Capítulo 6:
-Squall: ¡Rinoa!-dijo aliviado por fin.
-Rinoa: ¡Shhh! Por favor no grites.-suplicó la muchacha en voz baja. Estaba tendida en el suelo.
-Squall: ¿qué te pasa? ¿tienes miedo de que te coma el coco?-dijo igual de bajo. Últimamente, le hacía la vida imposible a la joven, haciéndole bromas pesadas y cosas así., se burlaba de ella,y cosas así. Le ponía muy nervioso estar con ella a solas, y esa era la única forma de actuar que se le ocurría.
-Rinoa: No, idiota. Mira a tu alrededor...-contestó con un tono de pánico en su voz.
Al mirar bien, casi le da un vuelco el corazón.
-Squall: ¿este sitio... es un nido de...? ¡¿qué se suponen que son esas criaturas?!-dijo sorprendido al ver los pequeños cuerpos de los mencionados bichitos, que parecían estar durmiendo.
-Rinoa: Son... no lo sé, parecen mumbas, pero según recuerdo, creo que habíamos dado que se habían extinguido hace siglos... acaban de dormirse, no sé que pasaría si se despiertan de repente... maldita sea... no puedo moverme de donde estoy...
-Squall: ¿qué te ocurre? ¿Estás al lado de alguno de estos bichos y tienes miedo de moverte?-dijo continuando la tono de burla. -Rinoa: No, no es eso... he introducido sin querer un pie en un agujero y creo que me he torcido el tobillo...
-Squall: Genial...-dijo con sarcasmo.-ahora se supone que voy a tener que ser el héroe del día... por esto me debes una, ¿eh?-bromeó para tranquilizarla,logrando que sonriera, mientras iba caminando lentamente hacia donde estaba ella.
Ya a sólo unos metros de ella, pisó sin querer algo que despertó a los pequeños leones, que dormían plácidamente, haciendo que todos se fijaran en el nuevo intruso y se pusieran en posición defensiva, con sus garras sacadas.
-Squall: De acuerdo... ¿por qué se supone que sólo me apuntan a mí?
-Rinoa: Bueno, no estoy muy segura, pero me parece que creen que soy una diosa, o algo así...-dijo encogiéndose de hombros.
-Squall: ¿estás de coña?-dijo Squall sorprendido, mientras sacaba su gunblade.
-Rinoa: ¡no! Me han traído toda clase de lujos desde que se me quedó atrapado el pie en este maldito agujero ¿qué pensarías tú?
-Squall: Pues entonces, ya me contarás cómo demonios voy a sacarte de aquí sin que me corten la cabeza y te la ofrezcan en una bandeja de plata...
De repente, todos aquellos pequeños leones rojos comenzaron a entonar lo que parecía un conjuro, que hizo que Squall y Rinoa se estremecieran. Al acabar lo que parecía ser la ultima frase, se abrió un enorme portal, del que parecía que salía algo enorme. "No..." se decía Squall preocupado por la silueta que comenzaba a verse... no era sólo uno, sino que eran por lo menos cinco o seis... Gotas frías de sudor comenzaban a recorrer el rostro de ambos al divisar aquellas enormes bestias.
Sin pensárselo dos veces, salieron corriendo hacia el exterior,habiendo extraído lo más rápido posible el pie de Rinoa del agujero, pero en su camino hacia el exterior, algunos de los Mumbas les cortaban el paso, así que Squall dio un sablazo al aire, haciendo que se apartaran y dejándoles vía libre hacia la salida.
Mientras tanto, afuera, Quistis y Seifer se impacientaban. Iban a entrar, cuando oyeron fuertes pisadas y ruidos que provenían del interior de la cueva. Miraron fijamente hacia el interior, y vieron dos siluetas que se acercaban a todo correr "¡por fin!" pensaron con alivio, pero al ver que algo gigante les perseguía, comenzaron a extrañarse.
