Harry Potter y Loserland

Por Jesu y Romy
Dedicado a nuestros amigos
y todos los loser del mundo

La Katana, la guitarra y el disfraz

Como se ha visto, y todos creen, que en el mundo de Harry Potter, esta compuesto de puras personas populares. Han de saber señores, que están equivocados, porque como en todo mundo, sea mago o muggle, existe un mundillo, bajo y muy oscuro, más conocido como Loserland... y en esta historia no será la excepción.

Era un primero de septiembre, uno como cualquier otro. Harry Potter acababa de cruzar la barrera para el andén 9-3/4 y, como siempre, esperó a sus amigos para abordar el expreso de Hogwarts, que brillaba rojito, rojito a sol*. Este año comenzaría su sexto curso, en la escuela de magia y hechicería.

- ¡Vamos, Ron! ¡Qué el tren se nos va a ir! –exclamó Harry a la distancia.

- Esteeeee..... lo siento, es que no puedo. Te tendrás ir sólo esta vez- se disculpó su amigo- Ya sabe que somos prefectos, y tenemos un compartimiento especial para nosotros- se excusó este.

- Oh... Entonces nos vemos después.

Y rechazadamente se subió al tren. Lamentablemente, se subió algo tarde, por lo que fue muy difícil encontrar un lugar vacío, por no decir que no lo encontró. Algo molesto caminó hasta al último vagón y se encontró con varios jóvenes buscando asiento, paraban repentinamente en un compartimiento, miraban su interior y seguían de largo. Con curiosidad, Harry se acercó al compartimiento y miró: adentro sólo había una persona, sentada junto a la ventana. Era una chica de cabellos muy largos, que no dejaban ver su cara. Vestía una especie de camisón muy grande, sucio, estaba descalza. Al verla, Harry comprendió porqué todos seguían de largo después de ver su contenido, pues la verdad, la chica daba miedo.

Se dispuso a seguir buscando, en una de esas se encontraba a alguien de su curso que le ofreciera amablemente un puesto, pero para su desgracia, sus planes se vieron ofuscados por un extraño incidente.

¡¡¡¡¡PAAAFFF!!!!

- Oh... lo siento mucho –dijo una voz por encima del chico.
Un grupo de gente se había caido sobre Harry, y lo había dejado con la cara pegada a la alfombra.

-Oye, parece que no respira... ¿Tal vez se murió?- dijo otra voz. -Yo creo que se esta asfixiando, deberíamos salirnos de encima... Oye no me entierres tu codo en mi cuello- se quejó la primera voz.

El peso que sentía Harry sobre su cuerpo, se aliviano, cuanto todas las personas se habían puesto de pie. En un principio las miró con curiosidad y luego, con horror se dio cuenta de quienes se trataban: Era el grupo de los loser del colegio, los rechazados e ignorados por toda la comunidad estudiantil.

-¡Romy, que seco tu disfraz!- dijo una de las chicas que se había caído sobre él. Era una Ravenclaw, y si mal no recordaba iba en sexto como él. Pero era loser, y el no lo era, así que evitaba todo contacto con ella. Había escuchado rumores, que decía que lo loser era contagioso.

-¡Gracias por guardarnos un puesto! –dijo la segunda. Era una chica de pelo rizado de color café. Llevaba puesta una polera con el estampado de Kurt Cobain.- Pero, ¿de qué te disfrazaste?

-¿No lo ves? Es Sadako* -dijo la chica Ravenclaw.

-Hola –dijo por fin la chica del camisón.

Él también reconoció esa voz. Era una chica de su casa y de su curso, pero que por razones obvias jamás había sido mencionada en el libro. Aparte tenía apellido hispano y eso en un libro inglés no es muy bien visto, que digamos. Se llamaba Romy Valderas y Hermione le había comentado que era un verdadero monstruo. En realidad nadie se atrevía a acercarse mucho a ella.

Viendo la distracción de aquellos extraños personajes, aprovechó para huír. Pero sus planes fueron nuevamente ofuscados.

-¡Oye, quédate aquí! –le gritó la chica de rizos.

-¿No tienes vagón? Puedes sentarte con nosotras –le dijo la chica Ravenclaw.

-Este... no, muchas gracias, pero quedé de juntarme con unos amigos –mintió Harry.

-¡Pero si los demás están llenos, nosotras mismas los vimos! –volvió a gritar la chica de rizos.

-Pero...

-Nada. Te vas a quedar y punto –dijo la chica Ravenclaw amenazándolo con una katana*, y con mirada asesina.

-Em... Bueno, me quedo –y al pobre no le quedó otra que sentarse con las extravagantes chicas.

Al rato se pusieron a conversar, y el pobre chico creyó enloquecer.

