Bad Luck Tour

Capítulo VI: "Tormenta creciente"

29/05/2004.

Autor: Geisha Sakura

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Clasificación: NC-17

Advertencias: Lemon, lemon y más lemon

Disclaimer: Gravitation es propiedad de sus respectivos autores, yo sólo los tomé prestados un ratito.

Las nubes se cerraban sobre la ciudad, haciendo la noche más oscura, iluminada a veces por la caída de un rayo, la lluvia formaba grandes charcos sobre el pavimento, sobre los cuales dos menudas figuras pasaban corriendo rápidamente, salpicándolo todo, habría sido un problema si hubiera alguien a quien mojar, pero la calle estaba desierta, a las tres de la madrugada ni un alma se dejaba ver.

Corriendo a toda prisa, las dos personas entraron en el hotel más lujoso de la ciudad, dejando un rastro húmedo sobre el elegante mármol pulido de la recepción, mojando la alfombra del elevador. Con cuidado, ambas sacaron la cabeza del ascensor, buscando que estuviera libre el pasillo, lo cual así fue, todo era silencio, la lluvia golpeaba suavemente sobre las ventanas, causando un murmullo tranquilizador para quienes dormían plácidamente abrigados en sus confortables camas ajenos a la noche tormentosa.

Shuichi se detuvo frente a la puerta de su habitación, mirando a ambos lados, aún inseguro.

Te digo que no hay nadie no da

Pero él dijo que nos estaría espiando para asegurarse de que no llegáramos tarde....- murmuró el pelirrosa haciendo un puchero.

Kumagorou dice que no te preocupes na no da, mejor entra rápido a tu habitación para que te duermas.

El joven cantante asintió, buscando entre sus ropas mojadas la tarjeta que abría su cuarto. Después de un exitoso concierto los miembros de Bad Luck y Sakuma-san habían salido a cenar, todos se retiraron temprano, menos Shuichi y Ryuichi, quienes decidieron continuar con la fiesta un rato más, pasando a un bar, donde tomaron varios cocteles y se divirtieron hasta bien entrada la madrugada, a pesar de la advertencia de su manager de que llegaran temprano al hotel porque tenían muchas cosas que hacer al día siguiente.

No la encuentro- dijo compungido Shuichi buscando por todos los bolsillos de su ropa la dichosa llave.

¿La perdiste no da?, eso es malo, vamos a la recepción para que te den otra.

A punto de dirigirse al elevador, los dos cantantes escucharon una tonadita militar silbada, que no podía provenir de otra persona mas que de K, el temido manager norteamericano. Ryuichi jaló del brazo a Shuichi hasta la puerta de su cuarto, deslizando rápidamente su tarjeta por el lector electrónico que abrió la cerradura, dejando pasar a los dos cantantes. El manager venía caminando lentamente por el pasillo, con las manos en los bolsillos, se detuvo por fin frente a la habitación de Ryuichi, pasando una tarjeta maestra, que había obtenido en la recepción, con la cual pudo abrir la puerta, de un vistazo al interior, comprobó que el Sakuma dormía en su cama abrazando a su conejo de peluche, si él estaba ya en el hotel Shuichi también debía de encontrarse en su cuarto. Sonriendo al saberse obedecido, K cerró con sigilo la puerta y se alejó por el pasillo, aún silbando. La tonada se fue haciendo más lejana, hasta que no hubo otro ruido más que el de la lluvia.

Ya se fue K no da, puedes salir Shuichi- dijo Ryuichi, apartando las colchas, a su amigo, quien estaba debajo de la cama.

Menos mal- suspiró aliviado saliendo de su escondite- mejor me voy antes de que regrese otra vez y me encuentre aquí.

Un rayo cruzó el cielo, seguido por un ensordecedor trueno, las luces se apagaron, todo quedó sumido en la obscuridad por unos segundos, hasta que entraron las luces de emergencia, las cuales eran bajas y apenas lo suficientemente potentes para dar una iluminación parecida a la de las velas.

Ambos cantantes se miraron, la tormenta parecía estar arreciando. Sintiéndose cansado por el ajetreo del día, y algo mareado por los muchos cocteles que había bebido, Shuichi se despidió de Sakuma, pero cuando intentó abrir la puerta, se encontró con que estaba fuertemente cerrada. Por más que tiró de la manija, ayudado por Ryuichi y Kumagorou, no logró moverla ni un centímetro. Sakuma telefoneó a la recepción, el apagón había causado problemas con las cerraduras electrónicas y tardarían unas horas en repararlas por la fuerte tormenta.

