Los acontecimientos que sucedieron al terminar Hogwarts, no fueron esperados por nadie, ni siquiera por los mas confiados en adivinar el futuro, fueron unos acontecimientos que cambiaron el rumbo de las cosas, esos hechos hicieron que lo mas mínimo pareciera lo mas grande, y aquellas victorias que fueron ganadas con el sudor de la gente, parecían insignificantes a los ojos de la gente, los sucesos ocurridos durante esa época cambio los destinos, de aquellas personas, cuya cercanía a nuestros protagonistas era mas que evidente, la cercanía de Harry Potter, su cercanía , a aquella pareja formada, cambio su vida así como su destino, cuya única función era librarse de la muerte, debido a Aquel que no debe ser nombrado, ese destino cambio, dando paso a otro cuyas luces se encendieron cuando la muerte de Voldemort, fue escuchada por millones de magos.

Draco, por favor, no te comportes como un niño-, dijo, la suave voz de una mujer.

¿Qué no me comporte como un niño? ¡Por favor! ¡Lucius intentó matarte y ahora me dices que le visitemos!-, contestó, Draco, enfurecido.- ¡No me lo puedo creer!

¡Draco, entiéndelo! ¡Esta muriéndose, solamente quiere ver por ultima vez a su único hijo, que por pura casualidad eres tú!-, le respondió, la misma mujer de antes, ahora su voz no parecía tan suave como antes, sino que había elevado su volumen.

¡NO! ¡Entiéndelo tú!-, le respondió, Draco con la fiereza que le caracterizaba.- ¡No pienso visitar a un hombre, cuyo objetivo ha sido querer matar a mi mujer!

¡Draco, por favor! ¡No odies a tu padre, por algo que ocurrió hace años!-, dijo, la voz de la mujer, que fue bajando su volumen, hasta convertirla en un susurro.- Draco, hace años, diste un gran paso al casarte conmigo...

No, no lo...- la mujer, puso uno de sus dedos sobre los labios de Draco, para impedir que siguiera con la frase, Draco fue acallado con ese dedo.

Aunque , lo niegues, Draco, tú y yo sabemos, que casarte conmigo,- la mujer apartó su dedo, de los labios de Draco,- significó dejar a un lado el apellido de tu familia, tu apellido...- la mujer, vio que Draco iba protestar y, por ello, colocó de nuevo su dedo,- Draco, por favor, no digas nada.- Draco, asintió, con un movimiento de cabeza.- Draco, aunque no lo aceptes, eres un Malfoy, con todas las consecuencias de este apellido, por ello, nuestro matrimonio supuso un cambio para tu familia, al cual se esperaban que nunca ocurriera, por ello es un gran paso, ahora tienes que dar otro paso y aceptar quien eres, y perdonar a quien te dio la vida, o en su caso, formó parte de ese echo, por ello debes ir a visitarle y considerarle como tu padre.



¡NO! ¡NO LO HARÉ!-, gritó Draco, furioso,- ¿Por qué no lo ves? ¡Ese hombre, al cual dices que es mi padre, pretendió impedir que me casará contigo, al intentar matarte y ahora me dices que le perdone! ¿Para qué? ¿Para que se muera con la conciencia tranquila? No puedo hacerlo, no puedo olvidar simplemente lo que ha hecho,- con ello, Draco concluyó su explicación y se dispuso a marcharse de la cocina, en donde estaba con su esposa.

¡DRACO!-, el gritó de su esposa, hizo que sus pies se pararan, para mirarla de nuevo a la cara.- Aparte de tu asistencia... también pidió la mía.

¿Eso quiere decir que te ha pedido que vayas?-, preguntó Draco, con un poco de miedo en los ojos, a consecuencia de la contestación. Su mujer, asintió con la cabeza.- ¿Y piensas ir?-, su mujer apartó la mirada, esto hizo suponer a Draco, que si que pensaba ir.- Pues si piensas que te voy a dejar ir, te equivocas, no pisarás la casa de ese hombre, ¿no sabes como podría actuar?

¡¿Te das cuenta de lo que dices?! ¡Estas suponiendo que tu padre querría matarme!