-Squall: ¡corred! ¡Son Arqueorosaurios!-dijo Squall, que salía el primero, con Rinoa agarrada de su mano, unos centímetros más atrás.
Al oírlo, salieron corriendo, poniéndose a la cabeza de la persecución, pero vigilando también que nada les pasaba a los dos chicos.
De vez en cuando, Rinoa y Quistis les lanzaban magias delos cuatro elementos a los inmensos lagartos para retrasarlos, pero parecía que no les afectaban las magias, eran demasiado fuertes para ellas. Al ver esto, Seifer y Squall también se animaron para probar si tenían mejor suerte que las chicas, pero también fue en vano, aquellas lagartijas sobrealimentadas seguían pisándoles los talones como al principio...
Cuando ya no tenían apenas fuerzas para correr y todo parecía perdido, divisaron un claro en aquel inmenso mar de árboles que recorrían. ¡tras esos arbustos estaba la playa! Y en ella, su salvación. Pensando en eso, Squall apretó más fuertemente la muñeca de Rinoa, y obligó a la joven a correr más todavía, provocando que por poco se cayera al suelo debido al dolor de su tobillo, y adelantando a Quistis y Seifer, que iban todavía a la cabeza de la "carrera". Squall podía ver que sólo les quedaban uno metros que le separaban de su salvación, pero también veía que Rinoa no podría aguantar ese tramo sin caerse. Por eso, sin previo aviso, la cogió en brazos y comenzó a correr como alma que lleva el diablo hacia la embarcación, que encendía motores rápidamente al ver lo que se le avecinaba.
Sólo les quedaban dos metros para llegar cuando vieron que el enorme lagarto abría sus fauces para intentar tragarse a uno de ellos.
Si dudarlo dos veces, Seifer se paró en seco y se preparó para lanzar una magia y entorpecer al enorme bicho. No pareció afectarle mucho, pero sí lo suficiente para dejarles los segundos que necesitaban para montarse en la embarcación, que salió a toda máquina de la playa en cuanto se hubo montado Seifer.
Una vez dentro, Squall dejó a Rinoa en un sofá, y se sentó en el único sitio libre que quedaba a su lado.
-Quistis: ¡Estáis los dos como una verdadera cabra...!-decía mirando con furia a los dos cadetes que estaban bajo su responsabilidad.- ¡¿cómo se os ocurre siquiera poner en tal peligro vuestras vidas?!
-Squall: Lo siento, pero yo jamás he dejado a ningún compañero ni compañera atrás, y ahora no iba a ser una excepción, por mucho que me saque de quicio a veces esta especie de diablillo cin forma de mujer...
-Rinoa: ¡oye! ¡que no soy sorda!
-squall: ¿no me digas?-dijo con sarcasmo para hacerla rabiar aún más, cosa que consiguió.
-Seifer: Bueno, creo que si no hubiera lanzado esa magia, ahora mismo estaríamos bajo tierra...-dijo algo burlón, pero ante todo diciendo la verdad.
-Quistis:... está bien, ambos tenéis razón... ¡pero comprended también que estaba preocupada! ¿y si os pasara algo? ¡soy responsable de vosotros, por dios!-dijo algo afligida.-pero bueno... el caso es que finalmente todos estamos a salvo... ¿cómo va tu pie, Heartily?-dijo arrodillándose ante la pierna de la chica.
-Rinoa: Sólo me duele un poco, no es grave...-dijo intentando sonreír a pesar del dolor que sentía.
-Seifer: ¿Estás segura? No soy un experto en heridas, pero he sufrido muchas y las que son como la tuya no tienen muy buena pinta...-dijo tocándole el tobillo, haciendo que la chica soltara un pequeño bufido de dolor.
-Squall: ¡hey! ¡déjala ya, animal! ¡¿no ves que le duele?!-dijo dándole un pequeño empujón.
