Cap.4: Another Version
Disclaimer: Harry Potter y correlacionados pertenece a Jk Rowling, todo lo que no se le parezca, es de mi invención.
Advertencia: Slash relaciones hombre/hombre, no flame, Lemon.
― Claro que sí… ya cálmate… "Es hora de arreglar esto… voy a hablar con Draco muy seriamente, y no me importa si tengo que usar Veritaserum para sacarle la verdad, tengo un mal presentimiento. Algo muy malo está por suceder…"
Los dos se fueron a dormir. Por primera vez en cuatro años, se veía entre las lágrimas, un poco de paz luego de liberar todo aquello que tenía guardado adentro y que no hacía más que lastimarlo y matarlo poco a poco.
Esa mañana resultó ser extremadamente fría y desolada para Harry. Cuando menos era viernes aunque no resultó mucho consuelo para el ojiverde, ya que no tendría nada que hacer en dos días, sumiéndose en la depresión que había estado tratando de aplacar. Estaba sentado en la mesa, eran las seis y media de la mañana, los dos inquilinos, se miraban la cara. El moreno miraba perdido el paisaje que ofrecía su casa sin mover ni un solo pelo, mientras que patricia escribía rápidamente una carta. Esta dictaba "A las dos de la tarde, el sábado, en el parque West, si quieres ayuda". El destinatario "Malfoy Draco" de remitente "Patricia Franco, White Sigh". Con Hedwig como única mensajera, tendría que esperarse para mandarla… no creía que a Harry le hiciera gracia prestar su lechuza para eso. Cuando se hicieron las siete y media decidieron que era hora de iniciar las actividades dirías, yéndose al trabajo.
1
— ¡Melissa! ¡Melissa! —Le llamó Patricia cuando vio a la secretaria de Malfoy pasar por en frente.
— Señora Franco ¿Dígame en le puedo servir? —Preguntó de manera afable.
— ¿Le podrías entregar esta carta a tu jefe?
— Seguro —Respondió entusiasmada tomando el sobre en sus manos.
— ¡Gracias!
— Jaja, no se preocupe que llegará sana y salva.
— ¡Gracias! ¡Nos vemos! —Las los siguieron su camino. La secretaria entró en su oficina que era adjunta a la de su jefe, y se encaminó a tocar la puerta del susodicho. Esperó pacientemente hasta recibir el permiso.
— ¿Si? —Concedió el rubio, tomando la primera taza de café del día, mientras leía el profeta.
— Señor, me mandaron a entregarle esto, es una carta —Dijo de forma seductora.
— ¿Y de quien es? —Preguntó interesado.
— De la señora Patricia Franco —Respondió saliendo de allí.
— "¿De franco? ¿White Sigh? ¿Qué demonios es eso? ¿Ayudarme en que?" —Pero, luego de pensar un poco, lo único que le vino a la mente fue 'Harry', miró dentro del último cajón donde había una bolsa de terciopelo. Sonó los dedos en la mesa, y pronunció un Incendio a la carta, nada perdía ¿Cierto?
Mione estaba en la oficina de Harry tratando de que le prestara algo de atención, cargando con sus dos hijos.
— ¡Hey! —Le llamó de nuevo al sentirse ignorado.
— ¿Qué quieres? —Preguntó con voz suplicante—. Lo siento, se que estoy algo ido hoy, pero, no me siento del todo bien así que o me dices lo que quieres, o sal por donde entraste.
— Ese cambios de humor tuyos tan repentinos, un día estás regularmente sociable y de repente eres un Malfoy en persona. Pareciera que alguien, pudiera causar esos desvaríos de manera bárbara.
— "Tu y tus conclusiones acertadas…" —El moreno simplemente la veía sin decir nada.
— Te lo digo en serio ¿Qué te hicieron en el pasado que te convirtieron en ese que eres ahora?
— Define "eso que eres ahora" Hermione —Preguntó arqueando una ceja.
— Pues, un cascarrabias que lo único que hace es trabajar de lunes a lunes. Una persona fría y escuálida. ¡Tú no eras así! ¡Y no entiendo! ¿Todo esto fue por la derrota de Vol… vool… ¡Del que no debe ser nombrado!?
— Créeme, la derrota de Tom no tiene nada que ver con mi personalidad —Le contestó secamente.
— Parece que te hubieran herido el corazón de tal manera que para no volver a sufrir te encerraste en una capa de hierro. ¡Si nos dijeras que te pasa podríamos ayudarte! —Gritó haciendo que sus hijos se asustaran y comenzaran a llorar —. No, no pequeño, no llores, mamá está aquí —Dijo arrullándolo.
— ¿Es todo lo que tenías que decir? Si es así, vete de aquí…
— ¿Me estás botando? —Preguntó venenosa.
— ¡Si! Te estoy botando. BO-TAN-DO ¿Entiendes? ¡Fuera! —Dijo de forma brusca y su amiga se fue de allí con la cara en alto, enfadada, junto con sus dos hijos—. ¡Demonios! —Exclamó dando un portazo logrando que las personas que estaban fuera, dieran un bote.