-¡SÍ! ¡ME DOY MUCHA CUENTA DE LO QUE DIGO, ES MI PADRE, LE CONOZCO! ¡Y NO ESTOY SUPONIENDO NADA, ESTOY DICIENDO QUE LO HARA, SIN QUE NADA SE LO IMPIDA, ES POR ELLO QUE NO LE VERAS!

¡QUÉ TU NO QUIERAS VERLE ME PARECE MAL, PERO QUE ENCIMA ME IMPIDAS QUE LO HAGA YO, ME PARECE AUN PEOR!-,los gritos podían ser oídos por cualquier sitio de la casa.- Draco...

-¡NO! No iremos a ver a mi padre, aunque tu quieras-, concluyó Draco- y te agradecería que no me volvieras a hablar de ello, por lo menos no estando yo presente y ahora podemos salir de casa, recuerdas que hemos quedado con Potter y aunque no me agrada en absoluto, también, con Weasley.

¡Cómo eres! ¡¿Cómo puedes cambiar de tema tan rápido?!-,le respondió su esposa.

¡No sé como puedo hacerlo! ¡Pero lo que sé es que no me voy a quedar toda la noche hablando, de la persona que consideras mi padre! Así que será mejor que salgamos ahora, sino queremos llegar tarde a la reunión,- le reclamó Draco a su mujer.

Lo unico que te preocupa es esa reunión, ¿verdad?-, preguntó su esposa.- Sólo una pregunta inofensiva, ¿quién va ir?

¿Qué estas insinuando? ¿Qué voy por qué va Pansy, o alguna de mis ex -novias?-, preguntó Draco, en su tono de voz se le noto el enojo, con respecto a la pregunta que le había hecho su mujer.- Pues te equivocas, voy porque me he comprometido con Potter y tu Weasley.

Será la primera vez que me equivoque, y con respecto a Ron, dejo de ser mío, en el momento en que se consumió nuestro matrimonio, ¿recuerdas?,- le preguntó la mujer, con el mismo tono de ironía con que lo había echo su marido.- ¿Pero que digo? Seguro que no te acuerdas de ello.

Sabes que no soporto cuando Weasley esta cerca de ti, me hace recordar aquella época en que salíais, es por ello que le odio con mas intensidad, con que algún día pude odiar a Potter,- confesó Draco, con toda la sinceridad que le era `posible, ya que este hecho era verdad ,durante mas de dos años, Ron y su mujer, habían mantenido una relación mas allá de la amistad, pero terminaron a consecuencia de la estrecha amistad de su mujer con el prefecto de Ravenclaw, Weasley no pudo con los celos y decidieron que por el bien de los dos, terminan esa relación, que en su momento les unió. Al poco de romper, Draco tuvo que ayudar a Harry, a acabar, de una vez por todas, con Voldemort ,fue en uno de esos momentos en los cuales se enamoró, de la que ahora era su esposa, fue una relación un tanto tormentosa, ya que a pesar, de odiarse menos, de lo que se odiaba con Harry no lo acababan de aceptar, pero lo tuvieron que hacer por el bien, de la persona que consideraban, amiga, si querían verla feliz, y así fue, hasta terminar en boda.



Pero a pesar de que la mujer que amaba, era su esposa, siempre tuvo la duda de que ese amor, que sintió alguna vez por Weasley todavía existía, y solamente esperaba el momento justo para salir, por eso se sentía enfermo cada vez que tenían que verle, cada vez que la veía junto a él, cada que él se acercaba, sigilosamente, para poder hablar con ella, cada vez que ella dejaba ver, una de esas hermosas sonrisas, que Draco tanto amaba, Draco sentía que esas sonrisas se le eran robadas de él, porque él consideraba a su esposa como suya, que sólo él tenia el derecho de tocarla, de mirarla con ojos llenos de deseo, de lujuria, por eso los celos reinaban en su cuerpo, cuando se daba cuenta de que otro hombre, la miraba con esos ojos, con ese deseo, y mas aun si eso ojos pertenecían a Ron Weasley, o a cualquier hombre , los suficientemente cercano a ella, su mayor temor era que otro la tuviera en sus brazos, como el la tenia, que poseyera su cuerpo, que simplemente la apartaran de su lado.

