Disclaimer: los personajes no son míos son de Rowling, Warner Bros y algunos entes más. No lo he comentado nunca pero yo escribo x amor al arte, no saco dinero ni nada, así q no me demandéis. X cierto cualquier coincidencia con la realidad, es eso una coincidencia.
Hola, hola, perdón, de verdad, siento la espera, no pensaba haceros esperar tanto, pero es que deje lo de actualizar este fict para el día antes de irme de vacaciones y la página estaba mala y no pude subirlo, pero en defensa mía decir que nada más llegar me he venido a actualizar, ahora si vamos a responder a los Mensajes:
Ferny Weasley: Hola, siento que la espera haya sido tan larga, lo siento de verdad, espero que no te me hayas muerto de aburrimiento, ¡Q horror para tres lectores que me hacen caso los mato de aburrimiento! Para compensar aqui tienes un capítulo mazo de largo. Besos.
Loraine Potter: Hola, me alegra que al final no se te hiciera tan extraño la historia, ya sé que en muy pocos capítulos meti más información de la que se puede digerir pero es que es un fict corto y la acción va muy condensada. Pero es que he leído algo que me ha dejado un poco alucinada: ¿Te gusta Lochkart? No me entiendas mal, yo me rió mucho con él pero... ¿Te gusta Lochkart? Nada, chica afila tus uñas y a competir con Percy, que a Doris ya te la quito Snape de en medio. ¡Ey! Yo tb llamo a Fleur Barbie, solo que para mi es la Barbie Torneo de los 3 Magos, (El Dragón escupe fuego es opcional), me gusta el nombre de Penny es hortera, pero igual lo uso. Yo tb estoy mosqueada con la obsesión de Snape por Lupin, es mayor que la mía y eso no puede ser. por cierto aún no ha salido nada de la esposa de Remus porque aún no tengo muy definido al personaje, en cuanto lo tenga te la presento. Si, pobre Harry, y lo que le queda, una servidora es más cruel que Voldy, ;-) Bueno, un beso, y no creo que seas pesada. Al contrario, ójala hubiera más como tú.
Sin más rollos CarlaGrey Pictures presenta un nuevo capítulo de esta producción:
4. SORPRESAS.
Harry salió del ministerio x la salida de la cabina de teléfonos. Iba agotado, cansado y furioso después de la reunión con Lochkart. Nadie sabía las ganas q tenía de q a Lupin se le acabara la baja x paternidad...
Como primer asunto importante Lochkart les había enseñado las felicitaciones q iba a mandar x Navidad, para la q aún faltaba la leche de tiempo, y en las q se veía a Lochkart vestido de elfo de Santa Claus.
El segundo asunto había sido el informe d Cho sobre los movimientos d la ex señora Lochkart, de la q se decía q andaba con Snape. Y eso q Harry pensaba q el gusto d esa mujer ya no podía empeorar cuando se casó con aquel plasta. El caso es q Doris parecía desaparecida del mapa, lo cual no era de extrañar estando Cho a cargo de la misión, el caso es q Harry la envidiaba x no verle la cara a ese hombre... cada día.
El tercer y último asunto era la gran e importante noticia de q Lochkart había sido nominado al premio a la sonrisa encantadora otorgado x la revista Corazón d Bruja otra vez. Y ya iban 12. Si lo ganaba entraría en la historia ad de en un programa d protección dental para toda la vida.
- ¿Os tomáis algo en el Caldero? – pregunto Colin Creevy, a Harry & Neville con los q había salido de la cabina.
- Yo prefiero irme a casa con Hanna & Alice. ¿Os enseñe las últimas fotos de mi hija? – Neville empezó a rebuscar en su capa para sacarles el álbum familiar.
- Sí ya las vimos. – se apresuraron a responder Harry & Colin.
- ¿Tú te apuntas, Harry? – En ese momento Harry hubiera dicho q sí, ya q últimamente no le apetecía andar x casa xq Giny estaba algo rara. Pero entonces Colin añadió. – He quedado con Cho. – Y se le pasaron las ganas.
- No, me voy a casa. A controlar q los gemelos no la quemen. – Colin asintió comprensivo.
Harry se dirigió a la estación d la red Flu cercana, mientras pensaba q los Gemelos eran la mejor excusa para evadir compromisos sociales. Tan despistado iba x la calle q se choco con una mujer joven y morena. Intercambiaron disculpas, pero a Harry le dejo algo desconcertado xq la mujer le era familiar...
Después de tomar la red Flu, llegó a su casa en breves segundos, y se encontró con una agradable sorpresa.
- ¡Giny! ¡Estás preciosa!
La joven se había vestido como para una cena d gala, con una túnica d un rojo imperial, ligeramente ceñida, el pelo recogido en un moño del q escapaban algunos mechones rizados, y la cara maquillada discretamente. Hacía tiempo q no se la veía tan arreglada, lo cual era genial xq se supone q contratarían una canguro, saldrían a cenar x ahí y pasarían la noche bailando, como hacían los primeros años d casados. Animado x esa perspectiva, Harry sonrió:
- Dame unos minutos y me pongo a tu altura. ¿A q restaurante vamos? ¿Quién hace d canguro?
- No te acuerdas. – El tono d Giny era acusador.
- ¿Acordarme? – Harry se desordeno el pelo con la mano tratando d recordar.
- ¿No sabes q día es hoy? – el tono d su esposa estaba evolucionado de acusación hasta cabreo profundo.
