Capitulo 1

Fragmento de "Notas de Cine" por Sakura Kinomoto, LA TRIBUNA, 10 de Febrero.

Este fin de semana se estrenaron dos nuevas películas: -Una Boda Campestre y Rompe Huesos III.

Una Boda Campestre es un película cálida, inteligente y con una impresionante puesta en escena, basada en la novela del siglo XIX. Le recomiendo este sensible retrato de una mujer atrapada entre las restricciones de un sistema de clases y los deseos de su corazón

Si prefieren ver forzudos persiguiendo a jóvenes bonitas y tontas, todo silicona, mientras saltan por los aires un montón de cosas, entonces les encantara Rompe Huesos III.

Fragmento de "Las Películas de Shaoran" por Shaoran Lee, EL PAIS, 10 de Febrero.

Fans de Rompe Huesos, la película que llevamos tanto tiempo esperando llego a los cines este fin de semana.¡Rompe Huesos III es de momento la mejor de la saga!

Yamasahiro Zusuki aniquila a los comandos del espacio exterior con una artillería terrorífica, salvando al mundo y acostándose con nenas vestidas de cuero negro.

Cuando se planta de pie sobre las humeantes ruinas de sus enemigos y dice"¡Os lo avise, escoria!", uno siente que una de esas frases para los anales de la historia del cine. Le doy un diez a Rompe Huesos III.

También se ha estrenado este fin de semana Una Boda Campestre, un autentico agasajo al tedio. Un grupo de ingleses pretenciosos se pasan tres días casándose ¡Por favor! ¿Es que no han iodo hablar de las bodas rápidas de Reno?

Una Boda somnífera se lleva el Tomote Podrido de la semana. Hasta la semana que viene: ¡Os lo avise, escoria!.

Shaoran Lee entro despacio en la sala de cine y percibió un intenso olor a palomitas. Había comido una manzana y una chocolatina a la carrera mientras intentaba establecer con certeza una fuente de información en relación con la historia Hino.

Delante de el vio una hermosa joven. Intento olvidarse del hambre que tenia admirando aquel esbelto cuerpo y aquellas largas piernas. Entonces se sonrió mientras se acercaba mas a ella; reconocería aquel frágil y deseable cuerpo en cualquier sitio.

Cuando estaba a pocos centímetros de su elegante espalda se deleito contemplando las tonalidades de su largo y brillante cabello ligeramente ondulado en las puntas: castaño claro y un toque dorado; aspiro el aroma a flores que desprendía su pelo y su tersa piel.

-Eh nena!-dijo-¿Vienes aquí a menudo?

Sakura Kinomoto se dio vuelta, y una expresión divertida asomo a sus grandes ojos verde esmeralda.

-¿No tienes otra entrada mas original?

El se encogió de los hombros con actitud despreocupada

-Normalmente no me hacen falta.

Ella soltó una risota ahogada.

-Me sorprende que puedas soportar el peso de un orgullo como el tuyo.

-Tu lo mantienes a raya- le dijo con mas sinceridad de la que ella podría haber imaginado.

O tal vez hubiera leído en sus palabras mas de lo que el había pretendido, puesto que lo miro con los ojo muy abiertos y la chispa de atracción que ambos se empeñaban en ignorar continuamente vibro entre ellos.

-No estaba segura de que fueras a estar aquí esta noche- dijo ella en tono bajo.

-Donde haya un estreno, allí estaré yo-contesto Shaoran, deseando que no fuera así.

Pasarse de la sección de noticias a la de critica de cine había sigo un duro golpe que se había dejado dar por varias razones. Aun así estaba fastidiado.

Sakura lo miro divertida.

-No se porque pero me parece que la película de esta noche no te va a gustas, no hay ni tiros ni explosiones.

Cuando se acerco un poco mas, la expresión divertida de Sakura se volvió de recelo. Así, tan de cerca, Shaoran pudo contemplar una vez mas la perfección y el dulce aroma de su piel.

