Otro cap. q no m gusta pero bueno...plis leanlo y si tarde mucho les dijo esto: NO PUEDO VIVIR SIN Q M PERDONEN!!!bye!
Capítulo 2: Una nueva amistad
Al amanecer del 31 de julio, Harry divisó por la ventana de su cuarto un punto blanco en el cielo. Enseguida comprendió que era Hedwig. Pero… ¿Qué era eso que le seguía?
Parecían ser 4 manchas más. Asomó la cabeza para observarlos mejor y de repente se abrió la ventana de al lado. De allí salió la rubia cabeza de Diane que estaba haciendo lo mismo que Harry: observando a las lechuzas. Harry la saludó y ella le devolvió el saludo, todavía mirando con atención a las lechuzas. Él recibió a 3 de ellas que llevaban 3 paquetes de diferentes formas. Por su parte ella recibió a una lechuza extrañamente rojiza. Harry se quedó mirando a Diane y Diane a Harry. El chico se estaba hundiendo cada vez más en esos maravillosos y grandes ojos celestes. En ése momento se escuchó un largo: Diaaane! Y ella se fue.
Harry se metió en la habitación y tomó uno de los paquetes. Éste tenía una forma cuadrada y grande. Lo abrió. Lo que había adentro era un pastel de cumpleaños. Evidentemente era de la señora Weasley. Llevaba una nota consigo que decía:
Querido amiguito:
¡Feliz cumpleaños! ¿Cómo estas? Yo mejoré un poco. Estoy en La madriguera con Hermione. Nosotros queríamos invitarte mañana mismo pero, debido a tu visita, nos puedes decir cuando y nosotros iremos allá enseguida. Espero que te guste el regalo.
Saludos,
Ron y Hermione.
PD: mamá te manda besos.
Harry se dirigió hacia otro paquete que tenía una forma pequeña y cuadrada también. Cuando lo abrió no pudo creerlo, estaba atónito. Pegado al paquete había una nota que decía:
¡Feliz cumpleaños, Harry!
Atentamente,
Hermione.
Era una pequeña pelotita dorada con alas, la snitch. Luego de juguetear un rato con la snitch abrió el último paquete y leyó la carta adjunta:
Querido Harry:
Deseo que tengas un muy feliz cumpleaños. Mis más estimados y cordiales saludos,
Remus Lupin.
Harry se detuvo enfrente del regalo. Era un álbum de fotos. Cuando lo abrió lo miró con detenimiento. La primera foto mostraba a un hombre alto, bien parecido, de pelo azabache todo despeinado y ojos color avellana que acariciaba constantemente la crecida panza de la persona que tenía a su lado. Al lado se podía ver claramente a una mujer muy sonriente con el cabello color cobrizo y suelto. Esa mujer que estaba aparentemente embarazada lo saludaba muy contenta. Harry sonrió. Él sabía que esos eran sus padres y que esa panza era él. Cerró el pesado álbum y se puso a escribirle una carta a Ron:
Queridos Ron y Hermione:
Sé que les he mentido pero no hay ninguna visita. Yo deseo con toda el alma ir a tu casa, Ron, pero mi corazón no me deja. No se asusten, no les estoy tomando cariño a los Dursley, es que estoy profundamente enamorado de una chica que se llama Diane. Acaba de mudarse a la casa de al lado. Es muy bonita y de seguro que es francesa. Yo estoy convencido que es bruja porque se comportó extraño cuando le dije mi nombre y hoy al amanecer cuando me llegaban las lechuzas a ella también le llegó una. Estoy muy emocionado. Ron, gracias por la torta y Hermione, gracias por tu regalo es fantástico.
Muchos abrazos, Harry PD: no se enojen, entiéndanme esta chica me hace volar más alto que Cho.
Al terminar la carta le escribió una carta también a su antiguo profesor de defensa y repartió cada carta a la lechuza correspondiente.
A la tarde no tuvo un cumpleaños como quería sus tíos ni se inmutaron y le dieron muchas tareas para hacer y a la noche lo dejaron salir un rato (la razón es porque les molestaba que esté adentro.
Afuera en su jardín estaba acostada Diane quien estaba tirada mirando el cielo.
-Hola-le dijo suavemente. A Harry le dio un vuelco el corazón.
-Ho-hola-dijo Harry nervioso.
-Feliz cumpleaños.
-¿Cómo lo sabes?-preguntó extrañado.
-Mis padres hablaron con tus tíos y aprovecharon para preguntarles de mi parte.
-¿Y tanta curiosidad por saber sobre mi?-preguntó con una sonrisa en los labios. Ella se levantó y por primera vez Harry sintió un amor muy fuerte, más fuerte que la primera vez que la vio. Esto era porque ella estaba muy linda. Llevaba puesto otro vestido pero esta vez de seda roja. Su pelo rubio y brillante jugueteaba con el viento.
-Sí-le contestó Diane, pero ésta no lo miraba divertida sino seria. Harry se acercó a la valla que rodeaba el jardín de los Dursley y ella también. Se sentaron cada uno de cada lado de la valla a hablar entretenidamente. En un momento Diane paró de hablar y se quedó mirando los brillantes y hermosos ojos verdes de Harry como si estuviera esperando algo. Harry la miró fijo. Él sabía que esa chica era bruja, debía ser bruja.
Él estaba completamente convencido, él conocía muy bien a los muggles y sabía que ella no lo era.
-¡¡¡¡¡¡Harry!!!!!!-gritó una voz de hombre inconfundible. Harry puso los ojos en blanco y Diane rió.
-Nos vemos-le dijo éste con una sonrisa. Diane se la devolvió. "Que dulce que es" pensó mientras acudía a su tío que nada más lo llamaba para que se fuera a dormir, lo cual ésa noche no pudo hacer.
