LAS CASUALIDADES NO EXISTEN
2. CONOCIENDO AL ENEMIGO
FALTAN 4 SEMANAS PARA NAVIDAD
Al cabo de unos días Shaoran volvía hacia su apartamento cargado de bolsas
de regalos. Le encantaban las Navidades y lo que más le gustaba era ver a
los niños ilusionados. Por eso cada Navidades les compraba montones de
regalos a sus sobrinos. Estaba exhausto, realmente era agotador ir a
comprar regalos en aquella época del año y, pese a su cuerpo atlético,
tenía que reconocer que había sido agotador. Pensó en tomarse un café y
rápidamente recordó que había una cafetería cerca que los chicos solían
frecuentar. Se llamaba "The Red Tower" en honor a la torre de Tokio pero
los chicos solían hablar de ella como "La Torre". Él había estado all
hacía pocos días con los chicos.
se había cruzado por la calle. Seguramente era una clienta habitual. La
muchacha que había agredido al Papá Noël estaba sentada sola en una mesa de
la cafetería tomando una té y leyendo un libro. ¿Sería una casualidad? En
este pensamiento se detuvo y se acordó de Eriol quien siempre le decía que
las casualidades no existen, sólo lo inevitable.Además si era cierto que no hay dos sin tres, tarde o temprano tendría que
chocarse de nuevo con esa muchacha insolente. Sería mejor tener ese
encuentro ahora y olvidarse para la eternidad. De modo que Shaoran decidi
que tendría una ligera charla con ella y a medida que se acercaba iba
ideando la conversación. Entró por la puerta de la cafetería y se acercó a
la mesa donde la muchacha estaba sentada.-Supongo que no esperas a nadie así que me tomaré la libertad de sentarme
aquí mismo- dijo Shaoran con una sonrisa pícara. Sakura se quedó paralizada
al ver al joven sentándose junto a ella. Todos los momentos embarazosos que
habías vivido en el banco volvieron a su mente.
- ¿Y si espero a alguien? – Respondió Sakura después de unos segundos.
-Seamos realistas. No creo que haya nadie lo suficiente valiente como para
haberse citado contigo. Nadie que aprecie su vida lo suficientemente.
- ¿Desea algo el señor?- dijo un camarero acercándose a la mesa donde los
dos estaban sentados.
- No, el señor no desea nada. En realidad ya se iba, ¿no es cierto? –Dijo
Sakura lanzando una mirada amenazadora al muchacho de ojos café- tiene
prisa y muchas cosas que hacer.- Cuando el camarero ya se iba a retirar
Shaoran alzó la voz.
- No te preocupes, siempre tengo un rato para tomarme algo con la destroza
ilusiones. Camarero, tráigame un chocolate caliente.- La situación empezaba
a incomodar terriblemente a la joven pero intentó mantenerse calmada. –
Bien, todavía no se cómo te llamas- Sakura frunció el ceño e intent
sumirse en su lectura para ignorar completamente a Shaoran.- ¡perdona! Te
estoy hablando. Ya sé que la educación con los demás no es tu fuerte pero
tan solo tienes que articular una palabra, o... ¿prefieres que yo escoja un
nombre para ti?
-No tengo porque contestarte. Posiblemente ni te interese. Lo único por lo
que te puedo interesar es para probar tu nuevo mata ratas ¿no es así? O al
menos eso dijiste el otro día. O quizás para volver a imaginarte que te
insinúo ciertas cosas... aunque bien pensado... No, tu no eres de esos... a
ti te van otras tendencias.- Y con estas palabras volvió la lectura de su
libro ignorando completamente el mundo exterior.
- Bien, seguramente tienes un nombre tan horroroso que te da vergüenza
pronunciarlo en público, ¿no?- Sakura ignoró por completo estas palabras-
¿Tesako? ¿Tunochi? ¿Mikamuko?- La joven seguía inmersa en su libro mientras
el muchacho iba inventándose extraños nombres hasta que se dio por vencido.
bolsas y sacándolos de las cajas los colocó encima de su mesa. El camarero
llegó trayendo el chocolate que había pedido y lo dejó en la mesa mientras
que observaba el montaje que estaba creando Shaoran. Cuando terminó de
colocar todas las muñecas y los muñequitos tosió para llamar la atención de
Sakura. Ésta levantó la mirada para ver ese conjunto de juguetes sobre la
mesa. Un aire de melancolía la invadió en ese momento. Algunos de los
juguetes eran casi idénticos a los que ella había tenido cuando era
pequeña, pero endureció su mirada y se dirigió al joven.-¿Se puede saber que pretendes? Tranquilo, ya se que muy listo no eres y tu
mente de niño sigue atrapada en un cuerpo de adulto, pero me parece que no
es el lugar idóneo para jugar a muñequitas.-- Tan sólo quería contarte una historia... Verás, estos muñecos eran
personas que vivían contentas y felices hasta que... - hizo unos segundos
de silencio, se agachó debajo de la mesa y de repente... - ¡taraaaaaaaaaan!