- Pues... - Esta vez Harry hizo un esfuerzo mental: No era el día de los enamorados, ni su aniversario d bodas, ni hacía años q se conocieron, ni el del día q la pidió salir, ni el de su primer beso, ni el de su primer baile, ni el de la 1ª vez q dijeron lo mismo al mismo tiempo... (NdA: ¿todas esas cosas celebran? OO ¡Q empalagosos!)
- ¡Hoy viene mi familia a cenar a casa! – grito Giny ofendida d q Harry hubiera olvidado eso.
Es cierto. ¡Q agradable sorpresa! – Para Harry lo era, no importaba q Giny se lo hubiese repetido 70 veces en las últimas 24 horas, además era el final perfecto para un día perfecto.
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La cena familiar incluía 2 mesas: la de los niños, con 5 personas, y en la q gracias a James & Sirius podía iniciarse una guerra d comida en cualquier momento; y la de los adultos, q se diferenciaba de la de los niños en q había más gente y era más grande y no en la madurez d los comensales.
- ¿Q tal el trabajo con Lochkart? – pregunto Arthur Weasly, Ministro de Magia, lo q le hacía el hombre más poderoso y respetado en todos los hogares del Mundo Mágico. En todos menos en el suyo donde no podía ni pedir q le llevaran las patatas al salón, x si quedaban migas. Era uno d los pocos hombres q llevaba el asunto d la pérdida d pelo con cierta dignidad, y lo raro más q se puso en su vida para disimularlo fue un sombrero adornado con frutas tropicales.
- Pues bien, cariño. – Molly Weasly, primera Dama del mundo Mágico, abrió su bocaza antes de q Harry & Percy, a los q iba dirigida la pregunta, contestaron. - ¿Cómo les va a ir mal con alguien q sabe tanto de la lucha contra las fuerzas oscuras como él?
- Mama, tiene razón de hecho espero q Lupin este mucho tiempo d baja xq Lochkart es atento. – Harry estuvo a punto d atravesar la garganta de Percy con la cuchara d postre x eso frase. X alguna razón Giny se acordó del comentario de Hermione, sobre su hermano y el jefe de este. Penelope miraba a su marido con obvio desagrado.
- Hablando de gente atenta, ¿sabes a quién vi el otro día, Bill?
- No, mama, no lo sé. – aunq Bill se lo temía.
- A Fleur, iba con su hermana, Gabrielle. Estaban d compras. X las bolsas q llevaban, debieron d gastarse una fortuna.
- Sí, gastar fortunas es su especialidad. Siempre y cuando las fortunas no sean d ellas. – Bill se refería a q la hermanita d Fleur, se había divorciado d su marido Seamus Finnegan, y le había sacado hasta los riñones. Seguramente estaban gastando el dinero tan honradamente ganado.
- Esta más guapa q nunca. - Molly ignoró el comentario d su hijo. – La invite a cenar para tu cumpleaños, Giny.
- ¡Q bien, mama! – Giny sonrió falsamente xq no la parecía nada bien q la Barbie Torneo d los 3 Magos estuviera invitada a su cumpleaños. X fortuna aún quedaba mucho para esa fecha, y siempre cabía la posibilidad d q a Fleur la surgiera algo y no pudiera acudir.
- ¡NO esta bien mama! - se enfado Bill. – Estoy harto de q intentes q me reconcilie con esa mujer. – Bill lanzó la servilleta contra la mesa. – Me largo a mi casa. Hermana una cena deliciosa. – Le dio un beso en la mejilla a Giny. – Harry a ver cuando pasas x Hogwarts.
- En cuanto tenga un hueco. – Harry estrecho la mano del pelirrojo, q trabajaba en la Escuela como profesor d Aritmancia. – Me han dicho q Flitwich es un director excelente.
- No esta mal.
Tras esto Bill abandonó el comedor y se volvió a la escuela x la chimenea. Penelope apuro su copa hasta el fondo. Ahora era su turno.
- ¿No habrá sido algo q yo he dicho? – pregunto Molly con tono inocente. – No importa. Percy, cariño, ¿es cierto eso de q tu y Penny (NdA: va x ti Loraine) os vais a divorciar?
- MI nombre es Penelope, señora. – El tono de la mujer era glacial, y había un brillo de desafío en sus ojos oscuros cuando miró a su suegra. - Y. Sí vamos a divorciarnos.
- ¿Q pasa con tu hija? ¿Vas a dejarla q crezca sin padre? – Molly dio a entender q solo una madre irresponsable haría eso.
- Percy podrá ver a nuestra hija siempre q quiera, o cuando su trabajo sea menos importante para él q su hija. Xq con el tiempo q se dedica a él, y el poco q pasa en casa, esta claro q Clio esta creciendo ahora mismo sin padre.
- MI hijo tiene importantes obligaciones, es normal q no pase tanto tiempo en casa como le gustaría.
- Pero muy mal pagadas, le recuerdo q soy yo la q paga las facturas.
- X eso no funciona vuestro matrimonio, xq tu no estás en tu lugar la casa. No eres q una d esas mujeres q abandonan a sus hijos para ir a trabajar. – Léase trabajar como si te fueras de fiesta todas las noches.
