¡Rumy! Aquí estoy otra vez con otro capítulo más. Antes de nada, tengo que advertiros a todos/as que se me está acabando la imaginación, aunque todavía me da para por lo menos 4 ó 5 capítulos más, no os preocupéis. Voy a comenzar a utilizar sangrías (comenzar en cada párrafo en un espacio más del primero), porque como se suele decir "más vale tarde que nunca" ¿no? Es un caprichito, a ver como queda. Pero si no os gusta me avisáis y ya está, que lo primero para mí es que os guste lo más posible el fic, ¿ok? ¡pues vamos allá!:
Capítulo 5:
"Genial, estoy en una isla semi-desierta con una chica que soporto a duras penas y el peor de mis enemigos... ¿qué se supone que viene ahora, una ejército de monstruos que quiere matarnos?" pensaba Squall para sí mismo, cuando estaban a punto de desembarcar. Como si hubieran sido convocados por sus pensamientos, en la playa les esperaba un pequeño ejército de Focarroles (ya sabéis, los pececitos esos que salen en las playas de los que solo se ve la aleta de arriba).
Mientras Rinoa, Squall y Seifer luchaban contra los monstruos, Quistis tomaba notas sobre cada uno. Parecían formar un buen equipo...
-Seifer: ¡cuidado!-dijo mientras se acercaba a ella.-¡agáchate!
-Quistis: ¿cómo?-dijo algo confundida, pero obedeció cuando vio que Seifer se acercaba a ella con el sable pistola en posición de ataque.
Al mirar atrás, se dio cuenta de que la había salvado de ser atacada por un Focarrol.
-Seifer: ¿estás bien, Quistis?-dijo ofreciéndole una mano para levantarla.
-Quistis: Perfectamente, gracias...-dijo rechazando su ayuda, e incorporándose sola.
-Seifer: Me alegro. Si me disculpas, tengo un exámen que aprobar.-y tras decir esto, se marchó en busca de otro enemigo que derrotar.
Parecía un poco chulo, pero en el fondo... podía llegar a ser la persona más dulce del mundo, eso Quistis lo sabía muy bien...
-Zell: ¿cómo creéis que les irá a Squall y Rinoa?-preguntó poco después de acabar con un monstruo de un fuerte puñetazo.
-Irvine: Espero que bien, aunque con Seifer como jefe de equipo...-dijo a la vez que disparaba a otro que se le acercaba por detrás.
-Zell:¡¿cómo, que Trepe ha escogido a ese engreído como jefe de equipo?! ¡ese puesto se lo merecía Squall!
-Selphie: um... ¡seguro que tuvo enchufe!.-la joven dio un tremendo latigazo con su cadena al monstruo para rematarlo.
-Irvine y Zell: ¿qué quieres decir?
-Selphie:¿no os fijasteis el otro día cómo miraba ese tipo a la instructora Trepe de reojo cuando intentaba ligar con Rinoa? ¡estoy segura de que intentaba darle celos! ¡esos dos ya se conocían de antes! ¡Seifer ha tenido enchufe, seguro!
-Irvine: um.. la verdad es que no me extrañaría... se parece mucho a mí en cuestión de ligar, jejeje...
-Zell: no seas fantasma ¬¬....
-Selphie: ¡tened cuidado!-decía sacándoles de ser atacados por un Focarrol gigantesco que intenaba atacar por la espalda.-¡si seguís en ese plan, no sólo suspenderemos, sino que también moriremos! ¡¡así que dejaos de tonterías y a pelear!! ¡al ataqueeeeee!-tras decir esto, se lanzó al ataque de otro monstruo que vio a lo lejos.
-Irvine y Zell: ¡Oo!
-Zell: Va...vaya...hay que ver cómo se pone cuando quiere...
-Irvine: Sí.. creo que entiendo por qué es la jefa de equipo... U Por cierto.. ¿cómo crees que le irá al grupo de Allie?
-Zell: Allie... ¡seguro que le va muy bien! Estuvimos repasando ayer y casi se nos hizo de noche.
-Irvine: ¿con que sí, eh? ¿y cómo te fue, Romeo? ¿le pediste que fuera tu pareja para mañana?
-Zell: Bueno... estuve a punto de irme sin decirlo, pero... ¡sí, se lo dije!-dijo un poco colorado, aunque muy contento.
-Irvine: ¡así se hace! Por cierto, hablando de hacer cosas... ¿os besasteis, o llegasteis aun más lejos?-dijo con cara de pillo.
-Zell: ¡eso no es asunto tuyo! –dijo poniéndose como un tomate.
