Cap 6. ¿Lucille enamorada de verdad?
A las siete en punto salió del despacho de Malfoy con la mano hecha polvo de copiar. Fue caminando por los pasillos del colegio buscando su sala común, pero acabó yendo a parar a la de Slytherin. Allí vio a los tres gemelos a los que odiaba desde ese mismo día.
-
Hombre, si están aquí mis amigos el tonto, el imbécil
y el idiota... –dijo Lucille con altivez-
- ¿Aún
quieres más castigos? –dijo Davis con tono amenazador y
sonriendo malévolamente-
- Yo de ti no lo haría
–dijo una voz detrás de ellos-
Lucille no paró a comprobar quién era, estaba segura de quién era esa voz. Era la misma del despacho, la misma que le había preguntado su nombre y que conseguiría un permiso para Hogsmeade. Siguió caminando, pero de pronto notó como alguien la detenía.
- ¿Por qué corres?
¿Te da vergüenza? –dijo la voz esa-
- Mmmmm.... Pues
no –contestó Lucille- Es solo que quiero volver pronto a la
Sala Común de Ravenclaw para terminar los deberes... Tu padre
no es que sea muy agradable, me duele la mano.
- Jajajaja es su
forma de ser, mi padre es así, pero por eso no la tienes que
pagar conmigo. –Dijo Vincent- Yo no te he hecho nada, de hecho le
dije que te dejara salir antes. Y por eso ahora estás aquí.
-
Muy amable por tu parte –reconoció Lucille-
- Te dije que
me caías bien –contestó Vincent-
- ¿Me
estás tirando los tejos? –dijo bruscamente Lucille-
-
¡Qué directa! –exclamó Vincent-
- No me has
respondido –insistió Lucille-
- Pues tú sabrás,
considéralo como quieras –dijo Vincent tratando de desviar
el tema- ¿Te puedo acompañar a tu sala común?
-
Por supuesto... –contestó Lucille-
Lucille sentía algo dentro de sí que nunca había sentido. Aquel Slytherin estaba siendo muy amable con ella, él, notó esa sensación de nerviosismo y enmudecimiento.
- ¿Te
ocurre algo? –preguntó Vincent-
- Nada, solo quiero
saber, por qué eres así conmigo... –dijo Lucille
reaccionando-
- Párate aquí un momento... –ordenó
Vincent-
- Tengo prisa... –balbuceó Lucille-
-
Mientes. Estás nerviosa... –replicó Vincent mientras
la agarraba del brazo- ¿Por qué no vienes conmigo a
Hogsmeade?
- ¿Cómo? Los de primero no tienen
autorización... No me la darán ni te la darán...
–se excusó Lucille-
- Yo te escoltaré... –prometió
Vincent-
- ¿Pero qué quieres exactamente? Tu tienes
a tus amigos y deberías ir con ellos ¿no? –insistió
Lucille-
- ¿Por qué no quieres quedarte a solas
conmigo? Yo sé lo que piensas, Lovegood. Y a mi no me puedes
engañar, ¿Por qué no vienes? Si sé que es
lo que quieres... –insistió también Vincent-
- ¿Y
tú que sabes? Tú no estás dentro de mí
para saber que pienso o qué siento... Además no te
conozco de nada –dijo bruscamente Lucille-
- Yo sí. Yo si
que te conozco.... –dijo Vincent-
- No, no me conoces... Sólo
son paparruchas... –replicó Lucille- Apenas he venido nueva
a este colegio y tu...
- Mi padre conoce a tu madre, no quiere que
me relacione mucho contigo, porque eres de sangre mestiza, pero he de
decirte que eso a mí no me importa... –contestó
Vincent-
- ¿Y qué quieres decirme con eso? No me
conoces de nada, Vincent. ¿Cómo pretendes saber tú
mejor que yo lo que siento, si ni siquiera nos conocemos bien?
