"Su Destino"
--Segundo Capítulo--
"Mi presa"
... Totalmente... Se abrío la puerta, con empuje. Y con delicadeza cerrada, para no hacer mucho ruido. Cuando apartó su vista, observó que frente a frente estaba con un nuevo, extraño y desconocido sujeto.
Y con tan solo ver sus ojos, supo que algo malo estaba a punto de ocurrir, si fuere esta anticipación, clara evidencia, debe serla.. ¿Era una premonición futura? Puede que sea o no, pero sólo tal vez aquel instante haya sido mera ilusión, confusa y desconcertante de su mente.
- Di...disculpe... - Tartamudeó con debilidad, y trató de no mostrar su miedo, debida a su timidez al hablar con las personas que nunca había visto en vida pasada. Se hizo a un lado, dejándole paso de forma cortés.
Se había notado... frágil, supo que su voz se había quebrado al hablar, pero ya es costumbre, nada nuevo.
- ... ¿Vivi Ornitier? - Ofreció Cazador. Ni siquiera se movió desde el momento en el que posó sobre él sus ojos. ¿Sería tal vez y sólo tal vez?
No supo contestar. ¿Cómo supo de su nombre? Más al fondo, se escucharon sonidos de sorpresa. El grupo ya vieron que llegaban tarde. Ni siquiera pudieron impedir que inocentemente, contestase...
- ...S..si... - No muy seguro, le respondió. Intentó aumentar la intensidad de su voz para que se escuchase. - M..me llamo Vivi... ¿desea algo de mí? -
El asesino... rió, totalmente gratificado y mostrando cierta lástima por la pobre criatura, no sabía lo que le esperaba a continuación.
- Tan fácil... - Fue dejando ver su gran arma, peligrosa, llena de muerte, y con su otra mano rebuscó algo en su bolsillo.
El pequeño mago negro no tardó en temblar, ¿iba a hacerle daño con aquella espada tan rara y asombrosa? Quién supo. Alguién gritó en la sala haciendo eco por todo el establecimiento debido al silencio que había permanecido durante ese tiempo, y ante el alarido todos quedaron bien alerta...
- ¡¡Vivi!! ¡¡Cuidado!! ¡¡¡Aléjate de él!!! - Era la voz de Zidane, quien en intento desesperado desenvainó sus dagas lo más rápido que pudo, ya que estaban a mano desde el primer momento en el que aquel hombre se le acercó para hablar.
Pero no reaccionaba, y menos ahora que había oido tales advertencias tan desesperadas y temerosas. Si Zidane estaba tan alterado... ¿quería decir que aquel sujeto podía acabar e iba a acabar con él? Retrocedió unos pasos, sin dejar de ver con ojos temerosos a aquel hombre. Su pregunta parecía ser cierta, sólo bastaba con ver el arma alzarse en el aire.
Un sablazo retumbó en la taberna, había roto un metro de suelo, aunque por fortuna no había dañado al mago negro.
Los movimientos siguientes fueron rápidos y casi al mismo tiempo. Sonaron sillas caer al suelo y algún que otro vaso de cristal que había muerto contra el suelo. Vivi abrió la puerta con dificultad dejando atrás al hombre que intentaba desincrustar su mandoble del suelo. Gritos de clientes aterrados que se alejaban. El grupo principal sacó su repertorio de armas.
- ¡A por él! - Gritó de nuevo Zidane haciendo de portavoz del grupo, liderando el siguiente combate en su mente. Debía de pensar rápido y asegurándose de que nadie resultase herido. Aquel hombre era peligroso, era cierto.
Tenía que admitir que este adversario era fuerte y astuto, no era como los monstruos a los que se había enfrentado anteriormente. Debían de andarse con cuidado esta vez, aunque si habían salvado a Gaia de su destrucción, también conseguirían acabar con aquel Cazador.
Si, era cierto este punto también, ellos eran fuertes, no tenían de qué preocuparse, seguramente aquel atentado no duraría mucho tiempo.