- MI matrimonio no funciona xq usted es insoportable y xq su hijo me pone los cuernos con una rubia de cabeza hueca. – En este punto, Penelope, se había levantado de la silla y había apoyado las palmas de sus manos en la mesa. Entonces se dio cuenta q no merecía la pena. Esa mujer y ella nunca se iban a llevar bien. Lo mejor era irse a casa. – Nos vamos a divorciar, señora, así q vaya haciéndose a la idea. Clio, coje tus cosas, nos vamos a casa.
- ¿No puedo quedarme a dormir? – pregunto la niña con una d esas caras q en las comedias de situación hace al público soltar un OOO tierno.
- ¿Te importa, Giny?
- En absoluto.
La morena obsequió a la pelirroja con una sonrisa de agradecimiento, dio un beso a su hija tras obligarla a prometer q sería buena, y luego fue a la chimenea para volver a casa.
Después q Penelope abandonara la sala, se hizo un espeso silencio sobre la mesa.
- Percy. – Arthur decidió abordar el tema, puesto q como cabeza de familia, era su responsabilidad. - ¿Has engañado a tu esposa con una rubia?
- No. – la estoy engañando con mi jefe, añadió para sí.
- ¿Cómo la va estar engañando? Nuestro Percy, jamás traicionaría a nadie. Son invenciones de esa chica, Percy, cariño, te dije q no me gustaba para ti. En fin... Pasemos a un asunto agradable: Giny & Harry... ¿Para cuando nuevo niño?
- Pronto. – aseguró Giny a la q la idea de un nuevo hijo la daba pavor.
- Tal vez el año q viene. – corroboró Harry, q después de ver a Lupin y su esposa esa misma mañana, había recordado lo peor de la paternidad: las noches en vela, los pañales sucios, la carencia de sexo x el agotamiento... Vamos q no estaba entre sus planes.
Finalmente, acabo la cena, y la familia Weasly abandonó la mansión d los Potter, y después de curar a Lily de una quemadura de grado 3 causada x una Bludger explosiva, ya q sus hermanos habían inventado un juego q iba a revolucionar el deporte: el Quiditch explosivo. Harry se enfadó xq la cosa podía haber sido grave, y los prohibió seguir con eso. A los niños no les sentó nada bien:
- Papa. – dijo Sirius. – Frenas nuestra creatividad.
- Si, papa. – la apoyo James. – Es más barato curar unas quemaduras q los traumas psicológicos originados en la infancia.
Pero no coló, y ambos niños se fueron a la cama un poco frustrados. Pero entonces se dieron cuenta: si no era el Quiditch explosivo, ¿xq no el Quiditch acuático?
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Cuando Penelope tomo la red Flu no se dirigió a su casa sino q fue a Hogwarts, concretamente a las habitaciones del profesor de Aritmancia, Bill Weasly. El pelirrojo no se sorprendió de verla allí, sino q sonrió como si lo esperara:
- A ver si adivino: tú has sido la siguiente.
- Has acertado. Ha sido horrible.
- ¡Pobre Penny! – se burló Bill xq sabía q ella odiaba ese diminutivo. - ¿Necesitas un abrazo?
- Y un beso.
Bill, juguetón, se acercó a ella, la abrazó, y la besó... en la mejilla.
- ¿Es q no sabes lo q es un beso? – se enfadó la morena.
- Claro q lo sé.
- Pues vas a tener q demostrarlo.
Bill pasó gran parte de la noche demostrando q sabía lo q era un beso... y muchas otras cosas.
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Blaise se sentía frustrado. Eran tantas las cosas q no acababan de funcionar en su vida q x separado eran deprimentes, pero consideradas en conjunto hacían considerar la posibilidad de cortarse las venas con una hoja de papel: Hermi no le hablaba y estaba más distante con él q nunca; no conseguía ninguna pista sobre el condenado LDT; llevaba desde Madrid sin sexo; instigado x Hermi su elfo estaba en huelga y quería contrato con la Seguridad Social; se había encontrado una cana en el pelo y encima su agente de bolsa le había llamado para decirle q era oficial: su última película, "Collar d rosas negras tatuado en mi alma" le había conducido a la bancarrota. Aunq había hecho historia: sólo 2 personas habían ido al cine, y de todas las copias distribuidas para la DVD solo una se había vendido.
Realmente necesitaba encontrar una buena película pero antes necesitaba encontrar algo con lo q descargar su frustración. ¿Xq no esa lata del suelo?
Le dio una patada a la lata con toda su saña...
- ¡AU! – la lata había golpeado a una chica morena en el tobillo.
- Lo siento. – Blaise fue a socorrerla. - ¿Te he hecho daño?
- NO, estoy bien. ¿Bruno?
- ¿Patricia?
- Casi aciertas. – la joven sonrió. No entendía xq ese chico la hacía ser tan sumisa, ella no era así en absoluto.
- ¿Q haces aquí? ¿Cuándo has llegado?
- Llegue hace unos días. Estoy x un asunto familiar. No sé cuanto me quedaré.
- ¡Genial! ¿En q hotel estás?
- En el "Pato Cojo".
- Es una mierda. Me sobra una habitación. ¿Xq no vienes a mi casa?
- ¿Hablas en serio? Acabas de salvarme la vida.
Mientras acompañaba a Pasifae a recoger sus cosas pensó q acoger a un rollo de una noche en su casa no era la forma de conseguir el perdón de Hermi. Aunq Paloma no era una chica tan complicada como ella.
