Capitulo 2
Llegada a Hogwarts
Lily le expresó una mirada de confusión a su amiga, y con un poco de miedo le dijo:
-Marianne…una pregunta que me ha estado intrigando desde hace tiempo… ¿Qué sientes tú por Black?
Marianne quedó pensativa por un rato, como asimilando la pregunta, pero en realidad solo pensaba detenidamente sus sentimientos, luego en un susurro que solo Lily pudo escuchar, dijo:
-Odio…asco…repugnancia…-y alzando un poco mas la voz añadió-¿Necesitas que te lo explique mejor o así esta bien?
-No te preocupes así esta bien…-dijo en un tono nervioso Lily sentándose a su lado.
-Vistámonos ya casi llegamos…-sugirió Marianne.
-Está bien…-dijo Lily cerrando la puerta del compartimiento.
Se quitaron la ropa Muggle y sobre ella se pusieron el uniforme del colegio, para ellas era una falda gris y una túnica negra con el símbolo de su casa, Gryffindor. Cuando ya estaban listas se escuchó un grito en el pasillo:
-¡¡¡EVANS!!! ¡¡¡HELSING!!! ¿DÓNDE ESTAN?-gritó la voz de una chica, Lily y Marianne se miraron nerviosas y ambas murmuraron:
-Anne…-en ese momento la puerta del compartimiento se abrió y por ella entro una joven hecha una furia. Su cabello usualmente recogido en una coleta, que ahora estaba suelto pero sujetado con una cinta, calló en su cara al entrar. Eran de color castaño con mechas rubias, antes rojas. Se quedó allí en frente con mirada furiosa unos instantes y después se enderezó.
-Me asusté mucho…- sollozó- He estado en un vagón sola (por increíble que parezca) hasta ahora, pensando en que os podría haber pasado, incluso pensé en lo peor…Hasta que oí la voz de Marianne por los pasillos…- comenzó a llorar más. La verdad es que era una chica sensible y tenía fobia a la soledad, así que no les extrañaba su reacción.
Ya era el sexto curso en Hogwarts y los merodeadores ya se habían ganado su fama, claro menos Lily Evans la joven pelirroja de ojos verdes brillantes que siempre se mantenía al margen de las cosas y las travesuras que creaban sus amigos aunque nadie creía que ella fuera parte de ese grupo, lo era. Su mejor amiga Marianne Helsing, hija de padres Muggles al igual que lily, la cual si en realidad era parte de las travesuras y las cosas realizadas por los merodeadores. Y Anneliesse Christopher, la otra mejor amiga de ellas dos y otra de las merodeadoras y parte de las travesuras. Ella las maquinaba con Remus, mientras que Sirius, James, Marianne, Peter y en pocas ocasiones Lily las hacían.
Llegaron a la estación de Hogsmeade, se bajaron del tren y se dirigieron al lugar donde estaban los carruajes sin caballos, en uno se montaron Lily, James, Tiffany, Peter y en otro se montaron Sirius, Marianne, Lupin, Anne y Elizabeth.
-Marianne quiero hablar contigo cuando lleguemos al banquete…-le pidió Sirius.
-¿Si? Pero yo no quiero hablar contigo…-respondió de forma evasiva ella.
-Por favor…-le rogó
-¿Por que no vas y te das otro beso con Elizabeth para que cierres esa gran bocota que tienes de una buena vez?- dijo de manera amenazante Marianne, Sirius resopló resignado y Elizabeth se acercó a él para aprovecharse.
-Déjala, amor mío. Solo esta celosa- y besó su mejilla. Sirius iba a decir algo, pero Marianne se le adelantó.
-Celosa, ¿yo?, ¿De quién?, ¡¡¡Pero si los dos compartís cerebro!!!- dijo furiosa.
-Tranquilízate Marianne...- dijo Anne- Y tú, muñeca de trapo, calla tu boca.
