"El Fruto de un Ángel"

II Capítulo

"Como Por Arte De Magia!"

Siete de la mañana. Tomoyo despertó con el sonar del teléfono que retumbaba en su cabeza, en conjunto de todos los extraños recuerdos de la noche de hace unas semanas atrás que aún flotaban en su cabeza "Hola?" intento oírse lo más normal posible, pero incluso su propia voz la oía lejana.

"Tomoyo-chan?... soy yo, Sakura" La joven castaña había adelantado su acostumbrada llamada al atardecer cada día Viernes.

"Sakura-chan?... qué pasa?" solo atinó a preguntar, su amiga parecía preocupada por algún motivo.

Sakura suspiró "No es nada grave, solo que no he visto a Yue desde hace unas semanas, se suponía que hace unos días volvería aquí, pero no lo hizo, además siempre es muy puntual y como cada vez que Kero-chan desaparece está contigo... pensé que... tal vez... no, disculpa por despertarte, Tomoyo-chan, además yo sé que no te llevas con Yue, ne?"

"Eh... no, eso creo..." murmuró ya sin oír lo que hablaba Kinomoto por el auricular, dónde estaría Yue? "Sakura, tengo que irme, hablamos más tarde, ok?... nos vemos!" la llamada se cortó al instante, aunque Sakura no le dio mucha importancia, solo se lo atribuyó al sueño, no obstante, Tomoyo salió segundos después.

Sus ojos amatistas recorrieron su enorme jardín, en todas direcciones, dando paso tras paso con lentitud por un camino pedregoso que apartaba el verde suelo. Después de aproximadamente un hora de estar afuera, revisó por segunda vez el lugar cerca de la fuente de agua, donde por primera vez había encontrado a Yue, en su propio jardín 'Es el único lugar tranquilo que pude encontrar' recordó sus palabras y su mirada comenzaba a oscurecerse. "Tomoyo-sama..." escuchó una voz profunda en su cabeza, tan familiar "Tomoyo-chan?!..." volvió agudizada... esa persona...

~*~

El mayor de los Kinomoto, con el ceño fruncido y los brazos cruzados, entró en la casi mansión y subió las escaleras hacia la habitación de Tomoyo "Más te vale que sea algo grave, Akizuki!" seguía repitiendo.

"NA-KU-RU, Toouuyaaa!! Y te digo que lo es! Yo vine a ver a Tomoyo-chan y estaba desmayada en el jardín!" exclamó Nakuru desesperada, literalmente colgada del cuello de Touya.

El hermano de la cazadora solo rodó sus ojos "Estaba en el jardín... desmayada?..." suspiró "Y qué viniste a hacer tú aquí?" agregó

"Vine a conversar..." dijo con toda seriedad recobrando su postura. Touya alzó una ceja y se encogió de hombros.

"Y no pudiste ver a nadie más?"preguntó él, quien repitió la pregunta en un tono más alto al solo escuchar un silencio de Ruby Moon "Akizuki! No pudiste ver a nadie más?!"

"No..." se limitó a responder, apresurando el paso hasta llegar a la habitación donde se detuvo hipnotizada por los detalles de la puerta caoba. Touya gruño algo sobre cambio de humor drástico y abrió la puerta, donde ambos se asombraron al ver a una Tomoyo más pálida que nunca.

La muchacha que yacía en la cama tardó aproximadamente una hora en despertar, y al abrir sus ojos se encontró con el cabello cobrizo de Nakuru que sentada junto a la cama dormía con la cabeza apoyada en un borde de la almohada, Tomoyo sonrió levemente y se sostuvo con sus manos para inclinarse, tardó unos segundos en reconocer a la persona de espaldas a ella, mirando por la ventana "Kinomoto-san?" Touya volteo enseguida regalándole una sonrisa cálida, Tomoyo no alcanzó a pronunciar palabra antes de escuchar a un hombre aclarar su voz, la joven miró hacia la puerta y se encontró con los grises ojos tristes de Yukito Tsukishiro "Tsu... Tsukishiro-san..."

Tomoyo se sostuvo la cabeza al escuchar un agudo "Tomoyo-chan!" de Akizuki que había despertado "lo siento" susurró cubriéndose la boca.

