N.A: Antes de que comencéis a leer este cap. debo advertir que contiene spoilers del quinto libro. Ahora sí… que disfrutéis!
10- Navidad
Leo esperó la contestación de su padre durante los próximos días sin ningún resultado, por eso se sintió bastante decepcionado cuando pasó una semana y aún así seguía sin responder a su misiva. Podría imaginar que su padre había estado furioso cuando descubrió que su hijo menor se había puesto en peligro de esa forma, al abrir una carta del Lord Oscuro… debía admitir ahora que habían pasado varios días que su idea no había sido precisamente muy sensata. Así pues, le resultó toda una sorpresa cuando aproximadamente dos semanas más tarde al envío de la carta, recibió una respuesta por parte de su padre.
La carta era muy breve, de hecho era demasiado breve. En ella le decía que le era imposible darle el consejo que le pedía por carta y que por ese motivo, tanto Draco como él fueran a casa por Navidad donde podrían hablar de todo aquello con muchísima más calma y discreción.
El que fuera a casa por Navidad, era un hecho que prácticamente no había pasado por su mente. Estaba tan acostumbrado a permanecer en Hogwarts por las fiestas, que ni tan siquiera se había planteado que podría ir a un sitio donde sería totalmente bienvenido. Estaba claro que no pensaba desaprovechar tal posibilidad, por primera vez desde que había comenzado a asistir a Hogwarts se marcharía de la escuela por unas vacaciones que no fueran las de verano.
- Leo… ¿Estás seguro de esto? Hace dos meses que no te hablas con tu padre, el que se haya puesto en contacto contigo por carta diciéndote que vayas a pasar la Navidad a casa, no quiere decir que…
- 'Mione… todo irá bien. Has sido tú quien te has pasado estos últimos dos meses sermoneándome sobre que debía hacer las paces con mi padre ¿y ahora me dices que si estoy seguro?
- Bueno… es que tú normalmente te mantienes en tus trece durante mucho más tiempo…
Leo negó con la cabeza mientras su amigo pelirrojo se reía de la escena. Estaban a punto de coger el Hogwarts Exprés para regresar a sus casas con tal de pasar la Navidad y por todas partes reinaba un ambiente relajado y alegre. El resto de sus compañeros estaban conversando alegres mientras comenzaban a cargar sus equipajes en el expreso o bien cantaban villancicos muggles o mágicos; había otro grupo que aprovechara al máximo sus ultimas horas de magia hasta que regresaran a la escuela y otros, tan solo quedaban mirando a Dáyelin que permanecía cómodamente recostada en los hombros de Leo como si se tratara de una simple bufanda.
- Quien te entienda que te compre 'Mione.- Dijo el muchacho rubio mientras acariciaba la frente de la serpiente.- Si soy tozudo te enfadas y si no lo soy te preocupas.
- Tú prométeme que te cuidarás.
- Te lo prometo.
El viaje en tren fue muy tranquilo, entre otras razones porque ahora si Draco entraba en el compartimento, era completamente claro que había venido en son de paz, no de guerra, por lo tanto aprovecharon al máximo para poder hacer su última magia hasta enero y jugaron al ajedrez mágico o al Snap Explosivo. Así pues cuando llegaron a la estación del tren al anochecer, casi todo el mundo reaccionó con sorpresa y rapidez.
En pequeños grupos de dos o de tres, salieron por la barrera con tal de reunirse con sus familiares que le habían venido a buscar alegres por poder verles después de tantos meses. Para Leo, que había esperado una llegada tranquila hasta donde estuvieran esperando su padre y su madrastra, quedó rápidamente estupefacto cuando Draco y él (que habían salido juntos) se vieron rodeados por toda una masa de periodistas donde descubrió con obvio disgusto que Rita Skeeter se encontraba entre ellos. Por lo visto, quería realizar una entrevista a los mellizos Malfoy, muy especialmente a Leo ya que su aparición había resultado ser toda una sorpresa para el Mundo Mágico. Fue necesaria la ayuda de Draco, de varios estudiantes, de los guardias de seguridad, así como la inesperada intervención de Lucius Malfoy para poder rescatar a Leo de la multitud de periodistas.
