DISCLAIMER: Nada de este mundo de fantasía me pertenece. Todo es propiedad de JK Rowling y sus asociados.
CAPITULO 23: LA DESESPERACI"N DE SEVERUS.
Dos días mas tarde, Lucius Malfoy fue a Hogwarts a ver a su hijo. Era increíble como podía ocultar su tristeza por la muerte de Narcisa, se lo veía exactamente igual que siempre.
-Lo siento Lupin -dijo Jennifer al entrar al aula de Defensa -pero necesito a Draco. Su padre está aquí.
-Claro. Vaya Señor Malfoy.
Draco se levantó de su pupitre sin poder creerlo. Contadas eran las veces que su padre había ido a visitarlo al colegio. Caminó junto a Jennifer hasta la Torre de Slytherin, un poco mas animado, aunque sabía que su padre no estaba ahí para consolarlo. Lo mas probable era que lo regañara por haber llorado en público. Jennifer se despidió con un beso y una sonrisa y se fue.
-Draco...cómo has estado? -preguntó Lucius al verlo entrar a la Sala Común.
-No lo se -contestó levantando los hombros.
-Qué clase de respuesta es esa?
-Estoy mejor padre.
-Bien. Vine a informarte que voy a ausentarme por un tiempo. Tengo muchas tareas con las que debo cumplir y volveré a mediados del mes de marzo.
-Vas a dejarme solo?
-No. Estás con tu tía. Ella cuidará de ti. Ahora vuelve a tu clase y deja de comportarte como un niño de 4 años.
Draco salió sin despedirse de la Sala Común. Estaba furioso, dolido, no era posible que su padre fuera tan insensible. Volvió a entrar al aula de Defensa contra las Artes Oscuras y se sentó en su pupitre, sin emitir sonido alguno durante el resto del día. Mientras tanto, Lucius entraba al despacho de Jennifer, que preparaba su clase del día.
-Jenny? Puedo pasar?
-Claro Lucius. Cómo estás?
-Bien.
-Lucius -dijo Jennifer acariciándole la mejilla -no tienes que hacerte el fuerte conmigo, no tienes que disimular.
-Lo digo en serio. La muerte de Narcisa no me afectó en absoluto.
-Ella era tu mujer. No puede no importarte.
-Era mi esposa, sí. Pero yo estoy enamorado de ti. Vuelve conmigo, por favor. Ya no está Narcisa, Draco necesita una madre.
-Lú. Ya hablamos esto y...
No pudo continuar porque Lucius se acercó a ella y la besó. Él comenzó a acariciarle la espalda mientras la acercaba con fuerza a su cuerpo. Jennifer rodeó con sus brazos el cuello de Lucius y se dejó llevar por ese hombre, su primer amor. Ya no estaba Narcisa, eso era verdad, ahora podían estar juntos, como antes.
Los besos de Lucius se tornaban cada vez mas apasionados mientras intentaba quitarle la ropa. Jennifer percibía el amor que él había reprimido por tanto tiempo, y sintió como él se erguía cada vez mas a causa de la pasión que sentía por ella. Como respuesta a eso, lo besó mas fuerte aún, dejándolo casi sin respiración.
Lucius ya no aguantaba mas todos los sentimientos que tenía dentro suyo. Jennifer nunca se había entregado a él en el pasado, pero ahora notaba que necesitaban lo mismo. Se imaginó haciéndola disfrutar mas que nadie, aunque fuera ahí, en el despacho, sobre el escritorio. Ya nada importaba, sólo estar con ella y sin dejar de besarla la fue guiando al escritorio.
-Lú..espera...por ...favor -susurró Jennifer entre jadeos.
-Qué pasa ahora?
-Es que...quiero hablar con Draco antes de que esto avance. No me gustaría que imagine que hemos engañado a su madre todo este tiempo.
-Entonces -dijo Lucius sonriendo -eso significa que volverás conmigo?
-Si...lo haré.
Jennifer volvió a besarlo de la misma forma que lo hizo minutos antes. Y cuando las cosas se ponían febriles nuevamente, golpearon a la puerta, provocando que se separaran. Luego de acomodarse un poco las túnicas y el cabello, Jennifer abrió la puerta. Severus estaba del otro lado.
-Lucius está aquí? Debo decirle algo importante.
-Si, pasa Sev.
-Menos mal que no te has ido aún. Infórmale que ya conseguí la mitad de las cosas. Trataré de juntar el resto lo antes posible, incluso le pediré unos días a Dumbledore con la excusa de que mi casa fue atacada. Por favor, invoca la marca arriba de ella, pero no la dañes.
