Nota: Bueno, hola a todos... muchas gracias a todas las personas que me dejaron saber que pensaron de la historia... realmente es lindo que les guste hasta el momento lo que escribo... es importante para mí... esperemos que les siga gustando... lo del nombre de la historia... es raro... perdido en este capítulo indirectamente se deja leer él por qué del nombre del fic... pero hay que tener mucha imaginación para entender la idea... pero no importa... lo importante es la historia.. así que basta de preámbulos...

NO poseo Hey ARNOLD, no es de mi propiedad, esto es sólo con la intención de entretener o la sensación que produzca en los audaces que se adentren a leer las palabras de terceros de dudosa capacidad imaginativa, como en este caso.

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Capítulo Dos: Busca un resplandor

Sé que vos y yo aquí no estamos solos,

Y que el secreto de ser feliz,

es gritar a viva voz, hoy, sí, hoy

a la angustia, no, no

Fun People. Angustia, No, No.

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Toda la escuela se animo simplemente con el chisme. Arnold yendo al rescate de sus padres, consiguiendo grandes aventuras con gente de la selva, era todo muy excitante ese día. Todos los compañeros de Arnold, ya planeaban como ayudar a ese niño que siempre estaba con ellos en los momentos que más lo necesitaban, dándoles su consejo.

Arnold, no podía dejar de sonreír y abrazar a toda persona que se paraba a felicitarlo. Era todo tan irreal para él en ese momento. Él había deseado con todo su corazón, poder hacer este viaje a San Lorenzo, pero jamás creyó que sucedería tan milagrosamente.

El día terminó de escuela terminó y comenzó a caminar por los pasillos de la PS 118 hacia su casillero, pero claramente estaba con su mente, a muchos kilómetros de distancia, volando entre nubes hasta sus sueños.

De repente, chocó con su pequeño enigma, o así es al menos la única forma como con el tiempo podía manejar llamar a Helga después de la confesión.

"Realmente lo siento Helga, los accidentes... pasan... te ayudo a levantarte".

Pero ella ya estaba parada, e increíblemente, sin pronunciar palabras, salió caminando muy rápido del lugar, como si él ni siquiera estuviera ahí.

Esto no podía seguir de esta forma, Arnold lo sabía, era tan extraño que ella lo ignorase, ¿por qué simplemente ella no lo insultaba como antes?. Esto lo estaba volviendo loco. No sabía como actuar cuando estaba frente a ella.

Arnold inició su caminó hacia Sunset Arms, su mente estaba a mil horas por segundo para hacer frente a miles de preguntas de sus compañeros del salón. Todo lo acontecido antes del concurso volvía a su mente.

Al principio, después de la confesión de Helga, todo parecía haber vuelto a la normalidad, pero después de haber encontrado el diario, él había empezado a no hacer caso a las grandes cantidades de bolitas de papel que Helga arrojaba en él durante todo el día, ni tampoco a los insultos constantes que recibía de ella. En su cabeza, ya esto no era tan importante, el mundo era muy grande, los asuntos más importantes, y toda la situación de Helga maltratándolo, como lo había hecho desde que él tenía memoria, simplemente parecían poco ante todo el asunto de sus padres. Él no había podido pensar demasiado en toda la situación.

Con el correr del tiempo, él había manejado mantener la amistad con Gerald, aunque claramente no era la misma... en verdad, él quería mucho a sus amigos, y especialmente a su mejor amigo, pero se sentía extraño con ellos la mayor parte del tiempo, nunca había sido el mejor hablando de sus sentimientos, y en el último tiempo, todo se había reducido a sentimientos y deseos en su vida.

Aunque muchos pensaban lo contrario, él nunca había hablado de sus sentimientos abiertamente con mucha gente, él prefería en sus momentos más tristes, estar sólo.

Él siempre escuchaba a las personas, que sentían, que los angustiaba o que les dada alegría, y los ayudaba, aunque él no hablaba de lo más profundo que se encontraba en su alma, la desilusión por la desaparición de sus padres.

