Switching Lives

Por: Leeni-chan (In Darkness)

Traducido por: Terry Maxwell.

Nota de la autora: Espero que no se hallan muerto esperando por este capitulo. Y para todos aquellos que piensan que soy malvada, no saben cuan malvada aun. Confíen en mí, se pone mejor. Este es un capitulo importante, confíen en mi en eso.

También quiero decir unas cuantas cosas sobre como murieron los padres de Draco. ¡NO LEAN ESTA NOTA SI NO HAN TERMINADO TODAVÍA LA ORDEN DEL FÉNIX! Okay, en este fic, Lucius murió en vez de Sirius, quien decidió confiar en Snape, por esa vez. Narcisa fue asesinada por Voldemort unos cuantos días después por traicionarlo. El estúpido elfo gordo incendia la casa cuando Sirius fue a Hogwarts. Así que, Sirius esta vivo y de alguna manera debe su vida a Snape. Ya llegare a eso después. Draco todavía no sabe acerca de él.

Nota de la traductora: No los agobiare por las causas de retraso, pero aquí esta el cuarto capitulo. En verdad pido disculpas.

Un recordatorio...

"blah." están hablando en Japonés.

blah están hablando telepáticamente.


Capitulo 4

"¡DUO!" Gritó Quatre, recogiendo su mochila de viaje y colgándola sobre su hombro. "¿Todavía no estas listo?"

"¡Casi!" Gritó Duo desde el cuarto suyo y de Heero. "¡Solo necesito empacar mi computadora y estoy listo para ir!"

"¡Bien apúrate, nuestro avión se va a ir sin nosotros!" El pequeño rubio se volteo hacia sus acompañantes. "¿Porque es que siempre estamos esperando por él?" Movió su cabeza, riéndose tranquilamente, "siempre él..."

Trowa simplemente giro sus ojos, y Wufei y Heero suspiraron. Los cuatro habían ya empacado y estaban listos para irse, mochilas de viaje en el hombro, armas escondidas expertamente en sus cuerpos. Como habían estado los últimos veinte minutos.

"Heero, solo noquea al baka inconsciente y arrástralo al aeropuerto con nosotros. Estoy seguro que nos ahorraría a todos muchos problemas. "Wufei explotó finalmente después de cinco minutos de espera. "¡A este paso, llegaremos a tiempo para ver el avión irse sin nosotros!"

Aunque renuente a admitirlo, Heero sabía que Wufei estaba en lo correcto y se paro, pero en ese momento, Duo apareció. No estaba sosteniendo su mochila negra usual, en su lugar su laptop estaba sostenida sueltamente en una mano.

"¿Dónde están tus cosas?" Pregunto Quatre.

"Las encogí." Dijo Duo engreídamente, buscando en su bolsillo y sacando una bolsa negra miniatura. "Parece que soy bastante bueno con esta cosa de la magia."

"¡Wow, Draco! ¡Esto es maravilloso!" La voz de Harry resonó alrededor del gran cuarto en el que él y Draco habían entrado. Era lo suficientemente grande para rivalizar con el vestíbulo de la entrada de Hogwarts. El enorme cuarto estaba alfombrado con gruesa alfombra blanca que estaba hechizada para ser a prueba de manchas, había explicado Draco rápidamente. Pinturas de paisajes cubrían las paredes, y grandes estatuas, principalmente de dragones, paradas entre ellas, parecían cuidar el cuarto.

"Nuestros cuartos están en el ala oeste, " dijo suavemente Draco, asintiendo a los dos elfos domésticos quienes habían aparecido para llevarse sus baúles, reverenciando al marcharse. "Esta relativamente vació, la mayoría de las pinturas han sido movidas a los pasillos traseros. La cocina también esta en el ala oeste, así como el comedor que estaremos usando." El rubio sonrió. "Hay un campo de Quidditch detrás de la casa, y algunos jardines. Mi familia hizo todo por este lugar, ya lo verás. Los elfos domésticos estarán felices de ayudarte si lo necesitas. "

"Genial," dijo Harry, sus ojos verdes brillando. "Muchas gracias por dejarme quedarme aquí, Draco. Realmente significa mucho. "

Draco se rió. "Vamos, te llevare a tu cuarto. Esta a medio pasillo lejos del mío, espero que no te moleste. "

Harry sonrió, girando para mirar al perro parado detrás de él. "Ven Snuffles, ¡vamos a revisar nuestro cuarto!"

