Hola! Este es mi segundo Lemon (bueno, realmente espero que se convierta en
eso). Ya tengo planeado casi todo el fic asi que solo me falta pasarlo a
la compu... Espero que les guste...
**********
En las inmediaciones del distrito de Nerima, en Tokio, se vivía una gran agitación debido al primer dia de clases de los universitarios de Todai, la maxima casa de estudios de todo Japon. A ese lugar se dirigía Ryo Akiyama, que aun no lograba asimilar como había logrado quedar ahi unos cuantos años atras, ya que había dudado (Y aun dudaba) de sus facultades para con las matemáticas y todo lo que se refería a algebra. El joven caminaba mochila en mano, en pantalón gris claro y una camisa lisa de botones y manga larga, todas las chicas por donde pasaba se le quedaban mirando, y no era para menos, si Ryo era el chico mas popular de toda la sección de Diseño Grafico, y a sus escasos 22 años ya había roto incluso su propio record de chicas, incluso no nada mas había andado con todas las de Diseño, sino que tambien con las de Ingeniería, Medicina, Arquitectura, Comunicación, y otras facultades de Todai. Podría decirque que gracias a el la mitad de las chicas de la universidad ya no eran virgenes, e incluso muchas de esas chicas aun lo seguían procurando a pesar de no tener nada formal ni pareja estable. Junto a el, en su grupo estaban Hirokazu Shiota y Kenta Kitawa, un par de compañeros de grado inferior que se le pegaban como chicle, segun ellos para atraer a las chicas. Para desgracia del castaño Akiyama, nada mas entró en el aula de clases, ambos chicos se le pegaron como chicle, a la vez que la mayoria de las chicas miraban al castaño como hipnotizadas.
- Que traes Ryo? - preguntó el castaño Shiota - Alguna novia nueva durante las vacaciones?
- No chicos, no alguna... algunas que es otra cosa...
- El conquistador no cambia - respondió el joven Kitawa, ajustandose su par de gafas - y tampoco pierde el tiempo... romperas tu record este año?
- Pues creo que solo sera con las de primero, ya que las demas caen muy facil...
Los tres chicos se dirigieron a tomar asiento, aunque fueron interceptados por todas las chicas nuevas de primer año que querian entablar aunque fuera una conversación con el castaño Akiyama. Tan ocupados se encontraban Kitawa y Shiota de abrirse paso entre las fans, que no se dieron cuenta cuando una presencia femenina desconocida para ellos entró y los empujo, mas bien empujó a Ryo, que cayó de espaldas al piso.
- ¿Oye que te pasa?!
El castaño solo pudo llevar sus ojos azules hacia la chica que estaba frente a el, no pudo notar bien su figura debido al pantalón negro que ella llevaba, pero aun asi posó su vista en ella, mirando a una pelirroja de hermosos ojos amatista, y a pesar del pantalón, pudo notar un poco de su anatomía por la blusa de manga corta negra que ella llevaba. La pelirroja lo miró con odio y no levantó ni movio un solo dedo para tratar de ayudarlo, solamente apartó de su rostró uno de los mechones que caían en sus hombros y se dispuso a continuar su camino.
- Fuera de mi camino...
- ¿Perdon?! - mencionó el, arqueando una ceja y levantandose algo intranquilo.
- Si no te hubiera empujado no me hubieras dejado pasar - le caminó por un lado - idiota...
Ella se alejó y se sentó en uno de los ultimos lugares, mientras que Ryo intentaba evitar que su par de acompañantes intentaran tomar represalias contra la pelirroja.
- Calmate Kazu - le decía Akiyama a su delgado amigo - no es para tanto, es el primer dia, no quiero problemas...
- Por si no te fijaste, ella no se rindió a tus encantos cuando te vio - le recriminó Shiota.
Eso era cierto, el castaño Akiyama hizo conciencia y repasó todo lo sucedido, dando en la realidad de que esa pelirroja no había puesto cara de perrito faldero al verle, mas bien había puesto cara de pocos amigos y lo habia mirado desafiante.
