DISCLAIMER: Nada de este mundo de fantasía me pertenece. Todo es propiedad de JK Rowling y sus asociados.

CAPITULO 25: CORAZONES ROTOS.

El 14 de febrero ya estaba a dos días y coincidía con la segunda visita a Hogsmeade. Todos los chicos buscaban parejas para su paseo, aunque algunos las tenían aseguradas. Tal era el caso de Seamus y Parvati, que estaban de novios hacía un mes. Otros alumnos, no sabían si preguntarle a las chicas que les gustaban, por temor a ser rechazados, y otros, directamente habían perdido las esperanzas antes de si quiera pensar en alguien para compartir ese día tan especial.

-Con quién irás a Hogsmeade, Hemione? –preguntó esa mañana Harry mientras desayunaban.

-Con Viktor, viene a visitarme mañana. –respondió ella algo avergonzada. –tu?

-No lo sé. Aún no le pregunté a...bueno, ya sabes a quien.

-Yo te diría que te apresures..

-Por qué? Alguien mas la invitó? –preguntó Harry cayendo en la desesperación.

-No, creo que no. Pero está muy linda y....alguien puede tener las mismas intenciones que usted, mi querido Harry Potter. –luego sonrió descaradamente –Hola Ginny!

-Hola. De qué hablaban? –preguntó ella sentándose junto a Harry, frente a Hemione.

-De ti –dijo Hemione, dándole a entender a Harry que ese era el momento.

-De mi? Por qué?

-Yo me voy. –dijo Hermione –Adios!

-Ginny…eh…quieres..venirconmigoaHagsmeade?

-Perdón? –Ginny se hizo la distraída, sabía perfectamente lo que Harry le había preguntado, pero tampoco era cuestión de quedar como una desesperada, además...se veía tan lindo sonrojado!

-Quieres venir conmigo a Hogsmeade?

-Ah...pues....sería una cita?

-Eh...si...pero si no quieres...

-Está bien. Es una cita. Ahora me voy. Adios.

Ginny salió como una flecha del Gran Salón. No quería que Harry se diera cuenta lo que le había costado sonar tan....desinteresada. Salió tan apurada, que no se dio cuenta que estaba en el pasillo hasta que chocó con alguien, golpeándose la cabeza.

-Auch! Perdón.

-Por qué no te...Ginny! –dijo Draco dejando de lado los insultos que tenía pensados -A dónde ibas tan apurada?

-A...mi sala común.

-Bueno, menos mal que te encuentro. Quisieras ser mi pareja el 14 de febrero?

-Ay...Draco, yo....no puedo. Yo....

-Potter. –dijo Draco alejándose de Ginny rumbo a las mazmorras.

Sirius y Lupin desayunaban juntos en el despacho de Dumbledore. El licántropo solía acompañarlo en alguna de sus comidas, sabía que no le gustaba estar solo y, lamentablemente, no había manera de que pueda ir al Gran Salón.

-No es posible. Ella no puede haberte olvidado...

-Es lo que me dijo, pero lo peor es que sonaba sincera, y no se escondía bajo la mirada fría e impenetrante.

-Tranquilo Canuto –dijo Lupin intentando darle ánimos –Ya averiguaremos por qué se fue y se casó con ese Malfoy. Pronto van a solucionarse las cosas.

-No lo creo Lunático –respondió Sirius desesperanzado –Ya han pasado casi dos semanas desde que hablamos y no ha venido a verme, nada....

-Sirius...ponte en su lugar. No debe ser fácil. Además, ya pareces su perro. La sigues a todos lados.

-Bueno...por lo menos no me dejó decírselo el otro día. Así puedo aprovechar y pasar tiempo con ella. Aunque sospecho que Snivellus se lo va a decir en cualquier momento. Viste la cara que pone cuando me ve con ella?

-Sabes? –dijo Lupin sonriendo –Yo creo que Severus se divierte viéndola tratarte como si de verdad fueras un perro. Pero a quién le importa, no? Qué dice Harry? Has hablado con él?

-Si. Está feliz de que Jen ya sepa la verdad, aunque no le dije que yo aún la quiero y...

Ambos se silenciaron al escuchar que alguien golpeaba a la puerta del despacho. Por unos segundos, tuvieron el corazón en la boca, pero luego se tranquilizaron al escuchar la voz de Jennifer llamando a Dumbledore desde el otro lado.