-¿Sabes? Me compré todos los mangas* de Lovehina* -decía Romy- ¡Amo a Ken Akamatsu*!

-Yo me compré Lodoss –dijo la Ravenclaw- Y también me había conseguido las ovas de Hunter X*, pero mi hermano las vendió para irse de farra la semana pasada.

-Yo amo a Kurt Cobain –repetía continuamente la otra chica.

-¿Saben qué? Mi mamá me llevó a comer Ramen y se me metió un palillo en la nariz –comentó Romy, con un tono soñador que se parecía sospechosamente al de Luna Lovegood.- Y me llevaron por tres días a San Mungo y me dieron jalea de fresa.

Eso a Harry le pareció un comentario algo tonto.

-¡Oye, tú que haces aquí! –le gritó la chica de cabello rizado.

-Oye, sí, ¿tú que haces aquí? –repitió la chica Ravenclaw.

-Yo... emm... ustedes... err... si quieren me voy –dijo Harry con cierta esperanza en su voz.

-¡No, quédate! –Le gritó la chica Kurt- A veces es bueno relacionarse con la sociedad –dijo finalmente con un tono diplomático- Hace tiempo que no hablaba con otro humano.

-Oye, ¿eres nuevo en el colegio? –preguntó Romy.- Es que nunca te había visto.

-¿Yo? No, no soy nuevo –respondió Harry moviendo la cabeza.

-¿y cómo te llamas? –preguntó la Ravenclaw.

-Eh... Harry –contestó rápidamente.

-¿Eh? Que nombre más raro –comentó Romy.

-No, mi nombre es Harry.

-¿y ese no era tu apellido? –dijo la chica Ravenclaw.

-No, mi apellido es Potter.

-¿Potter? –repitió Romy, y las tres se largaron a reír.

Después de 15 minutos de risas pararon súbitamente. Se miraron unas a otras y se largaron a llorar. Al chico no le quedaban dudas: realmente se habían escapado de San Mungo.

-¡Extraño mi Hamster! ¡Pobre caca segunda! –exclamó la chica de rizos.

-¡Ñefles! ¡Mi pobre niño, se morirá de frío sin mí! –sollozaba la chica Ravenclaw.

-Yo no extraño nada, pero las acompaño en su dolor –decía Romy secándose las lágrimas.

Harry tenía mucho miedo. Si lo que decían los rumores era cierto, quedaría con daños cerebrales irreparables.
De la nada, la chica de la polera de Kurt, sacó de uno de sus bolsillos, un polvo blanco, y miró a sus amigas, con cara de complicidad. Harry no podía creer, lo que aquella chica, iban a hacer. ¡Se iban a drogar!, de seguro esa era la razón de su anormalidad. Silenciosamente, repartió una abundante cantidad de aquel polvo blanco a sus amigas y, al mismo tiempo, se metieron el polvo en la boca y abrieron exageradamente los ojos. El pobre chico realmente tenía deseos de estar en cualquier lugar, menos ahí. Mas encima se comían la droga, en vez de aspirarla, ¿Qué clase de personas era aquellas?
De pronto, a la chica de Ravenclaw, por bajo de la mano, le surgió, una especie de baba blanca, muy, pero muy espesa. Las tres miraban con cara divertida, y al mismo tiempo se sacaron la mano de la boca. ¡Las tres botaban, grande cantidades de esa extraña baba blanca! Mientras él miraba horrorizado, ellas se reían estridentemente, a medida de sus posibilidades. Cuando ya habían llenado el compartimiento de baba blanca, sin ningún aviso, pararon.

-Rica la sal de fruta, ¿cierto? –dijo la chica del pelo rizado. Las otras asintieron- Lamentablemente no encontré de las más efervescentes, sino habríamos llenado este compartimiento hasta las rodillas.

De improviso, Romy comenzó a toser exageradamente. Llegó a tanto, que se puso de color azul y se calló de lado. Luego de unos minutos, la tos cedió y la chica recuperó a su color normal. Cuando se volvió a sentar, tenía algo en su mano.

-¡Miren! ¡Estaba segura que me había tragado el otro palillo! –exclamó contenta, mostrándoles el palillo de Ramen- Mamá se pondrá feliz, cuando sepa que tiene el par.

Las tres se miraron y rieron. Harry creía que en cualquier momento perdería el conocimiento.

-Oye, olvidamos presentarnos –dijo fuera de conversación la chica de Ravenclaw.- Ehhh... mi nombre es María Jesús Cárdenas, pero puedes llamarme Jesu, es más corto.
Ahora estaba claro porque esa otra chica tampoco salía en el libro. Su nombre era demasiado católico, y como vosotros sabéis, mis queridos lectores, los ingleses son anglicanos.