Sirius ladro y salio detrás de Harry, quien estaba siguiendo a Draco fuera del salón principal y por un muy bien iluminado, altamente decorado pasillo. Harry miro fijamente alrededor de si mismo, tan asombrado como la primera vez que entro en el Callejón Diagon. Todo el pasillo estaba compuesto de ventanas que mostraban un paisaje diferente. Harry comenzó a desear ocho pares de ojos más. También mantuvo una atención cuidadosa hacia donde iban, para no perderse.

Draco se detuvo enfrente de una gran puerta blanca con una perilla dorada, dos fascinantes pasillos lejos de las ventanas. "Este es tu cuarto," explicó, abriendo la puerta y conduciéndolos adentro. Las cosas de Harry ya habían llegado. "De hecho es una suite, el baño esta allí, aquella puerta te lleva al balcón. No le des importancia a la pintura de ahí, ella no habla nada de Ingles, completamente inofensiva."

Harry asintió, echando un vistazo a la pintura que Draco había indicado. Un retrato de una pequeña niña recogiendo flores en un gran prado. Parecía estar tarareando una tranquila canción, aunque ninguno de los chicos podía entenderlo. Harry se giró de nuevo hacia Draco, sonriéndole, sin sorprenderse de ver que Draco se había movido, solo un poco más cerca de él.

Así que no estaba sorprendido en lo más mínimo cuando sus labios se encontraron en un indeciso beso. Lo que sí lo sorprendió, fue como se sintió sobre este. Se sintió como si estuvieran engañando a Duo al hacerlo. Como, si el otro chico supiera, ambos corazones se romperían. Con esos sentimientos, Harry se alejo de Draco, frunciendo un poco la cara.

"Acabo de tener el sentimiento más extraño," trato de explicar. "Que..." buscó desesperadamente alrededor del cuarto por algo. "Que estamos siendo observados."

Lo que de algún modo era cierto, Sirius los estaba observando con una muy clara divertida expresión en su canina cara. Bueno de seguro, él podía estar entretenido. ¡Él no tenia un novio viviendo en el futuro!

Draco solo asintió. "Voy a guardar todas mis cosas," dijo finalmente, moviéndose hacia la puerta. "Un elfo domestico te avisara cuando la cena este lista. Y tendré a otro para que envié algo para que duerma Snuffles."

"Gracias, Draco." Dijo Harry, sinceramente apenado de que de algún modo había herido los sentimientos del chico rubio. El Slytherin asintió y se dirigió afuera de la puerta, dejando a Harry solo en el cuarto, ya que Sirius había decidido revisar el balcón.

"Konnichiwa," una pequeña voz dijo detrás de él. "Mi nombre es Kitsune, ¿cuál es el tuyo? "

Harry se giró para mirar a la pintura de la pequeña niña y el campo de flores. "Soy Harry, " dijo suavemente, moviéndose hacia el cuadro de Kitsune, "encantado de conocerte. "

Kitsune lo saludo respetuosamente. "Mucho gusto en conocerte. Este cuarto estaba volviéndose terriblemente solitario. Me alegra que estés aquí, pareces agradable. "

El chico de cabello oscuro sonrió ampliamente. "Gracias, " sonrío de oreja a oreja. " ¿Cuantos años tienes?, diría que tienes como nueve años. "

La pequeña niña rió nerviosamente. "No, tengo siete. El amo Draco me compro hace casi un año, creo que es muy agradable también. ¿Tú piensas que es agradable? Yo creo que le gustas. "

"Draco me gusta mucho, " Harry le dijo a la pequeña niña, sentándose en un lado de su nueva cama. "Pero, no exactamente como yo le gusto a él. Pienso que es un amigo maravilloso, ¿tú tienes algún amigo? "