La pandilla seguía jugando béisbol en el campo Gerald diariamente, pero él raramente se aparecía por el lugar, se había alejado bastante de sus amigos, y se sentía culpable con toda la situación, pero todo su mundo se había convertido en San Lorenzo.

Cuando Arnold notó que Helga simplemente ya no lo estaba molestaba durante todo el día, se dio cuenta de la primera señal, algo no estaba muy bien. Después, ya ni siquiera le hablaba, o mejor dicho, no lo insultaba, sólo lo miraba cada vez que chocaban y se iba rápidamente. Para terminar todo, como ahora, ella directamente lo comenzó a ignorar.

La situación no era mucho mejor con Gerald. Al principio, su amigo entendió que él tenía su mente ocupada, que ya no se reunieran tanto, que no fuera a dormir a su casa como lo hacía desde que eran pequeños, pero la comprensión, paso a ser enojo, casi peleaban todos los días por el tema.

Arnold, no lo culpaba, Gerald definitivamente tenía razón, y él muchas veces le prometió que iba a cambiar de actitud, pero funcionaba solo por un día o dos, y su mente y corazón escapaban de su voluntad y él no podía hacer mucho para evitarlo. Las disculpas ya no eran suficientes para su amigo, la relación de amistad se estaba cayendo por un barranco, y Arnold había tenido la culpa de toda la situación.

Todo se convertía en tristeza para él, hasta el día que anunciaron el concurso de escritura en la escuela. Un viaje para el escritor del mejor cuento de aventuras y para toda su clase, al lugar del mundo que eligiesen. Arnold sabía que él no era el mejor escritor ni siquiera en su clase, pero era su oportunidad para viajar a San Lorenzo y no la iba a dejar pasar.

Arnold había estado sorprendido, que a pesar de las diferencias que había tenido en ese último tiempo, Gerald lo alentaba a escribir la gran historia desde el primer momento que se enteraron del premio, porque después de todo, sabía lo importante que era para su mejor amigo encontrar a sus padres, y eso también salvaría la gran amistad que había tenido desde siempre.

Fue complicado para él pensar en la historia perfecta, pero tenía a Gerald, su compañero de aventuras en la vida real ayudándolo de nuevo; además, sus padres vivían constantes aventuras todo el tiempo en sus viajes, el diario de su padre daba pruebas de ellos, algo de eso definitivamente tenía que funcionar.

Y así fue, o al menos es lo que alguien le ayudo a descubrir. Esa persona que siempre había estado molestándolo, pero también estaba en los momentos en que su vida parecía necesitar ayuda, Helga.

Su historia no era nada, había escrito solo algunas páginas, realmente nada sorprendente, algo de un psicópata que vivía en las alcantarillas de la ciudad, persiguiendo a niños, muy autobiográfico, y con una historia bastante obvia. Sabía que todo el tema del cuento no estaba funcionando.

Necesitaba que algo viniera a su mente, Gerald no era de gran ayuda. Si bien sabía mucho de leyendas, simplemente las contaba, imaginarlas, definitivamente no eran lo suyo, y lo probaba la historia boba que lo había ayudado a escribir y aunque agradecía la buena voluntad de su amigo, Arnold tenía que ganar ese viaje, su vida dependía de ello. Necesitaba una nueva historia.

Se sentó en un banco del parque, tratando de que algo viniera su mente, pero nada. ¿Por qué no se le ocurría nada?. Nunca pensó que sería tan complicado escribir la historia perfecta. Él había sido muy positivo con toda la situación, ni siquiera se planteaba la idea que su historia no fuera a ganar. Aunque ser optimista tampoco ayudaba demasiado, necesitaba una pequeña ayuda.

Ya había estado caminando un buen tiempo alrededor del banco, y ya el sol estaba viendo su última hora cuando él la vio.

Era Helga, parecía muy triste, como se veía desde hace un tiempo. Ella en raras ocasiones dejaba que alguien la viera dominada por algo distinto al enojo. Aunque él había visto muy pocas veces el costado sensible que ella terriblemente trataba de ocultar, sabía que ese lado de Helga estaba allí. En esos momentos, aunque él no quisiera admitirlo, ella le parecía muy agradable, y no le molestaba estar cerca de ella. No era que tuviera un interés romántico en ella, era simplemente que ella siempre parecía tan sola, como él.