-¡Yo soy Catherine Contreras! ¡Y no me gusta que me lleven la contraria!- dijo la chica de cabello rizado- ¡Por algo quede en Slytherin!

En ese momento Harry sintió una enorme pena por Draco, y los demás chicos de su nivel.

-Y yo soy Romy F. Valderas... y toma, te regalo mi palillo –le dijo la chica de su curso.

-¿A que se debe la "F"?- preguntó timidamente el chico.

-No te lo puedo decir- sentenció la Romy.

-¿Por qué?- volvió a insistir.

-¡Porque no! Y no hagas más preguntas estúpidas, detesto a la gente que habla cosas sin sentido –dijo Jesu con una mirada amenazadora y dejando relucir su katana nuevamente.

Supo que no debía hablar más de la cuenta, ya que aquella chica tenía principios, de psicópata.

-Me aburrí de este disfraz, me voy a poner otro –dijo Romy bostezando y se empezó a sacar las manos de la mangas del camisón, dando indicios de que se lo iba a sacar ahí mismo.

Harry abrió los ojos como platos y miró a las otras dos chicas que miraban expectantes, la performance de su compañera.

-Oye, si galla, pero no te vaya a pillar el Gino nomah' –dijo Catherine en el mismo tono en que hablan las mujeres de la noche*.

-Déjame, es mi vida ¿ya? –le respondió Romy, en el mismo tono, mientras hundía la cabeza en el camisón y de un tirón se lo sacó.

Harry cerró los ojos para no tener que ver a su compañera en paños menores.

-¿Por qué cierras los ojos? –le preguntó Catherine- ¿De veras pensabas que se quitaría la ropa enfrente de ti? ¡Eres un Keitaro* cualquiera!

¿Qué sabía él lo que significaba ser un "Keitaro"? Pero de todas formas abrió los ojos y se encontró con que Romy llevaba puesto un uniforme a la usanza japonesa. Suspiró aliviado, pero no pasó desapercibido por la Ravenclaw.

-¿¡En qué estabas pensando?! –exclamó Jesu con ira en sus ojos y con el filo de la katana en el cuello del chico.

-Nada, nada –contestó nervioso y con hilito de voz.

-Ah, bueno. ¿Quieres una mentita? –le preguntó Jesu.

-b-bueno –respondió Harry.

-Ahora –dijo Cathy- yo haré mi número.

De la nada sacó una guitarra, entonó "Lithium", abrió los ojos, elevó la guitarra al cielo y se puso a gritar en el coro, mientras rompía fieramente su guitarra.

-¡oh, bravo, bravo! –le felicitaban sus amigas- ¡Cada día lo haces mejor!

-Ahora me toca a mi –dijo Jesu- Ya, Cathy, sientate por favor. Mira, Harry, esto no lo volverás a ver nunca en tu vida.

"Eso espero", pensó el chico. Jesu se paró, ceremoniosamente, y sacó su katana. Harry abrió los ojos con algo de terror, pero esta vez, el arma no iba apuntada hacia él. Jesu hizo unos movimientos en el aire, como si peleara sola. Parecía algo tonto, pero para él, era lo más cuerdo que había visto hasta el momento. Grito agudamente, y se sentó en el suelo como para meditar, con la espada frente a ella, y allí se quedó.
Diez, quince, veinte, veinticinco, treinta minutos, y Jesu no se movía, de hecho Harry empezó a impacientarse, y miraba hacia todos lados, las otras dos chicas miraban, muy interesadas.

-Ahora viene la mejor parte- dijo muy emocionada Romy.

Jesu suspiró hondo, abrió los ojos, y se puso de pie.

-¿Qué les pareció?- preguntó.

-¡Nunca vi algo tan expectante como eso!- exclamó Cathy.

-¡Cada día mejora! ¡Tu eres mi maestra!- dijo feliz Romy.

Harry estaba a punto de desmayarse, nunca había visto nada tan estupido, y lamentó la pérdida de tiempo.

- Oye, Harry –dijo Cathy- ¿qué es de tu vida? Cuentanos algo sobre ti.

-Bueno, yo... –balbuceó este. Le parecía raro que aquellas chicas no lo conocieran, ya que generalmente era tema de conversación de todo el mundo- Ustedes sabrán que yo vencí a... –pero hasta allí no más llegó la frase.

-Chicas, ¿Vieron Ghost in the Shell? –preguntó Romy- Es de ese autor que hace series hentai, pero esa no lo es.

-Yo la vi, pero no la entendí –reconoció Jesu- Es que mi hermano se puso a hablar sobre la fiesta a la que había ido esa noche.

-Yo veo Dragon Ball –dijo Cathy.