-Pasa Jenny –dijo Lupin.

-Profesor Dumble....Sirius –dijo al verlo sentado junto a Remus –eh..yo.....dónde está Albus?

-Ni idea. –contestó Sirius –pero puedes esperarlo aquí. Estábamos hablando de Harry.

-Le sucedió algo? –preguntó Jennifer alarmada.

-Y nosotros que creíamos que Herry era paranoico. –se rió Remus –No le pasa nada. O tal vez...creo que está enamorado.

-De quién? –preguntaron Jennifer y Sirius a la vez.

-Ustedes dos siguen siendo almas gemelas. En fin, creo que de Ginny Weasley.

-Es una excelente noticia! –festejó Sirius sonriendo -Pero ya voy a hablar seriamente con él...cómo no me va a decir nada?

-Ay no...por qué a mi? Por qué TODO me pasa a mi? -Jennifer negaba con la cabeza murmurando eso una y otra vez.

-Qué tienes? –preguntó Remus –Ginny es una buena chica.

-Ya lo se...no es eso. Es que..no importa. Tengo que irme. Díganle a Albus que me encontraré con Lestrange en Hogsmeade.

-Lestrange? –preguntó Sirius –Creí que Lucifer era tu contacto.

-Si. Pero no está en Inglaterra. Y se llama Lucius –dijo Jennifer antes de salir.

-Y eso? Desde cuando le molesta que le diga Lucifer? –preguntó Sirius sorprendido, mientras Remus solo pudo levantar sus hombros en señal de que no tenía idea.

El sábado por la tarde, en Hogsmeade, Ginny y Harry estaban con Ron y Hermione en las Tres Escobas, esperando a las parejas de sus amigos. Exactamente a la hora prevista, Viktor Krum se apareció en el lugar. Saludó a Hermione con un beso en los labios y, luego, saludo a los tres amigos de la chica. Acto seguido, dejaron el bar, para dirigirse a algún otro lugar donde pusieran estar solos.

Ginny y Harry observaron a Ron, que no parecía demasiado molesto por la presencia del buscador de Bulgaria, sino que miraba con ansiedad su reloj de muñeca, la puerta, su reloj, la puerta, su reloj, la puerta.

-Puedes calmarte? –dijo molesto Harry –Ya va a venir.

-Está retrasada y....

-Ay! Ron! Dime quien es por favor...-suplicó Ginny –Esta curiosidad me está matando!

-Gon...-dijo una voz familiar -Disculpa la tagdanza pog favog.

-Fleur! Al fin llegaste! Estaba preocupado por ti! –exclamó Ron, poniéndose de pie y dándole un beso en la mejilla a la francesa –Ya conoces a Harry, y ella es mi heramana Ginny.

-Hola –dijeron Harry y Ginny a coro, completamente sorprendidos.

-Hola Hagui, Ginny. A dónde igemos?

-Sorpresa! –dijo Ron muy entusiasmado, la tomó de la mano y se la llevó.

-Eh...dime que fue producto de mi imaginación –dijo Harry, luego de unos minutos de silencio, en los que ambos se quedaron mirando la puerta, como si fuera lo mas interesante del mundo.

-Me encantaría...-respondió Ginny –pero yo también lo vi.

-Esto es tan extraño...Krum, Fleur...sólo falta Cedric y..... –la expresión de incredulidad de Harry cambió por una de profunda pena.

-Ah no! Eso sí que no! Vamos a disfrutar el día y tu no vas a pensar en los sucesos del curso pasado, de acuerdo?

-Tienes razón –dijo Harry sonriendo –Caminamos un poco?

Los dos salieron de las Tres Escobas caminando uno junto al otro. Lo primero que vieron fue a Cho Chang, la buscadora de Ravenclaw, de la mano con un chico que parecía unos años mayor que ella. "Genial", pensó Ginny para ella misma, pensando en el ataque de celos que podía darle a Harry, pero él se limitó a sonreírle a Cho a modo de saludo y continuar con la caminata como si no los hubiera visto.

Ambos chicos iban conversando sobre Fleur y Ron, sacando conjeturas de qué es lo que había entre ellos y como era que se habían hecho...amigos?. Estaban tan concentrados en su charla, que no notaron un par de ojos grises que seguían cada uno de sus movimientos, a dónde fuera que vayan.