Parece que estás atrapado aquí no da- dijo el vocalista de Nittle Grasper a Shuichi, quien temblaba un poco por el frío que le causaban sus ropas empapadas- ¡tendremos una pijamada no da! ¡a Kumagoru le gustan las visitas na no da!- exclamó feliz Ryuichi abrazando a su conejito y dando saltitos de gusto.

¡Achú!, ¡achú!

Salud no da, ¿te sientes bien Shuichi?

Tengo frío- se quejó en tono lastimero el pelirrosa abrazándose a sí mismo

Sakuma lo contempló de pies a cabeza, él vestía una camisa negra de manga larga que estaba completamente mojada y pegada a su cuerpo, así como sus pantalones de cuero oscuro, de por sí entallados,que ahora se pegaban completamente a sus caderas y piernas, como una segunda piel, delineando perfectamente la esbelta y deliciosa figura de Shindo, quien lo miraba un poco sonrojado por el alcohol, y por la pena que le causaba al saberse estudiado detenidamente. Ryuichi tragó saliva, las bajas luces le conferían a Shuichi un aire irreal, como si fuera una hermosa visión que de un momento a otro fuera a desaparecer. Un ruidoso trueno rompió el incómodo silencio.

¡Un baño no da!

¿Qué?

Que necesitas darte un baño, o te enfermarás, Kumagorou dice que después de mojarte en la lluvia debes de tomar un largo baño caliente.

Pero no tengo nada con qué cambiarme.

¡No te preocupes, nosotros te prestaremos algo! Sakuma se dirigió a la cajonera, sacando una enorme playera blanca con letras rojas que decían "Nittle Grasper Tour 99" ¡Ahora a bañarse no da!- dijo empujando a su pelirrosa amigo hacia el cuarto de baño.

Ryuichi escuchó correr el agua de la ducha, y la voz de Shuichi cantando una conocida melodía. Se sentó en el borde de la cama, contemplando la puerta cerrada tras la cual estaba el cantante.... desnudo... con el agua mojando todo su cuerpo, cubierto de miles de gotas que resbalaban por su suave piel, rodeado de vapor, con las mejillas sonrojadas, un olor a fresas frescas impregnado su cuerpo a medida que se enjabonaba. Sakuma se humedeció los labios, pasando lentamente la lengua por ellos, un suave calor comenzó a nacer en su interior, la entrepierna de sus pantalones le comenzó a molestar.

Sacudió la cabeza enérgicamente, estaba mal pensar esas cosas de Shuichi, él era sólo su amigo, lo quería mucho y.... sí, debía admitir que le gustaba, adoraba ese humor alegre y lleno de energía que siempre tenía, su inocencia, su voz, su esbelta y bien formada figura, sus piernas que tan bien lucían en esos shorts que apenas cubrían su redondo y firme trasero. "Sí, lo deseo". "No, basta". Ryuichi se levantó de la cama molesto consigo mismo por sus pecaminosos pensamientos, dispuesto a alejarse del objeto de su tentación, pero la cristalina voz del pelirrosa lo detuvo, sonaba tan... sexy.....deseaba tanto verlo cantando... cantando mojado.... Su mano estaba sobre el pomo de la puerta del baño, con voluntad propia, no sabía cuando se había colocado ahí, tragó saliva, girando suavemente, empujando despacio, lanzando una mirada furtiva al interior. Shuichi estaba de espaldas a él, tal como lo había imaginado, su piel tersa y sonrosada brillando misteriosamente bajo la tenue luz. Por su espalda las gotas se deslizaban como perlas, cayendo por las suaves y pequeñas nalgas del vocalista. Sakuma estiró la mano, estaba tan cerca del objeto de su deseo, tan solo un poco más y podría saborearlo.

El cantante de Bad Luck se dio la vuelta, le dio la impresión de que alguien lo observaba, pero no había nadie. "Debo estar imaginando cosas por el cansancio" pensó mientras terminaba de enjuagarse el jabón, cerrando la regadera y secándose con la mullida toalla. Al salir del baño chocó con Ryuichi, quien sostenía frente a él, entre sus manos, a la altura de la cintura, una muda de ropa y a Kumagorou.