-Lo haré. Me retiro ahora. Hasta luego Jenny. Severus.
En cuanto Lucius se fue, Severus miró a los ojos a su hermana, que intentaba esquivarle la mirada y cerrar su mente.
-Jenny? Te llamó Jenny? Se puede saber que pasó aquí?
-Nada.
-Jennifer...no me mientas. Cerraste tu mente y no me miras a los ojos. Qué está pasando?
-Volví con Lucius.
-Estás loca? Qué te sucede? Cómo haces algo así?
-Es mi problema Severus, y te agradecería que no dijeras nada.
-Claro. Pero...y Draco? Lo sabe?
-Aun no. La muerte de Narcissa es muy reciente y puede tomarlo mal. Ya se lo diré, en algún momento. Y ahora...creo que tienes clases, no?
-Si. Nos vemos luego.
Severus no pudo concentrarse en la clase siguiente. Todo el tiempo pensando en las palabras de su hermana. Cómo iba a volver con Lucius Malfoy? Era una de las personas mas crueles que él jamás había conocido. Él había sido el que lo convenció de que formara parte del lado oscuro, haciendo que pierda lo que más le importaba en la vida, Sarah.
FLASH-BACK
Severus llevaba unos meses dentro del ejército de mortífagos, pero aún no había encontrado la manera de decírselo a su esposa. Sarah, la bella Ravenclaw con la que se había casado, odiaba todo lo referente a Voldemort. Tenía que encontrar la forma de decírselo para que comprendiera que sólo estaba cumpliendo con su destino, el que su padre había querido para él.
Ocultaba la Marca Tenebrosa bajo vendas muggles y le había dicho a Sarah que Jennifer estaba experimentando con él un nuevo método de cura de quemaduras. Al principio, se había preocupado, pero luego lo aceptó. Ella nunca le haría daño a su hermano. Una noche, después de haber compartido una apasionada intimidad, mientras Severus dormía, Sarah le quitó las vendas para ver que tan grande podía ser la quemadura que le habían hecho para tardar tanto en curarse.
Al retirar el último trozo de tela, vislumbró un tatuaje. Pero no era cualquier dibujo, era una calavera que tenía una serpiente saliendo de su boca. Ella sabía perfectamente lo que eso era porque lo había visto flotando sobre la casa de sus padres. Era la Marca Tenebrosa. Su esposo era un maldito mortífago. Ahora comprendía por qué Jennifer había dejado de ir a visitarlos como siempre lo hacía.
-SEVERUS! -Lo despertó de un grito, con lágrimas en los ojos -SE PUEDE SABER QUE SIGNIFICA ESO?
-Qué cosa? Es tarde amor, qué pasa?
-NO ME LLAMES AMOR CUANDO TE HAS PASADO A SU LADO! COMO PUDISTE HACERLO? C"MO PUEDES SER UN MORTÍFAGO??!?!?!?!?
-Qué? Cómo te enteraste? -dijo Severus, pero lo comprendió al ver las vendas a su lado en la cama y la Marca al descubierto.
-TE ODIO! NO QUIERO VOLVER A VERTE! -le gritó sarah con furia mientras terminaba de vestirse.
-No! SARAH! ESCUCHAME POR FAVOR! NO ME DEJES! -gritó Severus tomándola del brazo.
-NO ME TOQUES! -gritó soltándose -NO S"LO TE CONVERTISTE EN UNO DE SUS SEGUIDORES! TAMBIÉN ME MENTISTE! QUE ESPERABAS? EH? TENER ESA VENDA AHÍ TODA LA VIDA?
-Yo...pensaba decírtelo, pero....
-ES POR ESO QUE JENNY NO NOS VISITA MAS, VERDAD? ELLA SABE LO QUE ERES! EN LO QUE TE HAS CONVERTIDO!
-Si -asumió Severus comprendiendo por primera vez la gravedad de su estupidez.
-Escúchame bien, porque no voy a repetirlo -dijo Sarah recobrando la calma -Me voy y no quiero saber nada de ti, nunca mas. Me escuchaste? Me has decepcionado mas que cualquier otra persona. No te das una idea del daño que me hace verte esa "cosa" en el brazo. No puedo permanecer a tu lado. Ya no.
