CAPITULO 8
- ¡¡Longbotton!! ¡¡Esto es inaudito… pero si es la poción más fácil de este año!!
- Parece que el pobre leoncito esta asustado…- Draco comentó a sus compañeros, con lo cual empezaron a reír. Nayra, se quedó mirando al chico de Gry… no parecía estar muy concentrado cuando hacía la poción, más bien, parecía estar temiendo lo peor en cada uno de sus movimientos. Esta imagen le recordaba el premier día de clase, aunque… casi todos los días de pociones con Gryffindor ocurría lo mismo.
- Veo que además de fastidiar la poción, y con ello la clase, no tiene el valor de decir nada a su favor…- Snape sonrió maliciosamente.- Diez puntos menos para Gryffindor, dijo volteando y girándose para volver a su mesa.
- Profesor, esto es injusto…- Hermione había salido al pasillo y miraba desafiante al profesor.
- ¿Algo que decir señorita Granger?- Snape volteó hacia ella.
- Si, mucho. Cuando se queja baja puntos, cuando…
- Diez puntos menos para Gryffindor, por tener una sabelotodo salva-ineptos… ¿No cree, señorita Granger que Longbotton es lo suficiente mayor como para hablar por el mismo?- Parecía que Hermione iba a explotar en cualquier momento pero, por suerte o por desgracia, la clase dio su fin. – Dejen las muestras de sus pociones encima de la mesa.
- Vaya, vaya, si tenemos una Sangre Sucia Protectora…- Draco se había acercado al Trío de oro más feliz que nunca. Desde el partido de Quidditch que no habían 'hablado' un buen rato y ese era el momento perfecto, puesto que la hora siguiente era una hora libre.
- Malfoy no me calientes la cabeza… No estoy de humor…
- Vaya, pero si la chica parece estar muy enfadada.- Hermione volteó para irse, pero Draco la cogió del hombro y la hizo girar.- No me des la espalada cuando te hablo.
- ¡Si eso es hablar yo soy Mortifago!- Hermione miró de arriba a bajo a Draco lo más despreciablemente posible. – Creo que deberías volver a párvulos, porque hay conceptos que aun no tienes asumidos…- Draco enrojeció de furia.
- ¿Crees que debería volver él o tu? Porque yo dirá que quien no tiene los conceptos asumidos eres tu… - Hermione miró sorprendida a Nayra, no se había dado cuanta que estaba ahí.- Si, si y no me mires así… Quien te manda hablarle en ese tona a un profesor, parece que no te mereces esa chapa.- Dijo indicando la placa de prefecta de Gryffindor.- Además nunca, y repito nunca, levantes la voz a un Malfoy…
- ¿Y porque? ¿A caso os he de tener miedo?
- ¿A caso piensas lo contrario?- El duelo entre miradas era cada vez más intenso hasta que al fin Hermione sacó la varita, a lo que Nayra lo estuvo apunto de hacer hasta que vio que detrás de Hermione aparecía el profesor de pociones.
- Vaya, vaya señorita Granger, no me lo esperaba de usted. Veinte puntos menos para Gryffindor.- Las caras de Hermione, Harry y Ron, decían más que cualquier cosa.
Los Slytherin se marcharon hacia su torre.
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- El día que usted dice, mi Señor, es mañana y no habrá tiempo de…
- ¿Dudas de mi?
- No, no. ¿Cómo dudar de Usted? Pero, me pregunto, si usted me permite, cómo lo pretendéis hacer… El chico está bajo la protección de Hogwarts…
- Lucius, Lucius, Lucius… te lo dije y te lo repito, no dudes de mi. Deja que el tiempo lo haga… Todo consiste en esperar… esperar para que el tiempo haga lo que tenga que hacer…
- Pero, mi Señor…
- ¡No dudes nunca de mi!- Por primera vez, es voz resonó en la cámara oscura.- ¡¡Voldemort volverá y Potter, ese niño ingenuo… ese al que todos adoran…caerá!!- la risa malévola del señor Tenebroso resonó en la cambra, hasta que la puerta se abrió.
- Siento interrumpir, mi Señor…- la voz de una mujer, que no era más alta que Lucius, sonó lo suficientemente seria, como para que Él dejara de reír y se fijara en ella.- Recibió esto…- dijo dándole, en medio de una reverencia, una carta sellada con el símbolo de un dragón que tenia en su cuello una serpiente que lo rodeaba.
- ¿Cuándo llego?
- Esta misma mañana…
- ¿Y la lechuza?
