Disclaimer: los personajes no son míos son de Rowling, Warner Bros y algunos entes .
No lo he comentado nunca pero yo escribo x amor al arte, no saco dinero ni nada, así q no me demandéis. X cierto cualquier coincidencia con la realidad, es eso una coincidencia.
Sin rollos CarlaGrey Pictures presenta un nuevo capítulo de esta nueva producción:
2. AQUÍ EN MADRID.
Draco observaba como el Sol se ponía a través del arco del templo d Deboh. Era un espectáculo q no se perdía desde q descubrió aquel lugar 3 meses después d llegar a aquella ciudad.
Al principio al rubio no le gustaba aquella ciudad. Había muchos coches, mucho ruido, mucho calor en verano, mucho frío en invierno, toda llena d zanjas… Pero entonces descubrió aquel lugar en una guía para turistas, y le asombro q pudiese haber un templo egipcio en Madrid. Pensó q era cosa d magia, y él extrañaba tanto el mundo mágico q se paso x allí… y quedo encantado. Luego descubrió q no había sido cosa d magia, sino q querían construir una presa en el Nilo y ese templo y otros más se iban a quedar sepultados x el agua así q varios países se habían llevado los templos d allí. A Madrid vino el más pequeño d ellos.
Draco miró la hora: llegaba tarde. Se encogió d hombros. Le daba igual. Ya habían pasado los años en q le importaba llegar tarde a una reunión d mortifagos. Se quedó allí hasta q el último rayo d Sol desapareció en el horizonte. Entonces se levantó sin ganas y se fue al metro.
Otra cosa q no le gustaba d aquella ciudad era lo agujereada q estaba: había 12 líneas d metro, unas cuantas d tren, centenas d aparcamientos subterráneos, no menos túneles para q pasaran los coches. Eso sin contar las alcantarillas, los conductos d gas, las líneas d teléfono, ruinas árabes… Cuando Draco llego, aún dominado x sus instintos mortifagos, pensó q para destruir aquella ciudad, sólo tenía q buscar el centro d aquella maraña d túneles y volarla… la ciudad entera caería x su propio peso.
Tomo su metro y se sentó en uno d los sitios libres, (tuvo q luchar con una maruja armada con un bolso para ello) y pensó en el pestiño q se tenía q tragar aquella noche: la inauguración d una nueva ala en el Museo del Prado. No es q no le gustaran los museos, al contrario, y aquel en concreto le encantaba; había pasado horas mirando el cuadro d Goya d "Saturno devorando a sus hijos". Era la compañía lo q le disgustaba.
En ese momento se fijo en una mujer joven q le miraba fijamente desde el extremo del vagón. Estaba acostumbrado a q le miraran, sus fríos ojos azules habían sido letales para las madrileñas, pero la chica era muy rara. Tenía el pelo d un negro extraño. Extraño xq lo normal es q al recibir luz blanca el pelo negro refleje otro color: azul, rojizo, violeta…pero aquel pelo se veía más negro aún. Su piel era tan blanca q en comparación la d Draco, q no era moreno, precisamente, resultaba morena. Pero lo más raro eran sus ojos, negros pero con un brillo d rubí, y al mirarle parecía ver lo q nadie podía ver: la marca tenebrosa, oculta a la vista desde la caída d Voldy. Draco contuvo el escalofrío.
X fortuna llegó su parada. La joven le vio irse con la cara d alguien q recuerda una canción pero no sabe donde la ha oído.
En cuanto llegó a su casa le recibió Bellatrix, los 12 años transcurridos no habían disminuido la belleza q había recuperado tras su fuga d Azkaban. Tampoco habían disminuido su crueldad. Cualidad q le había sido útil para erigirse la líder d los últimos mortifagos.
- ¿Dónde has estado?
Durante un segundo Draco sintió q el tiempo había retrocedido hasta una noche 12 años atrás en q se pillo su 1ª borrachera. Cuando volvió a casa se encontró a su madre furiosa q le hizo esa misma pregunta. Él no supo q contestar. Pero entonces el tiempo se precipitó: ahora tenía 27 años y esa no era su madre. No tenía xq dar explicaciones.
Se limito a encogerse d hombros.
- Bella te ha hecho una pregunta.- El q faltaba: Viktor Krum. El nuevo capricho sexual d su adorada tía, 5 años mayor q él, dándole lecciones d comportamiento. Observó con la clásica mirada Malfoy como el ex jugador d Quiditch llevaba el pelo con ralla al lado estilo presentador d telediario Muggle.
