Pues q decir, q los personajes no son míos, salvo 2 o 3 q andan despistados x aquí, serían en verdad más de 2 pero esa no es la cuestión. La cuestión es q yo no gano nada x escribir esto, y x tanto no merezco q se me demande x ello, xq además no tengo ni para pagar al abogado. Esto de renovar los Disclaimer es un poco coñazo, ¿eh? Pero ya me tocaba.

Antes de pasar al capítulo... respondemos a los mensajes recibidos del capítulo anterior:

Andy - Wm: Te entiendo, a mi tb me encantaría pescar a Sirius y luego secarlo y... Pero eso es otro fict y sin mucho argumento además. Aquí tienes listo y calentito el nuevo capítulo. Besitos.

Laila: Hola, me encanta que te encante. Sobre todo que te guste lo que dices, el hecho de que no haya una pareja "normal", vamos que no haya mucho de " y fueron felices para siempre", lo pocos que lo son tienen su pasado y sus problemas. Me alegra que encontrarás la forma de buscar mi fict. Un besote.

Sussanh: Hola, lo siento cariño pero a esto le quedan 3 capítulos. Es que no veo como alargarlo más y prefiero dejarlo antes de que empiece a delirar. ¡Sí! Nos vamos de pesca con Persefone, estilo jara y sedal, ¿lo conoces? es una rvista para pescadores con DVD explicativos para torpes. Tb odio a Ginny, antes ni fu ni fa, no aguanto su afán de protagonismo, pero si x llamar la atención de Harry hasta se dejó secuestrar a la cámara de los secretos. Uy, que tus hijos lo lean depende de ti. Bueno, un beso preciosa.

Ginny84 ( o Pilar): Hola, me alegra q te guste la historia, y que creas q es disparatada en vez de un disparate. Trataremos de seguir el ritmo.

Ya estamos otra vez con sequía, bueno, si leéis esto, dejarme un mensajito, vegna sed niñas & niños buenos. Entre tanto aquí tenéis el nuevo capítulo.

8. VELOS Y CEMENTERIOS.

Antes de salir para la mansión de Bellatrix, Lupin le llevo a una sala en la parte trasera de la casa q hacía las veces de armería. Un almacén redondo en cuyas paredes estaban colgadas armas de todo tipo, algunas muy conocidas como pistolas y cuchillos, otras extrañas.

- Nunca vi tantas armas juntas. – Confesó Giny, sin molestarse en disimular su asombro. Tomo una de las armas raras, un puñal muy corto y afilado con forma de media luna. - ¿Q es esto?

- Un Colmillo, no sé cual es el nombre de verdad. – Explico Ambar. – Casi todos los seres mágicos de forma humana lo utilizan. Si...

- Cierto. – confirmo Lochkart, sin ver la mirada asesina de Ambar q odiaba q la interrumpieran. – Yo he utilizado este arma cientos de veces...

- ¿Y esto? – Giny mostró una canica de color naranja.

- Una bola de conjuro. – explico Ambar. – Al chocar contra el suelo se hace una onda expansiva q provoca el mismo efecto q un hechizo. Depende del color, el hechizo es distinto. Esta hace cosquillas.

- Si es un invento muy útil, debo decir. – volvió a intervenir Lochkart q no sabía q se estaba jugando la vida x volver a cortar a Ambar.

Mientras Giny tenía su curso acelerado sobra armas; Lochkart seguía poniendo en peligro su permanencia en esta historia; Snape, Harry & Penelope cruzaban apuestas sobre como lo iba a matar Ambar... Lupin llamó a Justin, Draco, Blaise & Hermi a otra habitación contigua, llena de cajas q x su tamaño y forma solo podían contener varitas.

- No quiero q vayáis a esta excursión desarmados. – explico Lupin. – Todas las varitas confiscadas, o cuyo mago ha muerto vienen aquí. Ten la tuya Blaise.

- ¿En serio? ¿Es mi varita? – Blaise tomo la caja y... allí estaba: 35 cm, madera de ébano y pelo de onza como núcleo. – Pensé q nunca la volvería a ver.

- Lo siento, chicos. – Lupin se volvió hacia los otros 3. – Las vuestras fueron destruidas. No pude hacer nada.

- No importa. – contestaron los otros 3 algo decepcionados.

- Pero puedo ofreceros algo q os sirva. – Lupin tomo una de las cajas y se la entrego a Hermi. – Es de 20 cm, madera de cedro y el núcleo de pluma de pájaro Garuda.

- ¿El pájaro de alas rojas y plumas doradas? – pregunto Hermi con respetuoso asombro. Leyó mucho sobre ese pájaro en el colegio. Tomo la varita, hizo una floritura con ella, y supo q era su varita ideal. – Es perfecta. Gracias, Remus.

- Sabía q sería perfecta para ti. Era la varita de Susan, tu madre. – Lupin sonrió antes de volverse hacia Draco. – Ambar me entrego hace años esta varita: 30 cm, madera del árbol del paraíso y núcleo de escama de dragón.

- La de mi padre. – concluyó Draco. No le apetecía llevarla y estaba seguro de q la varita le rechazaría como le rechazaba siempre su padre. Pero se equivocaba, tal y como comprobó tras hacer un pequeño hechizo. No era la compenetración perfecta, pero no estaba mal. – No esta mal. Gracias, Lup.

- ¿Lup? – Lupin le miro entre extrañado y divertido x el apodo. – Justin, tú me lo has puesto difícil, pero Ollivander me recomendó esta: 25 cm, madera de abedul, y núcleo de pelo de unicornio negro.

- La mía era así. – Justin tomo la caja emocionado.

