DISCLAIMER: Nada de este mundo de fantasía me pertenece. Todo es propiedad de JK Rowling y sus asociados.

CAPITULO 39: EL REGRESO

Fue el peor fin de semana de su vida. Ya no tenía mas que hacer. Pasaba sus mañanas intentando no preocuparse, mientras que por las tardes, Draco lo iba a visitar.

Contrario a lo que todos pensaban que sucedería, Draco y Sirius forjaban una relación de complicidad y amistad. Ambos con el corazón roto y preocupados por la misma mujer.

El rubio hacía lo posible para alejar a Sirius de la realidad y lo instaba a que le relate sus aventuras del colegio. Muchas de ellas traían discusiones, cuando le contaba las "bromas" dirigidas a Severus.

Las noches eran el peor momento de cada día. No lograba pegar un ojo y se torturaba a sí mismo imaginándose a Jennifer en las manos de Lucius Malfoy.

Sabía que nadie mejor que ella para leer su mente y robarle información, pero no podía ni quería aceptarlo.

Por otra parte, tener a Draco con él le ayudaba de sobremanera. Había aprendido a quererlo. Tal vez no del mismo modo que a Harry, pero definitivamente lo adoraba.

El rubio tenía un gran sentido del humor y sus ganas de convertirse en animago le recordaba a su época. Cuando él, junto a James y Peter consideraron la idea para ayudar y acompañar a Remus.

Al fin llegaron a un trato justo. Sirius le iba a ayudar a convertirse en animago, y Draco iba a averiguar por qué su tía lo había abandonado.

Sólo muy pocas veces recibió la visita de Harry. Al parecer, su ahijado quería disfrutar al máximo su tiempo con Ginny, sabiendo que cuando la verdad saliera a la luz, era probable que la perdiera.

Y Sirius lo comprendía, porque él haría lo mismo. Pero lo extrañaba. Quería a Harry como a un hijo y necesitaba verlo con mas frecuencia. Se sentía abandonado, aunque sabía que era ridículo y que Harry lo quería tanto como él.

Y al fin llegó el domingo por la tarde. Harry había amenazado a Sirius con atarlo a la cama para evitar que saliera a recibir a Jennifer. Nadie debía verlo o acabaría nuevamente en Azkaban.

Cuando el Niño que Vivió llegó a las puertas de entrada del castillo, se encontró con su ¿némesis? ¿podía seguir llamándolo así?

-Potter –dijo Draco apretando los dientes.

-Malfoy –Harry respondió al saludo con un asentimiento.

-Cómo está? –preguntó Draco después de algunos minutos de incómodo silencio.

-Mejor. Bien.

-Hazla feliz Potter, o me encargaré de que te arrepientas.

-Es lo que intento Malfoy.

El silencio volvió a reinar entre los dos. No eran enemigos, eso estaba claro. Pero tampoco eran amigos, aún teniendo tantas cosas en común. Y, si bien la situación había mejorado en algún momento, la relación de Harry y Ginny volvió a empeorar las cosas.

La noche estaba comenzando a aparecer y no había señales de Jennifer. La preocupación se hacía presente en ambos alumnos, que llevaban una hora en silencio, rogando por el regreso de su madrina.

Por fin una silueta se hizo visible cerca del lago. Moreno y rubio se pusieron de pie de un salto y corrieron a l encuentro de Jennifer, que les regaló una cálida sonrisa al verlos.

-Se puede saber que hacen fuera del colegio? –los regañó cuando estuvieron lo suficientemente cerca para escucharla.

-Esperándote Tiny, no te quejes.

-Cómo estás? –preguntó Harry.

-Bien. –al ver que ambos la miraban buscando un signo de que era mentira, les revolvió el cabello con cariño -No se preocupen.

-Estabamos preocupados –confesó Harry.

-Y Sirius –agregó Daco.

-No me lo nombres Draco. –dijo Jennifer comenzando a caminar hacia el castillo -Ya es hora de cenar. Vayan al Gran Salón. –al ver que iban a protestar, agregó -Los veré mañana.

Harry se dirigió al Gran salón para cenar. Se sentó entre Ron y Hermione, ya que Ginny se encontraba con sus compañeras de curso.

-Y bien? –preguntó Ron.

-Qué dijo? –agregó Hermione.

-Nada. Dijo que está bien y que no hay nada de que preocuparse. Pero, si me preguntan a mí, es mentira. No le creo nada de lo que dice.

-Por qué Harry? Qué es lo que crees? –preguntó Ron confundido.

-Que está mal. No sé que sucedió en la Mansión Malfoy, o mejor dicho, sé que sucedió y no es posible que no le haya afectado en lo mas mínimo.

-Bueno Harry –dijo Hermione intentando calmarlo –Pero si ella no te lo dice, es porque puede manejarlo sola.

