi respuesta sigue siendo no– contesto secamente Eiri apurando el paso al ver que el cantante iba tras él- ¡Me voy a casa!

-¡¡Yuukiiiiiii!! ¡¡Sólo una vez!! ¡¡Por favor!! – lloriqueó el cantante poniendo las caritas tiernas que en algunas reducidas ocasiones habían conseguido resultados.

-¡Que no! – Eiri se ruborizo, suprimiendo un escalofrió al volver la cabeza y encontrar la mirada suplicante, tierna y lacrimosa del vocalista, en una de esas adorables expresiones que tan sólo guardaba para él. Un tic nervioso se le instalo en el ojo- ¡¡Y NO ME SIGAS!!

Shuichi se paro en seco abatido, viendo que toda su insistencia tan sólo estaba sirviendo para que el novelista se disgustase más con él. Una sonrisa triste se dibujo en sus labios recordando súbitamente que Mika le había dicho algo de disfrutar "noseque" regalo al darle un papel.

-Seguro... –metió la mano en el bolsillo empapado, observando desalentado como Eiri ya alcazaba casi la mitad de distancia que lo separaba de la puerta, mientras le lanzaba frías miradas de reojo de cuando en cuando- ..........

Desplegó el papel humedecido, escrutando difícilmente las líneas escritas en una tinta que parecía diluirse cada vez más a cada segundo que pasaba. Sin embargo al reconocer algunas palabras claves en el texto, empezó a entrecerrar los ojos en una mueca de ira, y pegando un grito enérgico, salió corriendo tras le escritor.

-¡¡YUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUKIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!

El aludido se giro asustado por el inesperado bramido, y al ver corriendo al cantante hacia él con tal fiereza que parecía una animal salvaje que iba a tacarle, le entró el pánico echando a correr a su vez para tratar de no ser alcanzado.

¡¡¡YUUKIIIIII!!! ¡¡NO TE MARCHES!! ¡¡YUUUUUUKIIIIIIIIII!!

Corrió con tanta energía, que el escritor posiblemente al estar acostumbrado a un trabajo de despacho, supuso una presa fácil para él. Lo alcanzo con rapidez y al llegar a su altura se encaramó a su espalda de un salto, entrelazando instintivamente las piernas alrededor de su cintura y los brazos en su cuello, tirando al rubio al suelo por el impulso, por lo que ambos rodaron por el tupido césped.

-¡Suelta!

-¡NO!

-¡¡Suéltame Shuichi!!

-¡¡No hasta que me expliques esto!! –la pareja dejo de rodar por el pasto. El sofocado cantante, quedó sentado a horcajadas sobre la cintura del rubio y tan despeinado como nervioso, le tendió el papel de su bolsillo- ¡¿Qué significa esto?! ¡¿Acaso ya lo has hecho así con alguien más?! ¡¡¿Y si es eso porque con ellos si y conmigo no?!! ¡¿Acaso no soy lo suficientemente bueno?!

Los ojos de Shindou se entrecerraron en una expresión dolida y una lagrima solitaria cayo en el rostro de Yuki bajo él.

¡¡Dime, ¿es eso?!! ¡Pensé que era que tenias miedo!...Eso podía entenderlo, ¡pero esto no! ¡¿Tan malo es que quiera tenerte?!

Eiri estudio con expresión serena la mueca contraída y desesperada del cantante, que avergonzado seguía con el papel en la mano para que lo cogiese. Omitió el pliego y extendió una mano hacia arriba para tocar las ruborizadas mejillas cubiertas de pelo revuelto y húmedo que se pegaban a ellas.

Por un momento Shindou le pareció un verdadero encanto, llegando a la conclusión de que como había dicho su hermano, determinadas personas especiales podían tomarse ciertas licencias que a otras personas no consentiría en su vida.

-¿Tan importante es para ti?

-¿eh?

Se desarmo ante la expresión amable y cariñosa que aprecio en el rostro del novelista. Este le acaricio la mejilla, y le aparto algunos cabellos húmedos de ella. Shuichi ruborizándose un poco más, se limitó a afirmar lacónicamente con la cabeza.

-Entonces cederé... por esta vez... – y con una sonrisa suave, sus dedos se deslizaron por la nuca del cantante para atraerlo en un beso suave y dulce por igual. Al separase Shindou miró receloso el pliego de su mano.

-¿Y la nota?

-¿Qué nota?

-La que me dio Mika-san

Yuki recordó la conversación de su hermana y su cuñado nada más llegar a al fiesta e inmediatamente cogió el papel casi desecho de la mano del cantante. Al leerlo sus mejillas de ruborizaron y avergonzado termino cubriéndose los ojos con las manos.

-Lo matare. Matare a Seguchi........

-¿No lo escribiste tu? –pregunto esperanzado el vocalista, mostrando una ingenuidad o confianzas ciegas.

-Si es mío, pero ya ni me acordaba..... –Shindou empezó a mirarle con una mueca dolida, como si se sintiese traicionado- ... es, es de cuando estaba en América, con Kitazawa-sensei y Seguchi y ....... ¡No me hagas pensar en ello ¿de acuerdo?!! ¡Yo era joven y también hacia idioteces! ¡Se metían mucho conmigo y a veces me hacían bromas pesadas o apuestas entre ellos! ¡Pero yo nunca hice nada que .....¿?!! ¡¿Y ahora qué?, ¿por qué me miras así?!

Shuichi dejo de morderse la corbata pero su expresión obnubilada y extasiada por igual no cambio.

-Es que cuando te ruborizas de esa manera y me cuentas cosas de tu pasado me pareces taaaan adoraaableeeeeeee

-Me voy– sentencio el rubio con frialdad.

-Ya me cayo

-¡Ah, K, Hiroshi-kun! ¡Por fin os encuentro! ¿Os habéis enterado? Dicen que hay un francotirador atacando a la gente del jardín, ¿quién en su sano juici........

La expresión preocupada de Noriko cambio por otra de enfado gruñón, cuando alcanzar a los dos hombres, estos dieron un respingo, a la par que en la pequeña mesa donde estaban sentados, cubrían precipitadamente algo, que bajo el mantelito floreado tuvo un aspecto sumamente sospechoso.

jeje chicos... ¿qué estabais haciendo?- pregunto cruzándose de brazos con una mueca levemente irritada.