- Es hermana de tu varita. – informo Lupin.

- Muchas gracias. – dijo el joven probando su nueva varita.

- Acabo de darme cuenta de algo. – comento Blaise de pronto con una sonrisa divertida. – MI varita es la larga. – Y le lanzó a Draco una mirada desafiante, al q en la practica era el único al q podía molestar ese comentario.

- El tamaño no es lo importante. – repuso Draco con tono desdeñoso. Luego se volvió a Hermi & Justin, en busca de apoyo. - ¿A q tengo razón?

- ¿Has oído eso de q han rodado el último episodio de Friends? – pregunto Justin a Hermi, cambiando descaradamente de tema.

- Sí, es una pena. No sé q voy a ver yo al mediodía. – Respondió Hermi aceptando el cambio de tema.

- Gracias x vuestro apoyo. – les dijo Draco sarcásticamente.

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- No puedo creer q el fuera tu amante. – Penelope señaló a Lochkart con una mezcla de incredulidad y desprecio. - Yo pensaba q mi rival sería una mujer estilo Fleur: pelo rubio, inteligente cuando la conviene y q no ha tenido hijos. ¡Joder! si incluso fui a verla y la amenacé con meterla su varita x el culo si ni te dejaba... Ahora q lo pienso es normal q me llamara loca, y q avisara a los aurores.

- Bueno, mi Gyl es rubio, inteligente cuando le conviene, y nunca ha tenido hijos. – replico Percy, tratando de apaciguar a su ex esposa.

- ¿No hemos pasado antes x aquí? – pregunto Persefone, q no estaba muy interesada en las peleas conyugales de Prudence & Pearson. (NdA: q mala es esta chica para los nombres.)

- Pues no. – replico Lochkart con su tono de sé lo q hago, q a cualquier persona sensata le daría ganas de salir huyendo. – Lo q pasa es q estas salas se parecen.

- ¡Y tanto q se parecen! – exclamó Doris con sarcasmo. – O hemos pasado 7 veces x esta sala o hay 7 Yetis disecados.

- Entonces nos hemos perdido. – concluyo Persefone q estaba impaciente x llegar.

- No nos hemos perdido. – Replicaron los 2 hombres con tal pasión, q cualquiera hubiera pensado q les habían insultado de un modo horrible.

- ¡Q manía tenéis los hombres con no reconocer cuando os perdéis! – se lamento Doris. – Es más se os puede decir cualquier cosa horrible, y luego decir q estamos perdidos, q solo captan la segunda parte. Por ejemplo: Lochkart nos hemos perdido y yo fingía todos mis orgasmos; o nos hemos perdido y el condimento q te hizo vomitar era un veneno...

- O nos hemos perdido y yo me acuesto con tu hermano Bill. – Penelope decidió aprovechar y confesar su aventura. Si Doris tenía razón se libraría de una buena.

- ¿Pero q dices, Peny? – Percy la miro de forma amenazadora. – No nos hemos perdido. Mira ya hemos llegado.

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- ¿Voy bien x aquí? – pregunto Ambar desde el asiento del conductor, a su copiloto Bill.

- Pues... - Bill vacilo, ya q Ambar conducía tan rápido q le era difícil ver x donde iba, además él no iba muy a menudo en coche al cementerio de magos. Tras hacer memoria señaló. – Tienes q tomar esa desviación q viene ahora.

Bill señaló una desviación q estaba a 100 metros escasos, pero la poca distancia no desanimo a Ambar, ni tampoco el hecho de q estaba en el carril más alejado de la desviación, o q un camión venía x el carril central a toda velocidad... Acelero, giro el volante unos 360 grados, y cruzo toda la carretera para tomar la desviación con el tiempo justo para q el coche no fuera arrollado x el camión. El camionero les dio un bocinazo.

- Conduce como Lupin. – Dijo Neville desde el asiento de atrás. Su palidez y el tono hacían ver q no pretendía ser un piropo.

- Gracias. – se limito a responder Ambar.

- Tía Ambar, ¿puedes volverlo a hacer? – pidió James q iba junto a Hermi.

- Si, ha molado mucho. – le apoyó alegremente su gemelo Sirius.

- Por mi vale. – repuso la licántropa, tomando una curva de tal manera q el coche se quedó apoyado sobre 2 ruedas laterales.

- No va a poder ser. Hemos llegado. – informo Bill, con tono de q pena, bastante falso. – Nuestro panteón familiar esta x allí, pero no sé si vas a encontrar sitio para aparcar.

Pero Bill se equivocaba, aunq debió preverlo dada la forma de conducir de Ambar. La mujer aparcó el coche al pie de la colina, q llevaba al panteón familiar de los Weasly, donde había una señal inmensa de prohibido aparcar.

- No puedes aparcar aquí. – la riñó Neville. – Es ilegal.

- Tb es ilegal sacar a gente de su tumba. - Señaló Hermi, hablando x primera vez en todo el viaje.

- ¿No vendrá la grúa aquí? – pregunto Ambar, mirando a su alrededor el cementerio cubierto de bruma. – Es q la última vez q deje el coche mal aparcado me mordió un hombre lobo, y estando en un cementerio te puede morder cualquier cosa.

- ¿Te mordieron x dejar el coche mal aparcado? – Hermi abrió el maletero y empezaron a sacar palas y esas cosas.

- No, pero x dejar el coche mal aparcado se lo llevo la grúa, y tuve q ir a mi casa andando. No me importo xq era una noche preciosa, con una Luna Llena... El resto es historia. – repuso Ambar, mirando algo insegura el lugar. - ¿Xq siempre hay esta bruma tan sospechosa en los cementerios?