Jennifer caminaba lentamente hacia un bosque cercano, donde debía encontrarse con Lestrange. Esperaba que fuera con el hombre, porque su mujer era tan insoportable que le daban ganas de saltarle encima. Tantas veces se le había insinuado a su esposo, aún estando casada. Aunque la que mas la odiaba era Narcissa, la odiaba tanto, que aceptaba complotarse con Jennifer y olvidar por escasos momentos su odio hacia ella, todo con tal de hacer que "la Lestrange" pase los peores momentos de su vida. Cuando llegó al sitio de encuentro, recibió con sorpresa a la persona que la esperaba.

-Lucius! –exclamó mientras corría hacia el y él la recibía con un cálido abrazo –Qué haces aquí? Pensé que tendría que soportar a la estúpida esa.

-Adelanté algunas tareas. Además, sé que la mujer no te agrada, preferí venir en persona.

-Ah –dijo Jennifer con desilusión.

-Y...tenía muchas ganas de verte, porque te extrañé mucho.

-Yo también te extrañé –dijo ella sonriendo nuevamente, antes de recibir un beso de Lucius.

-Has hablado con Draco? –preguntó Lucius, arrepintiéndose de haber dejado de besarla.

-Un poco. Ya sabe que fuimos novios en el colegio. –al ver el rostro de Lucius continuó –Pronto sabrá todo, lo prometo. No quiero apurar las cosas. –le dio otro beso –Alguna novedad para mi?

-No...todo sigue igual. Estamos planeando el momento para volver a atacar. –le informó Lucius mientras le acariciaba el cabello con ternura, manteniendo su otra mano en la cintura de Jennifer -Esta vez no fallaremos. Dumbledore?

-Me ha dicho de la Orden Mágica, pero aún no me propuso entrar. Paciencia amor, paciencia.

-Tengo una invitación para hacerte. Quiero que vengas a mi casa un fin de semana. –dijo sensualmente Lucius mientras se acercaba a su oído y metía sus manos entre la túnica de Jennifer –Podremos estar solos.

-Mmmm...suena bien. No...muy, muy bien. –Rectificó Jennifer –Pero no puedo todavía.

-Por qué Jenny? –preguntó Lucius apartándose de ella lo suficiente para mirarla a los ojos –Quiero que seas mía.

-Yo soy tuya. Eso no lo dudes ni un segundo. Tu nombre está tan grabado en mi corazón como esa marca en tu brazo. Pero no puedo ausentarme del castillo si quiero que Dumbledore confíe en mí. Sería muy sospechoso.

-Ya debo irme –dijo Lucius algo enojado.

-Lucius Malfoy! No te irás a ningún lado sin darme, al menos, un beso mas!

-Es una orden o una súplica? –preguntó Lucius divertido.

-Las dos cosas. Lu...no te enojes. Sabes que yo también quiero estar contigo, es sólo que hay que ser cuidadosos, nada mas. Tenemos toda la vida por delante, somos algo jóvenes aún.

-Te amo –dijo a sus labios Lucius antes de darle un beso de esos que cortan la respiración y te hacen desear que nunca se termine el momento. –Te veré en la fiesta. Adios.

-Adios –dijo Jennifer, pero él ya se había desaparecido.

Harry y Ginny se sentaron en el banco de una plaza, estaban conversando de posibles planes para unir nuevamente a Jennifer y Sirius, cuando Harry le tomó el mentón con una mano y, mirándola a los ojos, le quitó un mechón de cabello que caía en el rostro de la chica. En ambos rostros podía verse como cambiaban los colores, el rojo iba superando los intentos de evitarlo que hacían los dos. Harry tomó valor y se acercó a ella lentamente. Se detuvo justo antes de besarla, esperando alguna reacción por parte de Ginny, la cual, parecía no reaccionar.

En cuanto sus labios se juntaron, Harry se sintió el chico mas inseguro del planeta. Nunca había besado a nadie. Nunca. Torpemente besaba los labios de Ginny, mientras ella correspondía con un poco mas de confianza. Pronto esa boca que hacía unos mesas que deseaba probar, le dio permiso para intensificar el beso, abriéndose sin que tenga que forzarla.