¿Cuántas noches, permaneció en vela a culpa de ese pensamiento? Sólo le tranquilizaba, verla ahí, a su lado durmiendo, con su pelo cubriendo su cara, con su perfecto cuerpo, dándole el calor que le faltaba, era en una de esas noches en que ella, se despertaba y le veía despierto, y su insomnio era curado con uno de sus besos, en los cuales se decían todo lo necesario, o una de las miles noches de pasión que vivían. Sólo la preocupación, era liberada con esas acciones, no otras, solo esas. Había tenido varias peleas a consecuencias, de algunos comentarios de sus amigos, con respecto a su mujer, de los cuales siempre salía bien parado, pero del que siempre le esperaba una buena bronca de su mujer, que no entendía ese afán, ese sentimiento de posesión con su persona, habían sido muchas las explicaciones dadas pero ninguna fue creída, quizás por la forma de relatarla, porque no tendría argumento, porque era poco creíble, pero fueron muchas, demasiadas.

Vamos, Draco, de eso hace años-, le contaba su mujer.- Hace un año que estamos casados, y aun así sigues con esas, olvídalo, olvídate de él...

¡No puedo! Cada vez que se acerca a ti, reviento de celos...- las manos de su mujer, fueron colocadas a ambos lados de su cara, y la proximidad de sus caras eran cuestión, de pocos centímetros.

-¿Cuándo te enteraras de que sólo te amo a ti, qué nunca podré a amar a otro tanto como a ti?-,dijo su esposa en un susurro, que fue oído perfectamente, por Draco. Dicho esto, acercó su boca y se fundieron en un cálido beso, las manos de Draco se situaron en la cintura de la chica, mientras ella las dejaba caer hacia el cuello, el beso fue cada vez mas cálido, mas lleno de pasión, de una pasión que fue rota, cuando el aire les faltaba en los pulmones.- Y ahora, será mejor que salgamos si no queremos llegar tarde.



¿Es necesario ir?-, preguntó, con cara de tristeza y con sollozos.

Sabes que es importante, además hace un rato, tenias muchas ganas de ir, ¿a qué viene esa cambio repentino?-, esa pregunta fue contestada con un beso y la entrega de las cosas necesarias, para salir.

Así, que salieron de su casa y se marcharon hacia donde habían quedado.







Se esta haciendo tarde-, dijo un muchacho de ojos verdosos, cuyo pelo estaba descolocado y sus ojos eran protegidos con unas gafas.

Vamos Harry, tampoco es tan tarde, se habrán retrasado a la salida, sólo eso-, le respondió un chico, caracterizado por su pelo rojo, ese pelo que decía, que pertenecía a la familia Weasley.

¿Cómo puedes estar tan tranquilo, Ron?-, preguntó Harry.- Es mi amiga y me preocupo de sus seguridad.

¿Y qué te crees que yo no?-, le contestó Ron.- Pero conociendo como es Draco, habrá puesto todos los impedimentos para no venir, así que todavía queda un buen rato, hasta que lleguen. ¡Mira ahí viene mi hermana! ¡¡¡GINNY!!!

Una chica, también con cabello rojo, se dio la vuelta, y se dirigió hacia el dúo de chicos, en sus brazos cargaba un bebé, de apenas, unos meses de vidas, el bebé estaba despierto y sus ojos eran de un color verdoso, juntado con otro color, que no se llegaba a ver muy bien, su pelo, a pesar de tener poca cantidad, era de color rojo, como el de sus madre, al ver los hombres se empezó a revolver en los brazos de su madre, moviendo piernas y manos.

Te dije que no lo trajeras, va haber mucho ruido y no se va a quedar tranquilo,- dijo Harry mientras lo cogía en brazos, para tranquilizarle.

¿Y qué querías qué hiciera? ¿Dejárselo a mi madre?-, le preguntó Ginny, a su marido.- Sabes como es, además tenia una cena con los compañeros de mi padre, si tanto te molesta me lo llevo-, indicó la chica ,al mismo tiempo que intentaba coger al niño de los brazos de su marido. El otro chico pelirrojo, se había apartado de escena, sabiendo lo que se avecinaba.