Severus se quedó perplejo, sentado en su cama, viéndola partir. Lo último que hubiera deseado era que lo deje de esa manera, odiándolo como lo hacía. Se sintió un estúpido por haber confiado en Lucius todos esos años, por haberle hecho caso cuando lo convenció, enredándolo en sus palabras. Y ahora ya todo estaba perdido, ya nada tenía sentido sin Sarah a su lado. Lo único que le quedaba por hacer era descargar su ira contra aurors y muggles en los ataques. Ya no había escapatoria, estaba ligado a Voldemort hasta el día de su muerte.
FIN FLASH-BACK
La clase terminó sin que Severus se diera cuenta, y sin quitarle puntos a ninguno de los alumnos que tenía en el salón. Ni siquiera recordaba de qué año eran o de que casas, no podía dejar de ver en su mente la imagen de Sarah llorando, mientras se alejaba de él para siempre. Recordó el día en que le llegó la noticia de que había muerto, en un accidente de avión, mientras intentaba huir de él y todo ese ambiente que la había rodeado.
Jennifer había sido la última en verla con vida. La había alojado en su casa, la que compartía con Black durante dos semanas, mientras pensaba qué hacer y a dónde ir. Dentro suyo le agradeció porque, pese a todo, no le había dicho a Black o sus estúpidos amigos por qué lo había dejado. Jennifer y ella guardaron su secreto, tal vez porque en el fondo, aún sentía algo por él. Pero nunca iba a saberlo, porque ya nunca iba a verla nuevamente.
Después de cenar, decidió que debía hacer algo con Jennifer. No iba a dejarla en manos de ese hombre, no sabiendo lo que era capaz de hacer. No soportaría ver a su hermana convertida en mortífaga también, porque conocía los métodos de persuasión de Lucius y, si se lo proponía, iba a lograr que lo fuera.
Había pensado todo el día en cómo convencerla para que lo deje. No llegó a muy buenas soluciones, sólo había una que tal vez funcionara, pero no estaba seguro, porque su odio no era por la traición. Tenía que decirle que Black era inocente, se había hecho el desentendido cuando ella le contó de su encuentro durante navidad y sabía que Jennifer se iba a enfurecer con él. Pero no importaba, prefería que no le hablara durante el resto de su vida, antes de verla casada con Lucius. Respiró hondo y tocó la puerta de la habitación de su hermana.
-Sev! -le dijo sonriendo -Pasa algo?
-Eh....necesito hablar contigo un momento. Estás ocupada?
-No, estaba por ponerme el pijama. Pasa. Pero te advierto que si es sobre Lucius...
-Es otra cosa. Eh...antes que nada, quiero pedirte perdón por haberte ocultado esto, pero...no se, tal vez lo comprendas.
-De qué hablas?
-Recuerdas la historia que te contó Black la noche que te ató afuera?
-Si..que Peter era el traidor. Qué tiene que ver eso?
-Es que...es verdad. Pettigrew está vivo. Yo lo he visto, hablé con él. Es el culpable de la muerte de los Potter.
-Dime que es una broma, porque me estoy enojando Severus. -dijo Jennifer evitando gritar.
-Pettigrew está con Voldemort. Él fue quien lo ayudó a recuperar su fuerza y lo cuidó mientras tanto.
-ESTÁS LOCO?
-No Jenny. Te lo juro. Sabes que no soporto a Black, que lo odio. Pero es la verdad. Potter, Pettigrew y él se hicieron animagos. Potter era un ciervo o algo así, Pettigrew una rata y Black....Hocicos.
-QUÉ? ME ESTÁS TOMANDO EL PELO?
-No...es así como Pettigrew escapó sin que lo vieran después de cortarse un dedo y volar la calle. Y es así como Black escapó de Azkaban, con intenciones de matarlo, pero Potter se lo impidió y después escapó de nuevo.
-VETE! NO QUIERO VERTE!
-Jenny, yo....
-PUDE HABER MATADO A UNA PERSONA INOCENTE! VETE! Y no le digas a nadie que lo se. Yo voy a hablar con Sirius.
Jennifer se sentó en su cama, víctima del asombro que todo esto le causaba. Sirius era inocente, era Hocicos, y Peter era el culpable de todo. Las primeras lágrimas no tardaron en llegar, todos esos años creyéndolo culpable, todos esos años que él vivió el horror en Azkaban siendo inocente. Por qué mierda Dumbledore no se lo había dicho? Recordaba el día en que supuestamente Sirius traicionó a sus amigos, como si fuera ayer.