Ginny estaba mas que sorprendida. Lo último que esperaba de Harry era que la bese así, sin avisar, sin siquiera dar un indicio de lo que sentía por ella. Con sus manos rodeó el cuello de Harry, cuando él profundizó el beso, convirtiéndolo en un verdadero beso. Sus besos eran dulces, tímidos y deliciosos; tan diferentes a los de Draco, que eran seguros, decididos, pero no por eso dejaban de ser tiernos y suaves.

Dos ojos grices comenzaron a humedecerse mientras veían la escena frente a ellos. Draco estaba lleno de furia, odiaba a Potter con todas sus fuerzas, mas que nunca. Y odiaba a Ginny por preferir al cabeza rajada antes que a él. Todos lo preferían a él, él muy idiota era...a veces pensaba que incluso su madrina lo prefería a él. La única persona en el mundo que tenía la seguridad de que no lo cambiaría por Potter era Severus.

Ya no podía sostener la mirada en esos dos. Tenía que alejarse de la "nueva parejita" de Gryffindor. Maldito el momento en que lo consoló. Corrió y corrió, sin siquiera mirar a dónde se dirigía, sin pensar que se estaba alejando del pueblo, camino a un bosque desconocido. Se detuvo al chocar con una persona.

-Draco...qué te ocurre cariño? –preguntó Jennifer preocupada –Qué tienes?

-Potter....Potter....Ginny.... –fue lo único que pudo responder, entre sollozos y jadeos por haber corrido.

-Ven aquí. –dijo Jennifer abrazándolo maternalmente –No te pongas así. Explícame que pasó.

-Ellos...se besaron. Los vi besándose. –explicó mas calmado, en los brazos de su tía.

-Pero Draco...ella está confundida, ya te lo dijo. Tal vez te quiera a ti.

-No! Lo quiere a él! TODOS lo quieren a él! LO ODIO!

-No hijo..no lo odies. No es su culpa que...

-Cómo me llamaste? –preguntó Draco soltándose del abrazo.

-Lo siento...yo... Ya sabes que te amo, como si fueras mi hijo, pero si te molesta no..no lo haré mas. –dijo Jennifer en voz casi inaudible y bajando la cabeza -Lo siento.

-Tiny...cómo va a molestarme? Siempre tuve dos madres. Tu y Narcisa. Las dos me cuidaron, me criaron, tal vez tu mas que ella.

-Mi pequeño –dijo Jennifer abrazándolo nuevamente, emocionada por su respuesta –no me gusta verte sufrir. Vamos por unas cervezas de manteca.

Harry y Ginny seguían besándose en el mismo banco de la plaza. Harry no podía creer que al fin hubiera tenido el valor de hacerlo. Primero había pensado en decirle lo que le pasaba, pero cuando la tuvo frente a él no le salían las palabras, por lo que optó por besarla. Y al parecer, Ginny sentía lo mismo, porque no se había resistido y lo besaba con tanto cariño como él a ella.

-Por qué lo hiciste? –preguntó Ginny completamente sonrojada.

-Porque te quiero –respondió Harry acariciando su mejilla.

-Ahora, Harry? Por qué no lo hiciste antes?

-Ahora es cuando me di cuenta. Qué te pasa, Ginny? Tu me quieres, yo lo sé.

-Si Harry. Yo te quiero mucho, pero no así. Yo... a mi....me gusta otro chico. Ay Harry! Si hubieses hecho esto hace dos meses...pero ahora me doy cuenta de que...ya no te quiero de ese modo. Yo...eres como un hermano, te quiero del mismo modo que quiero a Ron. Lo siento.

-No –dijo Harry mirando al suelo –está bien. Si me hubiera dado cuenta antes, tal vez....Pero siempre pasa lo mismo, no? Otro siempre me gana de mano.

-No pienses así, Harry. Simplemente esta vez no funcionó, pero ya vas a encontrar a otra chica...lo se.

-Quién es? Es del colegio?

-Si, pero no puedo decirte quien es. Por lo menos, hasta que hable con él.

-Está bien. Si quieres puedes ir ahora. –dijo Harry intentando mostrarle una sonrisa que no quería aparecer en su rostro -Yo...me gustaría estar solo.

-Seguro? Estarás bien?

-si..no te preocupes.