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La sugerencia de su madre de tener un nuevo hijo había estimulado los instintos maternales de Giny, hacia el peor camino posible...
Al día siguiente había dejado a sus hijos con los elfos, los gemelos estaban muy tranquilos, pero no la preocupo, y se había ido al centro de la ciudad. A una tienda de revelado de fotos, q hacen foto montajes. Les había dado una foto de ella y la q tenía de Draco (la de Beckham) y había pedido q se la mezclara, para saber como serían los hijos de ambos.
La dependienta había puesto una cara muy rara al ver la foto, Giny pensó q el parecido con Beckham debía ser notable. En 5 minutos, Giny casi lloraba de felicidad al ver a una niña pelirroja de ojos grises con el pelo suelto y un niño rubio de vivos ojos castaños con el pelo recogido en una coleta samuray. No es q sus hijos no fueran estupendos, pero tenía demasiados genes de Merodeadores x lo q eran bastante revoltosos.
Cuando se dirigió a la clase de arte estaba más q emocionada ante la idea de tener un niño rubio platino cosido a sus faldas, y las cosas q tendría q hacer para tenerlo...
Sin embargo cuando la profesora las empezó a plantar los grabados en aguafuerte de Goya pertenecientes a los desastres de la guerra se alegro de no estar embarazada, xq sino ya estaría vomitando.
En ese momento, Hermione se levantó y se fue corriendo de la clase. Giny miró a la profesora y decidió salir para ver q la pasaba, x si su intuición era acertada... La encontró tirada en el suelo del baño, frente a una taza, sacó una pinza y la sujeto el pelo, para q no la molestara.
- Gracias. – Apenas dijo esto Hermione se inclino sobre la taza para volver a vomitar.
Al fin se levantó, y se fue a lavar la cara y las manos. Si tenía alguna duda de lo q la pasaba, acababa de confirmárselo su propio cuerpo, pensó Hermione mirando su imagen en el espejo. Y pensar la q le había liado al médico x confundirse de resultados...
- ¿Estas bien? – la voz preocupada de Giny la devolvió a la vida real.
- Sí, es algo q he comido. – Hermione hizo un gesto restándole importancia al asunto.
- Hermione, te he visto comer todos estos años un montón d cosas sin q te sienten mal. Puede ser q estés... embarazada. Lo digo xq si yo lo estuviera después de eso hubiera vomitado. – Giny esperó q su amiga dijera q no, o q si era q sí la mintiera y dijera q no era asunto suyo. Pero x una vez en su vida Hermione decidió ser sincera con su amiga.
- Sí, el médico me ha dado los resultados esta mañana. Aún no lo he asimilado del todo. – Hermione la dedicó una sonrisa nerviosa.
- Me alegro x ti. – Eran lo peores temores de Giny, confirmados. - ¿Se lo has dicho ya al padre?
- ¡No! – Decírselo a Blaise. Seguro q tenía nueva amante, o q demandaba a la empresa d preservativos, o peor aún: la pedía q se casara con él. – Es demasiado inmaduro para asumirlo. Además estos años ha tenido a todas la mujeres q se le han cruzado x delante, x detrás, x los lados... Yo solo soy una más no creo q vaya a renunciar a eso x mí.
- Vaya. – Es Draco, pensó Giny, va a tener un hijo d Draco. – Pero creo q él tiene derecho a saberlo. Cielo, no puedo creer q hayas cambiado tanto, la Hermione q fue mi compañera en Hogwarts le hubiera dicho la verdad sin dudarlo. ¿Q te pasa?
Hermione se había quedado tan pálida, q Giny pensó q estaba a punto de volver a vomitar. Pero en lugar de eso la tomo de la mano y dijo:
- Hay algo q quiero q sepas.
La condujo x un pasillo a una sala en la q databan cuadros y otros objetos d arte. Hermione cerró la puerta, y se volvió hacia su amiga.
- X favor, Giny, no te asustes.
¿De q? Iba a preguntar la pelirroja. Pero entonces Hermione empezó a adoptar su verdadero aspecto: Ojos violetas y pelo negro, liso y lacio... Antes de q Giny se hubiera acabado de recuperar de la impresión, Hermi, la condujo bajo una lámpara de luz UV, la encendió puso el antebrazo bajo él, dejando q un tatuaje apareciera en color verde fosforito.
Giny recordó cuando vio ese tatuaje x última vez. Sobre el cuerpo inerte de Albus Dumbledore.
- ¿Xq? – fue lo único q acertó a decir, mientras miraba la marca como hipnotizada. En esas simples palabras había todo un mundo de sentimientos: xq los había traicionado, xq nunca la dijo nada, xq nadie la dijo nada...
- Es una historia un poco larga. – Hermi volvió a cubrir el antebrazo y apagó la lámpara.
- Tengo tiempo para escucharla.
Tras recoger sus cosas de la clase, se fueron al café de enfrente, y Hermi se lo contó todo a Giny. Cuando acabó se hizo un pesado silencio, ya q cada una estaba inmersa en sus pensamientos. Giny x fin entendía el xq de la ruptura de su amiga con su familia y el mundo mágico. ¿Pero como pudo pasar todo eso a espaldas de ella? ¿Cómo su familia y su esposo llevaban años ocultándole la verdad?