Aunque ambos ante los ojos de los demás, eran completamente diferentes, él sabía que eso no era verdad. Compartían un vacío en sus almas, Arnold lo sabía cada vez que miraba en sus ojos.

Arnold la observó acercarse, él no esperaba que siquiera lo mirara, pero Helga no sólo hizo eso, sino que sentó junto a él en la banca del parque.

Él no sabía si hablarle, era tan inesperado que después de casi un mes en que ella lo ignorara completamente, se sentaba y parecía dispuesta a escucharlo.

¿Esto puede estar simplemente sucediendo?. Ella es siempre tan desconcertante algunas veces... y eso es una de las cosas que definitivamente me hacen seguir intentando que sea mi amiga. Muchas personas son agradables, pero ella es sorprendente.

"Arnold, sé que es raro... que no hemos hablando mucho últimamente, pero sé que algo pasa... definitivamente..."

¿De qué habla?. No es solo que no hablamos, ella me ignora, me hace sentir un fantasma.

"Sí, me di cuenta que no hemos cruzado muchas palabras... pero está bien, supongo que hemos estado algo ocupados..."

La cara de Helga, lo miraba simplemente con incredulidad, él lo veía. ¿Podía él decir cosas tan tontas algunas veces?. La respuesta era si, era muy claro porque habían dejado de hablarse, era increíble como él trataba de explicar algo que estaba evidentemente sobreentendido, pero todo era tan inesperado.

"Está bien Arnoldo... como sea... he escuchado por ahí que tienes algunos problemas de creatividad, podría decirse... aunque pienso que deber ser bastante graves si le pides ayuda a Geraldo... yo entiendo que sea tu mejor amigo y tengas alguna clase de absurda idea de que él pueda ayudarte... pero déjame decirte que si deseas de verdad ganar ese concurso, tendrás que comenzar a ser un poco más realista y escribir algo completamente diferente a lo que él te diga... él es una clase de tonto, créeme"

¿Acaso no puede simplemente hablar sin agredir a mi mejor amigo?. Pero ¿qué importa eso?. ¿Acaso ella está tratando de ayudarme con esto?. Es simplemente increíble y lo peor de todo, es que cada palabra que dijo es totalmente verdad.

"Bueno, a decir verdad, la historia que estoy escribiendo... es una especie de fracaso, pero parece que mi mente no puede hacer nada... es tan frustrante... pero espera un segundo... ¿cómo sabes que estoy escribiendo una historia? ¿Cómo sabes que deseo ganar más que nada?"

"Arnold, por favor, yo lo sé todo ... podrías decir que tengo una amiga, a la que le agrada un cierto amigo tuyo que está un poco preocupado, y déjame decir que eso me da repugnancia, pero en fin, me enteré de tu... problema... y como hoy me siento bondadosa, decidí darte una especie de ayuda, yo escribo algunas cosas, no precisamente cuentos de aventuras, pero podría decirse que tengo cierta facilidad para la escritura... si quieres puedo... ayudarte... a pensar una historia... al menos cosas generales, no creas que no tengo nada que hacer tonto... sólo que ayudar a la gente es también mi pasatiempo..."

Esto ya no es sorprendente, no hay palabras para describir lo que ella hace a veces... esto es tan perfecto... ¿perfección y Helga?, asociación loca de palabras...

Arnold sonrió ante la idea de pensar en Helga ayudándolo a conseguir su más grande sueño. Esta niña era sin duda alguna alguien muy especial en su vida.