Ginny le dio un cálido beso en la mejilla a Harry. Aún no podía creer lo que acababa de hacer. Tantos años esperando que Harry respndiera a su amor y, ahora que lo hacía, a ella ya se le había apagado esa llamita. Pero lo peor era como iban a tomar el hecho de que el chico que ocupaba su corazón ahora fuera, nada mas y nada menos, que Draco Malfoy. Claro que contaba con Jennifer para que los ayude, pero sabía que no iba a ser fácil.

-Draco! –dijo Ginny llaMando su atención cuando lo vio a unas cuadras de Las Tres Escobas junto a Jennifer –Quiero hablar contigo, puede ser?

-No quiero escucharte ahora.

-Dracoooo –lo regañó Jennifer –compórtate, quieres? Dónde está Harry?

-Eh...en la plaza de allá. –respondió Ginny señalando la dirección donde se encontraba la plaza en la que había estado hsta hace unos momentos.

-Necesito hablar con él. –declaró Jennifer –Búsquen algún lugar no muy alejado para hablar, pero que no los vean, por favor. Y....tranquilo Draco.

-Y bien? –dijo Draco cuando llegaron a un callejón cercano –Qué quieres?

-A ti –fue la simple y sincera respuesta de Ginny, que se acercó a él y lo besó.

Draco sintió que le volvía el alma al cuerpo. A medida que la besaba, su corazón parecía ir reparándose poco a poco. La abrazó tan fuerte que tenía miedo de quebrarla, pero no podía evitarlo, la quería, y mucho. Ya no le importaba lo que pudiera decir su padre si se enteraba.

Ginny, por su parte, creía que iba a explotarle el corazón. La felicidad que sentía era cada vez mayor. Y cuanto mas fuerte la abrazaba Draco, mas segura de su decisión estaba. Aún no entendía en que momento se había enamorado de él, pero sabía que era correspondida y eso la hacía flotar en una nube.

-No voy a escapar, sabes? –le susurró al oído a Draco.

-Lo siento –dijo Draco avergonzado y soltándo el abrazo, para tomarle las manos y entrelazar sus dedos con los de ella. –Gin...esto significa que...

-Que te quiero. Harry me besó hace un rato –dijo sin mirarlo –y me bastó para saber que te quiero a ti. Lo quiero mucho, pero como si fuera mi hermano y...

-Y? –dijo Draco tomandola del mentón haciendo que lo mire a los ojos.

-Y no podía dejar de pensar en ti.

-Te quiero...mucho –dijo Draco. Ya era suficiente para él. Su amor era correspondido y eso lo llenaba de dicha.

-Yo también, mi huroncito saltarín.

-No me digas así. Eso no fue gracioso. –dijo Draco fingiendo enojo.

-Si lo fue –respondió Ginny recrdandolo –Salvo que prefieras que te diga...Draquito....o Draqui...

-No, no...pero tampoco hurón, ok?

-Ok...ya encontraré en apodo. Una forma de llamarte, que solo yo la sepa.

-Gin...eh...lo nuestro...no puede enterarse nadie...Necesito un poco de tiempo, ya sabes que mi padre...

-Está bien. Yo también necesito la forma de decírselo a los chicos, no va a ser muy fácil.

Jennifer buscaba a Harry con ahínco, no podía estar solo por ahí, no con Voldemort de regreso. Al fin lo encontró, recuprando el aliento. Harry caminaba entre los árboles de la plaza, cabizbajo y muy pensativo. Era obvio que iba a tener que consolar a alguno de los dos.

Luego deque Ginny se fue, Harry se quedó en la plaza meditando sobre su mala suerte. Siempre llegaba tarde. Primero fue Cho, que cuando la invitó al baile, ella ya había sido invitada por Cedric. Ahora Ginny. Tardó tanto en darse cuenta de que le gustaba la pelirroja que, al final, la había perdido. Estaba condenado a pasar su vida solo? Tal vez estaba exagerando, pero se sentía muy mal en esos momentos.

-Cariño –dijo Jennifer interrumpiendo sus pensamientos –Qué haces aquí solo? Qué pasó?

-Hola –respondió sin ganas –Es que....yo.....

-Mal de amores? –preguntó Jennifer revolviendole el cabello como lo hacía con Draco.

-Aja......ella....tardé demasiado en darme cuenta...

-Bueno..parece que hay epidemia de corazones rotos..Draco estaba como tu hace unos momentos.