-Bebiendo!! – K se volvió con una copa medio llena en la mano, esbozando una sonrisa un poco más estúpida de lo normal. La mujer pestañeó incrédula y después de ver como Nakano se volvía también riéndose por lo bajo, de algo que ni siquiera estaba segura que hubiera pasado, se llevo una mano cansada a la cabeza.

-¡Borrachos! ¡¿por qué lo dudaría?! Y encima con una mierda de ponche...

-Bueno, no tan mierda... –informó el guitarrista con una expresión despistada dándole una torpe patada a una botella vacía que tenía junto a la silla- K-san lo "mejoro" un poquitin...

-¿Cuándo?- pregunto asustada uno de los dos teclados de NG, que llevándose las uñas a la boca, empezó a mirar con pánico a todos los presentes, como si de improviso el cuarto estuviese lleno de zombis dispuestos a atacarla.

JAJAJAJ... hace un rato... y creo que la gente se esta empezando a animar!!!

El manager sonrió de forma divertida, lanzando una mirada conspiradora a Nakano cuya corbata había terminado anudada en la cabeza con el nudo hacia un lado, presentando un aspecto tan cómico como el que debía de tener él con la suya propia en el mismo lugar y posición.

-Sois los dos unos irresponsa-

-HIIIIIIIIROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!

-¿ah? ¿Qué? – con una expresión desorientada, el guitarrista se volvió al punto donde Shindou surgía cual tapón de botella de champán, de entre un grupo de gente. Empezó a reírse sin malicia ante la roñosa aparición- ¡¡Shuichi!! ¡¿Qué te ha pasado?! ¡¿Te han centrifugado en la lavadora?!

Con una expresión de vibrante júbilo, el cantante se aparto frenético el mojado cabello del rostro, sacudiendo un par de veces su traje humedecido y pegado al cuerpo que le daba, junto a las briznas de hierva pegadas a la cara y a otras partes menos visibles del cuerpo, una visión zarrapastrosa y sucia de cómo se le veía algunas horas atrás.

Shuichi haciendo caso omiso a la broma, cogió aire y anuncio al grupo agitando mucho los brazos.

-¡¡Me ha dicho que si!! ¡¡ME HA DICHO QUE SI!! –con una mirada exaltada y febril, se abrazó apresuradamente a todos sus conocidos con tal fervor, que de descuidarse terminan alzados del suelo para volver a encontrarse con éste tras una brutal llave de Judo. Al llegar a Nakano le tomó por los hombros para zarandearle de forma impetuosa- ¡¡QUE ME HA DICHO QUE SIIII!!

-Ehh.... ¿felicidades?- respondió el guitarrista un tanto desorientado, aunque no más que el resto.

-¡¡DEJAME DINERO!! ¡¡TODO LO QUE TENGAS!! ¡YAAAAAA! ¡¡ANTES DE QUE SE ARREPIENTA!!

-¿Esto es un atraco? –pregunto con una sonrisita divertida el manager, cuando Hiroshi empezaba a poner caras, primero de duda, posteriormente de preocupación, y finalmente risitas flojas ligeramente ebrias ante los cuatro billetes y el montón de calderilla que consiguió reunir en la mesa.

-¿Y el resto?- murmuro imprimiendo cierto grado de urgencia o angustia en su voz el joven de cabellos rosados ante el efectivo de la mesa.

-Na, Shuichi, esto es todo lo que tengo- el cantante cogió los billetes con manos temblorosas junto a una expresión completamente demacrada que le hacia parecer que su corazón había dejado de latir en algún momento y por lo tanto ya no pertenecía al mundo de los vivos.

-Veníamos a una fiesta a cantar, no de pachanga. ¡Encima agradéceme que tenga esos treinta y siete Yenes! ¿No es suficiente?

Los ojos grandes, redondos, y ridículamente llorosos del joven de cabellos rosados fueron una buena respuesta, antes de que este empezase a escurrirse por la mesa y quedase a semejanza de un guiñapo de trapo, tendido boca bajo en el suelo con un leve tic en la pierna.

-¿Shindou-kun no estas siendo un poquito exagerado? –preguntó Noriko que no entendía a que venia tanta "desolación" por parte del cantante de Bad Luck. Le dio unas pataditas con la puntera del zapato a ver si reaccionaba.

¿Oye? ¿no le darás a las drogas y estas de "mono"?

-Jajaja, si esta de "mono" –apunto socarronamente el guitarrista ligeramente ruborizado riéndose débilmente- ¡¡pero mono "literario"!! De verdad Shu que nunca te imagine tan volcado en temas culturales Jajajaja

-Ne Hiro, eres cruel –la mano del cantante se agarro a la pernera del pantalón del guitarrista, y desde el suelo Shindou alzo la cabeza, aun con las cejas enarcadas y los ojos vidriosos- ¿De verdad no tienes nada más? ¿Tarjeta de crédito? ¿Talones? ¡¿Un reloj que pueda empeñar?!, ¡¡El mío es de plástico y no me van a dar dos duros por él!!... ummn ¡Tu moto! ¡Eso es! ¡¡DAMELA!!

-Si claro, jajajja por supuesto que te la doy.... –el guitarrista se quedo mirando con una sonrisa tierna la mueca seria del cantante, comprendiendo lentamente que este lo decía completamente convencido.

¿Estas de coña verdad?- Hiro lanzó una mirada perpleja a su amigo que poniéndose de pie, se abalanzó sobre él con los ojos enajenados en una expresión temeraria y decidida.

-¡¡DAMELA!! ¡¡LA NECESITO!!

-¿Para qué? ¡Además me niego! ¡La compre con mi primer sueldo!

-¡¡JODER HIRO DAME LA PUTA MOTO QUE YA TE COMPRARE OTRA!! ¡Suelta las llaves! ¡SUELTALAS!

-¡Pero si ni siquiera esta aquí!

-¡Me da igual, me servirá de aval! ¡¡SUELTAAA!!

-Ummnn – K poso la barbilla en la palma de la mano sobre la mesa, en una actitud despistada que terminó desbocando en una sonrisa taimada y una mirada maquiavélica de sus ojos azules hacia los dos componentes de Bad Luck peleándose en el suelo- Quizá yo podría prestarte el dinero...