-O porque va a buscar "apoyo moral" en Sirius –dijo Ron sonriendo maliciosamente.

-Oh cállate Ron! –lo regañó Hermione –No puedo creer que hayas dicho semejante estupidez!

-De verdad Ron –dijo Harry –Además, cuando Malfoy se lo nombró, ella le dijo que no quería ni escuchar su nombre. No sé que sucedió entre ellos.

-Crees que discutieron?

-Seguro Hermione. Sirius estuvo demasiado afectado con su partida, y hay algo que me dice que si discutieron, fue su culpa.

-Puede ser. Ahora lo que tienes que hacer es dedicarle tiempo a ella –lo aconsejó Hermione –A ambos, en realidad. Porque no deben estar pasando buenos momentos.

-Si, lo se.

Draco, sin embargo, no fue a cenar. No tenía hambre, le había prometido a Sirius ir a verlo ni bien llegara Jennifer y NO le había gustado el rencor en la voz de su madrina cuando le pidió que no nombre al animago.

-Llegó? –le preguntó Sirius en cuanto abrió la puerta de su habitación.

-Si. Hace unos minutos.

-Voy a verla.

-NO! –dijo Draco tomándolo del brazo. –No quiere ni escuchar tu nombre. Me puedes decir qué demonios hiciste?

-Yo... Yo me puse celoso y le dije que parecía que disfrutaba irse con tu padre.

-ah...Pero eres REALMENTE ESTÚPIDO SIRIUS! Lo sabías?

-Si, lo sé –Sirius bajó la cabeza avergonzado. –Si tan sólo pudiera ir a verla....

-Eso no es del todo imposible –dijo Draco sonriendo.

-No va a abrirme la puerta de su cuarto draco. La conozco enojada.

-Puedes ir como Hocicos. –sugirió el rubio.

-Pero no es lo mismo! Quiero abrazarla, saber que está bien. Quiero hablar con ella.

-Si, seguró... "hablar" -dijo Draco irónicamente –Hary dos opciones Sirius: vas como Hocicos, o no vas.

Jennifer ingresó a su habitación, se quitó la túnica que traía puesta y la arrojó a un rincón. En instantes estuvo bajo la ducha.

Mientras el agua se desplazaba por su cuerpo, se permitió llorar. Había tenido que fingir estar enamorada de Lucius y, si bien eso no era difícil, había estado todo el fin de semana recluida en la Mansión en su compañía.

Ni un solo momento el rubio la había dejado sola. Si hasta se bañaban juntos. Se sentía tan sucia, tan usada. No había estado con otro hombre después de Trangus y estar con Lucius le parecía la peor traición que podía hacerle a su marido.

Pero también sabía que para averiguar los planes de Voldemort tenía que hacerlo. Porque era en "esos" momentos en que Lucius dejaba caer sus defensas, y su mente era un libro abierto para ella.

Una hora estuvo bajo el agua. Al salir, se puso un pijama y salió del baño para acostarse. Pero sus planes se vieron frustrados por una persona sentada en su cama.

-Sev. Se puede saber qué haces aquí?

-Me preocupo por ti Jenny. Está mal? –dijo Severus levantando una ceja –Quería saber como estabas. Quiero que me cuentes que sucedió y me debes una disculpa.

-Eres un idiota –Jennifer le sonrió a su hermano. –Pero tienes razón. Lo siento. No quería gritarte de ese modo. También tendría que pedirle disculpas a Remus. Pero lo que pasó fue que...

-Si, si. Black –Severus escupió el nombre prácticamente -ya nos dijo lo que pasó. Y bien? Cómo estás?

-No lo sé. –Jennifer suspiró y se sentó junto a su hermano, permitiéndose mostrarse débil frente a él –ahora estoy mejor. Necesitaba bañarme.

-Te comprendo. Pero quiero que me digas todo.

-Sev, definitivamente NO quiero hablar de lo que pasó y no creo que quieras escucharlo.

-Claro que no! No hablo de eso. Quiero decir, si te lastimó o si te hizo algo...

-No, es incapaz de dañarme, lo cual es un punto a mi favor.

-Definitivamente. –murmuró Severus pasando un brazo por los hombros de su hermana. –No volverás a irte, verdad?

-No Sev. No lo haré.

-Me alegra oírlo. Vamos, será mejor que te acuestes. Yo voy a quedarme contigo.

-No seas ridículo Severus! –dijo Jennifer negando con la cabeza.

-Sabes que eres lo único que tengo Jenny. Voy a cuidarte. Ya bastante has sufrido y la noche que debía estar aquí contigo tuve que irme. Y Black estuvo ocupando MI lugar.