Tras conseguir sacar al muchacho de allí y tras una muy seria amenaza por parte del señor Malfoy de tomar medidas legales si su hijo menor tenía algún tipo de reacción a su enfermedad por culpa de las acciones de los periodistas, se marcharon los tres hasta el lujoso vehículo que permanecía estacionado en el aparcamiento de la estación.
- ¿Estás bien, Leo?- Preguntó mirando por el espejo retrovisor del coche a su hijo.
- Sí.
- ¿Seguro? Estás muy pálido.
- Sí, de verdad… es solo que no me esperaba tanto reportero.
- Los periodistas hubieran venido más tarde o mas temprano, era de esperar.- Explicó Lucius.- Si no hubieras venido a pasar las vacaciones de Navidad, habrían esperado a las de Pascua y si no, a las de verano… Estaban demasiado ansiosos por poder hablar contigo. Además, el hecho de que te "hayas hecho" amigo de los dos mejores amigos de Harry Potter no ayuda; Seguramente estarían esperando que supieras algo de su desaparecido héroe.
- No soy ningún héroe…- Murmuró el muchacho.- Era mi madre quien lo era.
- Hay más motivos que ese para que te consideren su héroe.- Le respondió su padre pensativo.
- ¿Tú lo sabes?
- No… Dumbledore no nos ha dicho por qué motivo exactamente lo eres, pero hay algo que le hace pensar que eres la clave para acabar la guerra… algo que nada tiene que ver con tu madre.
Leo suspiró con aversión mientras se hundía en el asiento de atrás y su hermano adoptaba una expresión divertida; estaba claro que el disgusto del otro muchacho le parecía algo muy risueño.
El camino hasta la mansión Malfoy fue mucho más corto de lo que Leo pudiera imaginar, tal vez porque en un minuto se encontraban a las afueras de Londres y al siguiente a las afueras de las propiedades Malfoy. Por lo visto, el coche tenía instalado un mecanismo que permitía que su conductor hiciera aparecer y desaparecer el coche a voluntad. Así pues, no mucho después de salir de King's Cross se encontraban saliendo cómodamente del vehículo para entrar en la muy elegante mansión.
- ¡Draco! ¡Leo!- La voz de Narcisa se escuchó tan buen punto entraron los dos adolescentes y la mujer no tardó mucho en aparecer y abrazarlos.- ¡Mis niños! Os he echado tanto de menos… la casa estaba tan vacía sin vosotros…
- ¡Madre!- Alborotó Draco abrazándola con fuerza.
- Hola tía Narcisa.- Saludó Leo dándole también él un abrazo a lo que la mujer hizo un pequeño gesto de disgusto.
- Preferiría que me llamaras "madre" peor me conformaré con tía… ese es un privilegio que tan solo lo merece Lily… al menos por el momento.
Los dos muchachos se instalaron en sus habitaciones con ayuda de los elfos domésticos, mientras esperaban que llegara la hora de la cena. Estaba muy claro que el único motivo por el cual Lucius no había planteado la maldita carta de Lord Oscuro era porque había querido que ambos estuvieran perfectamente instalados antes de nada. Fue por eso, que Leo no se sorprendió mucho cuando después de cenar su padre le pidió que le acompañara al estudio.
- Bien, ¿Qué querías padre?- Preguntó el muchacho en cuanto se cerró la puerta.
- Primero de todo, pedirte perdón.- Dijo el mago adulto.- Sé que fui muy brusco la última vez que nos vimos… estaba preocupado y me comporté de acuerdo a ese sentimiento.
Leo lo miró, pero no dijo nada. No sabía que era lo que se proponía su padre pero tuvo la sensación de que sería mucho mejor no interrumpirle. Tal vez si lo hacía cambiara el rumbo de la conversación y ya no pudiera llegar a averiguarlo.
- Lo que intento decir, es que me perdones. He tenido siempre a Draco a mi lado y por lo tanto lo he visto crecer y siempre he sabido como debía actuar con él. Tú no eres Draco y por lo tanto mi comportamiento no puede ser el mismo que si lo fueras. Creo que ambos debemos aprender a tratar con esta relación, yo debo aprender como ser tu padre y tú a como ser un hijo.