¡Esperaba a que salieras no da! ¡Kuma-chan quiere bañarse tambien!- dijo con una alegre sonrisa mientras entraba a toda velocidad en el baño. Shuichi no pudo dejar de notar que los pantalones mojados del cantante le quedaban muy bien.

Sakuma se recargó contra la puerta, dejando la ropa y a su peluche sobre una repisa, quedando el descubierto su estado de excitación. Dio un largo suspiro, se llevó la mano a la frente, apartando los cabellos mojados de sus ojos, los cerró un instante, reviviendo la visión del pelirrosa en la regadera. Suspiró de nuevo, sus manos se deslizaron por su pecho, por la tela empapada de la camisa, la comenzó a desabotonar lentamente, su piel se sentía fría por el prolongado contacto con la húmeda prenda. Sus manos tocaron el cierre del pantalón, bajándolo poco a poco, liberando su erección, también estaba un poco fría, sentía en su piel húmeda una sensación de vacío, deseaba que alguien lo llenara de su calor, pero por el momento, el mismo tendría que ocuparse de aliviar su necesidad.

Bajo el agua caliente frotó su miembro con una mano, imaginando que era la de Shuichi. "Sí, más, no te detengas Shu...mmmm sujétalo fuerte, apriétalo un poco....mmm.... sí...así... con tus hermosos dedos....." Con la otra frotaba sus pezones, en su mente era la boca del pelirrosa la que los chupaba con movimientos lánguidos y sensuales, cubriéndolos de saliva, mordiéndolos con delicadeza. "Ahh... Shu....mmm...sigue así...." Aceleró el ritmo, gimiendo por lo bajo, mordiéndose el labio para que el sonido de su placer no llegar a oídos de su invitado. Su fantasía era más vívida que nunca, las gotas calientes golpeaban suavemente su piel sensible, haciéndolo sentir más ardiente aún, más cerca de la cumbre. Los azulejos del baño quedaron manchados de un líquido blanquecino que fue lavado por el agua de la ducha. Ryuichi respiraba agitadamente, con los ojos aún cerrados, un intenso rubor cubriendo sus mejillas. Echó la cabeza hacia atrás, recargándose en la pared. Se pasó la lengua por los labios, no, no se sentía mejor, su miembro estaba semi-erecto, Sakuma sabía bien que no podría aliviar esa necesidad él solo....

Salió del baño, secando su cabello con la toalla, conejito en mano, vistiendo unos pants grises y una camiseta verde. Shuichi estaba sentado sobre la cama, con la cabeza volteada mirando hacia el ventanal, la lluvia estaba más fuerte que nunca. Al pequeño la playera le quedaba enorme, casi como un camisón de dormir, la blanca prenda le confería un aire inocente, virginal, parecía una novia en su noche de bodas aguardando por su amado.

Al escuchar el ruido de la puerta, Shuichi regresó a verlo, con una sonrisa tímida, ¿nerviosa tal vez? sus mejillas se veían rosas, como su cabello, sus ojitos brillantes.

Dormiré en el sillón- dijo de repente bajándose de la cama, señalando el mueble que estaba cerca del ventanal.

¡No, Shuichi!, ¡las visitas tienen que estar cómodas no da! Quédate tú en la cama, Kumagorou y yo iremos al sillón.

No Sakuma-san, me da pena dejarte sin cama.

Te digo que no importa.

Un trueno ensordecedor retumbó, acallando la discusión. Shuichi cerró fuertemente los ojos y se tapó los oídos. No le gustaban las tormentas.

¿Te dan miedo los truenos Shuichi?

Sí- admitió apenado, bajando la vista, llevándose la mano a la boca, mordiéndose suavemente un dedo. "Encantador, completamente delicioso" – Sakuma-san- murmuró- ¿Podemos dormir juntos?- sus mejillas se pusieron completamente rojas- así nadie estará en el sillón y nos haremos compañía- continuó, mirando a los ojos a Ryuichi, sonriendo un poco, la boca ligeramente entreabierta. "Quiero tomar tus labios, devorarlos" – ¿Sakuma-san?- preguntó temeroso ante el silencio de Ryuichi, pensando que podría haberlo disgustado- si no quieres está bien, no hay problema, me iré al sofá ahora mismo. "No, no te vayas, quiero estrecharte en mis brazos"

¡No hay problema na no da!- exclamó subiéndose al lecho de un salto, agitando a Kumagorou- la cama es grande, tendremos mucho espacio- Se metió dentro de las cobijas, tapándose bien con ellas- ¡Buenas noches no da!- dijo cerrando los ojos y abrazando a su conejito rosa. En pocos minutos su respiración acompasada le indicó a Shuichi que estaba dormido.