Shuichi se detuvo, aflojando la pierna con la que sostenía el tórax del guitarrista, al igual que retiro los dedos con los que había estado abriendo forzadamente la boca de este hacia un lado. Comportamiento imitado por el propio Nakano que saco los dedos de la nariz y la oreja del cantante, lanzando ambos una mirada curiosa al americano que sonrió con prepotencia.

-¿Ryuichi? ¡¿Ryuichi donde estas?! ... joder, estamos apañados.. ¿Kumagoro? ¡¡¿KUMAGORO DONDE ESTAS?!...... vale, tampoco... me cagüen la puta....

Tatsuha pateo el suelo furioso al ver que no había ni rastro del cantante de NG ni de su conejo. Camino por varios pasillos con una mueca ajada y amargada en el rostro, hasta que cerca del salón donde se daba la recepción, sentado confortablemente en un lujoso banco con actitud de paciente espera, descubrió a un hombre rubio que fumaba con parsimonia lanzando volutas de humo al techo sobre él.

-Oh vaya, tu por aquí. Que raro verte tan tranquilo y solito.... Ya por preguntar ¿no habrás visto a Ryuichi verdad?

Una mirada fría antes de que el novelista cerrase los ojos y con tranquilidad provocativa, tomase otra bocanada de humo y la expulsase con elegancia antes de contestar.

-No

Con una sonrisa malvada, el moreno se sentó junto al escritor, adoptando una actitud muy confiada para con él, al posar ambas manos sobre sus hombros y empezar a susurrarle al oído con malicia.

-Jejeje... ¿Y tu qué tal? ¿Ya habrás visto a Shuichi no?... lo digo por lo "mojado" que se te ve...

El rostro del escritor, sereno hasta ese momento, empezó a crisparse enarcando levemente las cejas.

Porque bueno, no es por decirlo yo pero esta noche estaba realmente atractivo. Hace que a uno se le despierte el libido pensando en las cositas que se le pueden hacer ¿verdad? ... con ese aspecto tan masculino y apetecible...

El ceño del rubio fue cada vez más obvio, empezando a cerrar los dedos sobre el cigarrillo con bastantes posibilidades de romperlo ante la agitación molesta provocada por el aliento cálido de su hermano en la oreja.

Viendo como el novelista se encrespaba, el moreno sonrió aun más ampliamente adoptando un registro meloso con toque ligeramente melodramático, a la vez que marcaba circulitos en su brazo con la punta del dedo, emulando la típica actitud pasiva y por lo tanto provocativa de chico inocente y desvalido.

-Y es que es taaaan mono, y a veces parece tan inocente y confiado... como su hubiese sido virgen hasta hace poco...., que dan ganas de hacer con él taaantaaas cosas... enseñarle taaaantaaaaas otras.... además parece que ciertas partes del cuerpo se encienden en noches como esta, ¿no es así... –su voz se volvió un jadeo lascivo susurrado ardientemente contra su lóbulo- hermano mayor?

El cigarrillo finalmente se rompió en las manos del rubio, ante tanta provocación evidente por parte del moreno, que rompió en risotadas traviesas cuando el novelista iracundo, se volvió hacia él para darle un coscorrón de los gordos fallando en el propósito dado que el moreno se había tirado al suelo para esquivarlo.

¡oh! ¡Si te has ruborizado hermanito! Pero que ADORABLEEEEEEEEEEEEE JAJAJJAJAJA

-¡¡TATSUHAAA!!

-No, no supliques, esta noche ya tengo planes hermanito, pero si te portas bien quizá otro día saque tiempo para "satisfacerte" jajajaja

Con una sonrisa traviesa, el menor de los Uesugi se estiro el esmoquin una vez se puso de pie, y haciendo una galante y divertida reverencia, salió trotando con el humor un tanto mas restablecido en la búsqueda del cantante de NG.

La mueca enojada se calmo en el rostro del novelista, aun con las mejillas ligeramente encendidas, pisando el cigarrillo roto a sus pies. Se revolvió el cabello dejándolo un tanto más revuelto de lo que ya estaba, a la par que sacaba un nuevo cigarrillo y con actitud pensativa miraba la pegatina del mechero.

-Una mas de estas y me voy... Shuichi.

-Eres malvado ¿no te lo había dicho nadie nunca?

-Oh! Thanks! – agradeció el manager dedicando una sonrisa generosa hacia Noriko que se la devolvió de forma comprometida.

-...No era un cumplido...

-Bueno, ¿podía haber sido peor?- aporto Nakano en una mueca de lastima hacia su amigo que había salido corriendo como alma que lleva el diablo una vez K puso en su disposición un fajo de billetes- podía habérselo pedido de verdad ... –se volvió hacia el rubio que seguía sonriendo complacido a la par que bebía con tranquilidad un poco mas de su ponche- ¿por qué le estabas vacilando verdad?

-I? Ouh, Nou! Estaba hablando completamente en serio!

-Demonio extranjero– confirmo el guitarrista con aversión mientras la mujer con los ojos cerrados y los brazos cruzados en el pecho se limitaba a firmar con la cabeza.

- YUUKIIIIIIIIIIIIIIIII!!

El cantante llego jadeante al lugar donde había dejado esperando al rubio. Sin embargo al llegar se encontró el banco completamente vació, y tras darle un vuelco el corazón, comenzó a buscar exaltado al novelista por todo el holl.

-¡¡¿Yuki?!! ¡¿Dónde estas Yuki?! ¡¿No estarás jugando al escondite?! ¡¡¿YUKI?! ¡No tiene gracia!... ¿YUUUUUUUKIIIIIIII?

Con los ojos anegados en lagrimas que pronto brotarían sin control, el joven de cabellos rosados se dejo caer de rodillas en el suelo, palpando tontamente el lugar donde había estado sentado Eiri, no fuera que estuviese allí y la cuestión de no verlo fuese una mala broma óptica.

-¿YUKI? ...uaa.. ¿te has marchado a casa? ... –sorbió el moquillo le estaba pingando por la nariz- YUUUUUUUKIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII BUAAAAAAHAHAAAAAAAAAAAAAA

-¿Qué demonios estas haciendo baka?

-¿Yuki? –el cantante dejo de morder y arañar el asiento, y tras escupir pelusa un par de veces se tiro a agarrase al tobillo del rubio, haciéndose una bola temblorosa a la altura de su rodilla- BUAAAAAAAA Yuki ¡Pensé que te habías marchado y me habías dejado aquí!