Capítulo 2: Una nueva amistad
Al amanecer del 31 de julio, Harry divisó por la ventana de su cuarto un punto blanco en el cielo. Enseguida comprendió que era Hedwig. Pero… ¿Qué era eso que le seguía?
Parecían ser 4 manchas más. Asomó la cabeza para observarlos mejor y de repente se abrió la ventana de al lado. De allí salió la rubia cabeza de Diane que estaba haciendo lo mismo que Harry: observando a las lechuzas. Harry la saludó y ella le devolvió el saludo, todavía mirando con atención a las lechuzas. Él recibió a 3 de ellas que llevaban 3 paquetes de diferentes formas. Por su parte ella recibió a una lechuza extrañamente rojiza. Harry se quedó mirando a Diane y Diane a Harry. El chico se estaba hundiendo cada vez más en esos maravillosos y grandes ojos celestes. En ése momento se escuchó un largo: Diaaane! Y ella se fue.
Harry se metió en la habitación y tomó uno de los paquetes. Éste tenía una forma cuadrada y grande. Lo abrió. Lo que había adentro era un pastel de cumpleaños. Evidentemente era de la señora Weasley. Llevaba una nota consigo que decía:
Querido amiguito:
¡Feliz cumpleaños! ¿Cómo estas? Yo mejoré un poco. Estoy en La madriguera con Hermione. Nosotros queríamos invitarte mañana mismo pero, debido a tu visita, nos puedes decir cuando y nosotros iremos allá enseguida. Espero que te guste el regalo.
Saludos,
Ron y Hermione.
PD: mamá te manda besos.
Harry se dirigió hacia otro paquete que tenía una forma pequeña y cuadrada también. Cuando lo abrió no pudo creerlo, estaba atónito. Pegado al paquete había una nota que decía:
¡Feliz cumpleaños, Harry!
Atentamente,
Hermione.
Era una pequeña pelotita dorada con alas, la snitch. Luego de juguetear un rato con la snitch abrió el último paquete y leyó la carta adjunta:
Querido Harry:
Deseo que tengas un muy feliz cumpleaños. Mis más estimados y cordiales saludos,
Remus Lupin.
Harry se detuvo enfrente del regalo. Era un álbum de fotos. Cuando lo abrió lo miró con detenimiento. La primera foto mostraba a un hombre alto, bien parecido, de pelo azabache todo despeinado y ojos color avellana que acariciaba constantemente la crecida panza de la persona que tenía a su lado. Al lado se podía ver claramente a una mujer muy sonriente con el cabello color cobrizo y suelto. Esa mujer que estaba aparentemente embarazada lo saludaba muy contenta. Harry sonrió. Él sabía que esos eran sus padres y que esa panza era él. Cerró el pesado álbum y se puso a escribirle una carta a Ron:
Queridos Ron y Hermione:
Sé que les he mentido pero no hay ninguna visita. Yo deseo con toda el alma ir a tu casa, Ron, pero mi corazón no me deja. No se asusten, no les estoy tomando cariño a los Dursley, es que estoy profundamente enamorado de una chica que se llama Diane. Acaba de mudarse a la casa de al lado. Es muy bonita y de seguro que es francesa. Yo estoy convencido que es bruja porque se comportó extraño cuando le dije mi nombre y hoy al amanecer cuando me llegaban las lechuzas a ella también le llegó una. Estoy muy emocionado. Ron, gracias por la torta y Hermione, gracias por tu regalo es fantástico.
Muchos abrazos, Harry PD: no se enojen, entiéndanme esta chica me hace volar más alto que Cho.
Al terminar la carta le escribió una carta también a su antiguo profesor de defensa y repartió cada carta a la lechuza correspondiente.
A la tarde no tuvo un cumpleaños como quería sus tíos ni se inmutaron y le dieron muchas tareas para hacer y a la noche lo dejaron salir un rato (la razón es porque les molestaba que esté adentro.
Afuera en su jardín estaba acostada Diane quien estaba tirada mirando el cielo.
-Hola-le dijo suavemente. A Harry le dio un vuelco el corazón.
-Ho-hola-dijo Harry nervioso.
-Feliz cumpleaños.
-¿Cómo lo sabes?-preguntó extrañado.
-Mis padres hablaron con tus tíos y aprovecharon para preguntarles de mi parte.
-¿Y tanta curiosidad por saber sobre mi?-preguntó con una sonrisa en los labios. Ella se levantó y por primera vez Harry sintió un amor muy fuerte, más fuerte que la primera vez que la vio. Esto era porque ella estaba muy linda. Llevaba puesto otro vestido pero esta vez de seda roja. Su pelo rubio y brillante jugueteaba con el viento.
-Sí-le contestó Diane, pero ésta no lo miraba divertida sino seria. Harry se acercó a la valla que rodeaba el jardín de los Dursley y ella también. Se sentaron cada uno de cada lado de la valla a hablar entretenidamente. En un momento Diane paró de hablar y se quedó mirando los brillantes y hermosos ojos verdes de Harry como si estuviera esperando algo. Harry la miró fijo. Él sabía que esa chica era bruja, debía ser bruja.
Él estaba completamente convencido, él conocía muy bien a los muggles y sabía que ella no lo era.
-¡¡¡¡¡¡Harry!!!!!!-gritó una voz de hombre inconfundible. Harry puso los ojos en blanco y Diane rió.
-Nos vemos-le dijo éste con una sonrisa. Diane se la devolvió. "Que dulce que es" pensó mientras acudía a su tío que nada más lo llamaba para que se fuera a dormir, lo cual ésa noche no pudo hacer.