El pelirrosa sonrió, Sakuma era muy divertido, apagó la luz y se subió a la cama, acostándose al otro extremo de Ryuichi, pero aún así, podía sentir el calor que irradiaba su cuerpo. Volteó en dirección a él, que estaba de espaldas, tenía ganas de abrazarlo, de dormir a su lado. Estiró la mano. "No, ¿por qué piensas esas cosas?, él es sólo tu amigo, ¿no es así? Él no siente por ti nada más que amistad" Shuichi agitó suavemente la cabeza, apartando esos pensamientos de su cabeza, se dio la vuelta e intentó dormirse.

Pasó el tiempo, la tormenta no parecía querer amainar, Sakuma miraba con las manos detrás de la cabeza el blanco techo en el que se reflejaba la luz del ventanal, giró la cabeza, mirando la espalda de Shuichi, quien se movía un poco, en sueños, parecía profundamente dormido. La tormenta eléctrica continuó, los relámpagos cruzaban el cielo, dejando completamente iluminada por momentos la habitación. Ryuichi se levantó, dispuesto a cerrar las cortinas del ventanal, no quería que Shuichi se fuera a despertar a causa de las luces. Cuando regresó a la cama, lo que vio le cortó el aliento. Shuichi se había destapado mientras dormía, la playera blanca se había levantado, dejando a la vista su trasero, pues no traía ropa interior. Sakuma tragó saliva, el calor y la necesidad no satisfecha renació en su interior.

Despacio, muy despacio para no despertarlo, se subió a la cama, avanzando a gatas, como un tigre sobre su víctima, observando más de cerca la hermosa figura del pelirrosa. "Tan solo un poco....quiero tocarlo....." Ryuichi se arrodilló junto al otro cantante y extendió la mano, cauteloso, puso un dedo sobre Shuichi, quien no se movió, confiado, recorrió con la mano el redondo y firme trasero del otro cantante, era tan suave, tal como lo había imaginado. Sus manos tenían vida propia, viajaron por las piernas del pelirrosa. "Hermosas, todo es belleza contigo"

Sakuma dio un respingo y se hizo a un lado ante un súbito movimiento de Shuichi, éste se dio la vuelta, quedando boca arriba con los ojos cerrados, respirando suavemente, seguía dormido. Pero ahora la vista era mejor ahora, pues la playera se había subido y le quedaba a la altura del estómago, revelando desnuda la parte frontal de su cuerpo.

El calor aumentó, Ryuichi se humedeció los labios, en su entrepierna su miembro sobresalía por encima de la delgada tela del pants, clamando ser liberando para satisfacer su deseo. Los labios de Shuichi se veían húmedos e invitadores. Sakuma se agachó, lentamente, posó su boca sobre la del pelirrosa, suavemente, apenas rozando, captando un sabor dulce, a fresas. Shuichi se movió un poco, sumido en sueños. Envalentonado por su éxito, repitió el beso, mojando un poco con su lengua los labios de Shindo, recorriéndolos despacio. Cerró los ojos, disfrutando de la caricia, de repente, sintió presión sobre sus labios, Shuichi le devolvía el beso. Abrió los ojos, encontrándose con los orbes violetas del pelirrosa, quien los volvió a cerrar, en muda invitación a que continuara, abriendo la boca para dejar entrar a Sakuma. El beso se intensificó, la lengua de Ryuichi recorría la humedad de Shuichi, devorándolo por completo. Sus manos mientras tanto, tocaban el suave abdomen del otro cantante, carne dulce y tibia, bajando hasta encontrarse con su miembro, también erguido, al que frotó un poco. Al sentir la caricia de Sakuma, Shuichi soltó un gemido, rompiendo el beso. Ambos se miraron a los ojos, jadeando, aún en la semi obscuridad Ryuichi podía ver que Shuichi estaba totalmente sonrojado, sin embargo, en sus ojos brillaba el deseo, el cuerpo de éste demostraba que le gustaba lo que le estaban haciendo.... y que deseaba más.