"Qué me pasó?" preguntó sin querer levantar la vista, ya mirando a Nakuru podía ver los pies de Yukito... ¿Habría venido porque Yue está preocupado por mí?... no lo creo...

"Te desmayaste, Tomoyo-chan!" exclamó cubriéndose la boca, reprochándose el hablar tan fuerte, Tomoyo había vuelto a posar su cabeza en la almohada, cerró sus ojos y se cubrió con la frazada, recostándose de lado, dando la espalda a sus visitas.

"No se preocupen por mí, ya estoy bien, pueden irse y muchas gracias por cuidarme" Nakuru abrió los ojos de par en par y se negó rotundamente, Touya solo la reprendía para se mantuviera callada.

"Akizuki, vamos..." Kinomoto la tomó de un brazo pero esta forcejeó.

"Que Yukito venga con nosotros!... No voy a dejar a Tomoyo-chan sola con él!" exclamó "No le digas!" se dirigió esta vez a Yue "Aún no necesita saberlo..." murmuró ya fuera de la habitación, Touya miró más que confuso su rostro de tristeza, pero optó por permanecer en silencio y consolarla con un abrazo.

Tsukishiro se acercó con timidez y se sentó a los pies de la cama "Tomoyo..." ella solo emitió un gemido, al sentir como la mano de Yukito se posaba en su pierna "Tomoyo, puedes hablar conmigo, soy Yukito, no Yue..." Tomoyo levantó la mirada y vio reflejado el rostro de Yue en el de Yukito y volvió a esconderse sollozando.

"No se porqué me siento tan sensible... cada vez que pienso en él..." ahogó su llanto en la almohada. Mientras Yukito intentaba cambiar su forma, la que se rehusaba a aparecer.

"Qué está pasando..." susurró Yukito, desde cuando Yue era tan cobarde?... desde cuando tenía problemas con Tomoyo?!

Ella reunió todas sus fuerzas y se sentó, y encontró sus ojos "Porque no quieres hablarme?" preguntó sin siquiera secar sus lágrimas que caían sin control.

Yukito la miró desorientado por un segundo y luego solo dejó de escuchar, puesto que Tomoyo solo quería hablar con su otro 'yo'.

"Es acaso que me odias... o solo descubriste que todo lo que hemos hecho hasta hoy ha sido un error..." puso sus dedos en el arco de su nariz "Discúlpame si hice algo mal... Se que pedía mucho de ti, se que fui muy posesiva cuando nunca tuvimos nada cercano de una relación, solo dime qué hice mal?... no... no me dejes sola..." con esas últimas palabras, la luz interior de Tsukishiro emergió, cubriendo su cuerpo con unas blancas y hermosas alas de ángel. Tomoyo se arrastró por la cama hasta llegar a los pies, donde lo abrazó con fuerza, ¿qué le pasaba? Era como si necesitara verlo para seguir viviendo... El ángel recibió el abrazo con su actitud seria, pero tal vez en el fondo... en el fondo de su alma...

"No es nada de eso..." murmuró de súbito, Tomoyo miró hacia arriba, a sus ojos que en esa ocasión la pusieron tan feliz "Nada de lo que haz dicho es cierto..." ella sonrió abiertamente para la indiferencia de Yue.

Su expresión cambió "Entonces por qué?... por qué no quieres verme?" le jaló de sus ropas esperando una respuesta, estaba tan feliz de verlo... tan feliz... algo dentro de ella lo anhelaba a su lado.

"Porque... hay algo que tienes que saber que no soy capaz de contarte, Tomoyo-sama..." Tomoyo abrió los ojos de par en par.

"Qué es eso, Yue?" Tomoyo esperó por una respuesta.... esperó... y esperó... "Yue... qué es? Dímelo!" se levantó, el guardián tenía la mirada perdida y no tenía intención de pronunciar palabra "Yue!" exclamó "Qué es lo que me tienes que decir?!" añadió desesperándose, es que nunca ha habido algo que Yue no haya podido decir... nunca!... "Yue! Por... fa... vor..." fue su frase final antes de sentir que el mundo se evaporaba y volvía negro.

