DISCLAIMER: Nada de este mundo de fantasía me pertenece. Todo es propiedad de JK Rowling y sus asociados.
CAPÍTULO 36: EL DIA DESPUES.
El amanecer encontró a Sirius durmiendo junto a Jennifer. Ella no se había soltado de su cuerpo en ningún momento, y él la mantenía abrazada fuertemente para que se sienta segura, aún durmiendo.
Cuando despertó y la vió a su lado sonrió. Tantas veces había amanecido junto a ella en el pasado...pero esta vez era completamente diferente.
En su delicado rostro se notaba su sufrimiento. Las lágrimas de la noche anterior habían dejado sus huellas. Lo ponía demasiado triste verla así...pero no iba a dejar que vuelvan a hacerle daño.
Durante un largo rato se dedicó sólo a verla dormir, sonriendo, recordando y acariciando suavemente su cabello, sin intención de despertarla.
Ella ya no lo amaba, pero lo había necesitado la noche anterior y se conformaba con eso. Él siempre iba a estar a su lado, no iba a dejarla sola nuevamente.
Harry se levantó muy temprano esa mañana. Lo poco que había dormido había sido petéticamente incómodo. Observó a su alrededor y salió de su habitación rumbo a las cocinas.
Dobby se apresuró a atenderlo en cuanto ingresó a su territorio. El pequeño elfo adoraba la presencia de su liberador y siempre lo complacía, cuando estaba a su alcance.
Después de recibir una bandeja con un delicioso y suculento desayuno, Harry dejó las cocinas, dirigiéndose al cuarto de su madrina, y rogándo no encontrarse con Snape. Definitivamente, no se sentía como para tener un enfrentamiento tan temprano a la mañana.
En la puerta de la habitación de Jennifer, se encontró con Draco que, al parecer, había tenido la misma idea, pues una bandeja flotaba junto a él. Sólo se miraron a los ojos, sin hablar. La incomodidad de tanto odio en el pasado esta presente, pero los dos sabían que su relación había avanzado un gran trecho la noche anterior.
El rubio abrió la puerta y los dos ingresaron al dormitorio. Sólo para quedarse como petrificados por la escena ante ellos. Sirius estaba ahí. Por lo visto, habían pasado la noche juntos. Por momentos, ninguno habló. Sirius demasiado avergonzado y los chicos sorprendidos. Pero en cuanto Draco y Harry se miraron, estallaron en carcajadas.
-Shhhhh! Van a despertarla –susurró Sirius molesto.
-Lo...lo siento –dijo Draco entre risas.
-Deberíamos haber llamado a la puerta antes de entrar –dijo Harry riendo aún mas al ver la expresión de Sirius.
-Sirius...qué pasa? –susurró Jennifer sin abrir los ojos.
-Nada –le dijo tiernamente Black –Sólo parece que tus ahijados tienen mentes bastante podridas.
-De qué hablas?
-Hola Tiny –dijo Draco intentando ponerse serio, y dándole un codazo a Harry para que deje de reír.
-Hola Jen...eh...nosotros...te trajimos el desayuno. –dijo Harry –Menos mal que tuvimos la misma idea.
-Claro..ahora va a alcanzar para los cuatro. -Los dos volvieron a reírse al ver el sonrojo de Sirius
-SUFICIENTE! LOS DOS! No se que les da tanta gracia.
-Sirius –dijo Jennifer levantándose –Has perdido el humor? Es una situación graciosa, sobre todo viendo al "gran asesino en masa" sonrojado. –Luego volteó a sus shijados –Pero que sus perturbadas mentes dejen de imaginar cosas que no sucedieron. Sirius se quedó a dormir. NADA MAS.
-Lo siento Tiny –dijo Draco bajando la cabeza.
-Eh...perdón –siguió Harry sonrojado.
-Está bien –dijo Jennifer levantándoles los rostros con sus manos. –Como mis angelitos me trajeron el desayuno, voy a darme una ducha y luego lo comemos. Ahora vuelo –y Jennifer se perdió tras la puerta del baño.
-Yo me voy –anunció Sirius poniéndose su capa –Desayunen tranquilos.
-NO! –exclamó draco –Usted se queda! Quiero saber como pasó la noche.
-Dentro de todo bien. No se despertó ni tuvo pesadillas, creo. –dijo Sirius pasándose la mano por su cabello negro. –No se cómo hace para ser tan fuerte con todo lo que le sucedió.
-Se hace la fuerte, señor. –dijo Draco –en el fondo es mas débil que un bebé.
-Si, supongo. Pero por lo menos anoche se durmió con una sonrisa.
-Ustedes están...?
-No Draco, ella no me ama. Pero yo voy a protegerla de todos modos. A ella y a ustedes dos.
-Por qué usted querría protegerme a mí? –preguntó Draco entrecerrando sus ojos.
-Porque eres muy importante para ella, y no quiero que sufra mas de lo que ya ha sufrido. Y DEJA DE TRATARME DE USTED QUE NO SOY TAAAN VIEJO!
-Lo siento –dijo drco sonriendo –Tu...tu la amas, verdad?
-Si, con todo mi corazón. –respondió él mientras sus ojos azules demostraban la tristeza que sentía su corazón ante esas palabras.
-Malfoy –le dijo Harry –Tu no sabes por qué lo dejó?
-No. Sólo se que dice que le hiciste daño, pero no habla de eso. Nunca.
-Pero yo no hice nada. Nunca lo entendí. Un día volví a casa y ya no estaba, encontré su anillo de compromiso sobre la mesa del comedor y nada mas. Se había llevado toda su ropa, no me dejó ni siquiera una nota.
-Y no la buscaste? –preguntó Draco.
-Si, claro que sí. Pero no la encontré. Y cuando volví a verla, estaba casada con Trangus Malfoy.