-Ya lo sabemos –dijo Romy- A todo esto, ¿sabían que Akira Toriyama se autoparodió?

-¿En serio? No lo sabía –dijo Cathy.

-¿Vieron Sen to Chihiro no Kamikakuze? –Preguntó Jesu- Ya era hora que una buena película japonesa se ganara un Oscar, porque las películas gringas apestan.

-¿Vieron Ringu Cero?- preguntó Romy- ¿Han visto la copia americana? ¡Es malísima!- terminó la frase con cara de asco.

-La vi por televisión por cable –dijo Jesu.

-Oye, perdón Harry, ¿Qué decías?

-No, nada...

-Ah

En ese momento irrumpió alguien en el compartimiento. Harry depositó todas sus esperanzas en que se trate de Ron, Hermione o cualquier prefecto para que lo saque de ese mini-manicomio, pero resultó ser un chico de Hufflepuff que había visto un par de veces. Siempre le había parecido un muchacho normal.

-¡¡Carlos!! –gritaron Jesu y Romy mientras se colgaban de su cuello y empezaban a estrangularlo.

-Calma chicas –dijo este con una voz de galán de teleserie- Yo las defenderé con mi espada de la luz.

-Ya salió este con Orphen –dijeron las dos al mismo tiempo, mientras lo soltaban y se fueron a sentar.

-¿Qué te trae por estos lados? Demoraste mucho en llegar... –dijo Romy.

-Es que me empecé a aburrir con los otros chicos... –comentó este.- Realmente no tienen sentido del humor.

-¡Mira, este es Harry! –dijo Cathy- ¡También quiere ser parte del grupo! –luego se dirigió al chico- Dime, ¿qué número quieres ser? Yo soy el 2.

-Yo el 1008 –dijo Romy.

-Yo el 13 –dijo Jesu.

-Yo soy el 69 –dijo Carlos- Gusto en conocerte Harry.

Eso era el colmo. ¡Lo querían incluir en su grupo! Ahora encontraba a Luna una persona perfectamente normal. Se paró y sin decir nada, salió corriendo por el pasillo, no aguantaría ni un momento más rodeado de tal zoológico. Para parece que era su día de mala suerte, porque chocó con otra persona.

¡¡¡¡PAAAFFF!!!!

-Oye cuidado –le dijo una joven que estaba tirada en el suelo y que bostezaba.

-¿Quién es usted? –gritó el chico desesperado.- ¡Ayúdeme, sálveme por favor!

-Para eso debes llamar a la familia Zaoldyeck*, ellos te pueden hacer cualquier tipo de trabajo por la módica suma de 1.000.000 de Galeones, pero si dices que vas de mi parte, te cobran 5 knuts. Mi nombre es Mon González y seré profesora este año. ¿No te parece emocionante? ¡Nunca había echo clases!

Harry salió corriendo otra vez, pensando que esto definitivamente era una plaga. No alcanzó a dar muchos pasos, cuando cayó de nuevo de bruces, ya que el tren había frenado. Las puertas se abrieron y se disponía a salir, pero alguien lo agarró de la capa.

-Oye, no huyas, yo no muerdo –le dijo Mon- ¿Sabes? Yo antes de tomar este trabajo era una asesina a sueldo, pero pienso que estos trabajos son bastante parecidos, ¿no lo crees? Los aurores igual matan gente.

Era una comparación ridícula, pero no alcanzó a pensar nada más, cuando un mar de personas los alejo de donde estaba. Y lo llevó hasta el otro vagón.

***

Aquí termina el primer capítulo, con mucho cariño para nuestros amigos, y para los loser del mundo. ¡No esten tristes, que ser loser no es malo, es una bendición!

*Sadako: Personaje principal de la película, Ringu. Niñita que salía del televisor para matar a los que veían como su padre la encerraba en el pozo. Aclaración. El aro, versión gringa, es un vil copia de esta película de culto, del cine de terror. *Katana: En sencillas palabras, es una espada japonesa. *Mangas: Todos saben que son los mangas. Pobre del que diga, que son comic jáponeses... *Love Hina y Ken Akamatsu: Es una serie de anime, y manga, y su autor es Ken Akamatsu. *Hunter X: Serie muy de moda por nuestro mundillo. *Mujeres de la noche: Nosotros jugamos a hablar de esa manera, no se pasen rollos. *Keitaro: Es el protagonista de Love Hina, al pobre todo el mundo lo golpea. *Familia Zaoldyeck: Es la "querida" familia de Killua (HunterX), son una familia de Asesinos.

Aquí termina el primer cápitulo. La Jesu se fue antes, y me pidió que terminara todo. Espero que les haya gustado. Y si no, por favor, no sigan leyendo. Dejen Review,