2. I will be strong and I say him I love you ´.
Una chica pelirroja estaba en su cuarto sentada en su cama viendo a la morena con cara neutral, esperando que la morena pensativa le contestara. En sus pálidas manos se sujetaba una carta breve, y en la ventana una lechuza negra como el carbón esperando que la chica contestara, reacomodándose sus plumas...
- Creo Ginny, que lo más seguro es que... ¿quiera volver contigo?
- Hermione... citarme por eso... no, no lo creo – la chica negó rápidamente y se dirigió a su baúl buscando algo, aún con la carta en mano.
- ¿Qué vas a hacer? – la pelirroja volvió la cara mientras sujetaba el recién sacado abrigo y bufanda.
- Ir... no tengo nada que perder – soltó el abrigo encima de la cama, y apoyándose en el escritorio, cogiendo pluma y tinta, escribió en un pergamino la respuesta 'Iré...'
- Te recuerdo...
- ... que tenga cuidado, lo sé...
- Yo me voy a Hogsmeade... nos vemos allí, supongo, pero si quieres te puedo esperar.
- No hace falta... – se puso el abrigo y se ató la bufanda. Fue a la ventana y le ató a la pata del animal la respuesta. Cerró la ventana, viendo los terrenos nevados, y dando media vuelta salió con la morena. Cerraron la puerta mientras se escuchaban algunas voces-... además he quedado con Harry allí.
- Parece que os lleváis muy bien.
- Sí...
Las voces se fueron perdiendo gradualmente de sonido, pero sin embargo en la cama de su habitación, encima de las sábanas una carta quedó...
´ Reúnete conmigo enfrente de los invernaderos a las doce, tengo que decirte algo muy importante Draco Malfoy
El cielo gris perla estaba cerrado, amenazando el humor de alguien en el castillo que estaba de especial mal humor... sus pasos por la nieve acolchados incluso, retumbaban extrañamente por los fuertes pisotones que daba al pasar, su cara pasaba entre una tristeza infinita hasta una rabia difícil de contener... llegó hasta la puerta de un gran invernadero, apoyándose en el y reprimiendo un bostezo...
- Maldita pelirroja... por su culpa no he podido dormir en toda la noche... – se pasó la mano por los ojos recordando las imágenes de una pareja que hizo estragos por el colegio apenas una semana...
Flashback
En un pasillo solitario se escuchaban unos pasos... nadie excepto una chica de rojo cabello se encontraba por los alrededores. Pasos seguros... sonrisa autosuficiente... ojos de hielo y orgullosos como los que más... Sus ojos relucían por un color oscuro alrededor de ellos, causado por la sombra oscura de ojos...
De pronto, alguien apareció al final del pasillo... una chico de pelo blanco reluciente... ojos grises desafiantes... barbilla altiva... perfil austero... se apoyó sobre la pared de piedra, con los ojos cerrados y tarareando una canción...
La chica se fue acercando lentamente fundiendo la larga sombra que proyectaba el rubio sobre el frío suelo con la de ella Pagará caro Chang por hacer que sufriese Harry por irse con Malfoy... pero ahora estoy con él Se paró de lado sin mirarle, justo al lado de él... ambos sabían que su sola presencia hacía que cualquiera se helase en aquel ambiente.
Empezaron a andar a la vez, resonando sus pasos continuos... fríos, atravesando paredes con su corazón... en cuanto llegaron a una esquina, el rubio tomó a la chica de la cintura y la acercó a sí mismo... mucha gente se los quedó viendo con rencor y odio a medida que pasaban por el pasillo lleno de gente... Incluso los de la casa Slytherin se habían opuesto contra la pareja... no era nada bueno que un Malfoy saliera con una Weasley, por mucho que hubiera cambiado la chica. Los de Gryffindor, muchos de ellos, también les volvían la cara... principalmente porque Ginny no se había portado con ellos muy bien últimamente... y los de la casa Ravenclaw apoyaban a su compañera oriental, por lo que tres casas de cuatro estaban en contra de ella.
Mientras pasaban por el pasillo cogidos, una chica rubia miró a la pelirroja con tristeza... el rubio se dio cuenta y le dijo algo en el oído.
- Querida... creo que ese tintero no está bien colocado... ¿qué te parece si la ayudas?- en su boca apareció una cruel sonrisa. La chica miró a la rubia Ravenclaw, su amiga, y todavía de espaldas le apuntó con la varita cuando ya se iba la chica. El tintero volcó sobre los pergaminos que llevaba y sobre el uniforme... La rubia angustiada volvió la cara mientras se le caían todas las cosas, mirando la espalda de la que era su amiga...
- Weasley... no tienes corazón, mira que hacerle eso a la pobre Lovegood... eres una maldita serpiente... – la pelirroja volvió la cara viendo como la rubia recogía las cosas, suspiró sin que nadie lo notase, y volviendo a su sonrisa fría le envió dos besos a la oriental, que completamente enfadada se dio la vuelta criticando a la chica de pelo rojo con sus amigas. La rubia se dio cuenta de que sólo la había defendido por intereses. Recogió todo y se encaminó hacia ella.