- Para dar ambiente. - Sugirió Bill. - ¿Para q queréis las palas?

- Para cavar. – susurró Neville.

- Somos magos. Hacemos levitar la lápida y sacamos el ataúd. – respondió el pelirrojo.

- Buena idea. – le felicitó Hermi al tiempo q cerraba la puerta del maletero.

Así todos se dirigieron hacia lo alto de la colina. Ambar girando todo el rato para comprobar q una grúa no se hubiera materializado x allí, y se la llevara el coche, a la vez q empujaba el cochecito de su hijo colina arriba.

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- ¿Te acostaste con Bill? – Le pregunto Percy con furia a su ex esposa. – No puedo creer q te hayas acostado con otro hombre.

- Quien fue a hablar. – repuso Penelope con sarcasmo.

- Y además q ese otro hombre sea mi propio hermano. ¿Es q ya no existe la lealtad? ¿Q pasó con lo de q le muerte nos separe?

Mientras esos 2 seguían con sus neuras conyugales, Persefone sacó una banqueta plegable, puso una cesta al lado, comprobó q la caña de pescar estuviera en buen estado y lanzo el anzuelo al otro lado del dichosito velo. Luego se sentó en la banqueta a esperar pacientemente a q picara algo.

- ¡Pero si tú eres el q siempre pasó de mi! – se quejó Penelope. – Siempre con tus reuniones de trabajo, y q si era x el interés de tu carrera... Ya veo a q te dedicabas mientras yo criaba a nuestra hija.

- Hablando de Clio, no creo q sea lo conveniente q tu sigas teniendo su custodia. – dejo caer Percy.

- ¿Vas a quitarme a mi hija? – Los ojos de Penelope empezaban a mostrar un brillo amenazador.

- A mi no me parece buena idea. – Intervino Doris con tono profesional. – Como psicóloga, puedo decir q los niños sufren mucho ante el divorcio de sus padres, pero en este caso, sería mucho traumático q se la negara la custodia a la madre, ya q para la niña, el padre es un extraño.

- Cierto. – La apoyó Lochkart. – Hazla caso mi atento ayudante, ella es muy buena en su trabajo.

- No necesito la ayuda de un gígolo de medio pelo para conservar a mi hija. – le espeto Penelope sin siquiera mirarle.

- Disculpad. – Intervino Persefone. – Estoy tratando de pescar, y eso requiere silencio, así q si os podéis estar callados un rato.

- Lo siento. – Se disculparon los 4 a la vez, olvidando el hecho de q estaban acatando las órdenes de un libro mágico q además tenía solo 12 años de edad. Tras esto guardaron silencio.

- Grrr. – Un gruñido bajo y amenazador empezó a resonar x el anfiteatro.

- ¡Y dale! ¿Es q no os podéis estar callados ni un minuto? – Les pregunto Persefone cada vez furiosa.

- Pero si no hemos dicho nada. – se defendieron con el tono de niños regañados injustamente.

- Y si no fuisteis vosotros, ¿quién hizo ese ruido? – inquirió la joven cada vez irritada.

- ¿Q ruido? – preguntó Lochkart.

- Grrr.

- Ese ruido. – señaló Persefone.

- Es una teoría. – apunto Doris. – Pero puede q lo haya dicho esa cosa.

Todos miraron hacia donde señalaba Doris. Allí había una especie de jabalí sólo q 10 veces más grande q un jabalí normal, y al contrario q un jabalí normal sus colmillos delanteros eran de Titanio, y de un tamaño tan grande q parecían las cornamentas de un alce, y q le obligaban a ir con la cabeza gacha. Sus pezuñas tb eran de titanio, tenía los ojos rojos y en su lomo negro se encontraban unas alas bastante pequeñas en proporción al resto de su cuerpo, de hecho parecían las de un murciélago pequeño. X la forma en q golpeaba el suelo con una de las patas delanteras parecía apunto de cargar contra ellos en cualquier momento.

- Es posible. – Concedió Persefone, muy tranquila dadas las circunstancias. - ¿Q es esa cosa?

- Un Ker. – repusieron todos a la vez, como si eso debiera aclararle todo a la joven.

- Creo q voy a ir a la biblioteca, a buscar información sobre él. – Informó Lochkart antes de salir corriendo como alma q huye de un monstruo salido del mismo infierno.

- Pues q bien. – Comento Doris. – Siempre se va en lo mejor.

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El panteón familiar de los Weasly no se diferenciaba mucho de la Madriguera. Al igual q ella era una torre con todas las tumbas puestas en plan colmena y colocadas de acuerdo a las necesidades de la ocasión sin el menor sentido de la estética. Y sin tener muy en cuenta las leyes de la física, si a eso nos ponemos.

- ¿Pero como coño puede sostenerse eso en pie? – pregunto Ambar, sin disimular su asombro, y olvidado x un momento q podía aparecer una grúa y llevarse su adorado coche.

- Magia. – replico Bill, al tiempo q empujaba la puerta de entrada al panteón, q hizo el típico chirrido molesto de peli de miedo. El pelirrojo hecho un vistazo x el lugar, y les señaló hacia donde ir. – Es esta. – Trato de q su voz sonara segura aunq no lo estuviera, ya q él no iba mucho x allí. La mayor parte del tiempo lo pasaba en Hogwarts, y hasta hace poco estuvo casado con Fleur, q no iba a esos lugares xq los cementerios no eran buenos para su figura.

La tumba q Bill señalaba era una baldosa grande puesta en el suelo, con la inscripción parcialmente borrada, en ella solo se leía: R#na# Weasly.