-Malfoy? Malfoy no es capaz de sentir nada por nadie.

-No...no vuelvas a decir eso. Draco siente las cosas y, tal vez, de peor manera que tu, porque tu puedes expresarlo, cuando a él lo educaron para guardarse todo lo que le pasa.

-Ah..yo...creí que era como...

-Lucius? Si, lo es. Lucius, aunque cueste creerlo, también tiene corazón. Pero no vamos a hablar de ellos, verdad? Te gusta mucho Ginny?

-No se...hasta hace poco la veía como si fuera mi hermana menor, pero ahora...no se....es raro. Cómo sabes que es Ginny? Sirius te lo dijo?

-No, no fue el. Pero dime por...

-Jen...por qué no volviste a verlo después de que hablaron?

-Harry...hay muchas cosas que no comprenderías. No es fácil encontrarse después de tantos años con una persona que te hizo tanto daño, además del odio que le tuve. No puedo volver a ser su amiga de un día para el otro, necesito tiempo.

-Tu...no lo quieres?

-Si lo quiero. Pero no de la manera que él cree quererme a mí y eso lo hace mas difícil. Eh...ya es tarde, creo que lo mejor va a ser que volvamos.

Todos los alumnos se reunieron en la estación de tren de hogsmeade para regresar al cstillo. Ron se despidió de Fleur con un beso en la mejilla y un gran abrazo, mientras que pasó algo similar con Hermione y Viktor. Mientras tanto, Giny fue al encuentro de Harry.

-Hola –dijo dudosa la pelirroja –Estás bien?

-Si, no te preocupes. Estuve pensand y...creo que yo también te veo como una hermana –dijo Harry sin creerselo demasiado.

-Cuanto me alegro!

Ginny abrazó a Harry de la alegría que le producía escuchar esas palabras. El moreno respondió al abrazo, queriendo besarla nuevamente, pero no lo podía hacer. Draco, mientras tanto, miraba la escena furioso, aunqe se tranquilizó cuando Ginny lo vio y le mandó un beso.

-Qué pasa por aquí? –preguntó Ron al acercarse a ellos. –Algo que deba saber?

-No, nada. –respondió Ginny –Es que acabo de adoptar a Harry como otro de mis hermanos. Bueno, me voy con mis amigas. Adios!

-Pero Harry –dijo Ron sin comprender –Creí que ibas a decirle que...

-Lo hice, pero le gusta otro chico.

-QUE? –preguntó el pelirrojo histérico –Quién?

-No se. No importa. Cuéntame de Fleur.

-Ah...ella...Fleur me escribió este verano, diciéndome que le gustaría ser mi amiga, y...a que no adivinas...Le gusta Bill!! –el pelirrojo largó una carcajada –Bil!!! Los imaginas!?!?! En fin, la estoy ayudando con eso...ahora que mi "hermanito vuelve de Egipto"...

-Con razón! –dijo Hermione detrás de ellos –No había manera de que ella fuera de verdad tu admiradora.

-Sabes que puedes ser muy hiriente Hermione? –preguntó Ron, con fingida tristeza.

-Ay Ron! Yo...lo siento...eh...yo...no.....

-Y muy estúpida también! –se rió Ron de su amiga –No te preocupes.

-Hermione! –dijo Harry intentando cambiar de tema antes de que ella le conteste y comiencen una de sus tantas e insoportables peleas –Qué pasó con Krum?

-Ah...terminamos. No es fácil tener un noviazgo a distancia y..yo no estoy segura de quererlo tanto. –dijo Hermione, mientras Harry notó que, por alguna extraña razón, Ron sonreía –Y tu? Qué sucedió con Ginny?

-Me dijo que le gusta otro chico. –respondió Harry, que ya estaba asumiendo su rechazo.

-Eh...pero estaba segura? Digo...ya se decidió? –Perguntó Hermione.

-Tu...sabías? –preguntó Ron.

-Eh...si, algo. Pero no me pregunten, prometí no decir nada y eso es lo que haré.

Por mas que Ron intentó averiguar lo mas posible durante el regreso a Hogwarts, Hermione no soltó una pista si quiera sobre el misterioso chico. Harry, en cambio, iba sentado en el carruaje, pensando en lo que haría al llegar. Iba a ir a visitar a su padrino, lo extrañaba, necesitaba hablar con él, necesitaba un padre en ese momento.

