Las Mentiras

Introducción

-¿Ya te vas a trabajar?- su joven y pálido esposo pregunto desde el humilde lecho en donde estaba recostado, ella lo miro con sus profundos ojos verdes llenos de amor, asintiendo con una de sus mas hermosas sonrisas puestas en su delicadamente bello rostro, mientras se colocaba un pulóver de lana color rosa para abrigarse y abrigar al pequeño o pequeña que tenia en su vientre, el cual crecía día con día, era ese bebe el fruto del gran amor que se profesaban mutuamente, era como la extensión de ellos mismos, era el triunfo de su amor sobre todas las cosas.

El también sonrió, pero mas bien fue una sonrisa nostálgica, una sonrisa triste, levantándose del lecho con un poco de dificultad, debido a la enfermedad que le aquejaba, se dirigió hacia su esposa para acariciar y besar su abultado vientre con una infinita ternura.

-Hace mucho frió en el anden- la observo con cariño, ella llevaba los ojos aun dormidos, no había nada mas que el deseara, que verla escapar de ahí, de ese suburbio a la deriva, donde era mas fácil olvidar y no soñar jamás, no era aquello lo que el soñó para la mujer que amaba, no era aquello lo que soñó para su bebe que venia en camino, el que tanto esperaban con ilusión.

-¡ OH vida, mi vida!- la estrecho muy fuerte contra su débil cuerpo- Lo siento....tanto...tanto...si tal solo no tuviera esta enfermedad....todo seria distinto ...no tendrías necesidad de ir a trabajar así- dejando escapar algunas lagrimas que se mezclaron con los perfumados cabellos de su amada esposa- Si tan solo mis padres tuvieran otra actitud...Si tan solo la aceptaran...sin perjuicios...sin esa dichosa frase del que dirán - esto ultimo lo dejo en sus pensamientos

Sentía que todo aquello era su culpa, todo era culpa suya, ella tenia que volver de noche despues de un dia de trabajar, le pesaba la espalda, las horas, luego a estudiar hasta tarde y se dormía cansada, a pesar de su estado, a pesar de que estaba en cinta, ella hacia hasta lo imposible por traer un poco mas de dinero para su humilde casa. Hasta había dejado de dar clases de Ballet en la academia, que era lo que mas le encantaba, por falta de tiempo, por cuidarlo a el y por llevar en su vientre un hijo suyo.

La casa en que vivían era muy humilde, fue lo único que pudo comprar gracias a sus ahorros y vender una que otra prenda valiosa que el tenia, era pequeña pero acogedora con 3 cuartos, de un bonito color pastel, siempre estaba ordenada y limpia, además ya estaban empezando a florecer algunos tulipanes en el jardincito de enfrente, que su esposa había plantado semanas atrás, a pesar de que faltaba algunas semanas para dar termino a aquel insoportable frió del invierno

-Eres mi plegaria cada noche, que se eleva hasta el cielo- la beso tiernamente en los labios provocando que su esposa sonriera sonrojada, pues a pesar de que ya llevaban meses de casados todavía no podía superar el sonrojo, el sonrió también su esposa era adorable, muchas veces pensaba que ella era un ángel, un ángel que vino a la tierra solamente para hacerlo feliz.

-Te amo tan solo a ti y eso es lo único que importa- le susurro ella a sus oídos-Si no estuvieras aquí yo sufriría al estar sin ti....

-Yo también te amo y nadie te ama, con esta fuerza que a diario me arrastra y me lleva hasta ti, mi cielo- la abrazo de nuevo muy fuerte contra si -Te amo, por compartir todo, por ser así, porque siento que en mi tengo tu alma y tu sueño, no sabes como valoro todo lo que haces por mi... un día saldremos de esta gran ciudad, la vida no tendrá final, cuánta rabia siento hoy.........

-Amor...no importa yo soy feliz ...soy feliz porque tu estas conmigo y lo estarás siempre...yo lo se -le interrumpió dándole un pequeño beso en los labios- y pronto el o ella- toco su vientre, el entrelazo sus manos con el de ella sobre su vientre sintiendo como su pequeño retoño pateaba dentro de su madre

-Tan solo el amor le da vida a un amor y estando juntos, lo podremos lograr- sonrieron los dos, estaban tan perdidamente enamorados uno del otro.