"Vel-chan solía ser mi amiga, pero la movieron al pasillo trasero. No me permiten ir ahí, el amo Draco dice que es muy espantoso para mí. " Kitsune aliso su lindo vestido, "pero ya no me importa, porque tú serás mi amigo, ¿verdad? "

Harry se rió. "Por supuesto. Así que, quien te puso Kitsune, es un poco diferente, ¿no crees? No te importa si te llamo Kitty, ¿o sí? "

Kitty negó con la cabeza. "Me gusta ese nombre, no me molesta. "

Harry se levanto. "Bueno Kitty, necesito desempacar mis cosas porque Draco y yo cenaremos pronto. Recuérdame presentarte a Snuffles, ¿okay? Él es mi perro, uno muy flojo también. " Mientras espiaba a Sirius tomando una siesta en el balcón en la desvaneciente luz del sol, la lengua saliendo de su boca. "Ugh."

Kitty rió nerviosamente.

Era una regla no dicha que a los pilotos Gundam no les estaba permitido hacer pucheros. De hecho, eso no era cierto porque Duo y Quatre hacían pucheros todo el tiempo para obtener lo que querían. La regla no dicha era nunca rebajarse a su nivel, y bastante desafortunadamente – Wufei estaba haciendo pucheros.

Muy sutilmente, aunque nunca lo admitiría abiertamente.

"¡Duo, has algo más!" pidió Quatre, su voz viajando a través de los asientos traseros del avión para alcanzar los oídos de Wufei.

Junto a él, Trowa bufó suavemente, levantando su cabeza de la novela que actualmente estaba leyendo. Wufei y Trowa estaban sentados tranquilamente y ocupándose de sus propios negocios en el avión que habían tomado para su próxima misión. Duo, Quatre y Heero, quienes estaban sentados justo enfrente de ellos estaban siendo sorprendidos por las nuevas habilidades mágicas de Duo.

O, por lo menos Quatre y Duo. Por lo que Wufei podía decir, Heero estaba ignorándolos y gruñía levemente cuando le hablaban. Duo, en ese momento, parecía estar pensando sobre algo, tomándose unos pocos segundos para mirar hacia atrás con Wufei y Trowa – un brillo demoníaco en sus ojos que deletreaba problemas.

Wufei rápidamente se disculpo a sí mismo para un descanso de veinte minutos en el baño.

No era el hecho de que Duo había de algún modo definido sus habilidades mágicas lo que enojaba a Wufei. No era el hecho de que Heero era supuestamente un mago internacionalmente famoso en su otra vida. A decir verdad, Wufei no estaba seguro de que lo molestaba más. Debía ser cuan ajeno se sentía. O como ni siquiera había sospechado que había algo raro sobre su amigo. Debido solo a esas cosas, el piloto chino se sentía de algún modo lo suficientemente inseguro – y ahora que los otros estaban mostrando signos de magia y dejándolo atrás... él no creía poder soportarlo.

Después de que Duo les había mostrado todos sus poderes mágicos, Quatre admitió que él había levitado accidentalmente su cama en la mañana mientras buscaba sus zapatos. Trowa había anunciado que la comida en el refrigerador la cual todos temían que estaba viva de algún modo había terminado en el bote de la basura mientras le daba la espalda. Heero solo dijo 'hn' y cruzo sus brazos, recordándoles que él era un mago completamente funcional.

Atrás en el baño, Wufei se recargó contra la pequeña puerta e intento relajarse. Cuando se sintió lo suficientemente relajado, busco los pulsos dentro de su cuerpo que le decían cuan fuerte era supuestamente su magia. En uno de los pulsos más fuertes, Wufei se tenso ligeramente y se asombro de ver un puñado de chispas levemente coloreadas saltar de las puntas de sus dedos. Se entretuvo por unos pocos minutos, dibujando ociosas figuras en el aire con esas chispas antes de concentrar la magia un poco más firmemente. Un par de palillos de madera aparecieron en su mano, dándole múltiples astillas en su palma.