-Es raro....yo voy a averiguar que sucedió.
-De verdad? –preguntó incrédulamente Sirius.
-Claro que si. A Tiny no le vendría nada mal un novio.
-Discúlpame Malfoy, pero tu pretendes que yo crea que vas a ayudar a Sirius sin recibir nada a cambio? –preguntó Harry asombrado.
-A ver si te entra esto en tu pequeña cabecita Potter: Quiero que Tiny deje a mi padre!
-No voy a hacerlo Draco –dijo Jennifer saliendo del baño con el cabello mojado y una túnica negra.
-Jen...te has vuelto loca? Tu no puedes seguir con él! Es muy peligroso!
-Lo se Sirius, pero mas peligroso se va a poner si lo dejo. No quiero que insistan por favor, yo no soy una nena, y se cuidarme sola. –dijo Jennifer a los tres ocupantes de la habitación. –Desayunemos.
Jennifer miró a su alrededor, buscando su varita, cuando notó que sólo había dos sillas, y Draco ocupaba el sillón. Cuando preguntó a Sirius por ella, el mago solucionó la falta de asiento de la manera mas conveniente para él. Tomó a Jennifer de las caderas y la sentó en su regazo.
-Siriitus...te estás aprovechando de mi... –dijo Jennifer con una sonrisa –Agradece que no encuentro mi varita.
-Y que harías si la tuvieras? Me lanzarías una maldición imperdonable?
-No sería la primera vez –dijo Jennifer poniéndose seria de golpe.
-Pero sí sería la primera vez que lo harías conmigo. –Jennifer lo miró con un extraño gesto en su rostro y bajó la mirada, enfocándose en el té que tenía frente a ella.
-Tiny...quién te enseñó a hacerlos maleficios tan jóven?
-Mi padre –dijo irónicamente –A los 11 años.
-En personas? –preguntó Harry.
-No, en animales. Sobre todo en perros. –Jennifer sonrió al sentir el estremecimiento que corrió el cuerpo de Sirius ante la mención ed su forma animaga. –Sólo lo hice contra personas cuando mis nervios de acero me traicionaron.
-Oh....Bueno, hay que ser bien inhumano para hacer algo que te altere Jen. –dijo sirius ganándose otra mirada extraña de la mujer en su regazo.
-Podemos cambiar de tema, por favor? –preguntó Jennifer de pronto.
-Aja...supongo que estarás contenta de que tus ahijados puedan compartir una habitación sin intentar matarse mutuamente, verdad? –preguntó Sirius intentando traer buenos pensamientos a la mente de Jennifer
-Por supuesto que si. Estoy muy orgullosa de ustedes. Pero tienen que mantener el odio frente a sus compañeros. No me gustaría que Pansy le vaya con el cuento a Lucius.
-Pansy? –preguntó Draco sorprendido, y luego comprendió –LA ODIO!
-Tranquilo cariño, falta poco. Te prometo que no te vas a casar con ella.
-No puedes prometerme eso Tiny, porque ya está arreglado. La única manera de librarme de ella es...que se muera.
-No seas exagerado! No te vas a casar con ella porque yo no le voy a permitir a Lucius que arruine tu vida. –dijo molesta Jennifer –De todos modos, no creo que sea tan malo. Quiero decir..cada vez que la escucho está hablando con mucho cariño sobre su "Draqui". –lo último causó que se ria sola.
-Draqui? –preguntó Harry riendo también –No puede llamarte así.
-Me dice cosas mas desagradables que eso –murmuró Draco.
-Ah, si? Cómo cuales? –preguntó Sirius haciendole señas de que Jennifer necesitaba reírse.
-Como..."chuchi", "bichito"...
-Basta! Por favor! Es...es demasiado –exclamó Jennifer riendo –Esa chicas es mas idiota de lo que yo creía. Por qué te llama así?
-No lo sé. Cree que me gusta. Es muy estúpida..no se la puede comparar con...
-No, no, no –dijo Jennifer recobrando su semblante serio –Eso si que no te lo voy a permitir. Esto va a terminar pronto y vas a poder estar con Ginny, te lo prometo.
-No Tiny, yo no voy a estar nunca mas con Gin. Estoy seguro de que Potter se va a encargar de eso.
-Malfoy..yo no...
-Sé perfectamente bien que la quieres. Y está bien, es una gran chica. Sólo te diré que si la haces sufrir te mataré.
-Creo que esta conversación se está llendo por las ramas –dijo Sirius. –Es muy simple, si ella te quiere Draco, cuando se termine lo de esta otra chica, podrás volver con ella.
-Y realmente crees que ella va a recibirme con sus brazos abiertos? –preguntó Draco irónicamente –Yo no lo creo. Lo mejor es que sea feliz con Potter y que no siga sufriendo como lo hace ahora.
La hora de la primer clase llegó poniendo fin a la discución. Draco y Harry se negaron a irse, pero Sirius les aseguró que él se iba a quedar con Jennifer durante un tiempo mas.
Cuando los dos menores dejaron la habitación, Jennifer volteó hacia Sirius, el agradecimiento brillaba en sus ojos. Ese hombre realmente había decidido compensarla por el pasado desastroso que la había hecho vivir.
-Gracias Sirius. Gracias por quedarte conmigo anoche. Gracias por cuidarme.
-No –dijo Sirius silenciandola con su dedo índice sobre sus labios –Gracias por confiar en mi. Y siempre voy a cuidarte, no me importa que ya no me ames.
POR CADA CAPITULO QUE ALCANZO A PONER, NOS ACERCAMOS MAS A DONDE LO DEJAMOS EN EL FORO.
BESOS PARA TODOS Y GRACIAS POR SEGUIRME ACA.
BARBY
