Bad Luck Tour

Capítulo V: "Cásate conmigo"

Autor: Geisha Sakura

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Clasificación: PG

Advertencias: Algo de shonen ai, este episodio está muy light. P

Disclaimer: Gravi no es mío TT, brincos diera, todo pertenece a Maki-sensei y demás compañías relacionadas.

El sol se filtraba por las cortinas rojas semi cerradas de la lujosa habitación de hotel, era de mañana, casi las 10, pero los huéspedes no parecían tener intención de levantarse pronto, yacían inconscientes en la cama entre un revoltijo de sábanas, cojines y colcha, durmiendo profundamente. El pequeño pelirrosa estaba boca abajo, sin ninguna prenda encima, con la cara hundida en los cojines y la cadera sobre un almohadón, a su lado, un hermoso, y desnudo, hombre rubio dormía de costado, pasando un brazo posesivamente sobre la espalda de su compañero, como si aún en sueños quisiera asegurarse de que no se fuera de su lado, asegurarse de que le pertenecía completamente.

La luz le dio en la cara a Shuichi, quien sintiendo el calor, abrió los ojos lentamente, parpadeando, agitando sus largas pestañas, enfocó la vista, tomando conciencia de donde se encontraba, levantó un poco la cabeza y con languidez, la volvió a recargar en la almohada, sintiéndose demasiado adormilado y cómodo como para tener ganas de moverse. Al percibir un peso sobre su espalda volteó la cara, encontrándose con el rostro apacible de su amante. Shuichi sonrió ante tal visión, Yuki lucía hermoso, con los mechones rubios cayendo sobre sus ojos, los labios entreabiertos, su pecho bajando y subiendo acompasadamente, todo él reflejaba calma, paz, y sobre todo, un estado de completa satisfacción. Shuichi se movió para abrazar al bello durmiente que tenía a su lado, pero un tirón en las muñecas le recordó que no estaba en condiciones de moverse libremente.

La noche anterior, tras buscar por toda la habitación, Shuichi finalmente encontró bajo la cama la llave de las esposas que apresaban a Eiri, y más tardó en liberarlo que él en esposarlo al lecho, y con gran satisfacción, se dedicó toda la noche a hacerle pagar por haberlo atado anteriormente. Puso a su amante boca arriba, boca abajo, de un lado, del otro, siempre esposado para que no pusiera la menor resistencia, y no es que el pelirrosa pensara hacerlo en realidad, estaba más que ansioso de los besos y caricias de su amante tras todo ese tiempo de separación, pero Eiri también aprovechó para torturarlo llevándolo al borde del clímax para detenerse y dejarlo así por un rato, mientras iba a servirse una copa del mini bar o a fumar en la terraza de la habitación.

Shuichi se sonrojó intensamente al recordar todo lo que habían hecho hasta bien entrada la madrugada, y también sonrió pícaramente admitiendo lo mucho que lo había disfrutado.

Una sorpresiva llamada telefónica despertó al rubio, quien de un manotazo levantó la bocina del aparato.

-Shuichiiiiiiiii, más vale que estés vestido y a punto de bajar a la recepción del hotel- gritó una voz con un fuerte acento norteamericano- o iré por ti y mi mágnum hará que te des prisa, jajajaja-

Malhumorado por el súbito despertar, el escritor colgó de un golpe el auricular y se levantó, frotándose la frente, poniéndose unos pantalones y buscando su paquete de cigarros en la mesita de noche.

-Tu manager habló- murmuró de espaldas, con un cigarrillo en la boca, a su cautivo amante - será mejor que te arregles pronto para que vayas a donde te necesitan.

-Este....Yuki...¿me podrías quitar las esposas?, creo que no puedo ir a ningún lado con todo y cabecera de la cama- pidió el joven cantante, con una risita nerviosa y un intenso sonrojo en las mejillas mientras hacía resonar las cadenas para enfatizar su actual estado.

Al escuchar a su amante, Yuki se volteó, sonriendo ante el espectáculo de tener bien sujeto al latoso pelirrosa, quien lo miraba con cara de perrito regañado.

-Mmm...., tal vez debe dejarte ahí y esperar a que K, junto con tus demás compañeros vengan y te encuentren esposado a la cama... y desnudo- dijo Eiri con una sonrisa maliciosa mientras recorría con un dedo la espalda de Shuichi, ocasionándole escalofríos, hasta que llegó a su trasero, donde pellizcó suavemente una de sus nalgas.