"Apreciaría mucho Helga que hicieras eso por mí, estoy totalmente abierto a todo tipo de ideas"

"Oh, vamos, te ayudaré, no es necesario que me provoques lastima... por favor... mi estómago no lo resistiría"

"Ja, ja, está bien, lo siento, sé que soné un poco desesperado, pero eso no está tan lejos de ser mi situación"

"Bien, veamos... no quiero que me cuentes toda tu vida, melenudo, sólo un poco de tus padres... Phoebe dice que tenían muchas aventuras por un lugar llamado San Lorenzo, o al menos eso es lo que le contó Gerald, algo de eso podría quizás resultar"

"Está bien... te contaré sobre la misteriosa gente de ojos verdes..."

Arnold le contó a Helga la historia de cómo sus padres recuperaron el corazón que la sombra le había robado al pueblo, lo sagrado que era para esa gente ese corazón, la enfermedad del sueño y como su madre descubrió una cura, y como ellos fueron a ayudarlos en un nuevo brote de la enfermedad y ya no volvieron.

A pesar de la evidente tristeza que le causaba esa última parte de la historia, Arnold sabía que no faltaba tanto para recordar todo con una sonrisa.

"Está bien, eso son algunas de las historias que están en el diario de mi padre. ¿Se te ocurre algo con eso?... Helga... ¿me estás escuchando?"

"Cabeza de balón, tu familia parece simplemente sorprendente... si puedo decirlo... criminal, pensar que la única gran aventura a la que aspira el Gran Bob, es abrir una lata de conservas sin morir en el intento"

"Ja, ja, si, lo sé, suena un poco increíble, pero eso fue lo que pasó"

"Pero no entiendo cuál es tu problema, claramente el tema del cuento debe ser la gente de ojos verdes... la sombra, el malvado... puedes poner a tus propios padres en la historia, puedes idear algún héroe, si está gente tiene cosas que considera sagradas, seguramente tienen leyendas y profecías de algún sujeto milagroso que los salvará, ese tipo de cosas, piensa cabeza de balón... tienes el diario... eso es de gran ayuda... salvo que creas realmente que la historia de un loco viviendo en la alcantarillas pueda interesarle a alguien... lo cual personalmente, considero completamente una locura..."

La cara de Arnold se transformó... tenía una gran sonrisa... todo lo que ella le decía era la gran historia que había estado buscando... era grandioso... ella definitivamente, era demasiado importante en su vida... ¿cómo él podía estar si que ella le hablara?...

"Creo que tienes razón Helga... ¿cómo no hablamos antes?, yo no sé que hubiera hecho si tu no me ayudabas... muchas gracias"

Repentinamente, la alegría se transformó más que en palabras... él la estaba abrazando y lo más raro de todo, que no fue por impulso solamente... él quería demostrarle lo importante que había sido para él todo lo que ella le había dicho... cómo lo había ayudado...

Pero Helga lo empujó lejos, lo miró y él logró ver dolor... abrazarla definitivamente después de todo lo que había pasado entre ellos no era precisamente la mejor idea que se le pudo haber ocurrido.

Ella se alejó corriendo del parque... y esa era la última vez que ella había hablado con él, incluso, la última vez que al menos lo había mirado.

Ese era un recuerdo triste. Arnold en un primer momento, cuando ella lo estaba ayudando a diagramar la historia de su cuento, pensaba que se convertirían en amigos de nuevo, o algo por el estilo... pero la realidad era otra... ya era imposible que las cosas estuvieran bien entre ellos hasta que dejaran de evitar el tema del amor de ella por él. Todo había cambiado entre ellos y él no estaba seguro como hacer frente a todo eso... no al menos en ese momento... él tenía que escribir un gran cuento... ya tendría tiempo para hablar con Helga...

Pero ese tiempo pasó y las cosas cada vez con ella estaban peores... ella otra vez lo ignoraba... y lo peor de todo, es que él también lo hacía inconscientemente... salvo cuando chocaba... él no hablaba con ella... ni siquiera lo intentaba. Arnold, cada vez que la veía, se reprochaba constantemente haber ignorado los sentimientos que ella le había confesado... pero de verdad lo sentía... como sentía haber provocado estar alejado de Gerald... Él esperaba que en un futuro lo pudieran perdonar.