El rubio miró al bulto enganchado a su pierna, y se planteo una vez más si lo de dejarse hacer nada por "aquello" no seria la peor idea de su vida. Contuvo el temblor de su parpado y tras apartarse el flequillo disgustado, levanto a Shindou mediante un buen tirón de oreja.

-Ite! Ite!! ite!!!..

-Ganas de eso no me faltaron ¿a dónde se supone que fuiste baka?

-...Ite!- el cantante se froto dolido el oído antes de que la mirada fría del rubio le hiciera ruborizarse aun con un par de lagrimillas en los ojos- fui a decirle a Hiro que me marchaba y que no me esperasen. No quería que me estuvieran buscando ni llamando al móvil después.

-........ – el rubio se mostró inflexible y el cantante un tanto inseguro, empezó a sonreír con cierto nerviosismo malicioso, apartándose apocadamente el cabello de la cara.

-Bueno, espérame un segundo que voy a coger una habitación.

Se había quitado la chaqueta del traje, dejando la camisa blanca abierta al sentarse en el suelo con las piernas cruzadas muy cerca de la televisión, poniendo a Kumagoro entre ellas en una actitud expectante al igual que la suya.

-Ummnn ... ¿no crees que nos falta algo Kumagoro?... -se volvió hacia la cama, poniéndose de rodillas en el suelo mientras que recostado en el borde del colchón, abría una bolsa oscura llena de chapas, llaveros y muñecos raros colgando de las cremalleras- .. vaya... se me olvidaron las galletas... deberíamos de pedir algo ¿no?

En el suelo, un sonido siseante y sordo le hizo girar la cabeza hacia el lado opuesto, mirando divertido al suelo antes de añadir.

-¿Tu también quieres algo de comer? – llego hasta el timbre del servicio y tras presionarlo un par de veces empezó a ponerse nervioso por la tardanza- Ne Kumagoro, nos vamos a perder la película.... podríamos ir nosotros a buscarlo noda...

Poniéndose de pie en un salto, el cantante de NG abrió la puerta de la habitación para toparse con la mirada perpleja de un joven moreno que pasaba casualmente por allí. El cantante sonrió divertido ante la expresión incrédula y de cierta manera estúpida que adopto el recién llegado.

-¡Hola Tatsuha!

-Disculpe, pero esta noche no nos quedan habitaciones

La sonrisita amable de la encargada fue un brusco contraste a la mueca desencajada y contraída del joven de cabellos rosados, cuya rigidez física habría sido tan sólo comparable a la de una estatua de escayola.

Reaccionó con un ligero temblor, lanzando una mirada fugaz al lugar un tanto apartado donde el rubio, cigarro en mano, empezaba a mirar el reloj con nerviosismo junto con varias muecas de desgana o irritación.

-jaja...si pero bueno vera, es que yo NECESITABA una habitación –apunto con una sonrisa alterada y forzada por igual el vocalista- me da igual que "no tenga" una... ¡SÁQUELA DE DONDE SEA!

La mueca cordial de la mujer vacilo, volviendo a evaluar con otro vistazo rápido al supuesto cliente: joven, sucio y de carácter aparentemente desequilibrado, que le lanzaba miradas admonitorias del tipo "si no consigues la habitación prendo fuego a todo el edificio".

-Disculpe pero es que en este hotel no hacemos promociones para adolescentes, tampoco solemos alquilar a menores de edad y disculpe señor pero... ¿sabe cuanto cuestan las suit? Es lo único que nos queda...

-ME DA IGUAL LO QUE SEA ME LO QUEDO –Shindou planto con una mueca arrogante y de frío triunfo un pesado fajo de billetes ante el cual, la empleada no tuvo más remedio que sumisamente bajar la cabeza y entregarle un par de llaves a lo que el cantante reacciono tomándolas con tanta fuerza que casi le arranca la mano. Saliendo acto seguido a la carrera, para recoger Yuki por el camino, el cual fue casi arrastrarlo hacia el ascensor, lugar donde se escucho el eco de un grito indignado que venia a decir algo así como "¿me ha visto cara de venir de excursión la petarda esa o que?"

Si la rabieta hubiera sido escuchada por Hiroshi habría añadido de forma resignada, que como ya él sabia, las malas compañías así como el estrés podían ser fuentes muy negativas para su amigo.

-.... y tras comerse la sopa jajaja Thoma-kun entro en la cocina del camerino y se encontró ...jaja, se encontró todo aquello lleno de comida de perro por el suelo, en las repisas, e hirviendo en una cazuela la ... y ...jajaja y pensó que Ryuchi-kun había... jajaja...

Noriko convulsionaba sola de la risa, doblada en su asiento con las sonrisas apremiantes y curiosas tanto de Nakano como de K, que tras mirar divertidos como la gente empezaba a "soltarse" ya por la avanzada hora de la noche que empezaba a ser al igual que por la desinhibición del ponche en algunos casos, habían encontrado divertido contarse batallitas bien entradas en años.

... que Ryu-chan había confundido la comida de la mascota del productor con la pasta para la sopa, y los filetes de jamón del segundo plato habían salido de la barra de salchichón marca "Guay company" que había por ahí rodando...JAJAJJAA Teníais que haberle visto la cara que puso!! Yo le vi salir corriendo más blanco que una hoja de papel jajaj ¡¡Corría que se las pelaba!! JAJAJAJ ¡Casi tira la puerta del baño cuando fue a vomitar! jaja ¡¡Que cara puso!! Luego le quito el plato de comida a un realizador, ¡¡Y esa si que era la del animal que iban a darle de comer! ¡Cuándo se entero! JAJAJJAJAJA

Rompiendo en sonaras carcajadas, el manager empezó a palmearse la rodilla, mientras la teclado de NG se limpiaba con cuidado de no correrse el rimel la comisura de los ojos. Nakano en cambio sonrió varias veces un tanto desconcertado, como aquel que se ve inmerso en una broma privada y no termina de captarla, pero lo suficientemente considerado para no querer estropear la harmoniosidad del momento.

-HAHAHAHA Oh!Yes! algo similar me ocurrió a mi cuando me lo presentaron. Vino a regalarme un pastel de...

El discurso fue perdiendo fuerza cuando el americano se percato por el rabillo del ojo como una mesa pequeña y en principio de aspecto normal, se arrastraba sola con pequeños chirridos por el suelo para finalmente detenerse tras Noriko, con los vasos que sobre ella había tambaleándose de forma precaria.

