Epílogo
Al día siguiente, con todo listo, Lorien dio el paso más difícil en su vida, un paso fuera de su casa, hacía 5 años que no pisaba aquella tierra, 5 años sin ver el sol real, demasiado tiempo sin notar en su hombro una mano cálida que le dijese "adelante" como ahora estaba haciendo Light. Pero todo iba bien, no le temblaron las piernas al subir al coche ni sintió miedo cuando al mirar hacia atrás por el cristal trasero del coche vio cómo se hacía su casa cada vez más pequeña en la lejanía, hasta que dejó de verla, poco a poco fue cambiando todo, el verde se transformó en gris asfalto, los árboles marrones desaparecieron dejando leves arbustos a su paso, entrando en la ciudad donde los edificios plateados resplandecían, con viviendas más bajas pintadas todas igual, y unos tejados que Lorien no había visto nunca, pareciéndole graciosos los acabados en teja rojiza.
-Una cosa,- Se asomó un poco hacia atrás Lara-su. –si no eres un fantasmas ¿de dónde salían todo lo que vimos?
-Lo hice yo.- Contestó el niño sin problema.
-¿Tú lo hiciste? Pero eso no es algo que haga cualquiera.- Se asombró Lara-su.
-Bueno, eso supongo, pero tengo práctica, siempre he podido crear imágenes, reflejos, hacer creer a la gente que está escuchando cosas que en realidad no hay e incluso puedo crear falsos olores y brisas.- Explicó Lorien.
-Así hacías la ilusión del dragón con efectos sonoros y aliento incluidos.- Dijo Light sin apartar la vista de la carretera.
-Muy ingenioso.- Admitió Lara-su.
-Uh... gracias, a mí no me cuesta nada.- Se ruborizó un poco Lorien.
-Lástima que hayas nacido 30 años tarde.- Medio rió Light. –Ya no quedan malvados que vencer hoy en día.
Llegaron a su destino, con sus corazones acelerados bajaron del coche. Era una vivienda con una pequeña entrada a un patio. Lara-su fue la primera en salir del coche, ya se lo había dicho a Light, quería ir ella primero, al salir vio algo, a alguien, un erizo azul oscuro que discutía con alguien.
-¡Dímelo!- Gritó el hombre. -¡Tengo derecho!
-Si no te vas llamaré a la policía.- Se oyó una voz de mujer que Lara-su reconoció.
-Pues si les llamas mejor, así sabremos qué hiciste con él.
Pero la mujer le cerró la puerta en las narices, así que el señor se dio la vuelta andando cabizbajo, se giró un momento hacia Lara-su, notó aquella mirada familiar también, pero el señor se dio la vuelta y se fue sin decir palabra.
-Venga, Lara-su ¿no querías ir primero?- Le metió prisa Lorien.
-Mejor que no.- Dijo Light. –Te conozco demasiado y eres capaz de armar follón.
Salió de su atontamiento, apretó los puños y fue directa a aquella puerta, tocó el timbre y aporreó la puerta, pero no le abrían. Lorien miró a un costado, en el pequeño jardín del patio vio a alguien, la reconoció enseguida, con una trenza rubia hasta la mitad de la espalda, sonrió con la sonrisa más feliz del mundo, se acercó a la verja y comenzó a escalarla a espaldas de Light y Lara-su. Una vez al otro lado llamó la atención de la niña, que cuando le vio se asustó, no le reconocía.
-Tranquila, no te voy a hacer daño, sólo quería verte de cerca, con eso ya es suficiente.- Se sentía tan dichoso de ver que ella estaba bien.
-¿Quién eres, te conozco? Tengo la sensación de que te he visto antes... ¿vienes a mi colegio?- Decía la niña atropelladamente.
Pero Lorien no dijo nada, sólo sonrió. Entonces vino Tanya, los años no la habían tratado bien y había ganado algunos quilos, estaba harta de escuchar la puerta, pero al salir al jardín vio que había alguien hablando con su hija, ella sí le reconoció, le reconocería en cualquier sitio, se parecía demasiado a su padre, fue directa a él con la escoba en la mano, pero Light saltó justo a tiempo, cogió a Lorien y esquivó quedando de pie en la parte de la verja de piedra que adornaba la puerta de entrada, con Lorien en brazos.