-Irvine: ¡jajaja, era broma! ¡deberías ver la cara que se te ha puesto! XD
-Selphie: ¡¿Venís de una puñetera vez, o voy a tener que llevaros por las orejas yo misma?!
Los Focarroles de la playa no duraron mucho, así que se pusieron pronto en marcha para "desinfectar" otra zona de la isla. Quistis decidió que en total serían cuatro zonas: extremo Norte (la playa), extremo Este, extremo Oeste, y el último que les quedaba: el extremo Sur.
Éste, consistía en una gran vegetación de árboles gigantescos que parecían llegar hasta el mismísimo cielo. Pero resultó que la cosa no acababa ahí, sino que aún quedaba un lugar tras esa masa gigantesca y verde.
-Rinoa: ¡vaya, una caverna!-se sorprendió al ver una gran pared rocosa con una abertura en ella.
-Quistis: Así es, y esta es la última zona de la isla que queda por cubrir.
-Squall: ¿qué hay ahí dentro?
-Quistis: Nadie lo sabe... pero debe ser una raza de monstruo bastante poderosa y...
-Rinoa: Siento molestar, Instructora, pero... este lugar no me da muy buena espina...
-Seifer: A mí tampoco me gusta, Quistis. Yo digo que nos olvidemos de este lugar y volvamos al Jardín.
-Quistis: ¡Almasy!¡vuelve a llamarme por mi nombre y te prometo que no aprobarás este exámen!
-Seifer: ¡estarás de broma!
-Squall: ¡por favor, Almasy, me das dolor de cabeza con tus gritos, cállate!
-Seifer: ¡métete en tus asuntos, Leonarth!¿quieres pela o qué?-dijo poniendo los puños en alto.
-Squall: No... lo único que quiero es aprobar este exámen ¡y si para ello tengo que enfrentarme a un monstruo que ni siquiera conozco y contra el que podría morir, ten por seguro que lo haré!
-Quistis: ¡ya basta los dos! No estoy dispuesta a arriesgar la vida de mis alumnos por un estúpido exámen... Entraremos los cuatro, averiguaremos qué tipo de monstruos hay ahí dentro, y nos marcharemos. Ya vendrá un grupo de mercenarios cualificado, que al menos estará al tanto de lo que se van a encontrar.
-Seifer: Ya, Quis... instructora Trepe,-se corrigió rápidamente- pero... ¿y nosotros? ¿vamos a correr el riesgo de entrar sin saber a lo que vamos a enfrentarnos?
-Quistis: No os voy a obligar a que lo hagáis, pero si no vais a entrar, debéis esperarme aquí afuera hasta que inspeccione el contenido de la cueva, y podamos marcharnos tranquilos de poder informar a alguien que los extermine.
-Seifer: ¡¿Qué?! ¡de eso nada! No sé estos dos, pero yo entro seguro...
-Quistis: ¿no decías que era demasiado arriesgado?
-Seifer: Ya, pero nunca he dicho que no vaya a entrar, me encantan los desafíos...
-Rinoa: Yo también voy a entrar.
-Squall: Entonces supongo que yo también... no creo que pueda hacer nada interesante aquí afuera solo.
-Seifer: Está bien, pero primero tenemos que ver si cabemos por aquí antes.-y tras decir esto, Quistis se agachó para comprobar que era una abertura demasiado pequeña.
-Rinoa: Un momento, creo que yo si quepo...-y así era. Debido a su extremada delgadez,
Rinoa era la única del grupo que podía pasar sin dificultades hacia el interior de la extraña cueva.
-Quistis: Lo siento Rinoa, pero no pienso dejar que ninguno de los alumnos bajo mi cargo muera por mi insensatez. Volvamos a la embarcación.
-Rinoa: ¡pero instructora Trepe, no me pasará nada, en serio!
-Squall: ¿te has vuelto completamente loca? ¡quién sabe el tipo de monstruo con el que puedes encontrarte ahí dentro!-le advirtió con tono... ¿preocupado?
-Rinoa: Creo que ya soy mayorcita para sermones...-repuso algo enfadada. Volvió la vista hacia Quistis- Estoy segura de que no me ocurrirá nada, instructora Trepe. Si veo que corro peligro, prometo que saldré lo más deprisa que pueda.
-Quistis: Ay... está bien, veo que estás empeñada y que no voy a poder hacerte cambiar de opinión...-respondió algo resentida.
-Rinoa: Gracias, Instructora Trepe.-y tras decir esto, entró por el hueco de la pared rocosa.
