Capítulo 7. Celos.

A la mañana siguiente, Wakabayashi estaba más hosco de lo normal. Casi no hablaba y le lanzaba miradas furibundas a Yuri. Ésta se propuso no prestarle atención, estaba molesta con él por haberle reclamado que saliera con Schneider, cuando él se iba a pasear con la dichosa hermana.

En una de las jugadas finales del entrenamiento, Genzo se cortó la mano con un fierro que sobresalía de uno de los postes de su portería. El Dr. Stein le pidió a Yuri que le suturara la herida mientras él iba a buscar la vacuna antitetánica. Ella, obediente, comenzó a lavar la lesión con una actitud un tanto cuanto indiferente, sin decir una sola palabra y sin mirar a los ojos a Genzo. Éste, por su parte, no le quitaba la mirada de encima.

¿Te gusta Schneider?.- le preguntó sin preámbulos.- te pregunto porque deberías andarte con cuidado con él.

No hay nada entre Karl y yo.- le contestó ella.- solo somos amigos. Pero aunque hubiera algo más, no es algo que te importe.

¿Karl? ¿Lo llamas Karl?.- cuestionó, evidentemente sorprendido.

Así me pidió que lo llamara. ¿Qué, te molesta?.- contestó con una mirada desafiante.

Él no dijo nada, se limitó a sostenerle la mirada. Sus rostros habían quedado muy cerca... él sintió un impulso y se acercó aún más...

¡Wakabayashi-kun! ¿Te encuentras bien?.- era Marie Schneider. Al parecer, le habían avisado del accidente.

Estoy bien.- contestó él, sobreponiéndose. Había estado muy cerca...

Me contaron que te lastimaste, así que vine a ver como seguías y... .- se detuvo al ver a Yuri, quien estaba ligeramente ruborizada.- ¿quién es ella?.- preguntó.

¡Ah! Mira, ella es Yuri, la asistente del Dr. Stein. Yuri, ella es Marie, una gran amiga.

Y su ex novia.- enfatizó Marie.- mucho gusto.

Igualmente.- contestó Yuri. Ésta se esforzó por acabar lo antes posible con la sutura

Wakabayashi-kun, querido, ¿que te parece si en la noche vamos al bar del que te hablé ayer? Para que te relajes antes del gran partido.- propuso Marie.

Hummm, no lo sé, tal vez debería dedicarme a descansar.- contestó él.

¡Oh, vamos! Te hará bien distraerte un rato. ¿No es así Yuri?

Mmmmm, yo que sé, eso es cosa de él, me parece.

¡Ey! Ahora recuerdo... en la mañana hablé con mi hermano. Él me contó que ayer tuvo una especie de cita con una de las asistentes médicos del Hamburgo. ¿No eras tú, acaso?.- volvio a preguntarle a Yuri.

Eh... sí.- contestó ella, cada vez más turbada.

Se me acaba de ocurrir una idea: ¿por qué no vamos los cuatro al bar esta noche? Será muy agradable. Para que no se sientan incómodos, podríamos decir que es una cita en grupo. Es más, si quieren pueden invitar a otros amigos también. ¿Qué les parece?.- propuso Marie.

Eh... no sé si sea buena idea. Tal vez Yuri no se sienta a gusto.- contestó Wakabayashi.

Pues a mí me parece excelente. Me encantará ir.- dijo Yuri, desafiante.- es más, voy a buscar a Karl para proponérselo. ¿A las ocho les parece bien? Muy bien, nos veremos entonces.- dicho esto, salió con paso firme y presuroso de la enfermería. Wakabayashi se limitó a verla salir, con el desconcierto pintado en el rostro.

Muy bien, ya está hecho. Mientras tanto, ¿me llevarías a comer, querido? Me muero de hambre.- dijo Marie al tiempo que el Dr. Stein entraba con la vacuna.- después de que el doctor diga que puedes irte, por supuesto.

A Wakabayashi no le quedó más remedio que aceptar.