-Seifer: Ni se te ocurra volver a hacer eso, ¿me oyes?-le advirtió furioso.
-Squall: ¿Ah si? ¿y qué me harás si no lo hago?-dijo penetrando con la mirada al joven de cabellos dorados.
-Quitsis: ¿podríamos tener la fiesta en paz al menos durante el viaje? ¡tenemos una cadete herida a bordo!-dijo poniéndose en medio de los dos, furiosa.
-Seifer: ...Por mí vale...-dijo apartándose.
-Squall:........-sólo miró a Quistis un momento, y luego se sentó en uno de los dos amplios sofás que completaban la decoración interior de la embarcación.
-Rinoa: No tenías por qué ser tan protector...-reprimió al joven aspirante.
-Seifer: Estoy totalmente de acuerdo, ¿crees que querría hacerle daño a Rinoa?-dijo levantando una ceja en dirección a Squall.
-Squall: ... lo siento, es sólo que me siento responsable de tu lesión...-dijo a Rinoa, con la vista fija en el suelo.
-Rinoa: No es necesario, después de todo llegaste un rato después de haber caído en el agujero.
-Squall: Ya, pero al escapar de los Arqueorosaurios te he hecho correr, y...
-Quistis: Si ella dice que no te preocupes, hazle caso, Leonarth.-interrumpió al joven con tono suave.- Sé que eres un chico muy responsable, ¡pero tampoco tienes por qué cargar con las responsabilidades de los demás!
-Squall: Eso es lo que menos deseo, Instructora Trepe...-dijo llevándose dos dedos a la frente. Le dolía bastante la cabeza y no quería saber nada más de nadie hasta la noche: hasta el esperado baile de graduación.
El resto del viaje fue muy silencioso, nadie dijo nada. Al llegar al puerto, Squall llevó "a caballito" a Rinoa todo el camino, y ya en el Jardín, la llevó directamente a la enfermería de la Doctora Kadowaki, para que le curara el tobillo. Después de todo, con una magia de curación, el asunto estaría resuelto en pocos minutos.
-Dra. Kadowaki: Vaya, vaya... cuando me avisaron pensé que el asunto sería más grave...-dijo mirando el frágil tobillo de la joven con ojo crítico.
-Rinoa: Yo ya se lo había dicho a todo el mundo, pero parece que nadie me hace caso...-respondió mirando de reojo a Squall, que era precisamente al primero al que iba dirigido ese comentario.
-Squall: .......-miró hacia otro lado, algo avergonzado.
-Dra. Kadowaki: Bueno, bueno, dejemos eso a parte.-dijo utilizando una magia Cura que restauró momentáneamente al tobillo de Rinoa.- Ya está, chiquilla. Prueba a ponerte de pie.
Al probar, Rinoa comprobó que el tobillo ya no le dolía lo más mínimo. Dio las gracias y ella y Squall salieron de la enfermería hacia el pórtico. Al llegar, se encontraron con los demás.
-Zell: ¡hey, pareja! ¿cómo estás, Rinoa? Me acabo de enterar de lo de tu tobillo...
-Rinoa: No es nada, sólo una pequeña torcedura, ¡y ya está curara!-dijo alegremente.
-Irvine: Bueno, eso está bien. Por cierto, ¿qué tal la misión? Fue allí donde te hiciste daño, ¿no?
Pacientemente, les contaron todo lo ocurrido respecto a la cueva.
-Selphie: ¿Mumbas y Arqueorosauiros? ¡chachi! ¡parece un cuento de hadas de esos que a mí me gustan!-dijo juntando las manos y pegando un saltito.
-Squall: No creas que fue tan divertido... esas pequeñas bestias peludas estuvieron a punto de matarnos.-dijo frunciendo el entrecejo al recordarlo.
-Allie: Qué extraño... los libros que yo he leído sobre los mumbas no decían nada sobre esa clase de comportamiento...-aseguró la joven pensativa.