- Oh no, mi Señor. No llegó por lechuza… se apareció en la sala de reuniones…
- Podéis retiraros…- Dijo, dando la vuelta a la carta y mirando la ventana.- Todo empieza ahora Potter…
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- ¿Pansy? ¿Cuándo nos vamos a Hogsmeade?
- Se supone que después de Herbologia…- Dijo la rubia con pesadez, mientras se acercaban a Draco y Blasie que las esperaban.
- ¡Oye Nayra, ya te pidieron para ir al baile?
- No, aun no. Pero se que me lo pedirán dentro de poco…- El grupo de Slytherin llegó al invernadero para dar la clase con la profesora Sprout y Hufflepuff.
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- ¿Herms que nos toca ahora?- Preguntó Harry mientras salían de un pasillo interminable.
- Encantamientos con Ravenclaw…
- ¿Y cuándo nos vamos a Hogsmeade?
- Cuando acabe la clase Ron…- dijo ya cuando llegaron delante de la puerta que daba a la clase. – ¿Oye, Harry, le pediste ya a la chica para ir al Baile?- El chico negó con la cabeza y abrió la puerta.
- Aun, no.
- Como no espabiles te la sacaran…
- ¡¡Como si fuéramos muebles únicos!!- se quejó Herms. Pero no le dio tiempo a quejarse mucho, porque Ron la beso. Un beso corto pero tierno y se quedó parada delante de su pelirrojo.
- ¿Señor Weasley y señorita Granger, les importaría ir a su sitio y no obstruir el paso?- preguntó el profesor que acababa de entrar en el aula.
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Las clases dieron su fin y los estudiantes de cuarto en adelante tuvieron el permiso para ir al pueblo de Hogsmeade.
Los alumnos ya estaban en Hogsmeade, casi todos buscando algún vestido para llevar al día siguiente en el baile o sino, estaban buscando los últimos retoques. La cuestión es que todos estaban en las diferentes tiendas, preparadas para atender a una muchedumbre de jóvenes que pedían casi a gritos que les atendiesen, para poder ir al día siguiente lo mejor posible.
- Draco, nos vemos luego.- Nayra se despidió del grupo aunque sólo dijo adiós a Draco y salió corriendo hacia el otro lado del pueblo.
- ¿Nayra donde vas?- Pansy no recibió respuesta alguna porque la chica ya estaba muy lejos. El trío de Slytherin se miraron sin comprender la reacción de la morena que estaba con ellos. – Yo me voy a comprar el vestido que vi la salida pasada, para ir al baile.- Dijo despidiéndose de los dos chicos.
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- Pareja…- Harry intentaba, en vano, que sus amigos estuvieran un segundo por él, en vez de quedarse enganchados por las bocas.- ¡Eo! Un segundo por favor…- Al ver que no le hacían caso, el moreno decidió engancharles una nota y se fue en busca de la que seria su pareja para el baile.
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- Vaya Potter, tu por aquí…- Nayra se encontraba delante de la Casa de los Gritos.
- Parecías absorta mirándola.- Dijo el moreno poniéndose a su lado.
- Había oído hablar mucho de ella…Además, la encuentro fascinante. Todas esas historias que hablan de ella…- Nayra calló un momento.- Dicen que un prófugo de Azkaban, hace años, se escondió en ella.
El silencio les envolvió hasta la nieve que empezó a caer era silenciosa. Pasaron así un rato. Los dos, mirando la casa.
- ¡Harry! – una melena pelirrojo se acercó a los dos morenos.
- Hola Ginny.
- Siento haber llegado tarde…
- No, nada.- Ginny miró a Nayra interrogadoramente, pero ésta no la vio, puesto que no había apartado la vista de la casa.- Ya estaba aqu
Nayra, por sorpresa de los Gry, saltó la valla de la casa y se dispuso a llegar a la entrada.
- ¡Malfoy! – Nayra, siguió su camino sin voltearse, parecía que no les quería escuchar, - ¡No podrás entrar! ¡Esta cerrada!
Nayra se paró delante de la entrada y con una patada agujereó la puerta al lado de la cerradura, por ese agujero, pasó la mano con la varita y abrió la puerta con un hechizo. La puerta hizo caso al hechizo y se abrió dejando pasar a la morena.
Los Gry no comprendían muy bien lo que pasaba. Harry decidió seguir a Nayra y Ginny le siguió a él. Al llegar a la puerta de la casa, ésta se cerró en sus narices.