El ambiente del bar era muy agradable. Había mucha gente del Bayern y del Hamburgo, se notaba que querían relajarse antes del partido. Wakabayashi llevaba allí un buen rato ya, en compañía de Marie, esperando que llegaran el resto de los muchachos que iban a reunirse con ellos: Kaltz, Rina, Margot y Kaori (las otras 2 asistentes médicos), Levin y Sho, además de Tsubasa Ozhora, en compañía de su esposa Sanae. Y por supuesto, Yuri y Schneider. Wakabayashi no quería ni pensar en ello. Eran ya cerca de las 9 cuando por fin el grupo hizo acto de presencia; sin embargo, Yuri y Schneider brillaban por su ausencia. "A mí me parece que el viejo Schneider volvio a hacer de las suyas", comentó Kaltz mirando disimuladamente a Wakabayashi, "dudo mucho que se aparezcan por aquí". En ese momento, sin embargo, los aludidos iban entrando al bar. Yuri y Schneider se acercaron a la mesa en donde estaba el grupo reunido. En el trayecto, todos los hombres del bar, sin excepción, siguieron a Yuri con la mirada.

Lamentamos la tardanza, fuimos a cenar primero.- dijo Yuri a manera de saludo.

Mmmmmm, ¡una cita! ¡Pareciera que lo suyo va en serio!.- gritó Kaori. Yuri soltó una carcajada de vergüenza.

Yo espero que sí. Debo reconocer que esta chica me tiene hechizado.- contestó Schneider, mientras tomaba a Yuri de la cintura. Wakabayashi les lanzaba miradas asesinas.

Ambos ocuparon los dos últimos asientos libres y pidieron cervezas. La reunión se animó: hacía ya mucho tiempo que ambos equipos habían aprendido a dejar las rivalidades en la cancha. Sin embargo, Wakabayashi estaba cada vez más furioso: Yuri no paraba de coquetear con Schneider. Y se notaba que a éste no le desagradaba que lo hiciera.

En algún momento, Sanae le pidió a Yuri que cantara.

¡Pero si esto no es un cantabar!.- respondió ella.

¡Oh, vamos!, no seas así.- protestó Rina.- yo también deseo oírte cantar. Estoy segura que si se lo pides al DJ te dejará hacerlo.

¡Sí, sí! ¡Que cante, que cante!.- empezaron a corear todos.

Muy bien, ¿qué desean que les cante?.- preguntó con una sonrisa pícara.

A mí me gustaría escuchar la que estuvimos cantando en la mañana: Take my breath away.- respondió Margot.- se oye preciosa en tu voz. Estoy casi segura que sí la tienen .

Sin pensarlo más, Yuri se dirigió con paso decidido a la barra. Allí le pidió al chico que ponía la música que buscara la canción que Margot había pedido y también un micrófono. Empezó a sonar la música y Yuri comenzó a cantar con cierta timidez:

Watching every motion

In my foolish lover´s game

On this endless ocean

Finally lovers know no shame

El bar comenzó a quedar en silencio. Solo se escuchaba la hermosa voz de Yuri.

Turning and returning

To some secret place incide

Watching in slow motion

As you turn around and say.

Las muchachas comenzaron a cantar el coro, los hombres, por el contrario, mantenían sus miradas fijas en la bella chica que cantaba en la barra.

Watching i keep waiting

Still anticipating love

Never hesitating

To become the fated ones.

Sin embargo, poco tardaron las muchachas en callarse. También mantenían sus ojos fijos en Yuri. Al finalizar la canción, todos los presentes le dirigieron a la chica la más calurosa ovación.

¡WOW! ¡Tienes una voz bellísima!.- le dijo Schneider.- maravillosa en verdad.

¡Ahhhh! ¿Qué estás haciendo como médico? ¡Sal a grabar un disco! Con esa cara y esa voz desbancas a Britney Spears y a Cristina Aguilera.- comentó Kaltz.

Todos soltaron una carcajada. Todos menos Wakabayashi, quien no había abierto la boca ni una sola vez para felicitar a Yuri. Ésta no le prestó atención. El comentario de Kaltz hizo que nuevamente se desviara el tema de conversación: alguien comentaba sobre una cantante X, quien había sido descubierta haciendo algo indebido.

¡Ahhhh! ¡Qué hermosa canción!.- dijo Yuri al tiempo que empezaban a sonar los primeros acordes de When the stars go blue .- ¡Es de mis favoritas!

Wakabayashi, Kaltz, Tsubasa, Sanae, Rina y Schneider la miraron con sorpresa. Los demás apenas si le prestaron atención, ya que, como ellos no sabían la historia de Yuri, no les pareció un comentario fuera de lo común.

¿Cómo? ¿Es que acaso la recuerdas?.- le preguntó Schneider.

Ella se quedó muda por unos instantes. Pero inmediatamente sonrió.

¡Síííí! ¡La recuerdo!.- gritó ella con emoción.