- "No puede estar pasando - pensaba el castaño para si mismo - o estoy perdiendo mi toque o ella es una marimacha completa"
Durante todo lo que duraron sus clases del dia estuvo pensando en eso, ya que recordaba incluso que el había andado con varias lesbianas declaradas, aunque después de andar con el se regresaban al buen camino, con tan solo haber tenido una de las grandes "noches de pasion", como el las llamaba. Al final de la clase el trio de chicos siguió siendo asediado por las chicas de primero, que mas que nada buscaban a Ryo. De repente Kazu se dio cuenta de que la pelirroja era la unica chica en todo el campus que no seguía al castaño.
A medio dia se la encontraron casualmente en una cafetería, leyendo un libró y con un refresco en la mano. El joven Akiyama se safó de sus mas recientes admiradoras y se dirigió hacia la mesa donde se encontraba la pelirroja, ante la sorpresa de Hirokazy y Kenta, que simplemente se quedaron inmoviles al ver lo que su idolo estaba por hacer.
- Hola pequeña pelirroja - mencionó al sentarse en la silla del frente - puedo hacerte compañía?
Ella lo miró por encima del libro, sus ojos violeta lo miraron con firme fiereza, mas luego volvió a bajar la mirada al libro.
- Largate...
Al castaño se le cayó su mundo perfecto en el cual ninguna chica lo había rechazado, desde que entro a la universidad ninguna le había dicho no, en cuatro años, ninguna... hasta ese momento.
- ¿Que? ¿Que... que fue lo que dijiste? - mencionó Ryo entre varios tartamudeos y arqueando una ceja - Acaso escuche bien?
- Dije que te largaras - mencionó la pelirroja, con la voz seca y sin sentimiento - ¿O que? te lo separo por silabas o te lo deletreo? Lar-ga-te, L-A-R-G-A-T-E!!!
El castaño la miró con sus profundos ojos azules, pero la pelirroja lo ignoró, haciendo que el se levantara y se fuera hacia donde estaban hirokazy y kenta, que solamente miraban asombrados al castaño, que había sido rechazado por aquella pelirroja.
- No se preocupe Alteza - dijo Kazu, utilizando el apodo con que normalmente se dirigían el y Kenta a Ryo - siempre puede recurrir a otra... usted sabe... Yuki, Himiko... Kira...
- Tienes razon Kazu, no se porque me obseciono con esto - respondió el castaño, comenzando a caminar hacia la salida - si el place lo puedo conseguir facilmente, como siempre lo he hecho...
- Asi se habla Alteza! - dijo Kenta.
- Bueno, me voy al club de Soccer, hoy hay entrenamiento, nos vemos mañana...
El castaño se fue del lugar con todo y mochila, hacia las canchas de Soccer. Trato de hacerle caso a las palabras de sus dos compañeros, intentando borrar el primer rechazo de su historia.
- Que bueno que llegaste Akiyama! Te necesitamos en el medio campo - gritó un chico castaño, con unos goggles en la cabeza - Y no salgas con eso de que te mueves mejor como portero, porque eres un fiasco...
- Ja ja! Sigue diciendo eso Takato y te meto un gol!
- Y yo te meto el gol por ahi si no te callas y te pones a jugar!
El castaño de goggles era uno de los amigos que tenía en el equio de soccer, y aquel que le presentó a Ryo a la mayoria de las chicas con las que había salido. El entrenamiento lo pasó en normalidad, aunque en los vestidores Takato fue el que comenzó con una platica muy peculiar.
- Saben, por fin voy a dar el paso con Juri... - mencionó el castaño de goggles - ella y yo llevamos ya dos meses hablando de lo mismo...
- Te vas a echar la soga al cuello Matsuki - mencionó el castaño ojiazul - lo que deverias de hacer es llevarte todo con calma, probar nuevos horizontes...
- Ay Akiyama, tu lo que deverías de hacer es dejar de andar de casanova - interrumpió un chico de lentes y cabello azul marino - luego no dejas nada para los demas...
- Tu lo dices porque no has vivido Henry - respondió Ryo - esperate a que lo pruebes...
- ¿Que? ¿El sexo? - mencionó el joven llamado Henry - eso con la persona que yo ame.
- Lo que dice Henry es cierto - respondió Takato - no puedes tener sexo con cualquiera, luego esta lo de las enfermedades de transmisión y el SIDA... no es bueno tener varias parejas...
- Pero para eso tambien existe la proteccion, que no se les olvide.
- A ti no se te escapa ninguna... ¿Verdad Akiyama?