No quería dejarla partir y quedarse solo como un completo inútil allí en la cama sin hacer nada, mientras ella luchaba a diario, ella tampoco quería dejarlo temía que al volver no lo encontraría, no lo encontraría con vida, el doctor no le había dado muchas esperanzas, tan solo le quedaba rezar por el. Después de estar largo rato abrazados ella decidió irse o llegaría tarde y un retraso era lo que menos necesitaba en esos momentos.

-Me tengo que ir o llegare tarde mi amor, pero ahora debes quedarte acostado o empeoraras recuerda lo que dijo el medico, nada de esfuerzos físicos Señor "Ya Estoy Bien"- dijo pellizcándole la mejilla

-Esta bien- se resigno el mientras su esposa prácticamente lo obligaba a entrar nuevamente en la cama y lo arropaba amorosamente.

-La señora Umiko vendrá a traerte el desayuno y el almuerzo, por favor no te levantes, que te hace daño- le reprocho-no quiero venir y encontrarte limpiando la casa que de eso yo me encargare después de haber llegado

-Pero.......

-Nada de peros, entendido- le interrumpió ella con el seño fruncido

-Esta bien...pero....

-Nade de peros....

- Eres tan bonita cuando te enojas...

-Tu no cambias- le sonri

Ella salió cerrando la puerta de su humilde morada para ir a trabajar

Hong Kong- China

-Hemos sido muy injustos con nuestro hijo- se lamentaba profundamente un hombre de edad madura, sentado tras un fino escritorio tallado, mientras observaba algunos balances del mes, como siempre ganancias y mas ganancias, claro, se trataba de un Magnate Multimillonario propietario de las Haciendas mas grandes y productivas del continente asiático.

-Nada de eso... el se atrevió a desafiarnos...todo a causa de esa insignificante mujercita....el fue capaz de abandonar su fortuna y la vida lujosa que tenia... el nuestro único hijo- se expreso escandalizada su esposa mientras le servia un poco de te a su marido en una taza de fina porcelana- se marcho con esa japonesita...la prefirió a ella antes que a nosotros...que somos sus padres

-Nosotros lo echamos prácticamente a la calle.... lo dejamos irse solo con lo que tenia puesto.. le cerramos sus cuentas...sus tarjetas...el solo tenia 18 años... incluso negamos todo contacto con el...hasta le negamos

-Si, pero es por su bien...que no entiendes...tiene que reaccionar...darse cuenta que una persona tan importante como el... nuestro único heredero no puede enredarse con una chica sin apellido...una joven que no es de nuestra sociedad...veras que regresara arrepentido

-De eso hace mas de un año- suspiro pesadamente-y no ha regresado...¿Me pregunto como estará?...si estará pasando necesidades..ni siquiera sabemos en que parte de Tokio esta...no sabemos absolutamente nada de nuestro hijo....

-¿Cómo estará? Ja, me imagino que en la absoluta pobreza y es lo que se merece...ya veras que cuando se canse de esa cualquierita volverá....es solo un capricho temporal..volver arrepentido por habernos desafiado....

-A veces pienso que me case con una mujer sin corazón....¡Dioses es tu hijo de quien estamos hablando...de nuestro único hijo!- proclamo exaltado mientras iba a sentarse a lado de su esposa

-Tu piensas que a mi no me duele que se haya ido..que no lo extraño...pero debe de aprender de sus errores..aun es muy joven...

-Voy a dar un paseo a caballo por la Hacienda- salió azotando la puerta con intensidad.

Dejando a su esposa pensativa en el lujoso despacho, jamás ella consentiría que su único hijo, descendiente de un una de las familias mas importantes en toda China se involucre con una cualquiera . Porque era mas que seguro que esa mujercita solo buscaba su dinero, buscaba escalar posiciones. Que dirían sus amistades, la prensa en general, por eso cuando preguntaban por su hijo, ella solo contestaba que estaba de viaje de vacaciones.