-Habrá explosiones de pasión- comento y se deleito al ver que su comentario la había ruborizado.

Siempre que Sakura y el estaban juntos, la atracción era muy fuerte. Shaoran jugaba con ello como jugaría un niño con una cometa, tirando de la cuerda, soltándola otro poco, pero nunca del todo. El pensaba que eso estropearía el juego ¿O no?

¿Qué haría la única hija del Importante Magnate Multimillonario Fuyikata Kinomoto si un periodista recientemente bajado de categoría, de una familia normal, se le metiera en la cabeza dejarse llevar por sus impulsos y la besara?

Intrigante. Tanto, que Shaoran fijo la vista en su carnosa boquita rosada. Se pregunto que haría su padre si encontrara a un tipo que no era de su clase intentando ligarse a la niña de sus ojos. Shaoran se imagino sus partes intimas colgando de uno de los deportivos de Kinomoto y enseguida dejo de soñar despierto.

No .Lo que sentía cuando estaba con Sakura era porque pasaban mucho tiempo juntos. En cuanto recuperara su antiguo puesto, se olvidaría de Sakura, de sus bellos ojos verdes, de eso labios que lo provocaban y de ese cuerpo pecaminoso.

-Siguiente- dijo la dependienta con impaciencia, sacándolo de su ensimismamiento.

Sakura pestañeo y se volvió hacia el mostrador, y Shaoran suspiro sin darse cuenta.

Lo que debía hacer era dejas de pensar en Sakura Kinomoto, dejar de soñar que ella seria para el.

En cuanto cazara a Hino volvería a la arena y Sakura se perdería en la insignificancia.

-Un jugo natural, por favor-dijo Sakura con aquella voz clara y aterciopelada.

Jugo natural, debería habérselo imaginado. Nada de palomitas de maíz grasientas ni refrescos azucarados para la bella Sakura Kinomoto.

-Mucha gente piensa que una película sin palomitas es como el sexo sin orgasmo- le dijo mientras recibía su bebida, que por poco cae al piso gracias al comentario de Shaoran.

Ella se volvió y lo miro con las cejas levemente arqueadas, como una princesa a un vasallo.

-Mas bien como intentar mantener una conversación inteligente contigo- dijo, y se dio vuelta camino a la sala.

¿Cómo podía dejar de desearla? Era lista, hermosa, inocentemente sexy y sus comentarios lo desafiaban constantemente.

-Una gigante de palomitas, con mucha mantequilla- le dijo a la jovencita que atendía-Y una cola bien grande-añadió en tono lo bastante alta para que Sakura pudiera oírlo.

No solo le habían bajado e categoría condenado a escribir criticas de cine, sino el insulto había sido aun peor cuando se había enterado de que el critico del periódico rival era una principiante que había conseguido el empleo gracias a las influencias de su "acaudalado papi"

No le hubiera importado tanto si hubiera sido una mujer fea, tal vez con sobrepeso y un bigote poblado. Pero su rival era toda una diosa griega, toda una modelo de concurso, toda un atentado para su salud emocional.

El sabia que entre el y la mujer mas hermosa que había visto en su vida no iba a ocurrir nada nunca ¿Pero que tenia de malo imaginárselo?, pensó mientras entraba en la sala en penumbra. Avanzo unos metros y la vio sentada en el patio de butacas, junto al pasillo. En la mano tenia un bloc de notas preparado y un bolígrafo.

Estaba tan chistosa, pensó sonriendo ¿Quién se lleva un bloc a un película?. En su escritorio tenia un conjunto de publicaciones con todos los nombres y fotografías de la película ¡Como se fuera a utilizarlos! Incluso tenia un resumen de la trama por si se quedaba dormido.

El asiento que había frente al de Sakura, al otro lado del pasillo estaba vació, y Shaoran se dejo caer sobre el.

Enseguida se dio cuanta de que Sakura se avía percatado de su presencia.