Hasta que llegó la destroza ilusiones – había cogido de otra bolsa un
enorme robot que pretendía regalar a Juntai- Era un ser maléfico que le
encantaba pelearse con todo el mundo, sobretodo en Navidades.- Sakura
frunció en ceño ante la escenificación. Shaoran empezó a golpear a los
juguetes con el robot como si se tratase de una pelea y emitiendo gemidos.-
¡No por favor! No nos pegues malvada bruja- dijo con una voz aguda y
después cambiando radicalmente el tono, como si hablase el robot, añadió-
Jajaja... es que me gusta maltratar a la gente... sólo soy feliz si
estropeo la vida de los demás, jajaja- en ese momento no pudo más y, al ver
la cara enfadada de Sakura, soltó una buena carcajada. Después prosiguió.
Cogió un sobre de azúcar abierto y lo puso en las manos de una muñeca.-
¡probemos con mata ratas! ¡Quizás eso la detiene!¡Noooo! Jajaja... Y Jamás
os diré mi nombre... - Y el robot continuaba dando golpes a los otros
muñequitos- Barbie, ¿te has dado cuenta? Debe tener un nombre tan horrible
que ni se atreve a decirlo.- No sé de qué te ríes. Debes haberte pasado horas preparando ese numerito
penoso y ni siquiera tiene gracia. Además no le encuentro ningún sentido.- Va, seguro que si te fijas bien... con sólo ponerle un poco de pelo al
robot seríais completamente iguales... la gente os preguntaría por la calle
si sois gemelas... se lo iba a regalar a mi sobrino pero... si quieres te
lo puedes quedar. No soy tan cruel de separar a dos seres tan parecidos.- Bien. Creo que por hoy ya tengo suficiente. Ahora si eres tan amable de
dejar que acabe mi té tranquilamente.- Sakura estaba realmente furiosa pero
intentó contenerse todo lo posible pensando que así se libraría del
muchacho más rápidamente.-¡Camarero! La cuenta.- El camarero que había observado animadamente la
escena se acerco con la cuente y la dejo sobre la mesa. Shaoran estaba
sacando su cartera para pagar cuando Sakura no pudo resistir sus
tentaciones, siempre tenía que decir la última palabra.- Él pagará todo, se lo merece por ser un incordio- y después volvió la
cabeza hacia el cristal de la cafetería mirando a la calle y haciéndose la
distante.- ¡Ehhhh! Un momento pero, ¿qué te has creído? No tienes derecho a
comportarte de esta manera tan infantil.- dijo Shaoran alzando la voz y sin
darse cuenta de que algunas personas en la cafetería empezaban a girarse
para ver que ocurría - No pienso pagar lo tuyo hasta que no crezcas.- ¿Infantil? Y, ¿quien me lo dice? ¿El que se crea mundos paralelos con
robots destructores? - En ese momento Sakura se levantaba de la mesa muy
enfadada con un aura de fuego a su alrededor. Ese muchacho se había
propuesto amargarle la vida. Algunas risitas se oyeron de otros comensales
de la cafetería- Primero, el robot destructivo eres tú. Segundo, no me creo mundos
paralelos y tercero, quizás yo soy imaginativo pero al menos no me dedico a
agredir los Papá Noël que ofrecen caramelos por la calle- un rumor de
desaprobación se oyó por toda la sala y Shaoran, todavía con el robot en la
mano, se levantó de la silla quedando frente a Sakura. Sabía perfectamente
que ese comentario la había incomodado.- ¿ahh sí??? Pues no soy yo quien alquila a niños para acercarme a las
mujeres y ligar con el pretexto de que son mis sobrinos.Los dos jóvenes se habían convertido en el centro de atención del lugar. El
camarero se había quedado paralizado ante la situación. Sakura se anotó un
tanto al ver como el joven se ruborizaba ante las miradas de todo el mundo.
En el fondo era un chico bastante tímido, pero le costaba mucho vencerle.El camarero seguía al lado de los dos contrincantes con una gota
resbalándole por la nuca y sin saber muy bien que decir. Era su primer día
de trabajo y no se había imaginado nada parecido.-Bueno, pues al menos yo no me dedico a hacer llorar a los niños por la
calle.- Llegados a este punto cada vez que uno hacía un comentario se oís
un coro de fondo con la gente animando o criticando sus acciones.- Pero eres un asalta cunas. ¡El otro día te vi por la calle e ibas con una
muchachita que debías sacarle unos diez años!- ¡Era mi sobrina!- ¿Ves como utilizas ese estúpido pretexto de los sobrinos? Me parece
increíble que no se te caiga la cara de vergüenza.- A ti se te tendría que caer por insinuarte a la gente en el banco.-Y a ti por mafioso. Eres un intento fracasado de Al CaponeEn ese momento se quedaron mirando fijamente y en la sala reinaba un
silencio absoluto, se habría podido cortar la tensión con un cuchillo. La
gente esperaba impaciente para ver como concluiría la batalla pero ninguno
de los dos daba el primer paso. Tan sólo se miraban fijamente echando rayos
por los ojos. Fue el camarero el que decidió acabar con esa tensión antes
de que el asunto acabase en una pelea como las del oeste con todos los
vasos rotos y las mesas volcadas.- Bue... ue... bueno... creo que... les invita la casa... - dijo
tímidamente y después se oyó un coro de aplausos agradeciendo la escena que
les habían otorgado.- Los viernes por las tardes se hacen actuaciones, si
queréis reservar hora estaríamos muy contentos de que volvieses a actuar en
este café.En ese momento Sakura y Shaoran se dieron cuenta del numerito que habían
montado y se giraron rojos como auténticos farolillos de navidad para ver
como todos los comensales del lugar aplaudían su actuación. Así que Shaoran
se dispuso a salir de la cafetería tan rápido como sus piernas se lo
permitieron. Seguidamente salía la chica de ojos verdes cabizbaja para
ocultar su rostro colorado. Cada uno saliendo en su propia dirección bajo
la atenta mirada de unos ojos azules.Esos ojos azules habían seguido atentamente toda la conversación y no
cabían en sí de asombro. Realmente no esperaba encontrarse con nada tan
fabuloso. No se le escapó ni un sólo detalle. Rápidamente cogió su
teléfono. Debía hablar con alguien.