- Pues que te dire Henry... que se me fue una...
- Ay no manches - respondió Takato, ya listo para salir hacia otro lado - ¿A poco?
- Pues si... - le respondió Ryo, ya listo tambien.
- Esa chica que te rechazo no sabe lo afortunada que es - dijo Henry, terminando de vestirse y poniendose sus lentes oscuros - bueno, yo me voy, mi vamilia me espera a cenar...
- Yo saldre con Juri, a ver si ya quiere dar el paso... ¿Y tu Ryo?
- A la mejor llamo a Himiko... no se...
Camino a su casa, Ryo pensó bien las cosas, todo el camino pensó por primera vez en su situación. Siempre había sido conocido como un conquistador, que ninguna chica se le escapaba, ademas facilmente podía conseguir chicas para las "noches solitarias", las cuales eranunas tres veces por semana. Definitivamente ese primer día lo había afectado demasiado. Siguió caminando hacia su casa, y como obra del destino volvió a chocar con alguien a tan solo un par de cuadras: la pelirroja.
- ¿Otra vez tu chica? - mencionó el, mirandola de arriba a abajo.
- ¿Tu de nuevo? ¿Puedes dejar de andar siguiendome?
- No te estoy siguiendo, pero si crees que lo estoy haciendo tal vez deba!
- ¡Estupido! ¡Por tu culpa llegare tarde!
La chica lo miró con sus ojos violetas de arriba a abajo, para luego pasarle por un lado, mas el la detuvo del brazo.
- ¿Por qué eres asi? ¿Acaso no te interesan los hombres?
- No me interesa tener relacion alguna con un playboy aprovechado ¿O que? ¿Niegas que querias llevarme a tu cama? - ella volteó y lo miró de frente, directamente a los ojos - ¿O que? ¿Crees que no se quien eres? Eres Ryo Akiyama, el chico mas "popular" de todo el campus, que cree que solo por eso tiene derecho a acostarse con cuanta chica se le ponga enfrente, pero no... te has encontrado a la piedrita de tu zapato, porque yo, y escuchame bien para que capte tu unica neurona que tienes, porque yo no voy a caer en tus redes, en ninguna de tus trampas comunes y corrientes, porque a mi, no me interesan los hombres depravados y pervertidos como tu...
Dicho eso la pelirroja dio media vuelta y se fue rumbo al lado contrario de a donde iba Ryo. ¿Acaso eso era lo que las chicas pensaban de el? ¿Que el era un pervertido que trataba a las mujeres como objeto de placer? ¿Por qué demonios estaba pensando eso a esas alturas de su vida?
- "Con un demonio Ryo, calmate, no te debe de afectar..."
El moreno llegó al departamento que compartía con su padre, el cual era pintor y se la pasaba de viaje la mayoria del tiempo, buscando paisajes y personas para plasmar en sus cuadros; con lo que ganaba de eso, mantenía el departamento y parte de la universidad del chico, el cual siempre estaba solo por dichos viajes que hacía su padre, aunque las veces que el estaba solo era asediado y perseguido por las chicas, y varias de ellas terminaban en su cama. Ese dia no era la excepción, en cuanto dio un paso dentro del departamento y vio a una de ellas.
- Yuki... que... que haces aqui?
- Pues ya vez... vine a hacerte compaía... ya que estas muy solito...
Yuki era una castaña hermosa, con una cabellera reluciente, ojos café oscuro peentrantes, además de una piel blanca y suave, segun Ryo, ya que la había tenido muchas veces, pero esa chica era una verdadera pesadilla, mas aun asi el castaño Akiyama a veces la llamaba.
- Vamos a tu habitación cariño - respondió la joven castaña, acercandose a el muy seductoramente - te tengo tu regalo de inicio de curso...
La chica castaña lo llevó hasta la habitación, donde comenzaron a besarse apasionadamente, a despojarse de sus ropas y a encender la pasión en la cama, haciendo el amor con extrema locura. Quien sabe porque, pero el chico se imaginaba a la pelirroja en el cuerpo de Yuki, al besarla, al tocarla, al sentir su piel en sus labios, todo le recordaba a la pelirroja desconocida. No pudo mas, en cuanto estaba a punto de llegar al maximo, se detuvo. El chico se detuvo.