Como en muchas ciudades Tokio, tenia dos diarios, LA TRIBUNA era un periódico de formato grande. Con columnistas de renombre y análisis serios, LA TRIBUNA se vanagloriaba se ser un diario riguroso. Incluso la critica de cine de Sakura contenía análisis y comentarios seudo intelectuales.

Pero en donde trabajaba el. EL PAIS, era un periódico popular, dirigido a las masas. Las historias de EL PAIS eran cortas, dramáticas y llenas de juegos de palabras. Así eran las criticas de Shaoran. En realidad podría haber escrito aquella misma sin molestarse en entrar en la sala, pero tenia orgullo profesional. Además estaba Sakura allí.

Sakura seguía allí con bloc y el bolígrafo en mano ¿Cómo se llamaba la película de esa noche? Algo de Paris, pensaba mientras se imaginaba la trama.

-Un día en Paris es una deliciosa comedia romántica. La pobre Monique ha perdido el collar de cartier de su caniche. Afortunadamente, Christian Dior luchara con el malvado Pierre Balmain para hacerse con el collar, ganándose de ese modo el corazón de Monique.

Sakura lo miro un momento. Entonces, sin previo aviso, se inclino hacia el, como si fuera a besarlo.

Shaoran sintió que el corazón se le aceleraba y estuvo a punto de atragantarse con las palomitas.

-Esta película, Siempre nos queda Paris, es una basura y nada mas. Te lo digo ¡Que quieren hacer en Paris? No hay mas que extranjeros allí, ahórrate el dinero para otra cosa.- sonrió con dulzura, se puso derecha y volvió a fijar la vista en la pantalla en blanco.

Sakura quería que Shaoran la dejara en paz para poder olvidar tranquilamente aquel vergonzoso enamoramiento. Aunque, sinceramente, lo que mas deseaba era que el la montara en su Harley y le hiciera todas esas cosas con las que siempre fantaseaba.

En secreto, Shaoran Lee era su hombre ideal. Un muchacho rebelde e inteligente que montaba en moto y estaba sobrado de atractivo y sensualidad. Era distinto de la mayoría de los hombres que conocía. En su mundo, los hombres conducían limusinas y la mayoría no tenia cerebro.

Mientras lo observaba disimuladamente, Shaoran recostó la cabeza en el asiento, seguramente para echar un sueño mientras esperaba a que empezara la película.

Sakura se volvió hacia la pantalla. Tal vez Shaoran Lee fuera un bombón, y el tipo de periodista intrépido que ella tanto admiraba, pero la insultaba de la peor manera que nadie podría hacerlo. No la tomaba enserio. Coqueteaba y bromeaba con ella, pero quedaba claro que solo la veía como a una niña rica jugando con aquel empleo hasta que encontrara a algún estirado con apellido compuesto con el que casarse.

¿Pero como se atrevía a mirarla por encima del hombro? Sabia que Shaoran estaba sufriendo un revez profesional importante después de que una investigación periodística llevado a cabo resultara ser demasiado temeraria. Tras un virulento ataque a Rei Hino, promotor inmobiliario y filántropo, la única fuente citada de Lee aseguro haber sido mal interpretado, y EL PAIs, conocido por no ofrecer nunca disculpas, se había visto obligado a justificarse en primera pagina. En lugar de despedirlo, a Shaoran Lee lo habían bajado de categoría.

Al principio, Sakura había leído sus criticas de cine con ganas, preguntándose en que puntos coincidirían y en cuales discreparían. No le llevo demasiado tiempo darse cuenta de que no coincidían absolutamente en nada.

La película estaba a punto de empezar, de modo que Sakura dejo de pensar en Shaoran para concentrase en la pantalla. Ni siquiera el cinismo aprendido en la escuela de periodismo o los seis meses que llevaba analizando cada película que llegaba a Tokio, habían conseguido estropear la historia de amor de Sakura con la gran pantalla.