- ¡Pero si esta tumba tiene solo 10 años y mira lo mal conservada q esta! – se indignó Hermi, al ver los poco cuidados q recibía la tumba de su amigo.

- No grites, Hermi. – la suplico Neville, con un susurro.

- Bueno, es q con la crisis económica q hubo en el mundo Mágico tras la caída de Voldemort, no había dinero ni para enterrar a la gente como es debido. Te recuerdo q Gringotts estuvo cerrado bastante tiempo. – la hizo ver Bill, esa era la razón x la q ahora trabajaba en Hogwarts.

- Lo siento. – se disculpo Hermi. Siempre tuvo remordimientos, xq ella gracias al dinero de todos sus padres, jamás paso un apuro económico.

- Bueno, levantamos la tapa. – susurró Neville.

- Neville, haz el favor de dejar de susurrar q me estas poniendo nerviosa. – Exigió Ambar, q empujaba el cochecito de Albus, al q iban cogidos James & Sirius, bastante formales para lo q eran ellos.

- Es para no despertar a nadie. – explico Neville, a modo de disculpa.

- ¿Pero no estábamos aquí para eso? – pregunto Sirius con tono confundido.

Sí, cariño. – replico Ambar, dando a entender al niño q Neville andaba muy mal de la cabeza.

- Pues vamos allá. – Bill hizo levitar la lápida, y luego saco el ataúd. Pero cuando lo abrió... Se encontraron con un esqueleto con una túnica raída y vieja, pero q aún se podía a preciar el color fucsia, el poco pelo q le quedaba se veía rojo pero tb se apreciaban q lo llevaba peinado a trencitas.

- Perdonad, es q yo no llegué a conocerlo, pero... ¿Ron no era un chico? – les pregunto Ambar, mirando el esqueleto q sin duda alguna había pertenecido a una mujer.

- Sí. – respondió Hermi q tampoco se podía explicar como el cuerpo, q estaba embalsamado se había conservado tan mal. A no ser... - ¿No teníais una prima q se llamaba Renata y q murió tb muy joven?

- Sí. – Bill la miro un segundo, ya q no sabía a q se refería. Hasta q se dio cuenta. – Claro es ella. Pues no hay q taparla y buscar la tumba de Ron. Neville, ayúdame. ¿Neville q te pasa?

El hombre señalaba con un dedo tembloroso a un punto a las espaldas de Hermi & Bill. Parecía bastante asustado, lo suficiente como para no poder decir nada coherente salvo balbuceos incomprensibles. No era el único asustado, los gemelos, q no tenían miedo de nada, estaban detrás de Ambar.

- Creo q debéis daros la vuelta. – Siguiendo la sugerencia de Ambar, Hermi & Bill se volvieron, para encontrarse con q el esqueleto estaba detrás de ellos, y no parecía muy feliz de haber sido despertado. – Y saludar a la prima Renata.

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Tras la huida de Lochkart, todas las personas q quedaban x allí, empezaron a correr de un lado para otro. Percy, Doris & Penelope, salieron pitando hacia las gradas para poder esconderse entre los asientos. Persefone sin embargo con gran sentido del deber y la responsabilidad se quedó donde estaba.

Al animalito, (NdA: criaturita.) No le debía apetecer saltar entre los bancos, así q se volvió hacia Persefone. Ella le lanzo la banqueta, q se le quedo enganchada en uno de los colmillos de Titanio, pero aún así empezó a perseguirla. Pese a eso Persefone no soltó la caña, sino q empezó a correr en círculos en el máximo radio q le permitía la caña de pescar. Vamos q daba vueltas en torno a la caña, y con el jabalí detrás. En algún momento el bicho se cansó de dar vueltas, o se dio cuenta de q estaban haciendo el gilipollas y se quedo quieto. El resultado fue q Persefone casi se sienta en la banqueta q estaba puesta en uno de los colmillos.

Esto la hizo recapacitar sobre su estrategia. Ella no era un ser cualquiera, era el LDT. Lo cual la convertía en imprescindible, x tanto debía preservar su vida. Así q salió pitando tb para las gradas, a las q llego x un pelo, y consiguió ocultarse con los demás.

- ¿Q hacemos? ¿No hay ninguna forma de matar a ese bicho? – pregunto Persefone al resto con evidente pánico.

- Ni idea. – respondió Doris. – Yo nunca estuve muy interesada en las artes oscuras. Si quieres puedo psicoanalizar a es bicho, y ponerle en contacto con su jabato interior, aunq no sé de q podría valernos eso.

- Lo único q yo puedo hacer es hablarle de la novela de amor q estoy editando ahora. Seguro q se suicida antes de oírlo. – sugirió Penelope.

Todas se volvieron hacia Percy, reclamando su intervención.

- ¿Xq me miráis así? – se defendió el hombre. - ¿No sois mujeres independientes q pueden valerse x si mismas?

- Ya pero a mi me enseñaron q son los hombres los q se enfrentan a monstruos horribles como ese. – Explico Penelope. – Así q sal ahí y demuestra q eres un Griffie valiente.

- Estás loca. X nada del mundo saldría ahí. - Aseguro Percy.

- Pero tu noble sacrificio significará nuestra supervivencia. – dijo Penelope con su tono meloso. – Le hablaré bien a nuestra hija de ti.

- No cuela, Peny.

- ¡Q no me llames así!

- No si, Amalia va a tener razón. – dijo Persefone para sí misma q para ellos. – Un mago, 2 brujas, 3 varitas, 7 años en la escuela prestigiosa de Magia de Europa y ninguno sabe como vencer al hermano feo del inofensivo cerdito Porky.