Entre tanto Hermi la miraba con la misma expresión q un condenado esperando la perpetua en Azkaban. Pensó q había algo q aclarar:
- Giny. – El tono de su amiga, sacó a la pelirroja d sus pensamientos. – Quiero q sepas q yo no tuve nada q ver con lo d George & Fred. Jamás revele nada referente a tu familia, me gustaría poder decir lo mismo sobre Tonks, Hestia Jones y Mundungus Fletcher, pero... no puedo.
- ¿Tuviste algo q ver con lo d Beuxbaston? – el tono calmado de Giny sorprendió a Hermi.
Sí y no. Sí xq yo le revele a Voldy la alianza q se había establecido entre ambas escuelas. No, xq yo no fui la q dije como burlar las defensas de la escuela. Blaise se lo sonsacó a esa chica... Hanna Abbot.
- ¿Fudge?
- No, aunq no me hubiera importado. Fue Justin el q disfruto d ese dudoso honor. Giny se supone q no te lo debes tomar con tanta calma.
- No estoy calmada. La verdad es q estoy furiosa contigo y con mi familia. Contigo no por ser mortifaga sino x no haberme dicho la verdad en todo este tiempo, en cuanto a mi familia... Es obvio q aún piensan q soy la niña pequeña a la q hay q proteger de todo, la q confía sus secretos a Diarios escritos x dementes asesinos.
- Al menos no te uniste al asesino en carne, sangre y hueso. ¿Hay algo q pueda hacer para compensarte?
- Una cosa: quiero ser la madrina de tu hijo.
- Hija. Xq va a ser niña. Es una deuda q tengo pendiente con alguien. – Hermi sonrió con tristeza al pensar en Clio, la única persona de cuya muerte se arrepentía. Ese día supo q si sobrevivía a todo aquello, tendría una hija, para compensar la vida más inocente q había quitado.
- Pues de la niña. Y se lo tienes q decir al padre. – A Draco le hará mucha ilusión, pensó para sí.
- Sí. El tb era mortifago.
Lo sé. – Giny se sentía algo rara. Celosa era la palabra. Aunq no tenía xq su marido era estupendo, sus hijos geniales, su vida sexual... Bueno, la verdad es q estaba un poco harta de hacer el amor con itinerario, pero aparte de eso no tenía motivos para envidiar a Hermione x una situación q ella misma había provocado. Decidió cambiar de tema. – Oye ¿eso q dijiste el otro día de mi hermano y Lochkart?
- ¿Lo de q están liados?
- Sí. ¿Xq lo piensas?
- Pues xq les vi el otro día y me pareció notar algo en su forma de contemplarse... Creo q era amor.
- Te creo, pero es q no puedo imaginar al soso de mi hermano Percy en esa situación.
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Dado q Giny andaba de imaginación escasa, si hubiera ido en ese mismo momento al despacho de Lochkart, se hubiera convencido al ver a su hermano mayor "ordenando informes para su jefe". Así es como lo llamaban ellos 2.
- ¿Estas bien, mi servicial ayudante?
- Sí mi atento jefe. Es solo q creo q Penelope, mi mujer, tiene un amante.
- ¡No! ¿Pero q les pasa a las mujeres es q no entienden q el matrimonio es para siempre? Primero se quieren divorciar y luego se juntan con hombres q no nos llegan ni a la suela del zapato. ¿Tienes alguna idea de quién es?
- Lo sé con certeza. Es Justin Finch – Fletchei.
- ¡Oh! ¿Tb te engaña con un mortifago? Sabes he de confesarte q esas escenas de mi esposa besando a Snape en un parque q me ha conseguido esta mañana Chang, me han hecho considerar la posibilidad de detenerle.
- ¿Bajo q cargos?
- Soy el Secretario de Seguridad Mágica. NO necesito cargos. ¿O sí?
- Si. Pero podemos acusar a Finch – Fletchei de magnicidio y a Snape de cómplice.
- Eres un genio mi servicial ayudante. Mañana x la mañana vamos a arrestarles.
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Blaise había huido literalmente de su casa debido a Persefone. Definitivamente ser amable con ella no había sido una gran idea, ahora Blaise veía q esa chica era una aspirante con muchas probabilidades para 7ª ex esposa. Eso no le molaba mucho xq en ese caso significaría q había tenido una esposa cada 7 años contando desde el día de su nacimiento.
En resumen, q se había largado de casa sin desayunar, así q ahora estaba buscando casa donde comer algo. Pensemos: Luna, no, q ella sobrevivía abase de gominolas; Snape, no, q era un adicto a la comida sana, y además x alguna razón q Blaise no alcanzaba a comprender odiaba el chocolate.
En otro tiempo su elección natural hubiera sido Hermi en cuya nevera se podría encontrar de todo, pero entonces se acordó de q ese día hacía años de la muerte de Voldemort, y de Ron. X lo q ese día estaría con una resaca estupenda y un tío/a en la cama.
Sólo había una opción. Blaise se apareció en casa de Justin. Ojalá se pudiera ir así al continente pero el maldito mar hacía imposible aparecerse, en esas ciudades. Cuando llamó a la puerta d Justin tenía una extraña sensación, como cuando se te eriza el vello antes de q caiga un rayo.
No le costó mucho ver en una calle a un grupo de magos, con las palabras somos los inútiles de la academia de aurores escritas en la frente. Ninguno se fijo en el elegante chico moreno q entro en la casa q estaban a punto de asaltar.
Justin le abrió vestido con una túnica blanca, y a Blaise le mareó el aroma a incienso.