- Estuve x ahí. – No dio más explicaciones.
- Casi te pierdes mi gran noche. – Gruñó la vaca burra d Millicent Bullstrode. Cómo había podido llegar a Directora del Museo del Prado era un misterio para él. Draco lo hubiera hecho mejor. ¡Q coño! Una ameba lo hubiera hecho mejor.
- Estaré allí. – no sé molesto en detenerse.
Fue a su habitación, y hecho el candado. Aquella era la cueva d la serpiente, x así llamarla. Bellatrix hubiera puesto el grito en el cielo si hubiese visto lo q se dedicaba a hacer su sobrino: pintaba.
Pintaba en acuarelas, al óleo, con ceras, con pasteles… tb escribía poesías, componía canciones… una d ellas la había vendido a un Muggle llamado Alex Ubago, y estaba arrasando las listas d ventas. Pero lo q él quería era hacer guiones d cine.
Xq realmente el cine estaba necesitado d buenos guiones: Todo eran secuelas, adaptaciones d libros, adaptaciones d vídeo juegos, remakes d películas anteriores, versiones americanas d películas europeas, sagas… Aparte estaban las lacrimógenas producciones para marujonas románticas d ZB pictures: chico moreno conoce a chica guapa prometida con chico rubio platino. Al final chico rubio platino mata a chica guapa. Chico moreno tumba a chico rubio d un puñetazo. ¿Q le habría hecho al dueño d la productora un chico rubio platino?
Encendió el ordenador y trato d trabajar en su último guión… pero la inspiración no llegaba.
TOC, TOC.
- Draco, - la voz altiva d su tía le hizo volver a la realidad. – es la hora.
Con completa desgana y sin el menor interés se empezó a vestir para la inauguración.
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Blaise, o mejor dicho Hugo, se removía inquieto en su frac. Era injusto: él tenía q ir vestido hasta con pajarita con el calor q hacía allí xq tenían la calefacción a tope, mientras q Hermione, o mejor dicho Úrsula, llevaba un vestido con una sola manga negro q apenas la tapaba nada.
Tampoco era justo q él tuviera q haber tomado la poción Polijugos, una versión más potente d la multijugos, para ese evento, mientras q Hermi sólo tenía q ir bajo la forma heredada d sus padres biológicos para no ser reconocida.
- ¿Ves a alguien conocido? – el mal humor d Blaise se captaba x su tono d voz. Era normal después d haber visto el hotel, Hermi había encontrado un chinche en su cama. Estaba dispuesta a hacerle el favor a Giny con tal d no dormir allí.
- Sí. – respondió Hermi alegremente después d dar una mirada alrededor. Estaban en la puerta del nuevo gabinete, q tenía pinta d ser horrible.- Allí esta David.
- ¿Q David? – Blaise repasó mentalmente todos los nombres d mortifagos q recordaba… y no había ningún David.
- David Bechkam. – respondió Hermi con tono d hay q explicártelo todo.
- Buf. – Blaise se acordó d un compañero d Ravenclaw, unos años mayor q ellos x el q las chicas estaban locas, pese a q según el tenía cara d nena. Le costó muchas noches en vela borrar ese recuerdo d muchas chicas d Hogwarts, pero así era él: romántico y generoso. - ¿ese no es Marcus Flint?
- Es él. – Hermi recordó q él se había librado alegando q Crabbe le dominaba con la Imperius. Crabbe fue uno d los pocos q pringó nada más palmar Voldy. ¡Q inútil! Si hasta Goyle se libró. Matar a ese gordo cabrón fue una d las mejores cosas q hizo en su vida. – Allí esta Bole. – Hermi señaló con la cabeza a un tipo vestido con traje d chaqueta verde (Slytherin, x supuesto) dentro del cual se dedicaba a guardar copas d cristal.
- La del traje horrible es Millicent, alias la vaca burra; Esa q va vestida d travestido es Dione Derrick, la apenada viuda d Derrick; Krum esta a las 11 en punto hablando con Montague… Parece una reunión d ex compañeros d armas… ¡q grosero x su parte el no invitarnos! X fin abren.
Los 2 espías se dirigieron hacia el nuevo ala con la esperanza d encontrar allí a Draco, cuando entraron en ella solo pudieron pensar q aquello era…
¡Lo grotesco q había visto en su vida! Pensó Draco, y una vez vio a su madre decapitando a uno d sus elfos domésticos con un cuchillo mal afilado. Sólo a la vaca burra se le podía ocurrir añadir a un edificio d corte neoclásico, un ala d corte… industrial. Parecía q hubiesen puesto una fábrica… Para colmo las etiquetas d los cuadros estaban mal puestas d tal forma q Las Meninas d Velázquez estaba denominadas como "las 3 gracias" d Rubens.