-¡Auch! ¡¡Yukiiiii, no seas malooo!!- Shuichi comenzó a patalear y a sollozar, armando tal escándalo que el escritor le tiró un almohadazo para hacerlo callar.

-De verdad que eres ruidoso- gruñó mientras se sentaba en la cama y le quitaba las esposas al pequeño- nunca, pero nunca te callas- dijo con sorna, haciendo que Shuichi se sonrojara al entender bien a lo que se refería.

-Listo, eres libre, ahora date prisa en vestirte, que es muy temprano para escuchar balazos- sentenció Yuki al dejar libre al cantante, quien de inmediato se lanzó sobre él, enredando sus brazos alrededor de su cuello y para después rápidamente morderle la oreja.

-¡Shuichi!- gritó el escritor lanzándole otra almohada a su amante, que chocó contra la puerta del baño tras la cual el cantante se puso a salvo. Después de unos minutos de escuchar el agua correr en la regadera, Shuichi salió con una toalla envuelta alrededor de la cintura, teniendo una mirada compungida en el rostro.

-¡Yuki! ¡me dejaste marcas por todos lados!- gritó Shuichi señalando pequeños puntos enrojecidos que estaban esparcidos por su pecho, estómago, piernas y brazos.

-¿Y eso qué?- preguntó indiferente Eiri, recargado en sobre varias almohadas, con un brazo tras la cabeza, fumando un cigarrillo y cambiando los canales de la televisión- siempre lo hago, a ti te gusta.

-Sí...-admitió el cantante bajando la mirada y poniéndose rojo- ¡pero te he dicho que no lo hagas donde se puedan ver!- gritó levantando un dedo acusador que apuntaba al rubio- ¡me da pena!, ¡no pienso salir así lleno de marcas de besos!, ¡todos me van a lanzar miradas curiosas y yo me moriré de vergüenza! ¡Además tengo las muñecas enrojecidas por las esposas! ¡Parece que fui a una sesión sadomasoquista!

-No hagas tanto drama por pequeñeces...

-¡No son pequeñeces!, ¡mira esta marca de aquí, grande y roja, justo en el cuello, además tiene una forma chistosa, imposible que alguien no se fije en ella!- continuó gritando el cantante casi al borde de la histeria.

-Mmm....me parece que se te ve bien- sonrió Yuki aplastando el cigarrillo en el cenicero, para acto seguido bajarse de la cama, acercándose con movimientos felinos a Shuichi, quien instintivamente retrocedió hasta chocar con la pared, quedando acorralado entre su amante y el muro. Eiri tomó el mentón de cantante con una mano, obligándolo a levantar el rostro, obteniendo libre acceso a su cuello, por donde deslizó lentamente su lengua, prestando especial atención a ese punto enrojecido.

-Yuki...-gimió el pelirrosa ante las sensuales caricias de su amante.

-Ven Shu-chan- dijo Eiri arrastrándolo de un brazo hasta el baño, frente al espejo- Mira- le indicó mientras señalaba la marca roja de su cuello- ¿no le encuentras forma de algo?

-Este.....- Shuichi giró la cabeza y movió el cuello para ver desde diferentes ángulos el punto rojo por el que Yuki parecía tan interesado- mmm... me parece.... parece..... ¡parece un corazón!-volteó a ver con ojos brillantes a Eiri, quien sonrió con aprobación- Yukiii, ¿me hiciste esa marca con forma de corazón a propósito?, ¡¡aaaahh, qué lindooo!!!- Shuichi se colgó del cuello de su amante y comenzó llenarlo de besos en todo el rostro.

-¡Cálmate Shu!- gruñó Eiri quitándoselo de encima, pero contento de ver que su pequeño gesto romántico había tenido efecto.

-¿Pero, cómo lo hiciste?

-Secreto- murmuró Eiri guiñándole el ojo- es una marca de propiedad, nadie más puede tocarte- continuó mientras le acariciaba el cabello, aún no olvidaba el asunto de la noche anterior, aunque todo resultó un malentendido Sakuma seguía sin darle mucha confianza.

-¿Marca de propiedad?, ¿soy ganado acaso?- dijo Shu haciendo un puchero.

-Bueno, te diré... a veces te comportas como un animalito salvaje.

-Yukiiiii!