Miraba a su amada esposa remandar su pantalón con mucho cuidado que hubiese ido a parar a la basura si otra fuera la situación, su jefa la dejo salir antes de hora, en verdad esa mañana se veía muy fatigada, como no tenia clases, fue directo para su casa, había traído algunas bolsas de supermercado, lamentablemente ese mes la economía no los había tratado del todo bien, por mas esfuerzo que hacían para ahorrar al máximo, sumado a eso estaban las costosas medicinas que el debía de tomar y la pronta llegada de su tan amado hijo o hija, habían decido no saber el sexo de su bebe, porque fuera niño o niña lo querrían de igual manera, debían de ahorrar para ir comprando la cunita..las ropitas..los biberones..los juguetes..los pañales..todas esas cosas que los futuros papas compran con todas las ilusiones del mundo para su hijo.

Lo que mas le gustaba de su bella esposa era verla sonreír cuando lo normal era llorar, desde que se entero de que tenia esa terrible enfermedad fue en ella en quien encontró sustento, su apoyo incondicional, comprensión, era su propio ángel y su razón de vivir.

Cuando sus padres se enteraron que el se había enamorado en ese viaje de vacaciones que había hecho a Tokio-Japón, y que el amor de su vida era una jovencita cualquiera sin un apellido sobresaliente o sin un imperio bancario se negaron rotundamente a aceptarla como su novia y mas aun como su futura esposa, hasta incluso se negaron siquiera conocerla. Por que de haberlo hecho se habían prendado automáticamente de ella, no solo por ser tan hermosa, sino que tenia una sonrisa maravillosa, la mas hermosa que el había visto en su vida y sobre todo una mirada, una mirada llena de inocencia

-Hijo mío has regresado- salió a recibirlo de una maravillosa mansión una elegante mujer, bajando las escaleras, lo abrazo con efusividad.

-Madre- respondió este besándola la mano, como forma de saludo-¿Cómo esta?

-Muy bien....pero todavía no esperábamos tu regreso teníamos entendido que te quedarías un mes mas por allá....pero me alegra tanto que hayas regresado...Te he extrañado tanto hijo mío- le sonrió mostrando la dicha de volver a ver a su único vástago.

Una ves que entraron en la magnifica mansión su hijo le dijo seriamente

-Madre necesito hablar con usted y mi padre- respondió el joven de pelo castaño sentado cómodamente en uno de los maullidos sofás de la fastuosa sala de star.

-Sobre que hijo mío-le sorprendió la seriedad con la que su hijo dijo aquellas palabras, definitivamente no era el, desde que llego había algo raro en el...pero todavía no descubría que.

-Sobre algo que me ha sucedido durante mi viaje- respondió todavía mas serio el

-¿Qué paso hijo mío?-pregunto preocupada su madre

-No es nada madre..no se preocupe...al contrario- le tranquilizo

-Esta bien llamare a tu padre...esta solucionando algunos inconvenientes en una de las Haciendas

Tiempo después

-Así que te has enamorado- su padre carraspeo sus dedos sobre el fino escritorio, muy serio. Se temía lo peor conociendo, como conocía a su único hijo y heredero.

-Así es padre- el asintió seriamente- Esperando la pregunta contundente de parte de su exigente madre

-Y como se llama la joven... de que familia es...dime su apellido...debe ser de nuestro circulo social

-No...ella no es de China madre es...es de Tokio

-¿Japonesa?...Si es de una familia pudiente la conoceré, son los Zusuki acaso?..no..no ellos no tienen una hija de tu edad...anda dime su apellido

-Que pasa hijo porque no contestas a tu madre- le interrogo su padre ante el silencio inminente de su hijo

-Ella ella no es de una familia conocida....ella es una joven humilde...que conocí en Tokio en un café donde ella trabaja como mesera

-¿Cómo?- se sorprendió su madre- dime que es un de tus bromas hijo

-No es ninguna broma madre- lo afirmo el- estoy enamorada de ella...pienso cansarme lo antes posible

-A no...hijo no permitiré que te enredes con una una simple mesera..acaso olvidas quien eres...quienes somos...por esa cualquiera

-No hables así de ella...ni siquiera la conoces..madre -la defendió el de su madre