-Rinoa: Bueno.. puede que tenga algo que ver el hecho de que creyeran que yo era una especie de diosa, o algo así...-respondió algo avergonzada.
Irvine y Zell tuvieron que contener la risa al oír esto, aunque pensándolo bien, se decía a sí mismo el joven cowboy, tratándose de unos seres que se creían extinguidos, todo era posible...
-Selphie: ¡jo, qué morro! ¡ya me habría gustado a mí estar en tu lugar!
-Rinoa: No lo creas... parecían peluches vivientes, pero cuando se enfadaban entre ellos me daban miedo...-dijo bajando la vista.
-Irvine: Bueno, pero Squall fue a por ti, ¿no? Ya ha pasado todo.-decía apoyando una mano en el hombro de la joven.
-Zell: Por cierto,-dijo cambiando de tema.- ¿sabéis si hay algo entre la instructora Trepe y Seifer? ¡a mí el asunto me olió a gato encerrado en el momento en que nombró al tío ese jefe de grupo...
–Selphie: ¡seguro que tuvo enchufe de la Trepe!
-Rinoa:; Vamos, vamos... ¿por qué sois tan chismosos? ¡debería daros vergüenza hablar así de una instructora! Si os llegara a oír...-dijo mirando a su alrededor, temiendo que sus palabras se cumplieran.
-Squall: Además, sólo tiene un año más que nosotros...
-Irvine: ¡sí ya, como Seifer!-le recordó el cowboy.
-Squall: Ya bueno, Almasy la mira de un modo un tanto raro, pero no veo que ella haga lo mismo...-dijo pensándolo detenidamente.
-Selphie: ¿y si se está haciendo la remolona? ¡eso lo hacen muchas chicas del Jardín para ligar!
-Irvine: ¡y que lo digas! A mí me ha pasado miles de veces...-dijo sonriendo pícaramente al recordarlo.
-Selphie: ¡tu mejor te callas, que esto no va contigo!-le advirtió enfadada, dándole un codazo en las costillas.
-Irvine: ¡ayyy! ¡vale, el tema sólo debe tratar de la instructora y Almasy, entendido!-dijo frotándose con el dorso de la mano la zona dañada por la muchacha.
-Squall: Bueno, yo prefiero no meterme en esas cosas, es demasiado chismoso para mi gusto... – dijo el joven, y levantó la mano a modo de despedida, con ademán de marcharse.
-Irvine: ¿ya te vas?-le interrumpió el cowboy.
-Squall: Bueno, no tengo nada que hacer aquí, así que voy directamente a esperar los resultados del exámen...
-Selphie: ¡chachi! ¡espera, que nosotros también vamos! ¿verdad?-preguntó a los demás con una gran sonrisa.
Éstos asintieron afirmativamente, y todos juntos se dirigieron hacia el pasillo del segundo piso, donde más de una vez habían presenciado el nombramiento de Seed de otros chicos y chicas mayores que ellos.
Al llegar, vieron que muchos otros alumnos que también habían participado en el exámen ya estaban allí, paseándose impacientemente de un lado a otro del pasillo. Todos se mantuvieron en silencio el tiempo que tardaron el Director Kramer y los instructores del Jardín en aparecer. Esta aparición provocó un murmullo general de nerviosismo, ya que se iban a dar los resultados de los que dependía su futuro: o bien se convertían en Sedes y ganaban un suculento sueldo siendo enviados a muchísimas misiones por todo el mundo, o suspendían y tenían que repetir tanto el exámen teórico como el práctico...
-Zell: Maldita sea... si he suspendido este exámen me muero... ¡el teórico lo aprobé de pura chorra!-explicaba nerviosamente a Squall, agarrándose fuertemente de la manga de su chaqueta.
-Squall: vale, Zell...¡pero suéltame de una vez, que me pones de los nervios!-sentenció deshaciéndose en un rápido ademán de las "zarpas" de joven karateka.