- Buenos días colega. – Blaise le dio una palmada en el brazo al tiempo q pasaba e iba directo a la nevera, en la q sólo había unas zanahorias. - ¿Has visto q vas a tener visita?
- ¿Te refieres a esos de ahí abajo q dicen ser aurores? – Justin miro con desaprobación como Blaise ignoraba la zanahoria para tomar restos de sushi de cuando Hermi fue a cenar, 3 semanas atrás. – No me extraña q tengamos tanto trabajo... Viene a detenerme.
- ¿Xq?
- X el asesinato de Fudge.
- Pero eso fue hace una eternidad... - Blaise hizo un gesto para restarle importancia. – Y ese tío era un capullo, deberían de ponerte un monumento x eso. ¿Cómo lo sabes?
- Legimancia. – Justin hizo un gesto elegantemente gay elevando ambas manos a la vez hacia le frente. – Es un coñazo xq he tenido una idea para encontrar el libro.
- ¿Así? ¿Cúal?
- He pensado en encontrar el libro a través del plano astral. – Al ver q su amigo le miraba con cara de no entender nada, Justin se explico. – Si me concentró lo suficiente podré ver allá de las apariencias y encontrar la energía mágica q debe producir ese libro. Eso es lo q hacían los aurores en su origen: buscar las auras de los perdidos.
- Suena bien.
- Lo sé, pero no puedo hacer nada si estoy detenido.
- No hay problema. Tu ponte a ello, yo me tomo esta poción polijugos, salgo con tu forma, ellos me llevan detenido y luego vas a avisar al jefe y me sacáis.
- No creo q Snape pueda hacer mucho x ti.
- No me refiero a ese jefe, sino al super jefe, el culpable de todo según Snape: Remus J Lupin. El verdadero Secretario de Seguridad Mágica y la persona q puede firmar mi acta de libertad sin problemas.
- Esta bien.
Ambos hombres chocaron las manos en señal de acuerdo.
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Snape había tenido un buen día: casi había vendido un piso. Y sin lanzar una Imperius. El posible comprador había prometido llamar al día siguiente, y Snape estaba tan feliz q se pasó la noche haciendo el amor con Doris.
X eso al día siguiente estaban cansados cuando oyeron un ruido. No podía saber q al contrario q a Justin, Lochkart había decidido detenerle en su casa y no en la calle. Se planto delante de la cama donde su ex esposa y su amante dormían aún abrazados, alzó la varita y con la voz más autoritaria y masculina q fue capaz d poner, (NdA: ¿veíais Campeones? Las voces q les plantaban a algunos personajes q eran de tía total, pues así.), dijo:
- ¡Estas detenido escoria mortifaga!
Ante el ruido Snape abrió un ojo, y luego lo volvió a cerrar al tiempo q la susurraba a Doris:
- Cariño, ¿Es mi imaginación o el capullo de tu ex marido esta en nuestro cuarto?
La mujer abrió tb un ojo y tras mirar al rubio q estaba frente a la cama:
- Me temo q no es tu imaginación. Lo q no entiendo es los cargos bajo los q pretende detenerte. - La mujer se sentó en la cama sujetando la sábana con una mano, ya q bajo ella estaba desnuda y le dedico a su ex marido una mirada desdeñosa.
- Cómplice de magnicidio.
Pero si últimamente no he matado a nadie. Aunq no es x falta de ganas. – Snape le miró como si fuera un estudiante de pociones inútil al q estuviera a punto de quitar 8.000.000.000.000.000.000 puntos, pero no lo hacía xq ni siquiera se merecía ese esfuerzo.
- Me refiero al asesinato de Cornelius Fudge. Aunq podría olvidarlo si no vuelves a ver a mi mujer.
Snape miro a Lochkart, miró a Doris, volvió a mirar a Lochkart, volvió a mirar a Doris y ...
- Será mejor q me detengas. – Snape estaba a punto de levantarse, pero Doris emocionada de lo q él acababa de decidir, q prefería q lo detuvieran a renunciar a ella, le dio un beso apasionado. Él aprovecho para susurrarle. – cuando me vaya vete a ver a Lupin.
- Xq es él único q puede ayudarte.
- No xq él tiene la culpa de todo.
- Nunca cambiarás. – suspiro la mujer.
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Justin estaba en el centro de la habitación relajado, concentrado únicamente en su respiración. Poco a poco todo el mundo físico fue desapareciendo mientras él se iba adentrando en el plano astral.
Podía notar alejándose de él, el familiar aura d Blaise: una especie de pantera negra siempre dispuesta a destrozar con sus garras a los enemigos de sus amigos.
Más lejos de allí percibió el aura de Hermione: Una flor de llamas azules q en aquél momento se agitaban preocupadas. Creyó percibir otro aura pequeña cerca de su amiga... Tb vio los restos de un encantamiento Fidelius traicionado: un lazo luminoso roto.
Avanzando hacia Blaise, estaba Snape: Una compleja maraña de hilos verde y plateados en continuo cambio, pero cuyo centro se mantenía inalterable e impenetrable gracias a la Occlumancia.
Dio forma a su propia aura, la del halcón para elevarse x el plano astral y tener una vista panorámica de él. Gracias a eso pudo ver el aura dorada de Remus Lupin, junto con las de su esposa y su hijo, avanzando hacia ellos, un perfecto templo blanco de luz: Doris... Busco una gran acumulación de energía oscura en la ciudad y la encontró: pero se equivocó, era Bellatrix y un grupo de mortifagos. Pudo notar q uno de ellos, una especie de Dragón verde – plateado se removía impaciente...