- ¿Quién es Amalia? – pregunto Penelope.

- Se refiere a Ambar. – Explico Doris.

- Para q lo sepas no es un cerdo, es un Ker. – La corrigió Percy con tono ofendido. – Los Ker son seres terribles q guardan las puertas del infierno. Si esta aquí es xq tu querías resucitar a Black, luego todo es culpa tuya mocosa malcriada.

- ¿A quién llamas mocosa cretino? – se enfadó Persefone, haciendo q sus ojos se volvieran de un intenso color rubí. – Me da igual si esa cosa es un Hobbit bulímico, o un Troll con problemas d acné, hay q librarse de él. ¿Dónde coño hay una puta cazavampiros cuando hace falta?

- No es x criticar. – intervino Doris, q veía q eso de insultarse solo llevaba al estómago del Ker. – Pero tu eres el LDT, Persefone, no se supone q deberías saber alguna forma de neutralizar esa cosa.

- Seguramente. – admitió ella. – Pero yo no sé donde buscarla, solo mis Lectores saben como encontrarla, y x aquí no hay ninguno... ¡Es horrible! Voy a morir y solo me he podido llevar a la cama a Blaise. ¡Q vida injusta!

- Grrr. – El jabalí asomo la cabeza x encima de la grada donde se ocultaban, y les miró como si pensara a quien se iba a comer primero.

- Me parece q la loca salida esta va a tener razón. En lo de q vamos a morir y eso. – Suspiro Penelope.

Ya se estaba yendo para devorar al q había elegido como aperitivo, Penelope, x si teníais curiosidad, cuando...

- Wingardium Leviosa. – A la orden de este conjuro, q no fue pronunciado ni x Percy ni las brujas presentes, el Ker se elevo hasta chocar contra el techo y golpearse la cabeza quedando inconsciente. Sin embargo, el pie de Percy se había quedado enganchado con la banqueta plegable, enganchada a su vez en uno de los colmillos del jabalí. Antes de q nadie se diera cuenta de ese detalle, un nuevo encantamiento lanzó al Ker, la banqueta y Percy directos al velo.

Las 3 mujeres corrieron hasta el borde del velo, y lo observaron un segundo, como si temieran q el jabalí fuera a volver en cualquier momento.

- ¡Bien! ¡Nos libramos de él! – Exclamó Penelope, con genuina alegría pegando un gran salto.

- Si, pero pobre Percy no. Si quieres te lo pesco. – se ofreció Persefone amablemente.

- Pero si yo decía q bien haberme librado de él. – explico Penelope. - ¿No has oído q el muy cabrón me quería quitar a mi hija? Y yo no voy a ninguna parte sin mi hija.

- Otra víctima del Síndrome Belén Esteban. – Doris había diagnosticado ya varias madres con esa enfermedad.

- Pues casi mejor q no tenga q pescarlo xq no sé q he hecho con la caña. – Confesó Persefone.

- ¿Es esta su caña x casualidad? – Pregunto una voz masculina increíblemente sexy. Todas se volvieron para ver como Sirius Black las hacia una elegante y estudiada reverencia, al tiempo q le ofrecía la caña a Persefone.

- Si, es mía. – Se apresuró a decir la joven, yendo a tomarla de las manos. – Soy Persefone. La q te ha traído de vuelta. De nada.

- Gracias. – dijo él mirándola con extrañeza. Luego se volvió hacia Penelope, q le miraba con los ojos del tamaño de los de las super nenas. – Siento lo de tu marido.

- ¿Pero q dices? Tú no sabes lo q me voy ahorrar en abogados. – Penelope miraba con curiosidad al hombre xq no llegó a conocerlo 10 años atrás, pero si había oído hablar mucho de él.

- Y has llegado justo a tiempo. – Intervino Doris, sonriéndole con alegría. – Me alegro mucho de q estés aquí. – Y le dio un fuerte abrazo a su amigo.

- Sí, yo tb me alegro de estar aquí. Pero mejor nos vamos, q estoy un poquitín harto del departamento de misterios.

- Yo tb. – le apoyaron todas a la vez.

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- ¡AHH! – Grito Neville utilizando el cuerpo de Hermi como escudo, la morena trataba de no parecer asustada pero la verdad es q no la gustaba la idea de q aquel esqueleto se levantara, y Bill tampoco parecía muy feliz ante aquel reencuentro familiar.

- ¿Pero q os pasa? – Intervino Ambar desde detrás del carrito con James & Sirius tomados de la mano. – Sólo es un esqueleto, ¿acaso saldríais huyendo de Ally McBeal? No. No pasa nada. – Tras esto empujo el esqueleto contra el ataúd q cayó al suelo y se rompió en mil pedazos. - ¿Lo veis?

- Sí, y estamos de acuerdo contigo. Sobre todo Albus, q esta royendo la tibia de mi prima Renata. – Bill señaló como el pequeño licántropo, si sus 2 progenitores lo son pues el niño lo habrá heredado, ¿no?, Había sustituido su chupete x un hueso arrancado del esqueleto.

- No es una tibia. – Corrigió Hermi. – A mi me parece el húmero.

- No, es la tibia. – Aclaro Ambar tomando el hueso de la boca de su hijo y examinándolo atentamente. – No muerdas esto. Y vosotros no le digáis nada a Remus, no quiere q el niño sea antropófago. No entiendo xq.

- Yo tampoco. – Neville la miraba desde detrás de Hermi, como si en cualquier momento fuera a saltar y devorarles. (NdA: más quisiera.)

Entre tanto Bill había puesto la lápida sobre el ataúd de su prima querida, y se dirigía a la tumba correcta.