- ¿Que pasa cariño? - mencionó la castaña al ver que su amante se había detenido - ¿Pasa algo malo?
- No pasa nada Yuki, por favor vete...
- No te entiendo Ryo, a ti te pasa algo, lo se...
- No tengo porque darte explicaciones, asi que vete...
La chica se levantó de la cama y se vistió, saliendo muy enojada del lugar. Nunca le había pasado algo asi, solamente cuando volvió a la realidad y se dio cuenta de que era Yuki y no la pelirroja la que estaba en su cama fue cuando paró todo aquello, que se estaba convirtiendo en una obsecion aunque no quisiera admitirlo.
*****
- Mama! Ya llegue! - gritó la pelirroja haciendo su señal de entrada.
- ¿Donde andabas estupida? - gritó una voz masculina - ¡Llegaste tarde!
- "No puede ser... se supone que no deberia de estar aqui este maldito..."
La pelirroja sintió un fuerte tirón de su blusa y un impulso que la lanzó a la pared, dandole un fuerte golpe en la espalda por caer encima de un buró. Eso no había sido obra de su madre, sino de un demonio, que comenzaba a golpearla fuertemente en la espalda.
- ¡Masao dejala! - se escuchó una voz femenina - ¡Rika! ¿Que paso? ¿Por qué llegaste tarde?
- En vez de preguntarme eso deverías de poner a ese en su lugar - mencionó a la vez que intentaba incorporarse - No entiendo como permites que ese me golpee...
Rika se levantó del suelo a duras penas, para salir corriendo lo mas que podía directamente a su habitación. Había vivido desde los seis años en esa "casa", llena de insectos y animales, lleno de suciedad y porqueria. Cuanto odiaba a aquel sujeto, el que mató a su abuela de un infarto, el que las obligaba a vivir en ese horrible lugar, en los barrios bajos de Nerima, aquel sujeto que se creía su padre. La pelirroja sabía de la muerte de su abuela, ya que ella la había presenciado desde un rincón, mas no había dicho nada a su madre porque no le creería. Odiaba a aquel sujeto que se creía su padre, pero no lo era, ese sujeto no era su padre solo con haberse casado con su madre. Lo odiaba con toda su alma, odiaba el maltrato hacia su madre, odiaba el tener que escuchar los gritos de su madre cuando ese cerdo de Masao se encerraba con ella en la habitación contigua, ya que todo se escuchavba a travez de las delgadas paredes, por consiguiente la pelirroja escuchaba todo desde su habitación, y era lo que le daba mas coraje, principalmente por como ese cerdo trataba a su madre. Rika siempre se encerraba con todo y llave, nunca iba al baño sola por las noches, y por supuesto jamas se quedaba sola con el. Sentía unas ganas enormes de golpearlo con todas sus fuerzas, de escapar y ya nunca regresar... como lo odiava... cada vez lo odiaba mas cuando el hombre tocaba a su madre...
- "Falta poco mama... pronto no tendras que soportar a ese imbecil... pronto nos iremos de aqui y no regresaremos..."
Tenía que mantener la fuerza en si misma para sobrellevar ese peso, tenía que ser fuerte para que su madre se sintiera protegida. Siempre se encerraba en su cuarto para estar sola, y muchas veces había tenido la idea de salir de ese mundo para siempre, a la vez que tomaba unas tijeras que guardaba en un cajón, poniendolas al lado de su muñeca izquierda, mas siempre desistía de la idea por no dejar sola a su madre. Tenía que ser fuerte.
- Papa... abuela... - se decia a si misma en voz baja - dame fuerza... valor... para poder sacar a mi madre de aqui...
Durmió una hora, con sus debidas interrupciones, para poder estar despierta no necesitaba de baldes de agua fria, ni de despertadores, solo necesitaba que la pareja del cuarto contiguo comenzara a pelear, a gritar, y luego los golpes, los cuales hacían que ella deseara salir de ese mundo para siempre.
**********
Notas de Autora: Tal vez sonara extraño que este fic este en esta seccion (R) pero a partir del siguiente capitulo las cosas se pondran mas fuertes, ya que pienso tratar varios temas (Depresión, Violencia Intrafamiliar, Relaciones, Intentos de Violacion, Intento de Suicidio etc.). Bueno, creo que es todo lo que tengo que decir por ahorita, cualquier cosa, pueden dejarla en un Review. Atte. Nayru.