FLASH-BACK
Draco tenía algo mas de un año y estaba con ella y Trangus mientras sus padres "trabajaban" para Voldemort. Ellos dos siempre se hacían cargo del pequeño cuando sus padres se ausentaban por largos períodos. Era muy tarde en la noche y estaba junto a su esposo en la sala conversando cuando dos personas aparecieron frente a ellos. Ambos se veían terriblemente agitados, asustados y desesperados. Los ojos parecía que iban a salírseles de sus lugares y no podían articular palabra alguna.
-Lucius! Narcissa! Qué hacen aquí? No los esperábamos hasta la próxima semana -dijo Jennifer poniéndose de pie.
-Qué ha pasado? -preguntó Trangus.
-El Señor de las tinieblas se ha....ido -dijo Lucius sonando muy nervioso -Algo salió mal cuando atacó al niño de los Potter.
-Ay Dios! -dijo Jennifer llevándose ambas manos a la boca. Pero no era por la impresión de que el Señor se haya ido, sino porque si había llegado hasta Harry era porque Lily y James estaban muertos. Sus amigos, sus mejores amigos muertos.
-Tenemos que escapar! -exclamó Narcissa -Trae a Draco!
-No! Puedes decirle que los amenazó. Que iba a matar a Draco si no lo ayudaban.
-No seas ridículo hermano! Eso no se lo va a creer nadie!
-Entonces? -preguntó Trangus confundido.
Se sentaron en los sillones, casi obligados por Jennifer y pensaron en mil soluciones posibles, pero no se les ocurría ninguna creíble. Jennifer no podía dejar de pensar en Sirius. Había traicionado a James y Lily, sus mejores amigos teóricamente. Ellos tendrían que haberla utilizado a ella para guardar el secreto. Cómo era posible que Sirius hubiera cambiado tanto? Ella ya no confiaba en él desde hacía un largo tiempo, pero nunca imaginó que fuera capaz de algo así. Debía haber un error, Sirius no era capaz de mandarlos a matar de esa forma. Tal vez lo habían hechizado o...
-Imperius -dijo Jennifer de pronto.
-Qué has dicho?
-El Imperius! Podemos decir que los hechizó! Que no actuaban por su propia voluntad.
-Pero eso es muy fácil de refutar -dijo Narcisa burlándose de su idea -Basta hacer un contrahechizo y....
-Pero si están realmente hechizados creerán que fue el Señor Tenebroso el que lo hizo.
-Bien pensado. Hagámoslo.
-No Lucius! Ella nos va a entregar!
-No seas ridícula Narcisa! Ustedes son mi familia!
-Yo confío en ti -dijo Lucius -Hazlo.
Jennifer hechizó a los dos mortífagos que tenía frente suyo, le pidió a su esposo que busque alguien del Ministerio y que les diga que actuaban como locos. Y les ordenó a Lucius y Narcissa que pidieran ayuda y luego murmuren que tienen que encontrarlo o algo así.
FIN FLASH-BACK
Jennifer se levantó de la cama decidida y salió corriendo de su habitación. No sabía bien a dónde dirigirse, en dónde podía estar escondido? Se detuvo frente al aula de Encantamientos, apoyó su frente en la fría pared del pasillo, mientras intentaba aclarar sus ideas y calmar su respiración agitada. Era muy tarde como para ir a despertar a Harry y preguntarle donde podía encontrar a Sirius. Y lo mas probable era que él se negara a decírselo, pensando que ella le iba a hacer daño. Tampoco podía cortar el sueño de Dumbledore, porque si lo veía en ese momento lo iba a mandar a freír churros por haberle ocultado tan importante información. Sí, lo único que le quedaba era rogar porque Remus le crea que sabía la verdad.
Remus Lupin estaba ya en pijamas, acostado un su cama, leyendo un libro de Leyendas Muggles. Siempre le había causado gracia la forma que tenían de cubrir los blancos en las historias con ridículos finales, cuando la verdad era que la magia había tenido algo que ver. Estaba por quedarse dormido cuando tocaron a su puerta tres veces. Se alarmó, era demasiado tarde, tenía que haber pasado algo. Rápidamente se levantó y abrió la puerta.
-Remus. Menos mal que no estás dormido!
-Qué pasó Jenny? Por qué estás levantada a esta hora?
-Necesito ver a Sirius.
-A Sirius? -preguntó Remus abriendo los ojos, intentando verse sorprendido.
-Si...Sirius Black. No te hagas el desentendido. Sé que lo tienen escondido en el castillo. Está aquí?
-No. Por qué tendría yo escondido a Sirius?
-Remus. Estoy perdiendo la paciencia. Necesito hablar con él. Por favor.
-Jenny...te juro que yo no...
-Severus me contó lo que de verdad pasó.