¿Se estaba confiando demasiado? Puede que eso fuese lo que sintieron, más por ahora lucharían para ver cuál será el resultado final. ¿Habrá alguna sorpresa esta vez? ¿En esta batalla? ¿Justo ahora con este adversario?
Más, fuera del local, Vivi ya había conseguido atravesar el callejón de piedra. Aquél Cazador, ¿quién era? Podía haberse enfrentado a él ultilizando magia negra, pero no lo hizo, porque sintió que algo malo iba a pasar. Y, anticipando hechos nuevamente, pronto descubriría el por qué de ese sexto sentido. Por lo pronto ya estaba en la plaza central, rodeado de desconocidos, y al fin, a salvo. Sólo fueron segundos de tensión los que vivió allí adentro, y a lo mejor sus amigos ya habían solucionado el problema. Suspiró.
Fue entonces cuando pensó: menos mal, no conocía nada sobre ese hombre, no sé si con mi magia hubiera podido derrotarle. Ha sido mejor ser prudente esta vez.
Pronto una explosión le despertó. Provenía de el pequeño teatro-bar. Todo el mundo fijó su atención a ese lugar. Dentro de la nube de polvo marrón, todo era silencio. Algunos escombros se dejaron caer por todo el camino, creando una estela de trozos de aquel lugar en el que hace unos segundos había entrado.
El pequeño mago negro negó varias veces sujetandose su sombrero, no podía creerlo. ¿Qué había ocurrido? ¿Y sus amigos?
Sin dudarlo, echó a correr de nuevo hacía ese lugar, pero a medio camino se detuvo. Alguien salía de detras de aquella neblina que poco a poco se disipaba.
- ¿... Zi..dane? ... ¿Daga...? ... ¿Alguien?
- ...Ornitier... eres mío. - Era el Cazador quien se le acercaba, y no parecía nada preocupado, ni disgustado por el hecho de que sus ropajes estuviesen lleno de polvo, ni siquiera alerta por si alguien le atacaba por detrás... pues... ¿quién lo iba a hacer? ¿Los demás... habían muerto... en aquella explosión?
Vivi dió un paso atrás, poniendo un brazo delante suya como protección, un acto involuntario que no pudo controlar por culpa del miedo.
- ... ¿...Qué...qué le has... hecho a mis... amigos...? - Tartamudeó. No podía creer que aun tuviese valor para hablar con ese sujeto, sus manos le temblaban. Pero esa pregunta estaba en su mente, digamos que cuando habló no era su mente la que hablaba, sino su corazón.
Más el rufián rió tras las breves palabras.
- ¿Amigos? Ningún mago negro sabe lo que es un amigo, son sólo unos monstruos sin alma. Como tú. -
Aquello le había dolido, y aunque así fuese, no se movió ni un palmo, siguió enfrentado con la mirada al hombre. En su mente mantenía fija una cosa: él tenía amigos, por lo que aquel hombre no tenía razón. Cazador metió una mano en uno de sus bolsillos, sacando un objeto de cuya forma no fue nadie capaz de distinguir y lo lanzó, callendo cerca de Vivi y, al tocar la superficie, explosionó con tal magnitud que hizo al chico perder el equilibrio y caer al suelo.
- Me temo comunicarte, pequeño... - Empezó ha hablar calmadamente el Cazador. - ...que esta será tu tumba.
Y sin más palabra, fue directo hacia Vivi, dispuesto a acabar con su vida de un certero golpe.
Pero por suerte, un reflejo salvó la vida del mago y, como pudo, lanzó un ataque de magia negra, un débil piro que consiguió que aquel Cazador fallase. A consecuencia del atrevimiento, el hombre se enfureció, no iba a permitir que ese ataque de tan poco nivel le hiciese quedar mal. Empuñó el mandoble tan fuerte como sus poderosas manos le permitian, y sin dejarle a Vivi prepararse para su siguiente contraataque, se lanzó de nuevo para matarle.
--Fin de la segunda parte--