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En las inmediaciones del distrito de Nerima, en Tokio, se vivía una gran agitación debido al primer dia de clases de los universitarios de Todai, la maxima casa de estudios de todo Japon. A ese lugar se dirigía Ryo Akiyama, que aun no lograba asimilar como había logrado quedar ahi unos cuantos años atras, ya que había dudado (Y aun dudaba) de sus facultades para con las matemáticas y todo lo que se refería a algebra. El joven caminaba mochila en mano, en pantalón gris claro y una camisa lisa de botones y manga larga, todas las chicas por donde pasaba se le quedaban mirando, y no era para menos, si Ryo era el chico mas popular de toda la sección de Diseño Grafico, y a sus escasos 22 años ya había roto incluso su propio record de chicas, incluso no nada mas había andado con todas las de Diseño, sino que tambien con las de Ingeniería, Medicina, Arquitectura, Comunicación, y otras facultades de Todai. Podría decirque que gracias a el la mitad de las chicas de la universidad ya no eran virgenes, e incluso muchas de esas chicas aun lo seguían procurando a pesar de no tener nada formal ni pareja estable. Junto a el, en su grupo estaban Hirokazu Shiota y Kenta Kitawa, un par de compañeros de grado inferior que se le pegaban como chicle, segun ellos para atraer a las chicas. Para desgracia del castaño Akiyama, nada mas entró en el aula de clases, ambos chicos se le pegaron como chicle, a la vez que la mayoria de las chicas miraban al castaño como hipnotizadas.
- Que traes Ryo? - preguntó el castaño Shiota - Alguna novia nueva durante las vacaciones?
- No chicos, no alguna... algunas que es otra cosa...
- El conquistador no cambia - respondió el joven Kitawa, ajustandose su par de gafas - y tampoco pierde el tiempo... romperas tu record este año?
- Pues creo que solo sera con las de primero, ya que las demas caen muy facil...
Los tres chicos se dirigieron a tomar asiento, aunque fueron interceptados por todas las chicas nuevas de primer año que querian entablar aunque fuera una conversación con el castaño Akiyama. Tan ocupados se encontraban Kitawa y Shiota de abrirse paso entre las fans, que no se dieron cuenta cuando una presencia femenina desconocida para ellos entró y los empujo, mas bien empujó a Ryo, que cayó de espaldas al piso.
- ¿Oye que te pasa?!
El castaño solo pudo llevar sus ojos azules hacia la chica que estaba frente a el, no pudo notar bien su figura debido al pantalón negro que ella llevaba, pero aun asi posó su vista en ella, mirando a una pelirroja de hermosos ojos amatista, y a pesar del pantalón, pudo notar un poco de su anatomía por la blusa de manga corta negra que ella llevaba. La pelirroja lo miró con odio y no levantó ni movio un solo dedo para tratar de ayudarlo, solamente apartó de su rostró uno de los mechones que caían en sus hombros y se dispuso a continuar su camino.
- Fuera de mi camino...
- ¿Perdon?! - mencionó el, arqueando una ceja y levantandose algo intranquilo.
- Si no te hubiera empujado no me hubieras dejado pasar - le caminó por un lado - idiota...
Ella se alejó y se sentó en uno de los ultimos lugares, mientras que Ryo intentaba evitar que su par de acompañantes intentaran tomar represalias contra la pelirroja.
- Calmate Kazu - le decía Akiyama a su delgado amigo - no es para tanto, es el primer dia, no quiero problemas...
- Por si no te fijaste, ella no se rindió a tus encantos cuando te vio - le recriminó Shiota.
Eso era cierto, el castaño Akiyama hizo conciencia y repasó todo lo sucedido, dando en la realidad de que esa pelirroja no había puesto cara de perrito faldero al verle, mas bien había puesto cara de pocos amigos y lo habia mirado desafiante.
- "No puede estar pasando - pensaba el castaño para si mismo - o estoy perdiendo mi toque o ella es una marimacha completa"
Durante todo lo que duraron sus clases del dia estuvo pensando en eso, ya que recordaba incluso que el había andado con varias lesbianas declaradas, aunque después de andar con el se regresaban al buen camino, con tan solo haber tenido una de las grandes "noches de pasion", como el las llamaba. Al final de la clase el trio de chicos siguió siendo asediado por las chicas de primero, que mas que nada buscaban a Ryo. De repente Kazu se dio cuenta de que la pelirroja era la unica chica en todo el campus que no seguía al castaño.
