Cap 7. Un día agitado.
Llegó la mañana siguiente, dispuestas a despertarse todas. Lucia, Lucy, Belinda y Lizeth se levantaron... Pero vieron que alguien seguía en la cama, Belinda se acercó.
- No me extraña, se
quedó hasta las tantas haciendo las tareas... Pero... ¡Oh!
Se la olvidó pociones... Se me olvidó recordárselo...
Y nos toca doble de pociones... –dijo Belinda aterrada-
- ¿Qué?
–exclamó Lucy- Pobrecilla...
- La tocó otra tarde
de castigos... Lucille, despierta... Lucilleeeeeeeeeee... –la toca
y la remueve para que se levante-
- ¿Qué quieres?
–dijo Lucille-
- Es hora de levantarse –dijo Lucia-
- Ah...
vale –bosteza- Que sueño que tengo...
Se vistieron todas y bajaron a la Sala Común. Todos se agolpaban en el tablón de anuncios.
- ¿Qué pasará?
–preguntó Lucy-
- Excursión a Hogsmeade –respondió
Lucille serenamente-
- ¿Cómo lo sabes? –exclamó
Lucia-
- Nada, cosas intuitivas –mintió Lucille-
- Ah,
bueno... bajemos a desayunar –respondió Lucia-
- Si,
mejor –dijo Lizeth-
En el desayuno Lucia estaba inquieta, y no paraba de mirar a la mesa de Gryffindor dónde estaba Tom desayunando, ésta se planteaba ir a verle y a desayunar con él, pero no sabía si sus hermanas la dejarían, después de todo ellas no sabían nada de que él había besado a Lucia.... Mientras, Lucille miraba desesperadamente en la de Slytherin, pero no encontraba a Vincent, sin embargo vio a los tres chicos a los que tenía un asco tremendo.
- ¿Te ocurre algo Lu? –preguntó
Lizeth-
- No, nada –respondió Lucia-
- Me refería
a Lucille... No para de mirar a la mesa de Slytherin –contestó
Lizeth-
- ¿A mi? No nada, es solo que estaba observando las
paredes del castillo y todos los detalles –mintió
rápidamente Lucille-
- Me voy a la mesa de Gryffindor
–anunció Lucia-
- Vale hasta luego –dijo Lucille-
-
Que raro... –murmuró Lucia por lo bajo, pero mas contenta
que unas pascuas se fue a visitar a Tom-
- ¿Qué has
hecho Lucille? Has dejado que se vaya Lucia a la mesa de
Gryffindor... –protestó Lucy-
- ¿Qué hay de
malo en ello? Déjala, se lleva bien con Tom, no la van a
comer... –dijo Lucille sin preocuparse-
- Quizás deberías
ver eso –señaló Lucy-
- ¿El qué?
–preguntó Lucille sin entender-
- ¡Pero mira que
beso se están dando! –saltó Lucy-
- ¿Y si
se quieren qué? –insistió Lucille-
- ¡Estás
muy rara! –estalló Lucy- Llevas unos días
insoportable, no sé que te han hecho en la cabeza pero...
Lucy se calló. Tom y Lucia abandonaban el Gran Comedor.
- ¿Pero has visto...? –protestó
Lucy-
- Oye, Lucy... ¿Estás celosa? –inquirió
Lucille mientras sorbía su pudin de calabazas-
- ¿Yo
celosa? ¿De ella? Que va que va... –dijo Lucy como si se
hubiera ofendido-
- Pues lo parece, déjala, no la va a
pasar nada, no seas tan protectora, se ve que el chaval es bueno...
–dijo Lucille cerrando los ojos-
- ¡Pero si no le conoces!
–gritó Lucy-
- Pero bueno, Lucy, hemos hablado con el en
el expreso de Hogwarts, ha hablado con nosotras, vino a visitar a
Lucia, ¿Qué más quiere? Se le ve empeñado
al chico –dijo Lucille sin alterarse-
- ¡Pues tu eras la
primera en amenazar a todos los pretendientes de Lucia y míos!
–dijo mas enojada aún-
- Pero bueno, puedo cambiar la
opinión ¿no?, si la pasa algo el chico lo pagará
caro, pero déjala vivir ¿no? –dijo Lucille-
-
Vale, pero será responsabilidad tuya... estás muy rara,
de verdad... como si fueras otra –dijo bruscamente Lucy-
Tom y Lucia estaban en el pasillo hablando en un plan muy cariñoso.
-
Espero que mis hermanas no me hayan visto... –dijo Lucia-
- Eso
espero, porque no me gustaría que te riñeran por mi
culpa –se disculpó Tom-
- Si no pasa nada... –dijo
Lucia con dulzura-
- Eres increíble, te quiero un montón...
me gustas mucho... –dijo Tom en tono cortante-
- Tu a mi...
también me gustas... mucho... –dijo Lucia sonriente-
-
Que pena que no coincidimos en ninguna clase, ni por asignatura ni
por curso... quiero tenerte siempre en vista... –dijo Tom-
-
Bueno, nos veremos en la comida, los fines de semana... etcétera...