"Tomoyo-sama..." escuchó vagamente entre sueños extraños, nubes color gris y ángeles por doquier que le regalaban un par de alas propias, y... Yue, hacia donde Tomoyo volando luchaba por llegar pero cada vez se hacía más distante hasta que de pronto aparecía a sus espaldas y la abrazaba... y... despertó de golpe, dentro del mismo sueño, volviéndose todo de color rosa como una flor de cerezo.

Después de horas adormecida despertó en un lugar completamente ajeno para ella, flores por doquier, y un enorme cerezo vestido de rosa sobre su cabeza. La joven se levantó con dificultad vacilando con cada paso, por unos minutos, luego de que los mareos cesaran, caminó admirando cada una de las diferentes especies que nacían de la tierra, recogió un pequeño crisantemo color amarillo suave y una mano grande, de un hombre adulto, se posó sobre la de ella.

"Buenas tardes..." le dijo con una sonrisa. Tomoyo hizo una reverencia y se disculpó de inmediato, por estar allí, ya que al levantar su mirada había visto una enorme mansión a lo lejos. El hombre solo sonrió, con una calidez que emanaba todo tipo de confianza "No te preocupes, pequeña Tomoyo... Yo te he convocado aquí" dijo indicándole un árbol de cerezo que ganaba tres veces en tamaño al anterior, donde se sentó. Tomoyo lo siguió.

"A mí?... pero... quién es usted?" preguntó con cortesía, aunque el tipo le era bastante familiar, no lograba descifrar de quién se trataba.

"Bueno, creo que has oído mucho de mí, Tomoyo... Soy Clow Reed" el viento sacudía sus cabellos y la punta de su capa no dejaba de ondear. Clow Reed... el mago más poderoso de la historia... Tomoyo lo miró perpleja y abrió su boca para pedir una explicación, sin embargo no articuló palabra alguna. Otra sonrisa por parte del mago la calmó enseguida, es que le recordaba tanto a Eriol... pero, ya no era como antes, en ese momento no anhelaba los ojos de lapislázuli y la mirada serena de Hiragizawa, lo único que deseaba era al menos tenerlo cerca, si era afortunada tal vez hablarle, si se presentaba la oportunidad abrazarlo... lo único que quería era al ángel guardián, Yue.

"Qué hago aquí?..." protestó. Estaba más que segura, esto debía ser un sueño, uno de esos tantos sueños en que ansiaba tener magia como su amiga Sakura para hacer todo más fácil.

La expresión del hechicero se neutralizó "Hay algo que debes saber, querida Tomoyo... y por tu mirada concluyo que mi guardián no fue capaz de decirte..." le dijo y ella descubrió que esto no era un sueño "pero no debes alterarte" agregó al ver como Tomoyo se disponía a levantarse y exigir una respuesta concreta "Es algo que... tal vez sea muy difícil para ti... y para Yue..."

Tomoyo no supo cuando ni porqué, solo sintió como sus mejillas que habían tomando un color rosa estaban empapadas en lágrimas "Solo... quiero saber..." murmuró cabizbaja, después de unos segundos de silencio Tomoyo se levantó y alzó la voz "quiero saber!! Dígame! Qué es?! Qué está pasando?!" profirió desesperada y fue interrumpida por el hombre.

"Estás embarazada, Tomoyo" musitó Clow, tomando las manos de Tomoyo que había caído de rodillas.

"No... puede ser..." negó repetidamente sacudiendo la cabeza de un lado a otro "Es que Yue... él no puede..." estaba aturdida, además nunca había planeado algún tipo de familia y si pasaba, al menos sería con un ser humano... o con alguien que la amara... "Qué pasará conmigo?!" exclamó.

"Calma, Tomoyo... déjame explicarte..." Clow hablaba pausadamente, con toda tranquilidad, se acercó a Tomoyo y la abrazó por unos segundos, de forma paternal, ella sollozó sin control, sabía que algo no estaba bien, eso no era todo...

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...Tsusuku...

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Notas De La Autora:

Hallo! Hallo! Aquí estoy otra vez! Con la continuación de este fic tan extraño incluso para mi =P pero bueh, admito que me ha gustado mucho escribirlo y espero que a ustedes les haya gustado leerlo ;D. Me gustaría, si tienen ganas, que me dejaran un review aunque sea pequeñito ~.~ shí? ^0^ ONEGAI SHIMASU!

^^Matta Ne! ^^

Tomoyo