To Sweet Beginnings And Bitter Endings.

Epílogo. Porque toda historia debería tener un final alternativo.

En algún lugar de un gran país.

2 años después.

Lily atendía en su consultorio a un niño de 2 años, quien mostraba los síntomas típicos de una diarrea.

Su hijo tiene una enfermedad diarreica, es muy posible que sea por un virus, por lo que no le recetaré antibióticos. Afortunadamente todavía está estable, me lo trajo muy a tiempo.- le dijo a la angustiada madre.- Sígale dando muchos líquidos y el VSO, ya sabe como hay que dárselo, ¿verdad?

Sí, doctora.

Muy bien, le diré a mi enfermera que le de unos sobres. Y ya sabe, si empeora, tráigalo inmediatamente, ¿de acuerdo?

Lupita, una agradable y regordeta enfermera, entró al consultorio.

Doctora, siento interrumpirla, pero afuera hay un hombre que insiste en verla.

¿Quién es? Dígale que espere, por favor, estoy en consulta.

No sé quien sea, nunca lo había visto, pero me dice que es U-R-G-E-N-T-E, que no puede esperar ni un minuto más, que ya esperó demasiado. Que trae una herida del corazón que solo usted puede curar. Y me dijo que le diera esto, que así usted entendería.

Lily extendió la mano para recibir lo que Lupita le ofrecía. Su corazón casi se detuvo al descubrir de qué se trataba: era el caduceo de plata. Salió corriendo del consultorio, sin dar explicaciones a las sorprendidas mujeres. La presencia de ese dije solo podía significar una cosa...

Sin embargo, afuera del consultorio no había nadie esperándola. Lily miró a ambos lados, pero no vio nada; por un momento, la tristeza y la desilusión comenzaron a invadirla...

Hace tiempo te hice una promesa.- dijo una voz a sus espaldas; una voz que ella había escuchado en sus sueños, todas las noches, desde hacía dos años.

Se dio la media vuelta. Frente a ella, con los brazos cruzados, estaba Genzo Wakabayashi, tan alto, fuerte y apuesto como ella lo recordaba.

Te prometí que siempre te cuidaría.- continuó él.- Y siempre cumplo mis promesas.

Ella no respondió, simplemente se arrojó a sus brazos y se perdió en el calor de sus labios, mientras el viento susurraba en las copas de los árboles la historia de este amor.

NOTAS:

Vida suero oral. Son sobres con polvo que se mezclan en un 1 litro de agua y se les da a los niños cuando tienen diarrea para evitar que se deshidraten. Son muy usados en México.

Lily de Wakabayashi1