BUENO!! OLA!!! 3º vez que intento subir el cap, q creo q funcionara. Tengo el cap escrito desde ayer x la mañana, y ayer x la tarde intente subirlo dos veces y las dos veces se me quedo esto blokeado cuando intente poner una barra de separación. Por si acaso, no utilizxare la barra de separación y pondre guiones y punto, a ver si asi funciona. Bueno, un pco aburrido el cap, pero hacia falta q stuviera para q ocurrieran estos suscesos, a partir del próximo, todo mejorara...Bueno y a los que leeis Rosalinda y Sebastian, tranquilos, q el tercer cap va en camino, y con ensayos :D:D ! bueno, q disfruteis!! BYE! xxxxxxxx
3.- Solo mentiras
Ginny llamó suavemente a la puerta esperando causar una buena impresión.
Escuchó la voz de su cabreado jefe decir 'Pasa' y abriendo la puerta, entró lentamente en el despacho.
El señor Bartholomew Cristian era un hombre, alto, grande y causante de impresión. Estaba medio calvo, y era gruñon y muy mandón.
A Ginny no le caía muy mal, ya que muchas veces había dejado pasar que la chica había llegado tarde, pero esta precía ser la última vez.
"Vaya, te estaba esperando, Weasley!" dijo, con su típica voz gruñona. "Sientate, anda" añadió, y Ginny se sentó.
Su jefe empezó a rebuscar entre el gran lío de papeles que tenía en la mesa.
Por dios...arreglaría eso en este momento. ¿Cómo se puede ser tan desordenado? Pensó la pelirroja mientras miraba con desagrado a la mesa.
"Bien" dijo y miró hacia arriba. "Srta Weasley, lo siento mucho, pero mi paciencia a llegado a un limite"
Ginny tragó saliva. Lo peor llegaba algun día.
"usted esta despedida" dijo su jefe, entregandole un par de papeles. "Firme ahí" dijo.
Ginny miró hacia arriba.
"Pero señor, no me puede despedir! Necesito este trabajo! Y...además, hago mi trabajo bien, y prometo no llegar tarde mas días..." dijo Ginny.
"Weasley, me da igual que seas la prometida de Harry Potter o que necesites este trabajo, pero aquí ya no te necesitamos. Firme esto y recoga sus cosas" dijo monotonamente su a punto de ser exjefe.
Ginny asintió muy enfadada. Le arrancó la pluma de las manos al señor Cristian, cogió el papel, arrancando un trocito y buscando furiosamente donde firmar, firmó y le tiró la pluma y el papel a su exjefe.
"Y ahora, te dire lo que siempre te he querido decir. Eres un gruñon, inaguantable, gordo, maleducado, apestoso viejo que lo único que hace es echar la bronca a los que el cree sus inferiores y solo porque usted mismo tiene miedo a que un día le superen, academicamente claro, puesto que como persona, no vale NADA! Que pasa un buen día!" dijo Ginny y salió corriendo de la oficina.
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"No se que voy ha hacer, Luna" dijo Ginny mientras se comía un trozo de chocolate.
"Por lo pronto, dejar de comer chocolate. Te has comido ya casi una tableta entera. Te vas a poner como una foca!" dijo Luna, arrancandole el trozo que Ginny se iba a comer de las manos, y comiendoselo ella.
"Me da igual" dijo Ginny, dejando caer sus manos sobre algun lado del sofa en el que estaba sentada. "A ver si de una vez por todas, Harry me deja"
"SI tan infeliz eres con el, ¿por qué no lo dejas tu?" preguntó Luna.
"Si lo dejamos, quiero que el malo de la película sea el, y no yo"
"Ginny, yo solo te digo que estas echando a perder, los mejores años de tu vida, con los cuales deberías de estar con alguien a quien de verdad amas, o con y otro" dijo Luna.
Ginny asintió.
"Lo se Luna. Pero todo es mucho mas dificil que simplemente cortar y punto"
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"MAMA! TE DIJE QUE ESTE TRAJE NO!" gritó Ginny cuando su madre abrió el paquete en el que venía el traje de novia.
"Oh...Ginny, pero si es precioso" dijo su madre. Y la verdad, lo era. El traje, dejaba los hombros al descubierto, y llevaba todo el corpiño bordado con perlas. La falda, era "tipo princesa" con mucho vuelo, bordada con formas muy elegantes y discretas.
El velo, era larguísimo, de 5 m, y la corona que aguantaba al velo, era una pequeña tiara, con muchos brillantitos y muy sencilla.
A Ginny le gustaba el traje, lo único que hacía era decir que no a todos, para ver, si podía llegar a la boda sin traje.
"Mama, te lo dije en la tienda!" dijo Ginny de nuevo, dando la vuelta e iendose hacia su antigua habitación en la madriguera.
En ese momento, la puerta delantera se abrió, y por ella apareció Ron, Harry, y Hermione.
Aun seguían juntos. Puaj, que patético, pensó Ginny.
"Hola GIN!" dijeron Ron y Hermione a la vez.
Harry se acercó a ella, y vió en la cara del moreno, desesperación al tener que darle un beso a Ginny.
Se lo dio. Rápido, corto y sin emoción.
Ginny suspiró e hizo como si estaba contenta e ilusionada.
"MAMA! Guarda el traje que el novio no puede verlo!" dijo Ginny. Molly soltó un grito de reacción y corrió a guardar el traje de novia.
"¿Ya has comprado el traje, cariño?" dijo Harry con un tono cariñoso muy falso.
"Si. Harry, solo quedan tres semanas para la boda" dijo Ginny, también con un tono de voz cariñoso pero muy falso.
"No me lo recuerdes..." murmuró Harry, intentando solo oirlo el, pero Ginny también lo oyó.
Otro día lo habría ignorado pero hoy no le apetecía estar de buenas con todo el mundo, asi que le tiró una de esas miradas que matan.
"Tengo que anunciaros a todos algo" dijo Ginny, muy seria, preparandose para contar lo del trabajo.
Sabía que todos se quedarían muy sorprendidos y demandarían explicaciones. Exlicaciones que Ginny no podría dar. Porque claro, no iba a decirle a su madre que todos los días se acostaba a las 6 de la mañana, dormía apenas 4 horas y se quedaba dormida, y eso, sin que lo supiera su futuro marido, mientras ella cada noche se liaba con uno distinto.
"¿Qué hija?" dijo su madre, mientras a su alredor se colocaban Harry, su padre, su madre, Ron y Hermione.
"me han despedido del trabajo" dijo Ginny.
AL momento su madre saltó.
"pero Ginny! ¿Cómo es posible? Si tu haces bien tu trabajo!" dijo Molly.
Ginny asintió.
"Parece ser que para el jefe eso no es suficiente..." dijo Ginny, mientras tragaba saliva.
"Estupido tío! Ya ire yo ha hablar con el!" dijo su padre.
PELIGRO! La mente de Ginny exclamó.
"No hace falta, papa! Ya soy mayorcita y tengo que arreglar mis problemas sola. Mejor, no aguantaba mas en esa compañía. Me buscare otro trabajo" dijo Ginny sonriendo dulcemente.
Todos asintieron y cada uno se fue a lo suyo.
Ginny tuvo que estar toda la tarde sentada en el sofa, al lado de Harry, por suspuesto, mientras deseaba con ansias que llegara la noche, para por fin ser libre durante unas horas al día.