Marianne volvió a mirar por la ventanilla, ya casi llegaban a Hogwarts, por fin estaba en casa esa si era su casa no como la de los Muggles esos que eran sus padres, miro al piso del carruaje y después sintió una mano sobre la suya, al mirarla reconoció que era la de Sirius y aparto la de ella rápidamente, escapando de sus pensamientos y se cambio de sitio. Anne logro divisar esto y sonrió picaramente.
-Mari, aviso para ti: inspección de la sección numero 9 con Lil- dijo flojito la morena, para que solo la escuchase Marianne.
La chica le dirigió una mirada, diciendo que lo comprendía. Aquello significaba una conversación entre merodeadoras. Una conversación sobre chicos. Y aunque no le gustaba la idea, aceptó sin querer.
-¿Que tanto cuchichean ustedes dos?-pregunto Lupin.
-Nada Lunático, no tiene importancia...-respondió Anne.
Llegaron a la escuela en esos precisos momentos. Bajaron lentamente y en silencio por culpa de la breve discusión entre Marianne y Sirius. Los demás se juntaron en su grupo y todos juntos se dirigieron al imponente castillo. Unas risotadas se escucharon y varios globos de agua cayeron sobre ellos.
-Tenían que ser ustedes...-dijo James, y animado añadió- ¿Merodeadores listo para la primera?
-Claro que si Cornamenta...-respondieron todos, lily dio un paso hacia atrás no le gustaba mucho involucrarse. Los merodeadores sacaron sus varitas y al inuso gritaron ¡Reversus! , Los globos se regresaron contra sus atacantes dejándolos completamente mojados.
-Me dan pena...Pero eso fue realmente bueno- sonrió Anne.
-¡Y que lo digas!- añadieron los demás. Se ha de decir que Elizabeth y su amiga también se mantenían al margen. No les gustaría romperse una uña.
-vamos Malfoy levántate o ¿tu entupido cuerpo no te da para eso?-dijo Marianne con una sonrisa maliciosa en los labios.
-y ¿a ti que?, repugnante Sangre Sucia...-le espeto Malfoy con desprecio, a Marianne le tembló el labio inferior y corrió hacia el gran comedor
- Invecil- susurró Anne antes de seguir a su amiga.
-Lucius, así nunca te la ligaras- le espetó Severus al caminar por su lado.
- ¡¡¡PERO QUE TE HAS CREIDO CAPULLO!!!- gritó enfurecido Sirius. Daba verdadero miedo. Volvió a empuñar su varita- ¡Rictusempra!
Malfoy recibió el hechizo, pero una vez recuperado se lo devolvió, aunque los de Crabbe y Goyle lo acompañaron, dando de pleno en Sirius, quién cayó petifricado. Sus amigos fueron a ayudarle, y a lo lejos Marianne se volvió al oír el bullicio.
-¡¡Mira, tumbaron de un solo golpe a Sirius!!- escucharon decir a una chica. Las dos merodeadoras (Marianne y Anne) volvieron corriendo sobre sus pasos, pero cuando llegaron a Sirius le sangraba la nariz y Malfoy tenía un ojo morado, mientras que los otros dos (Crabbe y Goyle) corrían despavoridos por el lugar.
-¿QUE HA PASADO AQUI?-gritaron Marianne y Anne.
-Malfoy, Crabbe y Goyle le han lanzado un hechizo a Sirius y los tres le han dado…-explico Elizabeth entre sollozos
-Apártate tonta… y déjamelo a mi…-dijo Marianne, apartando a Elizabeth saco su varita del bolsillo izquierdo de su túnica, lanzo el contra-hechizo y dirigiéndose a Lucius Malfoy añadió- ¿sabes que? Malfoy, podré ser una sangre sucia como tu me llamas pero…así como yo te doy asco, tu a mi me causas repugnancia… te has metido con una merodeadora…cuida tus espaldas…solo…cuídate…-y tras un movimiento de la varita ayudo a levantar a Sirius del suelo y se dirigió con Lily y Anne al gran comedor.