A medio dia se la encontraron casualmente en una cafetería, leyendo un libró y con un refresco en la mano. El joven Akiyama se safó de sus mas recientes admiradoras y se dirigió hacia la mesa donde se encontraba la pelirroja, ante la sorpresa de Hirokazy y Kenta, que simplemente se quedaron inmoviles al ver lo que su idolo estaba por hacer.
- Hola pequeña pelirroja - mencionó al sentarse en la silla del frente - puedo hacerte compañía?
Ella lo miró por encima del libro, sus ojos violeta lo miraron con firme fiereza, mas luego volvió a bajar la mirada al libro.
- Largate...
Al castaño se le cayó su mundo perfecto en el cual ninguna chica lo había rechazado, desde que entro a la universidad ninguna le había dicho no, en cuatro años, ninguna... hasta ese momento.
- ¿Que? ¿Que... que fue lo que dijiste? - mencionó Ryo entre varios tartamudeos y arqueando una ceja - Acaso escuche bien?
- Dije que te largaras - mencionó la pelirroja, con la voz seca y sin sentimiento - ¿O que? te lo separo por silabas o te lo deletreo? Lar-ga-te, L-A-R-G-A-T-E!!!
El castaño la miró con sus profundos ojos azules, pero la pelirroja lo ignoró, haciendo que el se levantara y se fuera hacia donde estaban hirokazy y kenta, que solamente miraban asombrados al castaño, que había sido rechazado por aquella pelirroja.
- No se preocupe Alteza - dijo Kazu, utilizando el apodo con que normalmente se dirigían el y Kenta a Ryo - siempre puede recurrir a otra... usted sabe... Yuki, Himiko... Kira...
- Tienes razon Kazu, no se porque me obseciono con esto - respondió el castaño, comenzando a caminar hacia la salida - si el place lo puedo conseguir facilmente, como siempre lo he hecho...
- Asi se habla Alteza! - dijo Kenta.
- Bueno, me voy al club de Soccer, hoy hay entrenamiento, nos vemos mañana...
El castaño se fue del lugar con todo y mochila, hacia las canchas de Soccer. Trato de hacerle caso a las palabras de sus dos compañeros, intentando borrar el primer rechazo de su historia.
- Que bueno que llegaste Akiyama! Te necesitamos en el medio campo - gritó un chico castaño, con unos goggles en la cabeza - Y no salgas con eso de que te mueves mejor como portero, porque eres un fiasco...
- Ja ja! Sigue diciendo eso Takato y te meto un gol!
- Y yo te meto el gol por ahi si no te callas y te pones a jugar!
El castaño de goggles era uno de los amigos que tenía en el equio de soccer, y aquel que le presentó a Ryo a la mayoria de las chicas con las que había salido. El entrenamiento lo pasó en normalidad, aunque en los vestidores Takato fue el que comenzó con una platica muy peculiar.
- Saben, por fin voy a dar el paso con Juri... - mencionó el castaño de goggles - ella y yo llevamos ya dos meses hablando de lo mismo...
- Te vas a echar la soga al cuello Matsuki - mencionó el castaño ojiazul - lo que deverias de hacer es llevarte todo con calma, probar nuevos horizontes...
- Ay Akiyama, tu lo que deverías de hacer es dejar de andar de casanova - interrumpió un chico de lentes y cabello azul marino - luego no dejas nada para los demas...
- Tu lo dices porque no has vivido Henry - respondió Ryo - esperate a que lo pruebes...
- ¿Que? ¿El sexo? - mencionó el joven llamado Henry - eso con la persona que yo ame.
- Lo que dice Henry es cierto - respondió Takato - no puedes tener sexo con cualquiera, luego esta lo de las enfermedades de transmisión y el SIDA... no es bueno tener varias parejas...
- Pero para eso tambien existe la proteccion, que no se les olvide.
- A ti no se te escapa ninguna... ¿Verdad Akiyama?
- Pues que te dire Henry... que se me fue una...