- Esta si es.

Volvieron a repetir el proceso, solo q esta vez al levantar la tapa del ataúd se encontraron con un joven de unos 18 años, pelirrojo, con muchas pecas, de aspecto fuerte. Estaba tan bien conservado el cuerpo q cualquiera hubiera pensado q estaba dormido y no muerto.

Tras esto lo llevaron al coche, q aún estaba cuando llegaron, y tuvieron una pequeña discusión sobre donde llevarlo, Ambar decía q en el maletero q no iban a meter un cadáver en la parte delantera del coche para q pillaran los niños alguna bacteria rara, Neville la apoyaba puesto q ahora q sabía q apoyaba a los licántropos antropófagos la tenía más miedo q el payaso de McDonalls a la crema desmaquilladora. Bill & Hermi decían q como iban a llevar a Ron en el maletero, como si fuera un objeto... Sin embargo, Bill se dejo convencer a condición de q no condujera el coche de vuelta Ambar.

Así q metieron a Ron en el maletero; Ambar se acomodó con Neville y los niños en el asiento de atrás, algo frustrada xq no la dejaran conducir, aunq no tanto como James & Sirius, a los q les encantaba la manera de conducir de su tía; en cuanto a Neville se alejo lo más posible de Ambar temiendo q le diera un mordisco si se descuidaba; Bill recupero su asiento de copiloto y Hermi asumió el mando del coche.

Bill no tardo en llegar a la conclusión de q Hermi fue a la misma autoescuela q Ambar, xq salvando el hecho de q al menos la licántropa miraba la carretera de vez en cuando y Hermi le iba hablando de la genial q era el coche y x tanto no miraba la carretera casi nunca. X desgracia, no fue Bill el único en llegar a la conclusión de q Hermi no conducía bien, y no tardaron en ser perseguidos x un coche de la policía de tráfico.

- Mierda. Ambar pasa al asiento de delante, como si condujeras tu. – dijo Hermi.

- No puedo, ya te ha visto conduciendo, y además me retiraron el carnet de conducir un poco antes de quedarme embarazada. – explico Ambar.

- ¿Xq? – preguntaron los niños realmente asombrados.

- Pues xq es x puntos, y yo debía tener menos 9000. – comento Ambar muy frustrada. – Luego con las nauseas matutinas y eso, las clases pre parto, el no tener noticias de Draco... Pues se me paso.

- Pues yo es q el mío me lo he dejado en casa. – se excusó Hermi con tono de en menudo lío estamos metidos.

- No pasa nada. – les tranquilizó Neville. – Será un control rutinario.

Neville, claro q pasa. – Le dijo Hermi totalmente histérica. – Íbamos 40 Km. x encima del límite de velocidad permitido, no tengo carnet, ni seguro, el coche no es nuestro sino de Remus, en el asiento de atrás van más personas de las q permite la ley, 3 de ellas x ser menores deberían de llevar los dispositivos de seguridad homologados y adecuados. ¡Ah! Y q no se nos olvide: llevamos un cadáver en el maletero.

- Y las palas para q parezca q vamos a deshacernos de él, y no de robarlo. – señaló Bill.

- ¡No! No quiero ir a la cárcel. – Sollozó el pobre Neville. – Hanna me quitara la custodia de mi hija, y ella es lo único bueno q queda en mi vida, tenéis q hacer algo. Ambar cómetelos.

- Es q no me gustan los hombres de uniforme. – se disculpo la mujer. – Además Remus me ha vuelto casi vegetariana.

- Vaya, vaya. – Un policía zampa donuts, el mismo q casi detuvo a Hermi hace 3 capítulos x el asesinato de Luna, les apunto con el haz de su linterna. – Pero si es la peligrosa asesina q se me escapo el otro día.

- ¡No! – aclaró Hermi. – Es q tengo una hermana gemela maligna. Yo solo soy una pobre mujer q viene del cementerio de ver a sus seres queridos, con su hermano, - señalo a Neville, q saludo. - Su marido. - Bill la tomo de la mano- mis hijos, - Sirius & James, pusieron sus mejores caras de somos inocentes hasta q se demuestre lo contrario.- Y mi madre. – Ambar, la miro con cara de tu madre, tus muertos.

- No sé xq no me lo trago. – dijo el policía jugando amenazadoramente con su porra.

- Es q es imposible q yo sea su madre. – Le señaló Ambar, furiosa.

- Eso es lo único q me creo, señora. – Ante esa declaración, Ambar considero seriamente el romper la promesa hecha a Remus, y aunq no se comiera a ese cabrón desde luego iba a disfrutar descuartizándolo. – Pues bien, no solo viajan en compañía de una asesina sino q este coche se ha saltado lo menos 80 normas de tráfico y... ¿Q les pasa a los niños? – Tanto James como Sirius le miraban fijamente, haciendo q se quedara hipnotizado con sus ojos...

- Este no es el coche q buscas... - le dijo James con tono hipnótico.

- Este no es el coche q busco. – Repitió el policía con tono de flipado.

- Somos libres de conducir x donde queramos y a la velocidad q queramos. – dijo esta vez Sirius con igual tono q su hermano.

- Son libres de conducir x donde quieran y a la velocidad q quieran. – repitió el policía con ese tono q indicaba no estar consciente de sus actos.

- Denos permiso para circular. – dijeron a la vez los 2 hermanos.

- Circulen.

Hermi, no espero q se le pasara lo q quiera q los gemelos lo hubieran hecho, y arrancó, poniendo el coche al máximo de velocidad, muy x encima de la permitida, y llegar a un lugar relativamente seguro.