En aquel momento la vaca burra daba su discurso d inauguración, entonces notó q 2 personas: un hombre y una mujer se ponían a sus flancos. No le requirió mucho esfuerzo mental reconocer a ambas personas.
- Hermione Granger & Blaise Zabini. – siseó con total desinterés. Si a ellos les sorprendió q les reconociera, no lo demostraron. X algo habían sido espías un año engañando al propio Voldy. – ¿A que se debe este placer inesperado?
- Nos interesa mucho el arte. – Blaise miraba el cuadro con obvia decepción d q en él no hubiera ninguna mujer desnuda, como debía corresponder a un cuadro sobre las 3 gracias.
- ¿Quién ha puesto estas etiquetas? – la sorpresa x aquel error había distraído a Hermi d la misión y el favor.
- La directora d esta institución. – Draco señaló con la cabeza a la tribuna donde Millicent estaba dando el discurso.
- ¿Esa vaca burra? – preguntaron los espías a la vez en tono d incredulidad.
- Yo tampoco lo entiendo. ¿En serio a q habéis venido? – volvió a preguntar Draco con tono más cansado.
- La preguntas Draco las hacemos nosotros. – en ese momento, con gran satisfacción, Blaise le inyectó un relajante muscular…
Lo siguiente q oyó Draco fueron voces distorsionadas y lejanas, q fueron centrándose y ganando definición…
- ¡ Le has puesto demasiado! – sonaba a Hermione riñendo a alguien.
- Le he puesto la dosis exacta del libro. – Blaise, la persona a la q reñían, se defendió con tono borde.
- ¿D q libro? – tras un momento, Draco reconoció aquella voz fría y burlona como la d Severus Snape.
- D … ¡vale le puse la q me pareció bien! Pero no le pasará nada… nadie se ha muerto x q le pongan un poco d anestesia demás. – Blaise esbozó una sonrisa adorable d niño q ha hecho una pequeña travesura y q espera q le perdonen en breve.
- Blaise, la mayoría d la gente q muere en quirófanos es a consecuencia d q la dosis d anestesia era excesiva. – le replicó Justin.
- Espero q despierte pronto – Luna estaba empezando a impacientarse.
¡Vaya! Pero si estaban todos. A Draco se le ocurrió, q igual si estaban distraídos pudiera huir…trato d levantarse pero algo le sujetaba brazos y pies a una silla. El ruido llamó la atención d los espías.
- ¿Veis? Ya se ha despertado. – se apresuró a señalar Blaise. Los demás suspiraron.
- ¿Estás bien, Draco? – Justin le puso 3 dedos delante d los ojos. - ¿Cuántos dedos ves?
- 7.
- Casi aciertas. – Luna le dio unas palmadas cariñosas en la cabeza, dejando al chico un poco despeinado. Con lo q odiaba q le tocaran el pelo.
- Bebe esto. – Era la voz d su prima Hermione. – te ayudara a recobrar la consciencia. – Si no hubiera estado tan aturdido, Draco no hubiera bebido un trago, pero sus instintos no estaban alerta x eso bebió.
- ¡Q raro sabe para ser una poción revitalizante! – se oyó decir Draco en voz alta.
- Es q es una poción d la verdad. – explico Hermi con voz suave.
- ¿Q sabes del Libro d las Tinieblas? – Snape asumió la dirección del interrogatorio, con una voz suave y sosegada.
- Era el lugar donde Voldy guardaba la información más reveladora sobre sus mortifagos. Tb escribió allí los hechizos d magia oscura más temibles q conocía. Bellatrix lo esta buscando.
- ¿Ella cree q esta aquí en Madrid?
- Sí.
- ¿Xq?
- Xq creen q Voldy se lo confío a alguien. Ese alguien se ha estado moviendo x toda Europa en los últimos 12 años. Ahora esta en Madrid.
- ¿Un guardián para el Libro? Eso es nuevo. ¿Sabes quién es?
- Nadie lo sabe. Es un fantasma.
Estuvo haciendo unas preguntas más, pero estaba claro q Draco les había dicho todo lo q sabía. Sería mejor q le devolvieran a la ciudad antes d levantar las sospechas del resto d sus ex compañeros.
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Bellatrix volvió a pasar revista a sus tropas, a lo q quedaba d ellas, para comprobar q lo q sospechaba era cierto: Draco no estaba.