Con un gruñido enojado, Wufei se deshizo de los palillos y decidió el dejar la aparición de objetos a Duo, y preguntarle a Trowa si tenia algunas pinzas. ¡Esas astillas dolían! Así, que nuevamente sentado en su incomodo asiento de avión, Wufei termino sus pucheros.

"¿Status, 05?" pregunto suavemente Quatre en su micrófono desde su posición en el pasillo, vigilando. Wufei y Duo estaban actualmente en una base subterránea, destruyendo todos los mobile suits y todo el equipo para manufacturarlos, mientras Trowa y Heero borraban los archivos de la computadora.

"Listo para proceder," la voz de Wufei crujió sobre la línea.

"¿01?" pregunto Quatre.

"Archivos borrados, los datos de la memoria están protegidos. No harán más mobile suits aquí en el futuro." Contesto Heero severamente. "Vamos saliendo ahora."

"02, 05, Procedan." Dijo Quatre animadamente. "Los esperaremos de regreso en el campamento."

"Roger," dijo Duo sobre su línea, una sonrisa evidente en su voz. Fuertes explosiones siguieron a su respuesta, y Quatre comenzó a ir hacia la salida. Ahí encontró a Heero y a Trowa, y los tres comenzaron a moverse hacia su precipitadamente establecido campamento solo a una milla de ahí.

Casi una hora y media después, Wufei apareció, sosteniendo a un protestante y sangrante Duo en su espalda.

Quatre brinco y empezó a entrar en pánico al mismo tiempo, corriendo para hervir agua para lavar la herida. Heero se movió para quitarle a Duo su camisa y Trowa fue a conseguir el equipo de primeros auxilios.

Era un procedimiento estándar para cuando uno de ellos salía herido. Sin importar cuan serio, estaban tan confiados con sus propias habilidades que raramente acudían por 'ayuda profesional.' Así era, ninguno de los chicos confiaba en nadie lo suficiente como para acercarse a ellos sosteniendo ninguna clase de aguja. Como se vio cuando Sally Po intento darle a Duo una dosis de una vacuna, la pobre mujer nunca olvidaría los aullidos. Pero aun, había una cierta cantidad de confianza para dejar a alguien más poner cosas en tu cuerpo sin que sepas. Ellos solamente trataron de tolerar el examen anual de Sally Po por que ella era espeluznante – como lo puso Duo tan elocuentemente.

"Destruimos toda la fabrica, pero justo cuando nos estábamos yendo, un guardia apareció al final de la entrada, tratando de detenernos. Solamente alcanzo a disparar una o dos veces antes de que Duo le disparara, una bala le pego a Duo." Wufei explico brevemente, presionando una compresa de algodón contra el sangrado. "Pensé que era en el brazo, pero no podía estar seguro. Solo lo agarre y corrí."

"No," sonrió Duo. "Él me levanto, a pesar de mis protestas, y se desvaneció, se estaba moviendo tan rápido. "

Una mancha de rosa apareció en las mejillas de Wufei. "Estabas herido," el exploto.

"Es solo una bala," sonrió ampliamente Duo, sin siquiera hacer una mueca de dolor mientras Heero, no tan gentilmente, sacaba el ofensivo metal de su bíceps y Quatre comenzaba a limpiar el agujero con un desinfectante irritante y agua hirviendo. La aguja y sutura que Heero produjo un minuto después, sin embargo, fueron otra historia.

"Hey," protesto Duo, alejándose de sus amigos. "Estoy bien, casi ni sangra. No hay necesidad de suturarla, ¡especialmente con esa enorme aguja!" Sus ojos estaban muy abiertos y estaba claramente pensando en donde había puesto su pistola y si podría alcanzarla a tiempo para asustar a su novio.

Heero miro hacia Trowa y Wufei quienes se movieron y sostuvieron a Duo, Wufei sentándose en sus piernas, Trowa sosteniéndole abajo los brazos. Sin embargo, eso no detuvo a Duo de retorcerse mientras Heero se acercaba con la aguja. "Duo, si no dejas de moverte, va a ser peor." Grito Heero, sentándose sobre el pecho del chico trenzado. "Esto es un procedimiento de rutina, necesita hacerse."