- ¿Pero que…?- Ginny intentó abrir la puerta varias veces, hasta que Harry le cogió la mano, para que parase.
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Habían pasado ya tres horas y la nieve continuaba cayendo de forma regular. Pansy había acabado ya de sus compras y se encontraba con Draco y Blaise en las tres escobas.
- ¿Cómo es el vestido?- Preguntó claramente interesado Blaise.
- Mañana lo veras…- Dijo la chica bebiendo de la cerveza de mantequilla de Blaise, puesto que la de ella aun no la habían traído.- Por cierto ¿Y Nay?
Draco fue interrogado por la mirada de Blaise y Pansy.
- No sé…- dicho esto se levantó hacia el baño.
Al volver se encontró a esos dos Gry dándose el lote…
- Joder… ¿Quien diría que la Sangre Sucia y el Pobretón durarían tanto?
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- ¿Cuándo crees que saldrá?- Ginny y Harry esperaban detrás de la valla a que la puerta de la Casa de los Gritos se volviera a abrir y de ésta saliera Nayra Malfoy.
- No se, pero lleva ahí más de dos hora y media…
De repente y sin previo aviso la puerta se abrió y junto con una ráfaga de viento la morena salió disparada a la vez que la puerta volvía a quedar sellada… La morena quedó tumbada hacia arriba y no se movía. La nieve empezó a caerle en la cara.
- ¡Malfoy!- Nayra seguía sin moverse, por lo que los Gry volvieron a saltar la valla.
Cuando la vieron, se dieron cuanta que su mirada estaba fija en un punto indefinido y que no se movía… ¿Respiraba?
- Ma… Malfoy ¿Estas bien? – Ginny estaba asustada. ¿Y si estaba muerta? La morena seguía sin moverse.
Harry decidió buscarle el pulso, en ese momento Nayra se incorporo de golpe.
- ¡Mierda! ¡¡Eres un cabrón!! – Los Gryffindor no en tendían nada, pero estaba viva. - ¡¡¿Lo oyes?!! ¡¡Cabrón!! – Pegó un golpe en la nieve que había frenado su caída y fue entonces que se dio cuanta de que no estaba sola.
- ¿Nayra? – Harry y Ginny la miraban sorprendidos.
- ¡Olvidatte! – La morena les borró la memoria, se levantó y se fue de ahí.
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Al llegar a Hogwarts, Nayra se encontró de nuevo con los Slytherin. La chica se sentó en la sala, al lado de Pansy.
- Vaya, pero si esta aquí la que se fug
- ¿Qué tal el día?
- Depende, si crees que lo mejor que te puede pasar un día es ver a dos Gryffindor hablando del baile y que si no se que y que sino se cuantos…
La noche ya estaba echada encima, los estudiantes ya habían cenado y la gran mayoría se iban a sus habitaciones.
- ¿Nay me voy a dormir te vienes?- Dijo Pansy ya levantada del sofá.
- Voy…- Se levantó y subieron las escaleras que llevaban a su cuarto.
Nayra se puso su camisa blanca que utilizaba para dormir ya que le iba un poco grande como camisa, la utilizaba para dormir (no era mucho más larga que la de Pansy, pero era lo único que tenia de manga larga para dormir). Mientras Pansy se puso la suya de color verde manzana que le llegaba por encima del muslo y también de manga larga.
Las dos se tumbaron en sus respectivas camas y mientras Pansy se volteaba para quedarse dormida casi al instante, Nayra se puso a leer.
Pasadas ya las doce, Nayra guardó el libro y bajó a la Sala Común para poder salir de ésta.
Como hacia alguna noche desde que estaba ahí, el chico la esperaba en la ventana, a contra luz. Ella se acercó a él mientras, él la abrazaba.
- Eso te queda muy bien…
- Lo se…por eso me lo pongo- La voz de Nayra era muy distinta a cuando estaba con los de Slytherin.
- Nadie te invitó al baile ¿no?
- No formalmente.- La chica jugaba con el pelo del chico, mientras este le hablaba y la tenia en sus brazos.
- Pues yo lo hago formalmente. Nayra Malfoy te gustaría venir conmigo al Baile.- Dijo él poniendo una voz un poco seria. Nayra no respondió sino que lo besó tiernamente.
-- ¿Responde eso a tu pregunta?
- Si…
Hubiera sido divertido de explicar si alguien los hubiera encontrado en esa situación, besándose. Pero nadie los molestó. Estuvieron un rato más besándose hasta que ella decidió volver a entrar para ir a dormir.