Dione le había visto salir con un hombre y una mujer. Seguro q andaba pasándoselo en grande, en un trío, cuando lo q tenía q hacer es buscar el Libro d las Tinieblas.
Ese Libro podía fastidiarlo todo, si se hacían con él los del Ministerio podrían localizarla en cualquier lugar del mundo, no importa q cambiara d aspecto o d nombre… x no decir q ellos no sabrían apreciar la potente magia q en él se ocultaba, el secreto mejor guardado d Su Señor: la inmortalidad. Ella sabía q estaba destinada a esa inmortalidad, para con ella librar al mundo d los Sangre Sucia como el chico Potter y toda su sangre.
Tenía q hacerse con el Libro costara lo q costara.
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Blaise & Hermi paseaban x la calle buscando un bar donde emborrachar a Draco, inconsciente d nuevo, dado q la experiencia les había enseñado q si le das alcohol a granel a alguien q acaba d tomar una poción d la verdad se olvida d q ha tomado la susodicha poción.
Había habido una pequeña discusión xq tanto Justin, como Luna, como Hermi parecían querer acompañar a Draco después d q para comprobar las constantes vitales, Snape le desabrochara la camisa. Al final Blaise había decidido acompañar a Hermi ya q conocía perfectamente esa mirada d "me lo voy a tirar cueste lo q cueste". Pero no estaba celoso, sólo quería q su amiga no se liara con un asesino.
- Vamos para a ese banco. – sugirió Hermi q ya estaba harta d cargar con el cuerpo inconsciente d Draco x media ciudad.
- Vale. – se sentaron en el respaldo del banco, mientras dejaban a Draco bien sentado.
- ¿Q opinas d lo q nos ha contado? – pregunto Hermi.
- Miente. Es un mentiroso patológico. – respondió Blaise tajante. Hermi vaciló antes d responder. Pero luego pensó q había confianza.
- Blaise, sé q tienes un asunto pendiente con Draco… pero creo q en este caso estás dejando q tus sentimientos interfieran en tu trabajo. Es imposible q este mintiendo. Y si dice la verdad hay un mortifago x ahí del q nadie sabe absolutamente nada, pero q tiene acceso a la magia más poderosa del mundo. Tal vez al secreto d la invulnerabilidad d Voldy, y q sabe todo d nosotros. – Hermi pensó q no era una perspectiva agradable, pero Blaise sonrió confiado.
- Esa es la prueba d q miente: si un mortifago tuviera acceso a esa magia, ¿no crees q ya la hubiera empleado? – Blaise negó con la cabeza. – Draco no cambiara nunca. La gente en verdad no cambia.
- ¡Eso no es cierto! – replicó Hermi con pasión.- Todo el mundo cambia, x ejemplo tú: hace unos años eras un cínico conquistador, ahora lloras cada vez q alguien menciona la palabra "Titanic"
- ¡Sólo se tenían el uno al otro! – Luego con un tono agresivo. – No me compares con él.
- No te comparo con… ¿A dónde coño vas?
- A emborracharme lejos d ti.
- ¡Bien!
Hermi bufó con furia. Bien si ese capullo quería dejarla sola en una ciudad q no conocía bien con su primo psicópata x ella estupendo. Pero q supiera q aquel era el fin d su relación monógama.
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Blaise iba ya x la 7ª ronda en aquel bar q no le gustaba nada: La música era horrible, hacia una calor espantoso, estaba muy oscuro y la bebida era puro garrafón. Aún así bebió un vaso d un solo trago.
De pronto se sintió observado. Alzo la mirada y una preciosa joven d cabello negro y ojos oscuros le observaba. El la dedicó una sonrisa. Le gustaban las morenas con ojos oscuros. Pansy los había tenido así. X eso no se acababa d llevar bien con Hermi: tenía los ojos claros. Tb explicaba el fracaso d su matrimonio. D los 6.
Tomo la copa y se dirigió hacia ella como una pantera acechando a su presa.
- ¡Hola! – saludo cuando llegó. Advirtió al verla d cerca q en sus ojos había un brillo d rubí.
- ¿Te conozco? – pregunto la chica, levemente asustada.
- Eso debería preguntarlo yo: llevas todo el rato mirándome.
- Es q me recuerdas a un personaje d un libro. Era espía.
- Yo no soy espía. – aseguró él temiendo haber sido descubierto tan pronto.
- Eso decía el tb. – luego sonrió, y fue como si un rayo d luz hubiera entrado en aquel antro oscuro. - ¿cómo te llamas?