Era interesante comprobar q ellos estaban en la ciudad, pero no era lo q buscaba. De pronto lo encontró. Un resplandor rubí en medio de una gran oscuridad... ¿En casa de Blaise? Propio de él, tenerlo ante sus narices y no verlo.
X curiosidad y xq ya q estaba allí podía aprovechar, se dirigió de nuevo hacia Hermi, localizo el lazo roto y trato de seguirle el rastro x el plano astral... y lo encontró. La persona q había traicionado a la nueva orden antes q nadie, la persona q vendió a Hermi, la persona x la cual él tuvo q vender a sus amigos.
Esa persona...
¡Estaba en su casa!
Justin salió bruscamente del trance, para mirar a la persona q tenía frente a él.
- ¿Has descubierto mi secretito? – Negó con la cabeza. – Eso no esta bien.
Lo siguiente q Justin vio fue una enorme cabeza de Buda de madera yendo hacia su cabeza.
Luego cayó inconsciente.
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Hermi vaciló antes de llamar a la puerta de Blaise. La llamada del hospital diciendo q Justin estaba ingresado con traumatismo cráneo encefálico producido x golpe contundente contra la bañera la había puesto histérica. Era propio de ese día: ese día de celebración para todo el mundo mágico, para ella era una mierda, y kármicamente nunca traía nada bueno.
¡Menos mal q Luna lo encontró y llamo al hospital! Aunq el elfo de Blaise tb se portó muy bien. Hermi se alegró de haberle apuntado a ese curso de primeros auxilios.
Al fin se decidió a llamar a la puerta, y en vez de Blaise la recibió una chica joven y guapa morena, muy simpática. Hermi la odio al instante, y de alguna forma supo q el sentimiento era mutuo.
- Hola. – pese al odio instantáneo, Hermi saludo amablemente. - ¿Esta Blaise?
- No, ha salido. ¿Quién eres y xq le buscas?
- Soy Hermione Granger una compañera de trabajo. ¿Tú?
- Persefone Darkness. Soy su novia.
- ¡Q interesante! – X intuición Hermi supo q era la chica con la q se lío en Madrid. – Sólo era para decirle q un amigo nuestro tuvo un accidente y esta en el hospital. Q Luna va para allá tb.
- ¿Quién es Luna? – Hermi captó el tomo paranoico e inseguro de la tal Persefone.
- Otra amiga. Dile q x favor vaya al hospital, es el London Clinic.
- Se lo diré.
"Vaya puta" pensaron ambas mujeres de la otra en cuanto se dieron la espalda.
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Draco, estaba más q impaciente y harto ante la nueva idea feliz de su tía: ir de compras.
Bajo el lema: no podemos ser el azote de los sangre Sucias con esta ropa pasada de moda, Bellatrix se había lanzado a renovar el atuendo oficial de mortifagos, cambiando las viejas capas con capuchas y máscara x... trajes de cuero ajustado y la máscara de cuero.
Draco no sabía si lo q quería su tía era dominar el mundo o fundar una casa de masajes especializada en fantasías sado – maso.
Y todavía su tía y Dione Derrick, embutidas en los trajes de cuero, se podía aguantar. Pero es q había q ver a la vaca burra...
X fin acabo la prueba de los trajes, y Draco decidió tomarse el día libre. No le costo deshacerse de su pastora alemana, una mortifaga q le pusieron para seguirle, gracias al caos del metro.
Próxima parada: la casa de su jefe, Remus Lupin.
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Hermi miró el hospital con verdadero susto. No es q estuviera sucio ni nada, ya q era un hospital privado, sino q los pasillos estaban vacíos y desiertos como en una de esas películas de terror a las q ella era tan aficionada hasta q empezó a formar parte de una d ellas.
Preguntó a la recepcionista, de aspecto tan siniestro q parecía capaz de hacerte la autopsia en vivo sin perder esa sonrisa de dientes amarillos, donde encontrar a su amigo. Ella le dijo q en la tercera planta.
Tomó el ascensor, q parecía poseído x el espíritu de Heidi x los saltos q pegaba, y llego a la planta 3. Justo a tiempo, en ese momento un médico q parecía frustrado xq no le dejaran experimentar en humanos, llamó a los familiares de Justin.
- ¡Yo! – Hermi levantó la mano con tanto ímpetu como si estuviera en clase d Transformaciones.
- Su amigo esta bien, aunq le hemos tenido q sedar. Pero se recuperara. Esos golpes con los objetos de madera... Puede pasar a verle.
Hermi feliz ante la idea de q su amigo estuviese bien, paso a verle. El pobre estaba ahí tumbado dormido con la cabeza toda vendada. Hermi sonrió maternalmente, cosa q hacía x primera vez en su vida.
Fue entonces cuando Hermi se dio cuenta de algo q la hizo dejar de sonreír: el médico dijo q se había golpeado con un objeto de madera.
La bañera d Justin no era de madera. Es más, el único objeto de madera q Justin tenía en su casa era el Buda ese horrible. Luna había mentido y la única explicación para eso era q no fuera un accidente, sino q Luna le había atacado.
¿Xq Luna iba a atacar a Justin? A no ser q ella fuese el Guardián Secreto q todos la decían q Dumbledore la puso, y q ella nunca creyó q Dumbledore la hubiese puesto.