- Tú no eres el único culpable, aunque me gustaría lo contrario.- Dijo el muchacho.- Te desobedecí descaradamente a pesar que me ordenaste aquello por mi propia seguridad. Debí comprender que estabas preocupado por mi y no reaccionar de forma tan exagerada.
- Me alegro que escribieras pidiéndome consejo.
- Fuiste la única persona que se me ocurrió.
- Bien… ahora, muéstrame esa carta. Debemos estar preparados para cualquier cosa.
Después de aquello la relación entre los dos se mejoró de forma bastante visible y las vacaciones que en cualquier otro momento se le hubieran presentado tediosas y tristes, resultaron ser de las mejores que hubiera tenido en su vida. Aquellas eran las primeras Navidades felices que pasaba fuera de la escuela, algo que el muchacho había llegado a considerar imposible mientras siguiera siendo estudiante.
Tal vez lo mejor de todo resultó ser la Nochebuena, cuando el muchacho al bajar a cenar se encontró ni más ni menos con Remus Lupin y su padrino Sirius Black que lo esperaban sonrientes al pie de las escaleras; El muchacho no tardó ni un segundo en lanzarse en los brazos de este último.
- ¡Sirius! ¡Profesor Lupin! ¿Qué hacéis aquí?
- Tu padre nos ha invitado a pasar las Navidades con vosotros… como una sorpresa para ti.- Explicó el prófugo.- ¿Te ha gustado?
- ¡Por supuesto!- Alborotó Leo. Jamás he pasado las Navidades contigo. Realmente me gusta mucho.
Aquella fue sin duda la mejor Nochebuena que Leo había pasado jamás incluso mejor que las que había pasado en Hogwarts. Si bien se sorprendió por la familiaridad con la que se trataban Sirius y Narcisa, esto más tarde justificado cuando su padrino le explicó que su madrastra y él eran primos hermanos… aunque hacía más de 14 años que no habían visto fuera de Hogwarts y también le explicó el porqué.
- Me escapé de casa cuando tenía dieciséis años, Leo. No podía soportarlo más, puesto que mis padres y en general casi toda la familia eran firmes partidarios de Voldemort. Esperaban que yo también lo fuera peor la amistad que tenía con James me hizo ver mucho más que lo que querían que viera.- Le explicó Sirius poco después de la cena.- Así que cuando se me hizo insoportable me marché a casa de James. En general… no hubo muy buenas relaciones con mi familia después de eso.
Así pues, sus vacaciones de Navidad estaban resultando fantásticas, así como muy interesantes. Parecía que anda podría enfriar el ambiente, al menos hasta que al día siguiente, Navidad, llegó el momento de abrir los regalos.
Parecía que todo iba bien, los muchachos iban abriendo sus diferentes regalos de las muy diferentes personas que conocían y apreciaban hasta que llegó el momento en el que Leo abriera un regalo que parecía no tener remitente que se encontraba envuelto en un papel de un tono verde esmeralda. Al abrirlo se encontró con un libro de apariencia bastante lujoso que tenía por título "¿Eres mago? Que hacer con tu poder"
- Padre… ¿Es un regalo tuyo?- Preguntó el muchacho.
- No, Leo. No lo es.
- Pero entonces… ¿Quién…?
No había ninguna nota a primera vista, al menos fuera o dentro del paquete que pudiera revelar quien podía ser la persona que lo hubiera enviado. No estaba muy seguro sobre lo que debía hacer, por una parte su curiosidad le instaba a abrir el libro y hojearlo y por otro, había una extraña sensación que le ordenaba alejarse de él tanto como le fuera posible.
- ¿Podría alguien asegurarse que es seguro?- Preguntó el muchacho ante el asombro de todos.
- Yo lo haré.- Se ofreció Lupin.