–volvió a insistir Lucille-
- No te entiendo Lucille. Yo
sé más de lo que crees, piensas que porque sea de
Slytherin no debo llevarme bien contigo, piensas que soy mala
persona, pues sí, lo soy... Como tú. Yo también
suelo tratar mal a las personas que me tratan mal, pero la diferencia
es que yo estoy en Slytherin y eso me hace muy malo ¿Verdad?
¿Es eso? Creía que no eras así. –la reprendió-
No tengo más que decirte, si no te fías de mi, ya buena
gana de que siga intentando ganarme tu amistad....
Vincent se separó de Lucille y se fue por el camino a Slytherin. Lucille sin embargo al ver que se separaba sintió que algo en ella se vaciaba, había sido demasiado brusca y había estado negando la verdad, es decir, todo lo que Vincent decía de ella era verdad, ella se sentía atraída por él, ella quizás se estaba enamorando de él, pues como el bien ha dicho, se parecían.... Lucille dejó caer los libros al suelo con gran estruendo, entonces Vincent se paró. Lucille se dio la vuelta y se acercó a él. Entonces con un tono jamás oído, que podía llegarse a definir como dulzura se excusó con los ojos brillantes:
- Tienes razón... –reconoció lentamente- Lo siento...
Tras
decir eso, Lucille abrazó a Vincent con fuerza y tras ese
abrazo, recogió los libros del suelo y se fue corriendo como
si fuera sido un error lo que había hecho. El se quedó
ahí paralizado sin saber que hacer.
Llegó frente al
retrato y pronunció la contraseña.
- Carpe Diem –dijo jadeando-
El retrato se abrió y Lucille se sentó en una de las butacas libres. Ahí había muchos alumnos, pero pronto vio a Belinda que se sentó con ella.
- ¿Qué tal el castigo con Malfoy?
–preguntó ésta-
- Bien, tengo la mano destrozada,
pero ha sido el mejor castigo de mi vida... –reconoció
Lucille-
- ¡Anda! ¿Y eso? –volvió a
preguntar Belinda-
- El hijo de Malfoy... me fijé en el
ayer, en la cena... Le encontré en el despacho de Malfoy, se
me presentó, incluso me ha dicho que quiere que vaya a
Hogsmeade con el, he tardado en venir porque he estado discutiendo
con el, aunque al final le he reconocido la verdad. El se dio cuenta
en tan poco tiempo de que... bueno, me gustaba, y yo lo negaba, el se
enfadó porque me puse muy enojada y entonces lo reconocí,
le di un abrazo y salí corriendo. Nunca me había
sentido peor... –explicó Lucille-
- ¿Peor? Pero si
al menos sabes que al hijo de Malfoy le gustas tú... –dijo
Belinda-
- Pero, aún así... No sé Belinda...
Tal vez si le veo mañana ya me justificaré, y hablaré
con él más tranquilamente... temo a su padre... el odia
a los sangre sucia o sangre mestiza... y yo soy sangre mestiza...
–explicó Lucille-
- Pero mientras a él no le
importe... –supuso Belinda-
- ¡Y no le importa! Pero yo
temo eso... que por culpa de Malfoy nos tengamos por ejemplo que
separar... A decir verdad, creo que me he enamorado... –dijo
Lucille- Bueno voy a hacer las tareas y a practicar el Wingardium
Leviosa...
Pasó hasta las dos de la madrugada practicando mientras Belinda cortésmente aceptó quedarse con ella para ayudarla. Una vez terminado todo, ambas se fueron a acostar.
- Gracias Beli, te lo agradezco...
–agradeció Lucille-
- De nada Lucille, me caes muy bien y
cuando alguien me cae bien... Pues intento ayudar en todo –dijo
Belinda- Buenas noches
- Buenas noches.
Lucille observó a Lucia que tenía cara de felicidad en la cama, sin embargo Lucille no pudo dormir en toda la noche, pensando en lo que había hecho momentos antes delante de Vincent...