-No hace falta que la conozca para saber que es una busca fortuna...de seguro que se te metió por los ojos directo a tu cama

Plack, se oye como que alguien recibió una bofetada

-No vuelvas a alzar la mano a tu madre- le alzo la vos su padre

-Por mas mi madre que sea ella no tiene el derecho de insultar a la mujer que amo...porque no lo entienden a mi no me importa la posición social....y todas esas patrañas...hay cosas mas importantes que eso

-¿Amor? ...Que sabes tu del amor.... eres un niño de 18 años..hijo-le replico su padre con el ceño fruncida, lo que había hecho y dicho segundos antes di hijo le sorprendió mucho.

-Puedo decir que se del amor mucho mas que ustedes..porque yo en realidad lo siento..no me guió por las clases sociales sino por el corazón

-No te atrevas a desafiarnos a tu padre y a mi- le grito su madre

-No los estoy desafiando...solo vine a comunicarles que me voy a casar con o sin su consentimiento

-Has eso y te quito de mi testamento-le intimido su madre

-Pues entonces puedes quitarme de tu testamento...que me casare con ella quieras o no quieras

Le dieron a elegir, era ella o su cuantiosa herencia, y sin dudarlo opto por ella, opción del cual no se arrepentiría jamás, entonces sus padres lo echaron prácticamente de la casa, le cortaron sus tarjetas de crédito y bloquearon sus cuentas bancarias, hasta se negaron en hablar con el, el solo contaba con 18 años de edad, solo tenia para los pasajes y volver a Japón en donde ella lo esperaba.

Cuando la vio fue amor a primera vista. Bien recuerda alegre el primer beso, su temor y su voz.

Ella trabajaba como mesera en un precioso café de la cuidad de Tokio, donde el desde que la vio iba absolutamente todos los días a tomar café como pretexto para verla o siquiera cruzar algunas palabras con ella. Hasta que un día se atrevió a invitarla al cine y desde ese día hasta ahora están juntos.

-Buenas tardes- le sonrió ella y lo miro con los ojos verdes, los mas bellos que el había visto en toda su vida.

-Buenas tardes...señorita-le respondió el sonriente, despegando sus ojos del periódico...que usaba como pantalla para mirarla de vez en cuando

-Déjame adivinar....quieres un café sin azúcar pero con crema?- le volvió a sonreír ella apuntando en su libreta rosada

-Además de hermosa....eres adivina..no lo sabia- bromeo el sonrojando violentamente a la joven mesera.

-Pues algo así...pero no será que eso pides todos los días desde hace 2 semanas- le susurro ella sonrojada...ese chico era demasiado guapo

-¿Dos semanas...tanto...segura?-dudo el en verdad ya no recordaba hace cuanto venia a ese café, es que estar en la presencia de tan bella joven le hacia olvidar hasta su nombre

-Así es-asintió ella como teniendo toda la razón del mundo

-Entonces pediré una cita con la hermosa mesera ..¿Qué opinas?- le pregunto el sorprendiendo a la joven

-Pues eso no esta en la carta del café-se sonrojo mas aun ella

-Es una gran lastima- se apeno el, mas de la cuenta

-Si...la verdad que es una gran lastima- ella queriendo que el en verdad la invite a salir

-Esta bien que tal si se lo pido personalmente- dijo mas animado

-Pues intenta.... a ver que dice

-Señorita desea salir con migo a ver una película o a tomar algo

-Pues no se- dijo finalmente dudosa

-Solo dime que si

-A las seis

-A las seis

Ella estaba sola en el mundo sus padres la habían abandonado en un convento en la cuidad de Tomoeda, y cuando se hizo mayor vino para Tokio a estudiar y a la vez trabajar.

-Y que has venido a hacer por Tokio- los dos estaban sentados en un banco de un hermoso parque en el centro de la cuidad.

-Vine a probar suerte con el trabajo y el estudio- le mentio el, porque en realidad estaba de vacaciones

-Y tu?

-Pues yo también vine a estudiar y a la vez a trabajar para poder pagar mis estudios, tu tampoco eres de aquí?