El hombre lobo, con mucho cuidado, lanzó un hechizo desenmascarador de Magia Oscura en él, por si acaso había algún tipo de maldición oculta con el propósito de dañarlo. Tras hacerlo, el libro permaneció igualmente en su sitio, sin ningún tipo de reacción ni buena ni mala.
- Está limpio.- Aseguró el antiguo profesor.- No se le ha lanzando ningún tipo de hechizo, ni bueno ni malo.
- ¿Estás seguro, Remus?- Preguntó el ex convicto.
- Completamente. La única magia que debe tener (Si es que la tiene) es la residual del autor.
- Bien… pues ábrelo, Leo.- Le instó su medio hermano.
El muchacho hizo como le pidieron y aún con cuidado abrió el libro por la primera página, que normalmente suele estar en blanco. Tan buen punto lo hizo, palideció considerablemente, puesto que había escrito un texto en una letra por demás familiar…
- Ya sé quien me lo envió.- Murmuró.- Lo ha hecho Voldemort.
Nota autora: Holaaaaaaa! (Naaas!! Silver tbn esta aquí para molestar!! xD) Ya sé, ya sé… ha pasado bastante tiempo desde que publiqué por última vez… dos meses! Wua!! (Pse… y se quejan de que yo tardo… si subo capi una semana si y una no XDD) Pero bueno… es que he estado muy ocupada y además, pos… como que no sabía como seguirlo. :p Pero bien… allá vamos… por ahora tira, esperemos que siga así hasta el final…
Como podéis ver, he comenzado ha unir mi historia con algunas cosas del quinto libro… aunque ya os aviso ahora que no pienso tomármelo como referencia… solo son pequeñas cosas… no más. Así que los que estéis pensando que voy a matar a Sirius… (Sirius ya sta muerto TToTT) podéis comenzar a replantearoslo… todavía no he decidido si alguien muere o no… (pero por favor, no más mensajes subliminales y no tan subliminales de Mata a Dobby o mata a Ginny, si?) (MATA, MATA, MATA!!! A DOBBY!! A GINNY!! A UMBRIDGE!! A PETIRGREW!! GRRRRR)
Bien… ahora los reviews!
Capítulo 8:
Nara Kendeer Malfoy: Bueno chica, tampoco es para tanto… una escribe cuando puede, o le viene la inspiración… así que lo siento, no puedo asegurar cuanto voy a tardar… pos… no, lo siento, no lo insinué en el cap 8… jajaja… pero bueno, tranqui… si se queda con alguien, lo sabréis en muuu poco tiempo (Y tan poco tiempo, ni yo lo se xDD). UU A lo de capacidad de torturar… bueno… por cinco segundos de cruciatus, no diría yo que es mucha tortura… Silver se busca cosas mucho peores (Ya sta!! Ya lo ha dicho!! Pero si solo me he cargado a un par de personajes!! Si… lo se… se que uno es un principal… :P). Y bueno… el fic de Silver se llama Dragon's Knight (Si!! Si!! Viva yoo!! XDD) Y no… no los voy a convertir en supernenas.
The angel of the dreams: Hola! Gracias por el review… me ha hecho mucha ilusión.
Hermone-Malfoy: a si? Te ha gustado… bueno, no eres la única que me dice lo mismo sobre la trama… aunque parece que gusta bastante.
Elozabeth Potter: Bueno… chica… hago lo que puedo… y si no sale más… no puedo hacerlos más largos.
Capítulo 9:
Nara Kendeer Malfoy: Hola… bueno, sí… ese lo actualicé muy seguido del anterior… (Uuuuy! Que seguido… 2 meses!! XDDD)(Está hablando del otro y lo actualicé con unas dos semanas de diferencia me parece!) pero estaba de buena racha con las musas… así que aproveché… pero no… los mensajes que de subliminales tienen poco, no han funcionado :p (Que lastima! Tendremos que seguir metiendo cizaña!).
Mereth: Holaaa! muchas gracias por todos los reviews… me hicieron muuuuucha ilusión. Espero que haya alcanzado tus espectativas… digamos que a Silver le hizo bastante gracia el regalito. (Jajajajajajaja!!! Olas cariño!! XDD Hasta el proximo XDD)