- Será mejor que no me vuelvas a defender... tú no eres mucho mejor persona que ella
- Mira quien fue a hablar... la loca Lovegood, ¿no que ella era tu amiguita? A ver si hablamos con coherencia... ¿quién es mejor persona? Te ha despreciado...
- Tú sólo me has defendido por interés propio. Además... si alguien tiene la culpa de lo que está pasando eres tú... sólo jugaste con Harry, y lo sabes muy bien. Te lo mereces todo... – la chica se dio la vuelta y desapareció por el pasillo
- Maldita Weasley... pagará por todo esto... – la oriental cerró los ojos intentando tranquilizarse.
Fin del Flashback
Una chica temblaba de frío a medida que se alejaba de la puerta principal de Hogwarts... caminaba entre la nieve mientras intentaba calentarse las manos. Debido al frío que hacía prefirió caminar más rápido, mientras que cuando lo hacía empezó a nevar. Desde lejos vio el invernadero dónde habían quedado, y también podía avistar a alguien que estaba en el lugar.
Fue aminorando sus pasos... estaba a escasos metros del rubio, demasiada seriedad reflejaba su cara, algo que no le hizo mucha gracia... dio dos pasos más y terminó de acercarse al rubio...
Ella esperó, pero nada salía de la boca del rubio, hasta que unos minutos de duras y reprochantes miradas de los ojos grises a los azules de ella...
- Te cité para decirte... que quiero que vuelvas conmigo... – la chica se quedó callada, aún en su cara habiendo demostrado que lo que había dicho era una absurda tontería.
- Malfoy... te dejé claro que-
- Vas a volver conmigo, quieras o no... – la chica puso cara de frustración absoluta.
- Eres un patético estúpido, idiota... ya te dije que no soy nada tuyo, ni lo volveré a ser por en muy malas condiciones que esté... nunca volveré a hacer un trato contigo – sus ojos reflejaban ira.
- ¿Segura? Creo que habrá algo que conseguirá... que pienses lo contrario- en su cara se reflejó un gran interrogante, estaba segura de que no había naa que él pudiese hacer.
- Es un farol... – la chica puso brazos en jarra.
- No lo creas... – le alcanzó un papel dónde había algo escrito, que en cuanto la chica leyó partió en dos inmediatamente.
- No eres capaz... – en sus ojos ahora se reflejaba el miedo, a medida que el rubio se acercaba. Su cara estaba cerquísima de la de la pelirroja, casi rozando ambos labios con los suyos, de pronto la ojiazul le dio un empujón que le hizo caerse a la nieve... el chico sonrió maléficamente viendo como la chica respiraba agitadamente.
- Cariño, soy capaz, y pronto podrás darte cuenta, a no ser que...
- ¡Sabes perfectamente que no te quiero! Y tampoco sacas nada de todo esto...
- Eso es mi problema, pequeña... – se levantó sacudiéndose el abrigo. De pronto una lechuza apareció en el lugar, justo la misma que había estado hace rato en la habitación de la pelirroja. De plumaje negro... la chica lo miró desafiante.
- He roto el papel... no puedes correr el rumor
- Eso es lo que tú te crees... – sacó otro papel exactamente igual al de antes-... tsk, tsk, no deberías temer que el rumor se corriese, total, todo el mundo sabía que siempre has querido a Potter, pero claro, apuesto lo que sea a que él mismo ni lo sabe...
- Maldito seas, Malfoy... – gruñía irremediablemente por la afirmación.
- Decídete de una vez, o él o yo... claro que si lo eliges a él, y no te quiere, puede que haya un gran problema, ¿no crees?- la chica se mordió el labio mientras cerraba los puños a la vez que cerraba los ojos fuertemente ... eres tonta... ´ Se acordó de la frase que le había dicho el chico de ojos verdes.
- Soy una tonta... – se rió relajándose. El rubio se extraño y la miró dudoso-... nunca Malfoy... nunca- abrió los ojos mirándolo con asco. El rubio ató a la pata del animal el papel.
- Con esto, todo el mundo sabrá que la chica Weasley ama a Harry Potter, y no tardará en llegar a sus oídos... – la chica reflexionó la frase, si ella llegaba antes a decírselo, quizá hubiese una mínima posibilidad de que no pasara ninguna vergüenza en todo aquello, al menos se enteraría por ella y no por otras personas, y con un poco de suerte...
Salió corriendo con un rostro indeciso, la nieve hacía que fuera más lenta, mientras veía como la lechuza volaba directa al pueblo... no tardaría en correrse el rumor, se recogió el abrigo sintiendo toda la nieve chocar con sus piernas, pues el abrigo le llegaba hasta el suelo... miró hacia atrás al rubio que la miraba tristemente. Siguió su camino y salió corriendo para el pueblo, llegó hasta dónde estaban los carros que llevaban al pueblo y se montó en el único que quedaba, el que dejaban por si alguien iba en última hora, ya se lo diría después a Mc. Gonagall.