Tal vez por eso Shaoran Lee le había gustado desde el principio. Le recordaba a esos héroes de fantasía de las películas, con eso ojos Amberes de mirada penetrante, una sonrisa que podía encantar hasta al mas pesimista y un empeño que, en ese caso, le había costado su reputación.

Sin embargo, su descenso de categoría en el periodismo le había vuelta mas detestable. Shaoran se deleitaba con sus criticas chovinistas. Y tenia que reconocer que ella había empezado a responder a sus ataques con un sello feminista particular. Se pregunto si buscaba sus criticas nada mas tener en sus manos el ejemplar de LA TRIBUNA con la misma emoción que la hacia ella cuando llegaba EL PAIS llegaba a la redacción. Claro que por nada del mundo reconocería que leía sus artículos

Siempre nos queda Paris, era una de las películas que mas le gustaban a ella, con sus actores elegantes, sus vestidos exquisitos y el encanto de una cuidad como Paris.

Pasados unos momentos se olvido de Shaoran Lee y su amor no correspondido se metió de lleno en una historia de amantes dudosos, identidades falsas y un Rembrand robado.

Estaba completamente ensimismada con la película, riéndose a ratos, cuando de pronto le llego una risa vibrante y sonora del otro lado del pasillo. No podía ser. Una rápida mirada a su derecha le confirmo que Shaoran Lee, el fan de Rompe Huesos, estaba disfrutando de una comedia romántica. Entonces Shaoran nota que Sakura lo miraba y empezó a toser disimuladamente.

Cuando se levanto al termino de la película, Shaoran lo hizo también. Le indico que pasara por delante de el pasillo enmoquetado y se unió a ella cuando llegaron al vestíbulo.

-¿Te ha gustado la película princesa?

-Si, me ha gustado. ¿Y a ti?

-Es una película de chicas

-Seguramente esa tos tan mala que tienes te ha impedido escuchar los mejores diálogos. Deberías ir al medico

Shaoran fue a responder, pero no se le ocurrió nada .

-¿Es usted Shaoran Lee?- se oyó la voz de una adolescente emocionada a sus espaldas.

Pobre Shaoran. le echo una mirada de desconsuelo a Sakura, que continuo caminando mientras agitaba la mano con desenfado. Como su foto aparecía al pie de sus criticas tremendamente machistas, desde luego gustaba mucho a las mujeres.

Sakura intuía que su apuesto rostro, su pelo rebelde castaño oscuro y ese aire de riesgo de Shaoran Lee atraían mas a las femeninas que sus opiniones de neandertal.Y sin duda se reiría de todo eso si no se tuviera a si misma como una de las victimas de su despreocupado encanto.

Cuando llego a su coche dejo de pensar en la película, en Shaoran o en el deseo no correspondido.

A su BMW rojo le pasaba algo. Enseguida vio que tenia una rueda pinchada; y no solo eso, sino que estaba rodeada de trozos de cristales color ámbar.

Maldijo entre dientes. No le hacia mucha gracia tener que cambiar una rueda en un aparcamiento frió en mediados de febrero, pero si se daba prisa tal vez no se quedaría helada.

Su padre pensaba que una mujer con coche debía conocer algo de mecánica básica, el mismo le había enseñado algo de mecánica básica.

Cuando Sakura abrió el capo se llevo las manos a la cabeza. No tenia rueda de repuesto. El mecánico le había dicho que necesitaba una rueda nueva cuando se le había pinchado la ultima, y Sakura había estado ahorrando de su deficiente salario para poder adquirir una nueva. Solo que aun estaba ahorrando.

Saco el móvil y lo miro ¿A quien llamar a las 9:30 de la noche? ¿A su padre? Le echaría un sermón por no ir preparada y terminaría comprándole una rueda nueva. Seguramente las cuatro y hasta un auto nuevo. No , a su padre desde luego que no.

En el garaje de la mansión no habría ya nadie a esas horas de la noche. Tendría que llamar un taxi hasta casa y ocuparse del asunto por la mañana.