-¡Anda!, termina de vestirte de una vez- ordenó Yuki saliendo del baño seguido por un aún mojado y marcado pequeño pelirrosa, quien rápidamente se secó con la toalla, tomó unas prendas del armario y se las colocó. Para la ocasión eligió un atuendo casual pero elegante, pantalones de cuero rojo oscuro no muy apretados, una camisa negra de manga larga con los botones superiores abiertos y, para esconder la marca, un collar de cuero algo grueso, además de unas muñequeras también de cuero que ocultaron las huellas que dejaron las esposas.

-¿A dónde vas?

-Hay una reunión del club local de fans de Bad Luck, cantaremos una canción o dos, contestaremos preguntas y firmaremos autógrafos, lo de siempre- respondió Shuichi mientras se secaba a toda prisa el cabello rosado con la secadora.

-¿Tardarás mucho?

-Espero que no, aunque con K nunca se sabe, luego se inventa de última hora promociones extrañas para aumentar las ventas, una vez organizó un Bingo streap, cada chica que ganaba tenía el derecho de pedir que nos quitáramos una prenda, fue de las cosas más vergonzosas que he hecho en mi vida, por suerte casi al final las fans se emocionaron demasiado y casi se nos van encima, tuvimos que salir corriendo, jeje, esas chicas pueden estar bastante locas- rió Shuichi mientras se terminaba de peinar, abotonándose después los botones superiores de la camisa, en vista de que se alcanzaban a vislumbrar varios pequeños y sospechosos puntos rojos.

Yuki volvió a concentrar su vista en la televisión, no le agradaba nada lo que Shuichi le acababa de contar. El pelirrosa, con todo lo latoso, gritón, llorón y baka que podía ser era suyo, sólo suyo.

Encaramándose de un salto a la cama, junto a Yuki, Shuichi le dio un beso rápido a modo de despedida. - ¡Nos vemos más tarde!- dijo encaminándose hacia la puerta, agitando la mano- estaré en el salón Rainbow, aquí mismo en el hotel, por si te sientes solo y quieres acompañarme- concluyó poniendo una sonrisa boba.- Adiós, adiós- continuó despidiéndose alegremente hasta que cerró la puerta de la habitación.

-Baka- murmuró Yuki con una leve sonrisa. El escritor decidió aprovechar la mañana, apagó la televisión, sacó su lap top y la conectó al servicio de Internet del hotel dispuesto a revisar su correo electrónico.

El salón Rainbow tenía capacidad para 500 personas cómodamente sentadas, pero
esa mañana había rebasado la cifra, pues 800 jovencitas, y algunas ya entradas en años, así como uno que otro chico, llenaban con su incesante plática el recinto, se escuchaban por todos lados chillidos de excitación, en espera de que Bad Luck apareciera en el pequeño escenario montado al frente del salón.

Shuichi entró al camerino que estaba en una habitación antes del salón, con el que conectaba mediante una puerta. Dentro del vestidor se encontraba todo el personal que acompaña a Bad Luck en la gira, ultimando detalles, a Suguru y a Hiro los estaban terminando de peinar y K arreglaba cuestiones de seguridad con los fornidos guardaespaldas, especialmente en lo que se refería a huidas efectivas por si las fans se ponían locas y trataban de desvestir a los artistas como ya había sucedido en otras ocasiones.

-¡La li ho! – saludó alegremente el pelirrosa, consiguiendo que todos voltearan a verle.

-Mr. Shindo!, menos mal que decide acompañarnos- exclamó K con sarcasmo mientras apuntaba en la frente con su mágnum al vocalista, éste palideció y soltó una risita nerviosa.

-Perdón K, me quedé dormido, jeje.

-Mal, muy mal, todas sus fieles admiradoras, las Luckys, llegaron desde temprano,¡debes ser más profesional y no hacerlas esperar, anda a arreglarte!- espetó el manager llevando a punta de pistola hasta el tocador al cantante, situándolo en el lugar que había ocupado Suguru, donde la peinadora comenzó a acomodar sus desordenados y rosados cabellos.

-¿Luckys?- murmuró Shuichi a Hiro, a quien la maquillista le aplicaba un poco de sombra para resaltar sus ojos.

-Así es como K ha decidido llamar de ahora en adelante a nuestras fans.

-¿Eh?, ¿por qué?

-Bueno, ya sabes que hay otros músicos que le ponen algún nombre bonito a sus admiradoras, y a ellas les gusta, las hace sentir especiales y parte de un grupo. K no podía dejar pasar semejante oportunidad de tener contentas, y gastando en productos nuestros, a las fans.