Duo suspiro y empezó a enfurruñarse. Dos minutos después, le permitieron levantarse, hacienda muecas de dolor lastimosamente. Camino con fuertes pasos hacia donde las bolsas de dormir suya y de Heero habían sido tendidas, se metió en la suya y procedió a tomar una siesta. Alrededor de la fogata, los cuatro chicos comenzaron a hablar acerca de sus nuevos planes.

"Contacte a Une," Quatre informo a los otros. "Resulto que esta fue una manera fácil para ellos de forzarnos a vacaciones. Nos han prohibido regresar a la base hasta que ella nos contacte."

Heero gruño, mientras los otros dos sonrieron ampliamente.

"Hicieron un buen trabajo, " rió Wufei. "Escondiendo un secreto tan grande de nosotros, y teniéndonos a todos nosotros aquí al mismo tiempo. "

"De hecho," dijo Heero. "Duo y yo sabíamos sobre esto desde hace un mes. Estoy sorprendido que no lo notaran. ¿Estas perdiendo tu toque? "

Wufei levanto su nariz a eso. "Discúlpanos. Me parece recordar un tiempo cuando la sola mención de vacaciones tenia tu pistola afuera y balas volando."

"¡Duo hasta te dijo!" Heero sonrió maliciosamente. "¿Y no le creíste?"

Quatre suspiro. "Si bueno, hay un pequeño problema. Por ejemplo, como se supone que salgamos de aquí. ¿Y que vamos a hacer hasta que nos llamen de nuevo?"

"Creo que Londres esta a unas cuantas millas de aquí," dijo tranquilamente Trowa. "Podemos pasear por ahí si quieres. E incluso si no nos gusta Londres podemos encontrar algún otro lugar para quedarnos, secuestrar aviones no es tan difícil."

Quatre y Wufei se le quedaron viendo extrañamente al chico del mechón, pero sabiamente decidieron no comentar.

Algo cambio en la ahora vacía expresión de Heero, una luz en sus ojos se ilumino súbitamente. "Londres," dijo suavemente.

"Wow."

Draco se rió por lo bajo desde donde estaba parado atrás de Harry, sosteniendo sus escobas en sus manos.

"¿Todo esto te pertenece?" Harry pregunto incrédulamente, señalando hacia los grandes terrenos, el campo de Quidditch y el lago. "¡Esto es asombroso!" Tomo su escoba y casi instantáneamente estaba en el aire, volando en círculos ociosos sobre los terrenos.

Él y Draco habían estado en la mansión casi una semana, y Harry había estado maravillado a casi todo lo que veía. Por la primera semana, habían permanecido adentro, principalmente. Draco mostrándole a él y algunas veces a Heero alrededor de toda la casa. Los lugares ahí eran interminables. Una biblioteca que tomaba casi un piso completo, un cuarto de entretenimiento que tenía casi todos los equipos Muggles. Un salón de baile, una torre para mirar las estrellas, una piscina interior, puertas que conducían a áreas mágicas y Muggles. Estas puertas en particular despertaron el interés de Harry y tomaba gran placer abriendo una puesta y viendo al Callejón Diagon. Con todas estas cosas, Harry no podía decir que era lo mejor, y ahora estaba finalmente viendo los terrenos Malfoy, la decisión se hacia mas difícil. Voló por unos pocos minutos antes de encontrar la mejor parte.

O más bien, un pequeño jardín estilo japonés escondido en una pequeña esquina. Estaba sin atender y el porche de ahí se estaba pudriendo, pero con un poco de trabajo... Harry aterrizo junto al porche, con una pequeña sonrisa en su rostro. Draco aterrizo junto a él un momento después.

"Todo lo que necesita es un poco de trabajo," le dijo Harry al rubio. "Y entonces estará perfecto."

Draco se veía confundido. "¿Este viejo basurero?" pregunto dudoso, "este lugar ha caído en ruinas por años. Ya nadie viene aquí."