-Si quiere ir al cine alguna vez acompañado, ya sabe, para darle otra opinión o cualquier cosa, esto....llámame.

Sakura se volvió y vio a la adolescente dándole a Shaoran una pedazo de papel.

-Yo no....

Pero la muchacha ya se alejaba dando saltos de alegría

De no haber sido por la frustración de su propio percance, Sakura se habría echado a reír al ver la expresión de fastidio de Shaoran.

-No pierdas ese numero. Tiene la edad ideal para ti

Shaoran arrugo el papel con expresión ceñuda y lo tiro en una papelera cercana.

-Espero no haberte hecho esperar- dijo en tono confuso

-No me has hecho esperar

Apretó un botón de su costoso móvil. Si Shaoran quisiera montarse en su moto y largarse, ella continuaría con sus cosas. Pero Shaoran nunca hacia lo que ella quería.

-¿Llamando al chofer princesa?- dijo mientras miraba el lujoso deportivo rojo

Aunque había sido muy amable por parte de sus padres regalarle un coche nuevo tan caro cuando había terminado los estudios, deseaba que no lo hubiesen hecho. Se sentía mal sobre todo porque la mayoría de los periodistas que conocida conducían coches mucho mas modestos. O. En el caso de Shaoran ,una elegante motocicleta negra.¿Pero como rechazar el regalo? Se habrían sentido tan ofendidos.

-Si- dijo sin mentir, al fin y al cabo, un taxista era también un chofer-Y es una llamada privada.

-Hasta la vista Princesa

Sakura suspiro aliviada al ver que Shaoran se daba la vuelta. Estaba a punto de rebasar su coche cuando un tintineo le hizo bajar la vista. Había dado una patada a uno de los trozos de cristal.

Con frustración, Sakura lo observo como se daba la vuelta y mirar bien su auto.

-Siento tener ser quien te diga esto, pero parece que has atropellado un botella de cerveza

-El intrépido reportero descubre otro caso

-¿Dónde tienes la de repuesto?

-Se como cambiar una rueda, gracias

-No querrás llenarte las perlas de grasa.

Shaoran sonrío y Sakura pensó inmediatamente en un caballero llevando en sus brazos a su princesa a su cuarto. Se estremeció a pensar de reprenderse a si misma por sus estúpidas fantasías románticas.

-Me las puedo arreglar

-De acuerdo. Me quedare a mirar. Será mas divertido que la película.

La luz de una farola cercana proyectaba un juego de luces y sombras sobre sus facciones bien marcadas y destacaba el suave brillo de cuero negro de su cazadora confiriéndole un aire amenazador y confiado al mismo tiempo, una extraña combinación que le atacaba los nervios.

-No te vas a marchar ¿Verdad?

Shaoran sacudió la cabeza

-No

-No tengo rueda de repuesto- confeso con exageración-Voy a llamar a un taxi.

De nuevo esbozo aquella sonrisa de pirata de cabellos rebeldes y actitud despreocupada.

-Cierra el coche. Te llevo

-No. De verdad, yo...

Pero era inútil continuar poniéndose, puesto que el ya había echado a andar su motocicleta.

Unos minutos después estaba de vuelta a su lado montado sobre la maquina

Sakura se estremeció de pánico solo de pensar en apoyarse contra el cuerpo de Shaoran sobre aquella moto. Siendo una mujer sensata, que lo era, debería haber rechazado a su invitación, pero la mirada desafiante de Shaoran consiguió que de repente, la sensatez se le antojara como algo extremadamente aburrido.

-De acuerdo- dijo en tono renuente, a pesar del escalofrió de emoción que estaba experimentando. Se guardo el móvil y las llaves del coche en el bolso

-Ven aquí princesa- le dijo u Sakura vio que tenia un casco negro en la mano

Cuando Shaoran le abrocho la pequeña correa bajo la barbilla, Sakura se estremeció al sentir la fuerza de sus manos, la ligera aspereza de las puntas de los dedos. El por su parte aparto las manos demasiado apresuradamente, como si se hubiera quemado.