— ¿Eso vino de la oficina de Harry? —Preguntó Patricia preocupada. Anna asintió asustada—. Voy a ver que pasa… —Cuando llegó a la puerta antes de tocar pegó la oreja a la puerta, no fuera a ser que terminara herida ella, Harry enfadado, soltaba cantidades de energía devastadoras, al no escuchar nada entró. ¿Qué vio? A Harry sentado en su silla con las manos tapándole la cara. Un resplandor amarillo emanando de su cuerpo. Le colocó una mano en la cabeza—. Tranquilo… vas terminar herido si sigues así, cálmate, guarda tu poder, enciérralo donde siempre lo dejas —Lo terminó abrazando sin dejar de decir palabras conciliadoras.
2
El sábado llegó. Patricia estaba en frente del cuarto del moreno el cual no había comido nada y ya eran las doce del medio día pasadas, no lo quería dejar, mucho menos en ese estado, pero, era por su propio bien…
— Harry, hay comida en el horno, tengo que salir…
— Perdón por la tardanza —Se disculpó el rubio sentándose al lado de la mujer.
— Sin cuidado, acabo de llegar. Al punto. Simplemente estoy para escuchar tu versión de la historia, y después ver que puedo hacer.
— ¿Mi versión de la historia?
— No te hagas el tonto que no tienes cara, Harry me contó lo de ustedes, ahora quiero oír la tuya, y preguntarte algunas cosas, puedo ayudarte, pero, necesito saber todo al pie de la letra, no me ocultes nada que me sé la historia completita. ¿Tienes algo que decir?
— No creo que te pueda contar más de lo que te dijo, ¿Por qué mejor no pasamos a la ronda de preguntas? Yo solamente tengo una.
— Está bien, has la pregunta.
— ¿Cómo está?
— ¿Tú como crees que está?
— Es un poco difícil saber lo que piensa, por eso te estoy preguntando.
— Está vivo… ¿Aún lo amas? O sea, no si te atrae, ¿Lo amas?
— Te respondo con una pregunta ¿Estaría aquí perdiendo mi tiempo si no lo amara? —Y esta sonrió al ver que Draco era algo hosco para demostrar sus sentimientos. Quizá allí estaba el primer problema—. ¿Qué te causa gracia?
— Nada, pongámosle fin a esto, ¿Qué fue lo que te hizo cortar de manera tan horrible con Harry?
— Razones, muchas hubo.
— La que hizo que te rompieras.
— Antes de la batalla del Lord, yo aún seguía con Harry —Bingo, pensó Patricia—. Yo no era mortífago y le juré a Harry que por nuestro amor jamás lo sería, cuando estábamos terminando séptimo me armé de valor, y le dije lo que dije para que me odiara puesto que yo estaba involucrado con Voldemort aún sin ser su seguidor, pero, lo que hice fue huir a Alemania. Luego, cuando quise remediar todo, me enteré que había desaparecido, pero que había triunfado. Cuando se graduó logrando un Espectro Vidente me preocupé…
— ¿Hiciste lo que hiciste para protegerlo pero no te dio la cabezota para el futuro? ¡Idiota!
— Si lo sé, y lo perdí por toda mi cobardía, pero, aún no lo olvido. Al perder todo contracto con Harry, me fui y estudié auroría.
— Junto con Ron y Hermione ¿cierto?
— No hicimos conocidos soportables, puesto que ellos nunca supieron lo que yo le había hecho a Harry, luego, me fui a Francia y estuve por allá un año, cuando regreso me doy cuenta que el también lo hizo, aborreciéndome y no queriendo saber nada de mí, estoy conciente de todo eso, ¡Me lo merezco! Pero, no se sale de mí cabeza… maldito Voldemort en cualquier de sus instancias.
— Maldecir a un muerto no resolverá las cosas.
— ¿Me vas a decir como está?
— No lo sé, cuando lo dejé, que fue como a las doce para venir a verte, estaba en su cuarto con todas las protecciones imaginables arribas. Pero, estoy segura que estaba tirado en su cama con los ojos hinchados y un gran dolor de cabeza acompañándole, aparte de eso, bastante bien —Le respondió irónica. El rubio sonrió tristemente. Él era el único causante de su estado, de todas sus penas, de su agonía; se sentía miserable—. Draco, el está en ese estado, por su culpa, no por ti… trabaja demasiado y se descuida, pero, creo que tu puedes arreglar ese problema bastante bien —Le dijo guiñándole un ojo.
— Por cierto ¿Qué es "White Sigh"?
— Así se llama la casa, yo le pregunté por que el nombre y el simplemente sonrió y me dijo "En el mínimo suspiro está la gota de esperanza para seguir adelante" no le entendí pero, me llegó al corazón —El ojigris si había entendido perfectamente. Continuaron hablando por mucho tiempo, en el cual la mujer pudo entender porque Harry se había enamorado. No era un Malfoy, si no un humano bastante tratable y agradable—. Creo que es hora de regresar al hogar —Dijo mirando el reloj y estirándose. Empezaba hacer mucho frío. En ese momento sonó un celular, miró que el la pantalla decía "Harry"—. ¿Aló? ¿Harry? ¿Qué pasó? ¿Por qué me llamar? —Preguntó preocupada la rubia la cual escuchaba hablar cortadamente al moreno se oía también el motor de un carro—. ¿Te atacaron? ¿¡Cómo, Quien, Cuando, Donde? —Gritaba alterada, tanto que estaba comenzando a sacarle los nervios a flote los nervios del rubio—. No te muevas Potter, voy para allá.
— ¿Qué sucedió? —Preguntó temiéndose lo peor.
— Harry está en un hospital muggle, necesito que me lleves donde está… —Dijo Patricia desesperada.
— Faltaba más… ¡vamos!
TBC…