-¿Y por qué Luckys?

-Pues ya sabes, Bad Luck, Luck, Luckys.

-Oh....- asintió con entendimiento Shuichi, mientras cerraba los ojos para que la maquillista le delineara los párpados.

-Ok, boys, it´s show time!- gritó K indicándole a sus apoderados que era hora de salir al escenario.

Los tres miembros de la banda atravesaron la pequeña puerta que conectaba con el salón, quedando tras una cortina negra, las luces se apagaron, el griterío se intensificó, los reflectores apuntaron a la cortina y los artistas salieron tras de ella, acompañados de un aullido que podía helar la sangre el más valiente, por suerte ellos ya estaban acostumbrados a lidiar con las fans más entusiastas. Tomando sus instrumentos, la banda tocó The Rage Beat y Spicy Marmalade, ante una lluvia de aplausos, silbidos y piropos subidos de tono. Al concluir la interpretación, vino la firma de autógrafos, los elementos de seguridad se encargaron de formar tres filas, una por cada integrante. Las chicas les dieron a firmar desde la tradicional foto o CD, hasta ropa interior y una tortuga, además de que les dieron numerosos obsequios, en su mayoría muñecos de peluche, dulces, y flores, a los que los chicos agradecían con una encantadora sonrisa que dejaba tiesa a más de una fan.

-Y ahora viene el momento esperado por todas- anunció K una vez que Bad Luck terminó de firmar todo lo firmable que se estuviera quieto el suficiente tiempo como para estamparle una rúbrica- la gran promoción especial exclusiva para las Luckys miembros del club oficial.

-¿De qué esta hablando?- murmuró Shuichi al oído de Hiro sobándose la mano, que le había quedado acalambrada.

-Es una loca promoción que se le ocurrió a K poco antes de salir de tour- informó Suguru.

-¿Y por qué no lo sabíamos?

-Para que no se negaran a participar.

-¿Cómo es que tú sí sabías de esto?- preguntó Hiro.

-Tohma me lo dijo, K le informa todo y mi primo no tiene inconvenientes en transmitirme esa información- sonrió Fujisaki con suficiencia.

-Esto me da mala espina- susurró Shuichi tragando saliva, él mejor que nadie sabía las locas cosas que K era capaz de hacer con tal de que ganaran más dinero y popularidad.

-Todas aquellas que compraron en la preventa vía Internet el CD promocional de la gira que incluye un remix de Glaring Dream y un bonus track de Shuichi cantando en la ducha.....-
-¡¿Qué cosa?!- exclamó el vocalista poniendo unos ojos grandes como platos- ¿cuándo hizo eso? -masculló furioso preguntando a Hiro-

-No tengo idea, y tampoco quisiera saberlo, la verdad sería demasiado escalofriante- sentenció el pelirrojo encogiéndose de hombros.

-... podrán participar en la rifa de una cita con uno de los miembros de Bad Luck.

-Kyaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!- el griterío frenético de las fans terminó por poner malo a Shuichi, ¡sólo eso le faltaba!, ¡que K los rifara como premios de feria!

-Para dar legalidad de este concurso, la presidenta del fan club oficial de esta ciudad, la señorita Mikako Anoe sacará los tres boletos ganadores de la urna, pase al frente por favor.
Una linda chica, de aproximadamente 20 años, con larga y lustrosa cabellera negra, ojos brillantes y tez blanca, que se encontraba en la primera fila avanzó con elegancia hacia el escenario, una vez estando arriba saludó amablemente con un apretón de manos, y también con un besito, a cada uno de los miembros de la banda, además de darles una tarjeta de presentación con los datos del fan club de Muroran, como dirección, teléfono y página web.

-Este es un momento muy emocionante para todas las Luckys del club oficial- dijo la chica tomando el micrófono que le ofrecía K- ahora podemos darnos cuenta de que Bad Luck nos quiere tanto como nosotras a ellos, ¡larga vida a Bad Luck!, ¡que viva Bad Luck!

-¡Qué viva!, ¡que viva!- corearon las fans al borde de la histeria.

-Tengo miedo Hiro- dijo Shuichi clavando las uñas en el brazo de su amigo- quien sabe con qué clase de fan rabiosa me pueda tocar.

-Tranquilo, no es para tanto- trató de tranquilizarlo el pelirrojo- mira a Suguru, él está calmado.