Las puertas de un elegante ascensor se abrieron dejando paso a Sakura hacia
una sala llena de gente. Habían cantidad de mesas y ordenadores y gente
trabajando en ellos. Se respiraba un ambiente tenso y con mucha actividad.
Le encantaba aquel sitio. Pronto llegó a la mesa de Tomoyo. Ella era una
reportera gráfica en ese periódico. Desde muy pequeña había adorado las
fotografías y los videos y había decidido encaminar su vida con algo
relacionado a ello.
Tomoyo estaba un amigo suyo llamado Aki Matsuda. Él trabajaba en el mismo
edificio sólo que en otra planta. Su padre tenía una empresa publicitaria
que trabajaba conjuntamente con la empresa de la madre de Tomoyo. Él era un
chico alegre pero demasiado mujeriego.- ¿puede saberse porque tenías tanta
prisa en verme? Tengo algo de prisa así que habla.-Me veo envuelto de bellezas justo ahora que debo volver al trabajo.- este
comentario de cualquier chico las habría ruborizado pero ya estaban
acostumbradas al lenguaje adulador de Aki.- además creo que tenéis cosas de
las que hablar así que mejor os dejo.- Y guiñando un ojo se encamino hacia
el ascensor.- Bueno. Examinemos las pruebas por partes.- Tomoyo sonrió juguetonamente y
Sakura miró preocupada al reloj, esa sonrisa siempre precedía una buena
charla. – Dime, ¿estás viéndote con alguien en especial?- Sakura negó con
la cabeza, no sabía a donde quería llegar su amiga. Se sentó en una silla
esperando ser sorprendida. - Bueno, entonces... tal vez... ¿te has apuntado
a un grupo de teatro ambulante?-¡Tomoyo!!! Te he dicho que tengo prisa. Todavía tengo muchas cosas que
hacer y tu pretendes que pierda el tiempo en jueguecitos.- Está bien, está bien. Este mediodía me he pasado a saludar a Eriol. Esta
mañana ha estado en "La Torre" y ha presenciado algo muy interesante. Por
lo visto tú y un amiguito tuyo habéis pasado un buen rato.- Tomoyo sonri
al ver la reacción de pánico de Sakura. Todos ellos eran clientes
habituales de esa cafetería y solían verse allí pero no tenía ni idea que
esta mañana Eriol también estuviese allí.- No... no... está mañana no he visto a Eriol. Yo... no sé muy bien de que
me hablas...- Bueno, el caso es que tú y tu "amiguito" habéis tenido una charla muy...
como debería decirlo... muy ¿aclamada?, ¿popular?, ¿acalorada?, ¿aplaudida?-
Tomoyo contaba con los dedos todas las palabras que se le iban ocurriendo-
Me ha dicho que más que una conversación pareció un espectáculo.-Tomoyo... - Sakura estaba realmente roja. Estaba segura que si el chico de
ojos azules lo había presenciado, se lo habría contado todo con pelos y
señales a su novia.- Si me has hecho venir para avergonzarme, creo que
prefiero irme ahora mismo- cuando Sakura se intentó levantar su amiga la
detuvo.- Tranquila... pero sólo dime... ¿quien era ese muchacho?- Bue... bueno... ¿te acuerdas que te conté que un día un degenerado empez
a gritarme por la calle? Aquel que iba con un niño pequeño cuando me choque
contra ese Papá Noël, el mismo de la bochornosa tarde en le banco. – Tomoyo
asintió cada vez más interesada en el asunto- Pues bien. Hoy estaba
tranquilamente en la cafetería cuando de repente entró él y se sentó a mi
lado sin pedirme permiso. Después de montar una batallita de juguetes
empezó a gritar como un loco y se armó un escándalo. Fin de la historia. Y
ahora no quiero recordar más el tema.- Tranquila. Lo que pasa es que Eriol me ha dado esto.- Tomoyo abrió un
cajón de su mesa y sacó una cartera negra de hombre.- Al parecer tu
amiguito se la olvidó. Así que Eriol pensó que como estabais tan
compenetrados podrías devolvérsela tu. - Sakura frunció el ceño ante el
comentario e hizo un gesto de negación. – ¿Por qué no? Yo creo que puede
ser una buena oportunidad, Eriol dijo que sería una ocasión extraordinaria-
dijo Tomoyo guiñándole un ojo a su amiga.- ¡No! No has entendido nada. No soporto a ese energúmeno. Nos hemos
cruzado ya tres veces y todas ha acabado montando un espectáculo y
dejándome en evidencia en medio de la calle o de la cafetería. Es
terriblemente insoportable y no sé porque le tendría que hacer ningún
favor.- Pero entonces una luz surgió en la cabeza de Sakura y se abalanzó a
coger la cartera de manos de su amiga. La abrió y comenzó a registrarla a
todo detalle.Tomoyo había predecido de antemano lo que haría su amiga. Comenzaron
revisando todos y cada unos de los carnets del muchacho.-Shaoran Li. Así que este es el nombre del tipo ese. Jejeje... ahora si nos
volvemos a encontrar jugaré con ventaja... jeje - Sakura se frotaba las
manos. Una cartera era un hallazgo de información muy importante.-Así que es de Hong Kong. No me habías dicho que era extranjero. Y bastante
guapo. Mmm... mira estas tarjetas de presentación, al parecer es una
especie de economista o administrativo.- Bufff! Qué aburrido. Así que es chino. No sabía exactamente de donde.