"¿Yo puedo regresar aquí verdad?" pregunto Harry, girando ojos suplicantes hacia Draco. "Para así poder limpiarlo, será hermoso, yo se que así será."

No obstante, parecía que su compañero de cabellos claros estaba reacio a negarle algo y rápidamente accedió.

Precisamente a la una cuarenta y tres, justo cuando la luna estaba ubicada sobre la punta de las lejanas montañas, Heero se sentó en su bolsa de dormir, causando que el cierre crujiera mientras se movía. Sus ojos se abrieron súbitamente, mostrando un verde vibrante, más que su usual azul. Esos ojos brillaban en la oscuridad del limpio cielo nocturno, y lentamente se levanto.

Duo parpadeo soñoliento, "¿Hee-chan?" Murmuró, "¿qué pasa?"

Heero no contesto en absoluto, moviéndose dentro de la noche como si estuviera en trance.

Duo se sentó, frunciendo el seño y empezó a seguir a su novio, silenciosa y cautelosamente. Como un pensamiento tardío, tomo su bolsa miniatura así como la de Heero antes de seguir más lejos.

Trowa y Wufei estaban sentados a un lado del fuego, vigilando. Quatre estaba recargado en Trowa, durmiendo pacíficamente. Heero los ignoro y se dirigió dentro de los árboles circundantes, siguiendo un camino que solo él parecía conocer, ahora con cuatro chicos siguiéndolo.

Exactamente al mismo tiempo, Harry también se sentó en su cama, sus ojos también brillando en la oscuridad. Y contrario a los ojos de Heero, ellos brillaban con un azul salvaje. Sobre la cama en su cuadro, Kitty parpadeo confusamente a Harry antes de regresar a dormir. Sirius ni siquiera se movió.

Harry no se dio cuenta de nada y salio de su cuarto caminando hacia el final del pasillo. Una vez ahí, abrió una puesta secreta que no sabia que estaba ahí y paso a través de ella. Sin mirar en donde estaba parado, comenzó a caminar por las calles hacia su destino. A través de otra puerta, por una trampilla escondida en el piso. Ahí, Harry se sentó a esperar.

Duo miro atontado. Heero solo había jalado una pieza del piso del bosque y estaba descendiendo en ella, como si unas escaleras estuvieran escondidas justo debajo de su línea de sitio. Echando un vistazo atrás a sus compañeros pilotos, Duo se movió detrás de Heero para ver que ahí habían escalones en el agujero.

Figúrate.

Bajando lentamente los escalones, Duo miro alrededor del área casi depresivamente oscura y encontró a Heero en medio del cuarto, sentado tranquilamente con su cabeza baja. Sus ojos aun brillaban con ese extraño color verde, y Duo parpadeo al realizar que un fuerte poder mágico estaba ahora emanando de su novio.

Tomando otra mirada alrededor del cuarto, Duo realizo que estaba en algún tipo de sótano. Un muy, muy antiguo sótano que estaba cubierto de polvo. Quatre estornudo tras ellos mientras los pilotos se movían para echar un mejor vistazo a sus alrededores.

"Hey chicos," llamó suavemente Wufei desde donde estaba tocando la pared. Dando empujoncitos. "Chequen esto." Una pequeña puerta de madera salio de la pared, lo suficientemente grande para que la mano de Wufei pasara. El chino busco y saco un manojo de palos.

Palos con mangos, notó Duo, caminando hacia ellos. Tomo uno al azar, igual que Quatre y Trowa. Ahora, cada uno con un palo en la mano – Duo se dio cuenta lo que debían ser.

"Varitas," murmuró suavemente, un hormigueo corriendo a través de su brazo. "¡Chicos, son varitas!" Le dio un pequeño chasquido, encantado cuando el cabello de Wufei se torno rosa. "¡Esto esta chidísimo!"

Wufei gruño e intento regresar su cabello a su negro normal. Tuvo éxito en volverlo amarillo neon, logrando que Duo se riera aun mas.