... lechuga que...

-¿Ocurre algo K-san? – el guitarrista trató de buscar el foco que retenía la atención del rubio y por ello capto el instante en que una mano surgía por debajo del mantel y trataba de alcanzar a Noriko- ¿Shuichi?

-Tuuuuuuuuuu

Volviéndose con el talante despreocupado, la mujer puso cara de pánico, cayéndose de la silla al ver tan sólo una mano con la piel amoratada trataba de alcanzar su cuello. Nakano frunció el ceño molesto, y poniéndose de pie, le pego una patada suave al que había debajo del mantel, y después disgustado busco el principio de este para levantarlo.

-¿Qué haces aquí? ¿no se suponía que estabas con Yuki-san?... ¿qué ha pasado aho... ¿Fujisaki?

Desde debajo de la mesa, el joven se encogió poniendo nervioso un dedo sobre la boca en señal de silencio. Su elegante traje estaba arrugado y por algunas partes roto. De igual modo apreció que el teclista tenia la cara llena de carmín cuarteado.

Hiroshi sonrió de forma comprometida.

Ya veo.

-Oh! Si es mi querido accesorio de "Bad Luck for all people!!" –gritó K con malicia cruzando una pierna sobre otra con las mejillas ligeramente encarnadas aun por cierta embriaguez- ¿Ya te cansaste? Mira que no aprovechar una situación tan buena rodeado de tantas mujeres juntas....

El manager recibió una mirada airada del joven de cabello oscuro antes de que este, asegurándose de no ver a ninguna de sus anteriores perseguidoras, saliese de debajo de la mesa para acomodarse en un rincón, lejos de la vista del publico.

- La verdad es que esta fiesta esta siendo un poquito aburrida... – sentencio Noriko pasados unos minutos segundos en los que el reducido grupo se había quedado mirándose entre si, en apariencia, sin nada más que contar- ... por esto no me gusta venir a estas cosas formales. Puedes llenar el estomago en el buffet, pero el resto de la velada tienes que estar aguantado las charlas soporíferas de los nuevos candidatos políticos que buscan impresionar, o algún ecologista resentido que no consigue que para los nuevos parquet utilicen el plástico reciclado de las botellas en lugar de madera... además es mi impresión, ¿o ahora ahí aproximadamente la mirad de gente que había antes?

Se volvieron todos hacia la sala, la cual presentaba ciertamente un numero bastante inferior de concurrencia al que había mostrada a primera hora de la noche.

-Well... siempre podemos recurrir al plan dos... - apunto el rubio mirando se reojo su mágnum, antes de sacar un trapo del bolsillo y empezar a pulirla con gesto rutinario. Nakano y Fuyisaki se encogieron en el asiento temerosos, en cambio la mujer sonrió mostrando buena predisposición a las sugerencias del americano.

Podríamos ir a ver que tal esta mi "inversión"... –el aspecto despistado del manager transmuto por un gesto travieso de carácter juvenil- Principalmente por si necesita ayuda para algo...

-¡¿No estarás sugiriendo ir a espiar a Shuichi?! – exclamó asustado el guitarrista poniéndose en pie exaltado.

-Nou!! Nou!! Of course that not!! No vamos a espiarle- el rubio sonrió con aire prepotente, poniéndose de igual forma de pie con lo cual, Nakano tuvo que alzar la cabeza hacia arriba para enfrentar con seriedad la mueca picarona del americano- vamos a velar por su seguridad... ¿estáis todos de acuerdo?

El párpado del guitarrista tembló al ver como Noriko afirmaba, aparentemente divertida con la idea, y Suguru adoptando una expresión de pánico ante las posibles represarías si alzaba una negativa, afirmaba de igual forma aunque no muy convencido.

-Pero no podéis... – El rubio le dio unas amigables palmaditas en la cabeza antes de ponerse en marcha con una sonriente Noriko y un tambaleante Fuyisaki, dejándole con una mano alzada en un movimiento inútil por detenerlos pacíficamente- ... no esta bien que...

Hiroshi se encontró hablando completamente sólo, por lo cual bajo la mano y con una sensación nefasta en la boca del estomago, tomó aire un par de veces antes de salir corriendo tras el trío, para tratar de minimizar en lo posible la tragedia.

Había cerrado la puerta tratando de ocultar el temblor de sus manos. Tomo aire de forma inaudible y con actitud predadora, se volvió al lugar en el que Yuki con una expresión ilegible en la cara, expulsaba pausadamente una bocanada de humo.

Las mejillas de Shindou se ruborizaron de forma traviesa.

-¡YUUUKIIIIIIIIIIII!

Salto hacia el escritor en el mismo momento en que éste sabiamente retrocedía un paso hacia atrás escapando del abrazo opresor del cantante.

Shuichi le lanzo una mirada dolida, que debido a la postura ñoña y a la lagrimita que emergió en la comisura de uno de sus ojos, le dio un aspecto ciertamente ridículo. El novelista frunció el ceño irritado apagando forzadamente el cigarrillo en un cenicero contiguo.

-Voy a darme una ducha- informo de forma seca, y antes de que el cantante tuviera opción a replicar, la puerta del servicio de la habitación se cerraba de un portazo dejándole a él solo en la inmensa suit con una inexplicable sensación de intranquilidad interior.

-Pensé que me iba a sentir mejor si me decía que si pero... – el cantante se quitó la chaqueta del traje, colgándola del respaldo de una silla en la que posteriormente tomó asiento. Se aflojó el nudo de la corbata con gesto cansado- ¿he hecho algo mal?

Cerró los ojos, apoyando la barbilla contra los brazos cruzados que recostó sobre la mesa, con el tenue sonido de la ducha de fondo, que adormilaba y ponía nervioso por igual.

-Yuuukiiiii –sus mejillas se ruborizaron de forma adorable al imaginarse el cuerpo del rubio brillante por el agua.

A su espalda, la puerta del baño se abrió, y entre una bocanada de vapor, emergió el escritor descalzo, envuelto en un albornoz de hotel, secándose el cabello de forma enérgica con una toalla.

Eiri se sentó en el borde de la cama aun frotándose fogosamente la cabeza.

-¿Yuki?

-¿Qué?

-¿Estas enfadado conmigo?