- ¿Q le hicistéis niños? – Pregunto Bill a sus sobrinos.

- Tácticas de control mental Jedi. – replico James en tono chulito.

- Somos maestros, aquí donde nos veis. – completó Sirius, en igual tono q su hermano.

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Entre tanto Penelope, Doris, Persefone & Sirius, (NdA: acabo de darme cuenta de q con 2 Sirius aquí danzando la cosa se va a volver confusa, Ya me apañaré.) Habían regresado a casa de Remus, donde Sirius se había duchado y apropiado de una vaquero y una camisa de Remus, y ahora se estaba poniendo al día sobre los acontecimientos relevantes ocurridos en el mundo durante su ausencia.

- No lo puedo creer. No, me niego a creerlo. – La última información recibida había hecho q Sirius entrara en fase de negación. Doris guardo un momento de silencio, en respeto a su estupefacción.

Pero es cierto. – Doris rompió el silencio cuando creyó q era oportuno. – Inglaterra quedó la última en los mundiales de Quiditch. Debes asimilarlo.

- ¡Q remedio! – admitió el hombre, bastante deprimido ante tan mala noticia.

- Cuanto tardan todos. – se quejó Persefone mirando el gran reloj de cuco del salón. – Harry prometió traerme el corazón de Krum para el ritual.

- Las chicas antes preferían las rosas. – Comento Sirius mirando con extrañeza a Persefone x querer tan morboso regalo.

- No, es una prueba de amor. – explico ella con tono coqueto. – Es para resucitar a Ron.

- Claro. – Repuso él con tono de q era lo natural del mundo. Luego se volvió hacia Penelope. – X cierto, ¿tú estabas casada con Percy pero ahora te das el lote con Bill?

- Sí. – replico ella. - ¿Pero como sabes eso? No te hemos dicho nada.

- Xq con los gritos q pegabais se os oía hasta en el allá. – explico él. - ¿Sabes q me pareció oír la voz de Lochkart?

- Ops. – Doris se tapo la mano con la boca al darse cuenta q se olvidaron de su ex. – Es q estaba pero salió corriendo cuando apareció el Ker. Supongo q estará dando vueltas x el departamento de Misterios.

En ese momento se oyó el sonido de la puerta al abrirse seguida de la voz ronca y sensual de Ambar.

-.¿Cómo se ha atrevido ese policía a confundirme con tu madre? Como averigüé quien es lo mato. X favor, tu madre yo. Pero si podría ser tu hermana pequeña.

- Tienes toda la razón, Ambar. – Se apresuró a contestar Bill antes de q Hermi soltara alguna impertinencia. – Pero mejor lo hablamos cuando hayamos dejado el cuerpo de mi hermano en alguna parte.

- ¿En la cocina? – sugirió Hermi, al ver q era lo q estaba más cerca.

- ¿Pero como vamos a llevar un cadáver a la cocina? – dijo Neville escandalizado, ante algo tan poco higiénico. Bill q ya iba para la cocina se paro en seco.

- Cierto. ¿Xq no el salón? – volvió a sugerir Hermi después de un rato.

- No. – repuso Ambar en tono tajante. Bill q ya iba para allá volvió a pararse, mientras Ambar explicaba los motivos de la negativa. – Persefone, va a tener q arrancar un corazón, y eso significa mucha sangre... He puesto la moqueta mueva la semana pasada. Mejor al sótano.

- Sí. – Confirmo Persefone, entrando en el vestíbulo. – Tengo las cosas más o menos listas allí abajo.

- Bien. – Bill se apresuro en bajar las escaleras antes de q alguien cambiara de idea sobre donde poner el cuerpo. Xq su querido hermanito pesaba más q un Dinosaurio con problemas de sobrepeso.

- Aparte de preparar lo de abajo. – Hermi había tomado a Persefone del brazo, un segundo, hasta darse cuenta de q ellas 2 se odiaban, q la soltó, pero quería saber si todo había salido bien. Sin embargo no necesito hacer la pregunta, puesto q en pie en medio del salón estaba Sirius. Su padre.

Todos los demás se quedaron callados/as. Nadie le había mencionado a Hermione, la cuestión era: ¿sabía Sirius q Hermi era su hija?

Como si la leyera el pensamiento, Sirius la miro y dijo:

- Tu madre me hizo llegar una carta después de morir explicándomelo todo. Yo iba a ir a buscarte pero paso todo el lío con Peter, luego me mandaron a Azkaban, luego cuando salí tuve q explicaros primero a ti y a Harry q era inocente, y largarme corriendo de allí. Después paso lo de Voldemort...

- ¡Calla ya! – Hermi salió corriendo y se lanzó a sus brazos de su padre sin molestarse en contener las lágrimas. Él la recibió, tb con lágrimas en los ojos, ya q desde la primera vez q vio a su pequeña en la casa de los gritos, quiso abrazarla, pero no podía entre otras cosas xq ella aún no sabía q era su pequeña. Y así se quedaron, abrazados.

- Es un momento Kodak. – Doris se enjuagó un par de lágrimas q caían x su cara.

- Sí. – confirmaron los demás desde la puerta.

- Voy a afilar los cuchillos para cuando venga Harry. – Anunció Persefone rompiendo el encanto totalmente.

- No hace falta. Me regalaron unos cuchillos de acero inoxidable el día de mi boda, q según la publicidad podrían cortar hasta un camión cisterna. Están x aquí. – Ambar la hizo un gesto de q la siguiera a la cocina.

Entre tanto, padre e hija se habían sentado en el sofá, ella sobre las rodillas de él, pese a las quejas de q ya era demasiado mayor como para ello.