-Sev...nadie ocupará nunca tu lugar porque eres mi hermano. Mi ÚNICO hermano, y te quiero muchísimo.

-Yo también. –dijo Severus besándole la mejilla.

-Y por qué demonios nunca puedes decírmelo? –lo molestó Jennifer. –Nunca te escuché decirme que me quieres. Siempre tu gran "yo también".

-Idiota –murmuró Severus arropándola como si fuera una niña.

A media noche, Jennifer despertó sobresaltada. Las pesadillas eran frecuentes desde hacía diez años, pero esa noche había sido la peor. Lucius y su padre habían matado a Severus, Draco, Harry y Sirius.

Se levantó para beber agua y lavarse el rostro, pero cuando bajó sus pies de la cama, en lugar de sentir la fría roca del piso, sintió algo peludo y calentito. Sin poder evitarlo, un grito escapó de su boca, provocando que Hocicos se despierte y la observe.

-SIRIUS BLACK! Qué demonios haces en MI habitación en la mitad de la noche? –el perro no contestó –Transfórmate quieres? Ya sé que eres tu.

-Có...Cómo?

-Sev me lo dijo cuando me contó lo que de verdad había sucedido.

-Y por qué no dijiste nada?

-No lo sé. Creo... Era mas fácil tratar con un perro que contigo.

-Muy graciosa –murmuró Sirius sonriendo, antes de ponerse serio –Perdóname Jen. Me comporté como un estúpido. Estaba tan celoso que no frené mis palabras. Yo sé que tu no querías ir con él. Sé que no lo disfrutaste. Es que yo...

-No hay problema Sirius, todo está bien.

Eso fue lo que le indicó a Sirius que NADA estaba bien. Cuando Jennifer discutía con él, tenía que rogar una y otra vez para conseguir su perdón. Tenía un carácter demasiado fuerte y su orgullo le impedía perdonar fácilmente.

-No me mientas Jen. Te conozco demasiado para creerme eso. –Sirius tomó las manos de Jennifer entre las propias -Dime que te sucede.

-Sólo estoy preocupada Sirius. Sólo eso.

-Mentirosa –dijo Sirius abrazándola.

Sabía que si no quería hablar no iba a poder forzarla. Pero también sabía que cuando guardaba las cosas para ella, era cuando mas necesitaba que le demuestren cariño.

La abrazó como hacía antes, demostrándole que estaba a salvo con él. Y, sin darse cuenta realmente, le besó el cuello, una y otra vez. Subió lentamente hasta su rostro, besando su mejilla y dibujando un camino hacia sus labios.

Jennifer tardó en reaccionar. Pero cuando lo hizo, correspondió al beso que Sirius le estaba obsequiando. Necesitaba que alguien la quisiera de verdad, no el amor obsesivo de Lucius. Tenía que olvidar de alguna manera ese fin de semana.

Sirius sabía que los motivos de Jennifer para besarlo tan apasionadamente, no eran los mismos que los suyos. Pero no le importó, porque sólo quería sentirla con él otra vez, aunque fuera la última. Y se recostó en la cama sobre Jennifer, mientras ella le acariciaba la espalda y el le quitaba la parte de arriba del pijama.

Jennifer se dejó querer y comenzó a desvestir a Sirius, recordando lo bien que se sentía estar en sus brazos, recibir sus caricias y sus besos. Lo había amado tanto, mas que a nadie. Y nunca había sentido lo mismo con Trangus cuando compartían sus momentos de intimidad.

Sirius había sido el amor de su vida y eso no podía cambiarse. Habían sido tan felices mientras duró su relación. Todo se fue por la borda aquél día y, ni siquiera así, pudo odiarlo. Sólo lo había hecho cuando creyó que él era el entregador de los Potter. Pero ahora ese odio había tomado un nuevo destino.

Fue en el momento en que estaban casi desnudos cuando Jennifer reaccionó y se separó de Sirius.

-Sirius...no puedo. Perdóname.

-Está bien. Yo no debí besarte sabiendo que estabas vulnerable. Si puedo decir algo en mi defensa, es que quería hacerte olvidar, quería que te sientas bien. –dijo Sirius comenzando a vestirse nuevamente.

-Lo sé, pero no quiero jugar contigo. –Jennifer tocó tentativamente su brazo –No quiero hacerte sufrir.

-Yo sufro de todos modos Jen. –susurró Sirius intentando no ser escuchado, y fallando –Va a ser mejor que me valla. Estarás bien?

-Si –dijo Jennifer apenada –Sólo necesito dormir.

POR CADA CAPITULO QUE ALCANZO A PONER, NOS ACERCAMOS MAS A DONDE LO DEJAMOS EN EL FORO.

BESOS PARA TODOS Y GRACIAS POR SEGUIRME ACA.

BARBY