Gomen por la demora, mi maquina tronó y se llevó varios capítulos de fics y finales, entre ellos el de este, que es el que presento a continuación. Si quedo muy corto lo siento mucho, pero me gustaba mas la versión original, pero como no pude rescatar nada de mi anterior disco duro no pude recordar muchas cosas que le había puesto al original. En fin, no molesto, y pues estan los reviews para tirarme tomatazos xD
Los recuerdos invadian su cabeza, le daban las fuerzas que tenia que tener para poder seguir adelante. No era que no quisiera vivir, ya que ahora mas que nunca tenia motivos, pero en ocasiones queria olvidar, morir y no regresar ni siquiera como alma en pena.
El amor de su vida se habia ido un par de meses atras. Si, porque a pesar de todo, ella habia sido el amor de su vida, y aunque hubiera sido poco el tiempo que compartieron, lo habia hecho inmensamente feliz. Y creia que ella tambien lo habia sido aunque nunca le hubiera expresado sentimiento alguno.
Se habian entregado mutuamente, varias veces desde que comenzo su relacion, expresandose todo lo que sentian en momentos que al principio habian sido solamente de lujuria y transformandose en momentos totalmente diferentes, llenos de expresiones y sentimientos que ella aprendio a reconocer.
Nunca supo cuanto pudo afectarlo realmente su muerte, pero lo unico que pudo hacer fue seguir adelante, ya no por el, sino por las personas que lo necesitaban: primero, estaba la madre de la pelirroja, a la cual alejo del sujeto que le hacia dano, y a la que protegia por una promesa que le hizo a la pelirroja; y luego estaba la persona que generalmente lo sacaba de sus pensamientos...
Te espero alla, en la cocina con algo de comer...
Una frase con que recordarla, había muchas, pero ninguna como esa, que aunque sencilla siempre pudo resumir cosas que ella jamás diría.
Ella nunca pensó enamorarse de él de esa forma, aunque nunca pudo expresárselo abiertamente lo había hecho con frases tan sencillas que él aprendió a comprender. Eran polos muy opuestos que nunca se pensó que se unieran de esa manera. Ella siempre tan orgullosa, enérgica, altiva y muy fuerte a pesar de su enfermedad, y era eso lo que extrañaba.
Extrañaba sus reproches, sus expreciones, todo aquello que lo volvía loco, su aroma, su mirada inexpresiva, la forma en que lo tocaba, todo aquello le hacía falta.
La madre de ella era un gran apoyo y él la había ayudado a dejar a aquel sujeto que tanto odiaba su hija, y el joven aprendió a quererla como si fuera la suya. Muchos no hubieran creído de su situación de haberla escuchado, solo se podía creer al ver como era realmente. A sus 22 años ya cargaba con una gran responsabilidad, y maduró mucho desde que la conoció, gravandose en su existencia los ultimos diez meses vivido con ella, los que nunca podría olvidar. A veces la extrañaba, pero no podía darse por vencido, y menos con el recuerdo que ella le dejo.
Un llanto...
-- Fin --