Solo que no se como decirselo a mis hermanas... seguro que Lucille se
pilla un cabreo tremendo, sabiendo como es ella... –dijo cabizbaja
Lucia-
- Bueno, ya encontraremos la manera, no te preocupes ¿vale?
–dijo Tom mientras la besaba en la mejilla- Me tengo que ir a la
otra torre, me toca Adivinación... Aunque no creo que dure
mucho en esa asignatura...
- Venga vale, yo me iré yendo a
las mazmorras... adiós... –dijo Lucia-
Se dieron un beso de despedida y cada uno fue por su camino. Lucy y Lucille no se hablaban, y Belinda y Lizeth estaban divididas, Belinda con Lucille y Lizeth con Lucy. Antes de llegar al aula, Lucille divisó a Vincent, mientras que le de daba un codazo a Belinda. Vincent localizó a Lucille y se acercó lentamente.
-
Reúnete conmigo en la hora de comer –dijo en un susurro
Vincent-
- ¿Qué? –preguntó Lucille-
-
Tengo que hablar contigo, reúnete conmigo afuera, en los
terrenos cerca de los invernaderos... –dijo Vincent-
- Bueno,
vale... –dijo Lucille nerviosa-
Lucille observó como Lucy miraba con recelo, resultaba y según pensaba Lucy, que Lucille se había enamorado también y que por eso esta mañana tenía tan permitida a Lucia. Lucy se estaba mosqueando con las dos, la habían ocultado cosas y había sido la última en enterarse. Lucille miró a Lucy, y esta sin decir nada entró dentro del aula. Sonó el timbre y Lucille fue la última en entrar.
- Señorita
Lovegood, has llegado... tarde. ¿Qué has estado
haciendo? –preguntó Malfoy-
- ¿Qué? Pero...
Pero si acabo de entrar justo cuando... Pero si acabo de entrar justo
cuando ha sonado el timbre... –protestó Lucille-
- Mmmmmm
vaya vaya, otra vez con ese valor de contestar así... me temo
que tendré que castigarte más tiempo, qué tal...
¿después de comer y esta tarde? –dijo Malfoy con voz
socarrona-
- ¡NO! –gritó Lucille-
- ¿Cómo...
has dicho? –dijo Malfoy subiendo el tono-
- Lo siento... Que...
me he descontrolado, de verdad... Lo siento... –se excusó
Lucille-
- Pues ahora serán 2 días... –inquirió
Malfoy-
- ¡Pero...!
- ¿Quieres 3? Que sean 3...
–dijo Malfoy entre las risas de Davis, Daniel y Derek a los que
Lucille fulminó con la mirada-
Lucille agachó la cabeza y se sentó entre Belinda y Lucia.
- ¡Qué
injusto es contigo, hermana! –dijo Lucia-
- Se lo merece –dijo
Lucy con brusquedad-
- ¿Qué dices? –preguntó
Lucia-
- Que se lo merece –repitió Lucy-
- Déjala,
Lucia... está resentida... Luego hablo contigo –dijo Lucille
con el tono apagado-
- Bueno, vale... –contestó Lucia-
-
Beli... ¿Qué puedo hacer? No puedo ir a la... cita
esa... –rogó Lucille-
- Si quieres yo le aviso... –dijo
Belinda esperanzándola-
- Si, dile que estoy castigada...
–dijo Lucille sonriendo-
- Lu, he quedado en comer con Tom...
¿puedo...? –dijo Lucia-
- Puedes... –la interrumpió-
-
¿En serio? –dijo Lucia alegrándose-
- Si, ya se lo
que pasa... –explicó Lucille esquivando una mirada de
reproche de Lucy-
- ¡Gracias!... –agradeció
Lucia-
Al acabar la clase, fueron a Transformaciones, Lucy y Lucille estaban tan cabreadas que el embrujo les salía fatal. Hermione las reñía cada dos por tres, pero al final consiguieron convertirlo perfectamente y ganaron 10 puntos para Ravenclaw, lo cual la gente de Ravenclaw agradeció. Se fueron con muchas tareas por hacer cuando encima, fueron a la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, en las que tenían que hacer una redacción extra sobre los dementores, la gente no sabía por qué lo mandaba tan pronto, pero obedecieron. En Historia de la Magia acabaron con las manos destrozadas de tomar apuntes y de estar casi dormidos por el efecto soporífero del profesor Binns. Llegada la hora de comer, Lucille directamente se fue al despacho de Malfoy, guiñando un ojo a Belinda.
Belinda se acercó a Vincent en la mesa de Slytherin, a lo que todos se quedaron callados riéndose por lo bajo.