"¡Cuando la vida te de limones!" El chico trenzado contesto rápidamente, "¡tiñe el cabello de Wu de amarillo!"

Wufei gruño y se dirigió hacia el molesto.

"Chicos," Quatre dijo suavemente, parándose entre ellos. Señalo a Heero, cuyo cuerpo estaba ahora aventando chispas en un perfecto circulo alrededor de el. En cada lugar donde las chispas caían, un pequeño rayo de luz aparecía sobre el piso, disparándose hacia el techo e iluminando el cuarto. Los cuatro pilotos se movieron hacia delante justo dentro del aro de luz, justo lo suficiente para oír a Heero susurrando en latín.

Pero era una forma tan vieja del idioma que ninguno de ellos podía traducirlo para formar algo lo suficientemente coherente para entenderlo. Todo lo que obtuvieron fueron unas cuantas frases clave sobre el tiempo. Duo camino hacia delante nuevamente contra su voluntad, atraído más cerca de Heero por alguna fuerza desconocida. A un lado de él, Quatre también camino hacia delante, arrastrando a Trowa. Wufei parecía estar luchando contra la fuerza con poco éxito.

De repente, Heero dejo de susurrar y su cabeza se levanto. Una palabra salio de sus labios en una voz clara que no era la suya. "¡Tempus!"

Y todo alrededor de ellos desapareció.

Golpee el piso. Duro. Estoy bastante seguro que me desmaye por un minuto, pero a como despertaba, brinque de regreso a mis pies, mi katana apareció en mis manos mientras estudiaba el espacio alrededor mío. Absolutamente nada había cambiado, excepto unas pequeñas capas de polvo alrededor del cuarto habían sido arremolinadas en el remolino de magia.

Eso, y un chico de cabello negro que yacía inconciente en el medio del cuarto junto a Heero, quien también estaba inconciente.

Los otros lentamente se pararon. Trowa y Quatre habían sacado sus pistolas, los cuchillos de Duo estaban girando en sus manos.

"¿Status?" dije suavemente, combatiendo contra la nausea porque el cuarto estaba girando. Note que mi cabeza estaba palpitando también, y que me dolía el hombro izquierdo.

"Estoy bien." Quatre dijo levemente, guardando su pistola.

Trowa asintió, también guardando su pistola.

Duo suspiro. "Se me abrieron los puntos." Murmuró, "Debo haber aterrizado sobre ellos."

Miramos y por supuesto, una leve mancha de sangre estaba filtrándose a través de su camisa. Pero nuestra atención se dirigió hacia Heero y el otro chico nuevamente cuando Duo súbitamente se movió hacia ellos.

"¿Hee-chan?" susurró, colocando una mano sobre su novio. Le echo un vistazo al otro chico también, sus ojos violetas abriéndose grandemente en la oscuridad del campo. "¡Chicos!" dijo suavemente, "¡es Harry!"

Bien seguro, cuando alcanzamos sus lados unos pocos segundos después, el chico sobre el piso era de hecho el chico que vimos reflejado en el espejo hace casi una semana.

"Ambos están fríos," dijo Quatre, alargando una mano para revisar sus pulsos. "¿Por que no los llevamos de vuelta al campamento?"

El resto de nosotros accedió. Trowa de algún modo fue agarrado para cargar a Harry, mientras Duo se rehusó a dejar a nadie más manejar a su koi. Son algo tiernos, poniendo al otro antes que a si mismo.

"¿Wufei?" preguntó Duo, Heero acomodado cómodamente en su espalda. Trowa estaba parado aún con Harry descansando en sus brazos.

Mire hacia él. "Si, voy a abrir la puerta en un minuto Maxwell." Aún cuando él era gracioso, aun era un baka. Subí las escaleras pero antes de que pudiera abrir la trampilla, se abrió desde arriba y un hombre con grandes ojos miró hacia mí.

"Sr. Chang." dijo en una voz misteriosa. "Si, pensé que estaría aquí ahora. ¿Qué esta esperando, suba aquí, y porque aun esta fuera esa espada? ¡No hay peligro aquí! Vamos, traiga también a los otros."