-Selphie: ay... ¡espero no haber sido demasiado blanda como jefa de equipo!-decía mientras se mordía las uñas con nerviosismo.
-Irvine: ¿estás de broma? ¡si parecías un sargento!-le reprendió el cowboy.
-Selphie: ¡hey, tú! ¡no te pases! ¡podría haber sido mucho más dura si hubiera querido, te lo aseguro!-dijo poniendo los brazos en jarra.
En ese momento, el director y los instructores pasaron cerca de ellos, camino del ascensor para subir al despacho del director, donde luego se darían las felicitaciones y nombramientos a los aprobados.
Los nervios de todos estaban a flor de piel, y cualquier movimiento les alteraba. Squall era el único que se mantenía tranquilo, ya que pensaba que lo había hecho lo mejor posible, y si había suspendido, mala suerte. A pesar de eso, había un asunto por medio... ¿habría tomado medidas la Instructora Trepe por desobedecerle y entrar en la cueva sin su consentimiento? Qué mas daba, se decía a sí mismo, lo importante era que no le había pasado nada a Rinoa...
"¡Viene alguien!" dijo la voz nerviosa de algún alumno. En efecto, a lo lejos, en el pasillo, se podía ver cómo un instructor se acercaba a la congregación de alumnos, a punto de decir los nombres de los alumnos aprobados.
-instructor: Abernathy, Ryan-dijo con voz fuerte y clara para acallar los murmullos.- Arian, Maryl...- según parecía, iban a llamar por orden alfabético de los apellidos de los alumnos.
El instructor llevaba en las manos una gran lista de la que salían los nombres que iba diciendo, para que se fueran acercando ordenadamente a la lista que se encontraba en la entrada del despacho del Director Kramer. Si aprobaban, deberían esperar allí sentados en recepción hasta la entrega de su título de Seed. Por el contrario, si suspendían, los alumnos debían volver por donde habían venido, en dirección a las aulas, donde deberían pasarse el resto del día estudiando, y no podrían asistir al baile de graduación...
La lista se estaba haciendo interminable... ¡encima de todo sería de los últimos! Pensaba con nerviosismo, aunque parándose a pensarlo bien, Allie y Selphie iban después que él en la lista... (el apellido de Allie era Mackenzie, y el de Selphie era Tilmitt).
-Instructor: Dinch, Zell.-dijo de repente el profesor, sacando al muchacho de sus cavilaciones de si habría aprobado o no. Lo sabría en pocos momentos... con paso decidido, se dirigió con la cabeza en alto hacia el ascensor. De fondo, pudo oír como los demás le daban ánimos. Squall sólo asintió con la cabeza para desearle suerte.
Poco a poco, el lugar se iba vaciando, ya porque los alumnos se quedaran arriba, o bien porque debían ir a sus respectivas clases a modo de castigo... por cierto, Zell no había vuelto, así que seguro que habría aprobado. Se alegraba por él.
"Hammerlie, Michael" oyó de repente. Pronto le tocaría a Rinoa, ya que su apellido era Heartily. Repentinamente, apretó fuertemente una mano de la joven, lo que la hizo volverse algo asombrada por la actuación de Squall. Era ahora o nunca....
-Squall: Eh, oye...-dijo lo más serio que pudo, algo abochornado por la situación.
-Rinoa: ¿si?-dijo mirándolo con una sonrisa.
-Squall: yo... eh... bueno, iré directo al grano. ¿vas a venir conmigo al baile de esta noche si aprobamos los dos? estoy totalemnte seguro de que nadie te ha pedido que vayas con él al baile antes que yo.. ¿a que sí?-dijo intentando parecer burlón.
-Rinoa: ¿y cómo estás tan seguro?-le dijo ella siguiéndole el juego.
-Squall: Bueno, creo que soy el único en todo el Jardín capaz de soportar tu mal carácter...