Además hablaba muy bien el japonés. Si no fuera por que tienes los ojos más
rasgados podría pasar por japonés. Mira, aquí dice que tiene solo un año
más que yo... Y el muy cretino va llamándome enana infantil... cuando lo
encuentre se va a enterar. Y lo de guapo... presumido mas bien. Seguro que
ese día se pasó varias horas peinándose frente al espejo.-Pues para varias horas estaba bastante despeinado. Y es socio de diversos
clubs. Mira... algunos de los carnets ya son muy antiguos pero parece ser
que te has chocado con un deportista. Un club de fútbol, uno de atletismo y
uno de artes marciales.- Muchos musculitos pero poco cerebro. Mira, mira, mira... no puedo creer
lo que veo. Aquí tiene papelitos con nombres de chicas y sus números de
teléfono... ¿no te sugiere nada?– una sonrisa malévola surgió en la cara de
Sakura. Era una oportunidad increíble.- Ni lo sueñes. Te dejo cotillear pero sin pasarse. No voy a permitir que
vayas gastando bromas por ahí.- ¡Pero Tomoyo! No puedo creer que te pongas del lado del cretino ese. Si
tan sólo quería hacer unas llamaditas inocentes...- Olvídalo, mejor mira esto. Una foto.Sakura observo la foto que había en la cartera. En ella se veía a Shaoran,
por fin sabía su nombre, tirado en el suelo y rodeado por seis niños. Entre
ellos reconoció a su sobrino, Juntai, y a la otra supuesta sobrina.
Estaban jugando algún juego extraño pero parecían pasárselo en grande.
Sakura se sumió un par de minutos observando la fotografía. Después
reaccionó y para salir de la situación señaló a los niños y miró seriamente
a Tomoyo.-Mira, estos son los niños que utiliza para acercarse a las mujeres y
ligar. Realmente es una especie de mafioso degenerado- en ese momento
empezó a reír fuertemente.- En serio Sakura. No pensaras realmente que se dedica a eso, ¿no?- Sakura
negó con la cabeza entre carcajadas. Realmente podía ser un incordio pero
tampoco veía al joven chino utilizando a esas criaturas con fines tan
egocentristas. Tomoyo empezó a guardar todo lo que habían ido sacando- Se
acabó el tiempo.Mientrastanto...Aki se dirigía hacia el ascensor y justo cuando se abrió la puerta se choc
con el joven chino.-Hombre Shaoran, ¿qué haces por aquí?-dijo saludándolo alegremente-Pues vengo a solucionar unos temillas. Perdí la cartera en la cafetería a
la que fuimos el otro día. ¿Y a ti que te trae por aquí?-Yo trabajo aquí mismo.-¿En serio?- preguntó el joven que no recordaba que su amigo trabajase en
un periódico.- Sabía que no debía estar lejos pero no sabía donde era exactamente.-Bueno, en realidad trabajo en la agencia publicitaria que hay tres plantas
más abajo pero siempre vengo a merodear a está planta- Aki se acercó a su
amigo y dijo en tono confidencial- aquí están las chicas más guapas de todo
el edificio- y sonrió pícaramente.- Vaya, ya entiendo- Aki jamás cambiaria – Bueno Aki, creo que debería ir a
por mi cartera. Ya nos veremos.-Venga. Hasta pronto.Volviendo a la conversación de Tomoyo y Sakura...- Pero... ¿qué haces? Todavía no he terminado. ¿Cómo que se acabó el
tiempo?- Pues que como me he imaginado que no pensabas llamarlo para devolverle su
cartera lo he llamado yo y está al caer.-¿¿¿Cómooooooo???¿Se puede saber por qué has hecho semejante estupidez?- en
ese momento Sakura se giró y pudo ver como el joven chino vestido con un
elegante traje pero sin corbata caminaba perdido por los despachos de la
redacción preguntando a todo aquel que se encontraba. Lo único que se le
ocurrió fue meterse debajo de la mesa de su amiga con tal de esconderse.- Muy bien Sakura, creo que esta es una solución madura y respetable.- Mejor calla que es por tu culpa que tengo que estar aquí. – Tomoyo ri
por lo bajo. Ella se lo pasaba en grande en estas situaciones. Justo
entonces Shaoran llegó hasta la mesa.- Perdona, ¿eres tu Mikki Koisikawa?- en ese momento surgió un interrogante
sobre la cabeza de su amiga, ¿porque habría dado un nombre falso?- Me llamo
Li Shaoran. Creo que has encontrado mi cartera.- Shaoran pronunciaba estas
palabras mientras le daba la mano a Tomoyo con una amplia sonrisa. Muchas
gracias por avisarme, en serio- Fue entonces cuando su pie chocó contra
algo debajo de la mesa y se oyó un gemido. Shaoran agachó la cabeza para
encontrarse lo último que se esperaba.- ¡Ahhhhh!- gritaron ambos al unísono. Sakura se golpeó la cabeza de la
mesa y luego intentó salir ante el estupor del muchacho que no entendía
nada.- ¿Se puede saber que haces tu aquí?- preguntó el joven chino.- ¿Y eso que te importa? Ya tienes la cartera, ya te puedes ir.- Tomoyo