Deje el polvoriento sótano, mi katana aun en mi mano y estaba inquieto de ver que ya no estábamos en el medio de un bosque. Estábamos en una tienda con pequeñas cajas alineadas. Varitas, me proporciono mi mente, es una tienda de varitas.

"Sr. Barton, Sr. Maxwell." dijo el hombre, mirando como Duo y Trowa cargaban a Heero y Harry escaleras arriba. "Y el Sr. Winner. Un placer, de hecho. Vengan arriba."

Quatre fue el último en dejar el sótano, cerrando la trampilla tras de si.

Ninguno de nosotros dijo una palabra, aunque después de un momento Duo gritó algo que sonaba rudo en japonés, claramente esperando que el hombre no tuviera idea de lo que estaba diciendo. No entendí lo que dijo, pero conociendo a Duo, no podía ser bueno. Nunca lo admitiré, pero casi lo envidio por lograr aparecer intimidante aún con un chico inconsciente en su espalda. Sus ojos violetas estaban escupiendo fuego, claramente en modo 'Shinigami'.

"Están en mi tienda," el hombre sonrió, ignorando a Duo. "Varitas Olivander. Pero veo que ustedes ya tienen sus varitas. De apariencia fina también, aunque ninguna es de mi tienda. Me atrevería a decir que son de otros países. La suya," aquí señalo a Quatre, "parece que es de Arabia. La suya," esta vez Duo, "de Norte América." Entonces me miro a mí. "China." Y luego a Trowa, "y Grecia."

Ninguno de nosotros parpadeo.

Olivander frunció el seño, claramente inseguro de si hablábamos Ingles o no.

Pero antes de que pudiera decir nada, la puerta se abrió y un chico rubio se precipito dentro. Note que el sol estaba brillando, era claramente algún momento a mitad del día. Debo haber estado inconsciente mucho más de lo que pensé.

"¿Lo ha visto?" Pregunto el chico. "¿Ha oído algo?"

Olivander se rió por lo bajo. "Sr. Malfoy, relájese. Él esta ahí." Señalo a Trowa, quien permaneció impasible, aunque sus ojos se estrecharon un poco.

"¡Harry!" grito Malfoy, viendo al chico en brazos de Trowa. "¿Que le paso? ¿Esta bien?"

"Diría que necesita dormir un poco," dijo suavemente Olivander, una vez mas usando su voz misteriosa. "¿Por qué no se lleva a estos jóvenes también?, acaban de llegar aquí de otros países. No estoy seguro aun de si hablan Ingles."

El rubio nos miro a nosotros, sus ojos entreteniéndose en la larga trenza de Duo, en la forma de Heero muerto para el mundo, y en mi katana – la cual regrese a su funda. Parecía reacio a acceder, pero asintió de todos modos.

"Esta bien, vengan." He asintió con la cabeza a Olivander y nos hizo la seña de que lo siguiéramos. Lo cual, después de una silenciosa discusión, hicimos.

Lo seguimos afuera a una muy ocupada calle, parpadeando por la brillante luz del sol. Y casi automáticamente también caímos en nuestra postura normal de Pilotos Gundam. Trowa y Duo caminaban a cada lado de Quatre, conmigo detrás. Heero estaba usualmente al frente, pero dado el caso, el chico rubio estaba guiándonos. Nuestra manera de caminar era una forma silenciosa e decirle a todos que no teníamos miedo de lar la vida por cada uno, y que deberían permanecer alejados de nosotros. Duo había decidido nombrarla la 'Marcha de la Muerte,' después de lo cual lo atacamos con nuestras almohadas.

El chico volteo para asegurarse que lo estábamos siguiendo antes de conducirnos en un pequeño callejón entre los edificios. Dijo algo, nuevamente en latín, y una puerta apareció de la nada. Duo empezó a murmurar algo, y miro aun más cuando el chico desapareció a través de ella. Después de un momento de indecisión, nosotros seguimos.

TBC...



Nota de la autora y de la traductora
Dejen review y actualizare