-Eso es porque ésta es la única manera como podría conseguir una cita- gruñó Shuichi sacándole la lengua el tecladista, todavía sentido porque no los hubiera prevenido del peligro.

-¡Eso no es cierto!, ¡yo también soy popular!-

-Claro, ¡con las estudiantes de primaria!

El anuncio de la primera ganadora terminó con la discusión, una linda niña de aproximadamente 12 años subía al escenario, ella iba a pasar una encantadora cita con Fujisaki.

-¡¡Pffff!!- Shuichi se tapó la boca para no reírse ruidosamente al ver la pareja de Suguru.

A Hiro le tocó salir con una chica llenita casi de su estatura, que no paró de hablar en cuanto se situó al lado del guitarrista. Cuando fue el turno de que rifaran a Shuichi, éste sentía que se le salía el corazón de los nervios, afortunadamente para él, Moeko Murai, la feliz ganadora, era una chica de 16 años bastante mona, con cabello castaño lacio y largo, grandes ojos color café que se ocultaban tras unos lentes y una sonrisa tímida, quien se sonrojó cuando se colocó junto al vocalista.

- Pero no crean que esto se termina aquí- voceó K al más puro estilo de quien vende un producto en una oferta especial- porque también Sakuma Ryuichi podrá ser suyo para salir en una cita de ensueño.

-Kyaaaaaaaaaaaa!!!!!!!- otra vez el ensordecedor griterío cimbró el salón en cuanto Sakuma se paró en el escenario, muy sonriente, saludando a todas las chicas con una mano y moviendo a Kumagorou para que hiciera lo propio. La afortunada ganadora de la cita con Ryuichi fue la presidenta del club de fans, lo que despertó una que otra suspicacia entre las presentes, pero no hicieron mayor escándalo cuando los artistas, y sus citas, se fueron del recinto por la puerta detrás del escenario.

- La cita será en el parque de diversiones- anunció K- desde este momento hasta las 6 de la tarde los chicos son todos suyos señoritas- dijo guiñándoles el ojo a las jovencitas, quienes soltaron risitas, la pareja de Hiro, que se llamaba Tomiko Shinai, se le colgó del brazo al guitarrista. La pequeña pareja de Suguru, Aya Serako, lo miraba admirada con grandes ojos brillantes y un intenso rubor cubriendo sus mejillas. Por su parte, Mikako le sonreía cortésmente a Sakuma y celebraba las ocurrencias de Kumagorou.

- Qué suerte tiene la señorita Anoe- murmuró Moeko- salir con Sakuma-san debe ser fantástico.

-¿También eres su admiradora?- preguntó Shuichi.

- ¡Por supuesto que sí!- dijo entusiasmada la chica- ¡ah!, ¡pero no me malinterprete!, no crea que me gusta más que usted Shindo-san- exclamó preocupada de que el cantante pensara que se sentía decepcionada por haber ganado la cita con él y no con Ryuichi- lo admiro mucho, soy su mayor fan, tengo mi cuarto lleno de fotos suyas, sus videos, sus CDs, también los de Nittle Grasper, pero, es que ellos también son geniales, y los admiro mucho, aunque no más que a usted y... y....

- Tranquila- sonrió el cantante de Bad Luck tratando de calmar a la hiperactiva y confusa fan- te entiendo bien, yo también admiro mucho a Sakuma- concluyó con una sonrisa.

- ¿De verdad son muy amigos?

- Por supuesto que sí, nos llevamos muy bien.

- ¿Sakuma-san lo aprecia tanto como usted a él?

- Sí, siempre que me ve me abraza muy fuerte, a veces hasta me tira al piso, jeje, es muy juguetón-

-Oh...y...y....¿alguna vez han compartido una habitación?

- Este... pues no....es la primera vez que salimos de gira juntos- respondió Shuichi extrañado por la pregunta- aunque de venida para Muroran llovió muy fuerte en la carretera y él me pidió que lo dejara dormir conmigo en mi compartimiento del autobús porque tenía mied....- el pelirrosa no terminó la oración al ver la cara tan extraña que tenía la niña, lo observaba con unos ojos grandes y brillantes, con una mirada medio fanática, además de que se veía muy roja de la cara.

- La limosina nos espera- anunció K, terminando así con el extraño interrogatorio de Moeko.