- Blaise Zabini. – pensó en decir q era productor d cine. Eso solía facilitarle las cosas.
- Perséfone Darkness. – ella se puso d puntillas y le planto 2 besos en la cara.
- ¿Conoces algún lugar más tranquilo para hablar?
- Sí, mi casa.
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X mucho q Draco estaba forzando su imaginación, y realmente la estaba forzando, no entendía como podía haber acabado en un bar, tomando copa tras copa con su prima Hermi. X si acaso volvió a preguntar:
- ¿Cómo hemos llegado aquí?
- Ya te lo he dicho: te tomaste unas copas d más en el museo. Te vi desmayado y te saque para q tomarás el aire. Eres un chico estupendo primito; pero tienes q controlar tu afición x la bebida. ¡Camarero otra botella d Whisky!
Tres horas, y 6 botellas d Whisky más tarde, Draco & Hermi habían alcanzado el punto en el q el alcohol funciona como suero d la verdad, y ambos creían ser amigos d toda la vida:
- Puedo preguntarte algo, prima.
- Vale. Dispara.
- ¿Has vuelto a ver a tus amigos d la escuela?
- A Ron no, xq como sabes esta muerto; a Neville & Harry tampoco, xq me lo dejaron muy claro q no querían saber d mi ya más nada; a Lavender & Parvati…
- No. – Draco gesticuló exageradamente. – Me refiero a la mocosa pelirroja.
- ¿A Giny? ¿Xq?
- X curiosidad. ¿Se caso con el archi mega chupi guay fantástico espectacular super conocido Harry Potter? ¿Verdaaad?
- Cómo molas tratando d arrastras las palabras, borracho como una cuba. XD D. Sí se caso con él y tienen 4 hijos.
- ¡NO! Sabes yo sabía q serían pareja pero pense q ella sabría q el no estaba enamorado d ella y q él sabía q ella no estaba enamorada d él, pero si se casaron es q no lo sabían. ¿Sabes lo q digo? – ella asintió. - ¿Fuiste a la boda?
- No, no me invitaron. Molly, la madre d la novia, me dejo muuuuy claro q me alejara d su familia para siempre.
- ¡Q grosera! Me hubiera gustado a mi ver a la gorda esa en tu lugar. Cualquiera hubiera vendido a la orden x salvar a su familia.
- Gracias, aunq yo sé q tu venderías a cualquiera si te pagaran los suficiente. Sé sincero xq me preguntas x Giny.
- Xq pienso en ella a menudo. ¿Sabes q una vez la besé?
- Sí. Es curioso.
- ¿Q la besara?
- No q pienses en ella. Xq ella tiene sueños eróticos contigo toooodas las noches.
- ¿Q? ¿Va enserio?
- Y tanto: esta destrozando su vida conyugal. – en tono confidencial le susurró. – Me ha pedido q me acueste contigo para ver si merece la pena seguir soñando contigo.
- ¿Pues q hacemos aquí? ¡Vamos a la cama! – Draco se levantó tan deprisa q se mareó y casi se cae, haciendo q Hermi se riera. Pero el se rehizo, tomo el vaso con el último trago, y con voz solemne – Todo sea x la mocosa pelirroja.
- ¡Salud! – Hermi tb se bebió d golpe lo quedaba en su vaso, tomo el bolso y se dispuso a hacerle el favor a su amiga. O mejor dicho a su primo.
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En cuanto Perséfone se despertó notó q estaba sola en la cama. No podía ser: él aún debía estar allí. Palpó con la pierna x detrás d ella… pero su impresión inicial era correcta: estaba sola.
Abrió los ojos. El muy grosero no había dejado una nota. Hoy en día era difícil saber si tu amante d una noche estará a tu lado cuando despiertes.
Ella no solía hacer eso: acostarse con un tío a los 5 segundos y medio d saber su nombre. Pero con… ¿Bret? Había sido una sensación electrizante, algo parecido a lo q sintió cuando vio aquel chico rubio en el metro: la d q ya le conocía d antes.
Siempre había tenido esa sensación con cierta gente. Su padre, q había muerto 2 meses atrás, siempre la decía q eran imaginaciones suyas. Su padre Cirus era muy inteligente: un librero muy prestigioso capaz d conseguir los libros más antiguos y raros. Pero no creía en intuiciones ni nada d eso.
Tb estaba obsesionado con viajar: en sus 24 años d vida había estado en 30 países d Europa. Mejor dicho en los últimos 12 xq tenía pocos recuerdos d su infancia.