- ¡Ey
Vincent, no sabía que te juntabas con las de Ravenclaw! Eso es
nuevo tío... –dijo Rex, un amigo de Vincent-
- ¿Quién
eres? –preguntó Vincent-
- Soy Belinda Brocklehurst... Te
traigo un mensaje de Lucille. –dijo Belinda-
Se hizo un silencio sepulcral en la mesa de Slytherin por parte de los amigos de Vincent.
- ¿Y bien? –dijo Vincent-
- Tu padre la
ha castigado 3 días durante la hora de comer y por la tarde,
espero que estés orgulloso –dijo Belinda-
- ¿Cómo
dices? –dijo con una mueca como si le fueran echado jugo fétido-
-
Lo que oyes, tu padre la tiene manía, no sé si es que
sospecha algo de ti o de ella pero la castiga por injusticias...
–explicó Belinda fríamente- Solamente era eso, así
que si la quieres ver, tendrás que salvarla del castigo.
-
Oh Dios... –exclamó Vincent- Lo suponía...
Vincent se levantó corriendo para irse al despacho de su padre en busca de Lucille. Lucia y Tom se fueron también fuera del Castillo a pasar la tarde juntos a pesar de las tareas que les mandaron. Pasaron una tarde agradable juntos hasta que divisaron a Davis, Derek y Daniel que no dudaron en molestar.
- ¡Pero
si está ahí una de las trillizas! –exclamó
Davis-
- ¡Muérete Davis! –gritó Lucia-
-
¡Y con novio! ¡Quién lo iba a creer, ni mas ni
menos que Tom! –gritó Daniel-
- ¡Púdrete
Daniel, al menos he triunfado no como tú! –dijo furioso Tom
sacando su varita- No me hagas hacerte un embrujo...
- ¡Ahora
no estáis todas, solo vosotros dos, no podrás hacer
mucho, la verdad...! –dijo Derek en tono burlón-
- ¡Ni
en mis ratos de ocio me dejáis en paz! –dijo Tom enfadado-
-
Claro que no, ley de vida... la hermana de esta chica y yo somos
enemigos, ellas también son enemigas nuestras por propia
voluntad de ellas... –dijo Davis sacando la varita- ¡Petrif...!
-
¡Expelliarmus! -gritó Tom haciendo que la varita de
Davis saltara por los aires- Vámonos Lucia, aquí hay
mucho parásito...
Se fueron dentro del castillo donde
no les pudieran ver.
Sin embargo, Lucille seguía
cumpliendo castigo con Malfoy.
- Eso es, copia, copia, eso te enseñará –decía Malfoy complacido-
Lucille solo le miraba con desprecio, cuando jadeando, entró Vincent.
- ¡Papá! ¡He venido a que me
expliques las pociones curativas! –dijo medio asfixiado-
- ¿No
comes? –preguntó Malfoy-
- No, no tengo hambre, pero
quiero hacer la redacción que me mandaste –dijo sentándose
al lado de Lucille-
- Muy bien, tú sigue copiando –dijo
Malfoy a Lucille con brusquedad- A ver las pociones
curativas...
Malfoy empezó a explicar, cuando la mano que tenía libre debajo de la mesa notó algo. Vincent fingía escuchar cuando agarró la mano de Lucille y la apretaba con fuerza. Esta, se alegró, escribió mas rápido llegando al número de copias exactas en tiempo record. Lucille se mordió el labio y sonrió vagamente mientras los ojos parecían apunto de llorar. Malfoy examinó las copias de Lucille y la indicó que se fuera. Al salir del despacho, Vincent en vez de coger la mano libre, cogió la que tenía hecha polvo de copiar. Lucille sentía como si el dolor se iba en ese momento, cuando sin darse cuenta estaban en los terrenos.
- Que pena que no haya salido todo según lo
planeado, pero... da igual... Solo quería decirte dos
palabras... –explicó Vincent aún con la mano de
Lucille entre sus manos-
- Ajá... –dijo Lucille con el
nerviosismo encima- Como quieras...
- ¡Parece mentira que no
lo sepas! –dijo sonriendo, pero se puso serio, y se lanzó-
Te quiero... Te quiero mucho... Aunque tú, no lo creas...
-
Yo... eeeeeee.... pueeeeees... –balbuceó Lucille-
- No
digas nada –dijo Vincent mientras la besaba suavemente en los
labios- El resto se dice sólo...
- Yo también... te
quiero... –dijo abrazándole y devolviendole el beso que
antes el le había dado...-
- No iré a Hogsmeade...
me quedaré aquí contigo... –inquirió Vincent
lo cual provocó que la cara de Lucille se iluminara de
alegría-
- Vale... –dijo sonriendo-
Al llegar a la sala común tarde, la contó a Belinda lo sucedido mientras juntas terminaban sus tareas. Luego apareció Lucia radiante contándonos su día con Tom...
- Ay que ver... que envidia me dais, os pasa cada cosa... –dijo Belinda-