-¿Qué demonios pretende?- Gritó Light.
Y esa fue la gota que colmó el vaso, Lara-su no pudo contenerse más y tiró la puerta abajo.
-¡Mamá!- Gritó Melinda.
Pero Lara-su no consideraba madre a aquel monstruo que no sólo había sido capaz de abandonar un niño sino que encima ahora mismo había intentado atacarle. Lorien desde los brazos de Light le gritó.
-¡Detente! No le hagas daño...- Suplicó.
Fue justo a tiempo ese grito para que Lara-su parase su golpe a unos centímetros de aquella odiosa mujer que quedó sentada en el suelo.
-¡Ya lo hemos hablado! No tiene excusa para lo que hizo... eso no se hace, sea madre o no...- Intentó contener toda su rabia de instinto maternal.
Light bajó desde donde estaba y se puso al lado de Lara-su, le acarició la cabeza calmándola.
-Ve al coche, anda.- Susurró suavemente.
Lara-su respiró echando el aire fastidiada pero le hizo caso. Melinda no sabía qué pasaba, estaba asustada, de rodillas al lado de su madre agarrada a su blusa.
-¿Y bien?- Le puso la mano en el hombro a Lorien.
-Ella está bien, lo demás no importa.- Lorien tenía la cabeza bajada.
Se le notaba algo triste, pero él ya sabía que no iba a recobrar su familia así como así, así que sacó afuera su tristeza con su respiración, sonrió a la niña y se dio la vuelta para irse con Light, que le rodeaba con el brazo como si fuese su propio hijo. Fue sólo un instante, un vago recuerdo en forma de imagen pasando por su cabeza, pero fue suficiente para que aquella niña diese un vistazo al pasado que creía no poder recordar, a la imagen del niño que llamaba "hermanito" y adoraba tanto, abrió mucho los ojos sin terminar de creerlo, era aquella voz del muchacho diciéndole a Light que no pasaba nada, unas notas que no sonaban en sus oídos desde hacía mucho. Melinda se puso en pie, dio un paso hacia ellos.
-L... ¿Lori?- Medio tartamudeó antes de que saliesen por la puerta.
Lorien se detuvo pero no se giró.
-Dime que eres tú... mi hermanito... Lori...- Notaba su propia voz quebrarse ahogada en aquellas lágrimas que se negaban a salir.
-Yo...- Lorien se dio la vuelta y sonrió. –"yo siempre contigo"
Al recitar aquellas palabras fue como si el mundo se silenciase un momento, Melinda corrió y saltó a sus brazos abrazándole fuerte y llorando, no podía creer que fuese él de verdad, tantas veces le habían dicho que Lorien había sido un amigo imaginario de pequeña, que nunca había existido, pero ahí estaba, era él. Light apoyó su espalda en la pared, le pareció muy tierno, miró a la mujer abatida en el suelo, la escuchaba hablar siendo ignorada por los niños pero bien vigilada por Light.
-Tenía miedo de que al no ser hermanos un día no pudiese separarles, no podía permitirlo, pensé que de niños sería más fácil, yo misma quise olvidarle a él y a cómo me abandonó su padre muriendo para estar con su primera esposa.
-Él confiaba en ti.- Dijo Light. –Por eso te dejó al cargo de Lorien, pero ahora es tarde y no puedes enmendar todo lo que has hecho... a no ser que permitas que estos niños sigan viéndose.
La mujer calló, no iba a aceptar a Lorien en su casa, pero ahora tenía claro que nunca iba a poder separarles.
Y desde la calle, sentada en el capó del coche estaba Lara-su, con las ganas que tenía de partirle la cara a aquella tiparraca, pero Light tenía razón y no iban a poder pagar todas las puertas que ella se iba cargando. Intentó distraerse mirando la calle, esperaba que no tardasen mucho, y vio de nuevo a aquel erizo de antes, estaba apoyado en la pared de la otra calle, tenía algo en las manos, pero lo soltó en algo y dejó que el viento se lo llevase. Hábilmente lo cogió al vuelo Lara-su, y cuando lo vio se sorprendió tanto que no tuvo otro remedio que salir corriendo tras él, agarrarle de la mano y tirar medio secuestrándole para volver a donde estaban, donde ya salían Light y Lorien.