-No soy de Tomoeda, una hermosa cuidad a 6 horas en carretera de aqu

-Y tu familia

-Yo...yo fui criada en un convento...jamás...jamás conocí a mi familia

-Lo siento...yo no quise...no quise

-No no importa...fui criada por unas monjas muy buenas...hace 3 semanas que estoy viviendo aquí, también enseño Ballet en una academia los sábados por la tarde...me encanta todo tipo de danzas pero me fascina la clásica

El nunca le había dicho que provenía de una familia acaudalada, por temor, por ese temor a que su familia la rechazara por ser ella huérfana, y pobre, bien sabia que sus padres, sobre todo su madre era muy estricta con eso.

-¿Cuándo regresaras?-muy triste lo abrazo

-Lo antes posible...te lo prometo mi amor...solo arreglare algunos asuntos-la beso en los labios cuando se despidió pues el regresaba a Hong Kong para platicar con sus padres.

Le había dicho que el también estaba en Tokio por razón de estudios, no le diría nada hasta que hablara con su padres y las cosas sucedieron tal y como el lo había imaginada, la rechazaron contundentemente.

-Estoy tan feliz de que hayas regresado....no sabes cuanto te he extrañado mi amor-la abrazo feliz ella- ¿Cómo te fue?

-Muy bien...mi amor...yo también, te extrañe y no sabes cuanto- le correspondió a su tierno abrazo

-Ya podemos casarnos...he traído todos mis papeles- le sonrió cálidamente el

La verdad nunca le dijo lo que sucedió con su familia, no quería verla sufrir al decirle que su familia nunca la aceptaría ni que el renuncio a su vida anterior solo por ella.

Después de 1 mes de el haber llegado nuevamente de Hong Kong se casaron fueron muy felices , el había encontrado trabajo en una oficina y a la noche se dedicaba a sus estudios y ella como siempre del café a la universidad y los sábados se dedicaba al ballet. Algunas veces el iba a verla enseñar ballet, cosa que le encantaba, era muy buena, mas que buena era excelente

-Ya conseguí trabajo...empiezo mañana ón...que suerte...en donde- le pregunto emocionada abrazada a el

-En una oficina...bueno empiezo como cobrador...pero según mi esfuerzo me ascenderán

-Y yo se que será así...que bien estoy tan feliz

Pero tiempo después lamentablemente le diagnosticaron esa rara enfermedad que vino a empañar su felicidad para siempre.

-¿Familiares del paciente 23 ?

-Soy yo...soy su esposa...doctor

-Perdón es que usted..... el paciente es demasiado joven para estar casado-le dijo sorprendido al ver a la joven muchacha

-Lo se doctor.....¿Doctor que le sucede mi esposo?- pregunto preocupada ante el semblante del medico

-Todavía no se le ha comunicado a sus familiares

-No doctor, el no tiene a nadie mas que a mi

Entonces preemítame guiarla hacia mi consultorio para poder hablar mejor señora

-Señora lo que debo decirle.....

-Doctor es algo grave lo que tiene mi esposo- dijo ella una vez una sentada en la silla frente al escritorio del galeno.

-Su esposo sufre de una enfermedad... muy rara...solo existen como 10 personas que lo han padecido-trato de explicarle el medico

-No lo entiendo doctor es grave?- pregunto preocupada

-Es una enfermada inconstante...no sabemos cual es la evolución ...dependería mucho del tipo de persona

-Pero se pondrá bien

-No le doy muchas esperanzas señora...para ser sincero el corre peligro de muerte

Suspiro al escucharla cantar, porque ella en su ser llevaba la grandeza de un hijo, de su hijo, siendo el amor la razón, quien llenaría su hogar con su llanto de ilusiones y de esperanzas.

-Te sientes bien?- le pregunto al verlo mas pálido de lo normal pasando sus manos por su pelo castaño

-Si...claro- contesto atrayéndola hacia el hasta que ella quedo con la cabeza acostada en su pecho.

El mintió la verdad que últimamente se había sentido demasiado débil y no lo decía para no preocuparla ya bástate preocupaciones tenia la pobrecita. De repente sintió como todo se le nublaba de un momento a otro

-Mi vida- la llamo, mas bien fue como un débil susurro.