- Ay no manches - respondió Takato, ya listo para salir hacia otro lado - ¿A poco?
- Pues si... - le respondió Ryo, ya listo tambien.
- Esa chica que te rechazo no sabe lo afortunada que es - dijo Henry, terminando de vestirse y poniendose sus lentes oscuros - bueno, yo me voy, mi vamilia me espera a cenar...
- Yo saldre con Juri, a ver si ya quiere dar el paso... ¿Y tu Ryo?
- A la mejor llamo a Himiko... no se...
Camino a su casa, Ryo pensó bien las cosas, todo el camino pensó por primera vez en su situación. Siempre había sido conocido como un conquistador, que ninguna chica se le escapaba, ademas facilmente podía conseguir chicas para las "noches solitarias", las cuales eranunas tres veces por semana. Definitivamente ese primer día lo había afectado demasiado. Siguió caminando hacia su casa, y como obra del destino volvió a chocar con alguien a tan solo un par de cuadras: la pelirroja.
- ¿Otra vez tu chica? - mencionó el, mirandola de arriba a abajo.
- ¿Tu de nuevo? ¿Puedes dejar de andar siguiendome?
- No te estoy siguiendo, pero si crees que lo estoy haciendo tal vez deba!
- ¡Estupido! ¡Por tu culpa llegare tarde!
La chica lo miró con sus ojos violetas de arriba a abajo, para luego pasarle por un lado, mas el la detuvo del brazo.
- ¿Por qué eres asi? ¿Acaso no te interesan los hombres?
- No me interesa tener relacion alguna con un playboy aprovechado ¿O que? ¿Niegas que querias llevarme a tu cama? - ella volteó y lo miró de frente, directamente a los ojos - ¿O que? ¿Crees que no se quien eres? Eres Ryo Akiyama, el chico mas "popular" de todo el campus, que cree que solo por eso tiene derecho a acostarse con cuanta chica se le ponga enfrente, pero no... te has encontrado a la piedrita de tu zapato, porque yo, y escuchame bien para que capte tu unica neurona que tienes, porque yo no voy a caer en tus redes, en ninguna de tus trampas comunes y corrientes, porque a mi, no me interesan los hombres depravados y pervertidos como tu...
Dicho eso la pelirroja dio media vuelta y se fue rumbo al lado contrario de a donde iba Ryo. ¿Acaso eso era lo que las chicas pensaban de el? ¿Que el era un pervertido que trataba a las mujeres como objeto de placer? ¿Por qué demonios estaba pensando eso a esas alturas de su vida?
- "Con un demonio Ryo, calmate, no te debe de afectar..."
El moreno llegó al departamento que compartía con su padre, el cual era pintor y se la pasaba de viaje la mayoria del tiempo, buscando paisajes y personas para plasmar en sus cuadros; con lo que ganaba de eso, mantenía el departamento y parte de la universidad del chico, el cual siempre estaba solo por dichos viajes que hacía su padre, aunque las veces que el estaba solo era asediado y perseguido por las chicas, y varias de ellas terminaban en su cama. Ese dia no era la excepción, en cuanto dio un paso dentro del departamento y vio a una de ellas.
- Yuki... que... que haces aqui?
- Pues ya vez... vine a hacerte compaía... ya que estas muy solito...
Yuki era una castaña hermosa, con una cabellera reluciente, ojos café oscuro peentrantes, además de una piel blanca y suave, segun Ryo, ya que la había tenido muchas veces, pero esa chica era una verdadera pesadilla, mas aun asi el castaño Akiyama a veces la llamaba.
- Vamos a tu habitación cariño - respondió la joven castaña, acercandose a el muy seductoramente - te tengo tu regalo de inicio de curso...
La chica castaña lo llevó hasta la habitación, donde comenzaron a besarse apasionadamente, a despojarse de sus ropas y a encender la pasión en la cama, haciendo el amor con extrema locura. Quien sabe porque, pero el chico se imaginaba a la pelirroja en el cuerpo de Yuki, al besarla, al tocarla, al sentir su piel en sus labios, todo le recordaba a la pelirroja desconocida. No pudo mas, en cuanto estaba a punto de llegar al maximo, se detuvo. El chico se detuvo.
- ¿Que pasa cariño? - mencionó la castaña al ver que su amante se había detenido - ¿Pasa algo malo?