Hermi no pudo esperar sentada x más tiempo: empezó a dar vueltas x la habitación mientras su cerebro hervía de ideas y sospechas. Poco a poco vio lo q había pasado aquella mañana: Justin debió descubrirlo, Luna descubrió q Justin la había descubierto, Luna intento deshacerse de él y le golpeo con el Buda. Pero el golpe sólo le dejó inconsciente. Iba a rematarlo pero apareció Troqui a Luna le daban yuyu los elfos domésticos y no era capaz de hacer un hechizo decente cuando había uno cerca. X eso llamó al hospital.
En ese momento Hermi volteó para encontrarse con Luna. Y x primera vez desde q la conocía en vez de ver una expresión de despiste total, vio la taimada expresión de una traidora.
- ¿Xq? – aquello era lo único q Hermi no había logrado deducir.
- ¿Xq he atacado a Justin? O ¿Xq os traicione?
- Lo 2º.
- Tu deberías saberlo mejor q nadie, te pasaste mis 4 primeros años en Hogwarts amargándome alejando a Ron de mi.
- Lo veo difícil, xq hasta 5º ni Ron ni yo sabíamos de tu existencia. Además él no te aguantaba, y yo no tenía nada q ver con eso.
- ¡Mentirosa! Era a ti a quien no aguantaba. ¡Pero si os pasabais el día discutiendo!
- Sí, lo sé. – aseguró Hermi con una sonrisa nostálgica.
- X eso cuando mi señor, me propuso ser su espía en la Orden a cambio de librarme de ti, yo me puse manos a la obra. Convencí a Potter de q estarías a salvo en casa, y luego Ron se convenció de q yo sería mejor Guardián Secreto q él. X eso te entregué al Amo, pero tú lo estropeaste y en vez de dejarte matar tuviste q traicionar tb a la Orden.
- ¿Q quieres q me disculpe x tener instinto de supervivencia? En cualquier caso muerto Voldy, no entiendo q ahora trabajes para Bellatrix. Ella no tiene tanto poder.
- Cuando tenga el LDT será la bruja oscura más poderosa q jamás haya existido. Ha prometido resucitarme a Ron con ayuda d un hechizo de ese libro.
- Escucha, Luna, no debes hacerlo... Es peligroso. Aún en el remoto caso de q funcionara, cosa q no suele suceder, lo q volvería no sería la persona q quieres resucitar: Si no algo oscuro y antinatural. Lo q traerías de vuelta es un Dementor.
- Mientes.
- Es cierto. ¿Crees q si fuera posible la resurrección de muertos yo no lo habría intentado ya? Pero es muy improbable q funcione.
- ¡Mientes! Eres una mentirosa, funcionará. Tiene q funcionar.
Mientras Luna empezaba a hablar sola moviendo la varita de un lado para otro Hermi lo único q podía pensar era en sacar a esa loca de allí, para proteger al indefenso Justin. Cuando al fin tuvo un plan al puro estilo Griffindorf, es decir, suicida absoluto, tomo aire y se lanzó hacia la salida.
Al principio Luna se quedo algo sorprendida pues no esperaba ese movimiento, pero luego reaccionó y corrió tras la morena.
Hermi entretanto había llegado a las escaleras de emergencia, corriendo a través de los pasillos desiertos de aquel sitio q parecía un hospital fantasma. No tomo el ascensor xq le parecía una trampa mortal. Cuando llegó a las escaleras tuvo un momento de duda: Arriba o abajo.
Abajo, pensó. A las pibas de las pelis de terror q subían la escalera el asesino de turno las machaca sin piedad.
Oyó la maldición de Luna cuando llegaba la final del primer tramo: sin dudar puso sus 2 manos en la barandilla y saltó al otro tramo y fue haciéndolo así logrando algo de ventaja.
Cuando llegó al último piso respiró: aquello daba a la calle y allí podría pedir ayuda. Pero se equivocaba. Cuando abrió la puerta de un empujón se encontró con un montón de camillas de metal con unos cuerpos tapados x sábanas: estaba en el depósito de cadáveres.
Joder, pensó, tenía q haber subido para arriba. Ahora estoy en el sitio ideal para q ella se deshaga de mi cadáver.
Oyó q Luna había resbalado con algo y se había caído en la escalera.
Eso la daba algo de tiempo.
Sin pensar, Hermi tomo un pequeño bisturí y corrió hacia una salida, con la esperanza de q eso diera a la calle.
Pero definitivamente ese no era su día: aquella puerta daba a la incineradora de cadáveres.
Y el ruido en el pasillo la indicaba q no había marcha atrás.
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Fin de este capítulo.
Je, je. Soy mala y las vacaciones no han podido conmigo. Je, je.
Este capítulo ha sido muy sorprendente: con Luna de traidora, las detenciones de Snape y Blaise, mi pobre Justin en el hospital, Hermi embarazada y ahora en peligro de muerte...
En el próximo capítulo: los interrogatorios a Snape & Blaise, la historia de cómo Draco se hizo espía de Lupin, y sí sabremos quien muere y quien se salva del duelo Hermi vs Luna.
Intentaré q este la semana q viene, si puede antes pues antes. Pero sino puede antes será después.
Y muchos besos para todos.
CarlaGrey
Orgullosa Lupina & Miembro de la orden Siriusana.