¡Esto es increíble! Ven, ¡tenemos que festejarlo!.- dijo Schneider al tiempo que la tomaba de la mano y la llevaba a la diminuta pista de baile . Allí la tomó de la cintura y empezaron a bailar (obviamente).

Wakabayashi fingía absoluta indiferencia, al tiempo que se tomaba el whisky en las rocas que había ordenado. El resto de los presentes observaba a la pareja bailar: la verdad es que lo hacían muy bien.

Eres la mujer más encantadora que he conocido. Es verdad lo que les dije a los demás cuando llegamos: me tienes hechizado.- le susurró Schneider al oído. Ella se limitó a poner la cabeza en su hombro.

Espero sinceramente que pronto descubras quién eres. Pero, seas quien seas, me seguirás gustando igual...

Schneider la abrazó con fuerza. Ella le puso los brazos al cuello. Wakabayashi fingía sostener una conversación con Marie; la verdad era que estaba muy al pendiente de lo que ocurría en la pista de baile...

La canción estaba a punto de terminar. Yuri soltó a Schneider, un poco turbada, pero él la retuvo de la cintura con una de sus manos. Con la otra tomó suavemente la barbilla de ella, acercando su rostro al de él, y la besó en los labios...

Todo ocurrió como una ráfaga: Wakabayashi hizo añicos el vaso de vidrio que tenía en la mano. Acto seguido, se levantó como un huracán y golpeó a Schneider en el mentón. Éste cayó sobre una mesa, rompiéndola. Las chicas gritaban y los hombres se levantaron: unos para ayudar a Schneider a pararse (en el buen sentido de la palabra) y otros para intentar sujetar a Wakabayashi. Solo Yuri se quedó en el lugar en el que estaba, sin mover un solo músculo...

¿Qué demonios pasa contigo, Wakabayashi?.- le preguntó Schneider al tiempo que se incorporaba.- ¿quieres pelear acaso?

¡Vaya que me gustaría!.- le respondió Wakabayashi, todavía lívido de rabia.- quiero que lo intentes.

Por favor, les suplico que se comporten, no deseamos peleas aquí.- les dijo uno de los meseros del bar.- señor.- continuó, refiriéndose a Wakabayashi.- voy a tener que pedirle que se retire, por favor.

Wakabayashi le lanzó otra mirada asesina a Schneider, se dio la media vuelta y salió del bar echo una furia. Marie estaba francamente desconcertada y muy molesta. No sabía si ir tras él para exigirle una explicación o ver en qué condiciones se encontraba su hermano. Se decidió por esto último.

Yuri, sin embargo, salió detrás de Wakabayashi. Éste iba dando grandes zancadas, parecía que estaba dispuesto a moler a golpes a cualquiera que se pusiera en su camino.

¡WAKABAYASHI!.- gritó ella. Él sabía que estaba molesta: nunca lo llamaba por su apellido.

¿Puedes decirme qué demonios te sucede?.- lo increpó ella.- ¿por qué tomaste esa actitud de troglodita allá dentro?

Él se quedó parado, dándole la espalda. Ella lo seguía reprendiendo, furiosa.

¡No tienes derecho a portarte así! ¡Tengo derecho de bailar con quien se me antoje! ¡Es mi vida! ¡Puedo hacer con ella lo que se me plazca!.- ella se enfureció aún más al ver que él seguía dándole la espalda, sin responder a ninguna de sus reclamaciones.

¡Maldita sea! ¿Qué piensas quedarte callado sin decirme que demonios te sucede? Eres un... .- pero ella no alcanzó a terminar la frase, pues súbitamente Wakabayashi se dio vuelta y la tomó de los brazos.

¡¿QUÉ NO TE DAS CUENTA QUE ESTOY MURIENDO DE CELOS?!.- le gritó.- Estoy loco por ti...

Ella se quedó sin saber qué hacer o decir. Se limitó a mirarlo fijamente a los ojos. Ninguno de los dos dijo nada. Estaban tan cerca uno de la otra... Al poco rato, Genzo la soltó.

Lo lamento. Yo debería de conocerme mejor.- dijo. Acto seguido, se dio la media vuelta y se marchó.

Yuri se quedó paralizada, sintiendo como su corazón latía como si se hubiera salido de control...

Notas:

Tema romántico de la película Top Gun. Interpretado por Berlín.

Ya sé que están en un bar de Alemania, pero imagínense que pueden poner música en inglés nnU.

Interpretada por The Corrs y Bono.

Algunos bares cuentan con pista de baile