No es eso-, expresó Harry, parando las intenciones de su mujer.- No me molesta en absoluto, pero me gustaría que se hubiera quedado en casa, va a ser muy pesado para él.

Bueno, tranquilo dentro de poco vendrá Hermione y nos iremos, para dejaros tranquilos.

¡¡¡GINNY!!!-, gritó una chica que se acercaba hacia el matrimonio.- Hola Harry, lo siento por la tardanza, ya sabes problemas-, dijo, la chica, cuyo pelo, no tenia esos rizos que la caracterizaban, ahora su pelo era completamente liso y recogido en una simple coleta. Su mirada se cubrió de tristeza, pero intentó dibujar una sonrisa para tranquilizar a ambos.- Por vuestras caras, parece que también habéis discutido.

-¡Qué va!-, exclamó Ginny, con tono irónico.- Sólo que a tu querido amigo, le molesta que haya traído a mi hijo.

¡A nuestro hijo!-, indicó Harry.

¡Vamos chicos! ¿No me digáis que discutís por eso?-, preguntó, desconcertada Hermione.- Bueno, ¿dónde esta Ron?

Aquí-, se escuchó detrás de Hermione.- ¡Menos mal que has llegado!-, le dijo mientras le daba un estrecho abrazo.- Siento lo que voy a decirte, pero llévate a Ginny para que dejen de discutir, por favor-, dijo con cara suplicante.

Vamos, Ginny que parece que estorbamos a los hombres-, indicó con una sonrisa en sus labios.

Al apartarse del dúo de hombres, divisaron a un hombre, con los cabellos muy rubios que se acercaba peligrosamente hacia ellas, Ginny a pesar del paso de los años, no pudo sentir un sentimiento de rechazo hacia él, en la cara del chico se dibujaba una maliciosa sonrisa y sus ojos tenían un brillo especial, mientras se acercaban a ellas, iba vestido de forma elegante, pero sin dejar de ser informal, y su peinado dejo de ser el de peinarse hacia atrás, ahora lo dejaba a su aire, sin ningún tipo de utensilios para el pelo, la estructura de su cuerpo también había cambiado, aunque siempre había tenido buen cuerpo, ahora en sus brazos se habían colocado unos músculos y su pecho era mucho mas ancho, su cara no había cambiado mucho, sus ojos mantenían su color gris, con algo de azul, ya faltaba poco para que se terminara de acercar.

Hola Ginny, ¿qué tal?-, preguntó muy cortésmente.

-Muy bien, Draco, gracias-, le respondió Ginny con la misma cortesía.

-Hermione, necesito hablar contigo-, preguntó Draco.- ¿Podemos ahora? No será, mas de dos minutos.

Claro, Ginny, ¿me esperas aquí? Ahora vuelvo-, le dijo al mismo tiempo que le daba un beso en la mejilla y se alejaba de allí.

Me acaba de llamar mi madre-, fueron las palabras de Draco, la cara de Hermione cambió de repente.- Lucius ha empeorado, dice que si queremos ir, que vayamos a mas tardar mañana.

-¿Qué piensas hacer?-, preguntó Hermione, aunque ya sabia la respuesta, pero quería oírla de los labio de Draco.

-No pienso ir, no puedo perdonarle lo que ha hecho y...

-No se trata de perdonarle, es solamente verle ..... por ultima vez.

Hermione, ya hemos discutido esto, y tu tampoco iras, si pensabas ir-, informó Draco, desafiante.- Sabes lo que hará.

¡Sí, claro! Postrado en una cama-,dijo con tono irónico.

Hermione por favor, conozco a Lucius , prométeme que no iras que no pisaras la casa de ese hombre-, pidió Draco, con cara de preocupación.

No puedo Draco, quiero ir, aunque sólo sea para que me recrime lo que te he hecho-, explicó Hermione.- Ya te lo he dicho, iré con o sin tu consentimiento, pero iré.- Y con ello, se fue, dejando desconcertado Draco, viéndola como se alejaba junto a Ginny y salía al patio del edificio, tenia que impedir que fuera o ir con ella, pero esa opción no la quería ni pensar.















CAPITULO 2: Las mañanas e