-Rinoa: ¡ah, sí? pues que sepas que me lo han pedido muchísimos chicos, pero les he dicho a todo que no.- repondió orgullosa de sí misma.
-Squall: Seguro que lo hiciste porque todos eran feísimos...
-Rinoa: Pues no, listillo.-dijo sacándole la lengua.- lo que pasa es que no eran mi tipo.
-squall: sí,sí, lo que sea... ¿pero vienes o no? lo digo para saber si tengo que recogerte o me quedo toda la noche mirando el techo y...
-Rinoa: Me encantaría-sentenció sin dejarle terminar, enseñándole su más angelical sonrisa. Estaba todo dicho.
-Squall: ¡ah! ¿peroentonces es que soy tu tipo?.-dijo en broma, haciéndose el galán.
-Rinoa: No te hagas ilusiones. Es sólo que has tenido suerte, porque justamente estaba pensando que iría al baile con el primer chico que se acercara a pedírmelo.
-Squall: ¿tan desesperada estás entonces como para aceptarme a mí?
-Rinoa: bueno, es que es aceptarte a ti o querdarme también toda la noche mirando el techo...
-Squall: Bueno, pues entonces ya hableremos si aprobamos los dos. Me voy antes de que alguien piense que estoy ligando o algo así... ¡brrr!-hizo como el que le daba un escalofrío de sólo pensarlo, haciendo rabiar a la joven con esa acción. Le sonrió burlonamente y se alejó, estando atento a los nombres que decía el instructor.
"Heartily, Rinoa" dijo éste algunos minutos después. La joven se adelantó unos pasos, y antes de adentrarse en el pasillo del ascensor, se dio la vuelta y enseñó la mano con el pulgar levantado hacia sus amigos, en señal de que todo iría bien.
Pasaron diez minutos, y Rinoa no volvió. "madre mía, ha aprobado..." pensó con nerviosismo. ¿pero y él mismo? ¿aprobaría?
Para saberlo aún faltaban muchas letras del abecedario, convertidas en apellidos de otros alumnos que iban antes que él.
"Kinneas, Irvine" dijo un rato después el profesor. El cowboy se giró hacia Selphie, y tras guiñarle un ojo a ella y unas cuantas chicas más que había en los alrededores, se ajustó el sombrero y se dirigió al ascensor.
Si no le fallaban los cálculos, el próximo de su grupo de amigos al que llamarían sería él... ahora sí que se le empezaban a poner los nervios a flor de piel... ¿cómo demonios se le había ocurrido pedirle a Rinoa que fuera su pareja de baile? ¡encima, delante de todo el Jardín! Si aprobaba, debería hablar con ella, y eso era lo que más nervioso le ponía...
"Leonarth, Squall" rugió el instructor mientras buscaba con la mirada al joven cadete.
Tras recibir ánimos de Selphie y Allie, giró hacia el pasillo, y comenzó a andar con paso decidido hacia uno de los dos posibles caminos que le marcaba el destino...
Bueeeeno, ¿qué os ha parecido? era largo ¿eh? si es que cuando me llega la inspiración, jejeje.
Bueno, que muchas garcias como siempre a Rinoa Haateirii por su review . ¡y por favor, los demás mandad también todos los revies que queráis, que reosolveré todas las dudas que tengáis y apreciaré todos los comentarios sobre si debería cambiar algo! Intentaré subir el siguiente capítulo ya a comienzos de navidades, poruqe está este puente, lo sé, pero yo es que cuando vuelva no voy a poder parar de estudiar para aprobar todos los exámenes trimestrales...-- ¡ah!una última kosilla... mirar si kereis también un fic que está en "Misc", en la seccion "Crossovers" (en español) q se llama "SIRS OF THE NIGHT". La he leío, y la verdad es q tra bastante interesante... bueno, no os entretengo más,¡hasta pronto!