sacó una pequeña videocámara de su cajón. Hacía tiempo que buscaba alguna
historieta divertida.- Vale, vale, vale. Tranquilidad. Este día se esta convirtiendo en una
pesadilla. Es la segunda vez que me encuentro con esta robot destroza
ilusiones.- Shaoran hablaba en voz alta para si mismo.- Este es el típico ejemplo de cretino insoportable. Como se atreve a... a
llamarme todo eso. – su amiga se mantenía apartada de la conversación
intentando grabarlo todo con su cámara- ¿no tuviste suficiente con
humillarme el otro día?-¿Que yo te humillé? Tu me dejaste completamente en ridículo. Y te merecías
todo lo que te pasó.- ¿Se puede saber de qué hablas?- Dijo Sakura colocándose frente al joven
chino con los brazos cruzados.- Pues muy simple, - Shaoran la señalaba con el dedo índice de forma
acusadora- las malas personas como tú reciben su merecido. – Sakura alarg
su mano hasta alcanzar el dedo de Shaoran para intentar retorcérselo pero
falló en su intento.- ¡Hoeee! –dijo Tomoyo interponiéndose entre los dos oponentes- Sakura, no
hace falta llegar a las manos. Y tú- dirigiéndose al joven- no deberías
juzgar a las personas precipitadamente.-Así que el nombre del monstruo es Sakura... - dijo Shaoran omitiendo el
comentario de la reportera.- Vaya no es tan horrible como para no poder
pronunciarlo en público. Aunque no va muy acorde con tu personalidad. Tu no
eres como una flor sino más bien como un cactus. - Tomoyo se rió ante los
comentarios del joven.-¿Se puede saber de qué te ríes?- Le preguntó muy enfadada su amiga.-Nada, es que cuando te ha llamado monstruo me he acordado de tu hermano.
Él siempre te llamaba kaijuu.- A Sakura le incomodó la situación. Su amiga,
quien debía ayudarla, se ponía de aparte de un desconocido degenerado.- ¿La llamaba? ¿Acaso está muerto?. ¡O Dios! No sabía que llegabas a esos
puntos de crueldad. ¿Acaso has matado a tu hermano por que te felicitó en
tu último cumpleaños?-Hasta aquí podíamos llegar ¿Cómo puedes decir tal cosa?-Está bien, está bien. Lo retiro, no quiero acabar descuartizado en una
caja de zapatos por una muchachita con edad mental de 5 años.Sakura se enfureció y le tendió su cartera.-Ya tienes lo que habías venido a buscar. Ahora ya te puedes largar- se
giró dándole la espalda.-De acuerdo. No permaneceré un minuto más a tu lado ni por todo el oro del
mundo. –se giró y miró a Tomoyo quien no podía entender que una
conversación llegase a tales puntos- Gracias, Mikki Koisikawa, por
devolverme la cartera. Y procure no acercarse demasiado a su amiga si
pretende vivir muchos años más. – El joven se fue hacia por el mismo camino
por donde había venido dejando a las dos amigas solas.-Estarás contenta, ¿no?- dijo Sakura indignada. No se arrepentía de lo que
le había dicho al chico pero ciertamente no le gustaba tener esta clase de
enfrentamientos con nadie. De hecho nunca se había enfrentado a nadie de
esa forma.-Pues lo cierto es que no. No pretendía que pasase esto. Es un chico guapo
e interesante. Podrías hacer un esfuerzo por llevarte bien con él, ¿no
crees?- ¡NO! ¿Acaso no has visto como me ha tratado?-Piensa lo que quieras pero tu tampoco has sido la reina de la amabilidad.-
Sakura estaba enfadada. El muchacho insolente volvía a meterse en su vida,
ella era incapaz de evitar peleas y su amiga no la entendía. Decidió variar
un poco el tema para no enfrentarse también con su mejor amiga.- Tomoyo, ¿se puede saber porque diste un nombre falso?- Tomoyo miró a su
amiga e buscó rápidamente una excusa creíble.- Bueno, verás, no es bueno ir dando tu nombre a desconocidos y pensé que
sería mejor dar un falso, por si acaso. Nunca se sabe con quien se va a
topar. Podría ser un degenerado, o un psicópata asesino, el mundo es
peligroso.-¿Quéeeee? ¿Crees que puede ser un asesino?- dijo Sakura preocupada- Pues
ahora sabe mi nombre. ¿Que voy a hacer?-Tranquila Sakura, no creo que llegue a tal punto. En realidad parecía muy
buen muchacho, ¿no crees?-La verdad es que no. Pero bueno, debería irme, me están esperando en otra
entrevista de trabajo.- Está bien. Hasta luego Saku, ¡cuídate!- Tomoyo despedía a su amiga
mientras ésta se iba en dirección a los ascensores. Cuándo la hubo perdido
de vista a su amiga, cogió el teléfono y tecleó rápidamente un número.-
¿Eriol?-¿Sí? ¿Ya está hecho?- contestó una voz masculina al otro lado del
teléfono.- Sí. Esto se pone muy interesante. No puedo creer lo que está pasando. Y
no me habías dicho que el misterioso Shaoran Li fuese tan atractivo.