Los minutos pasaban lentamente, y Squall estaba cada vez más nervioso. ¿por qué demonios tardaba tanto? Se suponía que sólo tenía que echar un vistazo... ¡¿podría haberle pasado algo?! No, había dicho que si se veía en peligro saldría lo más rápido posible. Pero ¿y si no había conseguido salir lo suficientemente rápido y...? No, no podía ser eso, pero de sólo pensarlo sentía como si... como si le faltara algo. Era la misma sensación que tenía antes de que ella llegara al Jardín.
-Quistis: Leonarth, ¿te pasa algo? Estás muy pálido...
-Squall: ¿eh? ¿qué? No, no... estoy bien.-respondió rápidamente, aunque en realidad no podía estar más nervioso.
-Seifer: No es por alarmar ni nada por el estilo, pero... ¿no creéis que tarda demasiado? ¡hace casi media hora que entró!
Esto ya fue demasiado para Squall, ¡no podía soportar por más tiempo aquello!
-Squall: Voy a entrar.
-Quistis y Seifer: ¡¿qué?!
-Squall: He dicho que voy a entrar por Rinoa.-repitió seriamente.
-Seifer: ¡Pero ninguno de nosotros cabe por ahí!
-Quistis: Seifer tiene razón. Sólo podemos esperar...
-Squall: ¡¿habláis en serio?! ¡Rinoa está ahí dentro, posiblemente herida o inconsciente, a merced de lo que quiera que haya ahí dentro...! ¡¿y me decís que sólo podemos esperar?! ¡No comprendo cómo podéis estar tan tranquilos!- Y tras decir esto se concentró, dispuesto a utilizar magia (cosa que estaba totalemnte prohibida fuera de batalla, al menos en ese exámen) para hacer más grande la entrada.
-Seifer: ¡¿te has vuelto loco?! ¡esto podría derrumbarse encima de tí!
-Squall: Estoy dispuesto a correr ese riesgo... ¡apartaos!
Quistis y Seifer obedecieron, y al momento Squall utilizó la magia Hielo, que dejó la entrada y sus alrededores completamente congelados. Luego, sacó su gunblade y lo utilizó como si fuera un pico para romper el hielo y hacer la entrada lo suficientemente grande como para pasar él.
-Squall: me gustaría entrar solo, por si aparecieran monstruos aquí afuera... no tardaré mucho. Os ruego que entréis sólo si pasaran 15 minutos y no hubiera vuelto.
-Quistis: Leonarth, si me desobedeces y entras ahí dentro, ten por seguro que estarás suspendido en este exámen.-dijo temiendo por la vida del muchacho.
-Squall: haga loq eu tenga que hacer, Instructora Trepe, pero no puedo estar quieto sabiendo que Rinoa podría estar en peligro.-Y tras decir esto, entró decidido.
Sabía que algo malo pasaba, no sabía qué exactamente, pero no podía soportar la idea de no volver a ver a Rinoa nunca más. ¿por qué? Sólo le traía problemas... o al menos eso es lo que quería pensar. ¿acaso... acaso se estaba... enamorando de ella?
-Squall: ¡Rinoa!-la llamó desesperado.-¡Rinoa, responde! ¡maldita sea! ¿dónde se ha metido?
Siguió caminando otro tramo, y pasados cinco minutos, volvió a llamarla. Pero en lugar de una voz humana normal, oyó un ruidito que llamó su atención. Parecía el sonido de una persona que se hubiera hecho daño... una mujer.
Al darse cuenta, salió a todo correr hacia el lugar del que provenía ese sonido, y al llegar, estaba tan cansado y desesperado que en un principio pensó que estaba viendo una alucinación.
¡Hasta aquí el capítulo 5! Lo siento mucho si es un poco corto, pero es que se me acaba la imaginación, y quería dejaros intrigados/as, jejeje... ¿qué habrá visto Squall? ¡eso lo veréis en el próximo capítulo! (joer,¡prometo no volver a poner este tipo de gilipolleces U). Bueno, doy las gracias a Rinoa Haateirii, Crystalight y vinagre por dejar reviews. ¡Rinoaaaa, graciassssss, reviews como ese son los que me dan fuerzas para seguir escribiendo!, ¡arigatou gozaimasu! ¡ah! y a Tyamant y Rinny-chan por su apoyo diario (y sus ayudas para solucionar los problemas para subir el fic U)Intentaré subir el próximo capítulo (carpeta), pero a lo mejor tardo porque dentro de muy poco comienzo los exámenes trimestrales, así que...U ¡pero no desesperéis, que en el puente que hay en medio lo intentaré subir! ¡rycdy bnuhdu!(¡hasta pronto!).