-Puedo pasar? –preguntó golpeando la puerta –estás ocupado?

-Nunca estoy ocupado. Y mucho menos para ti –respondió Sirius abriendo la puerta –Mi pequeño hijo ya tiene novia? –preguntó sonriendo.

-No. Me dijo que me un hermano. –contestó Harry desplomándose en la cama.

-Uy! Eso es feo...eh....no te preocupes, tal vez cambie de opinión y...

-No. Le gusta otro chico.

-Lo siento Harry. Parece que hoy no es nuestro año, no puedo creer que se haya enamorado de Trangus Malfoy –dijo el adulto mas para sí mismo, que para su ahijado.

-Es cierto. Pero tal vez tu tengas suerte. Hoy estuve hablando con Jennifer y...

-Qué te dijo?

-No mucho. Sólo que es difícil volver a verte después de tanto tiempo, porque le hiciste daño, o algo así.

-PERO POR QUE REPITE SIEMPRE ESO?!?!?! ELLA ME ROMPIO EL CORAZON CUANDO SE FUE SIN EXPLICACIONES!!! ELLA ME HIZO DAÑO A MI!!

-Sirius...no te pongas así...ya hablarás con ella. Cálmate por favor.

-Lo siento Harry, tu vienes a que te ayude y terminas consolándome a mi. Es que a veces no soporto esta vida. Todo el tiempo estoy encerrado, sin salir de este cuarto, salvo como perro, viendola a ella pasear con Malfoy por el colegio. Lo único bueno que tengo eres tú Harry.

-Y siempre estaré contigo Sirius, porque tu eres mi familia, y lo sabes. –Y así se quedaron, abrazados en silencio, como padre e hijo, hasta que una voz los sacó de sus pensamientos.

-Sirius? Estás ahí?

-Es Jen! –susurró el aludido –Si, Jennifer..pasa..

-Quiero hablar contigo un mo....Harry! Puedes dejarme a so....

-Adios! –dijo Harry y salió corriendo de la habitación, guiñándole un ojo a su padrino al cerrar la puerta.

-Y a este que le pasa? –preguntó Jennifer confundida por la reacción de su ahijado.

-Ni idea –respondió Sirius, con su mejor cara de inocente.

-Te conozco...me estás mintiendo....-lo presionó Jennifer.

-No...te juro. –No se iba a dejar vencer tan fácil.

-Siritus, Siritus, no cambiarás nunca, verdad? Escucha, tengo que pedirte un favor.

-Lo que quieras. –respondió Sirius sintiéndose importante.

-Trata de que Harry olvide a Ginny. No sé, convéncelo de que...no es para él, de que hay chicas mas lindas...algo se te va a ocurrir.

-Por qué no lo haces tu?

-Porque no quiero meterme en ese tema...no puedo. –respondió Jennifer evitando decir el motivo.

-Pero...no entiendo, tu eres buena consejera...

-Uff.... –resopló Jennifer –puedo confiarte un secreto? –sirius asintió –El otro chico, el chico que está saliendo con Ginny es Draco. No puedo ni quiero entrometerme en esto. No quiero que el odio que se tienen aumente. Por favor, Sirius...no digas nada...no le digas a Harry lo que acabo de contarte.

-No lo haré. –dijo Sirius, analizando la situación, hasta que cayó en la cuenta de algo –Malfoy! Tenía que ser un maldito Malfoy!

-Si insultas a los Malfoy, me insultas a mi, Sirius Black! –bufó Jennifer enojada.

-Tu...tu no eres una Malfoy...

-Lo soy. Use o no el apellido, me guste o no, soy una Malfoy.

-Tu no eres como ellos. Los Malfoy son solamente una familia de...

-Callate en este instante! No sabes de lo que hablas! No conoces a ningún Malfoy como para decir que es lo que son! –le gritó Jennifer antes de salir de la habitación azotando la puerta con furia.

-IDIOTA! –se gritó Sirius a si mismo –Así no la recuperarás nunca!

POR CADA CAPITULO QUE ALCANZO A PONER, NOS ACERCAMOS MAS A DONDE LO DEJAMOS EN EL FORO.

BESOS PARA TODOS Y GRACIAS POR SEGUIRME ACA.

BARBY