Además fue hace 12 años cuando empezó la pesadilla. Siempre la misma: una especie d nube verde con forma d calavera d cuya boca salía una serpiente llenado el cielo. No sabía q significaba. Pero presentía q d averiguarlo dependía su futuro.
Su padre, antes d morir, la dijo: La respuesta esta en Londres.
Pues a Londres iría. Igual volvía a ver a Bruno.
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- Estén atentos. - Lochkart pasaba revista a las tropas d aurores. Estaba a punto d ponerles unas diapositivas con algo d vital importancia para el destino d la humanidad.
La 1º diapositiva era Lochkart con camisa negra.
La 2º diapositiva era Lochkart con camisa blanca.
La 3º diapositiva era Lochkart con camisa azul.
La 4º diapositiva era Lochkart con camisa violeta.
La 5º diapositiva era Lochkart con camisa verde manzana, y estuvo a punto d lograr q Harry se pegara un tiro.
Miro alrededor suyo y vio q todos miraban las fotos con cara d interés. Todos menos Cho Chang, q le miraba a él. Estaba un poco harto del acoso d la chica q le mandaba notas con frases sugerentes acompañadas d fotos mágicas con ella en ropa interior. El año pasado pensó q no salía vivo d la fiesta d Navidad. Se pregunto q parte del "estoy casado" no había entendido.
La 8º diapositiva era Lochkart con camisa con camisa d rombos.
- ¿Cuál creen q me queda mejor?
Al no contestar nadie, Lochkart pensó q es q no habían recibido bastante información, así q volvió a pasar las diapositivas otra vez.
Harry gruñó. Aquello no era justo. Él había sido bueno y tenía q aguantar a Lochkart. Snape, y su grupo, incluida su ex amiga la traidora retorcida habían amenazado la existencia d todo bicho viviente y se lo estaba x ahí pasando en grande, libres d la supervisión del Ministerio.
Seguro q en ese momento estaban en alguna arriesgada misión plagada d obstáculos y d peligros. Lo q daría el x un poquito d acción.
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Harry no se equivocaba, en aquel momento Snape, Hermi y Blaise estaban embarcados en una arriesgada misión: Tomar el avión d vuelta a casa.
El obstáculo era: Barajas. El aeropuerto d Madrid era un caos debido a una huelga del colectivo de pilotos q pensaba q ganar 1 millón d euros al año era poco, y a q los controladores aéreos decían q si le subían el sueldo a los pilotos ellos tb querían, así q tb andaban d huelga.
El mayor peligro era la comida d la cafetería del aeropuerto, como demostraba el hecho d q en ese momento veían como unos camilleros se llevaban a las víctimas d una epidemia d Salmonelosis, pillada a través d la mayonesa d la ensalada.
Snape empezaba a pensar q tenía razón Justin: debieron coger el tren. Seguro q todavía llegaban antes Justin y Luna q habían preferido ese transporte hasta París y allí otro tren hasta Londres.
Frente a él un grupo d jóvenes d 17 años, en viaje fin d curso, había formado un semicírculo en torno a un profesor armado con una guitarra, y decía armado xq en manos d aquel hombre era un arma muy peligrosa, y cantaban una canción super ñoña d anuncio d compresas:
"A tu lado me siento seguro, a tu lado no dudo, a tu lado yo puedo volaaaaar".
- ¡Hermi! – la aludida, con los cascos puestos, al tiempo q leía un libro d Ken Follet, no le escuchó. Tuvo q llamar 3 veces hasta q ella hizo caso.
- ¿Q?
- X favor déjame los cascos, no puedo soportarlo. - Señaló al grupo d escolares. Ella sonrió comprensiva, y le dio el discman. Eso estaba mejor. La última canción d ese Muggle Alex Ubago estaba muy bien.
- Atención, - anunció x megafonía la prima d Darth Vader con afonía. – se informa a los viajeros del vuelo con destino Milán q va a despegar en breve.
- Me lo hubiera tragado sino llega a soltar la carcajada irónica. – Hermi se volvió hacia Blaise.
- Estoy contigo. Mira ese pobre hombre d la pierna rota. Lleva dando vueltas media hora en busca d su puerta d embarque. ¿Q tal anoche con Draco?
- Bien. No es tan horrible después d todo. Nosotros tb hicimos cosas q no estaban nada bien. – Hermi se hecho para atrás el pelo con un gesto. - ¿Tu q tal con ella?
- ¿Q ella?
- La chica con la q te acostaste. – la voz d Hermi era irritada, no celosa.