-¡Oiga, señora, deje mi brazo tranquilo!- Gritó el secuestrado.
-¡Light, mira, mira esto!- Algo sobresaltada se comía sus propias palabras.
A Light también le sorprendió lo que le dio, era la foto de Lorien la cual ellos tenía una copia.
-¿De dónde la ha sacado?- Le preguntó Light.
Pero el señor se soltó bruscamente diciendo que no debían meterse en los asuntos ajenos, pero cuando vio salir a Lorien entendió por qué intentaban retenerle.
-¡Lorien!- Gritó al verle. -¡Dios mío, estás bien!
Le miró por todos lados incomodando al muchacho.
-Qué grande estás...- Se emocionó.
Algo más calmado se lo explicó a los tres, era el hermano mayor de Lord, estuvieron un tiempo en que perdieron el contacto y luego fue ya tarde, se encontró con que su hermano había muerto y con que el señor Yamaguchi le había dado esa foto y le había indicado a dónde se habían mudado. Día tras día había ido a aquella casa a pedirle de mil maneras a Tanya que le entregase a Lorien, pero ella nunca le dijo qué había hecho con el pequeño, se lo dijo a la policía pero no encontraron pruebas de nada.
-Entonces ¿eres mi tío?- Dijo Lorien algo indeciso.
-Sí, pequeño... te pareces tanto a tu padre cuando tenía tu edad...- Volvió a emocionarse bajando la cabeza, luego sonrió. –Pero a partir de ahora todo va a salir bien, te he buscado durante años y por fin te encontré, te vendrás a vivir conmigo y verás que bien nos lo pasamos.
-¿Podré venir a ver a mi hermanita?- Lorien casi imploró.
-Claro que sí.- Aceptó su tío.
Ya nada le importaba si tenía por fin consigo a su sobrino, se sentía tan feliz que no pasaba nada si tenía que volver a ver la cara de aquella bruja con tal de que Lorien pudiese estar con Melinda.
-Ah, Light y Lara-su,- Se giró hacia ellos. –muchas gracias por todo, sois buena gente...- Luego sonrió de una forma un tanto pilla, como dándoles a entender que ahora podría ser un niño normal y ser feliz.
Light sólo sonrió y asintió con la cabeza aceptando las gracias, Lara-su hizo un pequeño gruñido, era obvio que no quería mostrar que se había imaginado a aquel niño viviendo con ellos y haciendo de hermano mayor a Emi-ly, pero lo aceptaba porque había algo que le rondaba la mente, algo que no sacó fuera hasta que el coche se alejó del lugar, entonces se lo dijo a Light.
-Estuve pensando en lo que dijiste de hace 30 años más o menos...- Parecía estar aguantando la risa.
-¿Por?- Light desvió la vista hacia ella parados en un semáforo.
-Porque recuerdo que mi tito me contó una aventura que tuvo con un par de amigos...- Con "tito" se refirió a Shinta. –me dijo que uno de ellos venía del futuro y que era un "maestro de ilusiones"
-Bueno, pero a lo mejor hubo más.
-¿Más llamados "Lorien", más con las púas azul grisáceo y los ojos marrones? Ahora no recuerdo bien la foto que vi de ellos tres pero estoy segura que es el mismo niño de 10 años.
-Bueno... de todas formas, tú y yo ya hemos viajado al pasado en otra ocasión...- Rió Light.
-Justo por eso me quedo tranquila, porque tengo la certeza de que ese niño irá al pasado y hará grandes amigos y vivirá grandes aventuras. Sé que estará bien.
-Vaaale, tanto hablar de los demás ¿qué pasa con nosotros? Nos quedan 4 días de vacaciones y hay que aprovecharlos.
Lara-su se echó a reír, volvieron a la cabaña a disfrutar de lo que les quedaba.
FIN