-Te recuerdo que eres mi novia y por lo tanto es que es algo que no debería
importarte, ¿no?- Sí, sí. Je je. Pero sigo siendo una chica y tengo ojos en la cara, ¿eh?
¿No crees que ya sería hora de que me presentases oficialmente a tu amigo?- Bueno, planeaba presentaros hace mucho tiempo pero ambos estáis muy
ocupados. Se dejases de viajar tanto...-Eriol, ya sabes que no puedo evitarlo, es el trabajo. Bueno, ahora no
corre prisa, nos podríamos divertir un poco más a costa de ellos, ¿no?-Elemental querida. Parece que me leas el pensamiento.- ¿Pero no te parece extraño que hayan coincidido ellos dos y varias veces?
Tantas casualidades...- A ver Tomoyo. ¿Cuantas veces tengo que decirte que las casualidades no
existen? Sólo lo...-Sólo lo inevitable- le interrumpió la voz de su novia- Lo sé. Me lo has
dicho millones de veces. Pero... ¿quieres decir que estos encuentros son
inevitables?-Exacto, son cosas del destino. Ellos tenían que conocerse de un modo u
otro.-Y... ¿ahora pretendes presentarlos de una vez o esperar una temporadita
mas?-Pues como que dentro de un par de semanas se conocerán en la cena que
organizarán Yamasaki y Chiaru, creo que deberíamos esperar hasta
entonces...-Pero provocando pequeños encuentros entre ellos, ¿no es así?- Veo que aprendes rápido Tomoyo- dijo el chico de ojos azules con una
sonrisa en los labios.- Además digamos que si el destino no se encarga de
convertir sus encuentros en inevitables...-Nosotros mismos deberemos hacerlo.-Muy bien. ¿Te veo hoy para cenar y lo hablamos tranquilamente?- No puedo, cariño. He quedado con Naoko y Sakura para cenar. Además
seguramente podré saber algo sobre el próximo trabajo de Saku.-Está bien. Mañana te llamo.- Y con estas palabras se despidieron. Pero sus
mentes no hacían más que empezar a tramar un par de semanas entretenidas.
Tomoyo entró en su casa y empezó a oler a quemado. Seguramente sería Sakura
preparando la cena. Lo hacía con buena intención pero solía despistarse y
acababa quemando la gran mayoría de sus platos. Era un caso. Pero al menos
era buena señal que se hubiese puesto a cocinar, eso indicaba que estab de
buen humor.
corria de un lado para otro intentando mantenerlo todo en orden pero con
escaso exito. – ¿Quieres que te ayude?- ¡Si! ¡Porfavor!- suplicó la joven de ojos verdes.- No se que me pasa pero
se me descontrola el tiempoi y el hornpo se vuelve loco y la cena...- No pasa nada Sakura, tranquila. Ya verás como lo arreglamos en un
momento.- Tomoyo tranquilizó a su compañera de piso con una dulce sonrisa y
hechó una ojeada a la cocina. Era un caos. – Veamos que estás preparando-
Abrió el horno y una humareda espesa surgió de dentro.- Bue... bue.... verás es que... Yo... El tiempo, ya sabes que no se
controlarlo bien y...- Veredicto: Carbonizado.-Exacto. Y hoy tenía que venir Naoko a cenar con nosotras.- No te preocupes lo recogemos en un momento y volvemos a empezar.-Está bien- dijo Sakura. Ambas amigas se miraron y después volvieron a
mirar el desastre de cocina.-O bien... podríamos ignorar esto e ir a cenar fuera. Coge tus cosas y ya
llamaremos a Naoko de camino- Sakura asinti-Excelente idea- sonrieron y salieron de la cocina. Fueron a la entrada y
cogieron sus abrigos y bufandas.