-Amor... que tienes?-dijo preocupada

-Ven .....pásame la caja que esta en el primer cajón del escritorio

-Esta bien amor...para que la quieres-le sonrió un poco preocupada

-Pásamela mi amor...tengo que darte algo...para nuestra hija...porque yo se que será una hermosa niña su madre

-No digas esas cosas amor...por favor- dijo llevándole la caja y dándosela

-Esto es para ella- dijo entregándosela un costosa cadenita de oro con un dije de estrellas con un símbolo- se la iba a dar cuando nazca...pero.....pero....por favor... cuando nazca...cuando nazca... pónsela y que nunca se la quites...es la única forma de que ellos la reconozcan...

-¿Amor... no..no... te entiendo? ...¿Quien tiene que reconocerla?

-Dile que ....la amo .....mucho ....igual que...... te amo a.... ti-cada palabra que salía de su boca iba con mucho esfuerzo

-No mi vida...no...no me hagas esto- algunas lagrimas se deslizaban con su terso rostro

-No llores mi amor, fui tan feliz a tu lado...prométeme que cuidaras mucho de ella...TE AMO- le dio su ultima sonrisa

Esas fueron sus ultimas palabras y el se fue, se le fue, se le fue el amor de su vida con la luz del anochecer, se fue sin un aviso previo, le sonrió, como iba a saber que tal vez su sonrisa era su adiós, se le fue de aquí a la eternidad y lo que peor...que nunca volverá y lloro, lloro como nunca antes había llorado en su vida.

El se fue, llevándose a la tumba el secreto de pertenecer a una de las familias mas influyentes de Hong Kong.

Los meses siguientes fueron muy duros para la pobre joven no solo por la pronta perdida de su esposo, ella estaba sola, sola en medio de la nada, vivía del aire y de la asfixia y de recordar, vivía solo para poder darle vida a su bebe, sola y presa de la impotencia.

De vez en cuando salía de noche a caminar la rabia, se ponía a llorar como una niña, que aun no despertó de la pesadilla, desplegaba su alma esta que sangraba, la pobre muchacha estaba de cama y de dolor.

Sola lloraba con frecuencia, pero quejarse ya no tenia ciencia, no había muerte mas inmensa que perder al amor de tu vida. Sola y con gran esfuerzo había sobrevivido hasta dar a luz a su bebe, sola sin ningún respaldo económico o una mano amiga que le diera aliento.

Hasta que llego el día parecía un juego del destino que tal vez quería que ella se reuniera con su esposo, con su amor, pues ella estaba muy débil y no sabían si ella sobrevivía al sigue la joven

-Doctor como se encuentra la joven...la joven que dio a luz esta mañana- pregunto una mujer elegante de mediana edad entrando en el consultorio del medico, a juzgar por su apariencia y la bondad de su rostro era miembro de alguna fundación para gente con pocos recursos que llegaban al hospital, Desde que vio a la joven había sentido un cariño especial por ella, no sabia porque

-Señora Katsumoto....entre por favor- le contesto el doctor amablemente- Lamentablemente la joven no se encuentra nada bien...creemos que no pasara esta noche...es una verdadera pena...Hemos tratado de hacer todo lo posible por ella...pero esta muy débil

-En verdad es una gran pena doctor, es tan joven y bonita

-Así es señora dejara un hermosa niñita..la mas bella que yo he visto nacer

-Si..lo se...he visto a la pequeñita es un angelito-sonrió ella al recordar a la bebe de pelos castaños y ojos verdes que dormía placidamente en la cunita de maternidad sin tener conciencia de que perdería a la persona que le había dado la vida.

-Lamentablemente la joven esta sola en el mundo y la niñita tendrá que ir a para a un orfanato- explico tristemente el doctor

-Si...estoy al tanto...por eso quería consultar con usted Doctor...si su que no lo deseo...-hablo dolientemente la dama de sociedad-pensaba...pensaba... adoptarla doctor..pues yo ...lamentablemente no puedo encargar hijos...y junto a mis esposo queremos adoptar uno...pensábamos en un niñito...pues como usted sabe...mi sobrino de 3 añitos...esta con nosotros...desde ese lamentable accidente que cegó la vida de sus padres..pero cuando vi a la madre de esta niñita sentí un cariño especial por ella...por eso quiero a esa niñita...