Las cuatro parejas se dirigieron al lujoso vehículo, que arrancó y se puso en camino al parque de diversiones Meryland, que era muy grande y bonito, tenía juegos extremos como montañas rusas para los más valientes o paseos en lanchas con forma de cisne para los enamorados. Shuichi sonrió al ver ese lugar tan divertido, pensando que tal vez más tarde podría convencer a Yuki de que ambos tomaran el romántico paseo en lancha. K les dio indicaciones a los artistas, así como un celular especial, por si la fan intentaba propasarse y él tenía que ir al rescate.

-Sí, claro- murmuró Shuichi molesto- primero nos vendes y luego finges que te preocupas por nosotros.

-¡Claro que me preocupo!, si no los cuido luego no podré venderlos de nuevo, ¡jajaja!, lets go boys!, ¡cumplan los sueños de esas chicas!, nos vemos junto a la rueda de la fortuna a las 6 en punto.

Cada pareja se fue en una dirección distinta, Hiro y Tomiko se encaminaron a la montaña rusa, o más bien, ella lo llevó del brazo, Suguru y Aya se dirigieron hacia las sillas voladoras, Mikako y Sakuma fueron rumbo al carrusel, y Shuichi y Moeko a la casa de los espejos. El pelirrosa se divirtió mucho con Moeko, quien era una niña encantadora, para nada la admiradora fanática violadora que él se había imaginado, aunque no dejaba de hacerle preguntas extrañas acerca de su relación con Ryuichi, él las contestó todas pensando que a él, como fan de Sakuma, también le hubiera gustado saber todo eso, o bueno, casi, el tipo de aceite para masajes favorito del cantante de Nittle Grasper no le parecía un dato relevante.

Al caer la tarde, cerca de la hora que K había puesto como fin de la cita, Shuichi y Moeko descansaban en una banca mientras comían un helado y contemplaban el atardecer cerca de la rueda de la fortuna. El ambiente era agradable, aunque comenzaba a refrescar, algunas nubes de tormenta se vislumbraban en el horizonte.

-Me divertí mucho- expresó Moeko- muchas gracias por todo Shindo-san, es usted tan lindo como me lo había imaginado.

-Yo también me la pasé bien- contestó sonriendo el pelirrosa.

-Tengo una petición para usted- murmuró Moeko poniéndose de pié de repente, tirando su helado a medio terminar en el cesto de basura, mirando fijamente a Shuichi- es algo con lo que he soñado toda mi vida, y sería la persona más feliz del mundo si me dijera que sí-

-¿De qué se trata?- preguntó curioso el cantante.

-¡Por favor Shindo-san!- exclamó la chica poniéndose roja al tiempo que sacaba de su bolsa una pequeña cajita- ¡cásese conmigo!- finalizó abriendo la caja, dentro de la cual había un pequeño anillo de oro, que, a pesar de su tamaño y sencillez, debió costar una fortuna para una chica como ella que no tenía mucho dinero.

-¿Quéeeeee?- gritó Shuichi parándose de un salto, derramando su helado de la sorpresa.

-¡Lo amo como no tiene idea, de verdad!- dijo Moeko con la voz entrecortada, al borde de las lágrimas, completamente sonrojada, sosteniendo la cajita en dirección al anonadado cantante- ¡desde su prime sencillo adoré su voz, su persona, es mi hombre ideal, y quiero estar para siempre junto a usted, nunca nadie lo amará ni conocerá mejor que yo!

-Gracias- murmuró Shuichi tomando entre sus manos las de la pequeña, junto con el anillo- pero yo tengo alguien a quien amo, si dices conocerme tan bien como dices sabrás que estoy con Yuki Eiri, y lo quiero mucho, me sentiría muy triste sin él. No llores por favor- dijo el pelirrosa secando las lágrimas que comenzaban a escurrir por las mejillas de Moeko.

-Es por mí, ¿verdad?- susurró con amargura- ¿cómo podría usted llegar a querer a alguien fea e insignificante como yo?- dijo llorando a lágrima viva.

-No, para nada- expresó Shuichi abrazando contra su pecho a la joven, quien se sujetó a él y lloró con fuerzas- eres una chica muy linda, es sólo que cuando te enamoras de alguien es inevitable, es una fuerza de atracción muy grande que nadie puede separar. Eso es lo que siento por Yuki, nunca podría dejarlo, ni él a mí. ¿Comprendes?

-Sí- contestó Moeko en un susurro ahogado por el llanto.

Después de un rato, la chica se tranquilizó, Shuichi no había dejado de acariciarle la cabeza, que seguía recargada en su pecho.