Shuichi yo

Shhh....- el pelirrosa le tapó la boca con un dedo, que Sakuma chupó despacio. Se arrodilló junto a él tocándolo el rostro con el dorso de la mano- Ryuichi, yo siempre te he admirado... y amado- murmuró quedito- lo que más deseo es estar contigo.

Sakuma no cabía en sí de la felicidad, el ser al que tanto quería le correspondía. Lo estrechó entre sus brazos, saboreando nuevamente esos labios rosados y deliciosos, mientras con la mano iba empujando la playera de Shuichi por su torso, deténiéndose unos instantes para frotar y pellizcar sus sonrosados pezones, se separaron para que la blanca prenda pasara por encima de los rosados cabellos. Ryuichi no pudo reprimir un gemido ante la hermosa visión que tenía, Shu frente a él, completamente desnudo, su suave y apetecible piel al descubierto, sus pequeños pezones hinchados, su miembro erecto clamando atención. Lo recorrió de arriba abajo con la mirada una y otra vez, como si quisiera aprenderse de memoria cada parte de su cuerpo. Shuichi volteó la cabeza con pena ante la intensa mirada de Sakuma, llevándose la mano a la boca. Ryuichi sonrió encantado ante ese gesto tan... inocente.... adoraba las cositas tiernas e inocentes como Shuichi.

Shu-chan – murmuró Sakuma tiernamente, atrayendo a su amado hacia sí, dándole tiernos besos en la cara, tomando sus manos, guiándolas hasta el elástico de sus pants, animándolo a desvestirlo, lo cuál hizo con movimientos torpes, parecía tan nervioso mientras despojaba a Ryuichi de su prenda inferior, el vocalista de NG se puso de pie sobre la cama para permitir que Shu lo terminara de desnudar. Cuándo lo hubo hecho, el pelirrosa quedó de rodillas entre las piernas de Sakuma, con los ojos violetas brillantes de excitación y el carmesí por todo su rostro. "Hermoso"

Sakuma acercó despacio la pelirrosa cabeza hasta su miembro erguido, movió la cadera hacia delante, un poco, para darle a entender a su amante lo que quería. Shuichi abrió grandes los ojos, con sorpresa y vergüenza, pero asintió, acercándose hasta la virilidad de Ryuichi, mojándose los labios para después pasar la lengua por la punta del miembro de Sakuma, que goteaba ligeramente. Recogió todo el líquido con boca, chupando, probando, llenándose del sabor de Ryuichi, quien tenía los ojos cerrados, extasiado de placer, y sujetaba con delicadeza los rosados cabellos. Los movimientos inseguros de Shuichi le parecían completamente excitantes, la inocencia lo hacía arder aún más, pues era como una fantasía que fuera la primera vez que su amado estaba con alguien en la cama. "¿Y si así fuera?" El pensamiento lo asaltó, él nunca había visto a Shuichi con pareja, ni hombre ni mujer, en las entrevistas siempre eludía la pregunta contestando cosa vagas como "Espero a la persona ideal". Tal vez... sí..." Shuichi es virgen" esa idea hizo que la sangre se le calentara aún más, sintió su miembro más erguido, más duro. Bajó la mirada y contemplo a Shuichi recorriendo su longitud con pequeñas e inseguras lamidas, no parecía experto en la materia, es más, no parecía tener la menor idea de qué hacer.

¿Shuichi?- murmuró con voz ronca- el aludido levantó la cabeza, aún con la masculinidad de Sakuma en su boca, la sacó despacio y lo miró, un fino hilo de saliva y semen corría por la comisura de su boca, se limpió con el dorso de la mano. Ryuichi se arrodilló de nuevo en la cama, hasta quedar a la altura de su amante. - ¿Has tenido sexo con alguien más alguna vez en tu vida?

El pelirrosa se sorprendió ante la pregunta, los colores se le subieron a la cara y bajó la mirada. – "No"- murmuró bajito, tenía miedo de que Sakuma lo rechazara por considerarlo un inexperto y aburrido. Todo lo contrario, Ryuichi se sintió invadido por una oleada de sentimientos encontrados, lujuria por ejemplo, la idea de tomar a un virgen siempre era excitante, tan sólo de pensar que sería la primera vez que alguien penetrara sus carnes dulces y trémulas, la primera vez que alguien arrancara sollozos de placer de esa hermosa garganta, se sintió con ganas de abrir de piernas al pelirrosa y poseerlo en ese instante, fuerte, salvaje. Pero también se sentía conmovido, porque Shuichi había esperado toda su vida a que llegara él, para entregarse por completo.