El escritor dejo de secarse el cabello. Extrañado por la inesperada pregunta, permitió que la toalla resbalara hasta sus hombros al alzar los ojos hacia el cantante unos metros separado de él.

-¿Hay alguna razón para que deba estarlo?

Con una expresión madura adornada con una sonrisa, Shindou se levanto de la silla aproximándose al escritor, para quedar de rodillas entre las piernas separadas de este, con las manos sobre sus rodillas.

-Puede. El que te quiera tanto quizá sea una de ellas

No parecido darse cuenta hasta que punto unas palabras que le parecieron tan simples y sinceras sorprendieron al escritor, que con los ojos ligeramente más abiertos de lo habitual, alzo una mano hacia la mejilla del cantante, que a la par que giraba el rostro, emitía un pequeño sonido a semejanza de un dulce ronroneo ante el contacto.

-Eres un manipulador. ¿Lo haces es proceso o lo de parecer de repente tan encantador es algo puramente accidental?

La espontánea mueca enojada del cantante fue una contestación bastante veraz antes de que se cruzase de brazos, hinchando los carrillos, mirando enfurruñado hacia otro lado.

-¡¡Yukiii!! ¡¿Estas tratando de decirme que habitualmente soy un muermo?! –Aun con pucheros, movió de una forma extraña los labios, que parecieron la caricatura de un pez regordete abriendo y cerrando la boca- ¡¡Pues que sepas que yo soy adorable siempre!! ¡Lo que pasa es que tu-

-Urusai- sentenció con voz queda el novelista, volviendo a girar la mejilla del vocalista hacia él con una mirada seria y solemne, casi analizando cada matiz, cada pliegue o curvatura de aquel rostro- De verdad que ni siquiera se porque estoy haciendo esto, ¿por qué a ti?, ¿por qué tu?... nunca me importo lo que pensase la persona que estuviese conmigo, entonces ¿por qué ahora...

Con una expresión amorosa, Shuichi bajo mansamente la cabeza, recreándose en la mano del escritor, de dedos largos y uñas cuadradas prolijamente cuidadas, acariciando el conjunto con ternura antes de deslizar sus propios dedos entre los del rubio, para apretar la mano con fuerza.

Al alzar la vista, los ojos del cantante le mostraron un Eiri con una mueca dispar, de cejas levemente enarcadas y ojos vidriosos, al igual que un pequeño pero perfectamente perceptible rubor adornando adorablemente sus pálidas mejillas bajo el poblado flequillo de hebras doradas.

Yo nunca había echo esto con nadie y aun no se si estaré preparado... – parpadeó con una pequeña lagrima manando por la comisura de sus ojos tostados de grandes vetas doradas- creo... creo que estoy asustado...

La cara del cantante en ese preciso momento fue todo un despliegue técnico de muecas faciales. Tras contraerse sus pupilas, las mejillas de Shindou se enardecieron en un muy marcado color carmesí, casi de la misma tonalidad que el hilillo de sangre que comenzó a correr bajo su nariz. Ladeo la cabeza con los ojos inusitadamente abiertos en una expresión conmociona, y tras abrir la boca para seguramente expresarse, y que de ella tan sólo salieran sonidos inconexos, monosilabicos en el mejor de los casos, termino entrándole un tic en uno de los párpados para acto seguido desplomarse, con los globos oculares completamente en blanco, sin borrase por ello el matiz extasiado de su rostro.

Hubo muchos factores más, que lamentablemente se perdieron debido a la rapidez y complejidad que la reacción, realizada en apenas tres segundos, que dejó a Shuichi en estado comatoso con una mano alzada hacia el techo temblando.

Sin moverse del borde de la cama, Eiri se restregó el ojo que le segregaba agüilla al habérsele irritado por una pestaña caída, suspirando posteriormente ante la vergonzosa visión a sus pies.

-¡¡Estaba tratando de decir que me das miedo idiota!!... dios... ¿Dónde me he ido a meter?...

-Shhhhhhsssssssss!! Silence!! ....it´s Ok. Listen to me all! –el manager se volvió hacia el pequeño grupo con una mueca enojada. Noriko que reía y hablaba de forma sonora fue la que más tardo en darse cuenta del que el americano exigía mutismo y atención. Tosió, se aclaro la garganta y adopto una sonrisa adorable que no fue muy bien correspondida.

¡Esto no es una fiesta! Estamos tratando de velar por la seguridad de Shuichi- comenzó el rubio adoptando el mismo tono solemne lleno de promesas de los discursos dados en las competencias deportivas nacionales- y como tal!, ¡debemos hacerlo en silencio!, ¡para que nuestra presencia pase desapercibida!. Seremos sombras!! Guardianes silenciosos!! Espías en la noche!! Recordad el espíritu Jedai que todos llevamos dentro...

Nakano empezó a emular un aire distraído, principalmente consistente en mirar hacia otra dirección, tratando por lo tanto de evitar con ello sentir crecer en su interior la vergüenza ajena ante los aspavientos humorísticos del manager que utilizaba su larga coleta como utensilio de las posturitas exageradas y a cada cual más excéntrica, con las que representaba cada calificativo, valiéndose de ella para evocar capas, pañuelos a la cabeza, turbantes y todo tipo de útil necesario.

-"Guardianes" interesante forma de denominarse para tratarse tan sólo de una necesidad malsana de conocimiento ajeno innecesario... también conocido como marujeo en lenguaje coloquial

Haciendo amago de bajar su imaginaria espada de luz, el americano aparto a Suguru a un lado, para escrutar fríamente la pose resuelta y honesta del guitarrista que se mostraba claramente en oposición con lo que el resto se traía entre manos.

-Estas siendo manipulado por el lado oscuro. Return to the star of the death right now!

-No. Lo que estáis haciendo no esta bien. ¡Dejad a Shuichi en paz!

-Na, Nakano-kun, no seas aguafiestas, ¡No vamos a hacer nada, tan sólo es para divertirnos un rato!- intervino Noriko al ver que el guitarrista y el manager adoptaban expresiones demasiado serias y decididas el uno para con el otro, sin llegar a pestañear siquiera.

Decidido a no dejarse ni impresionar ni vencer, Hiroshi se mantuvo serio y sereno ante la fría e intimidatoria mirada azul del americano, que inesperadamente se ruborizó de forma sospechosa, adoptando una humorística mueca coqueta que desembocó en que bajase la cabeza con los ojos cerrados y los labios excesivamente apretados en la parodia de la clásica pose de "kiss me", consiguiendo así su propósito de desconcertar al guitarrista haciéndole retroceder de forma rápida y alarmada.