Todos esos pensamientos invadían la cabeza de Arnold, ni siquiera se había dado cuenta que estaba ya en la puerta de su casa. Entonces recordó lo que lo esperaba ahora.

Los organizadores del concurso que había ganado no le habían informado exactamente cuando iba a poder realizar el viaje junto con la clase, sólo habían hablado de cosas generales y formales, como cual importante era que sus abuelos dieran su autorización, que algunas personas mayores tenían que acompañarlos, entre otras cosas...

El Sr. Simmons ya no era su maestro, estaban ya en el quinto grado, pero igualmente, él los acompañaría en la travesía, fue el primer grupo al que había enseñado en la escuela, realmente los sentía como sus hijos, y este era un gran momento para una de las personas más 'especiales' del salón.

Arnold simplemente sonreía ante el pensamiento de correr entre la vegetación de una selva, con todos sus compañeros, viviendo por él mismo todas esas grandes historias que su abuelo le contaba desde que tenía memoria, la misteriosa gente de ojos verdes, aquellos que lo había hecho ganar el viaje ... y que seguramente tenía mucho que ver en la desaparición de sus padres...

Arnold ante esta idea, decoloró su sonrisa, pero inmediatamente, se propuso olvidarse de todo lo negativo... algo grande estaba por pasar, finalmente llegaría a saber, saber la verdad, para la que hace mucho tiempo que él estaba preparado para hacer frente, no importaba que... pero él lo sabía, todo al final iba a resultar... y sus ojos volvieron brillar, podía sentir en su corazón, que sus padres lo estaban esperando en algún lugar...

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Bueno, esto es todo por este capítulo, espero que les haya gustado... voy a tratar que los diálogos sean más interesantes... pero tenía que subir un capítulo... no me gusta cuando la gente tarda mucho tiempo en actualizar sus historias, así que me propongo no hacerlo yo... hasta pensaba hacerlo antes, pero algunos trabajos para la facultad no me permiten ser tan libre para hacer todo en el momento que quiero... igualmente... antes del domingo, o ese día mismo estaré subiendo otro nuevo capítulo... ya saben, sugerencias sobre la historia, comentarios... serán recibidas con una gran sonrisa y sigo intentando llegar a algo medianamente original, espero que al final de la historia, llegue a mi propósito.

Dark Sora, sabía que alguien me iba a decir lo del título del fic... se podría decir que hasta a mí me dejó pensando... ja, ja, ja... eso es raro... y si habrá algo de Phoebe y Gerald, espero que te guste el capítulo...

Celen, que bien que te interese este fic, además son poquitas las historias en español de Hey Arnold, y ese es una de los motivos por los que me animé a escribir una historia y que bueno que no te aburre esto de escribir mucho sobre sentimientos, trato de no ser pesada con eso, pero no sé si me sale demasiado bien... Aunque Helga son puras sensaciones... sería raro no escribir un poco como se siente... aunque realmente el tema de la ironía es lo más me preocupa... pero bueno... algo intentaré hacer con eso.

Sahari, que te parezca una historia con sentido, realmente me parece que es algo muy bueno, espero que lo sigas pensando con este... y no voy a abandonar la historia, de eso te doy mi palabra...

Rosa, Helga está sola en el primer capítulo, pero caminando sola... todavía no se sabe de su vida... la melancolía es parte de la vida... pero ella decir que su vida no es tan mala después de todo, ¿no es así?... con la historia sabremos más... y lo de encontrar la luz al final del túnel... espero que no quieras que se muera... yo creía que la historia no se tornara oscura... pero si es a pedido del público, ja, ja, ja... ya en serio, no creo que la pueda matar, es mi personaje favorito, lo siento...

Shinji Langley, que bueno que te parezca que va bien la historia, gracias por contestar mis preguntas y voy a hacer lo posible por ahondar en lo importante y no tanto en lo superficial. Y gracias por los buenos comentarios, siempre se reciben con una gran sonrisa, espero seguir contándote como uno de los lectores.

Muchas gracias por las revisiones y a los que simplemente lo leyeron y les gustó...

¡Saludos!

Suky