Con una sonrisa, recostó sobre la cama a su amante, despacio, dándole besos tiernos en el rostro. –Gracias Shu-chan, gracias por elegirme para ser el primero en tu vida- Se besaron lánguida y sensualmente, sus lenguas se encontraban y se dejaban una y otra vez, interrumpiéndose a momentos por las expresiones de placer de ambos cuando sus miembros rozaban, Sakuma los juntó deliberadamente, sosteniéndolos con su mano haciendo la fricción más intensa, más excitante. Ryuichi mordía despacio y daba grandes lamidas al hermoso cuello del pelirrosa, de repente, algo llamó su atención, una marca en forma de corazón, nunca antes la había visto, ahora que lo pensaba, su piel sabía a maquillaje en esa zona.

Una gitana me dijo que sólo debía mostrar esa marca de nacimiento a mi verdadero amor- murmuró Shuichi al darse cuenta que Sakuma había descubierto su secreto- y así seríamos felices para siempre. Ryuchi sonrió feliz, abrazando fuertemente al pelirrosa, quien soltó una risita juguetona y empujó a Sakuma de costado, haciendo que rodaran por la cama, disfrutando de ese hermoso momento de felicidad al saber que las almas gemelas estaban juntas por fin.

Lentamente, Sakuma se separó de su bello amante, quitándose la camiseta de un tirón y buscando en la mesita de noche un tubo de lubricante. Abrió el tubo y aplicó una generosa cantidad en sus dedos, situándose después entre las piernas del pelirrosa, a quien le puso un cojín bajo la cadera para que quedara en una posición elevada, de fácil acceso para él. Deslizó un dedo en su interior de terciopelo, después otro, con movimientos rítmicos, abriéndolo, preparándolo para él, Shuichi hacía soniditos ahogados, pues tenía la mano en la boca, se la mordía un poco, para contenerse de no gritar al sentir esa extraña intrusión. Sakuma se humedeció los labios, saboreándose lo que venía, el pelirrosa lucía tan invitante, tan inocente entre las sábanas blancas.

"No puedo más, quiero hundirme en ti ahora mismo" Ryuichi sacó los dedos, agarró el tubo de lubricante cubrió su virilidad con la resbalosa sustancia, y separó más las piernas de Shuichi, guiándolas sobre sus hombros, dejándolo en un ángulo perfecto para una penetración profunda y plena. Shindo tragó saliva y cerró los ojos con fuerza al sentir que algo grande y caliente presionaba sobre su entrada, despacio, abriéndose camino en su interior hacia donde nadie jamás había estado antes. Shuichi gritó de dolor cuando Sakuma estuvo completamente alojado en él, lo sentía enorme, abriéndolo, desgarrándolo, las lágrimas bañaron sus mejillas.

- Me duele- sollozó- Ryuichi, eres muy grande, no puedo soportarlo-

Tranquilo mi pequeño- le murmuró el otro cantante al oído, conteniéndose las ganas de salir y entrar de un solo impulso- en un momento más no te dolerá-aseguró tomando el miembro olvidado de Shindo entre sus manos, frotándolo con fuerza, para que ese placer lo ayudara a olvidar el dolor de alojarlo.

Mmm... ahmm...- Shuichi respiró hondo y profundo, a medida que la molestia pasaba y el deseo volvía a invadirlo. Movió la cadera hacia delante, indicándole a Sakuma que continuara. Éste entendió la muda orden y se retiró, hundiéndose con una poderosa embestida en la carne húmeda de su amante.

Era perfecto, tan estrecho, tan caliente, lo envolvía de una manera que lo enloquecía, deseando hundirse más profundamente, y los gemidos, oh cielos... esos gemidos lo volvían loco, denotaban una lujuria y una sensualidad por parte de Shuichi que no creía posible, gemía tan deliciosamente, de manera larga y baja, pidiendo más, insaciable de sus caricias. Ryuichi lo complació, aumentando la velocidad de sus movimientos, penetrándolo con fuerza, dejando marcas en sus caderas, que sujetaba con fuerza para que Shuichi no se moviera de esa posición tan perfecta que le permitía poseerlo por completo.