-Si...fue una gran pena..a veces no entiendo como unos pequeños tan indefensos pueden sufrir tanto así- dolidamente dijo el medico

-Así es doctor...mi hermano nos dejo la tutela de mi sobrino en su testamente al morir y desde ese día el esta viviendo con nosotros... pues el necesita alguien con quien jugar y nosotros...yo y mi marido....una niña a quien amar

-De mi parte no hay problemas.....Señora Katsumoto

-Pero antes...antes....quisiera hablar con su madre...por favor...para ver si ella lo acepta

-Si lo comprendo...un momento...la alistaran para poder entrar a terapia intensiva

Terapia Intensiva

Entro con una bata y un tapa bocas y vio a la joven mujer conectada con miles de aparatos, se vía tan frágil tan indefensa, le acaricio dulcemente el rostro, era como una muñequita de porcelana que si la tocas fuerte se quebraría.

-No...no... se si usted me escucha...- le hablo despacio, entonces vio que ella habría muy lentamente sus ojos buscando la persona de la voz.

-Mi bebe...¿cómo esta?-fue lo primero que susurro débilmente, derramando lagrimas de sus ojos verdes.

-Ella..esta muy bien...esta sana...es una linda niña de pelos castaños claros y ojos tan verdes como los suyos- le sonrió ella tratando de tranquilizarla, entonces vio formarse una sonrisa en su pálido rostro.

-Como su padre- volvió a susurrar-ella...ella...se quedara sola...se quedara sola...cuando yo me vaya...ella...- ella se intranquilizo- yo se que me iré...me iré..pero...pero...no quiero dejarla sola...no quiero...no quiero que este sola...por favor...no quiero...ella.....

-Cálmese...cálmese por favor.... no le hace nada bien...ella no se quedara sola...ella estará bien...no se preocupe...yo me encargare de cuidarla por usted- le sonrió con lagrimas en sus ojos, las palabras de aquella mujer la conmovieron mucho, haciéndole pedazos el corazón.

-Por favor cuídamela...cuídamela...por favor....cuida a mi niñita..por favor-las lagrimas nublaron sus ojos- a mi...me...me hubiera gustado verla crecer...verla caminar...escucharla llamarme mama...mi esposo...mi esposa...la amaba tanto...aun...aun antes de nacer...yo también la amo...la amo...mas que a mi vida.....

-SHHH....tranquila...le acaricio el rostro...no te preocupes yo la cuidare...quisiera adoptarla como mía..

-Gracias...gracias- le apretó la mano muy fuerte- Ahora podré irme en paz...sabiendo que mi hija estará bien en mi ausencia...por favor..por favor...en mi bolso ...hay...hay una cadenita..re...regalo de su padre..pa..para...ella...por favor daselo...por mi.

-No te preocupes...se la daré...ahora debes descansar.

-No..nunca...nunca...le diga que usted es su madre adoptiva...yo se ...yo se lo que se siente...ser huérfana...prométalo....prométalo que nunca se lo dirá...prométalo por favor...- ella ya casi no podía respirar-prométamelo...pase lo que pase nunca le dirá la verdad...prométamelo

-Se...se lo prometo...se lo prometo nunca le diré la verdad, lo prometo

-Gra....gracias...su...su...nombre es Sa...Sakura- le sonrió la débil y pálida mujer

-Sakura..es un dulce nombre para alguien tan bonita como ella

-Muchas gracias...gracias- dijo besándole las manos

La Señora Katsumoto derramo lagrimas de tristeza, esa mujer tenia algo de especial, era como un ángel, cuando beso sus manos en símbolo de agradecimiento y le sonrió sintió como una paz en su interior, una paz inexplicable que le inundo el corazón, no entendía porque la vida era tan injusta con algunos. Entonces el aparato al que estaba conectada mostró que su débil corazón dejo de latir.

Continuara

Gracias a todos lo que han leído mis fics, se basa mas o menos en la tenelovela LA MENTIRA, aunque he cambiado algunas cosas.

Espero sus reviews

Besos