Capítulo 3

El dolor de una perdida. El adiós a un amigo. Las lágrimas cristalizadas de Malfoy.

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Mientras tanto los alumnos de Slytherin habían sido reunidos en su sala común. Donde los esperaban los demás profesores para comunicarles tan triste noticia.

-¿Están todos? –Albus los revisó de uno a uno.

-¿Qué le trae a estas horas? –Blaize Sabini estaba notablemente molesto, tal parecía ser que lo habían despertado de un sueño placentero.

-Noe s fácil lo que tengo que decirles –Albus suspiró -. Incluso a mi me duele.

-Ay, por favor –Sabini siguió hablando -. No nos venga con chantajes para que lo aceptemos, así que. Vamos anciano, di lo que tengas que decir y a volar pajarito –Sabini hizo una seña con los brazos como si volara al igual que un pájaro.

Albus Dumbledore suspiró, no era nada fácil darles una noticia de ese grado a sus alumnos y menos aún que estos no eran adultos.

-Fue el profesor Snape –al escuchar el nombre del jefe de su casa. Los de Slytherin se acercaron más al director -. Severus... se ha quitado la vida –los de Slytherin sintieron que les habían arrojado ala espalda una cubetaza d e agua helada, pero en cambio Draco Malfoy se había quedado estático.

-Sr. Malfoy –Dumbledore lo llamó y el chico tembló ligeramente.

-¡Llévenlo a su cama antes de que le de un ataque de Shock! –Madame Pomfrey les ordenó a Crabbe y Goyle, pero no bien iban a agarrar a Draco cuando éste se fue corriendo hacia al habitación del profesor Snape.

-Vamos por él –todos siguieron a Draco y lo vieron entrar en al habitación del profesor de pociones.

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Draco avanzó a la cama sin poderlo creer. Severus ya había sido acostado en la cama y no se sabe por quien. Draco se hincó a un lado de ésta, mientras recorría el cadáver con al mirada, ninguno de los estudiantes de Slytherin se atrevía a pasar del rellano de la puerta.

-Profesor –Draco murmuró en el oído de Severus y de repente vio algo que el hizo estremecerse: Las heridas en los brazos de Snape eran profundas. Draco le tomó uno de los brazos a su profesor temblorosamente entre las suyas y con las yemas de los dedos le recorrió esas cortadas tan grandes.

Severus parecía dormir, ajeno a todo lo que ocurría, a no ser porque su alma se había quedado ahí. Draco lo miró embelesado y dejó caer el brazo suavemente en la cama, para después tomarle el cabello y finalmente dejarse caer hincado a un lado de la cama.

-Sr. Malfoy –Dumbledore se le acercó -. Será mejor que regrese a su sala común.

-No –Draco le alejó la mano -. Me quedaré aquí hasta que...

-No puede quedarse hasta que se lo lleven –le dijo Mc Gonagall.

-¿Llevárselo a dónde? – Draco miró a ambos con sus ojoso grises-. Yo me quedaré aquí hasta que despierte, hasta que abra los ojos.

Nadie podía creer lo que escuchaban; Albus se puso de cuclillas a un lado de Draco.

-Draco, sé que es duro para ti; enfrentar que Severus a muerto, pero su espíritu está aquí con nosotros –Draco alzó la vista.

-¿Dónde?, quiero verlo –Draco se puso de pie.

-Lo verá luego Sr. Malfoy. Tengo que hablar con él –todos salieron de la habitación.

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Albus subió los escalones hasta su despacho y ahí lo vio: al espíritu del profesor de pociones.

-¿En qué pensabas al haberte quitado la vida? –golpeó el escritorio furiosamente –Nunca creí enojarme contigo, Snape –Severus pegó un brinco, Albus nunca lo había llamado por su apellido.

-Pro-profesor, y-yo... -Severus no pudo decir nada, en los ojos de Albus, a través de sus lentes de media luna, vio una furia increíble.

-No vuelvas a hablarme, Severus –Severus agachó la cabeza y salio seguido por el Barón sanguinario y Nick casi decapitado y ven a Minerva subir.

-Albus, los del ministerio están aquí –Albus se puso de pie y siguió a la sub-directora.

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En la torre de Gryffindor.

-¡Harry! –Colin Creevey subió al dormitorio de quinto.

-¿Qué te ocurre? –Harry salió.

-¿Recuerdas el murmullo de hace un rato? –los dos se sentaron en los sillones de la sala común.

-Sí –Harry lo miró fijamente.

-Descubrí que fue –Colin se inclina u poco más a él –El profesor Snape... se ha suicidado –Harry se paró de golpe de la silla y se quedó en Shock por un momento, pero después reaccionó, subió los escalones y abrió de golpe al puerta de su habitación y revolvió su baúl en busca de la capa de su padre.

-¿Dónde vas? –Ron despertó.

-Espérame –seguía buscando en el baúl..

-¿Quién hace tanto ruido? –Dean Thomas abrió los ojos.

-Es Harry –dijo Neville.

-¿Qué ocurre? –preguntó Seamus Finnigan.

-Colin me dijo que el profesor Snape se ha quitado la vida –Ron se paró sobresaltado.

-¿Qué cosa? –su cerebro no carburaba bien la información, mientras los otro se miraban entre sí.

-Lo que oíste –Harry salió del cuarto y baja corriendo a la sala común.

-¿Harry? ¿Qué haces de píe? –Hermione apareció en los escalones que conducían a los dormitorios de las chicas.

-Hermione –dijo Harry y en ese momento apareció al jefa de la casa.

-¿Qué hace levantado Sr. Potter? –su voz se oía triste.

-Lo sé... los é profesora, sé que pasó –Minerva lo vio asombrada, sé lo del profesor Snape.

-¿Co-cómo te enteraste? –Minerva aún seguía sorprendida.

-Yo le dije profesora. Fui por algo que olvidé abajo y escuché a Nick casi decapitado hablar con alguien y cual fue mi sorpresa al ver al fantasma de... -Minerva le pidió que callara.

-Vuelvan a sus acamas –les ordenó la jefa de la casa.

-Profesora... -Avanzó unos pasos hacia ella –Voy a bajar –Harry pasa el retrato de la dama gorda.

-¿Qué habrá pasado? –Hermione no entendía nada.

-Dicen que Snape se ha quitado la vida –al escuchara Ron, Hermione se puso pálida.

-¿Snape? –no podía creerlo. -Sí, así fue –Minerva se pasó un pañuelo en los ojos- Nadie sabe por que lo hizo, Severus no dejó una carta o su espíritu que s e quedó aquí, no nos ha dicho nada, ni lo que pasó antes de que tomará esa fatal determinación.

-Pe-pero como –Hermione aún no podía creerle.

-Ya le dije que no sabemos por que lo hizo –Todos bajaron al may del castillo.