Capítulo 13. Atando cabos.

Una hora más tarde, Wakabayashi llegaba a su departamento después de un largo e intenso entrenamiento, procurando ignorar el vacío que se sentía desde que Lily se había marchado. Aunque no tuvo mucho tiempo de pensar en esto, pues no bien acababa de cerrar la puerta cuando alguien la golpeó. Wakabayashi abrió, un tanto extrañado. Era Sanae.

¡Hola, Wakabayashi-kun! No te alcancé antes de que cerraras al puerta. Tsubasa está estacionando el auto.

¿Cómo han estado? ¿A qué debo el honor de su visita?

Eh... bueno, verás, va a ser un poco incómodo lo que voy a decirte, pero en fin. Es solo que todo este tiempo he tenido la sensación de conocer a Yuri de algún sitio y hace apenas un par de días lo recordé. La vi una vez, en Barcelona, paseando del brazo de un joven.

Sí, su prometido. Gracias por la ayuda Anego, pero ella se ha marchado con su gente, al fin la localizaron.

Sanae supo que no era el momento más indicado para recordarle a Wakabayashi que ya nadie, excepto él, la seguía llamando Anego.

Lo sé, Kaltz nos lo contó hace rato. También dijo que ella estaba comprometida y que no hiciste nada para evitar que se marchara.

¿De qué hablas?

Deja ya de comportarte como el típico hombre. La quieres, ¿cierto? Entonces, ¿por qué te diste por vencido y no luchaste por ella? Tú no eres así, Wakabayashi, jamás te rindes. ¿Por qué lo hiciste esta vez?

¡Porque la amo, por eso! Yo siempre he luchado por conseguir lo que deseo, sin importarme nada. Pero esta vez no, porque la felicidad de ella está de por medio. Yo haría lo que fuera para hacerla feliz, aún a costa de mi propio bienestar.

¿Y si eso es cierto por qué la dejaste ir? ¿Qué no te diste cuenta de que ella está enamorada de ti? Nunca debiste haber permitido que se marchara.

En ese momento, Tsubasa apareció en el umbral de la puerta.

Lamento la interrupción .- dijo al ver que su mejor amigo y su esposa discutían.

Está bien, de todas formas esta discusión se acabó.- respondió Genzo.

Sanae estaba más que dispuesta a lanzarle una nueva perorata, cuando Azalea llegó en ese momento, agitada y con el rostro bañado en lágrimas.

¡Por favor, por favor, tienen que ayudarme!.- Azalea apenas podía hablar debido al esfuerzo y la conmoción.

¿Qué ocurre?.- preguntó Sanae.

¿Le pasó algo a Yuri?.- preguntó Genzo al mismo tiempo.

Sí... ella... ella... ¡ha sido secuestrada de nuevo!

¿QUÉ?.- gritaron Genzo, Tsubasa y Sanae al unísono.

Yo solo... solo la dejé... 10 minutos... cuando volví... la puerta estaba abierta... había mesas y sillas volcadas... ¡y Lily ya no estaba!

Calma.- dijo Sanae.- pudo haber salido a caminar.- aunque ella misma no estaba muy convencida de su teoría.

¡No! ¡La secuestraron, lo sé!

¿Por qué estás tan segura?.- preguntó Wakabayashi.

Porque hace apenas unas horas secuestraron a la que fue su jefa en España.- contestó Azalea, rompiendo en llanto.

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En algún lugar de la Selva Negra.

Cuando Lily despertó, el automóvil en el que viajaba iba entrando a una enorme finca, localizada en algún punto de la Selva Negra. Sus captores la condujeron a la sala de una lujosa mansión. No se sorprendió al ver que "Nikita" estaba esperándola.

Nos volvemos a ver doctora, contra mi deseo.

Lily notó un movimiento a su derecha; sentada en una silla estaba la Dra. Toledo.

Es una verdadera lástima.- continuó "Nikita".- hace 6 meses secuestramos a la persona equivocada. Y es una lástima porque esta noche habrá una muerte que podría haberse evitado si mi inútil espía no se hubiese equivocado.

Un momento.- habló la Dra. Toledo.- no puede matarla hoy, ¿quién me ayudará entonces a operar a su padre?

Ya le dije que tenemos todo listo.

Me niego a operar si la Dra. Del Valle no me asiste en la cirugía.

¡No está en posición de negociar!

¿Ah, no? Entonces máteme. Tardará meses en conseguir otro cirujano, por no hablar de un corazón nuevo. Y bien sabe que a su padre ya no le queda mucho tiempo.

Nikita y la Dra. Toledo se miraron fijamente unos minutos. Al final, la rubia cedió.

Muy bien doctora, que ella la ayude entonces. Pero en cuanto mi padre se recupere las mataré a las dos. Llévenlas a la habitación de los "huéspedes distinguidos".- le dijo a sus hombres con sorna.

La Dra. Toledo miró a Lily con alivio: le había conseguido unas horas más de vida. Sin embargo, a Lily ya la había abandonado la esperanza. La habitación a la que las llevaron estaba amueblada con todo lujo, pero se sentía muy fría. Lily metió sus manos a los bolsillos de su chaqueta y los dedos tropezaron con algo. Inmediatamente, su expresión cambió.

¿Qué ocurre?.- preguntó la Dra. Toledo.

Es que acabo de darme cuenta de que aún tenemos esperanzas.- respondió Lily, al tiempo que sacaba de su abrigo la minicomputadora que le había regalado Genzo.

NOTAS: Genzo va a seguir diciéndole Yuri, por cariño (y porque ese apodo fue su idea).