Vio el cristal, que se empañaba por momentos, mientras con su manga la limpiaba continuamente... y miraba el momento de llegar hasta el pueblo. Se dejó caer por el asiento, mientras suspiraba viendo pasar el tiempo, su mente la transportaba a otro lugar y a otro tiempo... concretamente cuando habló con el rubio.
Flashback
- ¿Qué quieres Weasley? ¿Qué es eso tan importante que o puede esperar? Acaso necesitas dinero... – una sonrisa de superioridad se dibujó en su rostro.
- No, Malfoy, sólo quiero hacer un trato contigo...
- ¿Qué clase de trato?
- Quiero que salgas conmigo... – el chico abrió de pronto los ojos.
- ¿Qué dices?
- Verás, quiero que Chang reciba un buen castigo por haberle hecho... ehm, quiero darle celos irremediables, porque según tengo entendido fuiste tú quien la dejó...
- Por supuesto, pobretona...
- ¿Y entonces que me dices?- lo miró fríamente, aunque por dentro anhelaba que aceptara.
- De acuerdo... - ella suspiró-... pero con una condición.
- Claro, ya sabía que dirías algo así... que quieres.
- Que te comportes como yo... simplemente.
- ¿Y eso por qué?
- Tengo mis porqués... ya los sabrás – se acercó a ella y le sujetó la barbilla-... aprenderás de mi pequeña.
Fin del Flashback
El carro paró haciendo que la chica se escurriera del asiento y acabara en el suelo del mismo. Salió de él bajando agachada y arrastrándose... en cuanto bajó se puso de pie y vio el pueblo delante de ella, en especial la calle principal. Andó rápidamente viendo como muchos de los alumnos la miraban al pasar, algunos riéndose, otros viéndola simplemente, llegó a la zona dónde terminaba la calle y miró repetidamente a ambos lados... sería imposible encontrarle, sus esfuerzos habían sido en vano.
Terminó paseándose por la calle dónde estaba Las Tres Escobas, por su mente se pasaban miles de escenas que podrían suceder cuando Harry se enterara de todo... principalmente repasando en su cabeza el que se riera de ella... se metió las manos en los bolsillos del abrigo mientras veía como la gente entraba en la curiosa taberna.
- Y si quizá... – pero nada le quedaría tan claro como cuando vio entrar a Cho Chang sonriendo de oreja a oreja. Corrió hasta allí, mientras la gente se agolpaba en el lugar, se abrió paso entre tanta gente mientras los que estaban alrededor evitaban que entrase. Se apartó dando dos pasos atrás y sacó la varita- Será mejor que me dejéis pasar... o si no, ya sabéis de que soy capaz, y será mejor que nadie se atreva a sacar nada.
Todo el mundo se apartó dejándole un pasillo, es más, parecía que ni siquiera pensaban sacar las varitas... pasó segura entre el corro de gente abriendo rápidamente la puerta.
Dentro en el local...
- ¿Se puede saber porque hay tanta gente aquí? ¡Qué os pasa conmigo! – Harry se estaba desesperando de ver tanta gente rodeándolo, y más cuando la camarera del lugar estaba regañándolo a él.
- Espérate y veras... – una chica de Ravenclaw con trenzas habló.
De pronto apareció Cho andando con una gracia similar al vuelo de las mariposas, se acercó a él mientras la gente retrocedía varios metros de la mesa dónde estaban sentados él y sus amigos.
- Esto no me huele nada bien... – Hermione vio al pelirrojo preocupada mientras este asentía esperando ante la expectativa. La puerta de la taberna se abrió, aunque nadie le hizo caso.
- ¡¡Alto ahí!! No digas... absolutamente nada- la pelirroja vio a la oriental decisiva a convertirla en vaca si hiciera falta para que se callara. La chica se sorprendió de sobre manera al ver allí a la chica, pero eso no hizo que dejara de hacer lo que pensaba hacer. La pelirroja dio dos pasos, y sacando la varita le lanzó un hechizo que hizo que se apartara varios metros de la mesa.
La pelirroja llegó corriendo a la mesa viendo como el chico de ojos verdes la miraba interrogante preguntándose qué pasaba allí. Pero en eso que la oriental la cogió por la espalda, puesto que era un poco más alta que ella, y le tapó la boca.
- Harry, querido, tengo que decirte algo. Ginny Weasley... – la chica ojiazul moviéndose frenéticamente, y en último esfuerzo le mordió la mano.
- Harry... ¡¡te quiero!!
Prácticamente todos y todo se quedó en silencio, excepto un comentario de Mdme. Rosmerta Que dulce juventud... declarándose en mi bar´