-Severus? Qué verdad?
-Ay Remus! No puedes ser tan desconfiado. Ya se que Peter fue el inmundo que los mandó al muere esa noche. Que la historia que me contó en navidad es cierta.
Remus observó a Jennifer por unos momentos, debatiéndose entre creerle o no. Y si le decía donde estaba y ella iba y con un simple "Avada Kedavra" lo eliminaba del mapa? El azul de sus ojos brillaba intensamente, pero no era odio, como cada vez que se refería a él en el pasado. Era ansiedad y nerviosismo.
Jennifer dejó que Remus hurgara en sus ojos, buscando la verdad. No estaba segura de que pudiera leer algo en ellos, se había esforzado mucho en el pasado para que no muestren ningún sentimiento, para ser la "Señora Fría". Abrió su mente para que, si lo deseara, lo confirmara metiendose en sus pensamientos, aunque era muy poco probable que lo hiciera, sólo Severus lo hacía sin permiso.
-Está bien. Le diré que quieres hablar con él. Pero no está aquí. Puedes revisar la habitación si no me crees.
-No Remus. No hace falta. Díselo lo antes posible por favor.
-Eh....ahora? o mañana? Tal vez necesites dormir, no tienes buena cara.
-Gracias, pero no podré dormir de todos modos. -contestó Jennifer sonriendo -Tengo demasiadas cosas dando vuelta en mi cabeza en este momento.
-Bueno, ve a tu dormitorio. Yo....lo envío.
-No te preocupes Remus -dijo Jennifer dándole un beso en la mejilla -No voy a hacerle daño. Harry no me lo perdonaría jamás.
En la Torre de Astronomía, una figura observaba las estrellas mientras el aire fresco de la noche acariciaba sus cabellos. Siempre le habían atraído las estrellas y el cielo, y desde tan arriba en el castillo, podía apreciarlas mejor que desde ningún lado. Otra persona se acercó por detrás.
-Hace mucho que estás esperando? –preguntó Ginny observando a Draco.
-No, pudiste salir sin problemas?
-Mas o menos. Ron dice que estoy extraña, sospecha que me encuentro con alguien cada vez que desaparezco, pero no sospechan con quien. Qué hacías mirando las estrellas? No pareces esa clase de chico.
-No me juzgues Ginny, no me conoces. –Respondió Draco sonriendo.
-Está bien, señor misterioso –dijo Ginny riendo –Para qué querías verme aquí?
-Oh...bueno, es que me aburre estar en el dormitorio de Tiny o en el baño de Myrtle. Y..tenía ganas de hablar contigo.
-Pasó algo?
-Mi padre. Vino a decirme que va a ausentarse por un mes y que deje de comportarme como un niño que llora en público.
-No Draco –dijo Ginny acariciándole la suave piel del rostro –Tienes todo el derecho del mundo a llorar por tu madre, él está equivocado.
-No lo sé...tal vez tenga razón.
-No, no la tiene. Perdón que lo diga, pero tu padre es un idiota si piensa así.
-Gracias por escucharme –dijo Draco mientras la abrazaba.
-Sabes que puedes contar conmigo. Siempre voy a ser tu amiga.
-Sólo mi amiga? –preguntó Draco separándose un poco y mirándola a los ojos.
-No lo sé. Tienes que entender que Harry me gustó desde el primer día en que lo vi. No es fácil.
-Pero Potter nunca te quiso.
-Eso no lo sé. Pero tampoco es cuestión de que me quiera o no. Soy yo la que tiene que aclarar qué es lo que le pasa.
-Imbécil! –dijo Draco dándole la espalda a Ginny –Estoy cansado de que me saque todo lo que tengo. La única persona viva que me quiere y se preocupa por mi es también su madrina y...
-Draco –lo interrumpió Ginny abrazándolo de atrás, juntando sus manos a la altura del abdomen del rubio y apoyando la cabeza en su espalda. –No pienses así.
Draco sonrió, ella se preocupaba por él, eso le daba una esperanza. Giró sobre sí mismo y abrazó a Ginny, haciendo que ella ponga su cabeza en su pecho. Perdieron la noción del tiempo, sólo existían ellos dos y las estrellas que los rodeaban, nadie mas. Ni Harry, ni Lucius, ni Voldemort, ni nada. Sólo ellos.
POR CADA CAPITULO QUE ALCANZO A PONER, NOS ACERCAMOS MAS A DONDE LO DEJAMOS EN EL FORO.
BESOS PARA TODOS Y GRACIAS POR SEGUIRME ACA.
BARBY