Al cabo de un rato tres chicas sonrientes llegaron al restaurante y se
acomodaron en una mesa. El buen humor era constante en su conversación. Lo
cierto es que se veían en pocas ocasiones. Entre el trabajo y los últimos
estudios el grupo se había ido dividiendo cada vez más. A Tomoyo le
extrañaba el extremado buen humor de Sakura, parecía que ni se acordase de
los encuentros de esta mañana. Con estos pensamientos Tomoyo sonreía. Sabía
que los encuentros no iban a terminar aquí. Por otro lado Naoko también
parecía inmensamente feliz. Las había citado para contarles algo.
preguntó Sakura.-Pues... se podría decir que estáis delante de una escritora. – unos
interrogantes surgieron sobre las cabezas de las chicas. Bien conocido por
todos era la afición de Naoko a la escritura creativa y sobretodo la que
envolvía misterios pero, ¿a que se refería con eso?- ¿quieres decir que... -Tomoyo empezó a decir pero antes de que pudiese
acabar su pregunta Naoko levantó los brazos enérgicamente y gritó:
- ¡¡¡Van a editar mi primer libro!!!- ¿En serio? – dijeron Sakuro y Tomoyo al unísono. Naoko afirm
alegremente. Ambas chicas le dieron una abrazo a Naoko y la felicitaron una
y otra vez presas de la euforia del momento. En cuanto acabaron se sentaron
de nuevo.- Esto es... ¡Es genial! Serás una gran escritora. – dijo Tomoyo contenta
por su amiga.- Y escribirás libros famosos en todo el mundo. Podremos
fanfarronear de tener como amiga a la famosa Naoko.- ¿Y desde cuando lo sabes? ¿Utilizaras un seudónimo para tus obras?
¿Hace mucho que trabajas en ese libro? ¿Cómo es tu editor?- preguntó Sakura- Preguntas de una en una por favor- dijo Naoko graciosamente como si fuese
una famosa escritora acosada por sus fans. Las tres chicas rieron ante la
actuación de Naoko.- Ahora en serio. ¿Es aquel libro sobre una asesinato en una vieja mansión?-
preguntó Tomoyo acordándose de una obra que Naoko había estado ideando des
de hacía muchos años.- Así es. Es aquella que empecé a imaginarme cuando tenía sólo dieciocho
años... y mirar a donde ha llegado.- ¡Oh! Será genial. Y... ¿cuándo podremos leerla nosotras?- Tomoyo ya
estaba deseosa de leer la obra de su amiga aunque Sakura no mostraba el
mismo interés.- Pues aún me falta acabar de perfilar unos detalles pero supongo que en
poco tiempo os la podré dejar leer. - Sakura palidecía por momentos. Sabía
que con mucha seguridad en el relato de su amiga aparecerían fantasmas e
incluso otros tipos de seres sobrenaturales- Tranquila Sakura. Sé que note
acaban de gustar estás cosas. No tienes porque leértelo. - dijo Naoko
sonriendo para tranquilizar a su amiga.- Gra... gracias. Estoy segura que eres una gran escritora pero no quiero
dejar de dormir por leer historias terroríficas. Pero... me compraré tu
libro y... ¿me lo firmarás?- ¡Por supuesto!- dijo Naoko alegremente y continuó hablando en tono burlón-
pero hay tarifa: la firma sola es más barata que firma más dedicatoria
y... no hay rebaja para conocidos.- Vaya. Yo pensaba comprar un ejemplar cada vez que entrase en una librería
pero si me vas a cobrar para la firma creo que no lo haré...-Bueno... en este caso podría hacer la vista gorda y firmártelo a mitad de
precio.-Mmmm. De acuerdo, hecho jeje.-Y... veamos. Dejemos de hablar de mi noticia. Creo que vosotras tenéis
algo que contarme Estáis de un inusual buen humor, ¿no?Sakura sonrió. Era su turno. No tenía una gran noticia como la de Naoko
pero al menos algo era algo.-Pues bien. Acabo de conseguir un nuevo trabajo.-Vaya felicidades. – dijo Tomoyo que ya se lo esperaba.-Pero... ¿ya no trabajas en aquella tienda del centro...?- dijo Naoko
extrañada-Uy... Naoko. Si que nos vemos poco. Hace ya unos meses que no trabaja
allí. Después de trabajar allí Sakura trabajó en una floristería pero...
digamos que tampoco encontró su verdadera vocación en las flores- dijo
Tomoyo burlonamente.Sakura había estudiado interiorismo en la universidad pero no quería
ponerse a trabajar en ello. Ciertamente le había gustado la carrera pero no
quería caer en la esclavitud de un trabajo fijo. No se veía toda su vida
dedicándose al interiorismo. Así que iba probando diferentes trabajos
temporales pero ninguno le acababa de convencer como para dedicarse a él.