-Súbete aquí detrás y agarrate bien. Si estas quieta, todo ira bien Princesa.

Se sentó lo mas apartada posible de el, coloco los pies en los apoya píes y se agarro lo mas impersonalmente que pudo a ambos lados de su cazadora de cuero.

Pasados unos momentos Sakura entendió que era imposible no resbalarse hacia delante. A pesar de sus esfuerzos, termino pegada a la espalda de Shaoran. De modo que se encogió de hombros y cedió a la fantasía. En realidad era mucho mas cómodo montar así.

Shaoran tenia la espalda musculosa y cálida, además resultaba mas agradable por detrás que por delante, con aquella bocaza que tenia.

Mientras percibía la forma y la esencia de su cuerpo, se sorprendió de lo lucho que esas sensaciones la conmovían

Las partes mas vulnerables de su cuerpo se apretaron contra las nalgas de Shaoran haciéndola sentir sensaciones nunca antes experimentadas, nunca había sentido algo así por un hombre, con sus anteriores relaciones no había llegado mas lejos que besos castos, en realidad sola había tenido 2 parejas pero por la falta de tiempo en su trabajo terminaron desistiendo.

Cuando finalmente recupero el sentido común se dio cuenta que la carretera oscura por la que transitaban conducid no a un refugio erótico donde Shaoran la llevaría y le haría toda clase de delicias pero un momento que estaba pensando, porque creía que con el llegaría mas allá que los besos.

-A donde vas?-grito para que la oyera

-A tu palacio princesa- grito el también

-No vivo con mis padres

El no contesto, y Sakura se pregunto si la habría oído. Pero cuando estaba a punto de volver a gritar, el ruido del motor disminuyo y Shaoran para en la calzada

Volvió la cabeza y la miro con impaciencia

-¿Y donde vives?

Había estado tan ensismimada que no se le había ocurrido siquiera darle su dirección. Y el no se lo había pedido, asumiendo claramente que vivía con sus padres en la mansión mas elegante de la cuidad y que todos en Tokio conocían.

Sakura le dio rápidamente su dirección, y se perdieron en la noche mientras dejaban atrás sus pisoteadas fantasías.

Shaoran sintió su suavidad incluso a través de la cazadora de cuero. Sus pechos le presionaban la espalda, firmes pero suaves al mismo tiempo; sus muslos, cálidos y excitantes, rodeaban los suyos. Como iba conduciendo, solo se había permitido a si mismo imaginársela unos segundos en la misma postura; solo que desnuda y delante de el.

La oleada de deseo que lo recorrió estuvo a punto de hacerle perder el control de la motocicleta. Con Sakura agarrada a el, proporcionándole aquella sensación de bienestar. Shaoran sintió como si aquel fuera su sitio. Por ella sintió un gran alivio cuando detuvo la moto delante de un edificio de apartamentos.

-Gracias por traerme- le dijo, amarrándose a el para no caerse mientras se bajaba de la moto.

-¿Me tomas el pelo?- se volvió un momento a mirar el edificio y después a ella, que tenia las mejillas coloradas del frió de la noche.

-¿Cómo dices?

-Vives aquí

-¿Qué tiene de malo?- pregunto con curiosidad

-Es una basura

Sakura se puso tensa

-Es todo lo que puedo permitirme con mi salario

El volteo los ojos, recordándose que Sakura era una rica heredera que solo estaba corriéndose una aventura. Ella no era parte de ese tipo de vida; nunca lo seria.

-Ya

Sakura se quito el casco con mucho ingenio . Cuando se volvió hacia el, Shaoran pensó que le echaría una bronca. Pero ella ladeo la cabeza y dijo

-¡Te gustaría subir a tomar un café?

Continuará

Espero les haya gustado y espero sus reviews

Besos

gracias