- No me acosté con nadie.
- Blaise hueles a sexo, y del bueno, así q no niegues q te acostaste con alguien.
- Viajeros del vuelo con destino a Nueva York. – la prima d Darth Vader interrumpió su conversación. El grupo d escolares dejó d cantar: debía ser su vuelo. – q sepan q su equipaje ya esta allí.
- ¡Pobres! – se compadeció Hermi al ver la cara d pena q se les quedó. El profesor guardo la guitarra.
- Se lo merecen. – Snape al ver q el arma letal era guardada en su funda, le devolvió los cascos a Hermi. – Bueno, Blaise ¿con quién te has acostado?
- ¿Usted tb? No me he acostado con nadie.
- Te creo. – Snape dejó unos segundos d silencio antes d seguir. - ¿Tiene ya vestido d novia?
- Iros al carajo. – Blaise se levantó pero Hermi, le tomo d los hombros y le obligó a sentarse.
- Sólo era una broma. Tranquilo. Seguro q el 7 es tú número d la suerte.
Esta vez Blaise se levantó dispuesto a irse, pero en ese momento:
- Señores viajeros sale un avión. No sabemos hacia dónde va. Pero sale. Es el vuelo 236918 d la compañía British Airways. Sus pasajeros deben ir a la puerta d embarque 15.
- ¡Es el nuestro! – los 3 se abrazaron como unos náufragos en una isla desierta al ver q van a ser rescatados.
X fin iban a salir de aquel maldito aeropuerto. Al pasar x delante del profesor y su grupo d alumnos, Snape les hizo una mueca burlona.
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Si Harry quería acción no tenía q aparecerse en el aeropuerto d Madrid; bastaba con ir a su casa, donde Sirius & James habían tenido una feliz idea: Hacer puenting.
Para ello se habían subido al tejado d la mansión, con unas cuerdas d tender la ropa q se ataron a la cintura. Estaban ya a punto d saltar, cuando Giny, avisada x Ron q era su ojito derecho, xq él no la daba disgustos, apareció en el jardín.
- ¡Bajad ahora mismo! – ordenó Giny a sus rebeldes hijos.
- ¡Vale! – contestaron alegremente los niños. Al fin y al cabo esa era la idea. Y ellos q pensaban q su madre no la comprendería.
- ¡No! ¡No bajéis! – Giny cambio d idea al comprender cual era la forma en q iban a bajar.
- Mama, x favor, decídete. – la pidió James, moreno, ojos castaños y el pelo liso y lacio d su madre.
- Sí y relájate q lo tenemos pensado todo. – la aseguró Sirius q era igual a su hermano en todo salvo en el pelo desordenado q heredó d su padre. – Llevamos una cuerda d seguridad. – señaló la cuerda d tender vieja q él y James llevaban atada a la cintura.
- Y si falla la cuerda abajo esta Lily. – James señaló con un dedo a su hermana pequeña q iba d un lado a otro con un cojín pequeño q a duras penas hubiera amortiguado la caída. Eso contando con q Lily lo colocara en el lugar adecuado.
A Giny le empezó a dar un gran dolor d cabeza. Decidió q ya había tenido bastante. Sacó la varita y transporto a ella y a sus hijos al interior d la casa.
- Estáis castigados los 4. No vais a jugar al jardín en una semana. – sentenció Giny en tono tajante.
- Pero si yo no he hecho nada mama. – se quejo Ron, mientras su hermano Sirius le imitaba haciendo reír a James.
- No es justo, mami. – gimió Lily cruzando sus brazitos. – Yo era la siguiente en saltar. Nunca me dejáis hacer nada divertido.
- Mama, me parece q no los has pensado bien. – James la hablaba como si tratara d hacerla entrar en razón. – si nos quedamos encerrados en casa una semana… la castigada vas a ser tú.
Pese a q el razonamiento d James no carecía d base, Giny lo desdeñó. Tras asegurarse d q no había nada con q los gemelos pudieran fabricar una bomba o algo similar, Giny se bajo al salón y empezó a dar vueltas.
Esos 2 eran incorregibles, como a Harry le hacían gracia no había forma d disciplinarles. ¿Xq no podían ser tan formales como Ron? Vale q él tenía 6 años, y los niños 4 pero aún así… Ron a su edad no le daba tanta guerra. Lo peor era q Lily, la pequeña, trataba d emularles y se estaba volviendo tan traviesa q Hanah no quería traer a su hija Alice para q Lily no supusiera una mala influencia. Estaba preocupada x el futuro d esos 4…
¡Un momento!