K levanto un párpado, y al ver la expresión escandalizada de Nakano, deshizo la mueca con fingida dolencia, derramando teatrales lagrimas antes de salir corriendo el sólo por el vestíbulo, cual doncella rechazada que se pierde entre pétalos marchitos de rosas, que incluso volaron por el aire levantando la perplejidad o duda razonable sobre su lugar de procedencia.

-Bueno, al menos parece haber desistido de la búsqueda de Shindou-san...

-Pues yo lo que creo es que le conocéis mas bien poco- apunto con un deje paciente la mujer, señalando con un dedo lleno de anillos el pasillo por el que había desaparecido- ¿o es que no os habéis dado cuenta que ha "huido" casualmente por donde están los ascensores que conducen a las suit?

-Será...- exclamó el guitarrista antes de salir corriendo tras él.

-Pues si esperan que me quede yo aquí sola, con el primo aburrido de Thoma-kun es que a mi tampoco me conocen

Exclamó Noriko con determinación quitándose los zapatos de tacón para salir corriendo detrás de la pareja. Suguru se quedó sólo y ofendido, en mitad del vestíbulo, mirando con cara de abandono hacia todas las direcciones, antes de que la visión de una de las mujeres que le había estado persiguiendo anteriormente le causara pánico, y se sumase a la comitiva de ... de... bueno de algo que ya lo calificaría más tarde cuando estuviese en su casa lejos de toda aquella gente desquiciada.

-Ah! ¿ya volviste? Que rápido noda!! – Ryuichi esbozó una adorable sonrisa sentado a medio metro de la tele con Kumagoro nuevamente entre sus piernas- ¡¡Date prisa apenas acaban de empezar con los créditos de inicio!!

Tatsuha jadeante, se quedo plantado junto al cantante, de pie con una buena cantidad de bolsas de dulces, fritos y vituallas basurillas de altos niveles de glucosa en las manos. Nunca confesaría que había tenido que amenazar a una niña pequeña, quitarle el patín rosa con cintas de colores para salir corriendo con el casi tres kilómetros en busca de una tienda abierta a aquellas horas. Comprar todas las cosas pegándose con los demás clientes por colarse descaradamente, y regresar al lugar donde la niña aun seguía llorando para devolverle su cacharro, sobornarle con un billete de dos mil yenes en un intento desesperado porque se callase y no le denunciase. Llegando completamente extenuado al lugar donde el cantante trataba de ver la película.

-Um?- Sakuma se giro hacia el moreno alzando la vista de forma interrogante- ¿Pasa algo noda? ... te falta un zapato

-Ah?! eso? Nada importante- esbozando una sonrisa ancha de carácter jovial, Tatsuha dejo las bolsas junto al televisor, tomando asiento junto al cantante- ¿qué vamos a ver?

-ummn no lo sé, es una franja donde ponen películas antiguas de terror y misterio- Pateando enérgicamente el suelo, el cantante de NG alzo al peluche rosado sobre su cabeza con energía- ¡¡Kumagoro quiere ver Gliters!! ¡¡A ver si la ponen nanoda!!

-Ah... jajaja pues a ver si hay suerte jjajaja –el menor de los Uesugi pego unas cuantas risotadas mas de carácter forzado, sin tener muy claro si se trataba de una broma de Ryuichi o realmente pensaba que dicha película podía ser considerada como "terror"... que si bien mirado de cierta forma lo era aunque fuera tan sólo debido a lo mala que era.

La televisión continuo con su programación, dejando ver alguna imágenes fragmentadas, destellos de luz y sonidos chirriantes, para finalmente aparecer el titulo ocupando toda la pantalla.

-Ano... ¿Ransen? ... a Kumagoro le da miedo esta película..... – varias muecas dispares pasaron por la cara de Sakuma que termino cubriéndose el rostro con el peluche rosado.

Tatsuha se volvió sorprendido hacia este, percatándose de cual distinto se veía ahí sentado en esa actitud temerosa abrazado a su "Kumagoro".

Un par de horas atrás había conseguido dejarle extasiado e igualmente embriagado por ese despliegue de carisma, virilidad y erotismo que parecía emanar cada vez que cantaba. Ahora ofrecía su otra faceta que según fuese evaluada, podría hábese considerado incluso más tierno y deseable que la anterior... con aquella camisa blanca desabrochada dejando ver más de lo que debería y ese collar de cuero con pinchos metálicos que le hacia parecer un "juguetito" en la perversa mente del moreno que empezó a sonreír de forma lasciva viendo de improviso en la película su gran oportunidad para abordar al cantante.

Entre Seguchi Thoma y su hermano le habrían estropeado la idea del ponche, pero quizá con suerte, este no seria del todo necesario.

-¿De verdad?- poniendo un tono comprensivo, Tatsuha se sentó un poco mas cerca de Ryuichi, apoyando confiadamente un mano en su hombro- bueno, yo ya la vi hace algún tiempo así que a mi no me da miedo, pero tranquilo que si te asustas yo eh... – el moreno se mordió la lengua al ser consciente del "te protegeré" que iba a decir. Involuntariamente un tenue tic se poso en su párpado al sentirse sumamente idiota. Sakuma era (aunque no lo pareciese) un hombre de treinta y dos años, no se iba a andar con frases para crías de diez si quería impresionarle. Lo cual le dejo bastante desconcertado al darse cuanta que todavía estaba con la frase en al aire, abriendo y cerrando la boca como un perfecto estúpido mientras unos brillantes ojos anegados de lágrimas le observaban expectantes tras una extensión de tela rosada.

-¿Me protegerás?

El joven no pudo hacer otra cosa que afirmar atónito e idiotizado ante la sorpresa.

¿Y a Kumagoro también?

Volvió a afirmar cada vez más incrédulo pero estúpidamente feliz al ver que Sakuma sonreía y se sentaba un poco más cerca de él.

Poco tardo en dejarle de prestar la poca atención que le había dedicado a la película, sus ojos fueron cada vez con mayor frecuencia a la curvatura donde el cuello del cantante que finaliza en una clavícula bien marcada, a continuación un pecho firme ligeramente tostado, he incluso unos pezones pequeños y tostados dejándose entrever por la camisa clara.