-Gracias Shindo-san- ya estoy mejor- expresó Moeko separándose del cantante, cuando un jalón en el cabello la obligó a volver a pegarse a él.- ¡Auch!

-Espera- dijo Shuichi- te atoraste con mi collar- tras varios intentos de zafarle el mechó enredado, el pelirrosa decidió que sería más fácil si se quitaba el collar, una vez hecho esto, pudo fácilmente desenredar a la chica.

-¿Y esa mancha roja?- preguntó curiosa la joven señalando en el cuello del cantante la marca de amor que Yuki le había hecho.

-Estee......, es una marca de nacimiento, jejeje- rió nervioso Shuichi, sonrojándose al recordar la comprometedora mancha.

-Nunca la había visto, y eso que tengo absolutamente todas sus fotos.

-Es queeeeee.... la maquillan, sí, eso es, le ponen maquillaje para que no se vea.

-¿Y eso por qué?, a mí me parece interesante, sobre todo porque tiene una forma curiosa- dijo Moeko ajustándose los lentes para ver mejor- ¡forma de corazón!

-¿Sí, verdad?, ¡qué curioso!, jejeje- dijo Shuichi con una risita nerviosa, volviéndose a poner a toda prisa el collar- ¡Ahí vienen los demás!, ¡es hora de irnos!- exclamó aliviado al ver a las otras parejas, y a K, llegar al punto de reunión.

-¡Aquí termina la cita de ensueño de las afortunadas Luckys, los chicos de Bad Luck, y Sakuma –san!- expresó K- ¡ahora pónganse todos juntos para la foto del recuerdo! Tras numerosos flashazos, el manager les dijo a las chicas que las llevaría a su casa, Moeko no aceptó, diciendo que ella vivía muy cerca y podía irse caminando. La joven se despidió agitando la mano, con una sonrisa un tanto triste y se perdió entre la multitud del parque.

-Me preocupa un poco Moeko- dijo Shuichi a sus compañeros camino al hotel, una vez que hubieron dejado a la última muchacha en su hogar- se le veía muy triste.

-¿Por qué no da?- preguntó Sakuma con la boca llena de los dulces que había comprado en el parque- ¿no le gustaron las golosinas y los juegos? A Kuma-chan sí, se divirtió mucho con la linda señorita Mikako.

-Es que....- comenzó Shuichi, dudando si debía decirles lo sucedido a sus compañeros- bueno, les contaré, pero no le digan a nadie ¿si?, menos a Yuki.

-¿Qué te hizo?, ¿trató de propasarse contigo?- bromeó Hiro pellizcando el cachte de su amigo.

-¡Auch!, nooo, me propuso matrimonio.

-¡¡¿Queeeeeeeeeeeeeeeee?!!- exclamaron todos al unísono, hasta Kumagurou estaba sorprendido.

-Sí, llevaba anillo y todo, por supuesto que le dije que no, y pareció entenderlo, pero no sé... estas fans están medio locas...no quisiera que hiciera algo alocado....

-¿Algo como saltar de un puente?- dijo Suguru mirando hacia arriba por la ventanilla de la limosina, que se había detenido en un alto.

-¡No seas tan drástico Suguru!- exclamó horrorizado Shuichi.

-¡Pues eso es lo que parece que quiere hacer!- dijo el tecladista señalando a una conocida figura que estaba parada sobre la baranda del elevado puente peatonal, bajo el cual estaban. Todos se agruparon en torno a la ventanilla y dieron gritos de sorpresa cuando comprobaron que sí, la suicida se trataba de Moeko. Shuichi se bajó del vehículo, aprovechando que los autos estaban detenidos, y corrió a toda velocidad hacia las escaleras del puente peatonal, seguido por los demás, incluyendo K, a quien Kumagorou había puesto al tanto de la situación.

-¡Moeko!, ¡¿qué haces?!- gritó Shuichi cuando llegó cerca de la chica, quien se abrazaba a un pilar del puente, con un pie sobre la baranda y el otro balanceándose sobre el mar de autos.

-¡Shindo-san!- exclamó la pequeña perdiendo un poco el equilibrio por la sorpresa de encontrarse al cantante, ante un grito de horror por parte de todos.

-¡Agárrete bien!, ¡no te sueltes!- instruyó el pelirrosa avanzando poco a poco hacia ella.