Había sido vendedora en diferentes tiendas, en una floristería, paseadora
de perros, monitora de actividades deportivas para niñas e incluso había
trabajado de camarera en "La Torre". Fue a partir de entonces cuando todos
empezaron frecuentar la cafetería como punto de encuentro y muy
habitualmente de diversión con los episodios cómicos que protagonizaba
Sakura en la cafetería. Realmente lo suyo no era servir cafés.- Y... ¿a que se va a dedicar nuestra pequeña Sakura?-Pues... de momento ¡voy a ser repartidora!- Tomoyo y Naoko se quedaron
expectantes ante la respuesta de Sakura. ¿Realmente iba a dedicarse a
repartir? No se la imaginaban yendo de casa en casa y menos llegando
puntual.- Sí, de un restaurante que prepara comidas a domicilio, bueno y
también sirve allí mismo. Es uno que se llama "El Pollo Loco". ¿Lo
conocéis? – ambas chicas negaron con la cabeza. De momento voy a ir en un
ciclomotor y...- en este punto los ojos de Tomoyo se abrieron como platos.-Espera un momento. Para ahí. ¿Has dicho que vas a repartir en
ciclomotor??? Debe de ser una broma, ¿no?- dijo Tomoyo muy preocupada.- No. He dicho que voy a repartir en un ciclomotor, ¿qué pasa?- ¿Cómo que "qué pasa"?- dijo Naoko que también estaba alarmada por la
noticia de Sakura. Tokio no sería una ciudad segura si Sakura condujese una
moto.- ¡NI tan sólo tienes carnet!- Te equivocas. Si que tengo carnet y además...-Además lo tienes caducado Sakura. – dijo Tomoyo cortante- No puedes
conducir una moto.-¿Por que no?- dijo Sakura que empezaba a estar molesta por la reacción
negativa de sus amigas.- Pues muy sencillo. NO te lo tomes a mal pero... - Naoko no sabía como
continuar la frase-Eres un peligro público sobre dos ruedas.- Tomoyo la miraba fijamente
mientras Sakura fruncía el ceño. ¿no recuerdas cuando llevabas moto? Fue un
autentico desastre. Dejaste de utilizarla por conservar tu vida y la de los
demás.- Chicas. No sé de que estáis hablando. A mi siempre me gustó conducir la
moto tuve que dejarlo por... por... por que no era del todo práctico.-Claro que no era práctico. – Naoko tenía que convencer a Sakura que se
quitase esa idea de la cabeza.- Acababas cada día en sesión de curas
intensivas. Mira Sakura no creemos que sea bueno que tu lleves una moto.
Búscate otro trabajo, no te veo del todo como repartidora. Seguro que
encuentras fácilmente otra cosa...- ¿Que? No puedo creer que mis amigas no me ayuden en esto. ¿Sabéis lo que
cuesta encontrar trabajo últimamente? No es que me entusiasme el trabajo de
repartidora pero Dios. Tengo que trabajar, ¿no?-Y entonces, ¿porque no te pones a trabajar en serio?- preguntó Naoko.- Es cierto Sakura. Estudiaste una carrera y eres muy inteligente. Seguro
que si lo intentas encontrarás algo más.- No, no me entendéis. No sé que quiero hacer exactamente en mi vida pero
no quiero trabajar encadenada a un despacho y caer en la rutina para
siempre. Con estos trabajos puede que cobre menos y sean más incómodos pero
al menos puedo variar. Y si me harto pues los dejo. Pero si empiezo a
trabajar en algún despacho seriamente...Tomoyo y Naoko miraron tristemente a su amiga. Lo que decía tenía lógica
pero no podía dedicarse a esos empleos temporales para toda la vida.
Deberían ayudarla a darse cuenta pero de momento lo mejor sería apoyarla en
lo que quisiera.- Tu Tomoyo eres feliz porque te encanta tu trabajo y te permite viajar por
todo el mundo.. Tu Naoko has conseguido que te publiquen un libro. Pero
yo... No sé que hacer exactamente.- Lo... lo siento Sakura. Tendríamos que haberte apoyado des de el
principio.- Sabes que- dijo Naoko- si quieres ser repartidora. Pues reparte. Nosotras
llamaremos cada día para que nos traigas la comida.- Pero... antes de nada has de prometernos que no iras en moto.- ¿Que????- dijo Sakura- Creía que había quedado claro que me encanta
conducir moto y...-A ti te debe encantar pero al resto de la humanidad le aterroriza la idea-
dijo Tomoyo bromeando. Luego se puso seria y continuó- De verdad. Utiliza
un coche. Es por tu propia seguridad.- Dejando bromas aparte, Sakura, has de reconocer que eres una pésima
motorista. Además seguro que la comida no llega a su destino.- Mmmmm... Bueno. Está bien. Pero solo lo hago por vosotras.- dijo Sakura
guiñándoles un ojo.En ese mismo instante una idea empezó a surgir en la mente de Tomoyo.
NOTAS DE LA AUTORA: Hola hola holaaaaaaaaa! Gracias por esperar(los que
estabais esperando) este segundo capítulo. Mi intención era publicarlo
antes pero he estado muy liada estos días, ¡Y eso que estoy de vacaciones!
Pero ahora soy muy feliz. Está mañana me he matriculado en la carrera que
quería(arquitectura) y en el horario que quería, junto con una amigo mío.
Así que estoy dando saltos de alegría. Por eso mismo he decidido que tenía
que publicar hoy mismo.
Jeje, perdonar este rollo pero me apetecía contarlo... gritarlo a los
cuatro vientos... Quería agradecerle a todo el mundo que me escribió un
review después de mi primer capítulo, me animó mucho!
Quiero pediros perdon porque en el primer capitulo no huibiesen separaciones de capítulos. No se porque cuando publiqué no me salieron ni las negritas noi las separaciones ni un montón de cosas. Si alguien quiere ver el documento con las separacione spara poderlo leer mejor que me lo diga y se lo enviaré en cuanto pueda. Y si alguien sabe cooa arreglarlo que me lo diga por favor!
Y por último, quería dedicarle este capítulo a alguien muy especial para
mi( en realidad para cualquiera que lea esto) A SHAORAN Porque el pasado
día 13 de julio (martes y trece) fue su cumpleaños... Yo calculo que
cumplió unos trece años... jeje... pero que cada persona opine lo que
quiera!
Gracias a todos por leer mi fic y si tenéis algún comentario, sugerencia o
queja no dudéis en decírmelo.