- Ya pero, entre unas cosas y otras, nunca pude tenerte así cuando eras pequeña, así q quiero aprovechar. Y ahora dime q has hecho todos estos años.

- Pues va a ser un poco largo y confuso...

- Hasta q vengan los demás tenemos tiempo, ¿no?

- Eso es cierto. Vale, pero no te enfades...

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2 horas antes en la puerta de la mansión de Bellatrix.

Snape aún se recuperaba del viaje en coche, conducido x Remus, sentado en el bordillo de la acera. De verdad q no sabía como alguien q conducía así podía tener carnet de conducir, luego se sorprendían de lo alta q era la tasa de accidentes de tráfico.

Justin estaba sentado en el capó del coche, en posición flor de Loto, concentrando toda su energía para el ataque.

Eloise, vestida de negro, y con su pelo rubio recogido en una trenza, estaba tirada en el suelo en posición similar con el ordenador portátil puesto sobre ellas. Había pirateado un satélite y lo había dirigido hacia la casa de tal forma q tenía visión x Infrarrojos, lo q les permitiría saber cuando estaban todos.

Lupin estaba en cuclillas junto a ella. Blaise estaba apoyado en el coche, observando con irónica sonrisa a Justin, como si su meditación le pareciera divertida.

- ¡Q nervios! – repitió Giny mirando impaciente la hora.

- Aún estas a tiempo de volver a casa. – el tono paternalista y condescendiente de Harry, le valió una mirada asesina de la pelirroja. Como Draco ya estaba dentro, en la prueba de vestuario, se había quedado en desventaja.

- No pienso volver a casa. – Giny le dio descaradamente la espalda, y se volvió hacia Eloise. - ¿Falta mucho? tono de niño pesado q le pregunta a sus padres cuando llegamos

- Pues no. – respondió Eloise, cerrando la tapa del ordenador, y levantándose del suelo. Al ver ese gesto, Snape alzó la cabeza, Blaise se incorporó y Justin abrió un ojo. – Ya están todos.

- Bien. Recordad q el objetivo, ad de capturar a todos esos mortifagos, tenemos q acceder a su ordenador central para poder descargarnos los archivos sobres sus cuentas y propiedades, y si podéis capturarlos vivos mejor. Sino... - Lupin hizo un gesto ambiguo q parecía decir q obraran de acuerdo a su conciencia. - ¿De acuerdo? Pues vamos.

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Draco trataba de mantener su expresión impasible de siempre, pero ver a Millicent Bullstrode, q era menos femenina q un obrero comiendo un bocadillo de morcilla, vestida con unos pantalones de cuero negro al más puro estilo Britnie Spears era demasiado incluso para él, q estaba a punto de revolcarse x el suelo de la risa.

Estaba en eso cuando Krum le llamó la atención.

- Escucha Draco, Bellatrix me ha dicho q lo hemos encontrado.

- ¿El q? – Dijo fulminándolo con la típica muestra de desprecio made in Malfoy.

- El LDT. – Replico Bellatrix, situándose a su lado. – X lo visto tiene forma humana. Mi espía, Luna logró comunicarse conmigo. X desgracia, Justin. ¿Te acuerdas de él? Sino, no importa. El tb lo sabía, pero ya debe estar muerto. – Bellatrix hizo un gesto de eso no tenía mucha importancia. – El caso es q mi LDT debe estar dando vueltas x el departamento de misterios en este momento. He logrado localizarla y ahora mismo vamos a ir a buscarla.

- ¿Ahora? ¿Xq no esperar un poco ? – Draco se dio cuenta de q necesitaba hacer tiempo, para pillarlos a todos allí. – X lo menos hasta q a Montague se le pasen los sudores y logre subirse los pantalones de cuero.

- Tonterías ahora o nunca. – Aseguró Dione con tal vehemencia q se la soltó una costura del corsé de cuero.

- Eso pienso yo. – se dijo Draco, pensando q si no atacaban ahora lo dejarían para nunca.

BUM

Sus plegarias fueron escuchadas y se oyó una gran explosión. Esas bolas con conjuros explosivos eran realmente efectivas.

- Tenemos intrusos. – Informó Flint innecesariamente, tras comprobar el sistema de seguridad instalado x Dione, q no era muy efectivo q digamos. - ¿Q hacemos?

- Pues habría q encontrarlos, ¿no? – Sugirió Bellatrix en tono de si os parece bien. – Separaos, localizarlos y eliminadlos.

Todos se fueron para obedecer las órdenes de su líder, pero Bellatrix, Krum y Montague se quedaron en el cuarto. Los dos primeros xq querían hablar y el último xq aún no logró subirse los pantalones.

- Bella, cariño, esta claro q es él. – Dijo Krum.

- Lo sé, es duro ver q tu sobrino predilecto te abandono. – Suspiro la mujer. Luego se encogió de hombros. – Habrá q matarlo. ¡Montague! Ponte una túnica y cárgatelo.

- ¡Vale! – Accedió Montague feliz. No se sabe si xq se iba a cargar a Draco o xq podía pasar de los pantalones.

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Y hasta aquí este capítulo, en el próximo será el ataque a la base de Bellatrix, y será abase de duelos individuales. Al final no lo mando xq tengo un pequeño atasquillo y no sé muy bien como seguirlo, así q mientras voy mandando este para q tengáis q leer y espero para entonces haber tenido una idea genial.

Pues hasta entonces, dejadme RR, q ya os digo q a esto le quedan 3 capítulos.

Se despide con un beso.

CarlaGrey.

Orgullosa Lupina & Miembro de la Orden Siriusana.