Cap 3. El sombrero seleccionador.

Según bajaron del expreso de Hogwarts para dirigirse al castillo, Tom, Virginia y las trillizas se habían ido conociendo durante el trayecto. Como las trillizas no sabían nada o casi nada de dónde estaba Hogwarts y demás empezaron preguntando.

¿Y dónde está el castillo? No lo veo por ningún sitio –dijo Lucia-

Pues me temo que nos tenemos que separar aquí. –dijo Tom-

¿Qué? –saltó Lucia-

Los de primer año van en canoas, y los de otros cursos van en otros medios. –explicó Virginia como si fuera lo más coherente del mundo-

¿¿CANOAS?? –gritaron las 3-

¡Los de primer año aquí! –se oyó una voz que no conocían las trillizas de nada-

Ahí lo tienes –dijo Tom mientras le guiñaba el ojo disimuladamente a Lucia-

Las trillizas se reunieron con un montón de primero que había por ahí. Vieron a un gigante, era la primera vez que veían uno exceptuando las películas.

No me digas que nos va a llevar el... –dijo Lucille-

Pues parece que sí –afirmó Lucy mirando como los de primero montaban en canoas-

¡Vosotras 3! –indicó el gigante- Montaos en esa que hay 3 sitios libres...

Las trillizas afirmaron y se montaron como con miedo en una canoa donde había una chica y dos chicos.

Me siento rara aquí que no conozco a nadie –dijo por lo bajo Lucille-

Creo que no eres la única –apoyó Lucia-

Cuando llegaron, todos jadeaban por el esfuerzo de remar. Salieron corriendo deseando pisar tierra hasta que el gigante les detuvo. Entonces Lucille hizo una pregunta que hizo que todos la observaran.

¿Y dónde están los equipajes? –preguntó con énfasis-

Están ya en el castillo –indicó el gigante-

¿Y como se llama usted? –preguntó de nuevo incrédula-

Rubeus Hagrid, bueno basta de charla, vayamos al castillo.

Llegaron todos al castillo y un hombre muy bajito y regordete estaba en la entrada. Con una voz un poco de pito se dispuso a hablar.

¡Ahh estos son los de primer año, buen trabajo Hagrid! ¡Bienvenidos a Hogwarts! En unos minutos pasaréis al Gran Comedor dónde se os hará el Sombrero Seleccionador. –explicó Flitwick mientras se alejaba-

¿Qué es eso del sombrero seleccionador? –preguntó Lucia por lo bajo-

Pues no tengo ni idea... –murmuró Lucy-

¿Por qué hay tantos misterios sólo para venir a un colegio? –Dijo Lucille enojada-

El sombrero seleccionador, me han dicho que hay que hacer una prueba con la varita... me lo dijo mi hermano mayor... –dijo un chico que no conocían de nada-

¿Una prueba? ¡SI NO HEMOS ESTUDIADO! –saltó Lucia-

Pues mala suerte...

¿Mala suerte? Yo dimito, yo me voy... –dijo Lucille dispuesta a irse-

Ni hablar –dijo Lucia agarrando a Lucille- Tú te quedas

¡Es una chuf...!

Antes de que acabara las puertas se abrieron y fueron entrando nerviosas... Flitwick sacó un polvoriento sombrero que colocó sobre un taburete.

No me digas que vamos a tener que convertir en sombrero en rana... –dijo Lucy con incredulidad-

Lo que tenéis que hacer, es, que cuando diga vuestro nombre venir aquí y tendréis que poneros el sombrero que dirá vuestra casa.

¡¡Jooooo!! ¡Que me lavé el pelo ayer! –exclamó Lucia-

Bueno hay que aguantarse... –dijo Lucy-

¡Spencer Aileen!

Una chica con el pelo castaño se acercó al sombrero medio tambaleándose... Entonces, tras ponérsele el sombrero gritó:

¡Gryffindor!

Mamá estuvo en Ravenclaw, ojalá nosotras también... –dijo Lucille-

Tras una larga lista de nombres, apareció el primer nombre de los Lovegood.

¡Lovegood, Lucia!

Ánimo Lucia, seguro que acabas en Ravenclaw... –animó Lucy-

Caminó nerviosa, se puso el sombrero, pero sin llegar a rozarla dijo:

Podrías ir a Gryffindor... pero... creo que te veo con las cualidades de... ¡Ravenclaw!

Lucia se fue a la mesa de Ravenclaw y buscó por todas las mesas a Tom, sin embargo le vio en la mesa de Gryffindor, lo cual lamentó muchísimo. Flitwick anunció el nombre de la segunda Lovegood...

¡Lovegood, Lucille!

Es mi turno... –dijo haciendo una mueca mientras empujaba a los que estaban delante para que se apartaran y se puso el sombrero-

Mmmmmm... ¿Ravenclaw o Slytherin?...

Me da igual, acaba pronto... ¿Vale? Tengo hambre... –dijo Lucille medio enojada-

¡Ravenclaw!

Ufffff... –suspiró Lucille- Menos mal...

Lucille se encaminó a la mesa de Ravenclaw con su hermana mientras todos los Ravenclaw aún las aplaudían. Entonces, ambas miraron a Lucy, cuando algo llamó la atención de Lucille. Un chico moreno bastante guapo a su gusto estaba en la mesa de Slytherin. Tenía un gran parecido con alguien de la mesa de profesores, aunque les cambiaba solo el pelo. Entonces Lucia dio un codazo a Lucille para que dirigiera la vista a Lucy que ya estaba nerviosa con el sombrero puesto.

¿Por qué tarda tanto? –preguntó Lucia-

Estará decidiendo en que casa meterla. A mi casi me mete en Slytherin –explicó Lucille-

Y a mi en Gryffindor –dijo Lucia-

No sé donde mandarte... –sonó el sombrero- Si a Hufflepuff o Ravenclaw...

Ravenclaw, Ravenclaw... –rogó Lucy que estaba mirando hacia la mesa de Ravenclaw-

¿Quieres Ravenclaw? Si, te veo las ideas claras... está bien... ¡Ravenclaw!

Lucy se dirigió a la mesa de Ravenclaw aliviada y menos blanca que a la hora del sombrero, Lucia y Lucille aplaudieron a su hermana para animarla que lo peor ya había pasado. Un rato después se acabaron los alumnos y una profesora, o al menos eso creían se levantó. Era la profesora McGonagall. Les dio el discurso de bienvenida, y comenzó la cena. Cenaron mucho del hambre que tenían, cuando llegó la hora de irse, comentaron las prohibiciones y después, alguien de Ravenclaw dijo:

¡Los de primero por aquí!

Seguimos al chico ese que nos estaba diciendo dónde teníamos que ir, nos paramos frente a un retrato bastante raro, era una señora muy delgada pero no de mucha edad... Ésta preguntó:

¿Contraseña?

Carpe Diem –dijo el muchacho-

Entraron, y el muchacho volvió a hablar.

Bien, me llamo Oliver, soy uno de los prefectos de Ravenclaw, la otra es aquella chica que acaba de entrar –la señaló- Se llama Michelle. Si tenéis algún problema podréis decírnoslo, procurar no hacer infracciones ya que podremos descontar puntos. Los dormitorios de las chicas están por esa dirección y de los chicos por esta otra. Buenas noches.

Las trillizas se fueron a su dormitorio, cuando entraron ya había 2 chicas allí que se llamaban Belinda y Lizeth. Instalaron sus cosas, charlaron un rato con esas dos chicas hablando del trayecto y se acostaron rápidamente para mañana comenzar las clases.