-¡No se acerque Shindo-san!, es mejor así, ¡saltaré y terminaré con mi patética vida de una vez por todas!

-¿Pero por qué dices eso?

-Ahora que usted me ha rechazado no tengo motivos para seguir viviendo- dijo la joven entre sollozos- casarme con usted era la única ilusión de mi vida, ahora que la he perdido no poseo una razón para continuar existiendo.

-¡Pero Moeko! ¡Eres muy joven, ¡por favor, haré cualquier cosa si no saltas!, menos casarme contigo, claro, ¡vamos!- insistió el cantante al ver que la chica no tenía intenciones de bajarse del peligroso lugar- ¡debe haber algo que todavía te ilusione!, ¡algo que te guste!, ¡algo que pueda hacer por ti!

-Yo....sí... hay algo....- expresó Moeko con esa cara rara que ponía cuando lo interrogaba sobre Ryuichi, esa cara que le daba escalofríos a Shuichi- ¡quiero que Sakuma-san y usted se den un beso!

-¡¡¡¿¿Queeeee???!!- exclamaron todos al unísono.

-¡Si no lo hacen ahora mismo saltaré!- amenazó soltándose un poco del pilar.

-¿No preferirías que Kuma-chan se lo diera por mí no da?

-¡No!

Los dos cantantes se miraron nerviosos, la chica estaba loca, era capaz de cumplir su amenaza, y ellos no deseaban que una vida se perdiera si podían evitarlo haciendo algo tan sencillo como darse un beso. Sakuma asintió y le entregó a Kumagorou a Hiro- los conejitos no deben ver estas cosas no da- Ryuichi se acercó a Shuichi, tomó su rostro entre sus manos y le dio un suave beso en los labios.

-¡Así no!- gritó Moeko sosteniéndose apenas con una mano del pilar, agitando la otra impaciente, balanceándose peligrosamente sobre la baranda por la conmoción- ¡quiero ver un beso largo y apasionado como los de los mangas yaoi!, ¡Ay!- a todos se les heló la sangre cuando la joven dio un resbalón y estuvo a punto de caer del puente, por suerte logró sujetarse a tiempo para el alivio de los presentes.

-Otra más y se cae- dijo Suguru angustiado.

Precedida por un relámpago y un trueno, una fina lluvia comenzó a caer, todos intercambiaron miradas significativas, en esas circunstancias era muy fácil que la chica se resbalara y cayera.

-Lo siento Shuichi- murmuró Sakuma tomando de repente por la cintura al pelirrosa, pegándolo junto a él, poniendo su otra mano en su cabeza, atrayéndola hacia la suya, para posteriormente tomar sus labios en un apasionado beso. El vocalista de Bad Luck no tuvo tiempo ni de reaccionar, pronto se encontró devolviendo el beso, abriendo la boca para que la lengua de Sakuma entrara en ella, explorándola por completo, jugando con su lengua, mientras las manos de Ryuichi se deslizaban por la espalda de Shuichi, hasta su trasero, pellizcándolo sobre la prenda de cuero mojado que se le pegaba al cuerpo. Después de unos minutos lo único que se escuchaba era el suave sonido de la lluvia y la respiración entrecortada de los cantantes que se separaban brevemente para tomar aire y continuar el beso, mientras se acariciaban mutuamente el pecho y el cuerpo sobre las prendas mojadas. Hiro, Suguru y K, miraban sonrojados el espectáculo, Moeko, por su parte, tenía una sonrisa de oreja a oreja. Por fin, los dos vocalistas terminaron el beso, separándose despacio, respirando trabajosamente, mirándose sonrojados a los ojos.

-¿Contenta?- preguntó Shuichi con voz ronca, rompiendo contacto visual con Sakuma.

-Mucho- dijo la chica dispuesta a bajar, cuando un trueno repentino la sobresaltó, haciendo que perdiera el equilibrio y resbalara, pegándose en la cabeza con el pilar, precipitándose inconsciente al vacío.

FIN del episodio.

Chan chan chan, ¿se salvará Moeko?, no dejen de leer el siguiente capítulo.

Sobre el nombre las fans de Bad Luck, Luckys, se me ocurrió porque últimamente me he vuelto fan de Gackt y de L´arc en ciel, y las fans del primero se llaman Dears y las de los segundos Cielers, así es que pensé que sería una buena idea. )

Agradeceré mucho sus comentarios. Ahora que estoy de vacaciones prometo escribir más seguido para ya terminar con este fic.