-Tatsuha ¿de verdad que no tienes miedo? Te sangra la nariz...

-Eh? Yo? Ah es verdad... jajaja- tapándose la nariz con una mano, busco nervioso un papel con el contener la hemorragia. Al verle dando vueltas Ryuichi señalo divertido su mochila.- ah? Vale gracias

Tomó la bolsa de la cama y la dejo en el suelo a su lado. No obstante cuando la abrió e iba a proceder con la búsqueda del susodicho pañuelo, una ristra metálica de cosas cuadradas con un aspecto que evocaba demasiado bien a los preservativos, dejo que la pequeña hemorragia de Tatsuha pudiera haber terminado siendo causa de su muerte, al alzar toda la tira con más de veinte ejemplares e insofacto empezase a sangrar a borbotones aun con los ojos puestos en aquello con suma incredulidad.

Ryuichi se volvió justo para ver la escena del moreno, cuyas mejillas rubicundas evidenciaban su exaltación, al igual que la camisa del esmoquin que estaba siendo victima de la hemorragia quedando en ella poco blanco que salvar.

Con una sonrisa tranquila, el cantante de NG cogió uno de aquellos papelitos metálicos, para abrirlo pausadamente y meterselo en la boca.

-Son chicles de menta, ¿quieres uno?

A Tatsuha se le había caído la mandíbula, más aun cuando Sakuma empezó a hacer globos con la golosina confirmándola como tal. Se limitó a limpiarse la sangre de la cara a la par que guardando los ahora consabidos chicles, murmuraba un "hay que tener mala leche para hacer estas cosas joder" que no fue más haya del cuello de su camisa.

-Ahh Yuuukiiii!!!

-...¿Qué pasa ahora?

-¡Que no puedo!

Con una mueca aburrida, el escritor sacó la cabeza de debajo de la almohada para ver que demonios seguía haciendo el cantante, que tras espabilarse del trauma, había empezado a revolotear histérico por toda la habitación, buscando a saber que cosa, parando a pequeños intervalos en los que se dedicaba a lloriquear unos segundos y después seguir buscando.

YUUKIIIIIII!!!

-............................- el rubio se levanto de la cama, acercándose a Shuichi que se quedo rígido en el mismo instante en el que la mano del rubio se enredo en su cintura por encima de las prendas oscuras, murmurándole al oído- como no seas tu el que pronto haga algo lo haré yo... y desde luego va a ser bastante diferente de lo que tu tenias en mente...

Se estremeció al sentir la lengua del rubio, recorrer su cuello de forma provocadora. Las mejillas de Shindou se ruborizaron, dejando escapar un jadeo entrecortado cuando fue el propio Eiri el que le tomo la mano para introducírsela dentro del albornoz, incitándole a que comenzara.

-Pero ...pero... - pensaba en todas las cosas que "había aprendido" esos días, al igual que las tantas otras que el moreno le había dicho que necesitaba y que por supuesto no tenia en ese momento.

Yuki le deshizo el nudo de la corbata, tirandola posteriormente al suelo, volcándose en sujetar la nuca del cantante así como sus cabellos mientras le llenaba la boca de besos húmedos y provocadores.

Necesito pocos de esos besos para que se olvidase de los "peros", sintiendo súbitamente crecer el calor interior por el cual terminó entregándose plenamente al rubio, en aquel juego de lenguas en el que se aventuro a tratar de llevar la iniciativa. Algunos intentos primerizos en los que no obtuvo mucho resultados y finalmente uno en el que con esfuerzo llego a dictaminar al igual que las caricias ansiosas que con una mano debajo del albornoz y la otra sobre él, trataban de abarcar la máxima extensión posible de espalda del novelista.

Al separarse Eiri lo miraba con malicia, al parecer divertido con ese pequeño mordisco que Shindou la había proporcionado en la punta de la lengua al concluir.

-Empiezo a pensar que has estado realmente ocupado estos días, incluso pareces haber aprendido a besar bien de una vez, ¿quién te enseño? ¿el chico del burdel?

Las mejillas del cantante se ruborizaron esta vez por un nuevo motivo. Yuki sonrió nuevamente con malicia, sentándose en el borde de la cama, retrocediendo con las manos, ayudándose de los talones para adoptar una pose prepotente con los almohadones en la espalda justo en la mitad de la cama.

-Yuki yo no, Yuki no es.... Yuki yo no hice nada con...

Eiri sonrió de forma arrogante ante el nerviosismo del cantante. Cruzándose de brazos enarcó una ceja en una mala emulación de una expresión de interés.

-ya sabes lo que quiero decir... no lo conocía de nada, solo es que bueno ya sabes como son estas cosas y yo no sabia donde me llevaban, luego me metieron allí y yo creí que era todo una broma y...- el rubio afirmaba con la cabeza de forma cada vez más exagerada a cada excusa que el cantante le presentaba- y ...¿Yuki?...¡¿Te estas riendo de mi?!

-Digamos que es algo inevitable tratándose de ti –puntualizo con prepotencia divertida al ver como el joven cambiaba su pose cohibida por un leve temblor muscular.

Su delicada y tímida expresión fue rápidamente suplida por un ceño fruncido claramente de molestia. Alzó posteriormente una mano de forma enérgica, para señalar con un dedo al novelista, que se mostró sorprendido pues descruzo los brazos e incluso pestañeó de forma cómica ante la impresión de que el cantante seria en cualquier momento pasto de las llamas que parecían emanar precozmente de su espalda.

Ríete ahora Yuki Eiri, porque si lo que quieres es que me enfade y me vaya llorando, ¡¡Esta vez te va a salir mal!! –Shuichi con un tic nervioso en un ojo, se quitó los zapatos tirandolos de forma violenta por encima de la cabeza, con tal puntería que golpearon la pared llevandose un cuadro por delante, que fue a parar al suelo con el clásico sonido de cristal roto cuando simultáneamente el cantante se subía de un salto a los pies de la cama, con tal determinación que la mueca arrogante del rubio cedió por otra bastante mas modesta y hasta cierto punto temerosa.

¡¡Me dijiste que si y ahora no vale que te retractes!! ¡Es una promesa inquebrantable! ¡ESTA NOCHE SERAS MIO!

Chico insistente no?? XD, bueno espero que el que los capítulos sean largos no den flojera. Saludos!