Aaaah... aaah... Sakuma... más....- Shindo estaba cerca de su orgasmo, podía sentirlo, sus músculos se contrajeron a su alrededor, aún así, no se detuvo, se movió frenéticamente, los dedos de Shuichi sujetaban las sábanas con fuerza, hasta que no pudo más y se arqueó, manchando el pecho de Ryuichi con su semilla caliente y espesa se deslizó sobre éste, uniéndose al sudor que lo cubría. Se sentía pegajoso, los fluidos propios y de su amante lo cubrían, era excitante.

Shuichi....aaaaaaah.... sí.... que rico eres...aaaahhh.- gimió descontrolado vertiendo su semen en el interior del pelirrosa... su orgasmo cubriéndolo como una ola – ¡¡¡Shuichiiiiiii!!!-

Shuichi... ¡Shuichi!, ¿me estás haciendo caso?

¿Qué?

Que si ya terminaste de revisar tu correo, tengo unas ideas en la mente y quiero escribirlas cuanto antes.

¡Ah!, sí, perdón Yuki, jeje, demoré mucho- dijo el cantante cerrando a toda prisa la ventana de la página que había estado leyendo- Listo, gracias por dejarme usar tu laptop.

¿A dónde vas ahora?-

Yo... a la terraza, necesito tomar aire fresco, jeje, ¿hace mucho calor? ¿no te parece? jejeje.

Yuki alzó una ceja, viendo como su pequeño amante se alejaba apresurado. Se encogió de hombros y abrió el procesador de textos, quitándole importancia al asunto, después de todo, él siempre se comportaba extraño, bueno, tal vez un poco más desde fue la reunión con el club de fans. Quizá alguna chica le había pellizcado el trasero y se sentía mortificado por eso. Divertido por ese pensamiento, se puso a trabajar en su última novela.

-Esa niña....Moeko....- Shuichi apretaba los puños, rojo de vergüenza- después de todo lo que nos hizo pasar ¡encima escribe un fanfic lemon sobre Sakuma y yo!, ¡y menciona lo de la marca en forma de corazón! ¡Con que la vuelva a ver, ahora seré yo quien la tire del puente!

Cuando Moeko resbaló y se precipitó al vacío, todos gritaron de sorpresa, pensando que era su fin. K se lanzó en dirección a ella, alcanzando a agarrarla del brazo con una mano, mientras se sujetaba a la baranda con la otra. El incidente no pasó de un buen susto, la joven estaba sana y salva, con un pequeño chichón en la cabeza. Después de llevarla al hospital para que la revisaran, la dejaron en su casa, ella les suplicó que no comentaran nada a sus padres, pues eran muy estrictos y no veían con buenos ojos que fuera fan de Bad Luck. Tras prometerle que nadie sabría nada, se despidieron contentos que todo terminara bien, o al menos eso creía Shuichi.

Dos días después, en un rato de ocio, mientras el personal técnico recogía todo el equipo antes de partir al siguiente lugar del tour, el pelirrosa recordó que la presidenta del club de fans le había dado una tarjeta con la dirección de la página web de la agrupación. Shuichi había entrado a Internet para ver si ya estaban las fotos de su encuentro con las "Luckys" de la ciudad de Moruran, y recorriendo el sitio, se había encontrado con la sección de fanfics, donde, bajo el nombre de "Moeko Sakushindo", había hallado esa flamante pieza de la literatura lemoniana.

¿Por qué a mí?- sollozó Shuichi tirándose de los cabellos- espero que nadie más lo haya leí..oh oh... ¡la presidenta el dio también tarjetas a Hiro y Suguru!

Corriendo como alma que lleva el diablo, Yuki vio pasar una bola pelirrosa, que salió de la habitación en dirección al cuarto de Hiro. El escritor se alegró de no tener admiradoras tan alocadas, "definitivamente las fans de los grupos pop son un peligro".

FIN del episodio.

Notas de la autora:

Jejeje, P Por si no quedó claro, lo que ustedes comenzaron a leer fue el fanfic que Moeko escribió sobre Ryuichi y Shuichi, inspirada por el fanservice que le dieron los dos cantantes. Shuichi lo estaba leyendo, hasta que fue interrumpido por Yuki. XD

La idea me vino de otra historia en inglés que se llama "Fanfic" donde alguien escribe un fanfic lemon acerca de los vocalistas, y Yuki y Shuichi buscan adivinar quién es la misteriosa persona, pues da detalles muy íntimos que sólo ellos conocen. La idea me pareció buena y como la lectoras pedían lemon, pues se los di, al público hay que complacerlo. P