- No pasa nada Yuki, por favor vete...
- No te entiendo Ryo, a ti te pasa algo, lo se...
- No tengo porque darte explicaciones, asi que vete...
La chica se levantó de la cama y se vistió, saliendo muy enojada del lugar. Nunca le había pasado algo asi, solamente cuando volvió a la realidad y se dio cuenta de que era Yuki y no la pelirroja la que estaba en su cama fue cuando paró todo aquello, que se estaba convirtiendo en una obsecion aunque no quisiera admitirlo.
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- Mama! Ya llegue! - gritó la pelirroja haciendo su señal de entrada.
- ¿Donde andabas estupida? - gritó una voz masculina - ¡Llegaste tarde!
- "No puede ser... se supone que no deberia de estar aqui este maldito..."
La pelirroja sintió un fuerte tirón de su blusa y un impulso que la lanzó a la pared, dandole un fuerte golpe en la espalda por caer encima de un buró. Eso no había sido obra de su madre, sino de un demonio, que comenzaba a golpearla fuertemente en la espalda.
- ¡Masao dejala! - se escuchó una voz femenina - ¡Rika! ¿Que paso? ¿Por qué llegaste tarde?
- En vez de preguntarme eso deverías de poner a ese en su lugar - mencionó a la vez que intentaba incorporarse - No entiendo como permites que ese me golpee...
Rika se levantó del suelo a duras penas, para salir corriendo lo mas que podía directamente a su habitación. Había vivido desde los seis años en esa "casa", llena de insectos y animales, lleno de suciedad y porqueria. Cuanto odiaba a aquel sujeto, el que mató a su abuela de un infarto, el que las obligaba a vivir en ese horrible lugar, en los barrios bajos de Nerima, aquel sujeto que se creía su padre. La pelirroja sabía de la muerte de su abuela, ya que ella la había presenciado desde un rincón, mas no había dicho nada a su madre porque no le creería. Odiaba a aquel sujeto que se creía su padre, pero no lo era, ese sujeto no era su padre solo con haberse casado con su madre. Lo odiaba con toda su alma, odiaba el maltrato hacia su madre, odiaba el tener que escuchar los gritos de su madre cuando ese cerdo de Masao se encerraba con ella en la habitación contigua, ya que todo se escuchavba a travez de las delgadas paredes, por consiguiente la pelirroja escuchaba todo desde su habitación, y era lo que le daba mas coraje, principalmente por como ese cerdo trataba a su madre. Rika siempre se encerraba con todo y llave, nunca iba al baño sola por las noches, y por supuesto jamas se quedaba sola con el. Sentía unas ganas enormes de golpearlo con todas sus fuerzas, de escapar y ya nunca regresar... como lo odiava... cada vez lo odiaba mas cuando el hombre tocaba a su madre...
- "Falta poco mama... pronto no tendras que soportar a ese imbecil... pronto nos iremos de aqui y no regresaremos..."
Tenía que mantener la fuerza en si misma para sobrellevar ese peso, tenía que ser fuerte para que su madre se sintiera protegida. Siempre se encerraba en su cuarto para estar sola, y muchas veces había tenido la idea de salir de ese mundo para siempre, a la vez que tomaba unas tijeras que guardaba en un cajón, poniendolas al lado de su muñeca izquierda, mas siempre desistía de la idea por no dejar sola a su madre. Tenía que ser fuerte.
- Papa... abuela... - se decia a si misma en voz baja - dame fuerza... valor... para poder sacar a mi madre de aqui...
Durmió una hora, con sus debidas interrupciones, para poder estar despierta no necesitaba de baldes de agua fria, ni de despertadores, solo necesitaba que la pareja del cuarto contiguo comenzara a pelear, a gritar, y luego los golpes, los cuales hacían que ella deseara salir de ese mundo para siempre.
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Notas de Autora: Tal vez sonara extraño que este fic este en esta seccion (R) pero a partir del siguiente capitulo las cosas se pondran mas fuertes, ya que pienso tratar varios temas (Depresión, Violencia Intrafamiliar, Relaciones, Intentos de Violacion, Intento de Suicidio etc.). Bueno, creo que es todo lo que tengo que decir por ahorita, cualquier cosa, pueden dejarla en un Review. Atte. Nayru.