Giny tuvo q sentarse al tener una aterradora y escalofriante revelación: empezaba a pensar como su madre.
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¡Q horror! Parecerse a Molly, pobre Giny es lo q la faltaba. Lo siento si a alguna/o le cae bien Molly pero es q a mi me parece una maruja, cotilla, hipócrita, superficial… En resumen q no la aguanto.
X cierto, cuando digo Hermi, me refiero a la d pelo negro y ojos violeta, y si digo Hermione es pelo castaño y rizado y ojos castaños. Vamos, la de toda la vida.
En fin, en el próximo capítulo: Hermi le presentara los resultados d la "investigación" a Giny, Perséfone se encontrara con Blaise, q romántico, puede q ella sea su 7ª esposa… y cosas q se me acabarán ocurriendo sobre la marcha.
En cuanto a los mensajes:
Sara Meliss: No pro favor no te me mueras de ansias ni de nada. No puedo perder a mi primera lectora, o a la primera que me deja mensaje así. Gracias por lo de que escribo muy bien. Espero que este capítulo tb te haya gustado. Chao.
Any Tgrandchester: Hola, me encanta que te encante. Comparto tu opinión: Ginny tampoco es mi favorita, pero Hermione me cae genial. No sé un día me dio por pensar quien era el traidor más improbable y pensé que era Hermione. Si, que Ginny esta algo salida, je, je. Aunque con Draco de por medio no es tan extraño. Creo que Justin hubiera disfrutado bastante con el favor a Draco, pero parece que Hermione ha decidido hacerlo ella personalmente. Cuando digo que Hermione come por dos es un efecto secundario del encantamiento, aparte que eso de cambiar de forma debe gastar mucha energía, mira Sirius, (momento de silencio por él) el hambre que tiene siempre. Espero que te haya gustado la continuación.
Gin-ynia: ¡Me encanta que te encantara! Ya ves que ya escribí el nuevo capítulo. ¿Así que tb tienes uno de espías? Pues si tengo un hueco me paso y lo leo. Lo de comando águila me suena a grupo de Ravenclaws, será porque es su símbolo. Chao.
Prue Ryddle: Hola te respondo al RR largo ¿vale? La biodramina son unas pastillas o chicles que se toman para no marearse en aviones y coches durante un viaje más o menos largo. Hablando de largos, sí casi todos los capítulos va a ser bastante largos, porque tengo una facilidad para enrollarme. Lo de la pequeña Lily, yo nunca me lo planteé hasta que me puse escribir, es que ya te digo que H & G no es mi pareja favorita, así que hasta ahora nunca me he planteado como será su descendencia. Bueno ya has visto que los gemelos son un peligro público y por lo visto la pequeñaja no se queda atrás. A mi también me encanta la Hermione desmadrada, creo que es genial sobre todo porque también adoro a Blaise, (suspiro) tengo que plastificar el teclado cuando escribo sobre él. A Ginny no la aceptaron porque con los sobre protectora que es su madre, sus hermanos y ya de paso Harry, pues trataron de alejarla del peligro como a Hermione, aunque a esta última más bien la arrojaron a la cueva de lobo armada con una pistola de agua. Sin la pistola más bien. Si, Blaise le pego un buen puñetazo a Draco, aunque se lo merecía, al menos un poco. El problema de Justin es que esta tan bueno que nadie se cree que sea homosexual. Pobre Luna, aunque creo que nadie es demasiado excéntrica para ser mortifaga, peor si que esta algo loca. Sí, Justin al final se acostumbro a Snape, después de 10 años, como no. Los puntos de Blaise con las chicas son muy buenos, hay tantas mujeres en su vida que no retiene los nombres. Creo que lo de Lochkart en el ministerio tiene que ver con Molly Weasley, ya sabes que para ella ese hombre es el dios protector contra las fuerzas oscuras. No sé yo si Doris ayudara a Snape o lo liara más de lo que esta. Es verdad pobre Lupin, menos mal que el tiene recursos para todo. · Tranquila no me mareaste con el RR, pasa que la respuesta me esta ocupando un montón a mi tb, ;-) Perdona por no contestarte a todo. Ya, pero una cosa es que escriba por amor al arte y otra que escriba para los virus que pululan por Internet, no sé, me gusta saber que hay gente al otro lado de la pantalla. Hasta pronto, espero que no te murieras esperando.
Besos.
CarlaGrey.
Orgullosa Lupina.
Miembro d la orden Siriusana.
( Lo resucitaré con el libro d las Tinieblas.)
